ISSN (impreso) 0121–5167 / ISSN (en línea) 2462–8433

 

Artista invitado
Juan Fernando Sánchez Suárez
De la serie Retratos urgentes
Técnica mixta, papel durex, lapiceros de tinta y colores
Dimensiones variables
2007

SECCIÓN GENERAL

 

El concepto de lo público y de financiamiento estatal en las demandas estudiantiles en Chile durante la coyuntura de 2011. El caso de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech)*

 

The Concept of Public and State Financing in Student Demands in Chile During the Situation of 2011. The Case of the Confederation of Students of Chile (CONFECH)

 

 

Cristian Jamett Pizarro1 (Chile)

 

1 Sociólogo. Magíster en Estudios Internacionales. Doctor en Estudios Latinoamericanos. Profesor de la Universidad Arturo Prat y director del Núcleo de Investigación en Políticas Públicas para el Desarrollo Territorial: Sociedad, Estado y Región (SER). Correo electrónico: cjamett@unap.cl – Orcid 0000–0001–5708–4725 – Google Scholar https://scholar.google.cl/citations?user=BjfPyoMAAAAJ&hl=es

 

Fecha de recepción: febrero de 2024

Fecha de aprobación: marzo de 2025

 

Cómo citar este artículo: Jamett Pizarro, Cristian. (2025). El concepto de lo público y de financiamiento estatal en las demandas estudiantiles en Chile durante la coyuntura de 2011. El caso de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Estudios Políticos (Universidad de Antioquia), 72, pp. 245–265. https://doi.org/10.17533/udea.espo.n72a10

 


Resumen

El artículo se pregunta por las concepciones de universidad pública, financiamiento estatal y regulación de la educación superior que expresó el movimiento estudiantil agrupado en la Confederación de Estudiantes de la Chile (Confech) durante la coyuntura del 2011. Para ello y, desde una perspectiva teórica gramsciana, se realizó un análisis de contenido político a las principales publicaciones de la dirigencia de la época. El artículo parte del supuesto de que dicha confederación, producto de su composición público–privada, se caracterizó por reproducir una concepción hegemónica propio del sistema universitario precedente, al considerar a las universidades privadas–tradicionales como públicas y a las universidades privadas sin fines de lucro como susceptibles de financiamiento estatal. La relevancia de esta investigación radica, en que la mayoría de los estudios sobre la coyuntura han puesto el énfasis en la crisis de la hegemonía neoliberal, sin identificar los aspectos reproductivos que se encontraban implícitos en las demandas y contenidos políticos de ciertos sectores del movimiento estudiantil, cercanos a una perspectiva neopopulista.

Palabras clave: Comportamiento Político; Movimiento Estudiantil; Confederación de Federaciones de Estudiantes de la Chile (Confech); Neopopulismo; Universidad.


Abstract

The article investigates the conceptions of public universities, state financing and regulation of higher education expressed by the student movement grouped in the Confederation of Students of Chile (CONFECH) during the situation of 2011. To this end, and from a Gramscian theoretical perspective, an analysis of political content was carried out on the main publications of the leadership of the time. The article assumes that said confederation, as a result of its public–private composition, was characterized by reproducing a hegemonic conception of the preceding university system, considering traditional private universities as public and private non–profit universities as susceptible to state financing. The relevance of this research lies in the fact that most studies on the situation have emphasized the crisis of neoliberal hegemony, without identifying the reproductive aspects that were implicit in the demands and political content of certain sectors of the student movement, close to a neopopulist perspective.

Keywords: Political Behavior; Student Movement; Confederation of Student Federations of Chile (CONFECH); Neopopulism; University.


 

 

Introducción

Desde comienzos de la transición a la democracia en Chile diferentes sectores de la sociedad civil empezaron a interpelar la matriz sociopolítica heredada de la dictadura producto de los procesos de privatización neoliberal. Específicamente, durante el ciclo 1996–2006 el movimiento universitario reunido en la Confederación de Estudiantes de la Chile (Confech) se caracterizó por una cultura política peticionista a las autoridades universitarias y ministeriales. Fundamentalmente, en torno a demandas de carácter económico–corporativas, por ejemplo, el aumento de los fondos para el crédito universitario (Jamett, 2018).

De forma paralela, los estudiantes secundarios fueron desarrollando un nuevo sentido común a partir de prácticas sociopolíticas innovadoras de toma de decisiones y negociación con la autoridad, como lo expresó la consigna «Asamblea manda» en las movilizaciones de 2001. Movimiento que se consolidó posteriormente con la denominada «revolución pingüina» de estudiantes secundarios en 2006 en torno al cuestionamiento de las leyes de amarre de la dictadura en materia educacional —Ley Orgánica de la Enseñanza (LOCE)— y después con las movilizaciones universitarias de 2011.

Esta coyuntura fue interpretada como el momento fundacional de una nueva sociedad civil posneoliberal, es decir, como un «punto de término y un punto de partida, el cierre y la apertura de sujetos sociales» (Sanabria, 2003, p. 271), producto del despertar de la sociedad liderada por la lucha estudiantil y su capacidad de instalar una nueva concepción hegemónica de acceso a la educación como derecho universal, mediante las demandas de gratuidad universal y la prohibición del lucro con la educación (Massardo, 2011; Gerter, 2011, agosto 31; Garcés, 2012; Atria, 2014; Ruiz, 2012; Mayol, 2012; Mayol, Azócar y Azocar, 2013). Entendida como una catarsis histórica en términos gramscianos, o sea, de un salto colectivo hacia una «autonomía como independencia de clase —subjetiva, organizativa, ideológica— en el contexto de dominación» (Modonesi, 2012, p. 22).

La definición de sociedad civil estaría próxima a una concepción «autonomista» (Nogueira, 2004), la cual parte del supuesto de que en ella «reside un principio democratizador y liberador a razón de corrientes contemporáneas auto–organizativas o auto–constituyentes» (Cohen y Arato, 2000, p. 53). Este tipo de sociedad civil es vista como un «campo alternativo» al Estado y al Mercado, donde los movimientos sociales se:

Autoorganizan y se autolimitan, y que pudieran, crearse, disciplinar las instituciones más sistémicas, como el Estado y el mercado. Se trataría en el fondo de «tercer reino», paralela a la esfera política y a la esfera económica: disponiéndose como un sistema independiente y que se auto referencia, la sociedad civil pudiera moderar los excesos del Estado y del mercado (Nogueira, 2004, p. 251).

Más allá de la envergadura de las movilizaciones que se convocaron en 2011 y, con ello, la inauguración de un nuevo ciclo sociopolítico en Chile.

Uno de los aspectos menos estudiados es la relación con la definición de lo público, de financiamiento estatal y de regulación del sistema privado que promovieron los dirigentes estudiantiles de la Confech, ya que históricamente no ha sido una organización homogénea en términos de las organizaciones estudiantiles que participan. Desde su origen en la década de 1980, coexisten representantes de universidades estatales vinculadas al Consorcio de Rectores de Universidades Estatales (Cuech) y representantes de universidades privadas que se denominan tradicionales con misión pública, como el caso de las federaciones de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Valparaíso, Universidad Católica de la Santísima Concepción y Universidad Católica del Norte; así como universidades privadas de carácter laico, como la Universidad de Concepción, Universidad de Valdivia y Universidad Técnica Federico Santa María; todas vinculadas al Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades de Chile (Cruch), a las cuales, durante la coyuntura de 2011, se sumaron representantes de universidades privadas no tradicionales.

Como afirma el exrector de la Universidad Chile, Ennio Vivaldi, «Los únicos privados en el mundo que quieren ser reconocidos como públicos son los rectores de las universidades chilenas» (Emol, 2023, junio 6). Por lo tanto, resulta importante realizar un análisis concreto del marco hegemónico y burocrático heredado de las demandas estudiantiles durante la coyuntura de 2011, con el objetivo de identificar su autonomía intelectual o moral respecto al concepto de universidad pública dominante y, por lo tanto, susceptible de financiamiento estatal preferente.

El artículo parte del supuesto de que esta laxitud de universidad pública no está exclusivamente en el ámbito de los rectores, sino que se reprodujo en los énfasis puestos por la Confech de 2011, lo cual se expresó en su petitorio publicado en junio de 2011 como marco político y discursivo que definió la estrategia política del movimiento estudiantil, así como en los contenidos publicados en la red social Twitter/X por parte de los dirigentes estudiantiles.

Lo anterior permitirá identificar que el movimiento universitario de 2011 no se caracterizó por una unidad de propósito por la defensa de las universidades del Estado, como antítesis vigorosa al modelo de educación de mercado, producto de su carácter heterogéneo, sino por reforzar la concepción ampliada de lo público y, con ello, ampliar el movimiento social a las universidades privadas a partir de una perspectiva neopopulista.

La relevancia de esta investigación radica en que la principal dirigencia de la Confech de 2011 se conformó posteriormente como importantes dirigentes políticos e intelectuales orgánicos que dotaron de sentido intelectual y moral la discusión sobre el acceso a la educación superior, específicamente, de lo que sería posteriormente la política pública de gratuidad universitaria en la que se garantizó el acceso a los tres quintiles con menos ingresos del país, ya sean de las universidades estatales o privadas que se encuentren acreditadas por cuatro años (Decreto 333 del 19 de agosto de 2021. Reglamento del financiamiento institucional para la gratuidad); impactando, junto a otros factores, en la matrícula de las universidades del Estado, si se considera que para 2022, de un total de 660 000 estudiantes matriculados en el sistema educación superior mixto en Chile, solamente 180 000 lo hacen en las universidades del Estado, pasando de 60,5% en 1985 a menos de un tercio en la actualidad, con 27,2% (Rivera y Garrido, 2024).

 

1. Marco teórico y conceptual

Las concepciones que parten del supuesto de que la sociedad civil es autónoma al Estado y al mercado adolecen de significativas deficiencias, ya que no dan cuenta de que la sociedad civil «es diversa y plural, pues se trata de un espacio de acción política, no de un proyecto político propiamente tal» (Delamaza, 2016, p. 111); siendo posible constatar toda una «red de hilos que une a la dirección política e ideológica del Estado con la vida, concepciones y problemáticas de la sociedad civil» (Oliver, 2021, p. 10).

Antonio Gramsci, fue uno de los mayores teóricos que pensó a la sociedad civil de forma vinculada al Estado moderno, como el «conjunto de organizaciones privadas de la sociedad» donde se desarrolla y disputa el «contenido ético del Estado» (Oliver, 2021, p. 24). Es decir, considera a la sociedad civil «en su existencia, movimiento y actividad ideológica–política dentro de la totalidad» estatal (p. 31). Desde esta perspectiva, la sociedad civil moderna, en su fundamento histórico, puede ser también «reproductora del dominio del capital sobre las formaciones sociales, a la vez que dista de ser un ámbito homogéneo, unilateral y estático. Forma el eje vital de una totalidad que no es solo económica, sino social, política e ideológica» (p. 99).

No obstante, y como consecuencia de las condiciones de mayor libertad que imperan en la sociedad civil, este espacio constituye la posibilidad de impugnación popular. Por ello, la sociedad civil se refiere a un fenómeno:

En movimiento y su conceptualización alude al conjunto contradictorio de relaciones sociales en conflicto y lucha, mediadas por el trabajo, la organización social, las clases, las diferencias ideológicas, el dominio y las acciones creativas de solidaridad y democracia. Ello incide en la contraposición de concepciones, cultura y derechos de los individuos, grupos y poblaciones que en condiciones de libertad relativa da vida al interés común público y al Estado en sentido amplio (Oliver, 2017, p. 9).

Por lo tanto, las posibilidades de realizar una catarsis histórica en términos gramscianos no es un proceso garantizado de antemano, ya que significa que los sectores subalternos opten colectivamente por la autonomía intelectual y moral frente a las ideologías y concepciones de mundo de los sectores dominantes, como concepción de mundo propia., pues se trataría de un tránsito cualitativo, es decir, desde un:

Momento meramente económico (o egoísmo pasional) al momento ético político, o sea la elaboración superior de la estructura en superestructura en la conciencia de los hombres. Esto significa también el paso de lo objetivo a lo subjetivo y de la necesidad a la libertad. La estructura, de fuerza exterior que aplasta al hombre, lo asimila a sí, lo hace pasivo, se transforma en medio de libertad, en instrumento para crear una nueva fuerza ético–política, en orígenes de nuevas iniciativas (Gramsci, 1999, p.142).

Para Gramsci (1999), una catarsis histórica requiere de la construcción de nuevo sentido común al tener como «rasgo fundamental y más característico es el de ser una concepción (incluso en los cerebros individuales) disgregada, incoherente, inconsecuente, correspondiente a la posición social y cultural de las multitudes de las que aquel es la filosofía» (p. 261); el cual contiene «elementos del hombre de las cavernas y principios de la ciencia más moderna y avanzada, prejuicios de todas las fases históricas pasadas toscamente vocalistas e intuiciones de una filosofía futura» (p. 246).

Se trataría de un proceso de superación que parte por tomar «conciencia de lo que es realmente, o sea “conócete a ti mismo” como producto del proceso histórico desarrollado hasta ahora que ha dejado en ti mismo una infinidad de huellas recibidas sin beneficio de inventario» (Gramsci, 1999, p. 246). Este proceso de autorreflexión permitiría identificar «el núcleo sano del sentido común, lo que precisamente podría llamarse buen sentido y que merece ser desarrollado y hacerse unitario y coherente» (p. 249), donde los intelectuales orgánicos desempeñan un papel orientador de este proceso subjetivo, considerando que los intelectuales saben pero no sienten, mientras el pueblo siente pero no siempre sabe.

En cambio, una perspectiva neopopulista de la hegemonía no necesariamente conlleva el desarrollo de un nuevo o sano sentido común, ni el desarrollo de una hegemonía alternativa o una catarsis histórica como salto cualitativo de las mayorías nacionales en términos gramscianos, ya que su objetivo es de orden táctico y no estratégico respecto a conformar un pueblo mediante la articulación contingente en torno a demandas que operan como significativamente vacías (Laclau, 2009), detrás las cuales es posible articular una serie de otras demandas materiales y posmateriales de la sociedad, al considerar que la lucha «de un movimiento, de una comunidad local, de una lucha ecológica, de una minoría sexual, no está dado desde el comienzo, depende fundamentalmente de su articulación hegemónica con otras luchas y reivindicaciones» (Laclau y Mouffe, 2004, p. 127).

Es una articulación contingente que puede realizarse en torno a ideologías competidoras, mas no portadoras de una hegemonía alternativa desde una perspectiva gramsciana, las cuales buscan obtener «una proporción mayor de los beneficios (económicos, sociales y de poder político), pero sin cambiar el sistema de dominación existente y actúan dentro del marco dominante, tácitamente aceptando sus postulados fundamentales» (Gyarmati, 1984, p. 124). Hegemonía que operaría como un campo de fuerza profundo que conecta a los dominantes con los dominados, haciendo a los sectores subalternos:

Vivir a través de, hablar sobre y actuar en órdenes sociales caracterizados por la dominación, que se puede expresar en: proyectos, demandas, palabras, imágenes, símbolos, formas, organizaciones, instituciones y movimientos usados por los sectores subordinados para hablar sobre, comprender, confrontar, acomodarse o resistir su dominación (Thompson citado en Roseberry, 2002, p. 4).

En palabras de Gramsci (1999), los sectores subalternos pueden sufrir de la iniciativa de los sectores dominantes, incluso en momentos de impugnación. Al respecto, señala sobre el concepto que hegemonía que:

Presupone indudablemente que se tomen en cuenta los intereses y las tendencias de los grupos sobre los cuales la hegemonía será ejercida, que se forme un cierto equilibrio de compromiso, esto es, que el grupo dirigente haga sacrificios de orden económico–corporativo, pero también es indudable que tales sacrificios y tal compromiso no pueden afectar a lo esencial, porque si la hegemonía es ético–política, no puede dejar de ser económica, no puede dejar de tener su fundamento en la función decisiva que el grupo dirigente ejerce en el núcleo decisivo de la economía (p. 42).

En otras palabras, la sociedad civil no constituye un actor progresista y autónomo al Estado o al mercado, ya que existen concepciones hegemónicas que pernean el interior de la sociedad civil y los movimientos sociales, las cuales pueden definir los marcos ideológicos en torno a los cuales se realiza la disputa sociopolítica; a menos que dichas concepciones o sentidos comunes sean sometidos a un proceso de auto reflexión crítica como prerrequisito de una catarsis histórica como salto cualitativo de las mayorías nacionales.

 

2. Marco metodológico: análisis de contenido político

El análisis de contenido político permite el estudio de programas, debates electorales y discursos de campañas, considerando que son «la fuente de evidencia empírica sobre la política y los políticos más accesible que hay [...] las causas políticas se defienden en discursos y entrevistas grabados, en folletos, en pósteres, y por supuesto, en plataformas electorales» (Alonso, Volkens y Gómez, 2012, p. 12). Dicho análisis ha sido escasamente utilizado para el estudio de los contenidos políticos publicados por los movimientos sociales, considerando que en las prácticas discursivas de estos actores sociales se unen ideas y formas de escribir, pudiendo ser considerados hechos sociales e históricos que se instalan públicamente más allá de una voluntad individual. El discurso social, específicamente, hace alusión a todo lo que: «se dice y se escribe en un estado de la sociedad, todo lo que se imprime, todo lo que se habla públicamente o se representa hoy en los medios electrónicos. Todo lo que se narra y argumenta, si se considera que narrar y argumentar son los dos grandes modos de puesta en escena del discurso» (Angenot, 2010, p. 21).

Específicamente, se analizan aquí los petitorios y mensajes políticos de los principales dirigentes de la Confech, considerando que resultan también «susceptibles de funcionar como vector de ideas, representaciones e ideologías» (Angenot, 2010, p. 15) y que, desde una perspectiva hegemónica, el lenguaje común o una manera de hablar sobre las relaciones sociales exponen «los términos centrales alrededor de los cuales y en términos de los cuales puede ocurrir la impugnación y la lucha entre los distintos sectores sociales» (Roseberry, 2002, p. 4).

En este marco, el análisis de contenido político pondrá énfasis en las menciones realizadas al concepto de lo público, al financiamiento estatal y a la regulación del sistema universitario mixto como expresiones de responsabilidad estatal, los cuales se manifestaron en el petitorio del mes de junio de 2011 y en las publicaciones de la red social Twitter/X de los principales dirigentes de la Confech durante el periodo 2010–2011. Específicamente, de Camila Vallejo, expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH); Francisco Figueroa, ex vicepresidente de la FECH; Patricio Arauco, de la Federación de Estudiantes Universidad Arturo Prat (Feunap); Camilo Ballestero, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Santiago de Chile (Feusach); y Giorgio Jackson, de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC).

Se considera, además, que una de las particularidades del movimiento estudiantil de 2011, en sintonía con otros procesos sociopolíticos internacionales, como la primavera árabe (Mansilla, 2014), fue la reciente aparición de las redes sociales para participar en el espacio público (Valencia y García, 2014).

 

3. Resultados

3.1 El caso del petitorio de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech)

El petitorio acordado por la Confech con fecha 26 de junio del 2011, señala que el objetivo histórico–estratégico principal del movimiento es una invitación a la sociedad a construir una reforma integral al sistema educativo que garantice la educación como «un derecho social universal en todos sus niveles, fundado en un sistema de educación pública, democrática, pluralista, gratuita y de calidad, orientado a la producción de conocimiento para un desarrollo integral e igualitario y a la satisfacción de las necesidades de Chile y de sus pueblos» (Confech, 26 de junio de 2011). Por ende, los objetivos del movimiento fueron desmantelar el sistema universitario neoliberal heredado de la dictadura y «la reforma privatizadora del gobierno en materia educativa» (Confech, 26 de junio de 2011); para, en cambio, posicionar «demandas transversales: educación gratuita, fin al lucro, democratización, fin al endeudamiento y al autofinanciamiento y acceso equitativo» (Confech, 26 de junio de 2011).

Específicamente, en el apartado Bases para la construcción de este proyecto se establecieron los siguientes ejes el petitorio: i) financiamiento; ii) democratización y regulación de nuestro sistema de educación superior; iii) acceso con equidad, calidad, integración y heterogeneidad social en la matrícula (Confech, 26 de junio de 2011).

El petitorio de la Confech se analizó de forma desagregada a partir de sus demandas concretas, más allá de lo declarado formalmente por el objetivo general y específico, a partir de los siguientes ejes: financiamiento universitario y regulación del sistema universitario.

Cuadro 1. Demandas del petitorio Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), abril de 2011.

Financiamiento universitario

Regulación del sistema universitario y modelo económico

1) Aumentar el gasto público en educación superior del PIB para solventar las demandas, sin desmedro de los beneficios sociales ya existentes; a través de:

1.1) Aumento de los aportes basales de libre disposición —no asociados a convenios de desempeño— para garantizar la gratuidad de la educación que entregan, terminar con el autofinanciamiento y financiar los costos reales y el desarrollo de las universidades tradicionales vinculando a las comunidades universitarias en el uso de los recursos, bajo diversos criterios de asignación: i. prioridad para las universidades estatales; ii. sujeto al cumplimiento del rol público.

1.2) Fondo de revitalización para las universidades tradicionales de libre disposición estableciendo que serán las comunidades universitarias quienes decidan el uso de estos recursos. Debe estar orientado con prioridad: propiedad de las universidades —estatales–privadas Cruch), condición regional, composición socioeconómica de sus estudiantes, solvencia económica de las universidades —deuda–presupuesto—.

2) Renacionalización de nuestros recursos naturales. Como demanda inmediata planteamos una reforma tributaria que contenga los siguientes elementos: i. modificación al royalty; ii. modificación a la ley de impuestos a la renta, en específico, al impuesto de primera categoría en materia de utilidades percibidas por el sector empresarial; iii. modificación a la Ley de donaciones en lo referente a las universidades.

1) Prohibición efectiva del lucro mediante la creación de la superintendencia de educación —sanción del incumplimiento de la ley— en todo el sistema de educación superior, como condición necesaria para el mejoramiento del bienestar de los estudiantes de todas las universidades y de la calidad de la educación que se les entrega, para esto se requiere que los excedentes se reinviertan en el proyecto educativo.

2) Modificación de la ley que permite el lucro en otras instituciones de educación.

3) Eliminar el crédito con aval del Estado (CAE) y crear un sistema único de fondo solidario para todas las instituciones que en la práctica no lucren y eliminar la banca en el sistema de financiamiento.

4) Nueva acreditación, distinta a la Acreditación 2.0 presentada por el gobierno, obligatoria para todas las instituciones de educación superior, a través de agencias estatales que no tengan conflicto de interés y que incorporen como criterios: la coherencia en la misión de las instituciones de objetivos educativos y necesidades de país, complejidad de las instituciones, cumplimiento del rol público, la ausencia efectiva de lucro y la existencia de organización estudiantil, académica y funcionaria, así como participación de la comunidad en los espacios de toma de decisiones.

Fuente: elaboración propia a partir de Confech (26 de junio de 2011).

En el caso de las demandas económicas en materia de gasto público, principalmente de las universidades públicas tradicionales pertenecientes al Cruch, el petitorio expresa: i) aumentar los aportes basales de libre disposición de las universidades públicas tradicionales, comenzando por las universidades estatales y tradicionales; ii) fondos complementarios de revitalización para las universidades tradicionales de libre disposición a partir de su condición regional, composición social y solvencia económica.

Lo anterior se financiaría mediante la renacionalización de los recursos naturales como superación del modelo neoliberal extracitivista, pero empezando por una reforma tributaria a los commodities mediante la aplicación de royalty a la gran minería, el aumento de los impuestos a la renta y la reformulación de la Ley de donaciones en lo referente a las universidades.

El segundo énfasis se encuentra en la demanda de regulación del sistema educacional superior privada, respecto a la prohibición del lucro con recursos públicos y de los estudiantes a partir de la creación de una superintendencia de educación, como expresiones de un debate inconcluso iniciado en 2006 con las movilizaciones secundarias; además del término del CAE para ser sustituido por un fondo solidario para instituciones que no lucren a costa de la calidad de la enseñanza, así como la eliminación de la banca en el sistema de financiamiento, para lo cual se instó a una modificación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) de 1981, todavía vigente para el caso de la educación superior como normativa general.

3.2 Dirigentes de la Confederación de Estudiantes de la Chile (Confech) y las redes sociales

En el caso de las publicaciones en redes sociales, respecto al financiamiento universitario, a excepción del dirigente de la Universidad Arturo Prat, quien cuestiona a los rectores del Cruch, la totalidad de las publicaciones no ponen el énfasis en las universidades del Estado, incluso entre los representantes del Cuech. En cambio, se suman a la defensa de las universidades públicas en el sentido amplio, entre las cuales están las estatales y las privadas tradicionales, reunidas en el Cruch, además de cuestionar el lucro en las universidades privadas y su necesidad de regulación. Asimismo, se encuentran publicaciones que defienden el financiamiento estatal de las universidades privadas sin misión pública, siempre y cuando sean reguladas estatalmente y que no realicen lucro, para también cuestionar el excesivo crecimiento de las universidades públicas.

Cuadro 2. Menciones en la red social Twitter/X a las universidades estatales, tradicionales y privadas por parte la dirigencia de la Confech, 2011.

Nombre y tipo de institución

Menciones a las universidades estatales y tradicionales misión pública

Menciones a las universidades privadas

Francisco Figueroa

Federación de Estudiantes Universidad de Chile

Estatal

La prioridad es fortalecer educación pública que debe ser la base de proyecto de desarrollo nacional (Figueroa, 12 de septiembre de 2011).

El subsecretario de educación @fernandorojas_ miente. No estamos contra la educación privada. Exigimos su regulación (Figueroa, 12 de septiembre de 2011).

Regular lo privado no lo convierte en público. Es solo cumplir deber del Estado. Mínimo (Figueroa, 13 de septiembre de 2011).

Patricio Arauco

Federación de Estudiantes Universidad Arturo Prat

Estatal

 

Siempre trabajaremos con los compañeros de ues privadas, pero no aceptaremos que sus rectores se suban al carrito de la victoria, no Cruch (Arauco, 26 de octubre de 2011).

Camilo Ballesteros

Presidente de la Federación de la Universidad de Santiago de Chile

Estatal

Hoy hay aumento de recursos para todo el CRUCH, pero se suman aportes extras para las estatales... (Ballesteros, 24 de noviembre de 2011).

Las universidades en Chile no lucran, eso no se lo cree ni el diablo... Padre Fernando Montes, U. Alberto Hurtado (Ballesteros, 28 de marzo de 2011).

Rector Hector Zuniga U del Mar, los estudiantes con menos de 600 puntos no piensan, solo reproducen... (Ballesteros, 28 de marzo de 2011).

Giorgio Jackson

Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC)

Privada–tradicional con misión pública

De las 100 mejores Ues en el mundo según ranking Shiao Tong, 74 son públicas... (Jackson, 23 de junio de, 2011).

Hasta cuándo pensamos q con lucro las instit van a hacerlo mejor? La evidencia dice q Ues CRUCH sn lejos mejores! Potenciemos su expansión! (Jackson, 18 de mayo de 2011).

Q buena noticia leer a Fco Javier Gil sin miedo a demostrar porq la UCSH merece financiamiento público!! #reformaeducacion» (Jackson, 14 de mayo de 2011).

Osea, la educación del Estado, claro que tiene que ser laica...eso no implica que sea la única que el Estado pueda financiar» (Jackson, 30 de junio de 2011).

Hay Estados q «si tienen la capacidad» s cosa d definir política, pero comparto q n Chile sea mixto, pero cn responsabilidad (Jackson, 19 de junio, 2011)

Decisiones cn grandes asimetrías (incorregibles), agrandadas con exceso de public, llevan a peores Ues crecer + y cesantes ilust» (Jackson, 19 de junio de 2011).

Camila Vallejo

Presidente de la Federación de Estudiantes Universidad De Chile

Estatal

Úgarte ya está avanzando en ley de universidades estatales para desburocratizarnos y quitarnos autonomía a través de gobiernos corporativos (Vallejo, 22 de marzo de 2011).

Sigamos demostrando la unidad de este movimiento. Manifestación x la educación y la salud pública, miércoles a las 10 en Estación Central (Vallejo, 13 de septiembre de 2011).

Tenemos el apoyo popular! 80% de los chilenos RECHAZA EL LUCRO EN LA EDUCACIÓN! ENCUESTA CEP (Vallejo, 4 de agosto de 2011)

Sebastián Farfán

Presidente de la Federación de Estudiantes, Universidad de Valparaíso (FEUV)

Estatal

Reforma estructural? No se trata de mas o menos lucas, creo que lo importante es como se distribuyen y a q se pone el enfasis. Hoy 0 reforma (Farfán, 25 de noviembre de 2011).

Lo + impactante Larrain defendiendo la libertad de mercado en educacion. Para las familias no hay libertad sino condena (Farfán, 25 de noviembre de 2011).

Guillermo Petersen

Universidad de Concepción

Privada con misión pública

Jornada por la defensa de la Universidad de Concepción: Pública, Laica y Regional (Petersen, 21 noviembre de 2011).

 

Fuente: elaboración propia.

 

4. Petitorio y publicaciones en Twitter/X

En el petitorio de la Confech se establece una serie de demandas transversales como el caso de «educación gratuita, fin al lucro, democratización, fin al endeudamiento y al autofinanciamiento y acceso equitativo». Específicamente, en el ámbito de financiamiento estatal se hace referencia a las necesidades del sistema público–tradicional, priorizando en las universidades estatales y las universidades privadas–tradicionales con misión pública, además de mayor regulación para el sistema privado no tradicional y, por último, la creación de un sistema estatal de crédito para los estudiantes de las universidades en general, eliminando el CAE; por último, el aumento de dicho financiamiento universitario mediante una reforma tributaria y de los commodities. Mientras que en las publicaciones en redes sociales de la dirigencia vinculadas a las universidades estatales de la Confech de la época se caracterizan en su defensa de las universidades públicas y tradicionales, la necesidad de una regulación al sistema mixto y un cuestionamiento al lucro en las universidades privadas.

Por otro lado, en el caso del representante de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, de carácter privada con fines públicos, se puede identificar una defensa a las universidades públicas–tradicionales en sentido amplio, un cuestionamiento al lucro y desregulación que lleve a un crecimiento de las públicas, la promoción de un sistema universitario mixto y el financiamiento de las universidades privadas que no lucran y se regulan.

Lo anterior demuestra que existe una correspondencia mayoritaria entre lo planteado en el petitorio del mes de junio y las publicaciones respecto a los énfasis puestos en el sistema universitario público en sentido amplio, en el financiamiento estatal y en la regulación del sistema mixto. No obstante, no aparecen menciones a la situación de las universidades estatales ni a su trato preferente en las publicaciones analizadas. Por el contrario, existen menciones que cuestionan el crecimiento de las universidades públicas, producto de su falta de regulación estatal.

En síntesis, la Confech es una institución heterogénea, ya que en ella confluyen desde su origen representantes estudiantiles de universidades estatales, privadas–tradicionales y, durante 2011, privadas no tradicionales. Por lo tanto, no es un actor de la sociedad civil que se articule sobre bases materiales, institucionales e ideológicas comunes, entre las cuales se encuentran posiciones que buscan fortalecer la educación pública en sentido amplio, mientras otras buscan mantener un statu quo regulado del sistema universitario público, tradicional y ahora privado.

 

Conclusión

Las demandas contenidas en el petitorio expresaron un cambio del sentido común característico del movimiento estudiantil al superar el peticionismo económico–corporativo de las universidades estatales y privadas–tradicionales de las décadas de 1990 y 2000 en torno al incremento del financiamiento estatal para el crédito universitario.

En el caso del movimiento estudiantil de 2011 es posible dar cuenta del inicio de una ampliación progresiva a las demandas a los sectores estudiantiles de las universidades privadas mediante la creación de un fondo solidario estatal para el financiamiento estudiantil y la eliminación del crédito con aval del Estado (CAE), como se estableció en el petitorio. No obstante, la sociedad civil es un campo en permanente disputa entre distintos proyectos políticos y culturales, lo cual se expresó, incluso al interior de sus propias organizaciones como la Confederación de Estudiantes de Chile del 2011, ya que dicha ampliación se realizó, por un lado, a partir de una defensa de las universidades públicas en sentido ampliado, acompañada de una crítica al sistema universitario privado, como lo realizaron los representantes de las universidades estatales; por otro lado, desde la justificación de financiamiento estatal para universidades privadas no tradicionales y un cuestionamiento al crecimiento de las universidades públicas, como la realizada en las publicaciones del representante de las universidades tradicionales.

Esta ampliación hacia otras demandas del sistema educativo, centrada en aspectos financieros y regulativos del sistema universitario público–tradicional y privado no tradicional, se realizó a costa de invisibilizar la situación de las universidades estatales en particular y su relación preferente con el Estado, demostrando que el movimiento estudiantil de 2011 se movió dentro de los márgenes burocráticos y hegemónicos internos del sistema universitario chileno heredado, en el que se incluyen dentro de una misma condición a universidades estatales y privadas tradicionales con misión pública, agrupadas en el Consorcio de Rectoras y Rectores de las Universidades del Chile (Cruch).

Estas concepciones ampliadas de universidad pública se reprodujeron como sentido común no cuestionado por parte de la dirigencia de la Confech de 2011, lo cual se reafirmó con la justificaciones al financiamiento estatal de las universidades privadas y sus respectivas ayudas estudiantiles, concibiendo al Estado como el responsable progresivo del sistema universitario, tanto público como privado, en el caso del financiamiento universitario y estudiantil, mediante la realización de una reforma tributaria a la renta y a los commodities.

Ciertamente, las demandas de gratuidad universitaria y de fin al lucro redefinieron los marcos intelectuales y morales de la hegemonía neoliberal en el ámbito educacional, no obstante, las concepciones no problematizadas de qué es lo público y lo susceptible de financiamiento estatal no apuntaron hacia una reforma profunda del sistema de educación de mercado y el rol del Estado subsidiario como expresión de una hegemonía alternativa desde una perspectiva integral, donde se recupere al Estado como responsable directo de las instituciones estatales.

En este marco, a partir del análisis de contenido político realizado, la apelación a lo público en sentido laxo y la demanda de financiamiento estatal para estudiantes del sistema tradicional y privado podría dar cuenta de que el objetivo del periodo de la Confech fue conformar un «pueblo» amplio a partir de una estrategia neopopulista de agregación de demandas (Laclau, 2009), en tanto expresión de una ideología competitiva, más no hegemónica alternativa, respecto a satisfacer la demanda de acceso universal a la educación superior como vehículos de movilidad social dentro de la estructura de clases, independiente de su condición estatal con una misión pública.

 

Notas

* Artículo derivado de la investigación Alcances y límites histórico críticos del movimiento universitario chileno durante la coyuntura del 2011: El caso de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) en un contexto neoconservador, realizado en el marco del Doctorado en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México, 2014–2018.

 

Referencias bibliográficas

1. Alonso, Sonia; Volkens, Andrea y Gómez, Braulio. (2012). Análisis de contenidos de textos políticos, un enfoque cuantitativo, cuadernos metodológicos. Centro de Investigaciones Sociológicas.

2. Angenot, Marc. (2010). El discurso social, los límites históricos de lo pensable y lo decible. Siglo XXI.

3. Arauco, Patricio [@patricioarauco]. (26 de octubre de 2011). Siempre trabajaremos con los compañeros de ues privadas, pero no aceptaremos que sus rectores se suban al carrito de [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/patricioarauco/status/129176995597778946

4. Atria, Fernando. (2014). Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público. LOM.

5. Ballesteros, Camilo [@Sr_Ballesteros]. (24 de noviembre de 2011). Hoy hay aumento de recursos para todo el CRUCH, pero se suman aportes extras para las estatales [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/Sr_Ballesteros/status/139714261604777984

6. Ballesteros, Guillermo [@Sr_Ballesteros]. (28 de marzo de 2011). Rector Hector Zuniga Udel Mar, los estudiantes con menos de 600 puntos no piensan, solo reproducen [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/Sr_Ballesteros/status/52447996712992768

7. Ballesteros, Guillermo [@Sr_Ballesteros]. (28 de marzo de 2011). Las universidades en Chile no lucran, eso no se lo cree ni el diablo... Padre Fernando Montes, U. Alberto Hurtado [Tweet]. Twitter/X: https://x.com/Sr_Ballesteros/status/52398327765024768

8. Cohen, Jean, Arato, Andrew. (2000). Sociedad civil y teoría política. FCE.

9. Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). (26 de junio de 2011). Petitorio. https://es.slideshare.net/slideshow/petitorio–confech–final/8429800

10. Chile. Congreso de la República. Decreto 333. (19 de agosto de 2021). Reglamento del financiamiento institucional para la gratuidad. https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1163967

11. Delamaza, Gonzalo. (2016). Sociedad civil, ciudadanía, movimiento social en Chile de hoy. En: Carretón, Manuel (ed.). La gran ruptura: institucionalidad política y actores sociales en el Chile del siglo XXI (pp. 22–65). LOM.

12. Emol. (2023, junio 6). Vivaldi: «Los únicos privados en el mundo que quieren ser reconocidos como públicos son los rectores de Ues chilenas». https://www.emol.com/noticias/Nacional/2023/04/06/1091476/vivaldi–privados–reconocidos–publicos–universidades.html7

13. Farfán, Sebastián [sebafarfans]. (25 de noviembre de 2011). Lo + impactante Larrain defendiendo la libertad de mercado en educacion. Para las familias no hay libertad sino condena [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/sebafarfans/status/140110140606128129

14. Farfán, Sebastián [sebafarfans]. (25 de noviembre de 2011). Reforma estructural? No se trata de mas o menos lucas, creo que lo importante es como se distribuyen y a [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/sebafarfans/status/140084442386546689

15. Figueroa, Francisco [panchofiguera]. (12 de septiembre de 2011). No estamos contra la educación privada. Exigimos su regulación [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/panchofigueroa/status/113406960606523392

16. Figueroa, Francisco [panchofiguera]. (12 de septiembre de 2011). La prioridad es fortalecer educación pública que debe ser la base de proyecto de desarrollo nacional [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/panchofigueroa/status/113413465787473920

17. Figueroa, Francisco [panchofiguera]. (13 de septiembre de 2011). Regular lo privado no lo convierte en público. Es solo cumplir deber del Estado. Mínimo [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/panchofigueroa/status/113626751942410240

18. Garcés, Mario. (2012). El despertar de la sociedad, los movimientos sociales en América Latina. LOM.

19. Gerter, Diego. (2011, agosto 31). Gabriel Salazar: «Vivimos en una coyuntura pre revolucionaria». El Vacanudo. https://www.elvacanudo.cl/noticia/sociedad/gabriel–salazar–vivimos–una–coyuntura–pre–revolucionaria

20. Gramsci, Antonio. (1999). Cuadernos de la cárcel. Tomo I. Era–Buap.

21. Gyarmati, Gabriel. (1984). Las profesiones, dilemas del conocimiento y del poder. Universidad Católica de Chile.

22. Jackson, Giorgio [GiorgioJackson]. (14 de mayo de 2011). Q buena noticia leer a Fco Javier Gil sin miedo a demostrar porq la UCSH merece financiamiento público!! #reformaeducacion. [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/69416069495926784

23. Jackson, Giorgio [GiorgioJackson]. (18 de mayo de 2011). Hasta cuándo pensamos q con lucro las instit van a hacerlo mejor? La evidencia dice q Ues CRUCH sn lejos [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/70892643244179456

24. Jackson, Giorgio [GiorgioJackson]. (19 de junio de 2011). Hay Estados q «si tienen la capacidad» s cosa d definir política, pero comparto q n Chile sea mixto, pero [Tweet].Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/82623887422128128

25. Jackson, Giorgio [GiorgioJackson]. (23 de junio de 2011). las 100 mejores Ues en el mundo según ranking Shiao Tong, 74 son públicas [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/83767893967380480

26. Jackson, Giorgio [GiorgioJackson]. (30 de junio de 2011). Osea, la educación del Estado, claro que tiene que ser laica...eso no implica que sea la única que el Estado. [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/86518668795711488

27. Jackson, Giorgio. [@GiorgioJackson]. (19 de junio de 2011). Decisiones cn grandes asimetrías (incorregibles), agrandadas con exceso de public, llevan a peores Ues crecer + y cesantes ilust [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/GiorgioJackson/status/82633551002075136

28. Jamett Pizarro, Cristian. (2018). Alcances y límites histórico críticos del movimiento universitario chileno durante la coyuntura del 2011: El caso de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) en un contexto neoconservador. (Tesis inédita de doctorado). Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México.

29. Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal. (2004). Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. FCE.

30. Laclau, Ernesto. (2009). La razón populista. FCE.

31. Mansilla, Carla. (2014). Democracia digital: redes sociales y movimientos ciudadanos en Chile durante el 2011. En: Valencia, Juan y García, Claudia (ed). Movimientos sociales e Internet (pp. 113–140). Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.

32. Massardo, Jaime. (2011). Gramsci en Chile, apuntes para el estudio crítico de una experiencia de difusión cultural. LOM.

33. Mayol, Alberto. (2012). El derrumbe del modelo económico. LOM.

34. Mayol, Alberto; Azócar, Carla y Azócar, Carlos. (2013). El Chile profundo, modelos culturales de la desigualdad y sus resistencias. Liberalia.

35. Modonesi, Massimo. (2012). El concepto de autonomía en el Marxismo contemporáneo, en Pensar las Autonomías. Bajo Tierra–Quimantú.

36. Nogueira, Marco. (2004). La sociedad civil como campo de luchas, como recurso gerencial y como espacio ético. En: Konoussi, Dora (comp.). Gramsci en Río de Janeiro (pp. 231–260).Plaza y Valdés.

37. Oliver, Lucio (2017). Gramsci y la noción de catarsis histórica, su actualidad para Latinoamérica. Las Torres de Lucca, 11, pp. 29–40.

38. Oliver, Lucio (coord.). (2021). Crítica de las contribuciones teóricas de Hegel sobre el Estado ético político moderno y su crisis orgánica. En: Problemas teóricos del Estado integral en América Latina. Fuerza en tensión y crisis (pp. 7–40). UNAM.

39. Petersen, Guillermo [@guillermo_peter]. (21 noviembre de 2011). Jornada por la defensa de la Universidad de Concepción: Pública, Laica y Regional [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/guillermo_peter/status/138757060769742848

40. Rivera, Claudio y Garrido, Óscar. (2024). Nuevos retos para las universidades estatales: contexto y trayectorias institucionales. En: Garrido, Óscar y Rivera, Claudio (eds.). Perspectivas y desafíos de las universidades públicas en Chile: Marco institucional y resiliencia de las universidades estatales (pp. 13–25). Universidad de la Frontera.

41. Roseberry, Williams. (2002). Hegemony and the Language of Contention. In: Gilbert, Joseph y Nugent, Daniel (Eds.). Everyday Forms of State Formation. Revolution and the Negotiation of Rule in Modern Mexico (pp. 3–41). Duke University.

42. Ruiz, Carlos. (2012). De nuevo la sociedad. LOM.

43. Sanabria Villalba, Ernesto. (2003). Abril y el Momento Constitutivo. Temas Sociales, 24, pp. 271–282.

44. Valencia, Juan y García, Claudia. (2014). Movimientos sociales e Internet. Pontificia Universidad Javeriana.

45. Vallejo, Camila [camila_vallejo]. (13 de septiembre de 2011). Sigamos demostrando la unidad de este movimiento. Manifestación x la educación y la salud pública, miércoles a las 10 en [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/camila_vallejo/status/113675656046448640

46. Vallejo, Camila [camila_vallejo]. (22 de marzo de 2011). Úgarte ya está avanzando en ley de universidades estatales para desburocratizarnos y quitarnos autonomía a través de gobiernos corporativos. [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/camila_vallejo/status/50182470389350400

47. Vallejo, Camila [camila_vallejo]. (4 de agosto de 2011). Tenemos el apoyo popular! 80% de los chilenos RECHAZA EL LUCRO EN LA EDUCACIÓN! ENCUESTA CEP [Tweet]. Twitter/X. https://x.com/camila_vallejo/status/99160738681204736