Este artículo – ensayo ocupó el primer puesto (compartido)
en el VIII Encuentro Nacional y III Encuentro Latinoamericano
de Ensayo Contable
Realizado por el Departamento de Ciencias Contables
de la Universidad de Antioquia
Villalba-Moreno, B. (2019). El rol de la
Contabilidad dentro de la lucha política del
Paro Nacional Estudiantil de 2018. Contaduría
Universidad de Antioquia, 75, 163-181.
Doi: https://doi.org/10.17533/udea.rc.n75a07
El rol de la Contabilidad dentro de
la lucha política del Paro Nacional
Estudiantil de 2018
Brayan-Stick Villalba-Moreno
bsvillalbam@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá
Orcid: 0000-0001-7855-6971

El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Resumen: La Universidad, como institución, vive una profunda crisis como consecuencia de
acciones políticas y prácticas sociales que buscan organizar la educación superior como un
mercado. La Universidad en Colombia no es ajena a esta crisis que es impulsada por los procesos
de globalización financiera, y como consecuencia de ella, se han visto afectadas mayoritariamente
las instituciones de educación superior -IES- públicas del país. Por esta razón es que, en 2018 se
fraguó un Paro Nacional Estudiantil que exigía un alivio financiero para la asfixia presupuestal que
sufrían las IES públicas. Este escenario de movilización social se vuelve propicio para analizar la
incidencia de la Contabilidad en él, a la luz de algunas perspectivas interpretativas de la disciplina
contable, que amplían la posibilidad de comprender la interrelación de la Contabilidad con algunos
fenómenos sociales.
Palabras Clave: Crisis universitaria, Paro Nacional Estudiantil, Movilización social, Estudiantes,
Contabilidad y lucha política.
The role of Accounting within the political struggle of the 2018 National Student Strike.
Abstract: The University, as institution, is living a profound crisis as a consequence of political
actions and social practices that intend to organize higher education as a market. The University
in Colombia is not alien to this crisis which is driven by financial globalization processes and,
consequently, public higher education institutions -HEI- of the country have been greatly affected.
For this reason, in 2018 a National Student Strike was forged which demanded financial relief to
the budget suffocation suffered by public HEI. This social mobilization scenario favors the analysis
of the incidence of Accounting in it, in light of some interpretative perspectives of the accounting
discipline, which broaden the possibility of understanding the interrelation between Accounting and
some social phenomena.
Keywords: University crisis, National Student Strike, Social mobilization, Students, Accounting and
social struggle.
Le rôle de la comptabilité au sein de la lutte politique de la Grève Nationale des Étudiants
Résumé: En tant qu’institution, l’Université traverse une crise profonde comme conséquence des
actions politiques et des pratiques sociales qui cherchent à organiser l’enseignement supérieur en
un marché. En Colombie, l’Université n’est pas en dehors de cette crise favorisée par les processus
de mondialisation financière. De ce fait, les établissements d’enseignement supérieur –IES en
espagnol- se sont vus fortement touchés. C’est pour cette raison qu’en 2018, la Grève Nationale des
Étudiants s’est forgée. Elle exigeait un soulagment financier à l’étranglement budgétaire subi par
les IES publiques. Ce contexte de movilisation social devient opportun pour y analyser l’incidence
de la comptabilité, à la lumière de quelques perspectives d’interprétation de la discipline comptable.
Celles-ci élargissent la possibilité de comprendre l’interaction de la comptabilité avec certains
phénomènes sociaux.
Mots-clés: crise universitaire, grève nationale des étudiants, movilisation sociale, étudiants,
comptabilité et lutte politique
O papel da Contabilidade na luta política da Greve Nacional Estudantil do ano 2018.
Resumo: A Universidade, como instituição, vive uma profunda crise como consequência das
ações políticas e práticas sociais que tentam organizar a educação superior como um mercado. A
Universidade na Colômbia não é alheia a esta crise, que é induzida pelos processos de globalização
financeira, e como consequência se veem afetadas especialmente as instituições de educação superior
– IES – públicas do país. Por este motivo, no ano 2018 se ideou uma Greve Nacional Estudantil
que exigia um alívio financeiro para o afogamento que padeciam as IES públicas. Este cenário de
mobilização social se torna adequado para analisar a incidência da Contabilidade nele mesmo,
desde algumas perspectivas interpretativas da disciplina contábil, que ampliam a possibilidade de
compreender a interrelação da Contabilidade com alguns fenómenos sociais.
Palavras Chave: Crise Universitária, Greve Nacional Estudantil, Mobilização social, Estudantes,
Contabilidade e luta política.

Cont. udea (julio-diciembre), pp. 163-181. © Universidad de Antioquia-2019.
El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política
del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Brayan-Stick Villalba-Moreno.
Doi: https://doi.org/10.17533/udea.rc.n75a07
Primera versión recibida en julio de 2019 - Versión final aceptada en octubre de 2019
“Yo soy aburridísimo: creo en la vida, creo en los demás, creo que este cuento hay que
lucharlo por la gente, creo en un país en paz, creo e.n la democracia, creo que lo que pasa
es que estamos en malas manos, creo que esto tiene salvación” Jaime Garzón.
I. Introducción
Colombia, un país diverso, mágico y lleno de bondades que se ven opacadas
por múltiples injusticias, por un sin número de contradicciones en sus
procesos económicos, políticos y sociales. Un país que en su corto desarrollo
como sociedad “independiente” se ha visto marcado por distintas presiones
ejercidas por élites, intereses imperiales y transnacionales, procesos de
colonización, corrupción y violencia. Un territorio donde lo social y lo humano
es marginal, cuando de prioridades hablamos. Un país donde es fácil encontrar
funcionarios públicos que, actuando en contra de la ley, defiendan los intereses
privados por encima del bien común; un ejemplo de ello, son las declaraciones
de la ministra de transporte, en julio de 2019, la cual abogó por que el Estado
colombiano pagara una cifra billonaria a los bancos del Grupo Aval, a Bancolombia
y Davivienda con el escueto y débil argumento de que estos grupos económicos
participaron como “terceros de buena fe”, en la concesión que pretendía construir
la carretera Ruta del Sol II, y que está inmersa en el escándalo de corrupción más
grande de Latinoamérica (Duzán, 2019), conocido en nuestro contexto como el
“escándalo de Odebrecht”. El objetivo de realizar este pago, según la ministra, era
honrar el acuerdo al que se llegó entre el Ministerio de Transporte y los bancos
por medio de una propuesta de conciliación (Redacción Nación, 2019).
Estas declaraciones hechas por parte de la ministra han sido fuertemente
criticadas y, gracias a la presión política que se ejerció, se logró posicionar el

166Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
tema en la opinión pública. Detrás de lo que implicó su desacertada actuación,
se puede evidenciar un contexto que reproduce prácticas sociales de una cultura
política tradicional, la cual consiste en beneficiar a mi amigo, a mi conocido, o
al que más poder económico y político tiene y que así lo mande. El gobierno
nacional pretendía sacar del presupuesto público 1,2 billones de pesos (KienyKe
Política, 2019), contra todo principio de rectitud política, legal y de “rigurosidad
técnica” para pagar a los grupos financieros más poderosos del país una deuda
millonaria que otrora financiaría la construcción de la polémica carretera.
Como ya se mencionó, la intención de responsabilizar al Estado colombiano
de esta deuda fue imprudente, desde el punto de vista legal y de las finanzas
públicas, pues por un lado en el momento de la declaración de la ministra, el
tribunal encargado de pronunciar un veredicto sobre el caso, no había hecho
pronunciamiento alguno alrededor de la cifra que efectivamente debía ser
pagada a los bancos, y por otra lado, como bien sabemos, las finanzas públicas
colombianas se encuentran en déficit fiscal, que implicó una reforma tributaria
o más conocida por su expresión eufemística “Ley de Financiamiento” (declarada
inexequible) y con este billonario pago el déficit se profundizaría aún más.
El breve contexto presentado anteriormente nos permite plantearnos algunos
interrogantes, como ¿cuáles son las razones políticas y económicas para que el
gobierno nacional de Colombia beneficie a ciertos actores privados? De igual
forma podríamos preguntarnos ¿por qué los actores de ese mismo contexto
institucional niegan, de forma tajante, las reclamaciones sociales que, por medio
de diversas expresiones, han exigido algunos sectores de la sociedad civil como
los estudiantes universitarios, los indígenas, el magisterio, entre otros? La
respuesta a estos interrogantes requeriría de un análisis complejo del estado
político de nuestra sociedad, sería necesario analizar los intereses económicos
que se enmarañan entre las élites económicas y distintos actores, incluso sería
importante para ello estudiar algunos factores culturales y de dependencia que
han llevado a que nuestra realidad nacional esté repleta de estas particularidades,
tan nocivas para el avance social y democrático de nuestro país.
Pese a lo anterior, considero que la interpretación de nuestra realidad,
compleja y paradójica, nunca será una verdad revelada e incluso es un proceso
que no tiene fin, pero que es apremiante dar algunos pasos que nos permitan
dilucidar pequeños elementos para comprender nuestro contexto e incidir en él
de manera positiva. Avanzar en esta tarea requiere algunos esfuerzos e implica
reconocer y afrontar algunos retos que tenemos como sujetos y como sociedad.
Sin duda, ensayar1 se convierte en un ejercicio valioso e incluso necesario
para reflexionar sobre preocupaciones personales, colectivas y fenómenos
particulares que aquejan nuestra cotidianidad. Por ello tomaré este ensayo
1 Entendido como el proceso de escribir un ensayo.

167Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
como pretexto para plasmar en él, algunas reflexiones que han marcado mi
trasegar por la Universidad, ese trasegar que ha sido muy valioso gracias a la
posibilidad de interactuar con amigas, amigos y docentes brillantes, y que sin
duda han dejado una huella en mí para senti-pensar la vida.
Este ensayo lo escribo para permitirme contar una experiencia que tuve el
placer de vivir y poderla conjugar con algunos elementos de la disciplina y la
profesión contable. La experiencia a la que hago referencia es el Paro Nacional
Estudiantil del año 2018, liderado por estudiantes, con el acompañamiento de
docentes, trabajadores y con el respaldo de gran parte de la sociedad civil. Este
paro estudiantil, sin duda, se fraguó como un escenario propicio para visibilizar
la escasez de recursos financieros destinados al funcionamiento y la inversión
de las Universidades y las instituciones técnicas, tecnológicas y universitarias
(en adelante ITTUs) públicas, razón por la cual se encuentran sumidas en
una profunda crisis. Esta problemática de financiación de las instituciones
de educación superior (en adelante IES) públicas se suma a una larga lista de
problemáticas y presiones de carácter global para que la educación superior,
en su totalidad, se alinee a los principios rectores del capitalismo académico
(Schulze-Cleven, Reitz, Maesse, y Angermuller, 2017). La crisis de las IES
públicas en Colombia puso al grueso de la comunidad académica a construir
argumentos técnicos, pero también construir argumentos políticos y procesos
de manifestación ciudadana para exigir presupuesto con el objetivo de
destinarlo a pagar parte de la deuda histórica que tiene el Estado colombiano
con la educación superior pública del país.
El ensayo se encuentra estructurado de la siguiente manera: la introducción
que acabamos de leer, seguido de un apartado en donde intentaré mostrar
algunos elementos que permitan identificar el porqué de la crisis de la
Universidad y de la educación superior, en el contexto global y, particularmente,
en el contexto colombiano. Luego, procederé a presentar algunas condiciones
que permitieron constituir lo que fue el Paro Nacional Estudiantil de 2018. Con
estos apartados procederé a abordar, el matiz disciplinar del ensayo y es allí
donde intentaré mostrar cómo la Contabilidad ayudó a incidir en el proceso de
movilización estudiantil del 2018. Finalmente, a modo de conclusión presentaré
algunas reflexiones que interioricé gracias a haber sido parte del movimiento
estudiantil de 2018, y plasmaré unas reflexiones sobre la importancia de
pensarnos una Universidad y una contabilidad crítica, latinoamericana, desde el
sur epistémico y transformadora de realidades.
II. Un acercamiento a la crisis de la educación superior en el
mundo y en Colombia
A pesar de que la educación superior es importante y estratégica para las
sociedades contemporáneas por lo que implica en términos de avance social

168Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
y desarrollo económico, este sector y su institución más representativa, la
Universidad, viven actualmente múltiples crisis a nivel global. Dichas crisis
han sido diagnosticadas con rigurosidad, desde un enfoque sociológico,
por Boaventura de Soussa Santos quien ha caracterizado tres crisis para la
Universidad, planteando que:
Al dejar de ser la única institución en el campo de la educación superior y en la
producción de la investigación, la Universidad entró en una crisis de hegemonía. (…)
La segunda fue la crisis de legitimidad, provocada por el hecho de haber dejado de
ser la Universidad una institución consensual, frente a la contradicción entre la
jerarquización de los saberes especializados de un lado, a través de las restricciones del
acceso y certificación de las competencias, y de otro lado, por las exigencias sociales
y políticas de la democratización de la Universidad y la reivindicación de la igualdad
de oportunidades para los hijos de las clases populares. Finalmente, la tercera fue la
crisis institucional, resultado de la contradicción entre la reivindicación de la autonomía
en la definición de valores y objetivos de la Universidad y la presión creciente para
someterla a criterios de la eficiencia y la productividad de naturaleza empresarial o de
responsabilidad social (Santos, 2004).
La caracterización de esta crisis realizada por el pensador portugués, es
una excelente síntesis del direccionamiento que ha tenido la Universidad y la
educación superior en un contexto global orientado por el neoliberalismo
y la incidencia del New Public Managemet en los modelos de gestión pública
(Gómez, 2019; Toscano, 2013). Como consecuencia tenemos una educación
superior que deja de ser vista como un derecho y se empieza a ver como una
mercancía de la cual se puede extraer riqueza para ser apropiada por distintos
rentistas de capital (Vega, 2015). El resultado de esto es la consolidación de un
denominado “capitalismo del conocimiento”, que se materializa de múltiples
formas, las cuales han sido categorizadas desde diferentes campos disciplinares
de las ciencias sociales.
Las acciones concretas que evidencian la crisis de la educación se pueden
dividir en unas de tipo financiero, otras de tipo económico y otras de tipo
simbólico. Dentro de las acciones de tipo financiero destacamos la reducción
de gatos estatales destinados a la educación superior pública, aumento a los
(ya elevados) costos de matrícula en las instituciones de educación superior
privada, aumento de las subvenciones y los préstamos educativos (embarcando
a la educación superior en un proceso de financiarización). Las acciones de
carácter económico podrían ser las nefastas condiciones de infraestructura
en algunas instituciones, precariedad en los salarios de algunos docentes,
disminución en las condiciones de bienestar universitario y afectación en
las garantías de tratamiento con enfoque diferencial a los y las estudiantes
con condiciones materiales y capacidades menos privilegiadas. Por su parte,
cuando hablamos de acciones de carácter simbólico nos referimos al ataque a

169Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
la autonomía y la democracia universitaria (Toscano, 2013), la preponderancia
de la meritocracia para el acceso a la educación, la baja calidad académica, y el
sometimiento de las instituciones, las disciplinas, los grupos de investigación
y los profesores a ser estratificados mediante rankings (Schulze-Cleven, Reitz,
Maesse, y Angermuller, 2017).
En síntesis, podríamos decir, con base en Schulze-Cleven et al. (2017), que
las formas concretas de llevar la educación superior y la Universidad a las
crisis caracterizadas por Santos son: la consolidación de políticas públicas, la
construcción de discursos y la implementación de estrategias de jerarquización
con el objetivo de hacer de la educación un mercado. La globalización
financiera permite que estas acciones sean replicadas y adoptadas con facilidad
a nivel mundial. Ese proceso de homogenización en las formas de concebir la
educación superior a nivel mundial es difundido por actores concretos como el
Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, quienes
basan su doctrina en los postulados del neoliberalismo y su hegemonía ejerce
una gran presión para que los gobiernos transformen sus sectores educativos,
según ellos “recomiendan”.
Para el caso particular de Colombia, la crisis del sector educativo superior
no es un acontecimiento reciente ni esporádico, sino que es un problema
estructural, que puede tener sus antecedentes más recientes hace 26 años,
cuando entró en vigor la Ley 30 de 1992. La regulación local que surge en ese
momento, podríamos afirmar que está atada a los cambios en la dinámica
internacional de la liberalización económica, la desregulación financiera, la
transformación de los Estados y demás factores mencionados en los anteriores
acápites.
Colombia y Latinoamérica, en los años noventa, se vieron persuadidas
a implementar las recomendaciones del “Consenso de Washington” que,
planteaba 10 propuestas para reformar estructuralmente la economía de
los países. Esas propuestas del Consenso buscaban “salvar” a los países
latinoamericanos de la crisis de deuda que empezaron a sufrir desde inicio
de los años 80, época conocida como la década perdida de América Latina (Soto,
2013; Salama, 2006). Para el caso colombiano, según lo planteado por el
profesor Giraldo (2009, pág. 31), este paradigma influyó en gran medida en
la forma de concebir el papel de las políticas públicas. Se tomaron medidas
como la privatización de algunas empresas estatales, la descentralización
fiscal, el establecimiento de una “disciplina fiscal”, que implicaba menor gasto,
y en la misma dirección, la focalización del gasto a subsidios a la demanda de
servicios públicos. Es así como a partir de los años 90 fueron expedidas una
serie de leyes que modificaban la orientación de sectores estratégicos como la
educación, la salud, las pensiones, entre otros.

170Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
Las disposiciones normativas de la Ley 30 de 1992 que regula la educación
superior en Colombia, y los apartados de la Constitución Política que también
dictaminan algunos elementos sobre el sector, mencionan a grandes rasgos que,
ésta es un servicio público, y no un derecho fundamental. Adicionalmente, no se
garantiza su universalidad, sino que se acude al principio de progresividad para
promover su acceso. De igual forman, la normativa diluye la responsabilidad de la
garantía para el acceso a la de la educación superior entre El Estado, la familia y
la “sociedad”. Y también hace alusión a que la educación superior es susceptible de
cobro y de forma seguida, entrega al Estado la responsabilidad de autorizar y dar
las condiciones para la creación y gestión de un mercado de carácter privado para el
acceso de la educación. 2
Las anteriores condiciones normativas en Colombia han significado, una
profundización de los procesos que organizan la educación superior como un
mercado de carácter mayoritariamente privado, pues a la fecha existen 207 IES
de carácter privado y solamente 81 de carácter oficial (SUE, 2018). En el mismo
sentido, si evaluamos el gasto en educación superior como porcentaje del PIB,
que correspondió en 2013 a 1,8%, solamente 0,8% corresponde a gasto público
y el 1,0% restante pertenece a gasto privado (OCDE, 2018). Casos similares a
la caracterización del sector de educación superior colombiano, se pueden
identificar en países como Estados Unidos, Corea del Sur y Chile, que son
países bastante rigurosos en la adopción del modelo ideológico y político del
neoliberalismo (Martínez y Soto, 2012).
Otro punto por resaltar, de las leyes citadas es aquel donde se menciona
que, el Estado deberá crear mecanismos financieros para hacer posible el acceso a
la educación superior, como consecuencia de esto, cada vez es más frecuente ver
cómo las familias y los interesados en acceder a la educación superior deben
acudir a créditos educativos para financiar su proceso formativo a nivel técnico,
tecnológico o universitario. Las cifras presentadas por la OCDE nos muestran
que, en Colombia el porcentaje de estudiantes que financian su ingreso a la
educación superior con crédito pasó de menos del 5% en el primer semestre del
2002, al 20% en el segundo semestre del 2014 (OCDE, 2018).
Asimismo, vemos cómo se ha transformado la distribución del gasto público
en educación superior. Mientras que los recursos asignados a las IES públicas
correspondían a un 82,9% del total de gasto público en educación en el año
2000, pasaron a representar solamente 59,4% en el año 2017. Por el contrario,
los recursos para ICETEX, destinados a brindar créditos educativos, pasaron de
representar un 2,1% del gasto público en educación en el 2000 a 20,1% en el año
2017 (SUE, 2018).
2 Este apartado se estructura con base en lo presentado por el profesor Mauricio Gómez Villegas, en
su conferencia Elementos generales para pensar Políticas Públicas en Educación Superior.

171Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
La ampliación del enfoque estatal por dirigir la política pública de
educación superior a financiar la demanda se hace evidente con la emergencia
de programas de gobierno como Ser Pilo Paga (SPP), programa lazando en el
segundo periodo de gobierno de Juan Manuel Santos (2015-2018), que se
presentó como el otorgamiento de becas dirigidas a estudiantes de escasos
recursos que obtuvieran resultados sobresalientes en las pruebas Saber 11. Sin
embargo, estas “becas” en realidad operan como un crédito financiero, que
solamente será condonable, si la Junta Administradora de ICETEX verifica que
el estudiante culminó sus estudios profesionales en un tiempo establecido
(Sandoval, 2017). En los cuatro años de su existencia de SPP, se beneficiaron
40.000 estudiantes con una inversión de $3,32 billones, de los cuales un 90% de
los recursos fueron destinados a IES privadas que acogieron 32.242 estudiantes
(80%), el 10% restante de los recursos se dirigió a IES pública y de carácter
especial que acogieron a 7.748 estudiantes (20%). Finalmente, otro mecanismo
financiero para garantizar el acceso a la educación superior, propuesto desde
la academia y acogido por parte del gobierno es la Financiación Contingente
al Ingreso (FCI), que ha sido bastante polémica por su esencia centrada en
trasladar los costos de formación a los estudiantes y profundizar la financiación
de la educación vía subsidios a la demanda y la financiarización del sector.
La propuesta de este mecanismo de financiación, actualmente se recoge
en la Ley 1911 de 2018, y está a la de espera de sanción presidencial para su
implementación. (Congreso de la República, 2019).
El panorama planteado nos permite ver el papel que el Estado y distintos
actores han jugado para que la concepción de la educación superior en
Colombia se haya transformado, al punto de llegar a ser considerada un bien de
mercado y de mérito individual (Mora y Múnera, 2018).
III. Precedentes y experiencia del Paro Nacional Estudiantil del
año 2018
Como pudimos ver en el acápite anterior, la educación superior en Colombia
vive una de sus crisis más profundas como consecuencia del mal rumbo al que
es conducida, desde el marco legal (que hace las veces de política pública) y
por las distintas acciones que los últimos gobiernos han decidido emprender
con el fin de alinearse a la tendencia global que concibe la educación superior
como una mercancía para ser transada en el capitalismo financiarizado del
conocimiento.
La crisis empezó a ser percibida por parte de la comunidad estudiantil a
nivel nacional, y es el Encuentro Nacional de Estudiantes de Licenciaturas
(ENEL) en al año 2016, llevado a cabo en la Universidad de Caldas, uno de los
precedentes en los que se empezó a diagnosticar el panorama desalentador
que se vivía en la cotidianidad de algunos entornos universitarios. Fue en este

172Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
espacio donde se concluyó la necesidad de movilizar a la comunidad estudiantil
y seguir dinamizando encuentros a nivel distrital y regional en las diferentes
localidades del país para abrir el debate que permitiera recoger la percepción
de las “condiciones en las que se encontraban las Universidades [públicas], su
situación presupuestal y su autonomía universitaria” (Rincón, 2019). Durante el
2017 se gestaron algunos encuentros de movilización y de discusión dentro de
Universidades públicas, y al final del año uno de los logros más representativos
fue fraguar el Encuentro Distrital Ampliado de Estudiantes (EDAE), llevado a
cabo en Bogotá en las Universidades Pedagógica Nacional y Distrital Francisco
José de Caldas donde se organizó la discusión alrededor de tres mesas
temáticas: Financiación, bienestar y democracia.
En el EDAE aparte de consolidar algunas conclusiones en torno a los ejes
temáticos abordados en cada una de las mesas, se dejaron unos compromisos
puntuales dentro de los cuáles el más importante fue: hacer el I Encuentro
Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (ENEES 1.0) a inicios del año
2018. La sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia sería el espacio
que recibiría a los estudiantes de todos los rincones del país para discutir y
problematizar de manera más amplia las dificultades que atraviesa la educación
superior en Colombia. Con el fin de cumplir el compromiso, los estudiantes de
la Nacho 3 , la Distri 4 y la Peda 5 dispusieron de una amplia capacidad logística
para realizar el primer ENEES en marzo de 2018, y se encontraron con una
asistencia masiva que desbordaba las proyecciones de concurrencia estimadas
para el encuentro, fueron 2.000 personas las que se congregaron en la Ciudad
Blanca 6 y que juntas consolidarían una Declaración Final7 en la que se recogieron
las banderas de lucha que defenderían la democratización de la educación
superior en todos sus aspectos. Dicha Declaración, se dejó como precedente y
a modo de un acto simbólico que evocara el Manifiesto liminar de la Reforma de
Córdoba, a propósito de los 100 años de su conmemoración.
En la Declaración, se sentó una postura firme de los cambios que querían los
estudiantes para la educación superior, fueron muy enfáticos en mostrar las
necesidades de recursos financieros que solventaran la asfixia presupuestal
de las Universidades públicas. Se rechazó tajantemente la consolidación de
programas como Ser Pilo Paga (que nos hace caer en la trampa del mérito para el
acceso a la educación y que hace creer a los sujetos que son soberanos de elegir
3 Universidad Nacional de Colombia.
4 Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
5 Universidad Pedagógica Nacional.
6 Nombre con el que se le conoce al campus de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá
7 Disponible en https://www.unicauca.edu.co/versionP/documentos/comunicados/
declaraci%C3%B3n-final-del-encuentro-nacional-de-estudiantes-de-educaci%C3%B3n-superior-
enees-2018

173Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
libremente en dónde quieren estudiar). Se rechazó la propuesta de consolidar la
Financiación Contingente al Ingreso, como un mecanismo para garantizar recursos
para la educación superior, así como la actuación protagónica del ICETEX
dentro del sector. Asimismo, la Declaración cuestionó la ausencia de democracia
y autonomía en las instituciones de educación superior públicas y privadas. En
síntesis, este documento se convirtió en el pasquín que rechazaba la crisis y
los modelos neoliberales y arrasadores que a nivel global se están fraguando
para moldear una educación superior mercantilizada y que está quebrantando
la concepción social de la Universidad, como un espacio de interrelación para la
construcción de pensamiento y la democratización del conocimiento (Toscano,
2013).
En este ENEES 1.0 se organizó una agenda programática para 2018 que
proponía: 1) una Jornada Nacional de Protesta los días 24 y 25 de abril con un
cese de actividades académicas en todo el país por la defensa del derecho a
la educación; y 2) la realización del II Encuentro Nacional de Estudiantes
de Educación Superior (ENEES 2.0), los días 14, 15 y 16 de septiembre, en la
Universidad de la Amazonia. La movilización propuesta para el mes de abril
no tuvo tanta acogida por parte del estudiantado; algunas manifestaciones
incipientes se tomaron las calles de varios municipios del país sin que se lograra
tener un cubrimiento mediático de la protesta. Por el contrario, la confluencia
en el segundo ENEES logó ser bastante amplia, pues reunió poco más de 1.500
estudiantes de todos los departamentos del país (Henández Bonilla, 2018) y fue
un encuentro clave por que marcó un punto de inflexión de lo que sería, un
mes más tarde, la movilización social liderada por estudiantes más grande de
Colombia después de la MANE.
De forma alterna, en agosto de 2018, el Sistema Universitario Estatal (SUE 8 )
realizó un informe financiero que publicó y fue clave para visibilizar que los
gastos de funcionamiento e inversión de las Universidades estatales crecen,
año a año, por encima de los recursos que el gobierno les asigna. La asignación
de recursos a las instituciones de educación superior pública, por mandato
de la Ley 30 de 1992, deben aumentar como mínimo proporcionalmente al
aumento del IPC 9
, que entre 2010 y 2017, tuvo un promedio de crecimiento de
3,76%. Sin embargo, el incremento real promedio de los gastos funcionamiento
e inversión de las Universidades del SUE fue de 9,65% para el mismo periodo.
Adicionalmente, la relación del total del gasto público en educación superior
con aportes de la nación a Universidades públicas pasó de 55,7% en 2002 a
37% en 2016, estos datos pusieron en evidencia la sistemática disminución, en
8 Sistema Universitario Estatal, es un organismo compuesto por las 32 Universidades estatales de
Colombia.
9 Índice de Precios al Consumidor, es una medida del cambio (variación), en el precio de bienes y
servicios representativos del consumo de los hogares del país conocido como canasta.

174Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
términos reales, de recursos financieros asignados a los centros de estudio
públicos del país (SUE, 2018).
Este informe realizado por el SUE, con la medición de cifras contables,
permitió dimensionar la crisis de las IES públicas y fue necesario como insumo
para que el movimiento estudiantil construyera un Pliego Nacional de Exigencias10,
que posteriormente sería legitimado ante la sociedad mediante la consolidación
de unas banderas de lucha concretas, centradas en reclamar $18,211 billones
para las Universidades del SUE, $1 billón para los ITTU’s y $700 mil millones
para Colciencias12 . Lo anterior, con el objetivo de aliviar la situación deficitaria
que acumulaban las instituciones educativas a junio de 2018 (SUE, 2018;
Redacción Educación, 2018). A estas exigencias de carácter financiero, se
sumaron otras exigencias como la reliquidación de deudas de los estudiantes
“clientes” de ICETEX con una tasa real de interés en 0%, la disminución del valor
cobrado en las matrículas en las instituciones privadas, rechazo a políticas
como FCI y SPP, finalmente se pedía respeto por la movilización estudiantil y la
no intervención de la fuerza pública en los campus universitarios.
Remarcamos la importancia del ENEES 2.0, porque además de lograr
construir este pliego, logró consolidar una estructura nacional que recogería
diversas expresiones políticas y organizativas estudiantiles y que se llama la
Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (UNEES). Además, en
el encuentro se diseñó un cronograma de movilización que se veía como una
necesidad apremiante para salvar financieramente a nuestras Casas de Estudio.
Terminado este encuentro en la Puerta de oro de la Amazonia colombiana,
se comenzó a cumplir la agenda política que exigía presupuesto para la
educación. Las discusiones asamblearias se dieron lugar dentro de los recintos
académicos para socializar el Pliego Nacional de Exigencias, y fue este proceso
de socialización y la conciencia sobre la necesidad de manifestarnos como
comunidad académica frente a la crisis, las razones para que el 10 de octubre
se citó, en todas las calles del país, la Gran Movilización Nacional por la Educación,
una manifestación multitudinaria, creativa, cultural y en paz que rompió todo
precedente de movilización social en Colombia.
Posterior a la movilización, el 11 de octubre se decretó la “hora 0” para el
inicio del Paro Nacional Estudiantil al que se sumaría el grueso de la comunidad
estudiantil y algunos docentes a nivel nacional. También se sumarían otras
plataformas estudiantiles y profesorales como la Asociación Colombiana de
Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (ACREES), la Federación
10 Disponible en https://sites.google.com/view/enees2018/documentos-enees/documentos-
enees-2-o
11 Según el cálculo del SUE, a junio de 2018 $15 billones era el déficit de inversión y $3,2 billones
era déficit de funcionamiento.
12 Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias).

175Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
Nacional de Representantes Estudiantiles (FENARES), la Asociación Sindical de
Profesores Universitarios (ASPU), entre otros, quienes más tarde se convertirían
junto a la UNESS en los actores protagonistas de la negociación con el gobierno
nacional. Considero válido, recalcar que este paro implicó resistir 64 días, 1536
horas; tomarnos las calles una vez por semana, durante nueve ocasiones para
recorrer (sólo en Bogotá) 61.115 kilómetros13 . Este Paro logró como resultado
un Acuerdo entre el gobierno nacional y el movimiento estudiantil y profesoral,
que si bien no soluciona el grueso de los problemas que aquejan a la educación
superior del país, significó un pulso grande para mostrar que los estudiantes
tenían razón y que la movilización estudiantil aún tiene vigencia en el país. Este
Paro fue una evidencia de lo que plantea Toscano en la siguiente afirmación:
Las Universidades han demostrado de nuevo ser las incubadoras de una saludable
indignación contra el despojo de recursos públicos y comunes dirigidos a rescatar a un
capitalismo cada vez más desigual, destructivo y decrépito. (Toscano, 2013, pág. 77).
IV. Los estudiantes y la Contabilidad: unidos frente a la crisis de
la educación superior
Como pudimos ver en el acápite precedente, durante los últimos años se
han realizado algunos diagnósticos sobre las lesivas consecuencias de las que
han sido víctima la educación superior y la Universidad por la influencia que
el neoliberalismo ha tenido en ellas. Esas consecuencias que ponen en tensión
a los docentes por la precarización que imprime en una gran parte de ellos,
los lleva a ejercer prácticas de enseñanza e investigación poco éticas, anula
las motivaciones para despertar en sí mismos, y en los estudiantes la actividad
intelectual, entre otras consecuencias, que al final terminan haciendo de ellos
sujetos acríticos e individualizados. De igual forma sucede con nosotros los y
las estudiantes, los cuales, con la predominancia de las formas de competencia
en la academia, vemos a nuestras compañeras y compañeros de clase como
nuestros principales contrincantes, existe poca motivación por asumir
trabajo colectivo y el denominador común es que nunca se llegue a un nivel
de criticidad que nos eleve frente a la hostilidad ideológica y política que nos
impone ver y pensar de determinada forma (Villegas, 2017; Gil, 2017).
Este comportamiento en los sujetos que constituyen la Universidad
persigue incentivos que acaban con la reflexión y el pensamiento crítico en
todos los niveles, se cosecha una “degeneración del pensamiento público”
(Álvarez Peralta, 2019). Sin embargo, el contexto de la Movilización Estudiantil
de 2018 fue un caso que podría considerar atípico, que no cala dentro
de los diagnósticos, realizados a los sujetos que integran la Universidad
13 Exposición organizada por Estudiantes Universitarios UN en el Museo de Arquitectura “Leopoldo
Rother” de la Universidad Nacional de Colombia -Sede Bogotá-, donde presentaron un resumen
en cifras del proceso de movilización del Paro Nacional Estudiantil 2018.

176Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
contemporánea. Puesto que un gran número de estudiantes, docentes y
personal administrativo decidieron dejar su manera cómoda e individual de
entender la vida y se expresaron, saliendo a las calles a protestar, a estudiar, a
discutir y demostrar que estaban tomando las riendas del país14 para defender
una educación superior gratuita y de calidad.
Considero que la contabilidad tuvo mucho que ver en incentivar la amplitud
de la movilización estudiantil, en el entendido de que ésta juega un rol
performativo creando lo que dice representar (Gómez, 2019), pues como ya lo
mencioné, la importancia de las cifras contables presentadas por el SUE en su
diagnóstico sobre la crisis, fueron el motivante de la construcción del Pliego
Nacional de Exigencias, que empezó a ser socializado en las IES públicas a nivel
nacional. Ese ejercicio discursivo de llevar a las diferentes asambleas los datos
contables que permitían dimensionar los déficits en el presupuesto de las
Universidades y los ITTUs se constituyó como un ejercicio valioso de “vincular
la aritmética de la cuenta y la realidad del cuento” (Gil, 2017) para persuadir y
garantizar la participación de miles de estudiantes en la protesta estudiantil a
nivel nacional.
La receptividad de los datos de la crisis no sólo se quedó socializada en
los pasillos académicos, sino que la prensa absorbió esa información que fue
objetivada por la contabilidad, y que generó alarma y mucha tensión en los
días previos y en los inicios de la entrada al paro. A continuación, se citan
algunos de los titulares y notas de prensa que se publicaban por esos días en
algunos medios de comunicación y en los que sus contenidos mayoritariamente
presentaban los análisis económico-financieros que caracterizaron la crisis
presupuestal de la educación superior pública.
Tabla 1: Titulares de prensa
Título de prensa Medio Fecha de publicación
¿Por qué las Universidades públicas dicen estar en crisis? El Tiempo 25 de septiembre
¡A defender las Universidades públicas! Las 2 Orillas 1 de octubre
Las 10 exigencias de los estudiantes de educación superior
radicadas ante el gobierno El Espectador 2 de octubre
Colombia no quiere educar a los pobres Semana 04 de octubre
Las dificultades que están pasando las Universidades públicas
en Colombia RCN Radio 08 de octubre
Las Universidades públicas, en la olla El Espectador 10 de octubre
Crisis de la Educación Pública El Colombiano 12 de octubre
¿Por qué hay crisis en la educación si aumentó el presupuesto? Semana 15 de octubre
Fuente: Elaboración propia.
14 Haciendo alusión al llamado que hacía el abogado y periodista Jaime Garzón.

177Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
Los estudiantes y docentes nos valimos de la Contabilidad para exigir
e irradiar dinámicas de movilización, que obligaron también al gobierno
nacional y al Ministerio de Educación a realizar un proceso de rendición de
cuentas. Sin embargo, el gobierno nacional en el proceso de negociación
intentó deslegitimar la validez de la movilización estudiantil en su conjunto,
argumentando que las cifras presentadas para caracterizar la crisis de la
educación superior eran poco confiables, razón por la que negó la pertinencia
de asignar más presupuesto para la educación superior. Este escenario nos
permite evidenciar la forma en la que el gobierno instrumentalizó el uso de
las cifras contables para negar los diagnósticos realizados por el SUE y por el
movimiento estudiantil, es decir, legitimó su falta de voluntad política para
garantizar mayores recursos financieros para la educación superior, acudiendo
a los “análisis técnicos” que su contabilidad mostraban. La anterior situación
es contraria a la presentada en la introducción de este texto, en donde, sin
análisis económicos-financieros el gobierno salió a defender y dar garantías
sobre la legitimidad de los 1,2 billones de pesos que “debían” ser pagados para
el beneficio de los bancos del Grupo Aval, Bancolombia y Davivienda.
Estos comportamientos que presentamos y que son propios de las dinámicas
sociales, implican grandes retos para quienes tenemos relación con la disciplina
contable y creemos que la Contabilidad juega un papel preponderante a la hora
de resignificar el sentido del uso de las cifras y su impacto en el presupuesto
público.
Aún más para quienes defendemos la idea de la educación superior
concebida como un bien común, este reto se vuelve apremiante, y para ello
debemos interiorizar acciones como reconocer la destinación de los recursos
púbicos y en ese sentido abogar para que la mayor parte de estos sea destinada
para el bienestar social. No podemos permitir que se destine la mayor
proporción de los recursos de los colombianos a rubros rentísticos como el
pago de la deuda, el gasto en guerra, u otros gatos que no benefician a la gente
del común, que es el grueso de la población colombiana. La experiencia del Paro
Nacional Estudiantil nos deja como enseñanza que la disciplina contable puede
mostrarnos las inequidades que son legitimadas a través de ella, pero que para
su reconocimiento es necesario acudir a dimensiones alternativas de lo que
entendemos por contabilidad.
Habiendo asociado de manera sucinta la importancia del uso de la
Contabilidad en esta lucha política concreta que fue librada por estudiantes
y docentes, y reconociendo como limitación de este texto que su relación
es mucho más amplia, considero que debemos seguir interpretando los
retos que implica desde el punto de vista contable, económico-financiero
y organizacional velar por apropiar no solo los 5,8 billones de pesos que se
lograron ganar para la educación superior, a punta de movilización, sino

178Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
reconocer que nuestra disciplina y otras del campo de las ciencias económicas
y sociales, pueden ayudar a develar las posibilidades de cambio que requiere
la educación superior, y que claramente transcienden de los problemas de
financiación. Es apremiante, trabajar en función de reconocer que el cambio de
rumbo de la educación superior requiere de la transformación de un contexto
académico hostil y viciado por la ceguera que el capitalismo imprime sobre
nuestra subjetividad afectando nuestro relacionamiento con la naturaleza, y
con los demás (Rojas, 2017).
V. Conclusiones y reflexiones: experiencia e invitación.
A modo de conclusión, me gustaría resaltar el hecho de que las
transformaciones que ponen en crisis la educación superior a nivel global y
en Colombia son impulsadas por elecciones políticas y prácticas sociales y
no por necesidades funcionales o restricciones institucionales estructurales
(Schulze-Cleven e. al, 2017). Esta conclusión es fundamental, porque nos
permite evidenciar la necesidad que tenemos de apropiarnos de nuestras
Universidades desde un punto de vista político para definir el rumbo de éstas,
amplia y deliberadamente. Considero relevante, que la agenda de discusión
sobre la educación superior debe evaluar las fallas existentes de la estructura
universitaria que hacen de este sector uno muy depredador y hostil. Intentar
transformar nuestras casas de estudio, implica renunciar al isomorfismo que
nos imponen los modelos globalizadores de educación, y crear modelos propios
al alcance de nuestros sueños, a la medida de nuestro contexto latinoamericano
y pensado desde el sur epistémico. Para ello, es clave exigir garantías en la
gobernanza universitaria, la autogestión y autonomía en aras de construir una
dinámica democrática dentro de nuestros espacios de confluencia.
Otro elemento clave, es comprender que la justicia es indivisible por lo que
debemos buscar formas de articular las luchas propias de la Universidad con
las de otros sectores sociales que vemos como ajenos a nuestros claustros
académicos, esto implica “tomarse el tiempo políticamente necesario para
transformar nuestras Universidades” (Cuevas Mejía, 2006). Sin duda, aprender
de la diversidad de movimientos sociales es muy valioso para nuestra
formación universitaria, porque nos enseña a defender lo mínimo, la vida y
las ideas del otro. Pensarnos la Universidad de forma alternativa debe incluir
en la agenda de discusión una educación que nos permita reconocer las
diferencias estructurales de género, reconocer las diferencias de capacidades y
oportunidades, y contribuir en la posibilidad de integrar de forma transversal
la inclusión de las diversidades sexuales, étnicas, y culturales. Estos aspectos
son relevantes, pues nos permiten formar ciudadanos que se de-construyen y
construyen permanentemente como seres senti-pensantes.

179Contaduría Universidad de A ntioquia – No. 75. Medellín, j ulio-diciembre 2019
Las enseñanzas que me deja el haber participado en el Paro Nacional
Estudiantil del 2018 son: la importancia de la formación política y la
coordinación de la colectividad para planear, organizar y gestionar acciones
que nos han planteado como utópicas. Apropiarnos de nuestra Universidad
es posible y pude vivirlo en el marco de la movilización, allí sentí más que en
cualquier momento que la Universidad somos nosotros y nosotras; estudiantes,
docentes y trabajadores y es nuestra la responsabilidad protegerla… nadie
más lo hará. Aprendí, como lo decía Jaime Garzón, que el liderazgo no se
debe asumir en sólo una o dos personas, todas y todos podemos ser líderes
con nuestras distintas capacidades y las diferencias que nos complementan.
Debemos buscar las formar en que esas habilidades confluyan, de allí la
importancia de conocer a la otra, al otro.
Aprendí la necesidad de politizar los espacios, la necesidad de hacer política
fuera del poder, para que cada vez más personas adopten el pensamiento
crítico como forma de vida. Aprendí la necesidad de no ver con naturalidad el
predominio de los valores dominantes, como estudiantes, tenemos el deber de
desenmascarar lo hegemónico.
Para plantear reflexiones en torno a lo disciplinar-profesional, quisiera
acercarme al trasegar de algunos referentes de la académica contable
construidos en Colombia y a nivel latinoamericano. Por lo anterior, me
permitiré tomar elementos que han sido planteados desde estas perspectivas
para reconocer que nunca está de más suscitar en los y las estudiantes pensar
una contabilidad distinta, una contabilidad que acompaña los procesos de
movilización y transformación social.
Aunque sabemos que existe una hegemonía ideológica que intentan
mostrarnos la contabilidad como una técnica aburrida, aislada de toda
interpretación en beneficio de la sociedad y sometida a la predominancia
de corrientes de la economía dominante. Considero que el reto está en
desenmascarar esa ideología, que nos muestra como único camino de
interpretación de la contabilidad, una disciplina positivista aparentemente
“neutral” pero que tiene una carga ideológica de los planteamientos del
neoliberalismo (Gil, 2017). Debemos reconocer las intencionalidades nocivas
que tiene la interpretación de la contabilidad, concebida desde una corriente
de pensamiento ortodoxa, que nos plantea que, si nuestras Universidades no
producen ganancias, son obsoletas.
Es necesario sacar a la contabilidad de la lógica de las NIIF, que quieren
mostrar de ella un único sentido y busca mantener el statu quo (Gil, 2017).
Quiero invitarme, e invitar a quienes lean este texto, a comprender que la
contabilidad nos enseña a valorar lo importante, pero para ello debemos salir
de un marco legal, cuasi legal y economicista, así como de otros paradigmas

180Villalba-Moreno. El rol de la Contabilidad dentro de la lucha política del Paro Nacional Estudiantil de 2018
Villalba-Moreno, B.
que nos impiden resignificar la contabilidad para poder entenderla como una
práctica social institucional y organizacional (Gómez, 2019).
Finalmente, considero que como estudiantes y futuros contadores y
contadoras públicas tenemos grandes retos. Aprender de la experiencia
y resignificar los legados de quienes nos antecedieron en las etapas de
movilización social, por ejemplo, con la lucha por la nacionalización de la
contaduría pública. Esta profesión y el vínculo estrecho que tiene con la
disciplina contable nos hace sujetos políticos que deben abogar por una
contabilidad al servicio del interés público y no al servicio de las fuerzas del
capital (Ariza, 2017). No podemos permitir que ser estudiantes de contaduría
pública, sea una etapa en la que pasemos por la Universidad para ser
“aprendices” y luego salir como trabajadores “intelectuales”. Parafraseando al
profesor Mauricio Gómez Villegas, debemos hacer que EL SER ESTUDIANTE SEA
UNA ACTITUD FRENTE A LA VIDA.
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