10.17533/udea.efyd.v35n1a08
URL DOI: http://doi.org/10.17533/udea.efyd.v35n1a08
Artículos
de
investigación
INFORMAR CON CALIDAD SOBRE DEPORTES MAYORITARIOS Y
MINORITARIOS: EL RETO PERIODÍSTICO DE “EL ESPECTADOR”1
INFORMAR COM QUALIDADE SOBRE ESPORTES POPULARES E
MINORITÁRIOS: O DESAFIO JORNALÍSTICO DO "EL ESPECTADOR"
TO PROVIDE QUALITY INFORMATION ON MAINSTREAM AND
NON-MAINSTREAM SPORTS: THE JOURNALISTIC CHALLENGE OF “EL ESPECTADOR”
Lizandro Angulo-Rincón2
Antonia Moreno Cano3
2 Doctor en Comunicación por la
Universidad del País Vasco (España).
Co-director grupo de investigación en Comunicación sobre
Ciencia, Tecnología y Sociedad. Línea de investigación: Comunicación y
Deporte. Profesor Asociado,
facultad de Ciencias Humanas y Artes, Universidad del Tolima (Colombia).
langulo@ut.edu.co
3 Doctora en Comunicación por la
Universidad del País Vasco (España). Co-directora grupo de investigación
en Comunicación sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad. Línea de
investigación: Comunicación y Deporte,
Asesora de investigaciones y Co-directora del Grupo de
Investigación en Artes, Comunicación y Diseño de la Universidad Manuela
Beltrán de Bucaramanga (Colombia).
RESUMEN
Esta
investigación analiza el periodismo deportivo del periódico
colombiano El Espectador, en momentos en que el
deporte se ha convertido en uno de los contenidos más demandados
y consumidos nacional e internacionalmente. Objetivos:
determinar si este medio de comunicación informa
equilibradamente sobre distintas disciplinas deportivas y sus
protagonistas, e identificar si en sus piezas periodísticas
existen rasgos de una prensa de calidad. Método:
análisis de contenidos, perteneciente al enfoque cuantitativo, con
el que se estudian seis semanas compuestas, correspondientes a dos
años de publicación del diario. Resultados
y conclusión: los resultados indican que en El
Espectador hay un desequilibrio informativo a favor del
fútbol, tenis y automovilismo y que, a pesar de mantenerse en el
ámbito de la prensa seria, no sensacionalista, no cumple
estrictamente criterios de excelencia periodística como los de la
variedad temática y pluralidad de fuentes.
PALABRAS CLAVE:
Periodismo, Deportes, Información, Colombia, Análisis
Cuantitativo.
Esta investigação analisa o
jornalismo esportivo do jornal colombiano El Espectador, nos
momentos em que o esporte se converteu em um dos conteúdos mais
demandados e consumidos nacional e internacionalmente. Objetivos:
determinar se este meio de comunicação informa com equilíbrio
sobre distintas disciplinas esportivas e seus protagonistas, e
identificar se em suas peças jornalísticas existem traços de uma
imprensa de qualidade. Método: análise de conteúdos pertencente ao enfoque quantitativo,
com o qual se estudam seis semanas correspondentes a dois anos de
publicação do jornal. Resultados
e conclusão: Os resultados indicam que no El Espectador há
um desiquilíbrio informativo a favor do futebol, tênis e
automobilismo, e que apesar de se manter no âmbito da imprensa
séria, não sensacionalista, não cumpre estritamente critérios de
excelência jornalística como os de variedade temática e
pluralidade de fontes.
PALAVRAS CHAVE:
Jornalismo, Esportes, Informação, Colômbia, Análise Quantitativa.
This
research
analyzes the sports journalism of the Colombian newspaper El
Espectador, at a time in which sport have become one of the most
demanded and consumed contents nationally and internationally. Objective: To determine
if this newspaper provides balanced information about different
sports and their main exponents, and to identify if there are
traces of quality press in its contents. Method:
content analysis, pertaining to the quantitative approach, in
which six compound weeks are studied,
constituting two years of the newspaper publications. Results:
The findings indicate that El Espectador presents unbalanced
information favoring soccer, tennis, and auto racing; despite of
being considered a critical, no sensationalist press, it does not
strictly follow the criteria of journalistic excellence such as
topic variety and source diversity.
KEY
WORDS: Journalism, Sports, Information, Colombia,
Quantitative Analysis.
INTRODUCCIÓN
Los
estudios de la comunicación
y el periodismo en el mundo occidental, cuentan con diversas y enriquecedoras
perspectivas metodológicas y de análisis. En el ámbito
periodístico, los investigadores han centrado su particular
interés en la manera como se desarrolla el periodismo
especializado, con especial énfasis en el político, de orden
público, cultural y económico. Sin embargo, los comunicólogos y
otros profesionales de las ciencias sociales poca
preocupación han mostrado por la forma como se ejerce el
periodismo deportivo, pese a que su producción noticiosa es
ampliamente demandada por la sociedad. Es probable que
en el imaginario académico, las informaciones sobre el deporte se
vislumbren en espacios propios de lo trivial y lo pasional.
Esta
percepción puede reñir con el
significado social que el deporte tiene en millones de personas
que lo consumen a través de los medios de comunicación. En
Colombia, nunca antes se había visto un seguimiento sostenido de
sus deportistas en diferentes disciplinas en la prensa escrita, la
radio, la televisión e internet. Ese alto consumo coincide con los
éxitos de sus atletas en
las olimpiadas de Londres 2012, donde se consigue la mejor
figuración del país, con 1 medalla de oro, 3 de plata y 4 de
bronce. No obstante, estas victorias han sido más notorias en los
Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, puesto que los
deportistas colombianos han ganado medallas de oro de una forma
progresiva, lo cual les ha permitido superar a Venezuela,
Argentina y, recientemente, a México en el cuadro de galardonados
(COC, 2015).
Si
estos datos corroboran
un interés creciente de la audiencia por el deporte en el panorama
nacional e internacional, ¿cómo ha informado sobre él el
periodismo deportivo del país? Justamente esta investigación
pretende: 1) determinar si esta especialidad periodística ha
mostrado la diversidad de disciplinas y desempeños de sus
protagonistas o si, por el contrario, sigue aferrada informar
sobre deportes mayoritarios y hegemónicos –como el fútbol, entre
otros– que cuentan con un fuerte y sostenido respaldo publicitario
y mercantil, con lo cual se le priva a la audiencia de una cultura
deportiva más amplia; y 2) identificar si en este periodismo
existen rasgos de una prensa de calidad, para lo cual se examinan
sus contenidos desde distintas perspectivas: titulación, consulta
de fuentes, variedad temática, entre otros criterios. Se ha tomado
como objeto de análisis a El
Espectador, diario de cobertura nacional con más de 128 años
de funcionamiento, del cual se estudian dos años de sus piezas
periodísticas, utilizando una muestra aleatoria de semanas
compuestas.
Periodismo deportivo
Hoy,
seguramente,
no se vería con buenos ojos que un medio de comunicación
generalista no tuviera una sección
deportiva. De hecho, como lo sugieren Billings et al. (2012, p.1), la vida misma sería distinta si no existieran los
deportes; y es que la actividad competitiva, física, recreativa,
es una faceta clave para el devenir humano, porque gusta, educa,
entretiene, fomenta los valores como la disciplina, la
perseverancia y estimula la economía. La comunicación juega un rol
relevante en la comprensión del deporte como fenómeno orbital,
puesto que los profesionales del periodismo son los encargados de
convertirlo en un producto de fácil acceso a la población.
Para
Boyle
(2006, p.3) tres factores
influyen para que los deportes tengan la relevancia mediática de
estos tiempos: la globalización, porque el deporte configura
identidades locales y globales, muchas de las cuales sirven para
expresar tensiones y conflictos; la digitalización,
puesto que, dentro de la especialidad del periodismo
deportivo, se ha visto la aparición de una cada vez más
sofisticada batalla por el control de los deportes, y de cómo
ellos son transmitidos y apropiados por la audiencia; y la
mercantilización, ya que ésta ha impactado a la vez a los deportes
y las industrias de medios, es decir, la industria deportiva
ahora, y en forma regular, involucra más medios e instituciones
financieras, así como a las agencias gubernamentales.
En
ese contexto, el periodismo deportivo es una especialidad
periodística de paradojas. Por una parte, ha sido, y es la sección
de la prensa cuya audiencia aumenta, es decir, sus contenidos son
cada vez más demandados por lectores, oyentes, televidentes y
cibernautas en el mundo y, al mismo tiempo, los que más atraen el
patrocinio de diversas marcas. Por otra, es una especialidad a la
que se le cuestiona su calidad, pues el periodista dedicado a
comunicar e informar sobre deportes se concibe como un profesional
superficial, apasionado y con poco deseo de respetar las normas
idiomáticas y la ética fundada en la veracidad, la confrontación
de las fuentes, la separación entre la información y la opinión,
la independencia y la responsabilidad social. Estos son algunas de
sus falencias, sin embargo, hay que resaltar sus fortalezas. Una
de ellas es su capacidad para llegar a todo tipo de públicos, a
pesar de la gran cantidad de expresiones técnicas de cada
disciplina.
La obsesión por el espectáculo
Es
posible
que las características del lenguaje del periodismo deportivo –las
alusiones a la guerra, el deseo de sobredimensionar las
diferencias, entre otras–, son las que eventualmente impulsan la
demanda por la información atlética/competitiva. Es factible,
además, que los amantes del deporte mediatizado no quieran
complicarse con aspectos trascendentes de la competencia, sino que
prefieren disfrutar con sus compañeros, amigos y familiares la
simplicidad de una transmisión pre, durante y pos de un partido.
Para los estudiosos de la comunicación, el periodismo deportivo
puede ser de mejor calidad, es decir, más profundo y riguroso,
holístico, respetuoso de la ética, sin que estos aspectos riñan
con los deseos de la audiencia de buscar entretenimiento en estos
espectáculos, evasión de la rutina diaria u otras razones.
Esta
reflexión
viene al caso porque algunas personas de a pie, e investigadores
de los media, ven al
periodista y al periodismo deportivo con cierto desdén, llegando
incluso a subvalorar su formación y cultura. Calificativos como
superficiales y apasionados, suelen expresarse en referencia a
quienes llevan a cabo esta actividad. Justamente Rowe (2007,
p.385) sostiene que una forma de subestimar la sección
deportiva de los periódicos en los Estados Unidos era
denominándola la “sección de juguete”, porque se pensaba, con
cierto prejuicio, que era la que se dedicaba a temas frívolos y
superficiales.
Esa
percepción
puede estar motivada porque el periodista deportivo le
da prelación a los aspectos espectaculares de las competencias
atléticas frente a la rigurosidad informativa que, desde luego,
debe ser aplicada a cualquier sección de contenidos. De acuerdo
con Domínguez
la
remembranza emotiva de antecedentes históricos, la exageración de
la oposición o de las diferencias entre sí, la
recuperación de aspectos inusitados aparentemente irrepetibles
(“la primera vez”, “lo mejor que ha ocurrido”, “lo que nunca se ha
visto”, “lo más grande”), la atribución de rasgos personales o
individuales (“inteligencia contra fuerza”, “pasión contra razón”,
“discípulo contra maestro”, “hermano contra hermano”), el empleo
de términos belicistas (la batalla, los guerreros, las armas), el
testimonio de los involucrados (jugadores, entrenadores,
directivos, seguidores), la selección reiterativa de los momentos
y escenas más impactantes, la invitación de comentaristas
reconocidos (especialistas, jugadores legendarios, celebridades),
la recreación humorística, la comercialización de productos
alusivos (camiseta de los equipos, balones de fútbol, entradas
especiales) y el llamado a la participación del público
(encuestas, rifas, concursos).
Para
Mangone
(1999, p.11), la
espectacularización se refleja mediante: El lenguaje bélico, para sublimar la guerra. El discurso del dramatismo,
que supone la exageración de la trascendencia del deporte y de
todas las peripecias que lo rodean. El sentido común,
que es la forma como los amantes del deporte construyen sus
propios correlatos en las interacciones diarias para explicar y
reflexionar en torno al acontecimiento atlético, sin que medie una
intención cientificista o pseudofilosófica. La minucia deportiva,
que consiste en publicar detalles –muchas veces anodinos de las
competencias.
Las
filosofías de vida, en
tanto implican la construcción de la identidad personal y
colectiva mediante la interacción social y las referencias
semiótico-culturales que promueven los equipos, las celebridades
deportivas y los medios de comunicación. Una visión
mítico-cíclica, estrategia que el márquetin y los medios de
comunicación utilizan para acentuar los rasgos (garra), actitudes
(inteligencia) y ejecuciones (picardía) de los protagonistas. El
“nacionalismo” de la industria cultural, que pretende el
reforzamiento de las identidades colectivas, apelando a la
diferenciación cultural, política, religiosa.
El
racismo, que es consecuencia del uso del lenguaje bélico para
aumentar las diferencias y, de esta forma, motivar obsesivamente
las ansias de triunfo (o venganza) de los fans de un equipo sobre
sus adversarios. La dimensión financiera: discurso y mercancía,
pues el entorno deportivo está impregnado por el poder del dinero
y la especulación financiera.
Según
Labio
(2009, p.163), el periodismo
sobredimensiona el deporte al destacar sus aspectos espectaculares
y aprovecha la fidelidad y admiración que un hincha tiene por un
atleta o equipo con fines mercantilistas, lo cual da como
resultado que los contenidos deportivos tiendan a evocar más que a
informar.
Las claves del lenguaje del periodismo deportivo
Para
Alcoba
(2005, p.118), el periodismo deportivo se expresa mediante seis
lenguajes: bélico, escueto, estético, semiológico, audiovisual y
artístico. En el lenguaje bélico,
el autor destaca que sirve para darle color al culmen de la
actividad agonística y, por tanto, relativiza el hecho de que
emplearlo de esa manera no contribuya a la paz y la deportividad.
En ese mismo sentido se expresa Marrero (2011, p.76) cuando afirma que el objetivo de ese lenguaje es
“lograr la descripción lo más fiel posible de lo intenso que fue o
será el evento en cuestión”.
El
lenguaje escueto se emplea cuando hay cierres de la edición de
algún medio de comunicación. Aquí la redacción no tiene tantos
adornos, ni géneros periodísticos más elaborados, puesto que no se
dispone del suficiente tiempo y espacio. El lenguaje semiológico
destaca el valor de los signos y los símbolos para connotar el
impacto de la actividad atlética y competitiva en los
espectadores, apelando al poder comunicativo y persuasivo de
escudos y banderas de los equipos, etc.
El
lenguaje audiovisual potencia la concepción de “espectáculo
deportivo”, al propiciar la confluencia entre las narraciones,
inflexiones de la voz y los distintos ángulos de las imágenes en
movimiento. El lenguaje artístico
es cada día más utilizado en el ámbito deportivo, desde el
diseño arquitectónico vanguardista de estadios, coliseos y
camisetas hasta la incursión de literatos e intelectuales en el
comentario deportivo.
Bianchi
(1991), por su parte, señala
que la utilización de ese lenguaje, inclinado al fomento del
espectáculo, lo margina a la subvaloración de su ejercicio por
otros campos y disciplinas humanas y sociales. Por tanto, el
periodista deportivo tiene que luchar constantemente por:
1)
Moderar
su
fanatismo irracional: es notorio cómo algunos de estos
profesionales cargan sus transmisiones y escritos con expresiones
apasionadas, más propias de un fanático que la de un comunicador
que trata de ser independiente, veraz, plural y responsable. Por
eso, sus columnas y crónicas –los géneros más usados en el
periodismo deportivo– no pocas veces están cargados de
sensacionalismo y amarillismo.
2)
Cambiar
la
pobre valoración cultural que se tiene de su trabajo: no se puede
desconocer que algunos periodistas deportivos carecen de un bagaje
intelectual amplio, que les permita informar no solo sobre los
aspectos competitivos de una disciplina y/o de un evento
deportivo, sino también de las vinculaciones que estos tienen con
otras ciencias (medicina, sociología, economía, derecho, entre
otras).
Fortalezas y debilidades del periodismo deportivo
Rojas
(2011, p.36) realiza un
análisis del periodismo deportivo desde sus fortalezas y
debilidades, no sin antes señalar que esta especialidad es la más
consumida y demandada por los ciudadanos, y la que más ha
evolucionado en la presentación original de propuestas narrativas
y de imagen. Respecto a las fortalezas, el autor señala la
universalidad y el desarrollo de un lenguaje propio. La
universalidad se manifiesta con la capacidad para trascender a otros ámbitos,
como los de la política y la economía, ya que muchos términos son
prestados a estas áreas del conocimiento. Ello se debe a que las
frases utilizadas en el periodismo deportivo pueden explicar de
una manera sencilla temas complejos, lo cual además que ya haga
parte del ideario colectivo. Esta virtud tiene relación con el
desarrollo de un lenguaje propio, puesto que
Entre las
características definitorias del lenguaje deportivo podemos
enumerar su alto grado de especialización, su afán innovador a la
hora de crear nuevas palabras, expresiones y significados, así
como su acusado retoricismo, lo que le lleva a recurrir de forma
asidua a metáforas y otros usos figurados del lenguaje, cruces
léxicos o juegos de palabras para elaborar mensajes sorprendentes
e impactantes (Rojas, 2011, p.38).
En
el desarrollo de un lenguaje propio, no puede pasar inadvertido el
lenguaje técnico. Puede
parecer contradictorio el hecho de que su lenguaje llegue con
facilidad a distintos públicos y que, al mismo tiempo, éste tenga
un origen técnico en la medida en que las disciplinas deportivas
tienen sus expresiones particulares. En realidad, este es el
resultado de su propia evolución, ya que ha sabido combinar la
naturalidad de sus términos con los tecnicismos de sus
informaciones.
Los
neologismos también
hacen parte de su desarrollo. En este caso la creación de palabras
obedece a su interés de despertar el interés del público, a partir
del uso de distintos recursos disponibles para cargar de
originalidad sus contenidos. Estas licencias idiomáticas que
desvían al periodismo deportivo del estándar común, si bien
criticadas por los puristas de la lengua, son necesarias para
mantener la eficacia y gusto de la audiencia por sus contenidos.
Los préstamos léxicos son usuales en esta
especialidad, puesto que a pesar de
las características singulares de los deportes, estos son terrenos
contiguos en una sala de redacción.
Estos
traslados
terminológicos sirven para enriquecer las crónicas y provocar
creativas asociaciones en la audiencia. Finalmente, los juegos de
palabras se constituyen en una estrategia para captar la atención
del receptor, mediante el cambio de la grafía de las palabras por
otras con un sonido similar. Este proceso se realiza con unas
dosis de ingenio y humor.
Entre
tanto,
Rojas (2011) clasifica las debilidades en lo que denomina “campo
de conflicto idiomático, la primacía del espectáculo sobre la
información, la incitación a la violencia, el sexismo informativo
y la confusión entre información y opinión”.
En
el campo del conflicto idiomático se incluyen los errores
gramaticales comunes, las impropiedades léxicas (uso de palabras o
expresiones existentes en nuestro idioma con significados
equivocados), tópicos (utilización y abuso de expresiones gastadas
que depauperan el mensaje), el abuso de extranjerismos, la
reiteración de formas coloquiales y vulgarismo que no añaden
información, así como la siglación excesiva y estilo fragmentario
para acomodar textos a espacios y tiempos reducidos.
En
la primacía del espectáculo sobre la información destaca: 1) el
sensacionalismo, como un antivalor periodístico consistente en la
magnificación gráfica y conceptual de los contenidos, con el fin
de crear sensaciones, pero no de informar; 2) la futbolización de
la información deportiva, cuyos rasgos distintivos son la
preeminencia del fútbol como el contenido que más espacio y tiempo
ocupa en los medios de comunicación y la incorporación de las
expresiones futbolística en otras disciplinas que cuentan con
términos específicos para describir las reglas y desempeño de los
atletas. Vale anotar que no informar sobre otros deportes
implica
(1)
privar a la sociedad de una cultura y de unos valores deportivos
más amplios que los que provee una sola actividad física y
atlética; (2) no reconocer los esfuerzos que realizan otros
atletas por figurar y representar a un país y (3) caer en la
tentación de frivolizar el balompié, con seudonoticias que nada
tienen que ver con sus aspectos trascendentes (Angulo, 2015, p.197).
3)
La
trivialización
y criterios de selección no noticiosos, se presentan cuando se
publican contenidos deportivos tomando como base los atractivos
que puedan tener desde el punto de vista mercantil o
sensacionalista. La consecuencia de ello son piezas periodísticas
superficiales, sin calidad informativa, que para llamar la
atención acuden al sobredimensionamiento de los acontecimientos o
la inclusión de aspectos –como lo farandulero– que nada tienen que
ver con la actividad atlética y competitiva.
La
incitación
a la violencia tiene tres componentes: 1) el lenguaje
bélico-militar, si bien es un elemento distintivo del periodismo
deportivo porque le da color a las informaciones llenándolas de
metáforas a la guerra y la confrontación, no está por demás decir
que el abuso y reiteración de expresiones bélicas y militares
pueden impulsar a las personas a exacerbar la confrontación y las
diferencias regionales y
aumentar el odio irracional; 2) la exhibición de imágenes
violentas es una forma de estimular la violencia o el estupor en
la audiencia, muchas veces sin ningún criterio estrictamente
noticioso. Este punto se evidencia con la repetición obsesiva de
imágenes sobre riñas en las graderías por barras bravas y los
accidentes graves de deportistas, así como de las declaraciones
ofensivas de contendientes para incrementar la rivalidad; 3) la
búsqueda del morbo y la confrontación es una práctica usual en los
medios de comunicación y consiste en hallar la frase polémica, el
gesto agresor, el símbolo violento, el cruce de expresiones
malsonantes entre protagonistas de la práctica agonística, con el
objeto de crear un ambiente inquietante y provocador. Esto puede
adquirir una máxima peligrosidad en la medida en que caldea los
ánimos, especialmente de los hinchas radicales, previo a un
encuentro deportivo.
El
sexismo
informativo se manifiesta con: 1) la invisibilidad de la mujer
deportista que puede ser causada por la hegemonía del fútbol,
disciplina que culturalmente ha sido jugada y vista por el hombre.
La invisibilidad también es evidente cuando las palabras y las
frases empleadas en el periodismo deportivo prescinden de la mujer
o le dan un trato discriminatorio (sexismo lingüístico); y 2) la
transmisión de estereotipos y roles tradicionales se presencia en
los contenidos, muchos de los cuales resaltan más el atractivo
físico, la forma de vestir, la vida familiar o sentimental de la
atleta que su desempeño deportivo, lo cual no suele suceder en el
caso de los hombres.
La
confusión
entre informar y opinar comporta una hibridación de géneros
propiciada por las excesivas licencias que se da al periodismo
deportivo para contar emotivamente un evento o suceso deportivo.
Esta situación crea confusión en el destinatario y una sensación
de ambigüedad en el emisor, en el mejor de los casos, y, en el
peor, una intención soterrada de éste por tomar partido de un
hecho informativo.
Levinsky
(2002, p.16) menciona otros
males del periodismo deportivo, tomando como referencia el que se
practica en Argentina. Para este autor, los males de esta
especialidad se resumen en la falta de investigación, lo cual es
evidente cuando los testimonios no se confrontan o no se utilizan
las fuentes adecuadas. Como consecuencia de ello, el periodismo
deportivo es poco dado a destapar actos corruptos, de ahí que
Levinsky sugiera que los grandes directivos de Comités Olímpicos
Internacionales y de la Federación Internacional de Fútbol
Asociado, así como de entidades que manejan el deporte en cada
país en ámbitos nacionales, regionales y locales, sean intocables
pese a sus corruptas actuaciones (2002, p.28).
Violencia y sensacionalismo
Dos
males que se derivan de un periodismo deportivo mal practicado son
la violencia y el sensacionalismo. La violencia no solo se detona
con el uso de términos bélicos, sino con comentarios altisonantes,
apasionados, que despiertan la ira y los miedos del ser humano.
Los medios de comunicación han visto las confrontaciones como un
espectáculo que hay que transmitir hasta la saciedad, aunque
muchas veces se cuestionan con paños de agua tibia. Los
enfrentamientos, producto del mal uso de los micrófonos y de las
cámaras, se expresan en una triada: deportista-deportista,
espectador-deportista y espectador-espectador; sin embargo,
también es frecuente la actitud hostil del espectador y el
deportista contra el reportero (Garrido,
2009, p.48).
Este
tipo de contenidos ya son usuales en algunos medios, especialmente
en televisión, pues, como es feroz la lucha que mantienen por las
audiencias, muestran el lado más oscuro y sensacional para
despertar estupor y morbo, en lugar de promover valores, evaluando
críticamente estas situaciones. La prensa escrita, en concreto la
deportiva, que a veces reemplaza las cabeceras sensacionalistas,
igualmente acude a recursos expresivos con cierta exageración para
captar más lectores. Los grandes titulares, con grandes tamaños de
letras, fotografías que ocupan casi la página, con textos breves y
superlativos, invitan al lector más a mirar que a leer.
Si
así ocurre con la prensa y los medios visuales, la radio tampoco
se libra de estos males. En el periodismo deportivo, a diferencia
de otras especialidades periodísticas, se le ha dado licencia para
vociferar, gritar y demostrar sin ningún reparo su pasión por un
deportista o equipo, situación inadmisible para el periodismo
serio que aboga por la mesura, la responsabilidad social y la
independencia. Podríamos decir que este profesional se sale de los
márgenes éticos de la crónica y la columna, géneros en los que se
admiten valoraciones, opiniones y juicios, para entrar en el
terreno de la especulación, los insultos y las humillaciones.
Garrido advierte que una de las características de la comunicación
deportiva es su tendencia a evaluarlo todo (desempeño,
organización, escenarios) y a todos (deportistas, árbitros,
entrenadores, equipos), de modo que “todo es sometido al supremo
juicio del periodista deportivo que, en ocasiones, actúa como un
juez implacable” (2009, p.60).
Otra
tendencia,
agrega el autor, es la que se denomina retoricismo hueco, que, a
nuestro juicio, está vinculado con la falta de innovación y
creatividad de algunos reporteros y medios de comunicación para
buscar historias atractivas, testimonios significativos y perfiles
profundamente humanos de los protagonistas, sin caer en el
amarillismo y la farándula. Quizás el conformismo y el afán por
decir, o por mostrar el acontecimiento de inmediato, lleva a que
el periodista destaque lo banal y fútil, así como las frases de
cajón de quienes intervienen directamente en la práctica
agonística.
Preguntas de investigación e hipótesis
Distinguimos
a
las preguntas de investigación como formulaciones que se realizan
en campos en los que apenas se han investigado (Wimmer,
1996,
p.238), en tanto que las hipótesis “indican lo que
tratamos de probar y se definen como explicaciones tentativas del
fenómeno investigado” (Hernández
et al., 2010, p.92). En este trabajo se cumplen las dos premisas y, por tanto,
procedemos a utilizarlas en el área de los contenidos.
Preguntas de investigación e hipótesis en el área de
los contenidos
¿Cuál
es el tipo de deporte, género periodístico, tipo de titular y
fuentes que predominan en los contenidos deportivos de El
Espectador? ¿Cuál es el tamaño de la pieza periodística por
deporte informado? ¿Cuáles son los enfoques temáticos más
informados y opinados? ¿Qué importancia le
da el medio a sus contenidos deportivos? ¿Cómo estos aspectos
contribuyen a la calidad periodística?
Hipótesis de investigación (Hi)
La
información
concentrada en fútbol y en otras disciplinas mayoritarias desde el
ámbito mercantil y mediático, impide que el periódico El Espectador ofrezca una versión equilibrada del nuevo panorama
deportivo colombiano y mundial.
Hipótesis nula (Ho)
La
información
concentrada en fútbol y en otras disciplinas mayoritarias desde el
ámbito mercantil y mediático, no impide que el periódico El Espectador ofrezca una versión equilibrada del nuevo panorama
deportivo colombiano y mundial.
Hipótesis alternativa (Ha)
La
información
concentrada en fútbol y en otras disciplinas mayoritarias desde el
ámbito mercantil y mediático, le resta
calidad periodística a los contenidos deportivos del periódico El Espectador.
DISEÑO METODOLÓGICO
Esta
investigación
se inscribe dentro del paradigma positivista, que postula la
posibilidad de “estudiar la sociedad y los objetos sociales de la
misma manera como se estudian los fenómenos naturales” (Igartua,
2006,
p.58). En este caso, se argumenta que se puede analizar
la comunicación mediada a través de las técnicas y métodos de las
ciencias naturales.
De
él se deriva el enfoque cuantitativo, cuya naturaleza estriba en
la recolección de datos numéricos, una relación deductiva entre
teoría e investigación, una predilección por los fundamentos de
las ciencias naturales, y una concepción objetivista de la
realidad social (Bryman, 2005,
p.50). El método que se usa para la extracción de los
datos es el análisis de contenidos cuantitativo a las piezas
periodísticas del periódico colombiano El Espectador.
Para
Weerakkody (2009,
p.144) este método se usa con el objeto de: 1) examinar,
a través de estudios longitudinales o de series temporales, cómo
el cubrimiento que los medios de comunicación hacen de grupos o
temas han cambiado con el tiempo o siguen siendo los mismos; 2)
formular preguntas de investigación y probar hipótesis en
concordancia con la revisión teórica del objeto de estudio; 3)
servir como punto de partida para investigar los efectos de los
medios, lo cual se logra, fundamentalmente, con la aplicación
combinada de métodos cualitativos.
En
este último aspecto, vale anotar que el análisis de contenidos
también genera información cualitativa a través del cruce de
variables, acción que se produce gracias a la habilidad del
investigador para asociar y conectar los datos. De ahí a que, como
lo sugiere Stokes (2003, p.56),
no es un método netamente objetivo y empírico, pues con él hay
mucho trabajo interpretativo por hacer, siempre que haya un buen
conocimiento de los textos bajo examen. El análisis de contenidos
es un método que describe la agenda informativa de los medios,
concretamente, como lo señala Vilches:
la teoría de la agenda setting intenta superar la cuantificación descontextualizada
de las noticias en un diario con el fin de integrarlo en diferentes
contexto (económico, social, político, moral, geográfico,
etc.) y, al mismo tiempo, resaltar la importancia de los procesos
de tematización periodística (2011,
p.153).
Entre
tanto,
Wimmer & Dominick (1996,
p.172), señalan que una de las funciones principales de
este método, consiste en comprobar el contenido de los medios con
el mundo real.
En
esta investigación se toman en consideración estas dos
perspectivas: la descripción de la agenda informativa del
periódico en cuanto el tipo de deporte, fuentes, enfoque temático,
calidad de las piezas periodísticas, etc., y la comparación de
estos resultados con la realidad deportiva nacional e
internacional, esto es, si existe coherencia entre lo que se
informa con lo que ocurre en el variado acontecimiento deportivo
en Colombia y el mundo.
Muestras
Aquí
se contemplan tres tipos de muestras: de medios, temporal y de
contenidos.
Muestra de medios
De
los cuatro periódicos diarios, generalistas de Colombia, se
seleccionó a El Espectador, toda vez que: 1) es un medio de los
que encajan en la categoría de serios, con 128 años de
funcionamiento; 2) tiene una cobertura nacional; 3) posee una
sección fija de deportes; y 4) posee 238.965 lectores fieles en
formato papel y los líderes de opinión consultan su web en un 15%
(La República, 2012; Semana, 2014).
Muestra temporal
La
muestra
utilizada es la aleatoria, sistemática con semanas compuestas,
aplicada a los años 2011 y 2012. Al respecto, Riffe et al. (1993,
1996) llevaron a cabo una serie de comparaciones entre distintos
tipos y tamaños de muestras para periódicos diarios y noticieros
de televisión, con el ánimo de determinar qué tipo y tamaño era el
más conveniente y fiable, y concluyeron que una muestra de dos
semanas compuestas es suficiente para conocer con significativa
validez el contenido de un periódico diario durante un año. Con
esto en mente, nos parece razonable emplear una muestra de tres
semanas compuestas (una más que la recomendada por Riffe y sus
colegas) para cado año, esto es, 21 ejemplares del año 2011 y 21
ejemplares del año 2012.
Muestra de contenidos
El
análisis
se concentró en los contenidos deportivos, ubicados en distintas
secciones del periódico. No solo en la sección deportiva.
Planos de análisis
Los
textos
del periódico El Espectador se analizan en dos planos: en los
textos informativo/interpretativos y en los textos de opinión,
debido a que en los primeros es evidente encontrar algunos ítems
(fuentes, tratamiento fotográfico, tamaño, tipo de titular y
Escala de Budd), que no se presentan o no son de nuestro interés
en los textos de opinión. Adicionalmente, para determinar la
importancia que el periódico El Espectador le da a la información
deportiva, se emplea la Escala de Budd (1964, adaptada por Moreno,
2011).
Tabla
1.
Escala de Budd y su baremo de puntuación
1.
Tamaño |
Titular a 2 columnas |
2 |
Titular a 3 o más
columnas |
3 |
|
2. Espacio |
Más de ¾ de página
incluidas fotografías |
1 |
3.
Lugar de la página |
Si
aparece en la ½ superior |
1 |
4.
Primera página |
Noticia
principal en portada |
2 |
Otras
formas de aparición en portada |
1 |
|
5.
Otro tipo de portada |
Aparición
en portada de sección o contraportada |
1 |
6.
Ilustraciones |
Infográficos |
1,5 |
Fotografías |
0,5 |
|
Puntuación Máxima |
10 |
|
Baremo
de puntuación |
Máximo interés |
de
8 a 10 |
Alto interés |
de
6 a 7,9 |
|
Interés medio |
de
4 a 5,9 |
|
Bajo interés |
de
2 a 3,9 |
|
Mínimo interés |
de
0 a 1,9 |
Fuente:
Budd
(1964) y Moreno (2011)
Consideraciones éticas
Esta
investigación
se ajusta a los parámetros éticos contemplados por Wimmer &
Dominick (1996, p.428),
según los cuales: 1) se describe al detalle los planteamientos
metodológicos para la verificación de los datos extraídos de las
muestras; y 2) las conclusiones del estudio se derivan del
estricto análisis de los datos y no a intereses particulares de
los autores.
RESULTADOS
Se
presentan
los resultados del análisis de contenidos y de las entrevistas en
profundidad.
Resultados del análisis de contenidos
Una
vez realizada la codificación del periódico El
Espectador de los años 2011 y 2012, se presenta el análisis
e interpretación de los resultados en las dimensiones de los
textos pertenecientes: 1) a los géneros informativo e
interpretativo; y 2) al género de opinión.
Géneros informativo e interpretativo
Tipo
de deporte: el periódico El Espectador concede la mayoría del
espacio (90,6%) a deportes Olímpicos/federados de Colombia. Solo
destina un 2,9% del diario a las disciplinas no olímpicas, como
las que se presentaron en los Juegos Mundiales de Cali (Colombia)
en 2013, las cuales son reconocidas por el Comité Olímpico
Internacional, pero no forman parte de los Juegos Olímpicos. Los
comunitarios/autóctonos (1%), como el bolo criollo, el
senderismo/caminatas y los autóctonos indígenas, los extremos
(0,8%) y paraolímpicos (1%), no tienen porcentajes significativos.
El conjunto de deportes representa un 3,4% de la codificación.
Evidentemente,
este
periódico generalista le da más despliegue a aquellos deportes que
son populares, que tienen el respaldo de una federación nacional e
internacional y que, por tradición, son los que han concentrado la
atención de los medios de comunicación internacionales, incluidas
las agencias de prensa. Vale anotar que resulta muy difícil, en
todo caso, que se informe sobre los 119 deportes que incluimos en
la matriz de codificación.
Gráfica
1.
Tipo de deporte
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Deporte:
en
la categoría deporte, de los 119 incluidos por el autor en la
matriz de codificación, aparecen 40 a los que se les dedica un
espacio informativo en El Espectador. Ahora bien, en la categoría
de Olímpicos/federados Colombia (90,9%), los deportes que más se
publican son fútbol (43,1%), tenis (14,3%), y ciclismo (11,2%).
En
la categoría de paraolímpicos, se rescata la presencia del tenis
paraolímpico (0,5%); en la categoría no olímpicos, el fútbol de
salón (0,8%); y en el resto de categorías, esto es,
comunitarios/autóctonos y extremos, se concluye que se informa
sobre pocos de esos deportes (tres en promedio), y en escasa
frecuencia (entre 0,3 y 0,5%).
Tabla
2. Deporte
Tipo
de deporte y deporte |
El
Espectador |
Total
general |
Comunitarios/autóctonos |
1,0% |
1,0% |
Ciclovías |
0,5% |
0,5% |
Senderismo/caminatas |
0,5% |
0,5% |
Conjunto de deportes |
3,4% |
3,4% |
Varios |
3,4% |
3,4% |
Extremos |
0,8% |
0,8% |
BMX |
0,3% |
0,3% |
Roller |
0,3% |
0,3% |
Skate |
0,3% |
0,3% |
No olímpicos |
2,9% |
2,9% |
Artes marciales no olímpicas |
0,5% |
0,5% |
Bolo |
0,3% |
0,3% |
Disco volador |
0,3% |
0,3% |
Escalada deportiva |
0,3% |
0,3% |
Fútbol
de salón |
0,8% |
0,8% |
Hockey en línea |
0,3% |
0,3% |
Patinaje de velocidad y ruta |
0,5% |
0,5% |
Olímpicos/federados Colombia |
90,9% |
90,9% |
Acuáticos |
1,3% |
1,3% |
Atletismo |
6,5% |
6,5% |
Automovilismo |
3,1% |
3,1% |
Baloncesto |
1,6% |
1,6% |
Béisbol |
1,6% |
1,6% |
Boxeo |
0,5% |
0,5% |
Ciclismo |
11,2% |
11,2% |
Equitación |
0,3% |
0,3% |
Fútbol |
43,1% |
43,1% |
Gimnasia |
0,5% |
0,5% |
Golf |
2,3% |
2,3% |
Halterofilia |
0,8% |
0,8% |
Hockey Césped |
0,3% |
0,3% |
Judo |
0,8% |
0,8% |
Lucha |
0,3% |
0,3% |
Motociclismo |
0,3% |
0,3% |
Otro |
0,3% |
0,3% |
Subacuáticos |
0,3% |
0,3% |
Taekwondo |
0,3% |
0,3% |
Tenis |
14,3% |
14,3% |
Tiro con arco |
0,3% |
0,3% |
Tiro olímpico |
0,3% |
0,3% |
Varios |
0,3% |
0,3% |
Voleibol |
0,5% |
0,5% |
Paraolímpicos |
1,0% |
1,0% |
Baloncesto paraolímpico |
0,3% |
0,3% |
Tenis
paraolímpico |
0,5% |
0,5% |
Varios |
0,3% |
0,3% |
Total general |
100,0% |
100,0% |
Fuente: elaboración propia. N = 385 piezas
periodísticas
Género
periodístico: es
notoria la frecuencia con que utiliza el género informativo en El
Espectador: 41,6% en breves y 25,7% en noticias, para un total de
67,3%, lo que sugiere una menor capacidad interpretativa del medio
y una atadura a los cánones de la columna invertida para informar
a los lectores. Cabe destacar que aquí también podríamos incluir
las anécdotas/estadísticas (1,8%), la fotonoticia (3,4%),
resultados/clasificaciones (0,3%) y la infografía (0,3%), géneros
que deberían tener un espacio más amplio –especialmente las
anécdotas/estadísticas y la infografía– para que el reporte a los
lectores sea más atractivo y de calidad.
No
obstante,
se resalta un porcentaje relativamente significativo de crónicas
(9,9%) y entrevistas (10,1%), pertenecientes al género
interpretativo, las cuales añaden color, conclusiones interesantes
y reflexiones llamativas.
Gráfica 2. Género informativo/interpretativo
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Tamaño
por
deporte informado: la ilustración anterior indica el tamaño
empleado por el periódico para reportar deportes, pero no
establece cuál es el espacio ocupado por disciplina. Pues bien, en
esta tabla se presenta esta última información, y se concluye que
–como era de esperarse– el fútbol tiene los porcentajes más altos
para las dimensiones mayores, así: grande 50%, mediano 60%, muy
grande 51,9% y pequeño 38%. Lo mismo ocurre con el tenis: grande
30%, mediano 4,4%, muy grande 22,2% y pequeño 12,2%. El ciclismo,
pese a ser el deporte nacional, aparece con un 11,1% en tamaño muy
grande, 14,1% en pequeño y solo un 2% en grande.
Es
evidente,
entre tanto, que los deportes minoritarios únicamente se publican
en el tamaño pequeño: tiro olímpico (0,4%) y equitación (0,4%),
por citar dos ejemplos. El patinaje de velocidad y ruta tiene
apenas un 0,8% de espacio en la categoría de pequeño.
Tabla
3.
Tamaño por deporte informado
Etiquetas de fila |
Grande |
Mediano |
Muy grande |
Pequeño |
Total general |
El
Espectador |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
Acuáticos |
2,0% |
0,0% |
0,0% |
1,5% |
1,3% |
Artes
marciales no olímpicas |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Atletismo |
2,0% |
6,7% |
7,4% |
7,2% |
6,5% |
Automovilismo
|
2,0% |
4,4% |
0,0% |
3,4% |
3,1% |
Baloncesto |
0,0% |
4,4% |
0,0% |
1,5% |
1,6% |
Baloncesto
paraolímpico |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0, 3% |
Béisbol |
2,0% |
2,2% |
0,0% |
1,5% |
1,6% |
BMX |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Bolo |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Boxeo |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Ciclismo |
2,0% |
4,4% |
11,1% |
14,1% |
11,2% |
Ciclovías |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Disco
volador |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Ecuestre |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Equitación |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Escalada
deportiva |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Fútbol |
50,0% |
60,0% |
51,9% |
38,0% |
43,1% |
Fútbol
de salón |
0,0% |
2,2% |
0,0% |
0,8% |
0,8% |
Gimnasia |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Golf |
2,0% |
2,2% |
0,0% |
2,7% |
2,3% |
Halterofilia |
0,0% |
2,2% |
0,0% |
0,8% |
0,8% |
Hockey
Césped |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Hockey
en línea |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Judo |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,1% |
0,8% |
Lucha |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Motociclismo |
0,0% |
0,0% |
3,7% |
0,0% |
0,3% |
Otro |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Patinaje
de velocidad y ruta |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Roller |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Senderismo/caminatas |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Skate |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Subacuáticos |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Taekwondo |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Tenis |
30,0% |
4,4% |
22,2% |
12,2% |
14,3% |
Tenis
paraolímpico |
2,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,5% |
Tiro
con arco |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Tiro
olímpico |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,4% |
0,3% |
Varios |
6,0% |
6,7% |
3,7% |
3,0% |
3,9% |
Voleibol |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
0,5% |
Total
general |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
Fuente: elaboración propia. N = 385 piezas
periodísticas
Tipo
de titular: existe un
predominio de titulares informativos (38,2%), expresivos (33,2%)
y, en menor porcentaje, apelativos (15,8%). Los informativos son
los que suelen identificar al protagonista con su acción y
consecuencia, mientras que los expresivos y apelativos son cortos
y tienden a crear sensaciones, más que a informar.
Gráfica
3.
Tipo de titular
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Enfoque
temático: el
incorporar el enfoque temático tiene como propósito determinar
hasta qué punto existe el interés por una visión holística de la
información deportiva. Desde este contexto, se demuestra que el
enfoque más frecuente es el del ámbito
competitivo/anecdótico/resultados (78,2%), esto es, el que se
refiere a la práctica agonística en sí misma, que incorpora datos
sobre preparación, realización de la actividad y desempeño. Otros
enfoques, como los de la relación entre deporte y economía (2,9%),
farándula (2,6%), justicia (3,1%), política (2,1%) y
salud/medicina/psicología (2,3%), presentan valores mínimos, por
lo que el conocimiento holístico del deporte pareciera ser
limitado.
Tabla
4. Enfoque
temático
El Espectador |
100,0% |
Competitivo/anecdótico/resultados |
78,2% |
Deporte y comunicación |
0,5% |
Deporte y cultura |
1,8% |
Deporte y ecología |
0,8% |
Deporte y economía |
2,9% |
Deporte y educación |
1,0% |
Deporte y farándula |
2,6% |
Deporte y género |
0,5% |
Deporte y justicia |
3,1% |
Deporte y política |
2,1% |
Deporte y religión |
1,0% |
Deporte y sociología |
0,8% |
Deporte y tecnología |
0,3% |
Deporte/salud/medicina/psicología |
2,3% |
Historia del deporte |
1,6% |
Otro |
0,3% |
Varios |
0,3% |
Total general |
100,0% |
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Fuentes: las fuentes que más se
consultan en El Espectador son, en su orden, deportistas (46,9%),
entrenadores (20,1%), intermediario/representante (8,9%), esto es,
apoderados, familiares y amigos. Es curioso que al gobierno (3,4%)
se le cite muy poco, y mucho menos se hace con la oposición
(0,6%). El Comité Olímpico Colombiano (0,6%), Coldeportes (1,1%)
(Órgano rector de esta actividad en Colombia), club (0,6%) y
federación (1,7%), son fuentes consultadas con poca asiduidad. Hay
que resaltar que aficionados y árbitros no se citan en los textos.
Otro aspecto de relevancia estriba en que, de los 385 textos
codificados, 261 (68%) no tienen fuentes (muchos de éstos son
breves noticiosas), y solo 126 (32%) sí las tienen.
Tabla
5.
Fuentes
El Espectador |
100,0% |
Club |
0,6% |
Coldeportes |
1,1% |
Comité Olímpico Colombiano |
0,6% |
Deportista |
46,9% |
Directivo |
6,7% |
Entrenador |
20,1% |
Evento deportivo |
1,1% |
Exdeportista |
2,2% |
Federación |
1,7% |
Gobierno |
3,4% |
Instituto de educación |
1,1% |
Intermediario/representante |
8,9% |
Medios de comunicación |
3,9% |
Oposición |
0,6% |
Otro |
1,1% |
Total general |
100,0% |
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Interés
por
la información deportiva: El
Espectador
le da un interés relativo a la información deportiva, pues de ella
el 11,4% es de alto interés y solo un 2,1% es de máximo interés.
Este tipo de textos usualmente son portada de sección o aparecen
de distintas formas en primera página del diario, son extensas y
combinan recursos como fotografía e infografía, entre otros
indicadores. El 24,9% de estas notas son de interés medio, el
34,5% son de bajo interés y el 27% de mínimo interés.
Gráfica
4. Interés por
la información deportiva
Fuente:
elaboración propia. N = 385 piezas periodísticas
Interés
del
periódico por determinados deportes: como era de suponerse, el
fútbol y el tenis acaparan el mayor interés de El Espectador, como
lo indican los porcentajes: fútbol: máximo interés (75%) y alto
interés (54,5%); tenis: máximo interés (12,5%) y alto interés
(13,6%). El ciclismo, el deporte nacional y el que más títulos le
ha dado al país, solo recibe un alto interés en un 4,5%. Sin
embargo, el atletismo, disciplina que empieza sobresalir en el
país, obtiene un significativo 12,5% de máximo interés y un 4,5%
de alto interés. Otros deportes captan la atención del diario en
forma coyuntural, esto es, cuando se obtiene un título mundial,
panamericano, olímpico, etc., como en el alto interés que reciben
los acuáticos, el automovilismo, el patinaje de velocidad y ruta,
la gimnasia, el golf, la halterofilia y el béisbol, todos ellos
con un 2,3%.
Tabla
6.
Interés del periódico por determinados deportes
Etiquetas
de fila |
Alto
interés |
Bajo
interés |
Interés
medio |
Máximo
interés |
Mínimo
interés |
Total
general |
El Espectador |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
Acuáticos |
2,3% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
3,8% |
1,3% |
Artes marciales no olímpicas |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,9% |
0,5% |
Atletismo |
4,5% |
8,3% |
1,0% |
12,5% |
9,6% |
6,5% |
Automovilismo |
2,3% |
4,5% |
2,1% |
0,0% |
2,9% |
3,1% |
Baloncesto |
0,0% |
1,5% |
2,1% |
0,0% |
1,9% |
1,6% |
Baloncesto paraolímpico |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Béisbol |
2,3% |
1,5% |
2,1% |
0,0% |
1,0% |
1,6% |
BMX |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Bolo |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Boxeo |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,5% |
Ciclismo |
4,5% |
10,5% |
6,3% |
0,0% |
20,2% |
11,2% |
Ciclovías |
0,0% |
0,8% |
1,0% |
0,0% |
0,0% |
0,5% |
Disco volador |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Ecuestre |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Equitación |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Escalada deportiva |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Fútbol |
54,5% |
41,4% |
55,2% |
75,0% |
26,9% |
43,1% |
Fútbol de salón |
0,0% |
0,8% |
2,1% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
Gimnasia |
2,3% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,5% |
Golf |
2,3% |
3,0% |
2,1% |
0,0% |
1,9% |
2,3% |
Halterofilia |
2,3% |
0,8% |
1,0% |
0,0% |
0,0% |
0,8% |
Hockey Césped |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,3% |
Hockey en línea |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Judo |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,0% |
1,9% |
0,8% |
Lucha |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,0% |
0,0% |
0,3% |
Motociclismo |
2,3% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,3% |
Otro |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Patinaje de velocidad y ruta |
2,3% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,5% |
Roller |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Senderismo/caminata |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,5% |
Skate |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Subacuáticos |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Taekwondo |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,3% |
Tenis |
13,6% |
17,3% |
15,6% |
12,5% |
9,6% |
14,3% |
Tenis paraolímpico |
0,0% |
1,5% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,5% |
Tiro con arco |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,3% |
Tiro olímpico |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
0,0% |
1,0% |
0,3% |
Varios |
4,5% |
3,8% |
6,3% |
0,0% |
1,9% |
3,9% |
Voleibol |
0,0% |
0,8% |
1,0% |
0,0% |
0,0% |
0,5% |
Total general |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
100,0% |
Fuente:
elaboración
propia. N = 385 piezas periodísticas
Género de opinión
Género
de opinión empleado: el
género de opinión en El Espectador se expresa fundamentalmente por
medio de columnas (60,9%), caricaturas (9,4%) y artículos (7,8%).
Estos últimos se refieren a personas autorizadas que escriben por
un momento específico en el periódico, pero no mantienen la
regularidad y especificidad de la ubicación en la página que tiene
la columna. El editorial se utiliza en un 6,3% cuando alude a
informaciones deportivas sobresalientes, que usualmente son la
nota más importante de la primera página. Los lectores manifiestan
su opinión sobre la actividad atlética a través de cartas en un
3,1%, y las viñetas se emplean en un 1,6%.
Gráfica
5. Género de
opinión. Fuente:
elaboración propia. N = 64 piezas periodísticas
Deporte
por
el que se opina: de
los 40 deportes que se publican en El Espectador, solo de cinco de
ellos se opina, y especialmente del fútbol (84,4%). El resto de
disciplinas recibe porcentajes muy bajos: ajedrez (1,6%),
atletismo (1,6%), lucha (1,6%) y tenis (3,1%).
Gráfica
6. Deporte por
el que se opina
Enfoque
temático: el enfoque
temático está concentrado en lo competitivo/anecdótico/resultados
(37,5%) y, en menor medida, sobre la relación entre deporte y
género (15,6%), deporte y política (14,1%) y deporte y economía
(12,5%). Otros porcentajes inferiores se muestran en la relación
entre el deporte y justicia (7,8%) y salud/medicina/psicología
(4,7%).
Tabla
7.
Enfoque temático
El Espectador |
100,0% |
Competitivo/anecdótico/resultados |
37,5% |
Deporte y
ecología |
1,6% |
Deporte y
economía |
12,5% |
Deporte y
educación |
1,6% |
Deporte y género |
15,6% |
Deporte y
justicia |
7,8% |
Deporte y
política |
14,1% |
Deporte y
sociología |
3,1% |
Deporte/salud/medicina/psicología |
4,7% |
Historia del
deporte |
1,6% |
Total general |
100,0% |
Fuente:
elaboración
propia. N = 64 piezas periodísticas
CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
La comunicación del deporte de manera holística
La
tendencia
del diario es a centrarse en la actividad competitiva (78,2%) y no
en otros contextos (deporte y educación con el 1,8%, cultura con
el 1,8%, y economía con el 2,8%), con lo cual se corre el riesgo
de que la actividad agonística sea proclive a convertirse solo en
espectáculo que atiende intereses mercantiles (Labio, 2009,
p.163).
Esto ocurre en las piezas
informativas, pero no así en las de opinión, en las que se
evidencia una preocupación por contextualizar la actividad
atlética con otros enfoques como los del deporte y género (15,6%),
deporte y política (14,1%) y deporte y economía (12,5%). A nuestro
juicio, cuando en el análisis de contenidos se hallaron enfoques
diferentes al estrictamente competitivo y de resultados, el
periódico ganaba en diversidad temática y daba a entender que sus
periodistas tienen una cultura deportiva amplia, como lo
recomienda Bianchi (1991).
Ahora
bien,
es preciso, igualmente, que los periodistas tengan nociones sobre
la implicación del deporte con tres áreas fundamentales: con el
género, para examinar la forma y frecuencia como se representa el
deporte femenino; con la violencia y el racismo, por los problemas
de orden público suscitados en algunos eventos deportivos
nacionales e internacionales; y con la educación
El manejo de las fuentes
Por
un lado, existe un número muy bajo de fuentes consultadas. De los
385 textos codificados, 261 (68%) no tienen fuentes (muchos de
éstos son breves noticiosas), y solo 126 (32%) sí las tienen, y
algunas breves, como las de los boletines de prensa, no tienen el
crédito respectivo. Vale recalcar que el periodismo deportivo debe
tener el mismo valor que cualquier otra especialidad deportiva
(económica, cultural, política, entre otras) en lo relacionado con
el rigor y la ética (pluralidad y confrontación de fuentes, por
ejemplo) porque, de lo contrario, corre el riesgo de que se
convierta en lo que en Estados Unidos eufemísticamente se llamó
The Toy Department (la sección de juguete de los medios de
comunicación) en tanto su aparente carácter trivial y superficial
(Rowe, 2007, p.385).
Por
otro lado, el 46,9% de las fuentes corresponden a deportistas y
otros porcentajes significativos a entrenadores y exdeportistas.
Un aspecto que se ha de resaltar en El Espectador, es que en la
mayoría de las ocasiones los protagonistas de las piezas
periodísticas son los deportistas nacionales, con el 73,8%, lo
cual demuestra el interés por promocionar los talentos del país.
Sin embargo, la consulta de fuentes no se extiende al ámbito
gubernamental y federativo, verbigracia, el gobierno (3,4%) y
oposición (0%), como si no fueran actores importantes en el
manejo, confección, desarrollo y fiscalización del modelo
deportivo y recreativo colombiano. Igual de sorprendente es que
las federaciones solo se citan en un 1,7%.
Explorar otros géneros
Como
ya se ha indicado, el género informativo es el que predomina
(41,6% de breves y 25,7% de noticias), mientras que otros géneros
registran porcentajes menores (la crónica, el género más utilizado
en la comunicación deportiva, tiene un 9,9%, y la entrevista, un
10%). De estos datos se infiere la necesidad de explorar nuevas
formas de expresión, para agregar color y profundidad a los
contenidos deportivos en el impreso y en las variantes digitales,
que son características de medios deportivos de excelencia (Rojas,
2011, p.36).
Explorar
diversas
clases de entrevistas, perfiles, con buenos apoyos fotográficos e
infográficos, contribuiría a la producción de textos de calidad.
En varias oportunidades lo hace El Espectador, como el análisis
textual y gráfico del desempeño atlético de la colombiana Caterine
Ibargüen, que la hizo merecedora de la medalla de plata en los
pasados Juegos Olímpicos de Londres, pieza periodística de calidad
publicada en la edición del lunes, 6 de agosto de 2012. En el
género de opinión, predomina la columna.
No
obstante,
en la gran mayoría de las ocasiones se opina sobre fútbol (84,1%),
lo cual impide que se tenga una comprensión más amplia de los
proyectos y dificultades de otras disciplinas y de la forma como
funcionan otras federaciones. Invitar, al menos puntualmente, a
columnistas especialistas en otros deportes, ayudaría a ampliar la
cultura deportiva de los lectores.
Predominio de un periodismo informativo
El
Espectador
realiza un periodismo “serio”, con vocación informativa, que se ve
reflejado en sus piezas periodísticas. El calificativo de serio se
refiere a que en los contenidos deportivos suele primar la
información del desempeño atlético y competitivo, y no los
aspectos extradeportivos relacionados con la vida personal y
financiera de deportistas, exdeportistas, técnicos, dirigentes,
entre otros personajes, como suele ser la tendencia en el
periodismo deportivo, inclusive de diarios generalistas en algunos
países del mundo, como lo señala Labio
De hecho, las piezas se
centran en aspectos competitivos (78,2%), escasamente en
contenidos de farándula (2,6%), y los titulares que predominan son
los informativos (38,2%), por encima de los apelativos (15,8%),
los cuales se utilizan para enfatizar los aspectos
sensacionalistas del acontecimiento. En las observaciones a las
piezas analizadas, tampoco encontramos el abuso del lenguaje
bélico, errores gramaticales, impropiedades léxicas, ni la
evaluación minuciosa de aspectos intranscendentes de la actividad
agonística (competitiva), que suelen publicarse en otros medios
(Garrido, 2009, p.48; Rojas, 2011, p.36).
No
obstante,
se echa de menos un periodismo deportivo más investigativo, de
denuncia –como lo pide Levinsky (2002, p.28)–, que permita indagar
a fondo sobre las situaciones “desviadas” del deporte (corrupción,
apuestas, dopaje, malos manejos administrativos de federaciones).
El trabajo en equipo con otras secciones es fundamental en estos
casos.
Importancia de los contenidos deportivos para El
Espectador
Como
señalan
Rojas (2011), Billings et al. (2012) y Boyle (2006), los
contenidos deportivos son cada vez más demandados en el mundo
globalizado, gracias a que tienen la capacidad de atraer la
atención de las personas de cualquier clase social, raza,
nacionalidad, etc. En El Espectador, la importancia que se da a
este tipo de piezas periodísticas es escaso, si tenemos en cuenta
que un 34,5% y un 27% de ellas pertenece a la categoría de bajo y
mínimo interés, respectivamente, y solo un 11,4% corresponde a
alto interés. Esto ocurre porque, de acuerdo con la escala de Budd
presentada en este trabajo, se utilizan pocos recursos
infográficos, no hay presencia destacada de los deportes en la
primera página, y no hay amplio despliegue (tamaño) de contenidos
de este tipo en las páginas interiores, entre otras variables.
Hegemonía de los deportes mayoritarios (hipótesis de
investigación, Hi)
Los
datos reafirman que El Espectador sigue la tendencia de
“futbolizar la información deportiva” (Rojas, 2011), pese a que
este diario informa de 40 deportes (33% del total) de los 119 que
incorporamos a nuestra matriz de codificación, pertenecientes a
paraolímpicos, comunitarios, olímpicos y no olímpicos. Sin
embargo, la hegemonía del fútbol y, por tanto, la discriminación
hacia otras disciplinas
minoritarias e, incluso, tradicionales en Colombia como el
ciclismo, es evidente en la frecuencia de publicación en textos
informativos y de opinión, en tamaño, interés del medio y fuentes
consultadas.
Todo
ello permite inferir que en el país y el mundo deportivos existen
dos realidades paralelas (hipótesis de investigación,
Hi): por una parte, la del medio de comunicación
que enfatiza en contenidos futboleros y en otros relacionados con
el automovilismo y el tenis, más representativos de la industria y
el mercadeo deportivo; y, por otra, la de los éxitos de los
atletas colombianos en disciplinas minoritarias como halterofilia,
bicicrós, taekwondo, entre otras. Estos datos también nos hacen
reflexionar sobre si, en alguna medida, no se resta calidad a los
contenidos deportivos (hipótesis alternativa, Ha), al
no tener en cuenta criterios como la variedad temática y la
pluralidad de fuentes.
Es
cierto que las limitaciones de espacio, la falta de personal y de
tiempo, inciden para que no se cumpla con el periodismo ideal; sin
embargo, es necesario pensar en estrategias que atenúen esas
debilidades, como, por ejemplo, la reestructuración organizacional
de las rutinas periodísticas, un mayor interés de las directivas
por los contenidos deportivos, y la publicación de contenidos
diferenciados en el periódico impreso y en la web.
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