Ospina-Zapata, C. (2019). Preliminares de
pensamiento sistémico sobre la relación
contabilidad y organización. Contaduría
Universidad de Antioquia, 74, 199-219.
Doi: https://doi.org/10.17533/udea.rc.n74a09
Preliminares de pensamiento sistémico
sobre la relación contabilidad y
organización*
Carlos-Mario Ospina-Zapata
cmario.ospina@udea.edu.co
Universidad de Antioquia
* Una primera versión de este trabajo fue presentada en las XI Jornadas de Economía Crítica, 6, 7
y 8 de septiembre de 2018, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional del Litoral,
Santa Fe – Argentina.
Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Resumen: Se presenta una reflexión crítica respecto del pensamiento tradicional con el que se
aborda el sentido de la contabilidad y la organización. Dicha crítica coloca en discusión el arquetipo
del pensamiento científico de corte analítico y positivista respecto del pensamiento sistémico. Con
algunas nociones tales como “emergencia”, “relación sistema – entorno”, “complejidad” propias
del enfoque de sistemas se instalan algunas hipótesis que permiten una comprensión de la relación
contabilidad y organización. En especial se concluye que la contabilidad no es solo información para
la toma de decisiones y que las comunicaciones que provee son utilizadas por actores diversos de la
organización para otorgarle sentido a sus prácticas. Dicha utilización no opera como herramienta
dirigida a, sino como racionalidad y esquema de distinción.
Palabras clave: Pensamiento sistémico, Sistema Contable, Sistema de información contable,
Contabilidad y organización, Contabilidad y toma de decisiones.
Preliminaries of systemic thought on the relationship between accounting and organization
Abstract: A critical reflection is presented regarding the traditional thought with which the sense
of accounting and organization is approached. Said critique raises a discussion on the archetype
of scientific thought of an analytical and positivist nature with respect to systemic thought. With
some notions such as “emergency”, “system–environment relationship”, “complexity”, typical of
the systems approach, some hypotheses are proposed which allow to understand the relationship
between accounting and organization. In particular, it is concluded that accounting is not only
information for decision-making and that the communications it provides are used by diverse actors
of the organization to give a sense to their practices. Said use does not operate as directed tool but
rather as rationality and distinction scheme.
Keywords: Systemic thought, accounting system, accounting information system, accounting and
organization, accounting and decision-making.
Préliminaires de la pensée systémique sur le rapport comptabilité et organisation
Résumé: Il est présenté ici une réflexion critique sur la pensé traditionnelle portée sur le sens de
la comptabilité et de l’organisation. Cette critique déclenche le débat sur l’archétype de la pensée
scientifique à caractère analytique et positiviste vis-à-vis de la pensée systémique. Certaines
hypothèses sont ici proposées permettant une compréhension du rapport comptabilité et organisation ;
celles-ci basées sur des notions telles que « urgence », « rapport système-entourage » et complexité,
qui sont propres à l’approche des systèmes. En particulier, il est conclu que la comptabilité n’est
pas que de l’information servant à la prise de décisions mais que les communications qu’elle fournit
sont utilisées par des différents membres de l’organisation afin de donner du sens à leurs pratiques.
Cette utilisation ne fonctionne pas comme un outil dirigé mais en tant que rationalité et schéma de
distinction.
Mots-clés: Pensée systémique, système comptable, système d’information comptable, comptabilité
et organisation, comptabilité et prise de décisions.
Preliminares de pensamento sistémico sobre a relação contabilidade e organização.
Resumo: Apresenta-se uma reflexão crítica sobre o pensamento tradicional com o que se aborda o
sentido da contabilidade e a organização. Esta crítica deixa em discussão o arquétipo do pensamento
cientista de tipo analítico e positivista respeito do pensamento sistémico. Com algumas noções
como “emergência”, “relação sistema-entorno”, “complexidade” próprias do enfoque de sistemas
instalam-se algumas hipóteses que possibilitam uma compreensão da relação contabilidade e
organização. Especialmente, conclui-se que a contabilidade não só é informação para a toma de
decisões e que as comunicações que providencia são usadas por atores diversos da organização
para dar-lhe sentido às suas práticas. Esta utilização não opera como ferramenta dirigida a, mas
como racionalidade e esquema de distinção.
Palavras chave: Pensamento sistémico, sistema contábil, sistema de informação contábil,
contabilidade e organização, contabilidade e toma de decisões.
Cont. udea (enero-junio), pp. 199-219. © Universidad de Antioquia-2019.
Preliminares de pensamiento sistémico
sobre la relación contabilidad y organización
Carlos-Mario Ospina-Zapata
Doi: https://doi.org/10.17533/udea.rc.n74a09
Primera versión recibida en junio de 2019 - Versión final aceptada en junio de 2019
I. Introducción
L a comprensión de la contabilidad como sistema, y su relación con el sistema
de la organización, requieren una aproximación pertinente que posibilite
recrear una interpretación de sus formas – manifestaciones – interacciones,
como trascendencia al enfoque analítico y reduccionista propio de la ciencia
tradicional.
En este sentido, las líneas que siguen proponen un escenario reflexivo,
dialógico y programático de tal empresa. Su carácter embrionario instala
algunos juicios que pretenden problematizar, más que entregar recetas
acabadas. El objetivo es articular algunos presupuestos del enfoque de sistemas
para armar de sentido la relación contabilidad y organización. El trabajo es
estrictamente reflexivo y se instala en una mirada crítica y política, en tanto
se concibe la Contabilidad como un saber de profundo impacto social y por lo
tanto transformable para el bienestar social.
El enfoque de sistemas, que no es nuevo, ha tenido algunos ajustes de tuerca
que permiten problematizar con mayor probabilidad comprensiva el sentido
de los sistemas sociales. Se asume que la Contabilidad se ha configurado
como un sistema social muy poderoso para la vida económica moderna y
contemporánea. Pero, como dijimos antes, desde el enfoque reduccionista de la
ciencia explicativa, ese poder no queda esclarecido y por el contrario se ve a la
Contabilidad como un campo estrictamente tecnológico.
El texto está dividido en los siguientes apartes: luego de esta breve
introducción se señalan algunas características del proyecto moderno en
términos de conocimiento científico. Posteriormente se expresan algunas
características de lo que se comprende por la Contabilidad para dar paso a una
exposición muy sucinta sobre el sentido de organización sin dejar de lado sus
202Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
relaciones con la idea de ciencia y la Contabilidad. Posteriormente se desarrolla
el marco de comprensión de lo que podemos entender como pensamiento
sistémico para concluir con la aplicación de ese pensamiento en algunas
sospechas de la relación contabilidad y organización.
II. El proyecto científico moderno. Matices, alguna crítica y
primeros nexos con lo contable
La ciencia como anclaje conceptual y de despliegue tecnológico de la
sociedad moderna fue el producto de una dinámica de disoluciones operadas
a finales de la edad media, como respuesta al momento histórico en el que
nacían un conjunto de contradicciones para las formas sociales feudo-cristianas
tradicionales de la época. El contacto de Europa con otras culturas hizo que
para el occidente hegemónico se revisaran formas de objetivación de la
realidad, particularmente y en un plano ontológico, por el reconocimiento
de explicaciones aristotélicas que contrastaban con las tradiciones
platónicas incorporadas por el cristianismo medieval. La oportunidad de
una experiencia sensorial antes limitada por la lógica mitológica–religiosa,
en la que el hombre podía conocer la realidad sin recurrir a explicaciones
sacras, promovió una pugna que originó los grandes debates previos al
renacimiento entre nominalistas y realistas (Romero, 1987), básicamente ante
las distinciones sobrenatural – natural, fe – razón, hombre – naturaleza, alma
– cuerpo, disoluciones éstas que permitieron el surgimiento de la cosmovisión
antropocéntrica.
La explicación de estas rupturas no es solo un problema del pensamiento;
también se gestaron variadas prácticas sociales como la incipiente economía de
mercado jalonada por los burgueses, el surgimiento de la moderna universidad
y la popularización de ciertos saberes, el asentamiento de comunidades y
la configuración de la ciudad, la formulación embrionaria de las bases de los
modernos estados–nación (Romero, 1987) y en general, un conjunto de haceres
que determinarán hasta días muy cercanos el comportamiento que asiste a la
sociedad contemporánea.
La cuestión central para los fines aquí perseguidos, tiene que ver con la
instauración de una nueva lógica en la que el hombre se separa de la naturaleza
promoviendo una racionalidad de centro razón, es decir, prefigurando un
antropocentrismo en el que la realidad podía ser conocida y transformada
con los instrumentales que ese hombre autónomamente concibiese para tal
propósito. Esta escisión, esquematizada en el proceso de conocimiento o
epistemología general de la ciencia, distingue un sujeto, un procedimiento
o método, y un objeto de estudio, escenario mediante el cual la naturaleza es
significada como espacio objetual representable y controlable para satisfacer
las necesidades del hombre “moderno”. Dicha objetivación que privilegia la vía
203Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
sensorial, la verificabilidad, la neutralidad del lenguaje lógico – matemático, se
presenta como mecanismo eficaz para hacer avanzar la sociedad en la búsqueda
de estadíos de progreso continuo e infinito, mensurable y sofisticado. El
producto más tangible de esta praxeología es el avance técnico y tecnológico,
fundado en la estrategia científica de raíz cartesiana, analítica y positivista.
Precisamente en este contexto de fines de la edad media en el que se
gestan estas nuevas concepciones más pragmáticas y técnicas, se configura la
contabilidad por partida doble como herramienta para representar y controlar
el mundo económico de los mercaderes. Resulta bastante inquietante observar,
que el principio de dualidad, el lenguaje y método que permiten clasificar todo
hecho económico como “Propiedad = Financiación”, conserva los matices más
importantes de la lógica aristotélica filtrada en la época de las cruzadas (Por
ejemplo el principio de no contradicción y tercio excluido); la contabilidad tuvo
una influencia muy significativa para la reproducción de las relaciones sociales
y económicas propias del mercantilismo y posteriormente del capitalismo, en
tanto racionalidad calculadora. Habría que decir como punto de partida, que la
síntesis que logra la contabilidad al abstraer las relaciones sociales económicas
epocales, la convierte en un tipo de lenguaje que vertebra el despliegue del
capital1
.
El conocer moderno se configura sobre la base de la especialización,
por cuanto la división de la realidad en partes facilita su aprehensión y su
tecnificación. Es preciso clarificar que en efecto la ciencia ha logrado evidente
cantidad de desarrollos que prosaicamente son entendidos como “confort”. Casi
a nadie se le ocurre la sociedad vigente sin la intervención de la ciencia y por
ello ésta se ha convertido en el proyecto hegemónico de la forma de acceso
al conocimiento. Sin embargo, la pregunta que hace ya varias décadas viene
gravitando tiene que ver con los efectos colaterales de un despliegue científico
que al fragmentar la realidad y descodificarla desde un lenguaje particular
(físico–matemático) promueve la omisión de otras formas de interpretación y
descontextualiza la acción científica respecto de otras manifestaciones del
sistema mundo, al que debe preservar, para garantizar la principal necesidad
de la humanidad que es su supervivencia como especie. Al encasillarse en su
parcela del conocimiento, la acción científica pierde la noción de la totalidad e
incluso deja de advertir propiedades fundantes de los fenómenos que estudia.
Si se sigue la idea de cuño sociológico que advierte la relación básica de la
ciencia y la industria, en dónde ésta última determina los horizontes científicos
que son pertinentes desde el primado de la rentabilidad, es apenas lógico que la
forma de hacer ciencia en vigencia y dadas sus condiciones de tecnologización,
1 Para comprender mejor estas condiciones socio – históricas se recomienda revisar el texto de
Alfred Crosby: La medida de la realidad. La cuantificación de la sociedad occidental 1250 – 1600,
editado por CRÏTICA. En especial el capítulo: “Teneduría de Libros”
204Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
sea avalada por el capital como mecanismo de autorreproducción. Dicho
despliegue puede ser referido desde el lenguaje contable que opera como
racionalidad calculante de las formas de reproducción del capital, que permiten
a las estructuras de propiedad procesos de acumulación y concentración,
ya sea desde los esquemas de decisión fijando alternativas, o recreando
una forma de captación de lo real desde la maximización (criterio básico del
estado de resultados) y desde la apropiación (visible en el estado de situación
financiera). Es importante por tanto seguir un argumento tan crucial para la
disciplina contable como el planteado por Weber, el capitalismo es contabilidad
por partida doble. De este modo y al igual que a la ciencia positivista, para
la contabilidad inscrita en la lógica moderna, aplican los mismos atributos
respecto de su reduccionismo, de su sesgo, y de su incomprensión y
articulación a miradas más holistas y complejas.
III. Algunas inquietudes sobre la Contabilidad
En términos muy generales, la contabilidad puede ubicarse como un campo
que pretende representar2 (síntesis) un conjunto de hechos sociales específicos.
Tradicionalmente se ha pensado que dichos hechos son eminentemente
de carácter económico (desde la perspectiva de la economía ortodoxa) y
obedecen al conjunto de transacciones 3 que desarrollan los diversos agentes
que conforman y rodean la organización lucrativa en un modo específico
de economía. Lo que resulta menos evidente, es el trasfondo conceptual e
ideológico que asiste a las tecnologías contables en presencia y que configuran
una posibilidad lingüística (una gramática) capaz de constituir sentido y
legitimidad a las tramas e interacciones propias del capitalismo. Dicho de
otro modo, la contabilidad naturaliza las formas en que otorgamos sentido a
los eventos económicos de raigambre capitalista. La cuestión se complejiza
aún más cuando en el entramado de dichas relaciones se incorporan variables
de tipo socio–ambiental que deben ser sintetizadas por la contabilidad, pero
que no deben vulnerar (desde la lógica del capital) la reproducción de las
2 Esta forma de definir la contabilidad resiste alguna crítica, pues existen asuntos que presenta la
contabilidad que no tienen su correlato en la realidad como un hecho concreto, menos como una
transacción; por ejemplo la valoración de un activo con base a expectativas futuras de beneficio,
el reconocimiento de la probabilidad de no cobro de un derecho, la configuración de la utilidad
contable que involucra estimaciones de las que no podemos precisar el hecho concreto en la
“realidad”(…) Por ello en alguna parte hemos indicado que la contabilidad más que representar,
presenta ciertos hechos que posteriormente son concebidos como hechos económicos. Este papel
de la contabilidad es quizá uno de los más importantes, por ejemplo, para entender la contabilidad
y su poder constituyente.
3 Se debe aclarar que la noción de transacción acá es más abarcativa e incorpora operaciones
contables que no se relacionan directamente con procesos de intercambio (mercado) sino con el
reconocimiento, amortización, ajuste (…) de ciertos valores que son necesarios para construir una
imagen más “correcta - conveniente” desde el punto de vista económico – financiero.
205Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
relaciones sociales vigentes. Así, lo ambiental y lo social, asuntos tan socorridos
actualmente, quedan anclados a la razón calculadora y maximalista del
beneficio lucrativo.
Como tecnología, la Contabilidad operacionaliza una síntesis que resulta
incompleta y sesgada si ponemos como fenómeno objeto de representación la
totalidad de lo económico. La contabilidad moderna, es decir, la contabilidad
por partida doble, funciona como una lógica en la que los hechos económicos
son admisibles como contables si cumplen una serie de atributos 4
, tales como: la
dualidad, inscribirse en el algoritmo contable que implica que todo hecho debe ser
inversión y financiación (control y propiedad), ser traducible a moneda funcional,
afectar el proceso de mantenimiento del patrimonio, entre otros. Esto lo que
quiere decir es que un hecho económico se considera contable si es dúctil a las
propiedades de este primer compartimento, la contabilidad por partida doble.
Adicional a esta reducción en términos de cobertura del correlato de la
Contabilidad respecto de la realidad económica, resulta que el modelo más
utilizado es el de la Contabilidad Financiera; esto nos plantea que los hechos
económicos adquieren objetividad en el mundo macro y micro empresarial
si pueden ser representados como hechos financieros–patrimonialistas.
Tanto la investigación positiva como las demandas del entorno respecto
de la Contabilidad han hecho de la Contabilidad Financiera la perspectiva
hegemónica, incluido el que a veces se crea que es la única contabilidad posible.
Por ejemplo, en el marco de la misma contabilidad por partida doble podrían
desarrollarse perspectivas más orientadas al mantenimiento de los activos y la
productividad, pero las formas de capitalismo industrial son más escasas en la
contemporaneidad. (Ver figura 1)
Para disminuir y / o alterar5 aún más el espectro de la Contabilidad, y en un
marco de intereses estratégicos de grandes emporios empresariales, se recurre
4 El profesor Juan David Cardona me plantea que sería más bien que a los hechos económicos,
incluidos los asuntos ambientales y sociales que sean del caso, se les confiere atributos desde
la racionalidad contable. Comparto esta apreciación, pero desde el punto de vista formal solo
es considerado hecho económico aquel que es presentado contablemente. Dicho de otra manera,
si bien hay existencia de hechos económicos no presentados por la Contabilidad, un elemento
ontológico fuerte de la constitución de la “verdad” y “legalidad” del hecho económico es que sea
a su vez un hecho contable. Por ello la Contabilidad confiere legitimidad y ayuda a reproducir las
coordenadas del modelo económico vigente.
5 No es solo reducción respecto de los hechos representables. También es alteración de su sentido,
resignificación, invención. Si bien la figura 1 muestra un achicamiento de la capacidad representativa
de la contabilidad, esta reducción de foco se predica respecto de los hechos socioeconómicos
como realidad fáctica. Pero, la Contabilidad también produce expresiones que justamente por su
producción en la contabilidad luego se institucionalizan como realidades objetivas en materia
económica. Estoy pensando en el reconocimiento de algunos intangibles, en la contabilidad de
derivados financieros, el reconocimiento de activos biológicos, pasando por la incorporación de
provisiones, contingencias y mecanismos de diferimiento del valor.
206Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
a procesos globales de estandarización mediante estructuras de derecho
contable. Esto se manifiesta con una injerencia directa de las multinacionales
en las entidades que recomiendan y emiten estándares globales de contabilidad.
En este sentido, lo representable, en el ámbito de la contabilidad para fines
externos, queda delimitado por un conjunto de normas que señalan el horizonte
de lo posible y lo configurable como información contable para los mercados,
para los potenciales inversores, no importando si las economías en las que se
aplican dichos estándares tienen mercados públicos fuertes o débiles, o si los
usuarios de la información contable desbordan las necesidades del inversor
bursátil. En el ámbito de la contabilidad interna o de gestión operan sobre todo
los desarrollos del contexto anglosajón, que son importados como transferencia
de tecnología en la relación centro–periferia. Hasta aquí lo que hemos querido
marcar es que el modelo contable al uso no está concebido como un correlato
isomórfico de la realidad económica. Su naturaleza obedece más a procesos
sintéticos, resultantes de juegos de poder entre Estado, empresas, y la misma
profesión como proveedora de saber experto; no podemos omitir el papel
tecnoestructural de la profesión contable. Desde la perspectiva de Roberts y
Scapens (1985/2009) este marco normativo configura las coordenadas de lo que
podemos definir como el sistema contable, es decir, la estructura límite para las
operaciones de reconocimiento y revelación. (Ver figura 1)
En último lugar, para ampliar esta distancia entre realidad y Contabilidad,
está el proceso interno de las organizaciones que delinean políticas contables
según el interés de los agentes más poderosos en interacción con la
organización y que defienden su interés de acuerdo a su margen de negociación
(Sunder, 2005). La imagen que provee la Contabilidad de la organización es
la resultante del entrecruce de juegos de poder de los agentes con mayores
posibilidades para verse beneficiados con una determinada imagen de la
entidad a través de la Contabilidad. Esta manifestación implica maniobras
desde los ámbitos de interpretación y vacíos que deja la estructura de Derecho
Contable, hasta la manipulación deliberada y el engaño en el contenido de las
cifras contables. Los sonados escándalos financieros, las crisis, y la oleada de la
corrupción, son muestras tangibles de lo lejos que puede estar la contabilidad
de la socio–economía si se le mira como correlato, o de lo cerca que puede
estar si se le mira como institución partícipe y poderosa en la configuración
de la manifestación de esa realidad socio–económica. Desde la perspectiva
de Roberts y Scapens (1985/2009) este conjunto negociaciones configuran un
plano de orden comportamental de los agentes en el ámbito intraorganizacional
y se concretan como sistemas de rendición de cuentas, que serían las imágenes
económicas y financieras (limitadas, parciales, sesgadas) de la organización
que son dispensadas a los mercados como relatos objetivos de la realidad
organizacional. (Ver figura 1)
207Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
Figura No 1. Contabilidad: Imagen parcial y selectiva de los hechos socio–económicos.
Sistema
Contable
Sistema de
Rendición
de Cuentas
Fuente: elaboración propia. Se incorporan algunas ideas de Roberts y Scapens (1985/2009)
En resumen, la contabilidad no es aséptica, no es solo imagen subrogada de
la realidad económica. En ella residen un conjunto de abstracciones que logran
configurar una panorámica organizativo – económica que promueve una idea de
decisión y futuro posible sólo desde el conjunto de significados que provee para
guiar la acción. Que las organizaciones y la economía se comporten de cierto
modo puede ser explicado por sus despliegues contables y adicionalmente ella
(la contabilidad) implica algún tipo de motricidad para el sistema que quizá le
define mejor que la visión fragmentaria y reduccionista visible en la mayoría
de los círculos académicos y profesionales. En esta explicación fue inevitable
usar algunos preceptos de pensamiento sistémico como la relacionalidad, la
contextualidad, y la interacción de los propios agentes.
IV. La organización. Matices y alguna Crítica
La sociedad se ha manifestado históricamente como un conjunto de
organizaciones, unas naturales y otras artificiales, que le han permitido a la
colectividad concretar propósitos específicos. Estas organizaciones recrean y
movilizan los intereses de la época y forjan las cotidianidades imprescindibles
para reproducir idearios que privilegian cierto tipo de acción. La historia
constata cómo el organizarse ha posibilitado de un lado las instituciones
sociales y del otro, el conjunto de agrupaciones que explican ese escenario
histórico.
A finales del medioevo la institución religiosa fue antagonizada por las
prácticas burgueses que pretendían escapar a las formas feudo-cristianas de
208Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
dominación. El surgimiento de la universidad y la formación de ciudades fue
dando cuenta de otras formas de organización para resolver los fines de esa
nueva sociedad. En especial el aparato educativo se convirtió en el motor de
los sentidos más importantes de la época, y la religión sufrió una suerte de
adaptación que minó el grado de importancia reclamado en días pasados. Esto
no significó que la institución de la iglesia saliera del escenario de los proyectos
de socialización, sino que asumió una redirección que resultó conveniente
incluso para el despliegue de la misma burguesía, por ejemplo, como estructura
de disciplinamiento.
El desarrollo de la economía y la ciencia reclamó un conjunto de
organizaciones que le permitieron fortalecer y concretar los intereses del
sistema. Las instituciones políticas, las formaciones comerciales, la religiosidad,
la familia, asumirán nuevas escenas que asimilaron cierta estructura, y el
conjunto de tales estructuras, los flujos de información, la decisión, el poder, y
la socialización con su entorno, definieron el qué y cómo de lo organizacional.
Si en cierto sentido las relaciones económicas definen gran parte del proyecto
social de la modernidad, entonces se debe advertir que la fábrica, la industria
y la empresa son los prototipos organizativos más influyentes en la vida del
hombre moderno (no es mera casualidad que hoy se hable de gerenciar la vida o
de trasladar los valores empresariales a la familia y a otras organizaciones como
la Universidad). Así, la ciencia y la economía se desarrollan a través de este
último tipo de organizaciones que implican el mundo del trabajo, el consumo,
la educación, e incluso la política. Hoy no se puede negar la influencia de la
empresa en la mayoría de las estructuras sociales y por ello su forma organizada
se mimetiza en otro tipo de organizaciones haciendo más dúctil la propia
cosmovisión del mundo lucrativo en casi todas las esferas de la vida.
La caracterización de las organizaciones ha planteado el surgimiento de
teorías para objetivar sus formas jerárquicas, su estructura, las funciones
que en ellas se desarrollan, la forma en que los individuos interactúan, los
mecanismos de socialización que producen, su vincularidad con otros sistemas,
los mecanismos de adaptación a las demandas del entorno y los propios
impactos sociales que generan. El surgimiento de campos de conocimiento
como la sociología de las organizaciones, la teoría organizacional, los estudios
críticos de la organización, la psicología organizacional (…) han permitido
entenderlas más a fondo para ganar en eficacia en el logro de sus objetivos y
para advertir algunos impactos del desempeño organizacional.
El surgimiento del Estado Nación, la revolución industrial, la oposición a
las condiciones deplorables del mundo del trabajo en las antiguas fábricas,
gatillaron la necesidad de nuevas estructuras organizativas y nuevas formas
de gobierno. Resulta natural que las soluciones a estas problemáticas tomaran
inspiración de los arreglos conceptuales y metodológicos de la ciencia natural.
209Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
“Ciertamente el surgimiento del <<Estado Administrativo>> simbolizó una
nueva modalidad de gobierno en la que la organización racional y científica
transformó la naturaleza humana” (Reed, 2006, p.40) La búsqueda de leyes
inmutables y la necesidad de reducir lo organizacional a lo modélico cosificó
el sentido de un espacio social por naturaleza complejo; “(…) de este modo la
sociedad organizacional prometió ser regulada por leyes científicas más que por
los hombres y la eventual desaparición del elemento político en su totalidad”
(Wolin, 1960, Citado por Reed, 2006, p. 41).
En este marco la organización es percibida como un hecho plenamente
objetivable, predecible y controlable. Lo que en principio aparece como un
precepto normativo en el mundo de las organizaciones se transforma en un
postulado universal e inobjetable. Los asuntos morales, sociales y políticos se
transforman en tareas técnicas con soluciones ingenieriles. La organización
se configura en un aparato maquínico en un marco racional - legal de función
eficiente y eficaz. (Gouldner, 1971 y Prethus, 1975, citados por Reed , 2006)
En consonancia con lo planteado para la ciencia moderna y la contabilidad,
la mayoría de las prácticas organizacionales y sus explicaciones se nutren de
lo más estratégico del pensamiento moderno, es decir, del análisis positivista,
fragmentario y descontextuado que imposibilita una lectura más holista y
compleja de este hecho social. La lectura funcional de la organización, sumada
a una perspectiva de la gestión unidireccional en el logro de las pretensiones
lucrativas de la moderna empresa capitalista, ningunean y soslayan una práctica
más comprensiva de la condición humana y del cuidado de la naturaleza.
Justamente una crítica de esta orientación ha permitido que los estudios de
la organización se alineen con nuevos enfoques para problematizar con mayor
precisión los tópicos de la organización. Reed (2006) identifica por los menos
tres duplas de perspectivas en las que pueden ser agrupados los alcances
de las explicaciones: objetivistas e interpretativas, perspectivas globales y
locales, y perspectivas del lado de la estructura y del lado de la agencia. Sin
duda la cantidad de trabajos explicativos y en alguna medida prescriptivos de
la acción de las organizaciones muestra mayor cobertura y complejidad para la
comprensión del fenómeno.
Sin embargo, tanto las miradas más racionalistas o economicistas, lo mismo
incluso que las perspectivas sistémicas y del pensamiento complejo 6 , han
mantenido una adecuación con el sentido funcional de la organización.
Sin proponérselo Coase toma prestado mucho el marco racional al asumir que
el comportamiento del mercado está motivado básicamente por la minimización
de los costos y la maximización de los rendimientos. Las tradiciones en el análisis
6 “El funcionalismo estructural y la teoría de sistemas también “despolitizaron” eficazmente los
procesos de toma de decisiones por medio de los cuales fue logrado el ajuste funcional perfecto
entre organización y ambiente” (Reed, 2006, p.51)
210Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
organizacional tanto racionalistas como económicas, se basan en una concepción
de “racionalidad fundamentada” para explicar y predecir las acciones individuales
y sociales. Suscriben conjuntamente teorías que dan cuenta de la organización en
términos de eficiencia y eficacia, y hacen homenaje intelectual colectivo al marco
orgánico con énfasis en la evolución “natural” de las formas de la organización que
optimizan los rendimientos dentro de los ambientes cuyas presiones competitivas
restringen las opciones estratégicas (Reed, 2006, p. 53)
En alguna medida las manifestaciones de la organización y el estudio
de las mismas ha centrado menos la atención en el problema del poder.
Algunos agentes tienen la capacidad de moldear el sentido de la organización
particular, pero también la explicación más hegemónica que desde las diversas
perspectivas del estudio de las organizaciones se postula como la enunciación
más satisfactoria.
Sumado a lo antedicho sobre la complejidad y el enfoque de sistemas, un
punto de mira importante es la analogía de la organización con una red. Tanto
la explicación como la intervención desde este enfoque pierden de vista el
problema del poder; “(…) estas nuevas formas y culturas organizacionales
basadas en red continúan enraizadas en estructuras de poder y regímenes de
control que están ahí para proteger y legitimar los intereses materiales, sociales
y políticos de clases y élites dominantes” (Reed, 2006, p.69)
De este modo, si bien hay una ampliación del campo de manifestación y
estudio de la organización, resulta necesario proponer lugares en los que se
evidencien con profundidad otras relaciones para desenmascarar prácticas que
resultan más determinantes en la impronta de la organización.
El desencanto por las prácticas vigentes en los terrenos de la economía y
la ciencia, que agencian procesos maximalistas donde los medios son legítimos
a cualquier precio, invita a un compromiso por comprender los efectos que
una práctica organizativa determinada tiene para con su entorno, es decir,
otras organizaciones y otros sistemas que conviven, que compiten; convoca
una lectura rigurosa de esas formas de interacción y de las consecuencias por
ejemplo, en la ecología y en la misma humanidad.
V. Contabilidad y Organización. Relaciones obvias, pero no
comprensivas
En el marco de la modernidad, se inscriben entonces una serie de
interpretaciones de la realidad que conservan una lógica analítica, fragmentaria,
que privilegia lenguajes como la matemática y que concibe el progreso como
una avalancha tecnológica para el “confort”. En esa demarcación se asumen las
concepciones actuales de la organización y la contabilidad como sistemas que
concretan ese conjunto de intereses, sistemas que son leídos en forma separada
y a los que se les atribuye una relación finalista o a posteriori, por ejemplo, en
211Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
la siguiente descripción: las organizaciones requieren información para tomar
decisiones; la contabilidad provee información financiera y de gestión que
apoya esa toma decisiones; la información es entregada por la contabilidad
para que los agentes y propietarios orienten las acciones para mantener o
transformar las condiciones actuales de operación a partir de una selección de
alternativas en las que se concreta la decisión, para luego monitorear el efecto
de tal decisión en los siguientes reportes financieros. Así se mantiene un ciclo
que parece automático, pero que, al mirar con detalle, no reporta ninguna
imagen nítida del qué y el cómo las organizaciones se basan en información
contable para seleccionar cursos de acción futuros. Incluso será menester
verificar si la relación contabilidad y organización se fundamenta en la decisión,
o si ésta aparece como un mero esquema retórico que no deja ver la verdadera
interacción entre estos dos sistemas.
Otra forma del vínculo contabilidad y organización pasa por el papel de la
contabilidad en la configuración de expectativas de los agentes que interactúan
en el mercado y, por ende, del valor de la empresa. Muchas de los atributos de
la contabilidad se definen en el marco de esta función respecto de la valoración
de títulos en el mercado público de valores. Esto indicaría una relación más
compleja con dinámicas que incluso superan la esfera micro – organizacional.
Estas relaciones son leídas desde perspectivas explicativas, inductivas
e hipotético deductivas, utilizando el arsenal de la investigación empírica,
positiva, estocástica, econométrica; y como resultado, la expresión de lo dado y
lo posible en Contabilidad es una consecuencia objetiva e imparcial.
Para transitar de la explicación a la comprensión es menester recurrir a
estructuras interpretativas y críticas del despliegue moderno (en términos
tecnocientíficos), que permitan la construcción de imágenes más completas y
totales, de los sistemas organización y contabilidad, de sus relaciones, y de las
relaciones de estas con el contexto, es decir, otros sistemas.
En lo que sigue se problematizan algunos elementos del pensamiento de
sistemas como onto–epistemología y praxeología que intenta transformar las
formas explicativas y prácticas de la ciencia de raíz matemático–fisicalista en
tanto no conciben la realidad como totalidad.
VI. Matices de Pensamiento Sistémico. Terreno para la relación
Contabilidad y Organización
Esta ruta teórica – el pensamiento de sistemas – debe ser asumida como
una posibilidad comprensiva que viabiliza un contacto diferente con la realidad.
Este nuevo contacto puede estar dado por un conjunto de premisas que asumen
otras coordenadas semánticas y en ese sentido indican cosas nuevas, otras
cosas que la sintaxis anterior no permitía. El sentido de un referente teórico
tiene pleno sentido siempre que pueda hacer nítidas transformaciones en esa
212Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
realidad interpretada; suponemos que la introducción del pensamiento crítico y
sistémico favorece el cambio en la Contabilidad.
Como ha sido más o menos evidente en la explicación del fenómeno
“organización” se han utilizado referentes del pensamiento sistémico, la
complejidad, el concepto de red, lugares más escasos en la comprensión de la
Contabilidad.
Partiremos de enunciar unas características básicas del pensamiento de
sistemas que trasciende en la actualidad significados comunes como “el todo
es más que las partes”. El pensamiento de sistemas es una especie de amalgama
de estadios explicativos, básicamente, la biología, la cibernética o teoría
del control, la teoría de la información, la automática etc., que en conjunto
sugieren que los fenómenos adquieren sentido en función de una alteridad
a la que sirven y no como constitución orgánica en sí. Pero a su vez, ese
sentido otorgado, se configura como una relación de afectación del sistema al
entorno. Las partes son en tanto se articulan en algo que emerge, pero no al
modo de un telos, sino de una expresión implicada en el sistema; la paradoja
tiene que ver con que la emergencia sólo es posible con los elementos del
sistema articulados, pero a su vez esas macroestructuras guardan patrones de
acomodación que hacen que los elementos desarrollen tendencias adaptativas
(Garciandía, 2005). En efecto, el todo es más que la suma de las partes, pero
menos a su vez. Es sencillo de expresar: mantener todas las relaciones entre
los elementos de un sistema complejo es prácticamente imposible o por lo
menos caótico. La selección es la que permite ganar en complejidad y a su
vez reducirla. En este sentido las relaciones son limitadas, y se mantiene una
cuota de potencialidad del sistema para establecer otras relaciones y con ello
acoplarse a nuevas posibilidades.
En especial el concepto de “emergencia” resulta antagónico con los
presupuestos de ciencia tradicional, pues tal significación no puede ser
aprehendida desde el análisis que implica fragmentar la realidad olvidando
sus relaciones horizontales, verticales, diagonales e incluso rizomáticas; las
jerarquías sólo pueden ser establecidas si se comprenden las “emergencias”, que
permiten hablar de sistemas, subsistemas y unidades sistémicas o niveles cada
vez más comprimidos. “Un nivel se caracteriza por las propiedades emergentes
que no existen en el nivel inferior; las propiedades emergentes no tienen
significado en el lenguaje adecuado para el nivel inferior” (Checkland, 1993,
p. 96). Esto es importante comprenderlo puesto que el problema de niveles y
jerarquías no tiene nada que ver con alguna imagen de superior–inferior, sino de
pertinencia, por cuanto lo que produce el sistema puede ser explicado en otra
estructura que no es la propia en sentido limitado. Para explicar el sistema debe
advertirse la emergencia que produce en otro sistema o entorno que le permite
establecer una relación recursiva. Pero la comprensión de dicha recursividad
213Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
escapa a la explicación de las propiedades del componente o elemento; lo
que explica a las partes no explica el todo. Podemos advertir la importancia
de la “relación” como categoría central del pensamiento sistémico; pero no la
relación vista como causalidad, sino como producción de sentido del sistema.
El sentido lo provee el sistema, pero solo es comprensible si se diferencia de su
entorno. Esta diferencia es fundamental para entender los límites del sistema.
(Ver el punto 7)
Al referirnos a la complejidad aludimos al problema de la relacionalidad no
solo de elementos que configuran al sistema, sino también a relaciones que
permiten configuraciones de tipo teleológico, histórico, reflexivo y contextual.
Por ello la complejidad expresa una condición de existencia del sistema
(complejidad de primer orden) y también una forma de estudiarlo y conocerlo
(complejidad de segundo orden) (Tsoukas y Hatch, 2001, citado por, Maguire, y
otros, 2006).
También la complejidad nos permite observar con mayor nitidez las
relaciones entre agentes y estructura, las formas en que recursivamente se
afecta esta dualidad y la forma en que a partir de esta dualidad se configura una
tensión entre orden y cambio (Maguire, y otros, 2006).
En Checkland (1993) los sistemas son entendidos como estructuras en
las que se presentan flujos de información que operan como instrucciones y
restricciones que a su vez promueven cierta forma de control del sistema. La
contabilidad como sistema postula una aproximación en este sentido: los
flujos de información que ella permite son producidos y comunicados como un
conjunto de restricciones e instrucciones que activan sistemas de intervención
de los sujetos en la organización; dicha intervención puede ser concebida
inicialmente como un proceso decisional de insumo contabilidad. Sin embargo,
tal proceso no es la emergencia central del sistema contabilidad que puede ser
explicado en el sistema organización.
Particularmente en una pretensión de aplicación del pensamiento de
sistemas para comprender relaciones entre contabilidad y organización será
menester detenerse en el concepto de información y control. Podríamos
también aventurarnos a plantear que la contabilidad actúa como negentropía
para el sistema organización.
Dado que la entropía mide el grado de desorden, y que la información
plausiblemente se puede considerar como algo que reduce la incertidumbre y por
ello incrementa el orden, resulta muy tentador el igualar la información con la
entropía negativa (…) El orden que un organismo extrae de su medio es sinónimo de
información. (Checkland, 1993, p.113)
Otra contribución importante es la categoría de sistemas blandos, que
se refiere a la lectura que podemos hacer de la configuración del sistema
atendiendo a las percepciones de los actores que conviven y padecen el
214Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
sistema. Para ello es necesario el uso de metodologías cualitativas que permiten
interpretar y comprender el papel del actor en lo sistémico del sistema. En
contabilidad el papel de los actores del propio sistema y de aquellos que
reciben la emergencia de la contabilidad como sistema, es desdeñado o
estudiado de manera tangencial, como si no fuera constitutivo de la propia
contabilidad o visto como una externalización a modo de impacto del sistema.
Dicho de manera radical, la corriente interpretativa de la contabilidad no
aparece como explicativa de la contabilidad en tanto sistema, sino de los
impactos e imaginerías que configura la contabilidad en la cotidianidad
y en el sentido que el actor otorga a sus prácticas a partir del dispositivo
contable. Esta orientación es innegablemente importante, pero queda abierta
otra potencialidad. “El pensamiento de sistemas suaves y las metodologías
ejemplifica la perspectiva de los sistemas interpretativos: las interpretaciones
de los actores sobre sus problemáticas, in situ, son una parte importante,
integral, del sistema estudiado (…)” (Maguire, y otros, 2006, p. 335)
Es preciso advertir que en este programa de trabajo no se intenta
simplemente extrapolar categorías de forma intuitiva; más bien se intenta
poner a la contabilidad y a la organización en tamiz de pensamiento de sistemas
para observar qué asuntos relievan que puedan posibilitar una argumentación
coherente que obligue la decantación de lo que es contabilidad y lo que es
organización, y lo que es pensar tales cuestiones con el ánimo de construirles
su pensamiento sistémico. Si nos ceñimos al esquema planteado por Checkland
(1993) podríamos decir que nos movemos en un estudio de sistemas como
tales, en la aplicación del pensamiento de sistemas en otras disciplinas, y en un
orden metodológico, en la solución de problemas aplicando el pensamiento de
sistemas.
VII. Concluyendo. Algunas pistas sobre un pensamiento
sistémico de la relación Contabilidad y Organización
La cuestión es un poco más compleja, o, dicho de otro modo, más rica en
posibilidades. Resulta que esa postura sistémica de lo que pudiera denominarse
la primera escuela de pensamiento de sistemas ha sido complementada e
incluso virada radicalmente. Además, al intentar aplicar los presupuestos
de la teoría a realidades sociales resultaron elementos nuevos e incluso
controversiales al compararlos con desarrollos, por ejemplo, en el ámbito de la
biología.
La clásica distinción sistema entorno entrega una imagen aparentemente
simple. El sistema bebe del entorno y entrega a éste una serie de salidas.
Pero, no se comprende, al menos eso indica Luhmann (1991, 1997), que lo
que en principio permite aclarar la definición del sistema es justamente el
mantenimiento de la diferencia con el entorno.
215Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
El mantenimiento del límite es el mantenimiento del sistema (…) el concepto de
límite significa que los procesos fronterizos (por ejemplo, de intercambio de energía o
de información) al cruzar el límite siguen funcionando, pero en otras condiciones (por
ejemplo, otras condiciones de utilización o de consenso). (Luhmann, 1991, p. 51)
Es decir, que lo que puede observarse a primera vista como finalidad
del sistema, solo queda constatado en los usos que potencian los sistemas
del entorno. La contabilidad, la organización y la economía pueden ser
pensados como sistemas, cada uno con su dinámica de complejidad. La
cuestión importante es poder establecer cuáles son esas salidas a frontera de
cada sistema y cuáles las utilizaciones o consensos mediante los cuales son
resemantizadas en el sistema de uso.
Una de las ideas que resultan potentes en este marco, es la comprensión de
que la contabilidad, para poder diferenciarse de otros sistemas, produce rasgos
del entorno que mantienen su pervivencia. La organización y la economía
absorben perturbaciones que produce la contabilidad configurando justamente
los lugares para que la emergencia de la contabilidad tenga sentido. Esto a
su vez ocurre con la contabilidad; esta se va acoplando a las irritaciones que
provocan sistemas de su entorno como la economía y la organización. Esto
apoya en alguna medida la tesis sobre el poder constituyente de la contabilidad,
y no la idea manida de su carácter representacional y neutral.
Si en principio entendemos a la Contabilidad como proveedora de
información (sentido limitado), para comprender el flujo de sentido en la
organización es necesario identificar que “las transformaciones e innovaciones
en las organizaciones suceden en la intersección de la información con la
interacción” (Boden, 1994, citado por Reed, 2006, p. 59). Es decir, que el papel
de la contabilidad no puede deslindarse de las interacciones que provoca,
y que el sentido de la información no es una mera disposición “en”, sino una
disposición “por”.
Si la contabilidad provee una medida de los contratos, siguiendo el
planteamiento de Sunder (2005), entonces se puede aceptar como enunciado
“que el tramo de control óptimo en una organización depende de la naturaleza
de la tarea–ambiente (tamaño de la tarea y granularidad) y una medida de
desempeño (tiempo de respuesta” (Maguire, y otros, 2006, p. 358). El sentido de
lo contable implica el sentido de lo controlable, y lo controlable “es” en tanto
puede ser contabilizado.
Un sistema es complejo en tanto es selectivo. La actualización de todas las
relaciones que brinda el número de elementos implicaría una situación caótica.
Hay sistema justamente porque algunas relaciones quedan actualizadas y otras
quedan latentes. Con los mismos elementos, configurando otras relaciones,
aparecen nuevas y diversas manifestaciones del sistema. Por ello siempre, el
todo es más que la suma de elementos y menos a su vez por cuanto quedan
216Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
relaciones en potencia7
. Pero, los elementos imponen un límite que está dado
por las relaciones posibles. Por ejemplo, la Contabilidad Financiera no puede
tratar un elemento medioambiental por fuera de la lógica del algoritmo Activo
= Pasivo + Patrimonio. Si un recurso natural es presentado por la Contabilidad
Financiera quiere decir que ha sido semantizado como un recurso eficiente,
al servicio del mantenimiento del patrimonio. No es posible presentar las
propiedades constitutivas de los recursos naturales en tanto elementos bióticos
desde la matriz de relaciones que impone el derecho contable actual, que como
dijimos, es una manifestación restringida de la Contabilidad Financiera.
Otra posibilidad comprensiva que sintoniza con esta perspectiva es la
idea de la Contabilidad como sistema de relevancias (Schultz, 1967, Ciatado
por Roberts y Scapens, 1985/2009). Es decir, la contabilidad como estructura
conceptual y tecnológica que favorece unas expresiones por encima de otras.
Una pregunta que pocas veces ponemos en escena y que es alternativa a qué
representa la contabilidad, sería, qué no representa, qué queda velado en ese
presentar contable.
La concepción del proceso de valoración como medición de los servicios potenciales
de un determinado bien supone que ya existe una decisión sobre su posible utilización,
en función de la cual se presumen unos resultados, cuya medición es el importe que
se registra en contabilidad; de este modo, el modelo contable se ocupa solamente
de captar los resultados de las decisiones ya tomadas, mientras abandona los
aspectos relativos a otras posibles alternativas y su correspondiente evaluación, que
constituyen, como venimos indicando aquí, las dos fases previas de la solución de
cualquier tipo de problema de decisión. (Montesinos, 1974, p. 99)
La decisión no se opera como una selección de alternativas dada una
información. Las alternativas son el resultado de una decisión previa que tiene
que ver con lo que se relieva en la Contabilidad Financiera. La alternativa es
solo aquella que ya se conoce y queda ratificada, o, en todo caso, aquella que
sigue el sentido de las relaciones de los elementos que son actualizados por la
contabilidad.
La comunicación de la contabilidad no opera solo como información
sino como sentido, es decir como racionalidad. La contabilidad establece un
esquema de distinciones que hacen que todo fenómeno observado quede
atrapado en la comunicación que produce el sistema. Y esta distinción, este
esquema de distinciones tiene que ver con la renta, la riqueza económica y la
propiedad de esa riqueza. Una tesis que aventuramos es que la contabilidad a
7 Por ejemplo, podemos identificar manifestaciones de la Contabilidad Financiera que mantienen
como centralidad el capital monetario, y otras manifestaciones que mantienen como centralidad
el capital operativo. Esto indica que incluso en la Contabilidad Financiera hay posibilidades no
actualizadas. Pero esas posibilidades no pueden superar las restricciones del sistema, que en este
caso y de manera hipotética, se impone como el lucro económico racionalizado por la Contabilidad.
217Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 74. Medellín, enero-junio 2019
más de servir para la toma de decisiones, ya es ella decisión. Las alternativas
de decisión ya han sido configuradas por la propia comunicación de la
Contabilidad. Y esto último es quizá más importante, por cuanto señala la
capacidad de la contabilidad para operar como racionalidad. Este operar no es
solo un problema de los contadores; muchos otros actores de la organización
empiezan a ver sus acciones y el sentido de sus ejecutorias en tanto contables,
en tanto calculables desde el prisma del lucro económico.
En este sentido, la discusión formal que surge alrededor de la información contable
tendría muy poco efecto sobre el conocimiento que tiene el individuo de su situación
inmediata, porque no haría más que reiterar, de una forma distinta lo que ya se sabe
(Roberts y Scapens, 1985/2009, p. 114)
El problema de la comprensión de la relación contabilidad y organización
implica la comprensión de la comunicación (diferente de información) que
produce la Contabilidad y la forma en que lo comunicado es asumido como
emergencia en los circuitos organizacionales, por ejemplo, en la resignificación
de las formas del poder, en las retóricas manageriales, en el impacto en la
subjetividad de los colaboradores 8 . Pensar sistémico requiere desmarcarse
de las analíticas fragmentarias, puesto que en la realidad los fenómenos no se
operan de modo autárquico. La pregunta que guía este nexo entre contabilidad
y organización propone una crítica al esquema analítico propio del pensamiento
causal y cartesiano. Estas preguntas crecen en espiral, pues las propiedades de
recursividad hacen que los diferentes sistemas mantengan contactos a veces
insospechados.
El pensamiento sistémico entrega una visión diferente de entender la
realidad. Quizá estaría mejor planteado si decimos que desde el enfoque
de sistemas se busca, más que un entendimiento, una comprensión de
los fenómenos; recuérdese que lo comprensivo como acción implica el
establecimiento de relaciones que dan sentido y unidad logrando una
determinada interpretación en tanto fenómeno y contexto hacen parte del
significado. Así, el enfoque de sistemas concibe la realidad, sus fenómenos
y sus hechos, como todos trascendentes, como holons, en los que resulta
improcedente su estudio basándose en diseminaciones y reagrupaciones.
Reiteramos la importancia de los relacionamientos que involucran atributos
teleológicos, contextuales, temporales y reflexivos.
8 Por ejemplo, el texto, La Contabilidad y la construcción de la persona gobernable – Miller y
O’Leary (1987/2009) señala como se opera una relación entre la Contabilidad de Gestión, la
Administración Científica y la Economía marginalista, para generar una suerte de flexibilidad
en el sujeto de modo que asuma como parte de su subjetividad las tentativas de eficiencia y
optimización, desarrollando procesos de autocontrol y gobernanza de sí mismo desde un anclaje
de lógica empresarial neoliberal.
218Ospina, C. Preliminares de pensamiento sistémico sobre la relación contabilidad y organización
Ospina-Zapata, C.
La contabilidad y la organización producen un tipo de logos que proyecta
cierta luz sobre la realidad que se establece como legítima. Es decir, la
contabilidad y la organización organizan como sistemas un cierto tipo de
experiencia y en ese sentido no pueden ser vistos como estructuras neutrales
frente a la objetivación de la realidad. Para estos sistemas es obligatorio
distinguir cómo opera este relacionarse. Aquí hemos dejado algunas pistas
respecto de la Contabilidad como comunicación y el sentido del decidir
asociado a la contabilidad. Las organizaciones se manifiestan, acontecen,
contablemente. La contabilidad provee una suerte de determinismos pero
también provee capitales simbólicos para la agencia. La Contabilidad como
entorno - estructura es configurada a partir de mecanismos de poder de
empresas transnacionales, Estados e ideologías profesionales (tecnoestructura);
y la contabilidad como la marca que van dejando las interacciones de los
agentes más poderosos en tanto configuración de una imagen necesaria de
la organización. Este entrecruce entre valores institucionalizados y valores
que se van institucionalizando explican mejor el sentido de la Contabilidad y
su relación con la organización, que la idea reiterada de la contabilidad como
información.
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