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EDITORIAL
Cambios en la educación
contable universitaria
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran,
sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.”
Gabriel García Márquez
stamos viviendo tiempos muy turbulentos en los que inevitablemente nos
cuestionamos gran parte de nuestros hábitos profesionales y personales;
hábitos que hoy suenan clásicos y por qué no decirlo, viejos. Adaptarnos a las
circunstancias que nos rodean constituye una necesidad ineludible.
Es para mí un enorme placer escribir este editorial para la revista Contaduría
Universidad de Antioquía en la que me gustaría reflejar algunas reflexiones
personales de los cambios que, en mi opinión, requiere la educación contable
universitaria a raíz de la pandemia internacional.
La aparición del Covid-19 llevó a las universidades presenciales a incorporar
nuevos modelos educativos que permitieran alcanzar sus objetivos de
educación y de responsabilidad social. Dichos modelos, muy vinculados a la
tecnología de la información, han tenido que ir mucho más allá de simplemente
utilizar las herramientas informáticas para comunicarse y para evaluar el
aprendizaje.
Desde mi punto de vista varios son los aspectos en los que debemos trabajar
intensamente para conseguir que nuestros estudiantes no se vean afectados en
la formación contable que deben adquirir para enfrentarse al mundo laboral que
les espera tras finalizar sus estudios. Me referiré a los cuatro que me parecen
más relevantes:
1. Los profesores debemos responder con rapidez a los problemas potenciales que
se pueden presentar, de manera que aseguremos que se produce el aprendizaje
necesario en nuestros estudiantes.
Uno de los problemas en el que no debemos caer es pensar que el
proceso de aprendizaje se produce igual en actividades presenciales como
no presenciales. Este error puede costarnos muy caro. La forma de enseñar
cambia de manera muy relevante. Para asegurar que el proceso educativo y de
aprendizaje se realiza, es tarea de los profesores diseñar caminos adecuados.
En este sentido es necesario, en mi opinión, fomentar el espíritu crítico de
los estudiantes y redefinir los tiempos. Esto se consigue a través de diversas
metodologías educativas que deben instaurarse de manera recurrente. Estas
metodologías pivotan sobre el hecho de que los estudiantes aprenden mejor si
están incentivados y participan activamente en el proceso; es decir, se basan en
la premisa de que los estudiantes aprenden haciendo. Por ello, me referiré a dos
de ellas que me parecen importantes y que son muy útiles para la enseñanza de
la contabilidad. La primera de ellas es “la técnica puzzle” y la segunda “el aula
invertida”.
El método puzzle supone que los estudiantes se organizan en grupos
pequeños entre los que se reparten el material a aprender. Posteriormente se
reúnen con otros grupos para finalmente reunirse con su grupo inicial para
armar el tema objeto de estudio. Este método es una forma de aprendizaje
cooperativo en el que unos aprenden de otros. De este modo se favorece el
trabajo en grupo, se aumenta el sentido de pertenencia y se ven las dificultades
que tiene la resolución de casos, aprendiendo de los errores.
En la metodología del aula invertida, los profesores facilitan por adelantado
recursos de aprendizaje a los estudiantes para que su trabajo autónomo
sea un elemento dinamizador en las clases presenciales que se realizarán
posteriormente. De esta forma se fomenta el pensamiento crítico y se flexibiliza
el conocimiento lo que permitirá adaptarlos a nuevos entornos cambiantes.
2. Los profesores debemos analizar el impacto contable del covid-19 en los estados
financieros e ir más allá. El análisis del riesgo, los entornos de incertidumbre y
la importancia del principio de empresa en funcionamiento deben formar parte
relevante de nuestros programas educativos.
La pandemia está teniendo unos grandes efectos económicos rodeados,
a la vez, de grandes incertidumbres. El cierre de empresas, el sometimiento a
la recepción de ayudas económicas que permitan la supervivencia o la propia
continuidad de la actividad, son realidades que hay que abordar y explicar en
las universidades. La inyección de liquidez que algunos países están haciendo
en las empresas, especialmente las de tamaño pequeño y mediano, pretenden
proteger a los sectores económicos más afectados por la pandemia.
Esta pandemia tiene un tremendo impacto en la definición de los
modelos de negocio de las empresas y de su continuidad, y de su papel en la
sostenibilidad, adquiriendo gran relevancia los temas relacionados con el
engagement.
Por otra parte, las empresas deben ofrecer sus informes corporativos
considerando el impacto del Covid-19. En la preparación y presentación de la
información financiera, el efecto de la pandemia es un hecho posterior a dicho
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ejercicio, pero sus implicaciones contables son muchas ya que la racionalidad
económica nos lleva a tener que definir planes para financiar las pérdidas
acontecidas. Dichos impactos afectan al reconocimiento y valoración de los
elementos patrimoniales, pero también al análisis de los riesgos del negocio y
de la capacidad de la empresa para seguir funcionando, definiendo planes que
permitan asegurar la continuidad empresarial.
3. Los profesores tenemos que enseñar que, en los momentos actuales, los auditores
deben incidir, de manera muy relevante, en los riesgos del negocio aplicando los
procedimientos de auditoría necesarios y dando cuenta de ellos en el informe de
auditoría.
En estos momentos de crisis el trabajo de auditor es especialmente
interesante, teniendo en su horizonte dos grandes temas que resaltan de
manera especial y sobre los que hay que incidir desde las universidades.
Uno de ellos es el análisis de si la empresa presenta alguna duda respecto a
su continuidad; evaluando los planes concretos que tiene previstos la empresa
para asegurarse que no se incumple el principio de gestión continuada. La
norma internacional de auditoria 570 resalta la responsabilidad del auditor en la
evaluación de la empresa en funcionamiento, de manera que obtenga evidencia
suficiente y adecuada para concluir si existen incertidumbres al respecto.
El otro tema que conviene destacar en nuestra enseñanza a los estudiantes
en la materia de auditoría, es el vinculado con la información de los riesgos
a través de los denominados Key Audit Matters (KAM) recogidos como
parte integrante de los informes de auditoría, tras la modificación de las
normas internacionales de auditoría de la serie 700. Los KAM tienen que ser
seleccionados de los asuntos que atraigan la atención del auditor siguiendo
un enfoque de auditoría basado en el riesgo. Por lo general, estos asuntos
están relacionados con áreas de complejidad significativas en la información
financiera y con áreas que requieren juicios difíciles por parte del auditor.
Por ello, en los momentos actuales un detalle de las áreas de riesgo resulta
especialmente interesante.
4. Los profesores debemos tener los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
como el objetivo que debe estar latente en todo el proceso educativo en las
universidades.
La aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015 marcó
un nuevo rumbo mundial por la sostenibilidad del planeta. Las universidades
empezaron a definir estrategias para contribuir activamente en la consecución
de los ODS 2, 3, 4, 7, 9, 12 y 14. Aunque se esperaban acciones muy activas
con grandes resultados en la década de los 20, la situación de la pandemia
internacional ha alterado los planes de la Agenda 2030. No obstante, muchas
de sus ideas fijadas deben prevalecer con el objetivo de asegurar una educación
de calidad, tal y como está prevista en el ODS 4. Las universidades no deben
Contaduría Universidad de Antioquia – No. 77. Medellín, julio-diciembre 2020 11
olvidar que ayudar a la consecución del ODS 4 hará sociedades más justas y al
fin y al cabo ese es el gran objetivo de las universidades.
Por su parte, en el mundo empresarial, los cambios que se avecinan en la
sostenibilidad son grandes, existiendo una tremenda preocupación por la
pérdida de empleo y por la salud. Por ello, para las organizaciones es crucial
plantear su alineación con los ODS, de manera que se refuerce la confianza con
los stakeholders. Desde las universidades, debemos impulsar la necesidad de
consolidar nuevas formas de reporting corporativo.
Y, para terminar, subrayar la importancia de adecuar la educación
contable universitaria a la realidad que nos ha tocado vivir y que va a afectar
tremendamente a los estudiantes que tenemos hoy, ya que de la educación que
les demos depende el futuro.
María Antonia García Benau
Universitat de València (España)
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