Ospina-Zapata, C. (2022). Principales distinciones
sobre el sistema social de la contabilidad
convencional desde el sentido de autopoiesis de
Niklas Luhmann. Una introducción a propósito
del problema del lucro. Contaduría Universidad
de Antioquia, 80, 233-268. Doi: https://doi.
org/10.17533/udea.rc.n80a10
Principales distinciones sobre el
sistema social de la contabilidad
convencional desde el sentido de
autopoiesis de Niklas Luhmann. Una
introducción a propósito del problema
del lucro
Carlos Mario Ospina-Zapata
cmario.ospina@udea.edu.co
orcid: 0000-0002-2559-3661
Universidad de Antioquia
Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido
de autopoiesis de Niklas Luhmann. Una introducción a propósito del problema del lucro
Resumen: se presentan las principales distinciones respecto del sentido de sistemas sociales
en Niklas Luhmann centrando la atención en el concepto de autopoiesis. A partir de dichas
contribuciones se hace una lectura de la Contabilidad convencional proponiendo explicaciones
que den cuenta de su carácter de sistema social funcional diferenciado y por ende autopoiético.
Apelando a la lectura de fuentes bibliográficas, conversaciones con profesores investigadores, y la
reflexión sistemática y hermenéutica, se construye una red de sentido que permite concluir que la
Contabilidad convencional es un sistema social funcional que crea comunicación en tanto marcación
del código Lucro / No lucro. En este sentido la contabilidad por partida doble reduce complejidad en
la construcción del orden social, operando funcionalmente, a partir de acoplamientos estructurales
en tanto cálculos, cifras y retóricas de utilidad, beneficio y rentabilidad.
Palabras clave: Sistemas sociales, Autopoiesis, Contabilidad, Sistema contable, Lucro.
Main distinctions in the social system of conventional accounting from Niklas Luhmann’s
sense of autopoiesis. An introduction concerning the issue of profit
Abstract: This paper presents the main distinctions regarding the meaning of social systems in Niklas
Luhmann, focusing on the concept of autopoiesis. Based on these contributions, an interpretation
of conventional accounting is offered, proposing explanations that account for its nature as a
functionally distinct social and, therefore, autopoietic system. Through the reading of bibliographic
sources, discussions with research professors, and systematic and hermeneutic reflection, a network
of meaning is constructed that allows concluding that conventional accounting is a functional social
system that creates communication as a marking of the Profit / Non-profit code. In this sense, double-
entry accounting reduces complexity in the construction of social order, operating functionally from
structural couplings such as calculations, figures, and profit, benefit and profitability rhetoric.
Keywords: Social systems, Autopoiesis, Accounting, Accounting system, Profit.
Principais distinções sobre o sistema social da contabilidade convencional em relação ao censo
de autopoiese de Niklas Luhmann. Uma introdução a propósito do problema do lucro
Resumo: Apresentam-se as principais distinções ao respeito do senso de sistemas sociais em
Niklas Luhmann, focando a atenção no conceito de autopoiese. A partir destas contribuições se faz
uma leitura da Contabilidade Convencional propondo explicações que deem conta de seu caráter
de sistema social funcional diferenciado e, portanto, autopoiético. Apelando à leitura de fontes
bibliográficas, conversações com professores pesquisadores e a reflexão sistemática e hermenêutica,
constrói-se uma rede de senso que permite concluir que a Contabilidade convencional é um sistema
social funcional que cria comunicação a través da marcação do código Lucro / Não lucro. Nesse
sentido, a contabilidade de entrada dupla reduz complexidade na construção da ordem social,
operando funcionalmente, a partir de acoplamentos estruturais como cálculos, números e retóricas
de utilidade, benefício e rentabilidade.
Palavras-chave: Sistemas Sociais, Autopoiese, Contabilidade, Sistema contábil, Lucro.
Les principales distinctions sur le système social de la comptabilité conventionnelle au sens de
l’autopoïèse de Niklas Luhmann. Une introduction au problème du profit
Résumé: Les principales distinctions concernant la signification des systèmes sociaux chez Niklas
Luhmann sont ici exposées, en se penchant sur le concept d’autopoïèse. Sur la base de ces contributions,
une lecture de la comptabilité conventionnelle est faite, proposant des explications qui rendent compte
de son caractère de système social fonctionnel différencié et donc autopoïétique. Un réseau de sens
est élaboré par la lecture de sources bibliographiques, par des conversations avec des professeurs
chercheurs et par une réflexion systématique et herméneutique, ce qui nous permet de conclure
que la comptabilité conventionnelle est un système social fonctionnel qui crée une communication
comme marquage du code Profit/Non-profit. Ainsi, la comptabilité en partie double réduit la
complexité dans la construction de l›ordre social, en opérant de manière fonctionnelle, à partir de
couplages structurels comme calculs, chiffres et rhétoriques de l›utilité, du profit et de la rentabilité.
Mots-clés: Systèmes sociaux, Autopoïèse, Comptabilité, Système comptable, Profit
235Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
Cont. udea (enero-junio), pp. 233-268. © Universidad de Antioquia-2022.
Principales distinciones sobre el sistema social de
la contabilidad convencional desde el sentido de
autopoiesis de Niklas Luhmann. Una introducción
a propósito del problema del lucro
Carlos Mario Ospina-Zapata
https://doi.org/10.17533/udea.rc.n80a10
Primera versión recibida en febrero de 2022 – Versión aceptada en mayo de 2022
I. Introducción
Iniciamos con esta invitación: “cabe afirmar que sería de lamentar que la
contabilidad fuese la única, entre todas las técnicas y las ciencias, que no se
beneficiara de las elaboraciones especulativas” (Vlaemminck, 1961, p.xiv). Este
trabajo intenta frecuentar la reflexión1
.
La pregunta que guía la investigación y la problematización que nos ocupa
es ¿en qué sentido puede expresarse el carácter autopoiético del sistema social
de la Contabilidad convencional? Esta pregunta surge por ese carácter cerrado
y circular que en principio irradia la Contabilidad moderna. El abordaje del pro-
blema asume como autor de fondo al sociólogo Niklas Luhmann y su teoría de
los sistemas sociales y propone disponer de un conjunto de distinciones para
operar reflexiva y hermenéuticamente en hacer distinciones para la contabili-
dad. Coincidimos con el autor en que este operar se inscribe en el marco del
constructivismo por cuanto no hay un acceso cristalino a la realidad.
La realidad no solo es lo que es (comprensión ontológica), sino además lo que la
observación le añade como construcción (compresión constructivista). Con esto se
recuerda el aforismo de la mecánica cuántica: todo objeto padece una perturbación
por el hecho de ser observado (Nafarrete, 1998, p.22). Las explicaciones científicas no
1 Y comprendo la reflexión también como el espacio del diálogo. En este sentido agradezco a las
profesoras Carmen Alejandra Ocampo Salazar y Martha Eugenia Reyes Sarmiento, a los profesores
Jorge Iván Vélez-Castiblanco, Edgar Gracia López y a los amigos William Rojas Rojas y Mauricio
Gómez Villegas, por prestarse en inteligencia y palabra para interactuar con estas ideas y hacerlas
más legibles.
236Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
explican un mundo independiente, explican la experiencia del observador. (Rodríguez y
Torres, 2003, p.110)
Esta postura epistemológica no implica que el conocer sea entonces un
acto espurio para la realidad. Todo lo contrario, que en el conocer producimos
realidad, y que independientemente de la “verdad” el conocimiento tiene conse-
cuencias reales.
La tendencia a la que hago referencia, dicho rápidamente, es la desaparición del
espacio intelectual y social que hace del conocer una representación mentalista y del
hombre un agente racional. Es la desaparición de lo que Heidegger llama la época de
la imagen del mundo y que puede también designarse como cartesianismo. Si la auto-
poiesis ha tenido influencia es porque supo alinearse con otro proyecto cuyo centro de
interés es la capacidad interpretativa del ser vivo que concibe al hombre no como un
agente que “descubre” al mundo, sino que lo constituye. Es lo que podemos llamar el
giro ontológico de la modernidad, que hacia fin del siglo XX se perfila como un nuevo
espacio de vida social y de pensamiento que ciertamente está cambiando progresiva-
mente el rostro de la ciencia. (Maturana y Varela, 1995, p.34)
La idea de sistemas sociales autopoiéticos tuvo alguna resistencia en déca-
das pasadas por la alteridad con la que Luhmann postuló sus observaciones en
contravía de casi todo lo establecido por la sociología e incluso por la filosofía
al uso. Sin embargo, en la actualidad se le reconoce como un autor inspirador
de potentes análisis y su obra, prolífica por demás, entrega lo que algunos lla-
man material explosivo para pensar la sociedad. En el texto iremos documen-
tando algunas de estas distinciones.
Por supuesto tenemos limitaciones que no podemos dejar en silencio. El
abordaje implica la comprensión que quien escribe logra a partir de la interpre-
tación de los materiales puestos ante sus ojos. En lo planteado hay honestidad
y esperanza de diálogos para crecer en la comprensión. Del mismo modo dada
la cantidad de material, se aborda un aceptable grupo de libros y documen-
tos para este propósito, pero que no aspiran a agotar lo escrito, ni por Niklas
Luhmann, ni por la tradición de literatura en contabilidad y campos afines en
relación con el problema.
Esta primera entrega está escrita alternando pronombres, primera persona
del plural en su mayoría, la tercera persona, y también la inevitable utilización
de la primera persona cuando la idea me responsabiliza más de la cuenta res-
pecto de su enunciación. Se utilizan varias notas al pie; es importante resaltar
que su lectura es fundamental, no son notas aclaratorias, dado que, en muchos
casos, por incapacidad, no logré vincularlas a la narración de manera que me de-
jara tranquilo su exposición. Pero doy fe que las notas se dejan leer muy bien y
constituyen una parte integral del texto. Quizá esto también sea una influencia
de la forma de la escritura de Niklas Luhmann. Y hago la aclaración porque sien-
to que los pies de página han perdido interés en la formación del sujeto lector
237Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
contemporáneo. Algunos apartes del texto resultarán más descriptivos y otros
más interpretativos. Estos cambios obedecen al objeto de cada subcapítulo.
Como plantea el profesor William Rojas (1999) “el mundo contemporáneo
ha esculpido una nueva estirpe contable” (p.108) y en una sentencia de Niklas
Luhmann, los mejores resultados en el mejor mundo posible son con costes
mínimos (2010); debo decir entonces que este trabajo pretende aproximarse
respetuosamente a comprender esa contabilidad contemporánea que parece
dedicarse solo a la presentación de formaciones del Lucro. En otro documen-
to también estableceremos relaciones de esta tendencia con sistemas sociales
como la economía y las organizaciones. Las debilidades en esta aproximación
son mi entera responsabilidad. No creo tener verdades acabadas, pero si aspiro
a construir colectivamente comprensiones que guíen la acción. En ese sentido
el texto describe un observar, y a su vez (más como tarea) se instala en una
dimensión en la que resulta necesario buscar por algún lado las formas de la
transformación de la contabilidad y de la sociedad.
El artículo está construido siguiendo la siguiente estructura. Luego de esta
introducción hay una advertencia metodológica. Posteriormente se aproxi-
ma una mirada sintética del uso de la categoría “sistema” en contabilidad en
su versión más clásica. Se desarrollan a su vez los conceptos más importantes
que favorecen una comprensión aproximada del sentido de sistemas sociales
autopoiéticos en Niklas Luhmann. Con ello se perfila una primera aplicación de
distinciones en el sistema social de la contabilidad y la explicación del problema
del Lucro. Se entregan unas conclusiones y se deja planteado el desarrollo ulte-
rior del tema que seguramente aparecerá en otro documento.
II. Advertencia Metodológica
Este trabajo consiste en agotar un encuadre teórico como lente para ob-
servar un sistema, en este caso la teoría de los sistemas sociales en clave Luh-
manniana respecto de la Contabilidad convencional. Siendo coherentes con el
problema de estudio el método aplicable al presente trabajo es el hermenéu-
tico. Una circunstancia central se presenta en congruencia con la perspectiva
construccionista que Luhmann despliega al entender que actuamos como obser-
vadores de segundo orden sobre lo observado y que en últimas disponemos las
características de nuestro observar en las unidades objeto de análisis. Otra cir-
cunstancia es que la tarea emprendida parte de las necesidades y la historicidad
“propia” que algunas pesquisas emprendidas en el campo de la contabilidad y
las organizaciones han generado en mí. No puedo obviar mi condición subjetiva
y necesito comprenderla y leer su impacto en aquello de lo que pretendo una
hermenéutica. Mi tarea no es solo interpretar lo dado, sino comprender enten-
diendo mi circunstancialidad en tal proceder. “El lector honesto es aquel que
238Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
determina con claridad el origen y validez de sus prejuicios, con los cuales dará
un primer sentido a la lectura” (Botero, 2001, p.73)
En este sentido debe quedar claro que los textos objeto de “interpretación”
(cualquiera sea su modalidad) no son meras enunciaciones pasivas a la exégesis,
sino que involucran, con ocasión de la comprensión, los presentidos que me
asisten como investigador, los cuales deben quedar declarados y espero sean
debidamente controlados. El prejuicio es una vía de acceso al fenómeno.
En lo social no se trata de descubrir cosas, ni siquiera fenómenos, o estructuras de
significación. Se trata de partir de la propia interpretación (que ya es social) e ir avan-
zando, gracias a la conversación – observación en la construcción rigurosa de un senti-
do argumentado fruto de la mirada que interpreta y se interpreta. (Herrera, 2002, p.48)
El método aplicado implica el círculo hermenéutico del que habla Gadamer.
No se trata de develar verdades o caracterizar escenarios tal como los describen
los actores o los presentan los textos, sino de exponer la comprensión a la que
se llega cuando se ponen en diálogo diversas fuentes y precomprensiones, en
una suerte de conversación juiciosa y con su propia historicidad.
(…) Quien desee comprender un texto tiene que estar dispuesto a dejar que éste le
diga algo. Una conciencia hermenéuticamente adecuada debe mostrarse sensible, de
manera preliminar a la alteridad del texto. Dicha sensibilidad no presupone una neutra-
lidad objetiva o un olvido de sí mismo, sino una clara toma de conciencia respecto de
las propias presunciones y los propios prejuicios. (…) Una comprensión llevada a cabo
desde una conciencia metódica intentará siempre no llevar a término directamente sus
anticipaciones sino más bien hacerlas conscientes para poder controlarlas y ganar así
una comprensión correcta desde las cosas mismas. (Gadamer, 2003, p.336)
Los materiales tratados utilizando como estrategia central el uso de fichas
de contenido corresponden, en esta primera entrega a:
• Literatura sobre Sistemas sociales y autopoiesis. Centralmente los trabajos
de Niklas Luhmann y segundas escrituras sobre las propuestas del autor.
• Literatura en Contabilidad que involucró las categorías de sistema y auto-
poiesis. Adicionalmente alguna literatura sobre contabilidad y economía
que permita aproximar el sentido de “lucro” que resulta ser un concepto
muy importante para esta reflexión.
• Conversaciones con profesores que han aportado expresiones muy impor-
tantes para construir sentido a partir de algunas inquietudes y presentacio-
nes que se han hecho en congresos y seminarios sobre el tema.
III. La noción de sistema en la contabilidad
La contabilidad como configuración humana y con una larga historia relacio-
nada con necesidades de información y control económico, ha sido significada
de diversas maneras, por ejemplo, como técnica de registro o como práctica
social institucional. En medio, han existido cualquier cantidad de sustantivos y
239Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
predicados que intentan capturar la esencia de la contabilidad. La idea de siste-
ma ha sido acogida como un lugar relativamente recurrente para proyectar una
imagen sobre el sentido de contabilidad.
La noción simple de Sistema está relacionada con la relación de un conjunto
de elementos heterogéneos para lograr un objetivo. Existen sistemas abiertos
que intercambian “algo” con otros sistemas o con su entorno (Rodríguez, 2007).
Los elementos en relación y la interacción con el entorno posicionan un con-
junto de propiedades que se atribuyen a aquello que nombramos sistema: en-
tradas, mensaje, proceso, salidas, emisores, receptores, recursividad, totalidad,
emergencia, circularidad, equilibrio. (Garciandía, 2005)
En el plano contable, y sin agotar para nada el espectro, encontramos refe-
rencias a, producción de información para usuarios en clave de comunicación
(Araujo, 1998), sistema de medida y de información para toma de decisiones
(Langenderfer, citado por Túa, 1995), principios, normas y prácticas que
gobiernan el suministro de información financiera (García, 1995); también
podemos encontrar la concepción de un Sistema Contable que abarcaría todas
las características de la contabilidad aplicables y que contendría un Sistema
Informativo Contable que opera el proceso de transformación de datos en
información con destino a receptor cierto y determinado (Cañibano, 1997). En
estas distinciones de la contabilidad es muy importante el concepto de usuario
por cuanto en función de sus necesidades se configura el relacionamiento de
elementos del sistema que implican fases como la captación, la medición, la
representación, la valoración, y la comunicación (Túa, 1996). De igual forma el
destinatario de la información permite una comprensión del sentido pragmático
y teleológico de la contabilidad lo que ha implicado una realimentación
del propio sistema a partir de la aceptación y dinámica de sus necesidades.
(González y Escarano, 1990)
En una línea similar, la calidad de la información comunicada a los usuarios
implica el reconocimiento de cuestiones como la exactitud y la fiabilidad, la
objetividad, el tiempo de acceso a los datos, la especialización de las informa-
ciones, el nivel de agregación de los outputs, los criterios de relevancia y el
volumen de los datos manejados, los criterios de medición y valoración, la flexi-
bilidad (…) (Montesinos, 1974, p.121). En palabras de Mattessich (2002) y Sunder
(2005) las propiedades de un sistema de contabilidad se sintetizan en exactitud,
versatilidad y economía. El sistema contable está construido para comunicar los
acontecimientos económicos de una entidad en forma cuantitativa (Ijiri, citado
en Montesinos, 1974) lo que marca las relaciones de recursividad y emergencia
con los sistemas económicos y organizacionales. Que sea un sistema que pro-
penda por la exactitud, que sea económico y que sea flexible, es un concreto
producto de estas interacciones.
240Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
También identificamos expresiones alusivas al sistema contable que serían
más comprensivas de las características que definen a la disciplina, la profesión
contable y su entorno. Esta concepción va encaminada a determinar lo que per-
mite hacer una distinción respecto a modelos contables que involucran agentes
internos, agentes externos, estructuraciones e interrelaciones (Jarne, 1997;
Gómez-Villegas, 2007). Entre estas características encontramos: principios con-
tables, órganos emisores, usuarios, criterios de valoración, información, control,
profesión contable, entorno económico, jurídico, político, cultural, regulación
contable, educación, internacionalización, circuito empresarial, fiscalidad, Esta-
do, entre otros. Como puede colegirse la intersección de estas características
permite identificar patrones de diseño, manifestación y por lo tanto de diferen-
ciación entre sistemas contables; una posible clasificación indicaría marcaciones
según adscripciones geográficas, niveles de desarrollo, prácticas de valoración,
características del entorno y según proximidad o lejanía al modelo de Normas
Internacionales de Información Financiera (NIIF) (Jarne, 1997). Esta taxonomía
nos permite anticipar la amplitud de la categoría “sistema” y su nivel de plastici-
dad explicativa. Aunque como veremos en los siguientes capítulos, la noción de
sistema que será utilizada se distancia de estas formulaciones.
Otro horizonte de utilización de la categoría sistema implica una perspectiva
más sociológica (no quiere decir que se solapen dimensiones económicas). El
sistema contable está implicado por interacciones entre personas que juegan
roles en las organizaciones y en la sociedad. Sunder (2005) siguiendo a Yuri Ijiri
propone que el sistema contable permite “suavizar relaciones” a partir de la
rendición de cuentas a / de las partes interesadas. En esta perspectiva se obser-
va que las relaciones de los agentes en la organización tienden a ser conflictivas
y están determinadas por ejercicios de poder. La contabilidad favorecería una
regulación del conflicto (búsqueda de cooperación) en tanto entrega informa-
ción sobre los aportes de cada agente (contratos), mantiene los mercados de
factores líquidos y permite la disminución de algunos costes de transacción
(Sunder, 2005). En esta orientación la definición de las características del sis-
tema contable opera como negociación dado que se privilegia el interés de los
actores más poderosos.
Siguiendo a Gidens, los autores Roberts y Scapens (2009) significan el con-
cepto de sistema como red compleja de prácticas y proceden a observar la
aplicación de dualidad de la estructura en la configuración de comportamientos
relativos a prácticas contables en el marco de las organizaciones. De un lado
estaría el sistema contable formulado en reglas (estructura) y del otro el sis-
tema de rendición de cuentas como prácticas concretas (agencia). Esto explica
en qué sentido no es posible plantear un determinismo estructural a la vieja
usanza como condicionante estricto del comportamiento, y abre la posibilidad
de entender que cada organización está construida utilizando márgenes de ma-
241Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
niobra, negociaciones de sentido, y configuración de narrativas contables que
luego son provistas como imagen de la organización. Por supuesto, una imagen
parcial, sesgada, incompleta, pero que emerge al sistema social institucionaliza-
do como una fotografía de la organización presuntamente confiable.
Por ello como plantean Carrasco y Larrinaga (1996) una visión sistémica glo-
bal tendría que interpretar las relaciones que se configuran entre contabilidad,
organización, sociedad y otros sistemas del entorno y con ello poder identificar
el tejido de intereses e influencia de configuración recursiva inter e intra sisté-
mica. En un lenguaje que empezaremos a usar en lo sucesivo, debemos capa-
citar nuestro observar en la distinción de sistemas y la forma en que estos se
relacionan, en este caso, colocando en el centro lo que llamaremos el Sistema
Social de la Contabilidad (SSC).
IV. Sistemas Sociales y Autopoiesis
Hay sistemas. Es una declaración de principio. Para todos sería más o menos
posible comprender que hace rato y con ocasión de muchas estructuras se uti-
liza el concepto de sistema. Decimos sistema político, sistema social, sistema
económico, sistema de ciencia y tecnología, sistema inmunológico (...); decimos
también que hay que ser sistemáticos, o que algunas dinámicas menos halagüe-
ñas, como la corrupción, son sistémicas. En el aparte anterior indicamos esa
idea intuitiva de sistema en tanto conjunto, engranaje, arreglo, que cumple una
función. Por lo pronto, entonces, hay sistemas.
Niklas Luhmann (1927 – 1998) pensador alemán, nos ha dejado un legado
basto, amplio, complejo e iluminador para entender la sociedad. No habría
una manera fidedigna y libre de riesgos de hacer una síntesis de las principales
distinciones que le permiten construir su armazón de sentidos. Ese no es el
propósito de este documento. Lo que se intenta de aquí en adelante, es dejar
algunas pistas de su pensamiento en la tentativa de un uso para observar. La
selección de dichas distinciones es arbitraria y profundamente respetuosa. No
es sencillo usar la lente Luhmanniana, sin embargo, se aspira a “construir” una
comprensión que nos ayude a describir y a ocuparnos de un problema.
Nos desplazaremos por algunos conceptos que permiten comprender su
propuesta de observación, anticipando que su producción es la resultante de
un trabajo profundamente interdisciplinario que se nutre de teorías del control,
la cibernética, las matemáticas, la biología, las teorías organizacionales, so-
ciología, economía, derecho, psicoanálisis, y casi todo aquello que le permitía
engranajes para hacer evolucionar su teoría y refinar sus distinciones. Como se
podrá observar los diferentes conceptos se relacionan entre sí y van ampliando
su rango de sentido en la medida en que se operan observaciones.
242Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
IV.1. Comunicación.
Al decir que hay sistemas se dice que lo que vemos aparece como algo que
se distingue por un determinismo estructural particular (Maturana y Varela,
1995). Luhmann (1998) clasifica los sistemas en máquinas, organismos, sistemas
psíquicos y sistemas sociales. Estos últimos a su vez se dividen en interacciones,
organizaciones y sociedades. Y en el marco de las “sociedades” podemos identi-
ficar sistemas funcionales diferenciados.
Gráfico 1. Sistemas sociales desde Luhmann
Fuente: basado en Luhmann (1998)
Esta diferenciación indica una separación (aparente) entre sistemas psíquicos y
sistemas sociales. Los sistemas psíquicos harían parte del entorno de los sistemas
sociales. Los cuerpos también son entorno (Luhmann, 2007). Esta consideración
hace parte del material objeto de escándalo de la propuesta de Luhmann, pues
en la tradición sociológica precedente los sistemas sociales son concebidos como
“algos” compuestos por seres humanos y por ende por sus dimensionalidades
psíquicas. La centralidad del sujeto en la consideración de lo social es desplazada
desde la comprensión de los sistemas sociales Luhmannianos.
Se dijo “aparente” porque no puede existir sociedad sin cuerpos y sin di-
mensiones psíquicas; sin embargo, lo que explica “lo social” es un tipo de in-
teracción que trasciende el mero relacionamiento de cuerpos pensantes. Esta
especificación también se distancia de la noción de acción de Parsons y también
de la idea de acción comunicativa de Habermas. No es la acción lo que explica el
fenómeno social: es la comunicación. “Ningún sistema psíquico puede determi-
nar el sentido de la comunicación; este es intersubjetivo”. (Rodríguez y Torres,
2003, p.132)
Luhmann invierte la tradicional formula de alter y ego para distanciarse del
sentido preminente que propone esta relación. Entre Ego y Alter ocurre:
243Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
a) La selección de una información, en que Alter decide cuál de las distintas
alternativas de información de qué dispone va a seleccionar: qué voy a in-
formar, qué voy a decir.
b) La elección de una expresión o acto de comunicar, en que Alter opta por
una forma de expresar la información: cómo lo digo.
c) La selección de una comprensión / incomprensión, en que Ego elige una
de las posibilidades de comprensión o incomprensión de lo que Alter le ha
transmitido. En este acto, Ego diferencia entre la información y la expre-
sión: qué entiendo. (Rodríguez y Torres, 2003, p.128)
La comunicación se concreta en estos tres momentos: información, aserción
y comprensión (Luhmann, 1995). La comprensión no hace parte de la acción del
comunicador (Luhmann, 1986, citado por Seidl, 2004) Por ello es fundamental la
selección de Ego. Y tampoco está garantizada por la mera existencia del lengua-
je. Comunicación es siempre contextual. No se trata de un conjunto de reglas.
No es solo gramática (Luhmann, 2007). Además, Ego puede elegir no compren-
der para inviabilizar la comunicación. Por ello es tan problemática la noción de
consenso: por la incertidumbre y por la posibilidad de la negación o el silencio
de la comprensión.
No podemos extendernos acá, pero es más o menos evidente que la comu-
nicación no depende solo de intenciones, o de intereses, o de atribuciones. El
logro de la comunicación 2 implica la construcción de sentido, y llegar a este
escenario es profundamente contingente e improbable. La mayor parte de las
veces abandonamos alguna conversación con el temor a haber sido mal inter-
pretados. Y en efecto, muchas veces en el decurso de un diálogo debemos aco-
tar con la expresión “lo que yo quise decir fue”.
Por ello comunicarse implica tener expectativas sobre la comprensión del
otro. No procedemos a comunicarnos sin preguntarnos por el otro y lo por
comprender. Es en función de expectativas que escogemos medios de expresión
(aserciones). Incluso desde este enfoque la expectativa tiene más valía que la
acción, o por lo menos un enfoque centrado en la acción debe preguntarse por
la formación de expectativas en los sujetos (Izuzquiza, 2008). “Antes de que
las informaciones 3 se produzcan debe formarse el interés por ellas” (Luhmann,
2007, p.50). Y a su vez la estabilización de las expectativas permite dominar la
2 Esta síntesis resulta por lo menos enfática: “La comunicación es el material de que está hecho
la sociedad. No hay en ella nada de sujetos antropológicos, de conciencias, de intenciones, de
acciones, etc. En la sociedad y en los sistemas sociales sólo hay comunicaciones. Y sólo en tanto
haya comunicaciones puede hablarse de sociedad” (Izuzquiza, 2008, p.265)
3 En Luhmann la información es asumida desde la perspectiva de Bateson: diferencia que hace
diferencia / enlace de diferencias (Luhmann, 1998). Si se admite la siguiente forma de expresarlo,
información sería lo que no es igual puesto al servicio de lo que no permanecería igual.
244Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
conducta, reduciendo incertidumbre. La comunicación logra esta estructura-
ción de acontecimientos.
Si se produce sentido se garantiza la continuidad de la comunicación (Arnold
y otros, 2010). El sentido es el que permite reducir la complejidad y la improba-
bilidad de la comunicación permitiendo la continuidad de expectativas (Seidl,
2004). Y dado que el lenguaje por sí solo no captura al modo de una memoria el
registro de la conversación, cada comunicación es la antesala de las siguientes
(Luhmann, 1995). Sentido es la actualización continua de posibilidades. La dife-
rencia entre actualidad y posibilidad es el sentido (Luhmann, 1998; Luhmann,
2007). El sentido enlaza pasado con futuro. Hay recursividad asegurada (Luh-
mann, 2007). Nos comunicamos para poder seguir teniendo comunicación.
(…) todo lo que es incorporado y procesado en el mundo de los sistemas de sentido
tiene que adquirir la forma de sentido, si no, lo que queda es un impulso momentáneo,
un estado de ánimo oscuro o un espanto terrible sin posibilidades de enlace, sin comu-
nicabilidad, sin efecto en el sistema. (Luhmann, 1998, p.81)
Para poder dominar la contingencia el sentido debe proveer generalizacio-
nes simbólicas (Luhmann, 1998). Y toda generalización es una selección. Casi
nunca arrancamos de cero en algunas conversaciones. Hay temas que ya han
sido tratados. Hay temas que están acotados por la historia de las interaccio-
nes y también por algunos sistemas parciales con función diferenciada, por
ejemplo, la ciencia.
IV.2. Estructura, Elementos, Sistema, Entorno
Las consideraciones antedichas sobre el sentido aplican para todos los
sistemas sociales ya sean interacciones, organizaciones o sociedades. La vieja
escuela del enfoque de sistemas postuló la idea de la relación todo – partes se-
ñalando la clásica sentencia de que el todo es más que la suma de las partes y
postulando el sentido de emergencia como el output del sistema. Sin embargo,
el cómo se logra esta emergencia no quedó bien explicado (Luhmann, 1998).
Del mismo modo se estableció la distinción de sistemas abiertos configurando
la noción de recursividad por contacto con el entorno y para explicar el acceso
a fuentes externas de energía, información o conocimiento que menguaran la
entropía del sistema. (Nafarrete, 1998)
En Luhmann estos presupuestos son redefinidos. Los sistemas son, en tanto
operan diferenciándose de su entorno. Sus estructuras se construyen a partir de
elementos, es decir, operaciones. No es que los elementos existan previamen-
te y que sean utilizados a posteriori, sino que su calidad de elemento aparece
en tanto relación en el marco de estructuras que se conciben como límite y a
su vez potencia del sistema (Seidl, 2004; Luhmann, 1998; Luhmann, 2007). El
sistema lo que hace es operar según diferencias con el entorno, y su evolución
es este proceso de diferenciación, evidenciable en tanto podemos observar
245Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
estructuras. Si no fuera así, no harían falta sistemas. Todo sería entorno (Luh-
mann, 2007). En este sentido no podemos hablar de un entorno universal. Cada
sistema guarda relación con su propio entorno. (Luhmann, 1998)
No se trata de partes y relaciones, sino un conjunto de diferencias opera-
tivamente utilizables. Las estructuras no son dispositivos fijos y evolucionan
situacionalmente.
Primero es necesario posibilitar la continuación de la acción; solo entonces se puede
comprobar si gana valor estructural, es decir, si sirve para formar expectativas. Esto
significa también que los cambios estructurales ocurren continuamente sin ser anun-
ciados, pretendidos, responsabilizados como tales. (Luhmann, 1998, p. 317)
Esta evolución situacional es descriptiva, tanto de una interacción o de, por
ejemplo, la evolución de la economía monetaria. La distinción sistema / entorno
es vertebral para comprender la explicación de los sistemas sociales. La repro-
ducción de la diferencia entre sistema y entorno es lo que a su vez define al
sistema (Nafarrete, 1998). Cada comunicación interpersonal evoluciona en la
medida en que se diferencia de otra comunicación. Del mismo modo, la cien-
cia es dinámica en tanto podemos advertir que algo es ciencia y no otra cosa,
digamos, literatura de autoayuda. Los sistemas operan manteniendo estas dife-
rencias. Por ello en Luhmann la noción de diferencia es más importante que la
de identidad. Si se quiere, comprendiendo las formaciones de diferencia sistema
/ entorno se logra comprender lo que le es propio a cada sistema.
Y qué debemos entender por entorno: aquello que no es el sistema pero que
resulta sustantivo para su existencia. La forma de relacionarse con el entorno,
que en ocasiones es otro conjunto de sistemas, implica una co–determinación.
La manera de decirlo rápidamente es, los sistemas producen su entorno. Los
sistemas son estructuras que observan, es decir, que hacen distinciones. Por lo
tanto, el entorno no es un mero rodear al sistema. El entorno al ser diferencia-
do es señalizado por el sistema. Ningún sistema podría reaccionar sistemática-
mente a todo lo que “venga” (Luhmann, 1998). Lo que el sistema detecta del
entorno solo es posible a partir de su propia operación. Una actuación concreta
podría ser solo una actuación, incluso pasar inadvertida. Pero esa actuación
puede ser legal o ilegal, porque hay un sistema que ha construido una operación
para distinguir de su entorno las irritaciones que le indican ese carácter de lega-
lidad. Por lo tanto, solo es entorno aquello que se convierte en señal, porque así
lo ha determinado el sistema, con su estructura y con su operar4.
4 “Así, un partido político no le interesa si sus miembros se lavan los dientes tres veces al día, ni por
qué las hojas son verdes, ni cómo los soles logran su equilibrio. Un sistema social puede definir
los límites de su sentido en forma más o menos abierta y transparente, pero después tiene que fijar
reglas internas de selección con cuya ayuda se pueden aceptar o rechazar los temas.” (Luhmann,
1998, p. 132)
246Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
Podría sospecharse que no hay evolución. Pero pensemos solo en cuánta
plasticidad y dinámica ha tenido el sentido de legal / ilegal. Solo podemos lla-
mar “derecho” a aquello que se inscribe en la administración de este código,
como una forma generalizada de la sociedad moderna. El mundo necesita siste-
mas para darle sentido a las irritaciones (Luhmann, 2007). De lo contrario todo
sería caótico, indiferenciable, intratable. No hay una estimulación arbitraria del
sistema. El sistema señaliza las formas de la siguiente comunicación. El sistema
está configurado para acoplarse. Esto no quiere decir que no se pueda destruir.
Quiere decir que lo contingente siempre será tematizado por el sistema a partir
de su pauta. (Luhmann, 2007)
Esta relación sistema – entorno puede ser percibida intuitivamente. Muchas
de las relaciones sociales que identificamos, son señalizadas desde formas de
comunicación puestas a disposición por los sistemas. La historia de la sociedad
como conjunto de sistemas, es decir la historia de los sistemas sociales, per-
miten enfrentar la contingencia del futuro. El sistema gana tiempo, gestiona
el tiempo, para digerir sorpresas, es decir, convertirlas en señales traducibles,
además porque el sistema nunca supone que en el entorno dejaron de suceder
cosas (Luhmann, 2007). El sistema se mantiene en constante acoplamiento.
IV.3. Acoplamiento estructural, clausura operativa y complejidad
Todo puede ser de otro modo. Todo es improbable (Izuzquiza, 2008). No
obstante, es de algún modo y aparece como relativamente normal. Los sistemas
son complejos en la medida en que logran reducir la complejidad. Siempre hay
un superávit de posibilidades 5 (Luhmann, 1998). Mientras más síntesis logran
estructurar los sistemas hacen menos caótica “la realidad”. Esto no es ni bue-
no ni malo (según se mire). Es simplemente así. Que las relaciones económicas
se reduzcan a pagos dinerarios es una capacidad del sistema económico para
seleccionar de una maraña de posibilidades esa síntesis de unidad de pago. Los
sistemas sociales articulados logran el improbable orden social, o por lo menos
su apariencia, que es a su vez una forma que garantiza orden. “Concretamente,
ninguna configuración social puede existir a menos que mantenga alguna forma
de producción de significado recurrente” (Hernes, 2008, p. 79)
La constitución de sistemas sociales tiene por efecto la reducción de complejidad
mediante la selección y actualización continua de posibilidades. Esta sociogénesis im-
plica que están siempre seleccionando las operaciones comunicativas con las cuales se
identifican, a partir de ello probabilizan algunas vinculaciones entre otras posibles, es
decir, reducen su contingencia. Esta tarea abre luces sobre el núcleo fundacional de
lo social: las reducciones más significativas restringen las posibilidades que disponen
5 Dice Luhmann: La complejidad del hombre no hace falta para la reproducción de las organizaciones
o la economía monetaria. Adam Smith escribió su teoría económica al margen de la teoría de los
sentimientos morales. (Luhmann, 1998)
247Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
los individuos –en tanto sistemas psíquicos y orgánicos-, y las más complejas apuntan
a contrarrestar las posibilidades que se van produciendo con sus propias operaciones.
(Arnold y otros 2010, p. 9)
La reducción de complejidad, más los otros atributos asignables a los
sistemas sociales, requieren clausura operativa. Esto quiere decir que las ope-
raciones del sistema operan en un circuito que “acentúa un cierre de tipo co-
municacional o semántico, aunque presuponga apertura material y energética”
(Nafarrete, 1998, p.21). Este cierre 6 es el que facilita y potencia la selección de
relaciones y permite procesos de adaptación que definimos como acoplamiento
estructural. Cierre es a su vez la forma de la apertura. Piénsese en un cerebro
humano que tiene cierre operacional en el marco de sus posibilidades de co-
nexión biológica, química y celular y que por ello se puede contactar con su
entorno para señalizarlo, según su operación. Para el cerebro solo es entorno lo
que puede ser procesado como operación de cerebro. Por ello el acoplamiento
estructural es una coevolución entre sistema y entorno desde la posibilidad
operativa y flexible del sistema. El sistema nervioso no capta información del
medio ambiente; trae un mundo a la mano para especificar qué configuracio-
nes del medio son perturbaciones (Rodríguez y Torres, 2003). Piénsese cuando
asumimos sentencias como, que en nuestra sociedad contemporánea casi todo
está atravesado por la dimensión de lo económico. Aquí es visible clausura y
apertura. La evolución implica clausura, si no, cómo podríamos distinguirla. Lo
que un observador demanda de un sistema es justamente su acoplamiento, es
decir, un seguir siendo él mismo. (Luhmann, 2007)
En síntesis, hemos planteado que la sociedad se conforma de sistemas so-
ciales, siendo ella el mayor sistema7
, que mediante estructuras operativamente
clausuradas y que, en procesos de acoplamiento con el entorno, evolucionan,
reduciendo complejidad, probabilizando lo improbable y deviniendo en comunica-
ción. Lo estrictamente social es la comunicación y por ello los sistemas psíquicos
son entorno. Ello más que una exclusión, tan criticada al enfoque Luhmanniano,
es una forma de la comprensión en la que tenemos como tarea explicarnos como
se acoplan estructuralmente sistemas sociales y sistemas psíquicos. Algo así como
sociedad y subjetividad, solo que desde el marco de un observar que descentra la
intención y la acción para contemplar el fenómeno comunicativo.
6 No se trata de sistemas cerrados. Los sistemas autorreferenciales solo son posibles bajo condiciones
ecológicas. El entorno es esencial. No existe solipsismo si hablamos de sistemas sociales.
(Luhmann, 1998)
7 Podemos insistir. “Esta red de comunicación de orden superior es lo que denominamos sociedad.
Lo social no surge del hombre. Consiste en una solución de tipo evolutivo que precede a los sujetos
que está encaminada a proveer de estructuras (¡formas!) de sentido que se imponen a la tendencia
radical de la desintegración”. (Rodríguez y Torres, 2003, p. 122)
248Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
IV.4. Autopoiesis de los sistemas sociales
No hemos usado el concepto de autopoiesis, aunque como se verá está
presente en las explicaciones que hemos aludido. Ya dijimos que estos con-
ceptos actúan de manera recursiva y acoplada, al igual que lo que pretenden
describir. Por ejemplo, “la complejidad es entonces la necesidad de mantener
una relación solo selectiva entre los elementos o, dicho de otro modo, la orga-
nización selectiva de la autopoiesis del sistema” (Luhmann, 2007, p. 103). Pero
vamos despacio.
El concepto de autopoiesis es construido en el marco de la biología en es-
pecial desde la pregunta por la vida celular. Los autores que han introducido
esta distinción son los chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, muy
reconocidos en la escena mundial de su campo de actuación. Autopoiesis trata
sobre la forma en que algunos organismos dan origen a cierta configuración de
“relaciones preferenciales que los separa como conjunto de un medio que los
contiene” (Maturana y Varela, 1995, p. 24). Una célula se configura autopoiética-
mente manteniendo su unidad de producción y de relación de elementos.
Esta disposición de elementos y sus relaciones configuran una estructura
plenamente identificable, es decir, dan origen a un sistema. Maturana y Varela
(1995) expresan respecto de esta dinámica de autoproducción:
1. El proceso de constitución de identidad es circular: una red de produccio-
nes metabólicas que, entre otras cosas, producen una membrana que hace
posible la existencia misma de la red. Esta circularidad fundamental es por
lo tanto una autoproducción única de la unidad viviente a nivel celular. El
término autopoiesis designa esta organización mínima de lo vivo.
2. Toda interacción de la identidad autopoiética ocurre, no sólo en términos
de su estructura físico – química, sino que también en tanto que unidad
organizada, esto es, en referencia a su unidad autoproducida. Aparece de
manera explícita un punto de referencia en las interacciones y por tanto
la emergencia de un nuevo nivel de fenómenos: la constitución de signifi-
cados. Los sistemas autopoiéticos inauguran en la naturaleza el fenómeno
interpretativo.
3. La identidad autopoiética hace posible la evolución a través de series re-
productivas con variación estructural con conservación de la identidad. La
constitución hereditaria de un individuo precede, empírica y lógicamente,
el proceso de evolución. (pp. 45-46)
La observación de la autopoiesis muestra que lo vivo, en un estado evolutivo,
logró gestar fenómenos de autoproducción. Esto no quiere decir que no necesi-
tan del entorno. Quiere decir que lo que les hace diferenciarse, ser estructuras
con límites, e incluso evolucionar, es su propio mecanismo de autoproducción
de elementos propios. Y esto tampoco quiere decir que no haya entropía o que
249Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
los sistemas autopoiéticos no mueran. Una imagen con la que quizá no esté de
acuerdo Maturana y Varela para explicar algo así (me arriesgo), es la forma en
que podemos mudar totalmente las células que conforman la dermis y epidermis.
Somos el mismo organismo con una piel nueva. O incluso podemos tener alguna
novedad manteniendo nuestra propia autoproducción. Luhmann lo dice de este
modo siguiendo a Maturana y Varela:
<<un sistema autopoiético es un sistema con una estructura cambiante que sigue
un curso seleccionado continuamente a través de su interacción con el medio con el
que se realiza su autopoiesis>>, y de ahí que <<un sistema autopoiético o se encuen-
tra en un acoplamiento estructural continuo con su medio o se desintegra>>. (Luh-
mann, 1998, p. 207)
Por ello la autopoiesis no implica inmovilidad. Un organismo genera cambios
adaptándose al entorno. Pero la unidad celular de autoproducción se mantiene.
No hace falta que el apéndice funcione, o más bien, deja de funcionar, cuando
hemos evolucionado a partir de la cocción de los alimentos. Hay cambios en el
organismo, pero el mecanismo básico que garantiza la unidad se mantiene. A
esto se refiere el acoplamiento estructural. “Reproducción no quiere decir, en-
tonces simple reproducción de la producción de lo mismo, sino producción re-
flexiva de productos” (Luhmann, 1998, p. 68). “La estructura, en sentido amplio,
es aquello que provee la estabilidad que le permite al sistema ‘volver a visitarse’
a sí mismo, para así hablar”. (Hernes, 2008, p. 86)
Los sistemas autopoiéticos son sistemas clausurados en tanto no pueden extraer del
entorno aquello que utilizan para su propia reproducción (esto es, sus elementos, sus
procesos, a sí mismos). Son a la vez sistemas abiertos en tanto pueden realizar su au-
toproducción solo con su entorno, solo en diferencia frente a un entorno. (…) De este
modo la clausura y apertura ya no pueden ser comprendidas como diferencia de tipos.
Se trata de una relación de combinación, de una relación incremental, de un resultado
combinatorio de evolución morfogenética (Luhmann, 2017, pp. 124-125)
La noción de autopoiesis es muy debatida en el plano de la explicación de
sistemas sociales. Maturana no queda tranquilo con la extrapolación a los siste-
mas sociales que no poseen membranas límite o que suelen estar expuestos a
irrupciones que destruyen el operar clausurado. Sin embargo, Luhmann adapta
el significado de autopoiesis para hablar de sistemas sociales que siempre pro-
ducen comunicación, no en el sentido de una metáfora explicativa, sino como
un determinante ontológico (Luhmann, 1995). “La autopoiesis es un modo de
operar, no una explicación, y supone que los sistemas están constituidos como
una red de producción de componentes que, al operar, produce los componen-
tes que la componen”. (Luhmann, 2010, p. 13)
250Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
Las ideas de automatismo 8 , o imposibilidad de cambio, o la imposibilidad de
programas políticos para transformar lo social, no son lecturas aplicables a la
propuesta de autopoiesis en Luhmann 9
. No se puede hablar de conservadurismo
estructural (Luhmann, 2010). Lo que resulta claro es que los sistemas socia-
les, interacciones, organizaciones y sociedades, funcionan autopoiéticamente,
en tanto coherencias operacionales para la producción de la comunicación. No
podemos negar que el mundo contemporáneo parece anclado o que su cambio
perpetúa una serie de patrones, aun cuando el futuro siempre se nos manifiesta
como riesgo. “(...) El entorno logra ejercer un influjo sobre el desarrollo estruc-
tural de los sistemas únicamente bajo la condición de que se den acoplamientos
estructurales y únicamente en el marco de posibilidades de autoirritación cana-
lizadas y acumuladas a través de ellos”. (Luhmann, 2007, p. 88)
Con el ánimo de no extender demasiado esta presentación del sentido e impli-
caciones del concepto de autopoiesis presentamos algunas ideas esquemáticas:
1. En el nivel de sus operaciones un sistema autopoiético no recibe aportacio-
nes del medio ambiente sino solo perturbaciones o irritaciones que luego
desencadenan operaciones internas (Seidl, 2004, p. 3; Rodríguez y Torres,
2003). Nada afuera puede instruir la autopoiesis, los sucesos externos
desatan procesos ya definidos (Arnold y otros, 2010, p. 3) Pero, si quieren
mantenerse y renovarse, los sistemas deben ser capaces de observar posibi-
lidades en el exterior. (Hernes, 2008)
2. La operación de la autopoiesis debe ser entendida como autoirritación, na-
turalmente que posterior a influjos del entorno. Los límites del sistema no
bloquean las influencias en ninguna dirección. (Luhmann, 2007)
3. Permite una renovación de las operaciones de autorreferencia y hetero-
rreferencia, es decir, verse a sí mismo (el sistema) y ver su entorno. (Luh-
mann, 2007)
8 En algunas conversaciones con el profesor Edgar Gracia transitábamos por estas distinciones
tratando de comprender en qué sentido para Luhmann lo social era o no asimilable, por ejemplo, a
un cajero automático.
9 Podemos apoyar esta distinción mejor expresada: “Por otro lado Luhmann ha insistido en varias
ocasiones en que la idea de autopoiesis no equivale ni a autismo sistémico, ni a solipsismo
cognitivo. Es cierto que los sistemas no pueden evitar operar desde su mundo y para su mundo,
y que, en este sentido, no hay comunicaciones trascendentes, es decir, comunicaciones que se
hagan sin partir y llegar al mismo sistema, puesto que los sistemas no pueden operar más allá de
sus límites. Es cierto también que los sistemas crean su propio pasado, su propia memoria y que
la única manera de tomar contacto con el entorno es el autocontacto. Pero los sistemas no son
autárquicos: antes bien, solo existen con relación a un entorno al que no dejan de estar sutilmente
conectados. Esta paradoja, sobre la que se funda toda la teoría sistémica Luhmanniana resulta
más comprensible, o al menos no tan extraña, si se continúa profundizando en la naturaleza de los
sistemas autopoiéticos”. (Iriarte, 2000, p. 233)
251Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
4. Permite la diferenciación del sistema. Crea de manera endógena susceptibi-
lidad y sensibilidad al entorno. (Luhmann, 2007)
5. La autopoiesis significa continuar comunicando. (Luhmann, 1995)
6. “Todo lo que el sistema usa como una unidad es producido como una unidad por
el propio sistema. Esto vale para elementos, procesos, límites y otras estructuras,
y, finalmente, aunque no menos importante para la unidad del propio sistema”.
(Luhmann, 1995, p. 24)
7. Autopoiesis significa la determinación del estado siguiente del sistema a par-
tir del estado estructurado anteriormente. (Rodríguez y Torres, 2003, p. 114)
8. “La estabilidad de los sistemas, por tanto, tiene un carácter dinámico y se basa en
una «desintegración continua» del sistema sobre su propia reconstrucción” (Iriarte,
2000, p. 234)
La autopoiesis permite comprender esa circularidad que resulta constitu-
yente de los sistemas sociales, indica que la comunicación producida es auto-
producida y que el acoplamiento estructural con el entorno es la potenciación
de diferencias y con ello la identificación. Y que antes que cerradura absoluta
permite una apertura controlada (Piñuel y García-Lomas, 2001).
La idea que proponemos siguiendo esta batería conceptual es que el cambio
social “fuerte” no ocurre dado que las acciones aisladas no logran convertirse
en comunicación por cuanto no son traducidas por la autopoiesis de los siste-
mas sociales. Los acoplamientos estructurales implican co-evolución pero man-
teniendo la influencia, sobre todo, de sistemas funcionalmente diferenciados
como la política, la economía, la educación, entre otros. “El entorno es sumato-
ria de derivas estructurales de sistemas combinados incluida la deriva estructu-
ral del propio sistema diferenciado” (Hayles y otros, 1995, p. 22). La autopoiesis
de los sistemas sociales parece indicarnos que, transformaciones fuertes de la
sociedad implican la configuración de otras autopoiesis en los mismos sistemas
o en otros.
Para cerrar este aparte, resulta pertinente hacer algunas consideraciones
sobre sistemas funcionales autopoiéticos. Un sistema funcional puede ser en-
torno de otro sistema funcional. Esto permite que compartan complejidad. Esta
diferenciación de sistemas funcionales requiere el establecimiento de nuevas
diferencias entre sistema y entorno (Luhmann, 1998). Por ejemplo, ciencia, dere-
cho y economía establecen acoplamientos estructurales que son tematizados en
sus coherencias operacionales. El derecho legisla sobre propiedad, la economía
monetiza propiedades, la ciencia busca verdades que se conviertan en pagos.
Y aunque en Luhmann, “los subsistemas son iguales entre sí; ninguno de ellos
puede reclamar ser el centro de la sociedad” queda la advertencia de “que cier-
tos subsistemas pueden tener un efecto dinámico en el desarrollo de la socie-
dad.” (Hernes, 2008, p. 82)
252Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
En lo que sigue ampliaremos la distinción de sistema social funcional, y
evaluaremos si la Contabilidad puede ser observada como un sistema social
autopoiético.
V. El Sistema Social (funcional) de la Contabilidad
En Luhmann la sociedad moderna no se explica por la existencia de castas,
estratos, o clases. Las explicaciones que apelan a este tipo de distinciones pierden
poder para capturar lo que realmente es social, lo que no quiere decir que no
haya castas, estratos o clases. La sociedad moderna se caracteriza por la diferen-
ciación funcional de sus sistemas parciales más importantes (Luhmann, 2007).
Diferenciación funcional significa ante todo clausura operativa también de los sis-
temas encargados de una función. A causa de ello algunos sistemas parciales logran
un rendimiento que no se hubiera obtenido con el puro entramado de la sociedad
toda – podría decirse: que no se hubiera obtenido con el simple lenguaje. Los sis-
temas parciales asumen una competencia universal para su función específica. (Luh-
mann, 2007, p. 97)
Si recordamos que lo social es comunicación, entonces podemos compren-
der que hay ciertos temas que son capturados por sistemas funcionales y que
son puestos a disposición como coherencia operacional y en acoplamiento es-
tructural. El derecho, la ciencia, la economía, el arte, la religión, la educación10 ,
(entre otros) son ejemplos de estos sistemas parciales que tienen como función
normalizar y probabilizar cierto tipo de comunicación. (Luhmann, 1998, 2007;
Seidl, 2004; Arnold-Cathalifaud, 2008)
Estos sistemas funcionales administran un código binario sobre el que pi-
vota la comunicación. “los acontecimientos codificados actúan en el proceso
comunicativo como información; los no codificados, como interrupción (ruido)”
(Luhmann, 1998, p.144). Por ejemplo, verdad / no verdad, para la ciencia; legal /
ilegal, para el derecho; pago / no pago para la economía (Luhmann, 1998). Estos
espacios del código funcionan en la configuración de sentido de manera recur-
siva. Lo que gatilla el espacio marcado y no marcado se interioriza en el sistema
como comunicación. Desde las coherencias operacionales de la ciencia se puede
distinguir un conocimiento verdadero, y a su vez esa distinción se convierte en
la base para futuras distinciones sobre la verdad. La autopoiesis del sistema so-
cial derecho permite co-evolucionar con otros sistemas distinguiendo legalidad
de ilegalidad y comunicando justicia (Justo / injusto). Estos sistemas diferencia-
10 Niklas Luhmann, luego de configurar los presupuestos basales de su teoría, emprendió un proceso de
aplicación para la descripción de estos sistemas parciales, generando una innumerable literatura en
artículos, libros y capítulos de libro sobre cada uno de los sistemas funcionales, las organizaciones,
los movimientos sociales, problemas de la modernidad como el riesgo, la confianza, la catástrofe
ecológica (…). Cerrando con un libro que volvía sobre su teoría y los trabajos desarrollados en más
de 30 años de investigación e intitulado “La sociedad de la sociedad”.
253Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
dos pueden ser “entorno” de otros sistemas diferenciados y por supuesto de las
organizaciones, y de las interacciones, lo mismo que de los sistemas psíquicos.
El acoplamiento estructural nos permitiría leer la influencia que logran tener las
irritaciones dinámicas entre estos sistemas, y la forma en que la complejidad de
un sistema puede ser absorbida por otros para su propia operación. En palabras
de Luhmann: cada sistema proyecta al mundo sincronía con otros sistemas. (Lu-
hmann, 2007)
La idea central, tal como habíamos indicado en la introducción, es postular
que la Contabilidad es un sistema social funcional diferenciado y por ende au-
topoiético. En Luhmann la contabilidad aparece como medio, otras veces como
información, pero no como sistema funcional.
De qué Contabilidad hablamos. Hay una asociación recurrente a la Conta-
bilidad como campo de saberes y prácticas de producción de información para
entidades específicas y con objetivos definidos; la contabilidad que se aplica en
la mayoría de organizaciones, que implica registros, mediciones, valuaciones,
producción de información, interpretaciones; la que produce estados contables
que son usados por diversos usuarios para la toma de decisiones; la que, a prin-
cipios del siglo pasado, fue regulada con el ánimo de homogeneizar prácticas en
el contexto de los EEUU, acción emulada por las geografías mundiales; la que,
sobre todo en el proceso de industrialización, se especializó con un subcampo
denominado contabilidad de gestión; la que también logró diferenciarse y
convertirse en contabilidad pública. Hablamos de la contabilidad presente en la
retina y en las vidas de las personas y las organizaciones, y que existe con una
lógica relativamente similar desde la época del señor Fray Luca Pacioli. En síntesis,
hablamos de la contabilidad por partida doble, la que ha permanecido, se ha
adaptado y ha sido central para el desarrollo del sistema económico del capital. Si
se quiere la podemos llamar Contabilidad Convencional y se inscribe en un plano
epocal que conocemos como la modernidad e incluso la modernidad tardía. En lo
sucesivo la denominaremos como el Sistema Social de la Contabilidad (SSC), dado
que argumentaremos porqué resiste el que la podamos distinguirla como sistema
social funcional diferenciado y por ende autopoiético.
V.1. Contabilidad por partida doble o Convencional
La contabilidad en su dimensión más universal y transhistórica la podemos
entender como esa operación humana que permite “dar cuenta de”. Cada socie-
dad y cada época le pone en frente a la contabilidad aquello que es menester
sea “contado”. La utilización de huesos, tablas de arcilla, quipus, papiros, libros
de contabilidad, software contable (…) permiten reconocer la importante his-
toria de esta práctica al servicio de la humanidad. Allí quedan las inscripciones,
254Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
que bien estudiadas nos permiten comprender las principales relaciones entre
contabilidad y sociedad11
.
Acá no hablamos de la contabilidad antigua, ni la que se ha denominado “de
partida simple”. Tampoco de la contabilidad que ha utilizado el doble campo o
columna12 para registrar operaciones y transacciones. No hay duda de que estas
formas de Contabilidad permitieron a las diferentes culturas controlar sus “ha-
beres” y mantener claros sus “deberes”, controlar impuestos, mantener legibles
las cuentas de la iglesia, incluso reconocer algunos excedentes en economías
precapitalistas. (Vlaemminck, 1961)
Acá nos referimos a una Contabilidad que se inaugura con Pacioli (1494), no
por su importante trabajo de sistematización, sino por su rol en la didáctica del
método contable utilizado en la Italia septentrional de la época y por la popu-
larización de su exposición dada la invención de la imprenta. También resulta
muy potente ver como en Pacioli se expresan sentidos muy elocuentes sobre la
comunicación del SSC. Y hablamos de esa contabilidad que se mantiene hasta
el día de hoy en su núcleo central, pero que ha logrado adaptarse y aportar por
más de 500 años a la evolución de la economía y la sociedad.
No hay duda del papel de la contabilidad para ayudar a los comerciantes
del renacimiento a evolucionar en sus actividades. El papel revolucionario de
la contabilidad le permitió a los burgos y comerciantes consolidar un proyecto
socio económico que fuera desprendiéndose poco a poco de las formaciones
clericales y feudales. La mentalidad burguesa de la que habla José Luis Romero
(1999) necesitó de las provisiones de una contabilidad que permitía consolidar
una idea compleja que combinaba tecnologías, eficiencias, y nuevos valores.
La partida doble, que es diferente de la idea de dualidad de débitos y cré-
ditos (Ospina-Zapata, 2006) necesitó un conjunto de atributos descritos por
Littleton (1966/1979):
• Antecedentes materiales: Propiedad privada, Capital, Comercio, Crédito.
• Lenguaje: Escritura, Dinero, Aritmética.
• Metodología para pasar los aspectos materiales al lenguaje.
11 Con el profesor William Rojas de la Universidad del Valle hemos tenido horas de conversación
en las que una mirada excesivamente crítica y culpabilizadora a la Contabilidad, de mi parte, se
ponía a prueba con una mirada que me advertía del papel de la contabilidad para poder resolver
contradicciones centrales de la sociedad antigua y moderna. Sin duda alguna mi observación se
ha atemperado, aunque evidentemente creo que una contabilidad centrada en lucros ayuda a la
reproducción de la afraternidad del capitalismo (expresión del profesor Rojas). Es probable que
en algunos puntos sigamos estirando la conversación intentando configurar lucidez para verle
amorosamente, a la contabilidad. Para ello contamos con el respaldo de la amistad y la curiosidad
por desentrañar el sentido de esta disciplina y otros temas.
12 Ni la existencia de doble columna, ni de libros mayores, son etiquetables como Contabilidad por
partida doble. (Vlaemminck, 1961) Ni el codex accepti et expensi, ni el adversia
255Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
Sumando las alusiones de tratadistas contables como Fabio Besta, Federico
Mellis, y Esteban Hernández, elementos vertebrales de la partida doble son: *
unidad de cuenta (moneda) * Cuentas de neto (utilidad) * Causalidad de doble
imputación en el libro diario. (Hernández, 2006)
Este juego articulado permite una visión global del negocio o entidad. Y el
eje articulador para poder observar la evolución del capital o el patrimonio,
según qué momento sea, es el cálculo del beneficio o utilidad y su traslado a
la cuenta de capital (Irish, 1947/1979; Vlaemminck, 196113 ). Lo que conocemos
como cuentas de resultados es una abstracción e innovación potente para com-
prender la naturalización del beneficio como consecuencia lógica de la acción
comercial. La introducción de las cuentas de neto en el juego contable es lo que
confiere su esencia y su verdadera naturaleza. (Hernández, 2006)
Debe existir un concepto de ingreso (o utilidad) ligado a la tecnología que llamamos
contabilidad. Esto es cierto, porque la palabra contabilidad implica actualmente la con-
notación de una tecnología que se basa en la antigua teneduría de libros italiana de la
partida doble. Además, porque la única contribución de la partida doble (integración
de las cuentas reales y nominales) estuvo y está enfocada sobre el cálculo de la utilidad
neta de la empresa. (Littleton, 1953/1979, p. 341)
En los lugares donde no se aplicaba la contabilidad por partida doble se evi-
denciaba tanto en las prácticas como en los enfoques teóricos la falta de aten-
ción a los asuntos patrimoniales. Habría varios encuadres para fortalecer esta
tesis de la contabilidad moderna como una estructura que centra su atención
en el cálculo de la forma utilidad14 y que su evolución ha sofisticado los medios,
mecanismos y representaciones para dar “cuenta” de la configuración del bene-
ficio de la entidad económica; esto en consonancia con la propia evolución del
capitalismo. En el aparte en el que hablemos del “Lucro” encontraremos otras
referencias a la contabilidad.
La otra idea que está del lado de la contabilidad moderna convencional, y fun-
cional, como veremos, es la noción de “balance”. De entrada, tenemos que señalar
que en Luhmann las alusiones a equilibrios son por lo menos sospechosas. Lo que
ocurre en los sistemas es más la operación con inestabilidades. Pero volvamos. La
13 También autores como Venturi, Pierre Garnier, Degranges, Sigaut, Hanon de Louvet, subrayan
esta idea. En especial este último autor llama a la cuenta de Pérdida y Ganancia el “barómetro de
explotación” y el “revelador de los actos de gestión”. (Vlaemminck, 1961, pp.378-379)
14 Por ejemplo, el profesor Mario Biondi. “mediante los asientos contables formulados con aplicación
de la partida doble, podremos conocer: a) cuanto se ha ganado o cuanto se ha perdido, con el
detalle de análisis que se desee y, b) como consecuencia de las ganancias y de las pérdidas,
como ha evolucionado el aporte de los empresarios (palabra que identifica a los dueños del ente
económico). El aporte de los empresarios, conocido generalmente como “patrimonio neto”,
también pudo haber variado en su importe, además del efecto de los resultados (ganancia o
pérdida) si el empresario hubiera realizado nuevos aportes - además del inicial - o retiros de lo
integrado antes”. (s.f., p. 7)
256Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
idea de balance y equilibrio es muy potente porque convoca sensaciones de esta-
bilidad, salud, virtuosidad. Lo que está balanceado aparece como bueno, armonio-
so, insesgado. Y es probable que en algunos escenarios sirva como metáfora para
señalar un espacio no caótico. Sin embargo, en economía y, por lo que diremos,
en contabilidad, no revelan realmente aquello que connotan.
Un corto visual justamente llamado Balance,15 muestra como un grupo de
personas que están sobrepuestos en una plataforma suspendida en el aire que
se mantiene estable por el equilibrio de los pesos – cuerpos distribuidos en el
plano, parece que están “pescando” con sus cañas / palos tratando de encontrar
algo. En efecto uno de los sujetos atrapa una caja musical y la sube a la platafor-
ma. Dada la inestabilidad de la base, los demás sujetos deben jugar con su peso
desplazándose para evitar que la “tabla” pierda el equilibrio. Lo que empeza-
mos a observar es como cada sujeto quiere ir a la caja para disfrutar del sonido
que ésta emite. Sólo lo pueden hacer uno o dos a la vez. Ocurre lo inevitable.
Alguno de los sujetos ya no quiere permitir que los otros se acerquen a la
caja con lo que se adueña de ella generando movimientos que le permiten
desplazarse y arrojar las personas que le estorban en su cometido. Escena final:
sujeto en una esquina, caja en la otra, plataforma perfectamente balanceada.
Todo este espóiler, con la intención de señalar que ese balance allí logrado es
solo un asunto de gravedades y pesos, pero, esconde la imposibilidad del acceso
individual y colectivo a la estética provista por la caja musical.
Lo mismo podemos decir de la contabilidad. En primera instancia el Balance
de la contabilidad al provenir de una perspectiva dual de la propia economía
esconde, lo que todas las dualidades occidentales. Hay un tercio excluido pro-
pio de la lógica aristotélica renovada para el naciente pensamiento europeo.
Occidente produjo dualidades de este tipo: alma / cuerpo, bueno / malo, teoría
/ práctica, física / metafísica (…) y estas dualidades explican, en buena parte, el
maniqueísmo y el pensamiento binario que nos asiste. No es extraño que Luh-
mann observe que los sistemas sociales funcionales operen sobre la base de un
código binario. En el caso del Balance se produce la dualidad Inversión / Finan-
ciación. Hay recursos controlados que son propiedad de alguien. Y el sentido in-
cremental de esos recursos se explica por una diferencia entre unos ingresos y
unos costos y gastos en un periodo determinado. En estricto podría decirse que
no hay un tal balance, y que lograrlo implica lo que conocemos como un cierre
de cuentas de resultados. Este circuito solapa la fuente real de los incrementos
del patrimonio al centrar su atención en los planos monetarios y no en los pla-
15 https://www.youtube.com/watch?v=vZiEt5RUYSk Balance (animated film) (Wolfgang y
Christoph Lauenstein) (1989)
257Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
nos físicos de la operación del negocio. Esto sigue siendo un logro monumental
por el poder de síntesis que implicó para el cálculo - control16 :
El día que se consiguiera tomar razón cuidadosamente de todos los medios de ac-
ción, de todas las actividades, de todas las mutaciones, así como de sus resultados
positivos y negativos, y que se obtuviese la síntesis de los mismos en la cuenta de
capital, en ese momento se llegó con plena naturalidad a la partida doble que aparece,
pues, como la culminación necesaria de una organización racional traspuesta al plano
contable. (...) La aparición de los primeros sistemas de cuentas distintos de la partida
simple es consecuencia lógica de la puesta en práctica de esta inquietud de orden y
de sus corolarios: la identificación. Cuando más tarde aparezca la cuenta de Pérdidas
y Ganancias con el detalle de los resultados de todos los aspectos de la actividad de
la empresa, identificándolos y clasificándolos, será también la gran idea de Orden de
la organización científica la que presida la culminación del método contable. (Vlaem-
minck, 1961, pp. 73-75)
En este sentido debemos acercarnos poco a poco a una comprensión: ¿El rol
central de la contabilidad es informar? Parece que su “tema” está más asociado
con un observar marcando el cálculo del beneficio como una operación funda-
mental. Lo podemos empatar con la siguiente expresión:
Esto se debe a que no existe un sistema institucionalizado alternativo para decir qué
es y cuánto es la utilidad. Y la utilidad se institucionaliza, como un hecho compartido,
cuando la contabilidad dice “medirla”. La “magnitud” de la utilidad es el leitmotiv insti-
tucionalizado en el capitalismo. (Gómez-Villegas, 2019, p. 22)
V.2. Sistema Social de la Contabilidad (SSC) – Aproximación
En el trabajo del profesor Montesinos (1974) sobre el sistema de información
contable hay una cita a Cyert y March apuntando como propiedades de un siste-
ma en adaptación las siguientes:
1. Existe un cierto número de estados del sistema. En un momento dado, el
sistema -en un cierto sentido- prefiere un estado a otros posibles.
2. El sistema está sometido a la presión de una fuente externa de perturba-
ción. Estas perturbaciones pueden ser controladas.
16 Esta expresión del profesor Vicente Montesinos nos ayuda a comprender el papel de estas cuentas
y la potencia del circuito: “La propia naturaleza multidimensional de las transacciones exige que,
si se quiere mantener esa dualidad clasificativa, sea necesario crear en ocasiones cuentas ficticias
con el fin de mantener el equilibrio contable, con lo cual el control quede garantizado: lo que nos
interesa aclarar aquí es que lo fundamental en este orden de cosas es el control y no el instrumento
analítico empleado que, por otra parte, puede muy bien basarse en esa doble clasificación, pero
que será sustituido por otro instrumento más eficaz cuando lo haya, sin que por ello dejemos
de considerar el modelo que resulte como un sistema de información genuinamente contable”.
(Montesinos, 1974, p. 147) Y esto permite advertir que no importa si es contabilidad matricial
o sagital si lo que configura el circuito es la ecuación contable Activo = Pasivo + Patrimonio
(Ingresos – Costos y Gastos)
258Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
3. Existe cierto número de variables de decisión internas al sistema. Estas
variables son manipuladas según reglas de decisión precisas.
4. Cada combinación de las perturbaciones externas y las variables de deci-
sión interna modifica el estado del sistema. Así, a partir de un estado dado,
de un impacto externo, y de una decisión, es posible prever el estado si-
guiente.
5. Toda regla de decisión que conduce a un estado “preferido” -en cierto mo-
mento- sería sin duda más utilizada en el futuro que lo era anteriormente; y
a la inversa. (pp. 104-05)
En el marco de la Contabilidad Económica expresa el mismo autor:
a) Su finalidad es proporcionar la información suficiente para una gestión ra-
cional de los recursos al servicio de la unidad económica, facilitando así un
control económico de la riqueza y de la renta
b) Dispone de una lógica interna que le permite verificar las informaciones
que manipula (autocontrol) (Montesinos, 1974, p. 148)
En todos estos numerales y literales se aprecian características de lo que
hemos expuesto como sistemas sociales autopoiéticos. Sin embargo, no es
posible observar la idea de comunicación que se explicita en la propuesta Lu-
hmanniana. En un trabajo precedente habíamos dejado instalada una idea que
nos sirve de antesala: “la comunicación de la contabilidad no opera solo como
información sino como sentido, es decir como racionalidad. La contabilidad
establece un esquema de distinciones que hacen que todo fenómeno obser-
vado quede atrapado en la comunicación que produce el sistema” (Ospina-
Zapata, 2019, p. 216)
La crítica a la utilización del concepto de autopoiesis también está presente
en alguna literatura contable en el contexto latinoamericano. Por escoger algu-
nos colegas cercanos, los profesores Jorge Manuel Gil (2012) y John Jairo Cuevas
(2021) expresan la dificultad de encuadres de la autopoiesis como posibilidad
para lo contable. En el caso del profesor Gil, la definición de base que toma es la
del enfoque biologicista. En el caso del profesor Cuevas la imposibilidad de una
suerte de cerradura en el ámbito de lo social, desde la perspectiva institucional
de la contabilidad. Con el enfoque sociológico que hemos abordado es probable
que haya más chances para su discusión. Además, en alguna literatura contable
internacional aparecen propuestas que encuentran aires de familia entre auto-
poiesis y enfoques institucionales del cambio de la contabilidad de gestión que
subrayan la importancia de las rutinas y hábitos organizativos, reconociendo
su persistencia a pesar de las nuevas circunstancias organizativas (Burns y Sca-
pens, 2000 citados en Seal, 2001)
Decimos entonces que la contabilidad convencional por partida doble es
un sistema social diferenciado funcional y por ende autopoiético. Su núcleo –
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código binario en el que opera su comunicación es Lucro17 / No Lucro. El SSC
marca sistemáticamente y en clausura operacional aquellas irritaciones que se
transforman en Lucro según su propia operación. Desde su configuración de
alta complejidad que le permitió reducir una masa improbable de aconteceres
económicos y sociales mediante la estructura que expresa su algoritmo (A =
P + Pat (I – CG)) ha logrado crear comunicación y acoplarse con su entorno
haciendo la distinción (observando) el fenómeno de lo lucrativo. Lo que queda
marcado como “no lucrativo” queda excluido de lo comunicado – comunicable
por la contabilidad.
La comunicación que produce el Sistema Social de la Contabilidad no es
igual a información. No hablamos de un sistema de información contable, sino
de un sistema social que produce comunicación, es decir, que configura un sen-
tido que queda dispuesto para su propia autoproducción y para el acoplamiento
estructural con el entorno. Esa comunicación es el cálculo y naturalización del
Lucro. En Luhmann (1998) aparecía el concepto de interpenetración, que acá
traducimos como acoplamiento estructural fuerte entre sistemas sociales dife-
renciados. La contabilidad, la economía y las organizaciones son sistemas socia-
les interpenetrados, es decir, que sus complejidades compartidas se convierten
en elementos de su propia operación.
Dado que el elemento nuclear de la economía es la probabilidad de configu-
rar su comunicación como “pagos”, las operaciones del cálculo son necesarias
en la comunicación de la contabilidad. Debe quedar claro que el SSC no solo
opera como un calcular aislado. También la escritura que contiene presenta dis-
tinciones y observaciones. Sería un cálculo cualitativo al servicio de un calcular
“cifras” que se transforman en pagos.
La contabilidad propone entonces formulaciones para calcular el lucro y para
expresarlo en / desde la lógica de su álgebra. La contabilidad traduce procesos
diversos en una cifra financiera (Jeacle, 2020); calcula espacios y tiempos que
17 Con el amigo y profesor Mauricio Gómez Villegas de la Universidad Nacional hemos tenido varias
conversaciones (con café a bordo) sobre esta idea. En principio la expresión que yo utilizaba
era “utilidad” para distinguir este operar de la contabilidad. Allí, por supuesto, se proponía una
limitante, porque la evolución de la contabilidad no solo se ha concretado con la medición del
beneficio imputable a las cuentas de resultados. Como veremos más adelante, la plasticidad de la
contabilidad le ha permitido desplazarse por las estructuras de balance (o de la ecuación contable)
para proponer formas de rentabilidad y beneficio tanto para la entidad de la que se predica la
contabilidad como para sus propietarios e inversores, y según en qué transición del capitalismo.
No es igual el acceso al lucro en una economía industrial que en una economía financiarizada. No
es lo mismo lucro centrado en resultados, a lucro centrado en rentabilidad – valor de los activos, ni
a lucro centrado en precios / mercados especulativos. Incluso, si bien el SSC ha hecho ajustes para
acoplarse a nuevas irritaciones del entorno, para algunos tratadistas se pone en peligro el carácter
y función de la contabilidad en la contemporaneidad. Creo que no es así. Pero el que haya una
gramática en ese sentido merece toda nuestra atención.
260Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
comunican lucro al sistema capitalista (Ocampo, 2018); “se la bosqueja como el
dispositivo de cálculo y legitimación que garantiza la reproducción de la riqueza
en su forma dineraria” (Cuevas, 2021, p.3); vehicula procesos formales de cálculo
de hechos contables concebidos como fenómenos que implican la acumulación
económica (García, 2002, citado por Gracia, 2017).
La contabilidad, al igual que la economía monetaria, se desentiende de dilemas
morales (Davie, 2000) justamente por la “objetividad” de su calcular; su operación
periódica y básica de calcular la utilidad neta18 (Corbin, 1962/1979) favorece el
mantenimiento de expectativas sobre sistemas acoplados como la organización.
Por ejemplo, en la definición de políticas contables para medición de rubros re-
suelta en procesos de negociación de agentes decisores internos. (Sunder, 2005)
Con estos elementos podemos navegar sobre tópicos como el Lucro, para
dejar instalado un marco de relaciones complejas en la comprensión de los me-
canismos de acoplamiento estructural del SSC.
V.3 El problema del Lucro
El lucro se ha naturalizado, es decir, se ha comunicado y se sigue comuni-
cando como un fenómeno legítimo. Ha sido arrebatado a la conversación (es
tema ya hablado), pues todos parecemos compartir que es un asunto obvio en
el mundo de las empresas y en la vida individual. Lo damos por hecho. Una re-
visión de la historia nos muestra que no era una pretensión ni generalizada ni
encomiable. Recordemos que uno de los valores del catolicismo de vieja data
era el voto de pobreza, que se prohibían los créditos, y que la noción de interés
sobre préstamos era por lo menos pecaminosa.
La formación del lucro en un sentido positivo ha requerido de relacionamien-
tos sociales en los que el comercio y la contabilidad han sido determinantes19
.
José Luis Naredo nos muestra que los antiguos vicios se tradujeron en virtudes
(inversión ideológica) identificando el poder y la riqueza, por ejemplo, Maquia-
velo y Malthus, como valores positivos y por lo tanto justificando la separación
entre economía, política y moral. La vergüenza es “perder” conquistar con enga-
ño, es la virtud. (Naredo, 2019)
Siguiendo nuestro autor de cabecera
en Inglaterra especialmente la inclinación a la ganancia se comienza a ver como
naturaleza humana. Esto tiene por consecuencia que toda imposición de barreras (..)
- políticas en esos tiempos- empezó a ser descrita como no natural y, por tanto, como
infructuosa. (Luhmann, 2017, p. 94)
18 Piénsese por ejemplo en los gastos de depreciación como artificio contable que permiten el acceso
a cuota de utilidad en periodos iniciales de la adquisición de activos (Littleton, 1953/1979)
19 “ Véase Gunn (1969: 245 y ss.). Véase también Watt (1957: 63 y ss.). El contexto de la “aventura”
hizo posible, en suma, una naturalización convincente del tema de las ganancias y al mismo
tiempo una rutinización del héroe” (Robinson Crusoe, Moll Flanders). (Luhmann, 2013, p.8)
261Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
Tomás de Mercado muestra alguna alarma a esta tendencia al lucro, “cual-
quier especie de mercancía necesaria para la vida humana es menester la apre-
cien y tasen los jueces y no la dejen a la voluntad corrupta de los comerciantes”
(Naredo, 2019). En este sentido tenemos la misma señal en la distinción aristo-
télica entre economía y crematística, esta última asociada con la obtención de
dinero y lucro y valorada negativamente en la vida pública griega.
El fin de un comerciante es conseguir una ganancia lícita, diría Pacioli. Re-
sulta muy elocuente que ya desde tiempos tan pretéritos Pacioli recomendara
valorar mercancías sugiriendo consejos del tipo, “si te parece que una cosa vale
20, tu pon, 24, y de esta manera será más fácil que obtengas beneficio” (1994,
p. 42). Para Dewey la búsqueda de la ganancia es igual a la búsqueda del bien;
para Friedman la maximización del beneficio de agentes individuales provoca el
beneficio social. (Lorino, 2020; Spence y Carter, 2020)
Carlos M. Cipolla refiriéndose a los venecianos como grupo capaz de descen-
trarse de las actividades económicas más socorridas de la época estableciendo
prácticas comerciales, y aludiendo a un historiador norteamericano expresa,
“la avidez veneciana por los beneficios derivados del comercio y obtenidos por
cualquier medio sólo podía compararse a la falta de escrúpulos de los genove-
ses” (2010, p. 33). Y dado que se obtenían ganancias importantes vendiendo
armas o ejerciendo actividades bancarias, lo que podría enojar a Dios, realiza-
ban donaciones a la iglesia en procura de tranquilidad de conciencia y anotaron
estos actos de caridad en sus libros mayores como “cuenta de Nuestro Señor
Dios”. (Cipolla, 2010, p. 36)
El lucro tiene que ver entonces con esta tentativa concretable en el mun-
do económico de ganancias y rentabilidades, traducibles en dinero, riquezas
monetizables, que conducen al progreso y al éxito (Naredo, 2019; Lorino,
2020). La evolución de esta comunicación social ha implicado procesos de
acoplamiento de diversos órdenes. La propuesta de Naredo en su taxonomía
del lucro diferencia del lucro con contrapartida: producción de riquezas rena-
cientes, extracción y tratamiento primario de rocas minerales, elaboración de
mercancías, construcción, prestación de servicios; y Lucro sin contrapartida:
fabricar dinero o conseguirlo de quienes lo han ahorrado, rentas de activos
financieros, revalorizaciones de bienes patrimoniales y plusvalías realizadas,
lucro asociado a ventajas, informaciones privilegiadas o tratos preferentes, lo-
grar dinero o ayudas públicas y privadas, administración desleal, robo, fraude
o estafa 20 (2019, p. 231).
Estas modalidades de Lucro se consiguen a su vez, solapando y externalizan-
do, dejando de reconocer los aportes que hacen los ecosistemas y subvalorando
20 Y no olvidemos que en estas modalidades ilícitas también se deben “hacer las cuentas”, es decir,
se usa contabilidad para racionalizar el lucro accesible.
262Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
recursos incorporados en su propia obtención. Para Omar Aktouf la obtención
del lucro no es posible si nos atenemos a las explicaciones termodinámicas del
mundo de lo vivo. Por ejemplo, no se explica cómo pueden producirse exce-
dentes en un sistema como la empresa en la que toda su operación depende
de metabolismos energéticos, y la energía no se puede crear, y la energía uti-
lizable siempre es menor que el total de energía incorporada; por lo tanto, las
utilidades o los llamados valores agregados dependen de incorporaciones no
reflejadas en los balances monetarios (2001). Y no sería sólo, (uno de los fac-
tores más importantes) la indebida remuneración al trabajo y la invisibilización
de asimetrías de género, sino todas aquellas incorporaciones de recursos no
reconocidos, y la externalización de impactos que tampoco son medidos por
la contabilidad. Los balances monetarios no se corresponden con los balances
físicos; las ganancias monetarias son el correlato de pérdidas energéticas y
pérdidas físicas. El lucro implica traslado de entropía, incluido el no reconoci-
miento de costes de recuperación, reciclaje y tratamiento de desechos. (Aktouf,
2001; Naredo, 2019; Max-Neef y Smith, 2011; Chabrack, 2020; Dambrin, 2020;
Leonard, 2011)
Es fundamental subrayar esta idea. Lo que se ha naturalizado como lucro
es lo que han proyectado los sistemas funcionales que tienen una relación
directa con fenómenos de eficiencia económica. No se ha incorporado en la
función de comunicación del Lucro aquello que es fundamental para su obten-
ción 21
. La primera extracción es la del asalariado visto de manera individual o
colectivamente.
La segunda extracción se hace dependiendo de varios elementos del medio
ambiente externo:
1) La gigantesca factura de la polución a escala del planeta que hubiera desde
hace tiempo anulado todos los beneficios industriales si hubiese sido
pagada;
2) La inflación (expresión directa de la elevación continua del costo (global)
de la extracción y del uso de la energía;
3) El desempleo sin cese desmultiplicado por megafusiones interpuestas…
para mantener las tasas de beneficio.
4) Las desapariciones de especies vegetales y animales enteras, siempre para
mantener un beneficio;
5) El amontonamiento catastrófico de desechos altamente peligrosos;
6) Los daños y sus consecuencias causados a la atmósfera (capa de ozono)
7) La pauperización continua en los países del sur (y cada vez más también en
los países del norte). (Aktouf, 2001, pp. 236-238)
21 En la perspectiva de Quesnay producir era ‘acrecentar las riquezas renacientes sin menoscabo de
los bienes fondo, no simplemente revender con beneficio” (Naredo, 2019, p.46)
263Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
Estas “externalizaciones” las comprendemos mejor como parte del espacio
marcado como no lucro del núcleo de la contabilidad 22 . Todo lo que no haga
falta y que no sea una irritación que ponga en jaque el sistema contabilidad y el
sistema económico, es tercio excluido en la comunicación – cálculo del lucro.
Todo aquello que no sea traducible en dinero – pagos no entra como operación
en la clausura operativa de los sistemas mencionados ni hace parte del decidir
de las organizaciones. Ni siquiera es entorno. Y el acoplamiento estructural que
empezamos a observar en estos sistemas ha implicado una traducción a su códi-
go, pero manteniendo la flexibilidad que permite lo comunicado – comunicable
del lucro como extracción. Dicho de otro modo, no se perciben formaciones de
lo lucrativo en la dirección de un decrecimiento del lucro, que es lo que implica
reconocer lo externalizado.
Los efectos sobre el entorno producidos involuntariamente 23 – o al menos sin pro-
pósito – estallan y cualquier idea de integrarlos como “costes” en el cálculo de la ren-
tabilidad económica es ilusoria en vista de la magnitud y de los horizontes de tiempo
del problema – en vista, pues, del no-saber comunicable. En esta situación, la tendencia
generalizada de reclamar “responsabilidad” solo puede observarse como un gesto de
desesperación. (Luhmann 2007, p. 99)
Siempre ante esta exposición queda la sensación sobre ¿de qué vivirían las
empresas y las personas si reconocemos todas estas cualidades? Esa sería una
tarea para crear o mejorar los contenidos de los sistemas funcionales especia-
lizados. Para empezar, habría que reconocer que el Lucro no es natural y que si
nos permitimos una cuota de acceso a esta convención (real) debemos identifi-
car y favorecer procesos de Negentropía que potencien diálogos genuinos con
los ecosistemas. Sin duda alguna hay que alterar lo comunicado – comunicable
para operar otra forma del sentido e irritar la expresión actual del orden social.
VI. Conclusión y mapa de sentido de lo que sigue
Hemos señalado que las ideas más tradicionales respecto de la noción de
Sistema son trascendidas por el enfoque Luhmanniano. En una dirección similar,
22 Es interesante traer a cuento una suerte de perplejidad enunciada por Richard Mattessich “La única
meta primordial que parece que por lo general, se acepta es la de la maximización del beneficios
y por consiguiente la maximización del valor neto actual. (…) Me cuesta comprender por qué
muchos estudiosos -algunos muy religiosos o de un alto nivel cultural- quienes en sus vidas
personales, nunca aceptarían la maximización de beneficios como su meta principal, si la aceptan
en sus investigaciones y sus enseñanzas como objetivo básico y predominante” (Mattessich, 1998,
p. 23). Diríamos desde nuestra exposición, que la razón es comprensible porque no es lo mismo
sistema psíquico y sistema social, y por lo tanto los acoplamientos no se justifican en uno u otro
sistema por la formación de sentido, observada aisladamente.
23 Acá debemos comprender que la lectura de Luhmann sobre el sistema económico es desde el
sistema económico. La intencionalidad (teleología) del sistema es casi siempre una observación de
segundo orden.
264Principales distinciones sobre el sistema social de la contabilidad convencional desde el sentido...
Ospina-Zapata, C.
las concepciones más socorridas sobre sistema contable o sistema de informa-
ción contable son asimétricas con el enfoque de los sistemas sociales aquí esbo-
zado. La Contabilidad convencional por partida doble que hemos denominado
también Sistema Social de la Contabilidad, es un sistema funcional diferenciado
y autopoiético que basa su comunicación en la administración del código Lucro
/ No Lucro. Construye sentido en clausura operacional en tanto reconoce del
entorno y por lo tanto traduce sus señales siempre que sean expresiones de lo
lucrativo. Sus cifras y sus palabras co-evolucionan con el entorno comunicando
y acoplándose estructuralmente con otros sistemas diferenciados produciendo
un tipo de sociabilidad que relieva aspectos como la propiedad y la monetiza-
ción y deja de comunicar deterioros sociales y ecológicos, a lo sumo, revestidos
de sentido como Lucro.
El SSC se constituye en un poderoso mecanismo para naturalizar estructuras
de cálculo respecto a la utilidad, el beneficio y la renta. Su dinámica se nutre de
un entorno señalizado por su propia operación y a su vez provee operaciones /
elementos para la evolución de sistemas funcionales como la ciencia, la econo-
mía, el derecho, las organizaciones, entre otros. En este encuadre su función no
es informativa; lo informado o por informar es una manifestación que subraya
el sentido preconstruido en la causalidad operativa del sistema. Su función es
construir sentido es decir, comunicación, para co-tematizar operaciones de otros
sistemas e incluso conversaciones. En esta dinámica se adapta traduciendo las
irritaciones del entorno desde su propia pauta, es decir, identificando su entor-
no en tanto coordenada del lucro o potencialidad de lucro. Por ejemplo, traducir
inconformidad social del deterioro ecológico en imagen corporativa verde.
La autopoiesis que es connatural a los sistemas sociales diferenciados, se
evidencia en la contabilidad en la gestación y maduración de lo que conocemos
como contabilidad por partida doble; como dijimos, esta potente estructura de
cálculo ha logrado sintetizar una compleja y caótica expresión de interacciones
sociales en un cuidado mecanismo de abstracción y reducción de complejidad
que pivota sobre la distinción del Lucro. Y como anunciamos, pero profundi-
zaremos en otro lugar, el SSC ha logrado evolucionar distinguiendo desde la
utilidad económica hasta las rentas financieras más sofisticadas.
En un siguiente documento se explicitarán los mecanismos del sistema social
de la economía y las organizaciones y los acoplamientos estructurales con la
Contabilidad. Se profundizará la explicación de la producción de sentido del
SSC a partir de los avances que en la literatura internacional contable ha tenido
la noción de autopoiesis, lo mismo que las transiciones de cálculo del beneficio
a las formaciones más contemporáneas del valor en el terreno de la relación
finanzas y contabilidad. También desarrollaremos otras manifestaciones de aco-
plamiento, por ejemplo, con el derecho, con el sistema de ciencia y el problema
del deterioro ecológico, tema este último que también fue objeto de trabajo
265Contaduría Universidad de Antioquia – No. 80. Medellín, enero-junio de 2022
por el propio Luhmann. Con ello esperamos tener una perspectiva más compleja
para poder dejar a su vez algunas líneas de trabajo abiertas que favorezca desde
esta comprensión una dimensión más política de la contabilidad, es decir, una
contabilidad que ayude a generar transformaciones sociales perfiladas según
algunas de las necesidades más apremiantes del contexto latinoamericano.
Referencias bibliográficas
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