Gonzalo, J. (2022). Las NIIF y la terminología
contable en español: ¿un proceso de
convergencia?. Contaduría Universidad
de Antioquia, 81, 61-89. Doi: https://doi.
org/10.17533/udea.rc.n81a03
Las NIIF y la terminología contable en
español: ¿un proceso de convergencia?
José Antonio Gonzalo Angulo
josea.gonzalo@uah.es
ORCID: 0000-0002-2131-6106
Universidad de Alcalá
Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Resumen: Las traducciones al español de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF),
realizadas y publicadas por la Fundación IFRS, están disponibles desde los años 90 del siglo pasado. A pesar
de que las traducciones de textos contables desde el inglés a otros idiomas pueden ser complicadas, el proceso
seguido en la traducción ha tratado de buscar una terminología y unas expresiones que resulten comprensibles
para la veintena de países implicados. No ha sido fácil. La labor conjunta del coordinador de la traducción,
de un equipo especializado de traductores y de un Comité de Revisión de las traducciones ha logrado que
los profesionales contables de los países hispanohablantes, desde México a Chile, incluyendo a España y a
Guinea Ecuatorial, utilicen un lenguaje cada día más común para elaborar los estados financieros bajo NIIF
(o NIIF para PYMES), o bien bajo normas locales inspiradas en ellas. Las traducciones también han sido
alentadas por organismos intergubernamentales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Este acercamiento, que implica una pérdida relativa de soberanía para los gobiernos de los países y sus
organizaciones profesionales, debe considerarse modélico por la cantidad de países implicados, por los efectos
que tiene en la inversión transfronteriza y por su potencial de cara a la integración regional entre dichos países.
Palabras clave: NIIF, Latinoamérica, países hispanohablantes, traducción, adopción, normas.
IFRS and accounting terminology in Spanish: a convergence process?
Abstract: Since the 1990s, the IFRS Foundation has produced and published Spanish translations of the
International Financial Reporting Standards (IFRS). Although translating accounting texts from English into
other languages can be challenging, the translation process has attempted to use terminology and expressions that
can be understood in the twenty participating countries. This has not been an easy task. Thanks to the combined
efforts of the translation coordinator, a specialized team of translators, and a Translation Review Committee,
accounting professionals in Spanish-speaking countries from Mexico to Chile, including Spain and Equatorial
Guinea, use an increasingly common language to prepare financial statements under IFRS (or IFRS for SMEs),
or under local standards influenced by them. Translations have also been promoted by intergovernmental bodies
such as the World Bank and the International Monetary Fund. Although this approach implies a relative loss of
sovereignty for the countries’ governments and professional organizations, it should be regarded as exemplary
because of the number of countries involved, its effects on cross-border investment, and its potential for regional
integration among these countries.
Keywords: IFRS, Latin America, Spanish-speaking countries, translation, adoption, standards.
As IFRS e a terminologia contábil em espanhol: Um processo de convergência?
Resumo: As traduções ao espanhol das Normas Internacionais de Contabilidade (IFRS), realizadas e publicadas
pela Fundação IFRS, estão disponíveis desde os anos 90 do século passado. Embora as traduções de textos
contábeis desde o inglês a outras línguas possam ser complicadas, o processo seguido na tradução tentou
procurar uma terminologia e umas expressões que resultem compreensíveis para os vinte países envolvidos. Não
tem sido fácil. O esforço conjunto do coordenador da tradução, de uma equipe especializada de tradutores e de
um comitê de Revisão das traduções tem conseguido que os profissionais contábeis dos países hispanofalantes,
desde o México até o Chile, incluindo a Espanha e a Guiné Equatorial, usem uma linguagem cada dia mais
comum para preparar as demonstrações financeiras sob IFRS (Ou IFRS para PMEs), ou então sob normas
locais inspiradas nelas. As traduções também tem sido incentivadas por organismos intergovernamentais como
o Banco Mundial ou o Fundo Monetário Internacional. Esta aproximação, que implica uma perda relativa
de soberania para os governos dos países e suas organizações profissionais, deve ser considerada exemplar
devido à quantidade de países envolvidos, aos efeitos que tem no investimento transfronteiriço e seu potencial de
integração regional entre esses países.
Palavras-chave: IFRS, América Latina, países hispanofalantes, tradução, adoção, normas.
Les IFRS et la terminologie comptable en espagnol : un processus de convergence ?
Résumé: Des traductions en espagnol des normes internationales d’information financière (IFRS), produites
et publiées par la Fondation IFRS, sont à disposition depuis les années 1990. Bien que la traduction de textes
comptables de l’anglais vers d’autres langues puisse être compliquée, le processus suivi pour la traduction a tenté
de trouver une terminologie et des expressions compréhensibles pour la vingtaine de pays concernés. Cela n’a
pas été facile. Grâce au travail conjoint du coordinateur de la traduction, d’une équipe spécialisée de traducteurs
et d’un comité de révision des traductions, les professionnels de la comptabilité des pays hispanophones, du
Mexique au Chili, en passant par l’Espagne et la Guinée équatoriale, utilisent un langage de plus en plus commun
pour préparer des états financiers selon les IFRS (ou les IFRS pour les PME), ou selon des normes locales
inspirées de celles-ci. Les traductions ont également été encouragées par des organismes intergouvernementaux
tels que la Banque mondiale et le Fonds monétaire international. Cette approche, qui implique une perte relative
de souveraineté pour les gouvernements nationaux et leurs organisations professionnelles, doit être considérée
comme exemplaire par le nombre de pays impliqués, les effets qu’elle a sur les investissements transfrontaliers et
son potentiel d’intégration régionale entre ces pays.
Mots-clés: IFRS, Amérique latine, pays hispanophones, traduction, adoption, normes.
Cont. udea (julio-diciembre), pp. 61-89. © Universidad de Antioquia-2022.
Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un
proceso de convergencia?
José Antonio Gonzalo Angulo
https://doi.org/10.17533/udea.rc.n81a03
Primera versión recibida en junio de 2022 – Versión aceptada en julio de 2022
I. Introducción: un poco de justificación histórica
El primer número de la revista Contaduría Universidad de Antioquia aparecía
en septiembre de 1982, hace ahora 40 años, y las preocupaciones que mostraba
en sus artículos no eran muy diferentes de las que tenemos en la actualidad.
Salvo por lo que se refiere a la abrumadora preocupación por la información
social, ambiental y sobre gobernanza que ahora sentimos, los demás temas eran
los de siempre, y estaban relacionados con la auditoría, con la ética del conta-
dor, con la contabilidad y con la profesión de contador público.
Un menor punto discrepante con nuestras preocupaciones de hogaño tiene
que ver con la introducción, en ese primer número, de un trabajo relativo al
sistema contable de la balanza de pagos. Aunque los sistemas de contabilidad
macroeconómica se han desarrollado mucho y en la buena dirección en estas
décadas, se echa en falta una mayor intervención de profesionales contables,
porque en ciertos casos el rigor técnico necesario, al medir y presentar cifras
económicas, ha sido sustituido por la conveniencia y la disponibilidad de datos,
en aras de la practicidad. Por estas razones, y por otras que no hay tiempo
aquí de glosar, los sistemas de contabilidad macroeconómica son, en no pocas
ocasiones, tributarios del marco conceptual, así como de las bases de medida
y valoración de la contabilidad de los negocios, por lo que deberían preocupar
más a los investigadores contables.
Este artículo, que pretende ser una humilde contribución al estudio de la
terminología contable en los países de habla hispana, y tiene como objeto de-
mostrar la existencia de un proceso de estandarización terminológica, debido
a la traducción única al español de las Normas Internacionales de Información
Financiera (NIIF) es, ante todo, un homenaje a la prestigiosa revista Contaduría,
64Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
que ha paseado por toda la comunidad profesional y académica contable ibe-
roamericana el nombre de la Universidad de Antioquia durante estas cuatro
décadas, haciendo gala de una apertura a las nuevas ideas y tendencias admi-
rable. Esperamos que siga haciéndolo por mucho tiempo más.
La preocupación por la estandarización contable con otros países es, ante
todo, fruto del desarrollo económico. Llega un momento en que las empresas
del país importan, exportan e invierten en el extranjero, o reciben inversiones
de fuera, en la medida suficiente para interesarse por la lectura e interpretación
correcta de sus estados financieros. También viene desatada por la integración
económica regional y, cómo no, por la existencia de mercados de capitales
donde las empresas de otros países captan fondos y, por tanto, deben informar
utilizando criterios homogéneos e inteligibles por los inversores y sus asesores.
Las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), hoy Normas Internacio-
nales de Información Financiera (NIIF), comenzaron a emitirse en 1975 por el
Comité de Normas Internacionales de Contabilidad (International Accounting
Standards Committee, IASC, por sus siglas en inglés), que entonces era una or-
ganización dependiente de la profesión contable y formada por delegados de
ciertos países, preocupados por obtener una homogeneización mínima de la
información financiera.
Los países hispanohablantes, en general, comenzaron a tomar en serio la
existencia de las NIC, y a tomar las normas como base de su estandarización in-
terna, en la década de los años de 1990. Esa fue también la década del Consen-
so de Washington, tan beneficioso para la apertura de inversiones extranjeras
en los países latinoamericanos. De la misma década, en concreto del año 1995,
fueron los acuerdos del IASC con la International Organization of Securities
Comisions (IOSCO, por sus siglas en inglés), que aceleraron la terminación del
proyecto de emisión de un conjunto completo de 30 normas en el año 2000,
incluyendo el espinoso tema de los instrumentos financieros (NIC 39 Instrumen-
tos Financieros: Reconocimiento y Medición). Estas normas fueron respaldadas
como conjunto mínimo de información que los emisores foráneos debían ofre-
cer en las bolsas en las que fueran admitidos (IOSCO, 2000).
El respaldo de la IOSCO no solo fue beneficioso para que ciertas bolsas de
valores aceptaran estados financieros de acuerdo con las NIC para las empresas
cotizadas extranjeras, sino que fue el preludio de la transformación del propio
IASC en 2001, que se profesionalizó para convertirse en un comité de expertos
independientes relacionados con la elaboración, verificación y uso de la infor-
mación financiera, sin dependencias ni de las organizaciones que agrupan a la
profesión contable ni de los gobiernos de los países interesados en la adopción
de las normas.
Quizá haya quien piense que los países —y la profesión contable de cada
país en particular— han perdido mucho con la aceptación de unas normas forá-
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neas para presentar la información financiera, pero si las transacciones y demás
sucesos económicos son los mismos en todo el mundo, no parece descabellado
que se registren y se informe de ellos de la misma forma. Sobre el equilibrio en-
tre la soberanía perdida y la homogeneidad ganada, se ha impuesto la visión de
que la información contable debe ser la misma en cualquier país, para conseguir
que la situación y la actividad de las entidades sea comprensible por todos los
que la necesitan, no importa qué procedencia tengan.
El anuncio de la adopción, en los estados financieros consolidados de los
grupos cotizados, de las NIC —cuya denominación cambió a NIIF— por la Co-
misión Europea en 2003, con vigencia a partir del ejercicio 2005, para conse-
guir unas normas comunes a sus países miembros sin tener que elaborarlas ni
adoptar los principios contables generalmente aceptados (PCGA) de los Estados
Unidos, vino a mostrar el camino a los países que todavía dudaban en aprobar
su adopción.
Pero, sobre todo, vino a consolidar el prestigio del cuerpo normativo emiti-
do por el organismo —ahora convertido en IASB, cambiando la C de Committee
por la B de Board, y convirtiéndose en un órgano formado por técnicos, que no
representan intereses de los países ni de los profesionales— como referencia
obligada para el establecimiento de estándares contables en todos los países
preocupados por la calidad y comparabilidad de la información de las empresas
(véase el proceso de transformación del IASC en IASB en Zeff, 2012).
La emisión de la NIIF para PYMES, en 2009, fue la reacción del IASB a las pre-
siones de los países y las empresas por contar con una versión manejable de las
NIIF, que pudiera utilizarse por las empresas más pequeñas —así como por las
microentidades— pero también fue una baza decisiva para que los países menos
desarrollados tuvieran unas normas universales, con las que hacer más fáciles sus
relaciones con los gobiernos nacionales y los inversores internacionales.
Los organismos intergubernamentales como Banco Mundial o el Fondo
Monetario Internacional han sido los máximos valedores de la racionalización
que suponía, para los países y los sistemas financieros en los que desarrollaban
programas de ayuda, contar con unas normas de información contable compara-
bles internacionalmente. Por esta razón han recomendado o, en algunos casos,
pactado su adopción. Pero no solo de las normas de contabilidad empresarial,
sino también de sus derivadas, las normas de contabilidad del sector público,
un común denominador que puede hacer más transparente y útil la información
financiera de los gobiernos.
II. Los idiomas de las NIIF: el caso del español
Una vez que las NIIF estaban emitidas, y representaban una alternativa a las
normas contables locales, lo lógico era iniciar un proceso de traducción a los
idiomas distintos del inglés. Esta preocupación comenzó a sentirse con más
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Gonzalo, J.
fuerza en los años de 1990, en el periodo de aceptación de las NIIF para que
las empresas extranjeras cotizadas, y también las locales, pudiesen presentar su
información financiera con reglas aceptadas por la IOSCO y, también, interna-
cionalmente.
Fue el propio IASC el que tomó la iniciativa de traducir sus normas a las
lenguas más utilizadas, entre las que estaban las de origen europeo extendidas
ampliamente por todo el mundo, en especial el francés, el portugués y el espa-
ñol. Para ello, estableció un procedimiento —que todavía continúa hoy en la
Fundación IFRS (IFRS Foundation, en inglés)—, basado en la interacción cons-
tante de tres agentes: el traductor, el coordinador de la traducción y los comités
de revisión.
En un documento de política general sobre traducción y reproducción de los
textos, la IFRS Foundation (2020) explica su forma de actuar, como se explica a
continuación, y destaca que el propósito de la traducción no es ni la interpre-
tación ni la explicación de las normas. Además, en el documento se afirma que
solo habrá una traducción para cada idioma, resaltando que la versión autoriza-
da de cada norma es la emitida originalmente en inglés. Como se verá posterior-
mente, esto no quiere decir que no coexistan otras traducciones.
El traductor es un profesional con amplia experiencia en la traducción de
textos financieros, que se sirve de un potente programa de traducción asistida
por computadora para obtener los textos traducidos. El coordinador, por su
parte, actúa como enlace entre la Fundación IFRS y el Comité de Revisión de
las traducciones, ocupándose de que llegue a consensos en la utilización de los
términos y validando la forma final de la traducción.
Actualmente, el coordinador —en realidad son dos coordinadores: Lourdes
Torres y Vicente Pina— y el equipo de traducción —nueve personas— radican
en Zaragoza, España. Este equipo traduce también otros instrumentos conta-
bles importantes como las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector
Público, NICSP —IPSAS, por sus siglas en inglés, que elabora el International
Public Sector Accounting Standards Board (IPSASB)— en la Federación Interna-
cional de Contadores (IFAC, 2018).
Los comités de revisión están formados por expertos contables, procedentes
de los diferentes países donde se utiliza el idioma en cuestión, que colaboran
de forma voluntaria y desinteresada en dos cometidos: el primero, elegir la tra-
ducción de las palabras clave de cada una de las normas o interpretaciones emi-
tidas, y el segundo revisar las traducciones, una vez hechas, para asegurar que
son comprensibles en todos los países donde se utilice el idioma en cuestión.
El proceso de selección de los profesionales contables que componen el co-
mité de revisión de la traducción al español no es uniforme, aunque lo habitual
es que sean profesionales de la contabilidad o auditores con amplia experiencia,
y —además— que sean propuestos por colegios profesionales o bien institu-
67Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
ciones del sector público interesadas en la información contable. Los nombres
de los que actúan cada año se hacen públicos, y se pueden consultar al prin-
cipio del denominado Volumen A, de los tres que componen la publicación de
las NIIF, donde se recoge el texto normativo u obligatorio; en el Volumen B se
recogen materiales complementarios, como ejemplos ilustrativos o guías de im-
plementación; y en el Volumen C los jugosos fundamentos de las conclusiones,
que explican las decisiones tomadas.
El número de miembros del comité de revisión de la traducción al español
suele estar compuesto entre 9 y 12 personas. Es habitual que los países más
grandes en población como Argentina, México, Colombia o España tengan
siempre un representante. La presencia de los demás países es discontinua y, en
los comienzos, hubo también un representante de los Estados Unidos. La par-
ticipación no es remunerada. En cuanto al origen profesional de los miembros,
suelen ser profesionales contables y auditores, y en menor medida profesores
universitarios. Si bien, a menudo, son profesionales que también desempeñan
tareas docentes. Además, se les exige un compromiso con la misión de interés
público de la Fundación IFRS, que consiste en establecer un único conjunto de
normas de información financiera de alta calidad, que puedan contribuir a la
comparabilidad y transparencia mundial.
En este punto cabe decir que, aunque el procedimiento seguido por la
Fundación IFRS es el mismo, la reacción de los países con el mismo idioma no
ha sido igual, especialmente en el contexto europeo. En el caso del español,
al igual que en el francés, el portugués y otros idiomas utilizados en Europa,
la Comisión de la Unión Europea está obligada a publicar en todos los idiomas
oficiales las NIIF, y la Fundación IFRS no fue seleccionada para hacer las traduc-
ciones que se publican oficialmente por la Comisión Europea, por lo que se da
la paradoja de que las traducciones aparecidas en el Diario Oficial de la Unión
Europea (DOUE) pueden ser diferentes de las oficialmente publicadas y difundi-
das por la Fundación IFRS.
En el caso del español, son los servicios técnicos de traducción de la Comi-
sión de la Unión Europea los encargados de hacer las traducciones, una vez las
NIIF se convalidan y entran en aplicación. No obstante, las dos traducciones se
parecen bastante, y no es muy descabellada la hipótesis de que la traducción de
la Fundación IFRS, que se suele producir con varios meses de antelación, tenga
una cierta influencia sobre la publicada posteriormente en el DOUE. Este mismo
caso es aplicable al francés y al portugués, donde coexisten dos traducciones de
las NIIF, la hecha por la Unión Europea y la hecha por algún otro país que utiliza
estas lenguas —por ejemplo, Brasil para el portugués y Canadá para el francés—.
En el caso del español, la Fundación IFRS no solo traduce los textos normati-
vos, sino también, como se ha dicho, los materiales complementarios y los fun-
damentos de las conclusiones, lo que supone un rico acervo documental para el
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Gonzalo, J.
estudio y la discusión de las NIIF. Además, se traducen los proyectos de Norma,
para que los hispanohablantes interesados puedan leerlos y participar en el pro-
ceso de comentarios. Debe tenerse en cuenta que el Consejo —el IASB— debe
considerar todos los comentarios recibidos y, a través de los fundamentos de las
conclusiones, dar cuenta de si los ha incorporado o rechazado, incluyendo las
razones de hacerlo.
La Fundación IFRS también concede licencia de traducción sobre algunos
idiomas, cuyos textos no aprueba ni edita, porque no se han sometido al proce-
so de control técnico ya descrito. En tal caso, la institución que solicita hacer la
traducción es la responsable del resultado. Esta es la razón por la cual pueden
existir varias traducciones de las NIIF a un idioma, aunque una sola es la respal-
dada por la Fundación IFRS.
A la fecha de publicación de este artículo, las traducciones oficiales de las
NIIF que se ofrecen y se mantienen actualizadas por parte de la Fundación IFRS,
son: albanés, árabe, francés (Canadá), español, georgiano, japonés, kazajo, por-
tugués (Brasil), ucraniano y uzbeco.
Con independencia de lo anterior, hay traducciones actualizadas de la NIIF
para PYMES a los idiomas armenio, bosnio, español, georgiano, japonés, kazajo,
mongol, portugués, rumano, serbio y ucraniano.
A pesar de que las traducciones han sido aprobadas por la Fundación IRFS,
en caso de discrepancia prevalece el texto original inglés.
III. Problemas encontrados en el uso de traducciones contables
Al tener traducciones, tanto las propias como las licenciadas, a la práctica
totalidad de los idiomas de uso comercial en el mundo, los problemas que se
plantean en las traducciones de las NIIF han sido objeto de investigación a lo
largo de las últimas décadas. El campo de investigación de las traducciones con-
tables es, en las últimas décadas, una línea de investigación muy valorada tanto
en las revistas como en los congresos académicos (Evans y Kamla, 2018). Es in-
teresante resaltar los principales problemas de las traducciones, los resultados
conseguidos y su posible aplicación a la traducción al español de las NIIF.
Como primera reflexión válida, para entender los problemas de orden social
que plantea la traducción, puede consultarse el trabajo de Ketunnen (2016), que
generaliza sus conclusiones sobre la traducción finlandesa a las demás lenguas
de la Unión Europea, y pone de manifiesto la naturaleza de constructo y nego-
ciación que tiene la traducción de las NIIF a otras lenguas diferentes del inglés.
No obstante, la traducción es totalmente necesaria, aunque tiene costes más
allá de los económicos, puesto que las equivalencias no se pueden conseguir
con la fidelidad deseable. Además, no siempre se puede separar un concepto
abstracto —un término o un procedimiento de cálculo— de los usos sociales,
económicos y profesionales que se le dan en cada contexto. Puesto que no
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siempre los países tienen prácticas contables consolidadas sobre las transaccio-
nes y hechos que se abordan en las NIIF, hay ocasiones en que la traducción
tiene naturaleza de primicia e, incluso, condiciona la propia comprensión de las
transacciones abordadas cuando luego se presentan.
En general, los autores académicos más críticos (por ejemplo, Laaksonen,
2021) ven en la traducción del inglés de las NIIF un símbolo de la dominación de
un idioma —y, por ende, de los países donde se usa— sobre los demás, menos
potentes a la hora de imponer sus propias soluciones. Este hecho de la preemi-
nencia de un idioma, en cada periodo histórico y en cada territorio, no es nada
desconocido en el panorama científico: los hablantes del idioma dominante
tratan de imponer su propia visión del mundo, que comporta una ideología y un
modo de entender las relaciones económicas y sociales.
Este sesgo ideológico no está oculto en las NIIF, que se fundamentan en la
existencia de una economía de mercado, donde la propiedad privada de los
medios de producción y la libertad comercial necesitan de la existencia de
mercados financieros, para fijar los precios y las cantidades de capitales que se
invierten.
Las decisiones sobre precios y distribución de los capitales en esos merca-
dos, así como el ejercicio del control sobre los gerentes de las empresas, ne-
cesitan de estados financieros elaborados de una determinada manera, para
evaluar la solvencia y la rentabilidad de las empresas. De hecho, las NIIF están
pensadas para los usuarios de la comunidad financiera (inversores, presentes o
potenciales, y acreedores), quedando los demás usuarios en un segundo plano,
ni desmentido ni potenciado por quienes las redactan y aprueban.
De otro lado, los autores ven en la traducción de las NIIF una ocasión de
cambiar su significado, para adaptarlo más a los usos y la tradición local, lo que
es fácil en países que se identifican con un idioma, pero que puede resultar más
difícilmente aplicable al caso del español, ya que no es patrimonio exclusivo de
alguno de los países donde se habla. Este comportamiento no solo se da en los
países, sino también en los estados financieros emitidos por las empresas, que
pueden no decir lo mismo en la versión local que en la inglesa (Gürel y Simga-
Mugan, 2019).
La traducción a los diferentes idiomas es un comodín que se puede utilizar
para hacer normas contables a medida. Esta posibilidad, a veces encontrada en
las simples traducciones de las normas, es más utilizada cuando se elaboran
estándares locales basados en las NIIF, ya que se aprovecha la “traducción” para
reelaborar esquemas y conceptos, para quitar opciones y para exigir formas de
presentación e información a revelar que no corresponden a las NIIF inspirado-
ras. No es extraño encontrar declaraciones de los responsables de la normativa
contable de países que, haciendo esto, dicen que en sus jurisdicciones se apli-
can las NIIF, aunque esto no sea del todo cierto.
70Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
En España, por ejemplo, el Banco de España ha emitido varias circulares
contables basadas en la normativa internacional, para uso de los estados finan-
cieros individuales de las entidades de crédito, y afirma que quien cumpla las
disposiciones de la circular cumple también las NIIF, lo que puede ser un caso
de interferencia en la información financiera bancaria (Giner y Mora, 2021; Ucie-
da y Gonzalo-Angulo, 2019).
Como el caso no es aislado, Zeff y Nobes (2010) se preguntan si estas prác-
ticas de convergencia, condicionada por opciones forzadas por los emisores de
normas, permiten afirmar que se han adoptado las NIIF —véase también Nobes
y Zeff (2016)—. No obstante, una entidad solo puede afirmar que cumple las
NIIF si cumple todos los requerimientos de estas en la fecha de la emisión de
sus estados financieros.
Huerta et al., (2013) llevaron a cabo un experimento de traducción con frases
muy representativas de cinco diferentes NIIF. Los profesionales mexicanos que
participaron traducían de forma más uniforme las frases contables específicas
que las frases genéricas, en las que había más variación. Probablemente si su
origen hubiera sido de diferentes países o áreas, las variaciones en frases espe-
cíficas también hubieran sido significativas.
Con estas limitaciones, la traducción —al español y a los demás idiomas—
ha sido una palanca del cambio y la modernización contable en los países donde
se ha tomado estos textos, ya para adoptarlos sin cambios, ya para servir de
base al desarrollo de la normativa local. En el caso particular del español, la
traducción única ha constituido un modelo para la evolución de la terminología
contable, la medición de transacciones y sucesos económicos y la información a
revelar en las empresas de negocios.
Por lo que se refiere a la terminología en español, la política de traducción
de la Fundación IFRS garantiza la participación de los interesados, y esa colabo-
ración ha dado como resultado una difusión de términos que, tras una treintena
de años, han sido conocidos y, en su práctica totalidad, aceptados por los emi-
sores locales de normas contables, las empresas, los profesionales contables y
los docentes de la totalidad de los países hispanohablantes.
El ejemplo de la influencia de la traducción española de las NIIF es conocido
en la Fundación IFRS, y muy a menudo se pone como ejemplo de adaptación a
seguir por otras lenguas.
A continuación, se van a tratar aspectos más técnicos de la aceptación de las
NIIF en países de la comunidad hispanohablante, así como los problemas que
han surgido —y que se han solucionado— con la traducción, que ha sido un
ejercicio de compromiso e implicación entre participantes de diferentes países,
con la voluntad de llegar a acuerdos que hicieran las normas inteligibles en to-
dos los ámbitos, utilizando un lenguaje común.
71Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
IV. Las formas de aceptación de las NIIF
Desde el comienzo de la emisión de las NIC, el IASC ofreció los textos que
producía a los responsables de la información contable empresarial de los dife-
rentes países para que las utilizaran, aunque no fijó una sola manera de hacer
esta utilización. Aunque esta clasificación no sigue la ya clásica de Zeff y Nobes
(2010), se hablará de tres modalidades de adopción de la normativa internacio-
nal por parte de los países de habla hispana:
A) Aceptación de las normas para su aplicación obligatoria o voluntaria (ya sea
según se van emitiendo o después de un proceso de convalidación previo),
B) Opción de utilizarlas para las empresas, junto con los estándares locales,
C) Emisión de nuevas normas, basadas en las NIIF, que van sustituyendo poco
a poco a las antiguas normas en vigor. En este caso la adopción trata de
guardar un equilibrio con las prácticas tradicionales, o bien excluir opcio-
nes que presentan las NIIF y que pueden perjudicar la comparabilidad.
En ocasiones, estas alternativas se combinan, dependiendo del tipo de en-
tidad. Por ejemplo, se obliga o permite usar las NIIF para la información finan-
ciera de las compañías cotizadas, pero para las PYMES se desarrollan normas
contables locales ad hoc, basadas en las normas internacionales.
A partir de información que se puede obtener en la web de la Fundación
IFRS1
, y algunos otros documentos, se ha confeccionado la Tabla A1 del anexo,
donde se resume el estado de adopción de las NIIF en 20 países hispanohablan-
tes. La práctica totalidad de ellos, salvo España y Guinea Ecuatorial, están en
el continente americano. También pueden verse resúmenes más amplios de la
utilización de las NIIF por países en Pacter (2017) y en KPMG (2015).
De estos países, solo uno (Cuba) se ha negado por el momento a introducir
las NIIF en su normativa. Casi todos exigen o permiten que las entidades coti-
zadas presenten su información financiera utilizando NIIF, o bien hay planes de
adopción completa o, en su caso, es una práctica generalizada entre las empre-
sas, que no se ha llegado a hacer obligatoria todavía.
En el caso especial del sector financiero (bancos, entidades de seguro y fon-
dos de pensiones), la práctica de algunos países consiste en combinar las NIIF
con otras normas propias, basadas en los principios de supervisión prudencial.
Las entidades no pueden decir, entonces, que cumplen con las NIIF de modo
pleno, aunque las autoridades financieras puedan mantener así un control más
estrecho de las entidades del sector financiero. En el documento de KPMG
(2015) se pasa revista a las normas aplicables por países latinoamericanos a los
estados de las instituciones bancarias, poniendo de manifiesto las reticencias a
la aceptación de las NIIF, sin cambios adicionales, en este sector.
1 www.ifrs.org
72Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
Este problema puede solucionarse con una mayor dosis de información,
que permita comprender las partes de las normas internacionales que han sido
sustituidas por otras locales, o las opciones que no se permiten en el país. No
obstante, no se puede afirmar que se cumplen las NIIF si hay interferencias o
limitaciones en su aplicación, aunque se utilice —como es habitual— la teoría
del mayor “interés público” (Giner y Mora, 2018).
Por lo que se refiere a entidades no cotizadas, la práctica sobre la NIIF
para PYMES es algo más variada, ya que algunos países la han hecho obligato-
ria 2 , otros permiten su utilización 3 y otros —en fin— prohíben hacer uso de
la norma porque han desarrollado estándares propios a partir de las NIIF para
entidades no cotizadas (como es el caso de España). No es raro encontrar países
donde se deja optar a las entidades no cotizadas (las PYME) entre utilizar la NIIF
para PYMES o las NIIF completas 4 , lo que permite que las subsidiarias de multi-
nacionales puedan reportar con las mismas pautas que sus matrices extranjeras.
Por último, en el continente americano son muy importantes las inversiones
extranjeras, especialmente las que vienen de los Estados Unidos. Por esa causa,
en algunos países se permite utilizar, en las empresas cotizadas, tanto las NIIF
como los PCGA estadounidenses en el caso de las empresas extranjeras 5 .
Seguidamente, se van a exponer algunos de los puntos más relevantes de la
traducción de las NIIF al español, para lo cual puede ser útil distinguir áreas de
influencia en las prácticas de información financiera. Se terminará este artículo
con un examen de las fuerzas que han propiciado el uso de este lenguaje co-
mún, así como las que pueden contribuir a que la convergencia se vea mermada.
V. Las áreas de influencia contable
Casi tres décadas de utilización extensiva del lenguaje de las NIIF, traducido
al español, han hecho mella en las expresiones contables cotidianas de todos los
países. La experiencia de quien escribe este artículo es que, antes de los años de
1990 del siglo XX, los lenguajes de la veintena de países hispanohablantes habían
evolucionado durante siglos de manera autónoma, y la comprensión mutua no era
fácil en algunos casos. Afortunadamente, hoy no es así, y en buena parte esto se
debe a la difusión de la traducción oficial de las NIIF por parte de la Fundación
IFRS, que se actualiza constantemente y, al menos en el texto básico de las nor-
mas, está disponible gratuitamente en la web del órgano emisor.
A efectos de interpretar la evolución del lenguaje contable en español, cabe
distinguir, como mínimo, cuatro áreas de influencia, como son las siguientes:
2 Uruguay, Venezuela, República Dominicana, entre otros.
3 Como es el caso de Argentina, México, Perú, etcétera.
4 Por ejemplo, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y otros.
5 Son los casos de México o Panamá.
73Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
• La que llamaremos “mexicana”, que se extiende también por Centro Améri-
ca, con un desarrollo propio muy importante, pero de fuerte inspiración es-
tadounidense, por la penetración empresarial y permeabilidad profesional
entre esos países y los Estados Unidos.
• La que llamaremos “austral”, que se extiende por los países del Cono Sur
americano, cuyo exponente principal es Argentina, que por su situación
económica en las décadas centrales del siglo XX desarrolló una profesión
de alto nivel, y una normalización propia que incluía un sistema de inte-
rrelación conceptual y de información contable muy desarrollado, hasta el
punto de determinar algunas normas internacionales, como la NIC 29, apli-
cable a economías hiperinflacionarias. Los países vecinos (Chile, Uruguay,
Paraguay y, en menor medida, Bolivia) gozaron de una evolución parecida,
siempre basada en una profesión muy cualificada, con amplio reconoci-
miento social.
• El área “europea”, de inspiración francesa, que no solo comprende Espa-
ña, sino también algún otro país que adoptó, al contrario que el resto de
Iberoamérica, una normalización contable de tipo público, basada en la
promulgación de planes de cuentas oficiales, como es el caso de Perú. La
utilización de planes de cuentas, que son modelos cerrados de representa-
ción de la circulación económica y financiera en las empresas, tiene la ven-
taja de que hace uniforme el lenguaje y las prácticas contables a través de
un solo cuerpo normativo, pero el inconveniente de que sus posibilidades
de evolución son limitadas, porque cualquier cambio relevante puede afec-
tar a muchas partes del plan, y quienes los promulgan suelen esperar a que
haya muchos para promulgar un plan diferente. En España, por ejemplo, las
modificaciones importantes suelen tardar entre una y dos décadas.
• El área “mixta”, formada por algunos grandes países de Sudamérica, como
Colombia, Venezuela o Ecuador, que tienen influencias cruzadas de los
modelos mexicano y austral, pero con rasgos propios en cada uno de ellos,
además de un desarrollo profesional genuino. Aunque se considerará un
área de influencia, estos países no comparten las formas de adopción de
las NIIF.
Para entender la tradición contable de los países hispanohablantes, hay que
tener en cuenta no solo su propia historia y su integración en áreas regionales,
sino también su relación con los principios contables generalmente aceptados
(PCGA) en los Estados Unidos, que en mayor o menor medida han influido en la
regulación local y en el desarrollo de la información financiera de las empresas
de cada uno de ellos.
La penetración de las multinacionales estadounidenses, que ha sido notable
después de la Segunda Guerra Mundial, así como la influencia de sus normas
contables, que se han difundido en los ambientes profesionales, y de los libros
74Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
de texto, traducidos por editoriales prestigiosas en todo el continente, han
puesto al alcance de los profesionales los desarrollos contables del país que se
ha tomado como referencia del desarrollo económico de todo el continente.
Como se puede ver en el la Tabla A1 del anexo, todavía hay ciertos países,
como México y algunos de Centroamérica, donde pueden utilizarse los PCGA
estadounidenses por parte de las empresas cotizadas extranjeras, como alterna-
tiva a las NIIF.
A continuación, se describen algunas de las decisiones más relevantes to-
madas en la traducción de términos de las NIIF, tanto en la anterior época del
IASC, como en la actual de la Fundación IFRS, ahora, para que se pueda juzgar
la racionalidad de la tarea llevada a cabo. Se comenzará con los acuerdos, pero
también se relatarán los casos de desacuerdo y los términos que, de facto, tie-
nen varias traducciones para que puedan ser entendidos mejor.
VI. Los acuerdos importantes
Como se ha descrito anteriormente, los términos clave de cada norma son
objeto de consideración por el comité de revisión, y se acuerda —en ocasiones
por consenso y en otras por mayoría de votos— qué equivalencia se va a utilizar
por el traductor en el texto en español. Esa decisión se mantiene para el resto
de las normas, aunque, excepcionalmente, si el comité así lo decide, se puede
cambiar con efectos retroactivos.
Un primer acuerdo fue utilizar las expresiones “Normas Internacionales de
Contabilidad (NIC)”, para las emitidas por el IASC hasta 2001 y “Normas Inter-
nacionales de Información Financiera (NIIF)” para las emitidas por el IASB desde
2003. Esta traducción, que quizá estuvo influida por la denominación francesa
(Normes internationales d’information financière) ha sido discutida, porque el
término “Standards” podría haberse traducido por “Estándares”, que no es equi-
valente a normas. Samuel Mantilla (2013), más partidario de utilizar el término
“estándares”, utiliza ambas en el título de su conocido manual. También es pre-
ciso señalar que la denominación abreviada de las normas suele hacerse, en el
lenguaje coloquial, tanto en español (NIIF) como en inglés (IFRS), aunque en las
traducciones solo figure el acrónimo español.
Pérez y García-Fronti (2001), partícipes del primer grupo de traductores de
las NIC al español para el IASC, describen los trabajos iniciales de traducción de
términos, así como las razones por las que se tomaron muchas de las decisiones
de traducción que todavía hoy se mantienen, a partir de las propuestas del pri-
mer comité de revisión.
Como ejemplos de las discusiones más importantes que se presentaron pue-
den citarse las traducciones de términos de reciente uso como fair value (valor
razonable) o impairment (deterioro del valor). Por otra parte, también es intere-
sante hacer una mención a ciertos conceptos tradicionales con denominaciones
75Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
diferentes según los países, como profit (ganancia) y goodwill (plusvalía), por lo
complicado que fue llegar a un acuerdo. Los problemas con estos mismos tér-
minos no se han planteado solo en el español, sino también en otros idiomas,
como puede verse para el francés en el trabajo de Gèlard (2005), que los conocía
bien dada su condición de miembro del IASB en esa fecha.
VI.1. Términos modernos
En el caso de la expresión valor razonable, procedente de la expresión tra-
dicional inglesa fair market value, que se comenzó a generalizar a comienzos de
los años de 1990 en las normas contables, los miembros del comité de revi-
sión estaban divididos en un principio entre “valor razonable” y “valor justo”.
Fue la primera opción la que se impuso, no solo porque muchos países ya la
utilizaban y figuraba en los diccionarios más prestigiosos (como el de Kohler,
1981), sino porque la etimología de la expresión inglesa no parecía tener mu-
cha relación con la justicia (la traducción literal sería “valor de mercado en la
feria”), sino con la existencia de un precio aceptado comúnmente entre los
participantes en el mercado, puesto que les parece adecuado o razonable. Un
tratamiento algo más amplio de las razones de esta traducción puede verse en
Gonzalo-Angulo (2007; 2009).
El segundo término moderno a cuya traducción se enfrentó el comité fue de-
terioro del valor de los activos, equivalente al inglés como impairment of assets.
Es cierto que la reducción de valor de los activos es un fenómeno muy conocido
y tratado en contabilidad, pero la aparición de la NIC 36 ‘Deterioro del Valor
de los Activos’, hizo que se tuviera que buscar una denominación común para
la pérdida de valor de activos corrientes y no corrientes. Se encontró en la ver-
sión española de una recopilación clásica de principios contables generalmente
aceptados en los Estados Unidos (Miller, 1985), cuyo traductor era Óscar Holz-
mann, a la sazón uno de los miembros del comité de revisión. Desde entonces,
el término se ha impuesto en muchos países de habla hispana, aunque se tiende
a simplificar la expresión como deterioro —que, literalmente, es un proceso de
degradación física—, cuando la idea original era utilizar la expresión “deterioro
del valor”, para darle un énfasis en la pérdida de valor económico, cualquiera
que fuese la causa.
Desgraciadamente, en la terminología bancaria se sigue utilizando la deno-
minación provisión (provision en inglés) para designar al deterioro de valor de
los créditos, lo que choca frontalmente con las prácticas contables actuales, en
las que una provisión es un pasivo con incertidumbre acerca de su cuantía o
vencimiento (párrafo 10 de la NIC 37 ‘Provisiones, Pasivos Contingentes y Acti-
vos Contingentes’). Esta confusión viene apoyada, incluso, por el lenguaje de las
normas de supervisión prudencial (véase solo como ejemplo el errático título
del documento del Basel Committee on Banking Supervision, 2016, que habla
76Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
del “tratamiento regulatorio de las provisiones contables”, cuando quiere hablar
del deterioro crediticio y su consideración a los exclusivos efectos de la regula-
ción bancaria).
Merece la pena señalar que la dificultad de las equivalencias de impairment
en diversos idiomas fue estudiada por Nobes y Stadler (2018), los cuales emplea-
ron un curioso método consistente en ver las traducciones al inglés de informes
financieros, originalmente escritos en otros idiomas —lo que podríamos deno-
minar traducción inversa— y encontraron que en la práctica se empleaba, entre
2005 y 2013, una amplia variedad de palabras y expresiones que no reflejaban
la idea de la NIC 36 porque eran traducciones y frases aproximadas. Probable-
mente, la razón era la relativa novedad del término y, por otra parte, la falta de
conocimientos contables de los traductores al inglés de los estados financieros.
Así, en lugar de deterioro (impairment) usaban otras frases poco adecuadas como
provisión, pérdida de valor, depreciación, rebaja no programada, ajuste de valor
debido a deterioro y otras parecidas.
VI.II. Términos sinónimos
En este apartado de los acuerdos, merecen mención los que se refieren a un
mismo concepto que se expresa con términos diferentes que son sinónimos en
las diferentes áreas geográficas, para el que hay que elegir una palabra que pue-
da ser bien entendida en todas ellas. Se tratarán a continuación, como ejemplos
de ese fenómeno, las traducciones de profit y de goodwill.
El término inglés profit forma parte de varias expresiones que aparecen
en las NIIF, como accounting profit, profit and loss o taxable profit. Los usos en
español son variados, desde utilidad hasta beneficio, pasando por otras como
resultado positivo. En España, por ejemplo, se ha generalizado el término bene-
ficio a lo largo del siglo XX, aunque la palabra original, usada incluso en algunos
textos fiscales de las primeras décadas de ese siglo, fuera utilidad (o utilidades)
para designar el saldo acreedor de la cuenta de pérdidas y ganancias (o estado
de resultados). No obstante, en el lenguaje ordinario actual, llamar al resultado
positivo utilidad podría llevar a malentendidos en unos países, mientras que
utilizar beneficios podría causar problemas en otros. La opción del comité de
revisión fue hablar de ganancia (por tanto, ganancia contable o ganancia fiscal).
En el caso de profit and loss, la elección fue resultado contable. Es posible que
el uso no corresponda con el normalizado en alguno de los países, pero la elec-
ción garantizaba una perfecta comprensión en todos ellos.
En el caso del término plusvalía, que señala la diferencia entre el costo de
una combinación de negocio y el valor razonable neto de los activos y pasivos
adquiridos, el problema era la abundancia de expresiones utilizadas tradi-
cionalmente en las diferentes áreas geográficas (las más frecuentes, aunque
no las únicas, son crédito mercantil, valor llave o llave del negocio y fondo de
77Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
comercio). La solución que se consensuó fue usar un término tan descriptivo
como plusvalía, que también se encontró en la literatura técnica en español. En
un primer momento, se tradujo como “plusvalía comprada”, porque la rúbrica
se pone de manifiesto tras una transacción de combinación de negocio, pero
posteriormente se simplificó para ser simplemente “plusvalía”, a fin de que
designara con toda amplitud el concepto, como en inglés, y no solo la partida
contable que eventualmente la pudiera representar. En Gonzalo-Angulo y Zeff
(2019) se puede conocer más sobre la gestación de esta traducción, mientras
que en Nobes (2021) se puede ver una interesante discusión sobre las diferentes
acepciones que tiene el término en inglés y los problemas específicos que ha
dado su traducción a ocho idiomas de origen europeo.
VII. Las dos expresiones irreductibles
Aunque se han limado muchas diferencias, algunos términos y expresiones
siguen siendo patrimonio de los países y de las áreas geográficas, y son muy
difíciles de reconducir hacia una expresión única y uniforme, válida para todos
los entornos hispanohablantes.
Se tratan a continuación dos casos singulares y especialmente delicados,
como son la traducción de material information y de accrual basis, sobre los que
no se llegó a un acuerdo único, de manera que aparecen con una doble traduc-
ción simultánea en los volúmenes de las NIIF en español.
En cuanto al primero, el problema era designar la información cuya omisión,
inexactitud u obscurecimiento podría esperarse que influyera en las decisiones
de los usuarios. Como la idea es que esa información tiene importancia para el
usuario, dentro de cada estado financiero en particular, un circunloquio posible
consiste en hablar de información “con importancia relativa”. En inglés, esa infor-
mación se describe, seguramente por la influencia de la jerga de los auditores,
como material y la cualidad correspondiente se denomina materiality, si bien la
traducción literal (material o materialidad) no tiene ese significado, si atendemos
a las definiciones aceptadas en el Diccionario de la Academia de la Lengua.
Al no poder llegar a un acuerdo, el traductor propuso utilizar la expresión
“material o con importancia relativa”, de forma que se preservara tanto el uso
técnico como el significado exacto del término inglés. Esta elección dificulta, a
veces, la lectura de las NIIF, y quizá deba reconsiderarse, aunque el español no
es el único caso de esa doble traducción: en francés se ha dado el mismo caso,
ya que se ha traducido doblemente: importance relative (ou significativité).
La segunda expresión (accrual basis) designa el principio contable según el
cual la información financiera describe los efectos de las transacciones y otros
sucesos y circunstancias sobre los recursos económicos y los derechos de los
acreedores de la entidad que informa en los periodos en que estos efectos tie-
nen lugar, incluso si los cobros o pagos resultantes se producen en un periodo
78Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
diferente (IASB, Marco Conceptual, 2010, OB17). Esta descripción hace hincapié
en el momento del registro de los hechos, que debe ser cuando suceden y ori-
ginan o modifican activos o pasivos, y se opone a la base de caja (cash basis),
que es un criterio no permitido salvo en ciertas prácticas de contabilidad del
sector público.
Los usos en español están divididos, ya que el área de influencia mexicana
prefiere hablar de “base de acumulación”, mientras que el área de influencia ar-
gentina utiliza “base del devengamiento” y el área europea “base del devengo”
(estas dos denominaciones no se consideran diferentes). El problema es que uti-
lizar base de acumulación en ciertos países, o base del devengo en otros, puede
llevar a la falta de comprensión de la idea que se está exponiendo, así que se
consensuó utilizar ambos términos simultáneamente. Por esta razón, la tra-
ducción de las NIIF está salpicada de expresiones que utilizan el doble adjetivo
acumulado-devengado, como en el párrafo 70 de la NIC 1, Presentación de Esta-
dos Financieros, donde se puede leer “otros pasivos acumulados (devengados)”,
para que los usuarios escojan el término que mejor se adecúe a sus preferencias.
VIII. Fuerzas que juegan en contra y a favor de la homogeneidad
contable
Si por algo se caracteriza el idioma español, en las últimas décadas, es por
los intentos de acercamiento entre todos los países que lo utilizan. Entre los
hitos que han provocado este acercamiento está la loable actuación de las 24
Academias de la Lengua Española existentes en el mundo, desde Filipinas hasta
Israel, pasando por Guinea Ecuatorial e incluyendo a los Estados Unidos y a toda
la Iberoamérica hispanohablante.
Este movimiento ha dado como producto un Diccionario de la Lengua Espa-
ñola (DEL, aunque también se utilizan las antiguas siglas DRAE) que, desde la
23ª edición aparecida en 2014, ha sido elaborado por todas las academias de la
lengua española. Este esfuerzo gigante de aproximación no podía ser ignorado
en la traducción de las NIIF, de manera que los términos del Diccionario, así
como las recomendaciones del Diccionario panhispánico de dudas (DPD, elabo-
rado por la Real Academia Española, 2005) son una referencia obligada al buscar
las equivalencias adecuadas de los términos a traducir.
También debe destacarse el fuerte movimiento migratorio entre los países
latinoamericanos —algunas veces voluntario, pero en la mayoría de los casos
forzado— así como el constante flujo de inmigrantes de estos países hacia
países de acogida mayoritariamente como Argentina, México, España o los Es-
tados Unidos. Muchos de estos migrantes pertenecen a la profesión contable y
contribuyen a la estandarización del lenguaje de los estados financieros, expor-
tando ciertos usos e importando otros. Este intercambio hace que se conozcan
79Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
los términos y que su utilización se decante poco a poco, ayudando a forjar un
acervo de conceptos y palabras comunes.
En este artículo se defiende la hipótesis de que la existencia, desde hace
casi tres décadas, de una traducción oficial de las NIIF, hecha con un especial
cuidado por encontrar bases comunes de entendimiento, elaborada y difundida
hoy por la Fundación IFRS, es un factor de enorme potencial para lograr la con-
vergencia de una terminología técnica homogénea en los informes financieros
en español. A continuación, se examinan con detalle las fuerzas a en contra y a
favor del desarrollo de este lenguaje común.
VIII.1. Fuerzas en contra de la homogeneización contable
En los países donde se han impuesto las NIIF, el proceso no ha estado exento
de discusiones y luchas. La tradición histórica pesa demasiado en una profesión
como la contable, que descansa en una forma de hacer que se extiende por si-
glos, y que se legitima por el seguimiento férreo de las tradiciones.
Esta tendencia a conservar la singularidad y preservar la diversidad de los paí-
ses explica que en las antiguas NIC haya multitud de opciones, por ejemplo, el
modelo de revaluación de las propiedades, planta y equipo frente al modelo del
coste histórico (NIC 16 ‘Propiedades, Planta y Equipo’), o bien que se deje libertad
para elaborar los formatos de los estados financieros principales (NIC 1 ‘Presen-
tación de Estados Financieros’ y 7 ‘Estado de Flujos de Efectivo’). En las NIIF, así
como en las revisiones efectuadas en las antiguas NIC, se ha tendido a reducir el
número de opciones permitidas, que de todas formas son muy numerosas.
El resultado de estas posibilidades abiertas de opción de políticas contables
no podía ser otro que el reportado por Kvaal y Nobes (2010), que encuentran
en cada uno de los 16 países examinados una tendencia de los estados finan-
cieros bajo NIIF a conservar las prácticas contables preexistentes en el periodo
anterior a la vigencia de las normas internacionales, siempre que eso es posible.
Los motivos de la supervivencia de diferencias sistemáticas, entre los países que
aplican las NIIF, fue abordado por Nobes (2006) para la Unión Europea, justi-
ficando así la continuidad de un campo de investigación tan fecundo como la
contabilidad internacional.
Los beneficios de la adopción de las NIIF completas, para empresas grandes
o cotizadas, son mucho más aparentes que los que se derivan de la adopción
de la NIIF para PYMES. En este sentido, Macías y Quintero (2015) revisan los
estudios empíricos sobre los efectos de la implementación en países menos de-
sarrollados, entre los que se encuentran algunos latinoamericanos, detectando
en el proceso efectos para tener en cuenta como la priorización de las normas
fiscales sobre las contables, la necesidad de capacitación profesional o la resis-
tencia institucional. En su metaanálisis, estos autores no detectan que la adop-
ción haya tenido un efecto claro sobre los flujos de capital ni sobre la calidad de
80Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
la información. No obstante, la información financiera bajo NIIF — completas o
para PYMES— siempre será más comprensible para los usuarios internacionales
interesados que la información elaborada bajo normas locales.
Santos et al., (2016) hicieron un profundo estudio de 145 países emergen-
tes entre 2003 y 2014. Encontraron que los efectos de la adopción, en la fi-
nanciación de las empresas, son más claros en los países que aplican controles
para supervisar el cumplimiento de las normas en los informes financieros y
la protección de los inversores, lo que quiere decir que la jurisdicción que se
decida por las NIIF debe poner, adicionalmente, medios para que esta implan-
tación sea eficaz.
Por lo que se refiere a la dimensión lingüística, lo anterior viene a señalar
que los usos tradicionales (la terminología tradicional en los países), y los cru-
ces que puede haber con la terminología mercantil o fiscal, pueden perjudicar
la introducción de términos y transacciones nuevas, tal y como se describen
en las NIIF. Una posible defensa, en tales casos, es recurrir a las traducciones
propias, que utilizan palabras más conocidas. No obstante, la diferencias entre
los términos locales y los del español internacional no son tantas, probable-
mente algunas pocas decenas, con lo que el esfuerzo puede resultar muy poco
productivo. Esto sucedió en México, por ejemplo, en las últimas décadas del
siglo XX, que elaboró traducciones al español de las NIC, pero que después
discontinuó desde el momento en que las traducciones del IASC o la Fundación
IFRS estuvieron disponibles.
En otros países, como España, el problema de la doble traducción no está
resuelto todavía, porque siguen coexistiendo la realizada por los servicios de
traducción de la Comisión Europea (publicada en el DOUE) y la oficial de la
Fundación IFRS, y por razones institucionales va a continuar siendo así en el
futuro. Esta práctica no está justificada desde ningún punto de vista, ya que las
diferencias entre las traducciones son nimias, y solo sirven para justificar algu-
nos términos usuales en España en las últimas décadas (coste en lugar de costo;
tipo de interés en lugar de tasa de interés; puesta en equivalencia en lugar de
método de la participación, fondo de comercio en lugar de plusvalía, etcétera),
que bien pueden considerarse desviaciones de la práctica común en el resto de
los países hispanohablantes (localismos).
VIII.2. Fuerzas a favor del lenguaje común
Hay fuerzas potentes a favor de la comunicación utilizando un lenguaje co-
mún. Se tratarán, por este orden, la penetración de multinacionales, las prácti-
cas de auditoría, la fuerza de los usuarios y el importante empuje de la docencia
de las NIIF en los países hispanohablantes.
En el plano de la información financiera empresarial, la penetración de
empresas multinacionales de origen hispano (procedentes de México, España
81Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
o Argentina, por ejemplo) en los países que tienen abiertas sus puertas a las
inversiones extranjeras ha impuesto la necesidad de forzar un entendimiento
común. Si las matrices deben reportar bajo NIIF en sus países, las filiales deben
acostumbrarse a elaborar sus estados financieros utilizando normas internacio-
nales, de manera que la comunicación se ha visto facilitada recurriendo a las
NIIF como lenguaje común.
La segunda fuerza que favorece el respeto a un lenguaje común tiene que
ver con la intervención de los auditores, que deben pronunciarse sobre estados
financieros en español, elaborados bajo NIIF. La seguridad de que se utilizan
los términos que figuran en los textos de las normas aprobados por el IASB es
una importante motivación para que vigilen la terminología, evitando cualquier
equívoco. Esto puede llevar a limitar el alcance de sus afirmaciones, porque
en ocasiones el marco de información financiera de referencia no son las NIIF
completas, ni la NIIF para PYMES, sino alguna versión de NIIF autorizadas por
el órgano emisor de normas del país en cuestión. Por ejemplo, en la Unión Eu-
ropea se han recortado algunas normas, como la NIC 39 sobre instrumentos fi-
nancieros, y se permiten utilizar solo las normas convalidadas por la Comisión y
el Consejo Europeos, que pueden tener ciertas brechas de vigencia con las NIIF
originales, de manera que los auditores más escrupulosos suelen referirse a las
denominadas NIIF-UE como marco de referencia apropiado para la información
que verifican.
Los estudios sobre auditoría en entornos NIIF son bastante claros en sus
conclusiones. Por una parte, y sin que tenga que ver con el objeto del presente
documento, detectan un aumento de los honorarios de auditoría con respecto
a los precios de las auditorías bajo marcos contables anteriores, pero también
detectan un aumento en la calidad de los informes de auditoría, señalando que
la actuación del auditor puede jugar un importante papel en la manera que las
entidades cumplen con las NIIF (véase, por ejemplo, Khlif y Achek, 2016).
La tercera de las fuerzas que propician la homogeneización de la terminolo-
gía de las diferentes jurisdicciones es la fuerza que los usuarios internacionales
tengan a la hora de exigir el empleo de unas denominaciones y unos métodos co-
munes para la información financiera de las empresas que les sirven de referencia.
Aparte de los propietarios de las entidades o los futuros inversores, los
mayores usuarios de los estados financieros son las entidades de crédito, que
necesitan convalidar o revocar las decisiones sobre concesión de préstamos y,
para ello, evaluar continuamente el riesgo de cada cliente. La labor de los ana-
listas de riesgos, reforzando la necesidad de un lenguaje común, puede ser muy
productiva para el uso de las NIIF.
En esta misma línea están los organismos intergubernamentales o los órga-
nos rectores de las alianzas latinoamericanas (Mercosur, Comunidad Andina,
Sistema de Integración Centroamericana, Comunidad del Caribe), que si en un
82Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
principio pudieron pensar que unas pautas de información financiera propias
podían ayudar a la integración, ahora encuentran que las NIIF completas o la
NIIF para PYMES resuelven ese problema de una manera prácticamente gratuita,
evitando —además— los costos políticos que pudiera tener un organismo emi-
sor contable común.
Por último, aunque no sea el menos importante de todos, está el efecto de la
enseñanza de las NIIF en las universidades y las escuelas de negocios. Esta tarea
se practica desde las últimas décadas del siglo pasado, y las instituciones acadé-
micas se sienten orgullosas de ofrecer cursos y seminarios para que los futuros
egresados en ciencias económicas, en administración de empresas o en conta-
duría pública tengan a las normas internacionales como una base imprescindible
del conocimiento. No obstante, Calle García et al., (2019) ponen de manifiesto
las dificultades que tiene la enseñanza de las NIIF, comparada con la enseñanza
tradicional basada en el cumplimiento de las normas contables, ya que en el caso
de las normas internacionales hay que comunicar bien los objetivos de la infor-
mación que se pretende conseguir, porque de otro modo podrían no entenderse
las soluciones propuestas en cada norma (Gonzalo-Angulo y Garvey, 2007).
Como exponente claro de esta dificultad puede considerarse el concepto de
valor razonable, que exige del contador y del auditor tomar decisiones sobre
qué proceso de medición seguir en cada rubro concreto, pensando en la utilidad
que aportará a los usuarios de los estados financieros. El contador debe cumplir
una norma basada en principios, cuando lo más cómodo es seguir una regla que
ponga claro lo que hay que hacer, sin establecer objetivos que la sobrepasen. Al
utilizar las NIIF no se puede recurrir a contabilizar transacciones no realizadas,
ideadas solo para cumplir las normas o para seguir la literalidad legal de los con-
tratos, ya que el objetivo de la representación fiel no se cumpliría.
Si la docencia se hace con los términos de la traducción española de las NIIF,
las palabras, los procedimientos, las formas de medir y la información a revelar
serán conocidas con las mismas palabras en todos los países, lo que contribuirá
al entendimiento.
IX. Conclusiones
En un trabajo, publicado en Contaduría Universidad de Antioquia, sobre
las posibilidades que tenían las NIIF de influir en la contabilidad mundial, Tua
(2000) vaticina con acierto su triunfo definitivo, que se puede constatar ya en la
tercera década del siglo XXI.
El profesor Tua no hace radicar el triunfo solamente en la calidad de las
normas, sino también en la labor activa que el IASC —hoy IASB o, también,
Fundación IFRS— desarrolla en el contexto de las instituciones nacionales y
supranacionales, para que sus soluciones se acepten como resultado de un
trabajo técnico, siguiendo procedimientos de participación, sin intromisión de
83Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
empresas o gobiernos que condicionen las soluciones adoptadas. La calidad
no solo tiene que ver con el contenido de las NIIF, sino con la estricta obser-
vancia de un procedimiento a seguir consensuado, inclusive en las labores de
traducción.
Así, pues, las NIIF se han impuesto por su seriedad y rigor, como en otro
orden de información económica se han podido imponer el sistema de cuentas
nacionales (elaborado por la Organización de las Naciones Unidas) o la balanza
de pagos (elaborada por el Fondo Monetario Internacional), pero la forma de
adopción de estas normas para elaboración de información financiera no ha
sido la misma en todos los países, ya que las soluciones adoptadas son muy di-
versas, y van desde el permiso para que las empresas cotizadas en bolsa utilicen
dichas normas, hasta la adopción forzosa de las NIIF completas o la NIIF para
PYMES por todas las empresas de la jurisdicción o país correspondiente.
Contar con una traducción única desde el inglés al español, patrocinada por
la propia Fundación IFRS puede ser, aparte de un recurso gratuito al alcance de
cualquier país, una manera de hacer más comparable la información financiera
empresarial entre los diferentes países hispanohablantes.
El proceso de traducción sigue unas pautas establecidas previamente, que
garantiza la participación de expertos en la selección de los términos y en su
aplicación dentro de las traducciones concretas, que se ponen a disposición de
todos los interesados gratuitamente (las normas escuetas, sin ejemplos ilustrati-
vos ni fundamentos de las conclusiones).
En este proceso, la casi totalidad de los términos utilizados han podido ser
volcados al español por consenso de los miembros del comité de revisión de las
traducciones, y en los pocos casos donde el acuerdo no ha sido posible, se han
utilizado dos traducciones para asegurar la comprensibilidad general.
La aceptación definitiva pasa no solo por la adopción de las NIIF por parte
de los países, completas para empresas cotizadas o grandes y la versión para
PYMES, sino también por la aceptación de una serie de términos nuevos que
sustituyen a muchos utilizados tradicionalmente, así como de los que vienen a
describir transacciones y sucesos de nueva aparición.
Esta aceptación, que debe ser hecha por la comunidad profesional y empre-
sarial, tiene sus dificultades porque en ocasiones choca con la normativa de los
impuestos o con las prácticas de supervisión prudencial del sector financiero.
No obstante, también tiene sus fortalezas. Las empresas que hacen inversiones
transfronterizas, los profesionales de la auditoría, los bancos al evaluar el riesgo
crediticio, los organismos intergubernamentales y, especialmente, la comunidad
de docentes que debe tener como objetivo prioritario la mejora del conocimien-
to, son también actores esenciales del proceso de aceptación de las NIIF.
84Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
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87Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
Anexo
Tabla A1. Adopción de las NIIF en los países hispanohablantes
PAÍS
(año de la
información)
NIIF COMPLETAS
NIIF PARA PYMES OBSERVACIONES
OBLIGATORIAS PERMITIDAS
Argentina
(2016)
Cotizadas
(salvo bancos y
aseguradoras).
Permitida, si lo
autorizan las
autoridades en cada
provincia.
Bolivia
(2016)
Para empresas
extranjeras
cotizadas.
Ha sido adoptada, pero
falta la aprobación
gubernamental para
su uso.
Se permite utilizar las NIIF
como complemento a las
normas locales. Existe un
plan de adopción completa.
Chile
(2016)
Obligatorias para todas las entidades, salvo los bancos.
Las no cotizadas utilizan la NIIF para PYMES.
Uso obligatorio de la
taxonomía XBRL.
Colombia
(2016)
Cotizadas,
empresas
supervisadas
por la
Contaduría
General de
la Nación y
filiales de
empresas que
usan NIIF.
Para empresas
extranjeras
cotizadas.
Obligatoria, salvo para
microentidades, que
las pueden adoptar
voluntariamente.
También son obligatorias
para empresas que exportan
la mayoría de sus ventas o
importan la mayoría de sus
compras. Hay un proceso
formal de adopción de cada
norma.
Costa Rica
(2017)
Obligatorias para todas las entidades, pero las PYMES
pueden usar la NIIF para PYMES.
La renta, a efectos
tributarios, también se mide
con NIIF.
Cuba (2022) Las NIIF están prohibidas.
Ecuador
(2016)
Obligatorias para todas las entidades, pero las PYMES
pueden optar por utilizar la NIIF para PYMES.
El Salvador
(2016)
Obligatorias para todas las entidades, pero las PYMES
pueden optar por usar la NIIF para PYMES.
Salvo bancos, aseguradoras
y planes de pensiones, que
utilizan normas locales y
publican las principales
diferencias con las NIIF.
España
(2022)
Cotizadas
(estados
financieros
consolidados).
Estados
consolidados de
no cotizadas.
No permitida. Existen
normas locales basadas
en las NIIF.
Los estados financieros
separados siguen normas
locales. Hay un proceso de
convalidación de las NIIF,
antes de su utilización
obligatoria, común a toda la
Unión Europea.
88Las NIIF y la terminología contable en español: ¿un proceso de convergencia?
Gonzalo, J.
PAÍS
(año de la
información)
NIIF COMPLETAS
NIIF PARA PYMES OBSERVACIONES
OBLIGATORIAS PERMITIDAS
Guatemala
(2016)
Obligatorias para todas las entidades según la normativa
profesional, que todavía no ha sido trasladada a la
legislación vigente. Las no cotizadas pueden también
optar por utilizar la NIIF para PYMES. Las cotizadas
extranjeras tienen permitido utilizar las NIIF.
El uso de NIIF está
generalizado, y las
autoridades fiscales
aceptan estados financieros
preparados bajo NIIF o NIIF
para PYMES.
Guinea
Ecuatorial
(2016)
Obligatorias para todas las
entidades que hacen emisiones
públicas de capital (en la
práctica, si tienen más de 100
propietarios).
No permitida. Las
empresas no cotizadas
pueden utilizar las NIIF
completas.
Se incluye este país
porque el español es uno
de sus idiomas oficiales,
aunque declaran utilizar
las traducciones francesa o
portuguesa de las NIIF.
Honduras
(2017)
Obligatorias para todas las entidades (no hay bolsas), pero
las PYMES pueden optar por utilizar la NIIF para PYMES.
Los bancos utilizan las NIIF
con modificaciones.
México
(2016)
Cotizadas
que no sean
bancos ni
aseguradoras.
Para cotizadas
extranjeras,
que también
pueden optar
por utilizar US
GAAP.
No está prohibida su
utilización. Existen
normas locales basadas
en las NIIF, que son las
más usadas.
Las NIIF se pueden aplicar en
ausencia de normativa local
sobre ciertas transacciones.
Nicaragua
(2016)
Cotizadas,
salvo bancos y
aseguradoras.
Permitida.
Cotizadas y no cotizadas
también pueden utilizar US
GAAP.
Panamá
(2016)
No cotizadas,
salvo PYMES Cotizadas
Permitida, pero
las PYMES pueden
también utilizar las
NIIF completas
Las cotizadas pueden utilizar
también opcionalmente
US GAAP. Los bancos
tienen normas contables
modificadas por motivo de
supervisión prudencial.
Paraguay
(2016)
Cotizadas
(pocas
empresas
escogen las
NIIF).
Permitida.
Hay un plan para adoptar
las NIIF en bancos, así como
normas locales basadas en
las NIIF para el resto de las
entidades.
Perú
(2016)
Cotizadas
que no sean
bancos,
aseguradoras
o fondos de
pensiones.
Permitida para las
PYMES más grandes.
Los estados financieros
separados de las cotizadas
se preparan también con
NIIF. Existe un proceso de
convalidación de las NIIF,
previo a su utilización. Las
compañías aplican ciertas
reglas legales o fiscales que
podrían no ser congruentes
con las NIIF.
89Contaduría U niversidad de Antioquia – No. 81. Medellín, julio-diciembre de 2022
PAÍS
(año de la
información)
NIIF COMPLETAS
NIIF PARA PYMES OBSERVACIONES
OBLIGATORIAS PERMITIDAS
República
Dominicana
(2016)
Cotizadas.
Obligatoria para
empresas grandes
y medianas, que
pueden también optar
por aplicar las NIIF
completas.
Uruguay
(2016) Cotizadas.
Obligatoria salvo
para microentidades,
pero las PYMES
pueden también optar
por aplicar las NIIF
completas (Norma de
2014).
Existen normas locales
complementarias
obligatorias, como por
ejemplo que las inversiones
se contabilizan por el
método de la participación
en los estados financieros
separados.
Venezuela
(2016)
Cotizadas,
bancos,
empresas
mineras, de
petróleo y gas.
Obligatoria (las
empresas mineras, de
petróleo y gas utilizan
las NIIF completas).
Se utilizan las NIIF de 2008
con modificaciones, como
por ejemplo la obligación
de ajustar por inflación los
estados financieros si la
tasa de inflación es igual o
superior al 10%.
Fuente: elaboración propia, a partir de IFRS (s.f.) y Packter (2017).