CRECIENDO
JUNTOS: EDUCACIÓN, DESARROLLO Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN EL DEPARTAMENTO DEL META (COLOMBIA)[1]
CRESCENDO JUNTOS: EDUCAÇÃO, DESENVOLVIMENTO
E TRANSFORMAÇÃO SOCIAL NO DEPARTAMENTO DO META (COLOMBIA)
GROWING TOGETHER: EDUCATION,
DEVELOPMENT And SOCIAL TRANSFORMATION IN THE DEPARTMENT OF META (COLOMBIA)
DOI:
10.17533/udea.efyd.v33n2a07
URL DOI:
http://dx.doi.org/10.17533/udea.efyd.v33n2a07
Claudia Maritza Guzmán Ariza
Doctoranda en Estudios Sociales de América
Latina Universidad Nacional de Córdoba (Argentina); Magíster en Educación,
Universidad Externado de Colombia; Investigadora del grupo Juego, cuerpo y motricidad; Profesora Facultad de Ciencias Sociales
y Humanas en la Licenciatura en Educación Física de la Universidad de los
Llanos (Villavicencio, Colombia)
cguzman@unillanos.edu.co
Guzmán, C. (2014). Creciendo juntos: educación,
desarrollo y transformación social en el departamento del Meta (Colombia). Educación
Física y Deporte, 33 (2), 381-403 Jul-Dic 2014
http://doi.org/10.17533/udea.efyd.v33n2a07
RESUMEN
El proyecto pretende en sus inicios
comprender, apelando a la etnografía como herramienta metodológica, los
actuales problemas vinculados con el sistema educativo que afectan el
desarrollo social en el departamento del Meta (Colombia), concretamente en los
municipios Granada, Castilla la Nueva, Puerto Gaitán y Puerto López. Para
lograrlo, se hizo necesario inicialmente articular la aparentemente obvia
relación que existe entre educación y desarrollo, para lo cual la propuesta
opta por las corrientes teóricas que desde una mirada alternativa privilegian
el desarrollo humano sobre el crecimiento económico.
Como elementos centrales de la
recolección de información más detallada sobre esta relación se reconocen la
situación social y económica de los sujetos escolares de los municipios de
Granada, Castilla la Nueva, Puerto Gaitán y Puerto López (encuesta); así mismo
las entrevistas y grupos focales a sujetos escolares de grados 10-11 y sujetos
de la comunidad académica del municipio a partir de sus anhelos y
subjetividades en relación con el desarrollo del municipio a partir de la educación
(4 entrevistas seleccionadas en cada municipio), realizadas en la ciudad de
Villavicencio como elementos centrales de discusión.
También fueron elementos de estudio
el análisis documental y la revisión bibliográfica, que proponían interrogantes
surgidos en el marco del proyecto, y que contienen asuntos que necesariamente
reflejan la situación del desarrollo social y la educación.
PALABRAS
CLAVES: Jóvenes,
desarrollo, escuela, educación.
RESUMO
O
projeto pretende a princípio compreender, apelando à etnografia como ferramenta
metodológica, os atuais problemas vinculados ao sistema educativo que afetam o
desenvolvimento social no departamento do Meta, concretamente nos municípios
Granada, Castilla la Nueva, Puerto Gaitán e Puerto López. Para consegui-lo,
fez-se necessário inicialmente articular a aparentemente óbvia relação que
existe entre educação e desenvolvimento, para o qual a proposta opta pelas
correntes teóricas que desde uma visão alternativa privilegiam o
desenvolvimento humano sobre o crescimento econômico.
Como
elementos centrais da coleta de informação mais detalhada sobre esta relação
considera-se a situação social e econômica dos sujeitos escolares dos
municípios de Granada, Castilla la Nueva, Puerto Gaitán e Puerto López
(enquete), da mesma forma as entrevistas e grupos focais a sujeitos escolares
de 10°-11° ano e sujeitos da comunidade acadêmica do município a
partir de seus desejos e subjetividades em relação ao desenvolvimento do
município a partir da educação (4 entrevistas selecionadas em cada município)
realizadas na cidade de Villavicencio como elementos centrais de discussão.
Também
foram elementos de estudo: análise documental, revisão bibliográfica, a qual
propunha interrogantes surgidas no marco do projeto, e contêm assuntos que
necessariamente refletem a situação do desenvolvimento social e da educação.
PALAVRAS-CHAVE:
Jovens, desenvolvimento, escola, educação.
SUMMARY
The
project intents to understand in the beginning, using ethnography as a methodological
tool, the actual problematic connected to the educative system affecting the
social development in Meta, specifically in the Municipalities of Granada,
Castilla la Nueva, Puerto Gaitán, and Puerto López. To achieve this, it was
necessary to articulate the seemingly obvious relationship between education
and development. In this sense, the proposal opts for the theoretical currents
that favor human development over the economic growth.
As
main elements of the data collection about this relationship are recognized the
social and economic condition of school subjects of Granada, Castilla la Nueva,
Puerto Gaitán and Puerto López, as well as interviews and focal groups to
school subjects in 10th and 11th grade, and other members of the academic community
in the municipality, about their desires and subjectivities in relation to the
municipality development from education. The interviews were held in
Villavicencio and 4 interviews from each municipality were selected.
Other
elements of study were document analysis and bibliographic review which created
questions in the project and contained matters that reflect the situation of
the social development of education.
KEY
WORDS: Young, development, school, education
ORIENTACIÓN
TEÓRICA
El desarrollo social y económico
aparece como práctica en el escenario mundial a fines de la primera mitad del
siglo XX, enfocado en las posturas clásicas y neoclásicas del liberalismo,
ubicándolo en el crecimiento económico. Desde esta perspectiva, se manifiesta
que el exceso de intervención del Estado puede ser el factor causante de la
falta de desarrollo económico, lo que condujo a reestructurar de fondo las
políticas públicas económicas, institucionales, políticas, administrativas y
sociales, determinando conflictos fuertes entre crecimiento económico y
derechos humanos.
En segunda instancia los trabajos
realizados por la Comisión Económica para América Latina CEPAL, destacan la
concepción estructuralista como una de las primeras teorías globales del desarrollo
y centra su atención en la desigualdad entre el centro y la periferia, lo que
lleva a reducir su vínculo con la economía mundial y a generar dependencia de
Latinoamérica, promoviendo en estos países la industrialización y sustitución
de importaciones con el propósito de crear un desarrollo endógeno.
Sin embargo, la crisis de los
paradigmas determinó que en los años 80 se produjera una “contrarrevolución en
la teoría del desarrollo” que enmarcó la falta de voluntad política para
encauzar programas alternativos a las recetas neoliberales, como también la
inacción del pensamiento que debía construir los enfoques que sirvieran de
fundamento a verdaderas estrategias de desarrollo” (Nuñez, 2003).
En tercera instancia para los años
90 se marcan otros ritmos asociados a los procesos de desarrollo, muy polémicos
a las aspiraciones de sostenibilidad, donde se incorporan temas claves como
ciencia, educación, tecnología, cuidado del medio ambiente, equidad, justicia
social y calidad de vida, aspectos significativos con la intención de
establecer políticas globales y de sensibilizar a todas las naciones respecto a
este nuevo modelo (Rosello, 2008).
El postdesarrollo como enfoque que
se nutre del posestructuralismo como última apuesta,
Asume que no
existe un único sentido de la cultura, ni de la política, en tanto son procesos
de construcción singulares, contextualizados, que dan cabida a otras
dimensiones como la pluralidad, la diferencia, la subjetividad, la
intersubjetividad, la producción de otros tipos de intereses al producir
conocimientos más allá de las demarcaciones positivistas (García, 2013).
Desarrollo
Alternativo Amartya Sen y Manfred Max Neef
La teoría del desarrollo humano de
Amartya Sen (2000), por contrario, establece que el desarrollo puede, y debe,
considerarse “como un proceso de expansión de las libertades reales de las que
disfruta la gente”; es decir, centra su atención en las libertades humanas y
evita, por instrumentales, nociones de desarrollo asociadas con modernización
social, el crecimiento económico y el avance tecnológico. Ya que los ingresos
individuales ofrecen únicamente medios para la satisfacción de esas
satisfacciones, la perspectiva de desarrollo humano de este autor cifra su
atención en la eliminación definitiva de las fuentes en las que se cuaja la
ausencia de las libertades: la pobreza, los regímenes autoritarios y
represivos, las privaciones sociales sistemáticas, la ausencia de servicios
públicos, la intolerancia (o, mejor, la falta de convivencia), la escasez en
oportunidades laborales al grueso de la población, los desequilibrios en la
balanza de riqueza y pobreza, etc. La interconexión de estas ausencias, es
decir –y en perspectiva sistémica-, la vertebración de una y otra ausencia de
libertades y su abolición identifican al desarrollo humano.
Una segunda dinámica de esta
perspectiva, el desarrollo a escala humana, del economista chileno Manfred
Max-Neef, propone que las
Necesidades
humanas, auto dependencia y articulaciones orgánicas, son los pilares
fundamentales que sustentan el Desarrollo a Escala Humana. Pero para servir su
propósito sustentador deben, a su vez, apoyarse sobre una base sólida. Esa base
se construye a partir del protagonismo real de las personas, como consecuencia
de privilegiar tanto la diversidad como la autonomía de espacios en que el
protagonismo sea realmente posible. Lograr la transformación de la
persona-objeto en persona-sujeto del desarrollo es, entre otras cosas, un
problema de escalar porque no hay protagonismo posible en sistemas gigantísticos
organizados jerárquicamente desde arriba hacia abajo. El Desarrollo a Escala
Humana apunta hacia una necesaria profundización democrática. Al facilitar una
práctica democrática más directa y participativa puede contribuir a revertir el
rol tradicionalmente semipaternalista del Estado latinoamericano, en rol
estimulador de soluciones creativas que emanen desde abajo hacia arriba y
resulten, por lo tanto, más congruentes con las aspiraciones reales de las
personas (Max-Neef, 1993).
La idea, entonces, de desarrollo
humano como mejoramiento de la calidad de vida y bienestar de los hombres
(“desarrollo de los seres humanos, para los seres humanos, por los seres
humanos”) estaban orientadas en principio por una teoría de la elección social
inspirada en la ética utilitarista, que medía el bienestar en función de la
satisfacción de deseos o placeres individuales, que se traducen en un
sentimiento de realización personal expresado en un estado mental de felicidad,
noción que por supuesto es problemática pues no se puede evaluar
consistentemente. Debido a ello, Sen propone, para el análisis, la noción de
capacidades, entendidas como “la habilidad de una persona para realizar actos
valiosos o para alcanzar estados valiosos de ser; [...] representa las
combinaciones alternativas de cosas que una persona está en condiciones de
hacer o de ser” (Sen, 2000).
Jóvenes, Subjetividad
y educación
A finales del siglo XX se
produjeron una serie de transformaciones en la sociedad, que instalaron nuevas
formas de comunicarse, relacionarse, interactuar, pensar, nuevas identidades y
nuevos modos de ver el mundo. Una de las formas de manifestarse el joven en la
actualidad es la experiencia o vivencia, concebida como la manera de dejar
huella través de sus formas de vida, de ser reconocido en su existencia, es
decir, poder reconocerse como sujeto y tener una identidad ¿Es necesario la
búsqueda de ese reconocimiento a través del otro para poderse reafirmar en su
propio sentido? Esto conlleva a buscar por fuera de ese hogar “institución” con
quien pueda reafirmarse.
Es este un movimiento de búsqueda
individual, por tanto, la búsqueda de esa identidad se hace con referencia a
los otros. Aquí en esa búsqueda personal de conocer y reconocerse en otros, es
donde se exaltan la sociabilidad juvenil y las culturas juveniles.
A lo largo de su vida, él será el
artista-artificie de sí mismo, recogiendo, adaptando, conociendo e incorporando
modelos, facetas y posibilidades que la sociedad en la que vive le ofrece. “Es
un acto a partir de las posibilidades culturales que uno tiene a su alcance en
la sociedad en la que vive”. (Alsina & Bravo, 2006).
Los jóvenes constituyen en la
actualidad el punto de transición de una cultura a otra, muestran la ruptura
por la cual atraviesan y la necesidad imperiosa y urgente de ser comprendidos.
Estas manifestaciones culturales
diversas son las nuevas subjetividades que asumen los jóvenes al descubrir que
existen diferentes formas de sentir, pensar y que están dadas en las nuevas
multiculturalidades concebidas en los contextos de la postmodernidad. Si se
retoman las sociedades del pasado, donde había mayor sentimiento de seguridad
sobre el futuro de uno mismo y al precio de un escaso margen de libertad
personal, resulta interesante analizar que las sociedades posmodernas se han
ganado un espacio de libertad al renunciar a la seguridad del pasado, donde el
futuro era más previsible. “A pesar de la libertad ganada, hay que tener en
cuenta que las instituciones sociales ejercen un control social sobre las
construcciones identitarias” (Bauman, 2005, p.50).
Identidad es arraigo y sentido
personal en el mundo. Para el ser humano resulta difícil una vida situada en un
presente sin sentido. Ese sentido va desde la respuesta de quién soy, cómo soy
y a qué pertenezco; esto permite establecer un hilo de significados del ayer y
del ahora. Así pues, es bastante complejo dar un sentido al propio presente y
es necesario no romper con el pasado, porque es desde ahí donde se provee de
sentido a las acciones, y además se necesita vincular el pasado con el
presente, con una idea de futuro sobre el cual se proyecta el individuo o se
imagina a sí mismo y a los otros.
Castoriadis (Citado por Hurtado,
2011) concibe la subjetividad como “el producto de la incorporación de las
significaciones imaginarias de la sociedad, la historicidad, la creación y la
autonomía. Son elementos fundamentales porque en ellas el sujeto carga de
sentido su vida a partir de sus experiencias”. Es importante recalcar que el
ser humano es un ser social por naturaleza y no se construye a sí mismo en el
aislamiento. Es fundamental establecer la mirada que tiene el otro sobre uno
mismo y la imagen (social) que se quiere ofrecer, de acuerdo al contexto en el
que se vive. Cabe señalar que cuando se habla de identidad no se refiere a una
estructura monolítica y rígida sino más bien a un crisol de “identidades”
subjetivas en las que se irán diferenciando unas más complejas de otras más
elementales. Estas entran en jerarquías flexibles según los momentos históricos
y las interrelaciones actuantes (Alsina & Bravo, 2006, p.126).
En las últimas décadas las escuelas
han incorporado nuevos sectores sociales al desarrollo de la educación, por
tanto, se consolidan heterogeneidades en los diversos sectores vinculados. En
la actualidad las nuevas subjetividades están muy relacionadas con la
preocupación de establecer las formas de habitar las nuevas condiciones en que
se desenvuelven los jóvenes ¿Es la escuela en las nuevas condiciones de
globalización y dilución del Estado- ¿Nación, un lugar capaz de marcar sujetos?
¿Cuáles son los rasgos de las nuevas subjetividades y qué diferencias guardan
respecto de los sujetos formados por el aparato escolar en tiempos de
Estado-Nación? Todas estas formas de producción de la subjetividad no son
universales ni atemporales, sino que se inscriben en condiciones sociales y
culturales específicas, esto es, empieza a establecer cómo la escuela es
entendida como una situación con capacidad de afectación subjetiva.
Duschatzyk & Correa (2003)
sostiene que existen dos escenarios que están en la pendiente (en el sentido de
destitucionalización) uno es la familia y otro la escuela. ¿Qué es la familia?
En casos particulares, lugar de protección y cuidado, célula básica de la
sociedad, la instancia organizada en torno a la ley, epicentro de la formación
de valores, medidora entre el ser que nace y el mundo exterior y todas las
demás apreciaciones que la implican.
Rosanvallon & Fitoussi (1997)
recuerdan que la familia tradicional ofrecía un punto de equilibrio al individuo,
al mismo tiempo que lo insertaba en un espacio de sostén social y
redistribución económica. La familia hacía posible la inscripción en una
genealogía, es decir, en una historia que les brindara a sus miembros sostén y
referencia.
Sin embargo, está dada por vínculos
que emergen de modalidades de relación construidas en una situación de poner en
juego la eficacia de las figuras portadores de autoridad simbólica, ante una
realidad como lo es la caída de un patrón referencial en la estructuración
familiar, lo cual deja pensar que la “familia” es hoy un significante vacío, es
decir, un lugar sin referencia estable de significación y se relaciona con la
desubjetivización, vista desde los modos desubjetivantes de habitar los
vínculos familiares, o lo que es lo mismo, un no poder hacer casi nada con la
situación.
De otro lado, cuando se dice que la
escuela se encuentra destituida simbólicamente, no se está diciendo que enseña
mal, o que no está a la altura de las demandas competitivas, o que, como suele
escucharse, hace asistencialismo en vez de pedagogía. Lo que se plantea con la
hipótesis de la destitución de la escuela es que se percibe una pérdida de
credibilidad en sus posibilidades de fundar subjetividad.
La escuela ha dejado de ser ese
lugar inquietante, en que los jóvenes buscan generar discursos fuertes y
sólidos para la vida. ¿Qué buscan entonces los jóvenes en la escuela en tiempos
actuales? Cabe anotar que no todos buscan los mismo; unos buscarán aprender,
otros amores, otros compartir con niños, comer, jugar, otros no saben a qué van
y una última categoría podría ser que buscan ser bien tratados. Eso dependería
del contexto y la ubicación de la escuela, así como del diagnóstico del tipo de
estudiante que se va a formar.
La invención de la escuela supone
producir singularidad, es decir, formas inéditas de operar con lo real que
habiliten nuevos modos de habitar una situación y por ende de constituirnos
como sujetos. No dejar de pensar en el problema de las nuevas subjetividades
juveniles más allá de no renunciar a la escuela ni a la tarea de enseñar, la
escuela debe multiplicarse en un escenario en que es posible habitar el lugar
en cada joven y en nuevas condiciones.
Por último, la propuesta educativa debe
ser repensada; es así que los jóvenes están necesitando una propuesta que sea
un escenario donde las respuestas a sus posibilidades de vida y a sus nuevas
formas de habitarse sean comunes a sus intereses y a sus dinámicas de cambio.
Este escenario debe pensarse y tener en cuenta ciertos elementos para poder
plantear una propuesta innovadora y acorde a la realidad de los jóvenes; entre
ellas están:
La
incertidumbre: el
joven encuentra un escenario en constante cambio con el conocimiento, los
objetos, las ideas y las representaciones sociales y los conducen a no tener
referentes claros en su formación.
Las
dinámicas de cambio:
obligan a los jóvenes a una permanente adaptación en sus formas de interactuar
(teléfonos, música, tecnología, ropa, accesorios) aspectos nuevos y
alternativos que van transitando en la época.
La
tecnología: ha
sido uno de los motores de cambio social; formas de comunicarse, de acceder al
conocimiento, de alimentarse. Su condición como nativo digital los ubica en un
mundo donde es indispensables estar conectados e intercomunicados con los
otros.
La
competencia: los
jóvenes llegan a un mundo laboral anclado por la productividad y eficiencia que
les plantean pautas y valores distintos con lo que fueron criados y formados.
El sentido: entendido como la búsqueda de sentido permanente de
pensar contextos y adecuarlos a los cambios. (Laies & Santos 2011).
HALLAZGOS
Encontramos en los cuatro
municipios del departamento del Meta un diagnóstico básico para establecer cuál
es la situación social y económica de los jóvenes. Entre los 1556 encuestados
es necesario recalcar que el porcentaje más alto de estudiantes en las
instituciones educativas oscila entre los 15-16 años. De otro lado, el estrato
socioeconómico en el que se ubican los estudiantes oscila en un porcentaje alto
entre los niveles 1 y 2. En los municipios de Castilla la Nueva y Granada el
lugar de residencia radica en la zona urbana en un porcentaje alto, contrario a
los municipios de Puerto López y Puerto Gaitán que se ubican en un porcentaje
medio, y empieza la zona rural a hacerse visible en estas comunidades. Otro
aspecto a resaltar está relacionado con el lugar de origen o procedencia: más
del 50% de los estudiantes son del sector urbano. Para el caso de Granada el
porcentaje es bastante alto en el sector urbano, comparado con Puerto Gaitán,
en donde casi un 50% proviene en su origen de zona rural.
En relación con el nivel de
escolaridad de los padres, es necesario resaltar que, en un porcentaje medio,
los jóvenes no conocen el nivel de escolaridad del padre; sin embargo, el
porcentaje de diferencia con respecto a este nivel es muy bajo, es decir, no
sobrepasan la primaria la mayoría de ellos. A diferencia de la madre, pues la
mayoría de los jóvenes conoce su nivel de escolaridad; así mismo, el nivel de
escolaridad de secundaria y universitaria es más visible en este género.
En cuanto a la situación laboral de
los padres, es de resaltar que ambos padres laboran, con una diferencia mínima,
pero sobresaliente, por el padre. En estos municipios, en un porcentaje medio,
dicen los sujetos escolares tener vivienda propia, y el otro porcentaje se
presenta en vivienda en arriendo o familiar. Para el caso de quienes están
cubiertos por un sistema de salud, más de la mitad del porcentaje está cubierto
por una EPS, y un mínimo porcentaje cuenta con atención de medicina prepagada.
Así mismo, menos de la mitad de los jóvenes son beneficiados en programas
sociales, y la otra mitad no tiene ningún beneficio. Entre uno de los aspectos
más importante de los municipios en cuanto al desarrollo social, es necesario
resaltar el porcentaje alto (70%) de personas que no han sido víctimas de
desplazamiento por ningún motivo, a diferencia de un 25% que sí ha sido
obligado a abandonar el lugar de residencia o de procedencia por factores
relacionados con desplazamiento de tierras, violencia, entre otros.
Para los jóvenes, es importante
recalcar la percepción que ellos tienen sobre las condiciones de la escuela,
entre los que aspectos se pueden evidenciar los siguientes elementos: para el
caso de Castilla La Nueva, la cantidad de profesores, la infraestructura, la
dotación e implementación y las jornadas extracurriculares presentan un nivel
regular, a diferencia de la tecnología e innovación, la cual es satisfactoria.
En Granada, en un porcentaje medio, los jóvenes manifiestan satisfacción con la
tecnología, infraestructura cantidad de profesores y jornadas extraescolares;
en cambio, perciben la dotación e implementación como regular. Para Puerto
Gaitán, la infraestructura, cantidad de profesores y jornadas extraescolares
manifiestan una condición satisfactoria; sin embargo, la tecnología e
innovación, y la dotación en implementación, la consideran en condición
regular. Por último, en Puerto López, los jóvenes manifiestan satisfacción en
un nivel medio sobre los aspectos mencionados.
Para indagar un poco más a fondo
sobre el desarrollo social de los diferentes municipios, es necesario resaltar
en la percepción de los jóvenes escolares las condiciones básicas, como son
malla vial, infraestructura, cultura y deporte, salud, educación, oportunidad
laboral, institucionalidad y seguridad. Para el municipio de Castilla La Nueva,
consideran que lo único satisfactorio es la malla vial, la infraestructura y la
educación, y el resto de las condiciones es regular. Para el municipio de
Granada, únicamente se encuentra la educación y la cultura y el deporte en un
nivel satisfactorio, en un porcentaje mayoritario, y las demás condiciones son
regulares. En Puerto Gaitán, para los jóvenes la educación y cultura y el
deporte presentan una condición satisfactoria, y las demás son regulares. El
municipio de Puerto López, presenta condiciones satisfactorias en malla vial,
infraestructura, cultura y deporte, salud, educación, institucionalidad y
seguridad, no obstante presenta una condición regular en relación con las
oportunidades laborales de los jóvenes.
Por último, frente a las esperanzas
de futuro en cuanto a educación, salud y empleo en los cuatro municipios, los
jóvenes manifiestan una condición satisfactoria en un porcentaje menor al 50%
en relación con la educación; en cuanto a la salud hay un porcentaje medio en
la condición regular y, para culminar, el empleo presenta la esperanza de
futuro más baja con respecto a la media y una condición regular frente a las
demás condiciones.
Analizar la experiencia, la voz
como relato, el pensamiento y sentimiento de cada uno de los sujetos de
investigación alrededor del desarrollo o lo que significa este en el contexto
educativo, es también acercarnos a un mundo que adolece de primera mano todo
tipo de afectaciones. Es el grupo focal en este marco, una herramienta que
posibilita entre otras cosas, según Aigneren (2009, p.6) “captar información
asociada a conocimientos, actitudes, creencias y experiencias que no serían
posibles de obtener, con suficiente profundidad, mediante otras técnicas
tradicionales”. Tal disquisición permite de antemano brindar alto crédito a
dicha técnica en tanto efectiva y proveedora de información relevante para el
propósito del estudio efectuado en los municipios objeto. Más específicamente,
en el desarrollo del objetivo dos “Reconocer
las subjetividades que se despliegan de los deseos, anhelos, de la
visión y concepción del desarrollo en
relación con la educación en los
sujetos escolares de los municipios de Granada, Castilla La Nueva, Puerto
Gaitán y Puerto López”.
De esta manera, traducir e
interpretar vivencias, costumbres, lenguajes cotidianos y valores propios de un determinado colectivo
social, facilita la reelaboración y construcción de un marco de comprensión por
parte de quien investiga. En lo particular, todo cuanto tenga qué ver con el
entendimiento de las relaciones que vinculan educación y desarrollo con los
procesos de transformación social en los municipios elegidos para el estudio.
Se deben prever, eso sí, nociones y conceptos anclados en la teoría del
desarrollo que contraponen visiones circunscritas al ámbito de lo económico, de
manera que prime un carácter integral propuesto, sobre todo, desde acepciones
alternativas derivadas “del interior de los diversos sistemas de valores que
abrigan las comunidades vivas” (Goulet,1999, p.136), pues sabemos que un
enfoque económico centrado más en los sujetos que en el crecimiento, más en la
vida que en el capital o el producto interno bruto, más en la libertad de vivir
como nos gustaría hacerlo que en la estadística, tendría muchas más
oportunidades de cumplir con la ecuación desarrollo + reformas sociales +
democracia. Hacemos referencia a las propuestas que proponen al sujeto, al ser
humano, como partícipe activo de su propio desarrollo.
En lo concreto, iniciamos con un
despliegue de relatos en torno a cuatro categorías a partir de las cuales se
extrajo información con un número determinado de preguntas. Dichas categorías,
como se ha mencionado, son: educación y
desarrollo, cuya relación comprende la manera en que la educación aporta en
forma significativa al desarrollo del municipio, es decir, cómo las
instituciones educativas enlazan sus Proyectos Educativos Institucionales con
las necesidades de desarrollo local. De
otro lado, jóvenes y transformación
social, que intenta abordar los modos de participación juvenil en la
transformación social de su municipio. Dicho de otra manera, la forma en que
los jóvenes se empoderan de herramientas participativas hacia el reclamo y la
construcción del desarrollo del municipio del que es originario. También
encontramos la categoría proyecto de vida
juvenil y desarrollo, entendida como la relación que comprende la
prospectiva juvenil (ocupación académica, laboral, etc.) en el marco del
desarrollo del municipio: esto es, cómo el municipio piensa el futuro de los
jóvenes a través de políticas de desarrollo local hacia su desenvolvimiento en
materia de formación, trabajo, etc., pero también, cómo los jóvenes, con visión
de futuro, relacionan su vida adulta con las posibilidades de ocupación u
ofertas del municipio. Finalmente, la categoría desarrollo local y empresa, que explora las formas en que la
empresa –pública o privada- se articula con las necesidades de desarrollo
local, a nivel social, ambiental, laboral, formativo, etc., pero, además, las
formas en que el desarrollo es sostenible a través de la gestión y la
responsabilidad social empresarial.
Educación y
Desarrollo
¿Qué papel juega la educación en el
desarrollo de los municipios? Interrogante a propósito de los planteamientos
que ponen de relieve un importante escepticismo en la credibilidad de la
escuela como figuradora de subjetividad. Ya la escuela ha perdido protagonismo
en la construcción de sólidas y nuevas subjetividades. Pérdidas que se ven
traducidas en frágiles capacidades de crítica y autocrítica por ser poco o nada
inquietante ante los ojos de jóvenes que buscan generar discursos fuertes para
la vida. De ser así, poco motivante y provocadora, las opiniones salen a
relucir, como bien menciona uno de los sujetos: “lo que le enseña a uno el
colegio, lo que nos dan, no servirá de mucho porque después de que terminemos
los estudios, no estaremos preparados para lo que queremos realmente”. Es en
este sentido el llamado a potenciar esperanzas y actitudes dubitativas que
sobrepase el instrumentalismo. La educación tal como aduce uno de los sujetos
de investigación, ha de ser integral “que no solo se forme a una persona en conocimientos
y saberes, sobre ciencia u otro; también es necesario que sea una persona con
un pensamiento crítico, que diga: me gusta eso y me gusta lo otro, o no me
gusta. Así, digamos, se contribuye al desarrollo del municipio”. Posturas,
estas, un poco dicientes frente a la verdadera función que ha de ejercer la
escuela como educación, pues se trata de encontrar en este escenario un espacio
donde las respuestas a sus posibilidades de vida y a sus nuevas formas de
habitarse sean comunes a sus intereses y a sus dinámicas de cambio, a sus
realidades inmediatas o de entorno; realidades que propicien formas de
estrechar la relación necesidad-educación bajo perspectivas holísticas y
vinculantes, pues educación no sólo se refiere al medio por el cual se satisfacen
requerimientos materiales, sino a la forma en que esta pueda combatir
adversidades de todo tipo, tal como nos dice un informante: “la educación lucha
contra la ignorancia, y un municipio sin ignorancia tiene mayores posibilidades
de surgir, de desarrollarse social, política y económicamente; así se hace más
sostenible y tendrá mayores oportunidades para su población”.
El desarrollo, así entonces, se
torna en catalizador de elementos varios hacia la optimización y el bienestar
humano. Es, en palabras de Velásquez (1998, p.136), “un conjunto de procesos
económicos, sociales, culturales, políticos y territoriales a través de las
cuales, la comunidad, a partir de sus propias potencialidades, accede al
bienestar, sin exclusiones y garantiza las condiciones para que futuras
generaciones también puedan hacerlo”. No es, como se piensa, aquel concepto
traducido en incrementos de productividad de factores, capital, tierra y
trabajo. Ajustado todo ello a la presunción y creencia de que la realidad
relacional de lo social se acopla a regularidades de orden lógico, mensurables
con un instrumento empírico-analítico apropiado, esto es: un desarrollo
medible, cuantificable. Si concebimos esto como marco absoluto, se invierte la
escala valorativa aplicable a los seres humanos, puesto que dejarían de valer
por lo que son y pasarían a depender de lo que tienen.
De aquí que pensemos en una
profunda y necesaria relación entre educación y desarrollo. Si partimos de esta
idea, podrá entenderse brevemente que el crecimiento de las comunidades bajo la
participación democrática no será un asunto restringido a la mera producción o
acumulación de capital económico. Por el contrario, será la educación sinónimo
de crecimiento en tanto apertura de posibilidades. Tal como atestiguan los sujetos
de investigación “la educación es crecimiento y ese crecimiento pues también
ayuda al desarrollo del municipio, de la gente”. Otro sujeto dice, revalidando
lo ya expuesto “si hablamos de desarrollo creo que también hablaríamos de
educación”.
Jóvenes y
transformación social
Una de las formas en que se
manifiesta el joven en la actualidad, se da a través de la experiencia o
vivencia, concebida como la manera de dejar huella a partir de sus formas de
vida y de ser reconocido en su existencia, es decir, poder reconocerse como
sujeto y tener una identidad. Una identidad con la que pueda afirmarse como
sujeto en el marco de la sociabilidad y el reconocimiento de los “otros”. Será a lo largo, el propio artífice de sí mismo:
recogiendo, adaptando, conociendo e incorporando modelos, facetas y
posibilidades que la sociedad le ofrezca. Su vivir se constituye, entonces,
como bien planeaban Alsina & Bravo (2006), “en un acto que se da a partir
de las posibilidades culturales que tiene a su alcance en la sociedad que
vive”.
Estas manifestaciones culturales
–diversas en sí- son las nuevas subjetividades que asumen los jóvenes al
descubrir que existen diferentes formas de sentir, pensar y que están dadas en
la multiculturalidad concebidas en los contextos de la postmodernidad.
Posmodernidad traducida en identidades emergentes, cuya temporalidad surte de
profundas respuestas tales como: quién soy, cómo soy y a qué pertenezco,
permitiendo un hilaje de significados y conexiones entre el mundo de la vida y
las formas de intervención que el joven ejerce en su más inmediato contexto.
Escenarios varios como la escuela,
la familia, la calle o los grupos de amigos que se prestan para la crítica, una
crítica vista “como aquel estado de transición que va de lo oscuro a lo claro”
(Marx, 1867). Surgimiento de conciencias que supera la ignominia generada por
el escepticismo en los jóvenes de hoy. Muestra de ello, algunas “no muy
comunes” actividades suscitadas en la escuela: “En nuestro colegio hay un grupo
ambiental, y sirve para crear conciencia, no solo en la institución, sino en el
municipio. Trasladamos esa conciencia a las casas, y así creemos que hay un
aporte al desarrollo social”, dice uno de los sujetos aludiendo al carácter
viral de la conciencia ecológica, a propósito del boom petrolero de la región.
Quizás este -el petróleo- un “mal necesario”, en palabras de algún
entrevistado. Veamos: “Una vez estuve en un foro y escuché que las empresas
petroleras reforestaban y sembraban algunos árboles, realizaban uno que otro
proyecto… Pero sabemos que, digamos, no es una solución, no hay mucho por
hacer. Aun así, es la única fuente de progreso en nuestro pueblo”.
Son entonces los yacimientos
petrolíferos y todo cuanto ello implica, causa y problemática que convoca
actitudes divergentes dentro del marco de la escolaridad, potenciadas de algún
modo por agentes educativos: “Estuve en un grupo juvenil que organizaba un
profesor, y se relacionaba con trabajar las consecuencias del petróleo en el
municipio, el mal manejo de estas y sus impactos en el medio ambiente… Esto
servía para el liderazgo, algo que también nos enseñan en el colegio con el
gobierno estudiantil”.
Un liderazgo llamado a ser
protagonista en las nuevas propuestas sobre educación, dado que los jóvenes,
como dijeran Laies & Santos (2011).
“están
necesitando un escenario donde las respuestas a sus posibilidades de vida y a
sus nuevas formas de habitarse sean comunes a sus intereses y a sus dinámicas
de cambio. Este escenario debe pensarse y tener en cuenta ciertos elementos para
poder plantear una propuesta innovadora y acorde a la realidad de los jóvenes”.
Proyecto de vida
juvenil y desarrollo
En este apartado la escuela no sale
bien librada. El sentimiento generalizado en los jóvenes acerca de la
prospectiva o lo que les espera en materia de ocupación laboral o académica, es
incierta. Su desenvolvimiento, según comentan, no se encuentra acorde con la
oferta gubernamental o institucional del municipio.
Nos comenta un sujeto “la educación
que nos ofrecen, en mi concepto, no sirve. Y no sirve porque mis aspiraciones a
nivel de Universidad están enmarcadas en un área en la cual el municipio nunca
se ha preocupado y creo que no lo hará”. Nos dice otro sujeto: “no hay
herramientas suficientes como para que nosotros nos especializamos en lo que
queremos; es más, si crean universidades se enfocan en el ámbito de la
agricultura o la ganadería, cosas que muchos no deseamos”. Con cierta esperanza
nos comenta otro entrevistado: “el municipio sí ofrece oportunidades, pero son
oportunidades muy limitadas; dan becas, pero no son proporcionales a la
cantidad de estudiantes; nos ofrecen un plan de estudios, pero la variedad de
carreras y cursos se encuentran en campos de la industria. Creo que eso no nos
gusta a muchos”.
Si bien el contexto económico y
productivo de la región objeto de investigación se sustenta en el sector
petrolero y agropecuario, el desarrollo, tal como lo concebimos, no debe
restringirse a sectores tan reducidos, coartando y alienando de alguna manera a
los sujetos –junto con sus aspiraciones-, los cuales se constituyen, en
últimas, en razón de ser de toda sociedad. Se debe, por el contrario, dar
apertura a todo tipo de expectativas de manera clara y concreta. En este
sentido, tal como advierte Amartya Sen (2000),
el desarrollo
adquiere una connotación de libertad que puede ser ejercida efectiva y
realmente por las personas en tanto ellas son la verdadera riqueza de los
países. Desde esta visión, la educación como práctica social puede contribuir a
potenciar y facilitar el ejercicio de la libertad a través del desarrollo
cognitivo, emocional, productivo, político, social, ético, entre otros.
De esta manera, traemos a colación
lo dicho por un sujeto: “la alcaldía o el gobierno tiene la responsabilidad de
hacer planes para que las personas que se gradúan o quieran ocuparse en algo,
tengan más oportunidades, ya sea de empleo, de educación, de cualquier tipo”.
Es así como, en el caso de la
educación
“un
desarrollo que ofrezca mayores y mejores opciones y acceso a la formación con
calidad garantiza personas y grupos sociales en mejores condiciones de salud,
nutrición, seguridad, participación política, protección contra la violencia
física, ejerciendo derechos, lo que puede ser considerado como bienestar y
desarrollo humano” (García, 2013).
Desarrollo local y
empresa
Finalmente abordamos la relación
empresa-desarrollo. Empresa entendida como productora de oportunidades y
generadora de crecimientos que van más allá de lo puramente económico. Concepto
de empresa que supere índices de progreso en tanto plusvalía y acumulación de
capital. Si se tratase de esto, de entrada, pondríamos números que dejan mal
parada la industria colombiana respecto de su aporte para con las formas de
ocupación laboral. Hoy, como ejemplo, en nuestro país la cifra de desempleo de
los jóvenes se encuentra 6 puntos por encima de la estadística similar para los
adultos, es decir, un 20%.
Nuestro enfoque se basa, más bien,
en el protagonismo de la empresa y su compromiso con las regiones que afecta.
Una responsabilidad directamente proporcional con las utilidades y los
beneficios extraídos. Hablamos, en nuestro caso particular, de aquellas grandes
compañías del sector petrolífero. Así lo resuelven con sus comentarios algunos
de los jóvenes: “yo creo que deberían brindar oportunidades a los estudiantes y
a la población en general, pues en el caso de las empresas petroleras, con su
explotación, se ven muy beneficiadas, pero a la hora de retribuir ese
beneficio, se quedan como cortas”. Relato común denominador en muchos de los
jóvenes. Sus angustias se trasladan al campo ambiental, pues no ven un serio
compromiso en su función de, por lo menos, mitigar el daño generado: “Además de
su obligatoria responsabilidad con la economía de nuestro pueblo, es necesario
que adopten el reparo ambiental, porque no es posible que sólo se fijen única y
exclusivamente en sus ganancias económicas, porque eso es lo que buscan, pero
no se dan cuenta del daño que le hacen a los ríos, los bosques, los animales.
Ellos dicen tener cierta responsabilidad ambiental entre comillas, pero a la
hora de la verdad, esto nadie lo ve” dice uno de los jóvenes con bastante
desagrado.
De cualquier manera, y sea cual
fuere la naturaleza de la empresa, todos los jóvenes acuerdan en que su aporte
debe corresponderse con sus ingresos. Deben en todo caso ofrendar posibilidades
de desarrollo que permitan beneficios comunes hacia el fortalecimiento de las
capacidades y las libertades de la sociedad: “el papel de una empresa ya sea
del sector público o privado es muy importante en el desarrollo local, porque,
así como invierte en sí misma para su beneficio, debe también invertir en el
cuidado y el beneficio de toda la comunidad que es la que le está brindando su
sostenimiento, su riqueza”.
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Recepción: 01-02-2014
Aprobación: 01-05-2014
[1] Artículo producto de la investigación Creciendo juntos:
educación, desarrollo y transformación social en el Departamento del Meta, financiado por la Universidad de los Llanos.