ISSN (impreso) 0121–5167 / ISSN (en línea) 2462–8433
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| Artista invitado Juan Fernando Sánchez Suárez De la serie Bordes Técnica mixta, lienzo, canutillos, acrílicos, lapiceros 150 cm x 95 cm 2018 |
EDITORIAL
Germán Darío Valencia Agudelo1 (Colombia)
Andrés Felipe Lopera Becerra2 (Colombia)
Deiman Cuartas Celis3 (Colombia)
1 Exdirector de la revista Estudios Políticos. Economista. Especialista en Gerencia Social. Magíster en Ciencia Política. Doctor en Estudios Políticos. Grupo Hegemonía, guerras y conflictos, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia UdeA. Calle 70 No. 52–21, Medellín, Colombia. Correo electrónico: german.valencia@udea.edu.co – Orcid 0000–0002–6412–6986 – Google Scholar https://scholar.google.es/citations?hl=es&user=7Sm8z3MAAAAJ
2 Editor académico de la revista Estudios Políticos. Politólogo. Magíster en Ciencias en Desarrollo Local. Doctor en Humanidades. Grupo Hegemonía, guerras y conflictos, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia UdeA. Calle 70 No. 52–21, Medellín, Colombia. Correo electrónico: andresf.lopera@udea.edu.co – Orcid 0000–0002–1084–0172 – Google Scholar https://scholar.google.es/citations?hl=es&user=jp2wp–8AAAAJ
3 Director de la revista Estudios Políticos. Economista. Filósofo. Magíster en Ciencia Política. Doctor en Ciencias Sociales con especialización en Estudios Políticos. Grupo Hegemonía, guerras y conflictos, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia UdeA. Calle 70 No. 52–21, Medellín, Colombia. Correo electrónico: deiman.cuartas@udea.edu.co – Orcid 0000–0002–3644–6501 – Google Scholar https://scholar.google.es/citations?hl=es&user=VM–KiGYAAAAJ
Cómo citar este artículo: Valencia Agudelo, Germán Darío; Lopera Becerra, Andrés Felipe y Cuartas Celis, Deiman. (2025). Senderos de reflexión a partir de los editoriales de la revista Estudios Políticos. Estudios Políticos, (Universidad de Antioquia), 72, pp. 9–33. https://doi.org/10.17533/udea.espo.n72a01
Introducción
Cuando se abre una revista científica, lo primero con que se encuentra el lector es, por lo general, el editorial. En muy pocas ocasiones el editor o director de la revista se queda callado y no publica nada que pueda identificarse bajo este nombre. Casi siempre, el responsable del contenido de la revista utiliza las primeras páginas de cada número para escribir sobre un tema de coyuntura, informar al lector sobre alguna situación de la revista o presentar el contenido del número, donde resume o resalta algunos asuntos del total de los artículos. A esta variedad de reflexiones se le antepone el título de Editorial.
La aparición recurrente de este tipo de reflexiones ha vuelto a los editoriales en un cuasigénero de la literatura científica.Un lugar que se ha ganado con el trabajo recurrente, minucioso y creativo de los directores de la revista o de los editores invitados. Un tipo de escrito del que se ocupa el gestor o líder de la empresa editorial, quien trabaja en el mantenimiento de este bien común del conocimiento (Valencia y Valencia, 2025). Un tipo de pieza escrita que ha presentado cambios a través del tiempo y que al revisar los distintos proyectos editoriales que se publican por las comunidades científicas evidencian que tiene sus particularidades. En definitiva, un tipo de escrito con el que los gestores editoriales le imprimen un sello a sus revistas y tratan de diferenciarse de las demás.
A pesar de la importancia del editorial se puede afirmar que este género literario–científico se halla en el olvido. Son escasos los trabajos que se refieren al editorial como un tipo de texto que tiene independencia y autonomía frente a los demás escritos de las revistas científicas (Aparicio, Banzato y Liberatore, 2016; Corera y Molina, 2016). Son los artículos de investigación, las reseñas o los ensayos los que soportan casi todo el interés. Un olvido que se debe, en buena parte, a la libertad con que se construyen y la poca importancia que en las comunidades científicas se le asigna a esta clase de textos.
El objetivo con este editorial es analizar la dinámica que han tenido los editoriales en la revista Estudios Políticos. Un proyecto académico que en 2025 cumple 34 años de vida y que, desde su primer número —el cual apareció en el primer semestre de 1992— ha publicado, con este, 72 números de forma continua.
Este texto está construido de la siguiente forma: primero se defiende a los editoriales como género literario–científico o, si se quiere, un tipo o clase de escritos que hace parte de las revistas científicas, para esto se hizo una revisión de lo que se dice al respecto en algunas bases de datos como Web of Science (WoS), Scopus y Scientific Electronic Library Online (SciELO), además se revisa una serie de materiales disponibles en el buscador Google Académico, filtrando palabras clave como «editorial», «editoriales» y «tipos de artículos», entre otros; en el segundo apartado se hace una descripción y un análisis de los editoriales que han aparecido en la revista Estudios Políticos en 71 números, construyendo una especie de estado del arte que sirve para presentar los resultados, usando como herramienta el análisis de redes sociales (ARS); y en el tercer apartado se presentan las habituales consideraciones finales.
Los editoriales como género literario
Generalmente, los que clasifican los tipos de escritos literarios hablan de «géneros» y los nombran como narrativos, líricos o dramático, entre otros. Allí colocan a la novela, el cuento, el teatro o la poesía entre la variedad de escritos. En la literatura científica la clasificación es más difícil y lo que se hace es partir por identificar los formatos en que se trasmite, comunica o divulga el conocimiento científico. Entre los más usados están el clásico libro y capítulos de libro, también las ponencias en congresos especializados, las revistas científicas y los videos, entre otros.
Entre estos formatos, las revistas científicas o journals se han convertido en la forma más difundida de entregar los hallazgos investigativos entre las comunidades científicas internacionales. Las revistas científicas se conciben como una «publicación periódica que presenta especialmente artículos científicos, escritos por autores diferentes, e información de actualidad sobre investigación y desarrollo de cualquier área de la ciencia» (Jiménez y Castañeda, 2003, p. 1).
En este sentido, se presenta a los artículos científicos como el tipo de escrito más característicos del artefacto llamado revista científica. Estos son textos resultado de investigación que tienen una secuencia o estructura: parten de una portadilla —que contiene el título y la información del autor—, le sigue el resumen, la introducción, la revisión de la literatura, la metodología y luego las secciones de presentación de resultados y discusión, así como las conclusiones y referencias bibliográficas. Una estructura que también comparten otro tipo de artículos de revista, como los de revisión o review (EDUCyT, s. f.) y las reflexiones.
En este reconocimiento del material que estructura las revistas científicas WoS identifica varios tipos de documentos en sus revistas, estos van desde los artículos resultados de investigación hasta las correcciones del editor, pasando por los artículos de revisión, las cartas del editor y las notas (Clarivate, s. f.). Igualmente, SciELO identifica, además de esta tipología de estilos editoriales, a los originales breves, actualización, al foro, de casos clínicos y la nota técnica, entre muchos otros (SciELO, 2023).
Pero como se ve, tanto WoS como SciELO olvidan el importante puesto que tiene el editorial. No reconocen a este como un tipo de texto autónomo que tienen las revistas científicas. Tan sólo en algunas revistas los editoriales se reconocen, pero se les da un puesto marginal, es decir, a pesar de que los editoriales aparecen como el primer apartado de las revistas, en muchas de ellas este componente pasa a un segundo o tercer plano.
Las razones para este descuido son varias: el primero es la subvaloración que tiene entre la comunidad científica, se considera que son los artículos científicos donde se hacen realmente los aportes sustanciales y, por tanto, que en este tipo de escritos se presentan ideas superfluas o pocos significativas; segundo, que la consulta de estos textos por parte de los usuarios de las revistas es escasa y pasan generalmente inadvertidos, la cantidad de consultas de los editoriales es bajo y mucho menos de descargas; y tercero, al poco interés que les otorga el mismo comité editorial a los editoriales, se considera que es un espacio simplemente para contar alguna noticia que le interesa sobre la revista y no sobre temas de provecho científico.
Pasa, incluso, que cuando se habla de los editoriales los autores, lectores y gestores de revista confundan el género literario con el oficio del editor. Cuando se indaga por editoriales se reconoce el plural femenino de «las editoriales» y no el plural masculino de «los editoriales». Que como sabrá el lector son dos cosas muy distintas: el femenino se refiere a la actividad de publicar para vender libros o entregar información, que podría denominarse como empresas editoriales y que ha cambiado poco desde el momento en que Gutenberg comenzó con su proyecto editorial eligiendo la Biblia. En contraste, el masculino se refiere a la especie de género que aparece en las revistas, una diferenciación que precisa a otro tipo de documento y no a una actividad industrial, con ella se reconoce a los editoriales como un tipo de artículo.
A pesar de este olvido o de la minimización de los editoriales como género, algunas revistas serias o bases de revistas reconocen a las editoriales como uno de los componentes de las revistas científicas. SciELO, por ejemplo, habla del editorial como un estilo de editoriales y, aunque la ponen de primera en la lista de componentes de la revista, tal vez por el orden en que aparecen, tan sólo afirman que «es un punto de vista u opinión del Comité Editorial, el Editor o autores invitados» y le limita a quinientas palabras como la máxima extensión para su construcción (Revista Costarricense de Salud Pública, s. f.). Explicación sucinta que comparten la mayoría de las páginas y revistas que hablan en algún momento del editorial.
De manera más amplia, Fernando Navarro (2019) presenta al editorial —sustantivo masculino— como:
Un artículo de fondo que trata de recoger de un modo u otro la opinión de una publicación periódica; esto es, lo que en inglés llaman también editorial, como nosotros, o leading article. En los diarios y otras publicaciones generalistas suele aparecer sin firma, pues, aunque lo escriba el director del medio o alguno de sus redactores, se supone que expresa una opinión colectiva. En muchas revistas médicas y científicas, en cambio, suele ir firmado; pero se escribe por encargo expreso de la dirección de la revista y suele centrarse en algún artículo importante publicado en ese mismo número, o en algún asunto considerado de especial trascendencia para los lectores de la revista.
Con estas definiciones queda claro que los editoriales se caracterizan por:
i) Es un texto que aparece al inicio. El editorial aparece casi siempre en las primeras páginas, esto ocurre tanto en las revistas científicas como para las comerciales y de divulgación.
ii) Está a cargo del editor o gestor de la revista. Por lo general, lo escribe el editor en jefe, quien dice allí de qué se va a tratar el número, por qué se eligió un tema y con ello un dossier para una sección especial, generalmente, de lo que va a tratar el número. Dado que el editor es un experto en el tema, en ocasiones se aprovecha para interactuar con el público o lectores y la comunidad científica.
iii) Usa un estilo diáfano. De una manera mucho más clara o sencilla que los demás tipos de artículos, el editor usa este espacio para hacer interpretaciones, orientar investigaciones y publicar.
iv) Es un texto flexible y que se adapta a las necesidades de la revista. Los editoriales se usan por el equipo editorial de acuerdo con la conveniencia de lo que desean comunicar. Algunas editoriales sirven para recordar la filosofía de la revista o por qué se rechazan los artículos. Esto significa que los editoriales si han cambiado, ya que exploran de manera permanente formas de llegar a los públicos a los que se dirigen.
v) Aborda variados temas. Cuando se revisan los editoriales se ve que estos se usan para hablar de temas locales o globales, del pasado o de la actualidad, para opinar o precisar sobre un asunto escrito en este sentido. Se pueden utilizar también para corregir y aclarar hechos en una noticia, artículo, editorial o artículo de opinión.
vi) Su finalidad depende del editor. Los editoriales permiten desarrollar, discutir e intercambiar ideas, o también desafiar y apoyar ideas que hayan pasado por la revisión por pares, corregir errores e iniciar el diálogo entre investigadores y lectores. Ayudan a plantear puntos que no se han cubierto en un estudio, así como proporcionar información adicional para respaldar el trabajo.
vii) Finalmente, son textos que no pasan por evaluación de pares. Dado que son un tipo distinto de escrito a los artículos científicos que se publican en la revista, la decisión de publicarlo está a cargo de un comité editorial. Pero los editoriales en las revistas científicas han cambiado y varían. En algunas se aprovecha el espacio para hablar de un tema coyuntural en el área de discusión.
Dinámica de los editoriales en la revista Estudios Políticos a través del prisma del análisis de redes sociales (ARS): cartografías para la reflexión académica y sociopolítica
Comencemos informando que la revista Estudios Políticos habitualmente publica seis tipos de piezas escritas: el editorial, ensayos, artículos producto de investigación, artículos de reflexión, artículos de revisión y reseñas críticas. Hasta la fecha, con este número son 72 los editoriales publicados y a partir del número 53 la revista sufrió dos cambios: su periodicidad pasó de ser semestral a cuatrimestral y además la publicación impresa desapareció (Valencia y Flórez, 2019). En todo caso, desde el primero hasta este último número, todos los editoriales se encuentran alojados en el sitio oficial de la revista.1 Lo que se hizo para construir este análisis de los editoriales es recurrir a estos archivos2 y revisar sus contenidos, considerando en estas dinámicas: i) la temática abordada; ii) el diagnóstico de la situación problemática; iii) las propuestas; y iv) el lugar de la universidad, el Instituto de Estudios Políticos y la revista Estudios Políticos.
Usando los anteriores criterios, en la gráfica 1 se puede observar que las palabras que más se usan o hacen referencia en las 71 editorial son: política, paz y conflictos. Lo que confirma que los editores de la revista Estudios Políticos, al elaborar estas piezas, han tenido entre sus propósitos entregar claves interpretativas de la historia reciente del país, una realidad marcada por la violencia, el conflicto armado y la difícil transición hacia la paz.
Gráfica 1. Los editoriales de la revista Estudios Políticos, como visión de conjunto, 1992–2024.

Fuente: elaboración propia.
En los variados editoriales es posible colegir análisis en donde los autores discuten sobre la crisis política y social, la necesidad de la modernidad frente a las estructuras tradicionales del orden sociopolítico y el papel crucial de la ciudadanía y de la sociedad civil en la construcción de una sociedad más justa y democrática para favorecer la superación del conflicto armado interno.
En los temas de la construcción de paz y el posconflicto se encuentran editoriales donde se aprecian reflexiones sobre la situación de los excombatientes o firmantes de paz, la construcción de la memoria y los esfuerzos por la reparación a las víctimas, y la manera como el Estado ha atendido a las comunidades afectadas por la guerra, como son los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), creados para atender el posconflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colomba–Ejército del Pueblo (FARC–EP).
Igualmente, en la revista se ha reflexionado sobre la violencia y la criminalidad en América Latina como factores que impactan la democracia, así como la importancia del acceso abierto al conocimiento científico y el uso de metáforas para comprender fenómenos políticos complejos, entre muchas otras temáticas a lo largo de más de tres décadas de labor editorial continua.
Para realizar un análisis más detallado de los editoriales y de los temas, problemas, propuestas y el lugar de la universidad, así como del IEP y de la revista Estudios Políticos3 en los tópicos antes indicados (véase tabla 1) y haciendo uso del análisis de redes sociales (ARS),4 se organizan los resultados que se presentan en la tabla 2, en la que se logra «parametrizar» las 71 editoriales consultadas.
Tabla 1. Categorías para el análisis de redes por tipo de nodo (TN) de los editoriales de la revista Estudios Políticos.
TN = Tipo nodo |
|
Tema_abordado |
1 |
Diagnostico |
2 |
Propuestas |
3 |
Lugar_universidad_(IEP_revista_EP) |
4 |
RB = Red bidireccional |
|
Tema_abordado |
1 |
Diagnostico_propuestas_universidad |
2 |
Fuente: elaboración propia.
Tabla 2. Editoriales revista Estudios Políticos. Temas, diagnósticos, propuestas y el lugar de la universidad, 1992–2024. Fragmento.5
Número |
Nodo de identificación abreviada (ID) |
Nombre nodo (descripción de identificación) |
Tipo de Nodo (TN) |
Tipo de nodo red bidireccional (RB) |
1_1992 |
Crisis_sociopol |
Crisis_socio_politica |
1 |
1 |
Modernizacion |
Modernizacion |
2 |
2 |
|
Modernidad |
Modernidad |
2 |
2 |
|
Cult_pol |
Cultura_politica |
3 |
2 |
|
Participacion |
Participacion |
3 |
2 |
|
Consenso |
Consenso |
3 |
2 |
|
Intolerancia |
Intolerancia |
2 |
2 |
|
Ausen_pluralismo |
Ausencia_pluralismo |
2 |
2 |
|
Bipartidismo |
Bipartidismo |
2 |
2 |
|
Polariz_sociopol |
Polarizacion_sociopolitica |
2 |
2 |
|
Desarr_cult_pol |
Desarrollo_cultura_politica |
3 |
2 |
|
Cambio_const_norma |
Cambio_Constitucional_normativo |
3 |
2 |
|
Nuevo_orden_pol |
Nuevo_orden_politico_moderno |
3 |
2 |
|
Estilo_vida |
Estilo_vida |
3 |
2 |
|
Sociedad_civil |
Sociedad_civil |
3 |
2 |
|
Decis_pol |
Decisiones_politicas |
3 |
2 |
|
Universidad_reflexion |
Universidad_reflexion_teorica |
4 |
2 |
|
Rev_est_pol |
Revista_estudios_politicos |
4 |
2 |
|
Universidad_difus_ideas |
Universidad_difusion_ideas |
4 |
2 |
Fuente: elaboración propia.
Una vez condensada la información extraída de los editoriales usando las categorías de la tabla 2 se hizo uso del software libre Gephi (2022)6 para el ARS. La red se configuró a partir de un conjunto de nodos y de un conjunto de aristas, en donde cada arista une a dos nodos. Esta metodología permite la representación gráfica de la red del conjunto de las temáticas abordadas en los editoriales de la revista Estudios Políticos a lo largo de los años.
El resultado es un grafo con 547 nodos y 1824 aristas, del cual se derivó una primera red aleatoria total por tipo de nodo (TN) (véase grafo 1). En este se descubre que 12,61% del total de los nodos de la red corresponde a las temáticas abordadas en los editoriales —círculos amarillos—; 44,24% se relaciona con los diagnósticos sobre los temas y problemas que allí se realizan —círculos de color azul—; 38,21% lo hace con las propuestas derivadas de los análisis realizados en los editoriales —círculos de color naranja—; y finalmente, 4,94% corresponde al lugar de la universidad, del IEP y de la revista Estudios Políticos —círculos de color verde—. Lo que permite concluir que el mayor porcentaje de los temas abordados (87,39%) se dirige a realizar diagnósticos, propuestas y los lugares de la universidad, la unidad académica y la revista en dichas dinámicas de análisis.
Grafo 1. Editoriales revista Estudios Políticos, 1992–2024. Red aleatoria por tipo de nodo (TN).

Fuente: elaboración propia.
Para poder derivar algún patrón o tendencia en la configuración de la red, así como una correcta visualización de los nodos en el conjunto del grafo de esta, se aplicó una distribución Fruchterman–Reingold para el posicionamiento de los nodos en la red siguiendo este algoritmo.7 Igualmente, se procedió a una discriminación por tamaño y forma de los nodos en función de su valor, teniendo en consideración el color seleccionado con antelación para cada categoría —tipo de nodo (TN)—. En relación con el tamaño, se partió de una asignación de un tamaño de 10 para los nodos con menor valor de grado8 y de 50 para los de mayor valor de grado. Hay que aclarar que el grado de un nodo —punto en la red— hace alusión a la cantidad de relaciones que este establece con otros puntos o nodos de la red. Luego, en el grafo de la red, un nodo que tiene una sola relación tendrá un valor de 10, mientras que un nodo que tenga la mayor cantidad de relaciones en la red tendrá un valor de 50 (véase grafo 2).
Grafo 2. Editoriales revista Estudios Políticos, 1992–2024. Red Fruchterman–Reingold por tamaño y tipo de nodo (TN).

Fuente: elaboración propia.
Como se puede apreciar, el grafo de la red cambia, se presentan tres niveles: en el primer nivel, correspondiente a la periferia de la red, se encuentran los diagnósticos y propuestas sobre las temáticas analizadas —círculos azules y naranjas pequeños— en los editoriales, así como algunos lugares de enunciación de la Universidad, el IEP y la revista para estas —círculos verdes pequeños—. En el segundo nivel se presentan algunos axones que rodean al núcleo de la red, asociados con las temáticas que son puestas en consideración para su análisis en los diversos editoriales que aparecen en los números de la revista —en la red corresponden a los círculos de color amarillo con un tamaño mayor a los que están conformando la periferia de la red—.
Aquí se podría indicar que, a lo largo de su existencia, en la revista Estudios Políticos se abordan problemáticas políticas en el marco de la reflexión teórica y de las realidades litigiosas de una sociedad como la colombiana, en sus vicisitudes y posibilidades, desde finales del siglo XIX, a lo largo de la mayor parte del siglo XX y hasta el presente. Temas en relación con los procesos de formación del Estado, el orden político constitucional derivado de la Constitución Política de 1991 y de la democracia, incluyendo la legitimidad, la gobernabilidad, los derechos humanos, la cultura política y la ciudadanía, entre muchas otras, enfocándose especialmente en la crisis y el orden institucional, el conflicto armado y la violencia.
Finalmente, en el tercer nivel de la red hay un centro en donde se aprecian círculos más grandes de diferentes colores —verdes corresponde al lugar de la universidad, el IEP y la revista en las temáticas analizadas desde los editoriales; azules a los temas y problemas diagnosticados; y naranjas a las propuestas derivadas de los diagnósticos e interpretaciones sugeridas para las temáticas discutidas en las presentaciones de la revista—. Este núcleo de la red representa el esfuerzo editorial de la revista por hacer inteligible, desde el lugar de enunciación de la academia, un conjunto variado de problemáticas alrededor de la guerra y la paz, la institución policial, la participación ciudadana y los actores sociales, las políticas públicas, los estudios fronterizos y transfronterizos, la migración, las elecciones y los partidos políticos locales, la exclusión social, el urbanismo social, el análisis de la violencia, la evolución de la disciplina de la ciencia política y de los estudios políticos, incluyendo enfoques como el institucionalismo y el uso de metáforas, y políticas actuales como la Paz Total y la paz territorial.
En últimas, como bien lo indica María Teresa Uribe (2008) en una conferencia impartida durante el segundo semestre de 2004, como inicio para los procesos de enseñanza y aprendizaje que se llevaron a cabo en el marco del nuevo programa de Ciencia Política en la Universidad de Antioquia, investigar no es otra cosa que tratar de ver en la oscuridad. Así que esta sociedad nuestra ha sido pasada por el prisma de las teorías y de los conceptos como «cajas de herramientas», para desde el campo interdisciplinar de los estudios políticos aportar algunas claves de intelección y cursos de acción para morigerar las vicisitudes que nos asisten, hoy como ayer, en tanto comunidad política.
Finalmente, cuando se procede a graficar los datos de la red teniendo en cuenta sólo las temáticas abordadas en los editoriales —círculos amarillos en la red que, como se ha indicado, corresponden a 12,61% de los nodos de la red— y sus lógicas de interacción con los diagnósticos, propuestas y los lugares de enunciación de la universidad, la unidad académica y la revista, que en conjunto suman 87,39% de la información (véase grafo 3).
Grafo 3. Editoriales revista Estudios Políticos, 1992–2024. Red Fruchterman–Reingold bidireccional (RB).

Fuente: elaboración propia.
La importancia del grafo 3 se fundamenta en que con este se confirma la tendencia de la red: las temáticas abordadas desde los editoriales, como un todo, diagnostican una profunda crisis sociopolítica en el país, marcada por la violencia persistente, la desconfianza institucional y una política debilitada. Frente a esto, se propone restituir a la política como reflexión y acción ética, al fomentar una cultura democrática y la construcción de una sociedad más justa y pacífica.
En este contexto, la Universidad de Antioquia, desde el Instituto de Estudios Políticos y la revista Estudios Políticos, se instituyen como campos académicos que desde los análisis rigurosos y la deliberación pública aportan en la construcción de una más y mejor informada opinión pública y para el fortalecimiento de una masa crítica de cientistas sociales y de los estudios políticos, a partir de los cuales se contribuya a la búsqueda de soluciones para la convivencia y la construcción de una nación más democrática e incluyente.
Ahora, al analizar las temáticas de las que se han ocupado los editoriales de la revista durante estas más de tres décadas de labores ininterrumpidas, se tiene el siguiente resultado (véase gráfica 2), del cual se puede inferir que en buena parte de los editoriales se analiza a la sociedad colombiana como atravesada por variadas y complejas dinámicas de violencia política y social que han sido desplegadas por los actores armados en el marco del conflicto armado, configurando una crisis sociopolítica profunda y constante que, en parte, no pudo ser resuelta con el nuevo «contrato social» que representaba la Constitución de 1991.
La profundidad de nuestra crisis política y social y la ausencia de un compromiso transformador de parte de los partidos, contribuyen por otro lado a alimentar la desconfianza y el escepticismo de la sociedad colombiana en torno a su futuro inmediato. Sin pretender crear falsas expectativas y supuestas éstas y otras condiciones características de nuestro actual sistema político, creemos aún acertado el avance en la reflexión crítica sobre nuestra sociedad, aportando elementos explicativos para entender la crisis en que nos encontramos (Restrepo, 1997, p. 6).
Gráfica 2. Editoriales revista Estudios Políticos, 1992–2024. Nivel de intermediación9 entre las principales temáticas abordadas.

Fuente: elaboración propia.
Se trata de una crisis sociopolítica que se ha visto exacerbada por la deslegitimación histórica del Estado y la incredulidad institucional, la polarización y la percepción de una política «secuestrada», o cuyos conceptos se vacían de significado, a menudo tratada sin el análisis teórico y fáctico necesarios. La crisis también se expresa en problemas estructurales como la exclusión social y la falta de un compromiso transformador de los partidos políticos en una realidad compleja donde la modernización no encuentra eco en la modernidad cultural y política.
Estas situaciones van configurando una suerte de almendrón de la crisis nacional de la que es necesario dar cuenta con las perspectivas interdisciplinarias del estudio de lo político, como ha sido la apuesta epistémica y política que se ha acrisolado durante estas más de tres décadas en el IEP de la UdeA y en la revista de Estudios Políticos (Valencia y Cuartas, 2023, p. 12).
Frente a este complejo panorama, los editoriales de la revista y, en general, desde el lugar de enunciación de la universidad y la academia se ha propuesto la importancia de la reflexión y la acción política desde variados sectores sociales, abogando por la construcción y desarrollo de una cultura política democrática basada en la participación y el consenso como soportes para la construcción de una sociedad más democrática e incluyente. Aspectos que implican ir más allá de la descripción de la crisis para articular otros sentidos y alternativas no violentas para la solución de la insociable sociabilidad (Kant, 2003) que se expresa en la sociedad colombiana, como comunidad política.
Igualmente, desde los editoriales se aboga por el compromiso y la participación activa de la sociedad civil, así como por la búsqueda de soluciones negociadas y políticas al conflicto armado que, como es hoy reconocido, requieren ir más allá del silenciamiento de las armas para construir una paz estable y duradera que, a la par de las transformaciones económicas, sociales y políticas, favorezca procesos de justicia transicional y de políticas de reintegración social integral para las y los excombatientes.
También se aboga por el análisis riguroso y el debate académico crítico que supere la opinión interesada, la defensa de lo público y la resistencia a modelos académicos mercantilistas que restringen la comprensión de las problemáticas sociopolíticas. Como lo manifiesta William Restrepo (1997) en uno de los editoriales: «La política, la filosofía política y la ética, que se dinamizan como objetos particulares de conocimiento [...]. Son fundamentales en la formación de una sociedad pluralista, que admita las diferencias y asuma el reto del reconocimiento y la inclusión sociales» (p. 6).
En todas estas cuestiones litigiosas y dinámicas académicas, la Universidad de Antioquia y particularmente el Instituto de Estudios Políticos (IEP) y la revista Estudios Políticos han buscado tener un lugar fundamental y consciente en relación con su responsabilidad como campos para la construcción de una opinión pública más informada y deliberante: «Con esta revista, cuya finalidad va más allá de lo académico, se trata de contribuir a la formación de una cultura política que privilegie, por la vía de la comprensión teórica y de la difusión, el fortalecimiento de una sociedad civil con capacidad de gestión y de influencia en las decisiones políticas» (Restrepo, 1992, p. 6).
En este último sentido, la revista desde sus inicios y hasta el presente se ha concebido como un espacio para el análisis de las problemáticas políticas, aportando a partir de la reflexión teórica y de la difusión de investigaciones rigurosas conocimientos para favorecer la construcción de una mejor sociedad. La revista representa un proyecto que durante estos años ha promovido el debate, el pluralismo y el acceso abierto al conocimiento, constituyéndose en un espacio de formación y escuela, y como repositorio de uno de los bienes comunes esenciales, como lo es el del conocimiento científico y político social, a partir de los cuales se busca mantener un compromiso de publicación y difusión sobre los problemas sociopolíticos a escala regional, nacional e incluso para América Latina.
Estudios Políticos, como proyecto editorial, académico y político, ha querido ir en contravía de ese modelo de investigación y de educación que viene campeando en América Latina: un modelo económico empresarial basado en la lógica del mercado, de la competencia y de la rentabilidad; un modelo que restringe sistemáticamente la posibilidad de comprender y discutir los problemas sociales, culturales y políticos. Por eso, seguimos creyendo en la necesidad de resignificar los marcos culturales que le den cabida a un proyecto de sociedad en el que la equidad y la justicia, el respeto y el reconocimiento de la diversidad, el cuidado del otro y de la vida, sean sus bases fundacionales (Hurtado, 2012, p. 12).
Por su parte, desde el Instituto de Estudios Políticos (IEP), mediante sus programas de formación posgradual y sus dinámicas investigativas, ha venido contribuyendo con el fortalecimiento de los estudios políticos y del campo disciplinar de la política en tanto ciencia, pero también ha venido aportando a la búsqueda de alternativas para las crisis sociopolíticas en que ha estado inmersa la sociedad colombiana durante la mayor parte del siglo xx y en los albores del siglo XXI. Su labor ha sido esencial para la generación de conocimientos cualificados a partir de los cuales se pueda comprender mejor las causas históricas del conflicto armado y la construcción de ciudadanías para la paz, interpelando una realidad abigarrada y compleja como la colombiana, ofreciendo elementos de análisis teóricos y desde las políticas públicas para su transformación.
Finalmente, deseamos presentar el «tejido» que podría derivarse como soporte de la apuesta editorial y de la revista en general como ejercicio académico, pero también vital, a lo largo de estos años, para lo cual «dejaremos de lado» las temáticas que se condensan en las presentaciones de los diferentes números de la revista —nodos o puntos de color amarillo— y nos concentraremos en los diagnósticos y propuestas sobre las temáticas analizadas —círculos azules y naranjas—, así como en algunos lugares de enunciación de la universidad, el IEP y la revista para estas —círculos verdes—. Para tener una visión de conjunto de este tejido escritural realizamos una red bipartita10 en donde sea posible apreciar a los editoriales en su basamento como extensión de la memoria y registro de una época histórica signada por vicisitudes, como se ha indicado, pero en la que no se ha claudicado por dotar de valor a la palabra y a la reflexión como apertura de mundos.
Esta red está compuesta ahora por 478 nodos o puntos, en lugar de 547 nodos como antes —grafos 1, 2 y 3—, dado que se han «extraído» de la red las temáticas abordadas en los editoriales. En relación con las aristas o líneas que conectan a los nodos, se incrementan, pasando de 1824 —como en los grafos 1, 2 y 3— a 16 088. Este incremento se podría explicar debido a los procesos de «iteración» de conexiones que se gestan entre los nodos de diferentes colores que representan los diagnósticos sobre las situaciones «litigiosas» y las propuestas que se coligen de estas, así como el lugar de la universidad, el IEP y de la revista presentados desde los editoriales. Es decir, aunque se «extraen» los nodos de las temáticas generales que abordan los editoriales —nodos amarillos— quedan los nodos —puntos de diversos colores, predominantemente azules y naranjas, y en menor medida verdes— que expresan las múltiples conexiones que las temáticas de los editoriales analizan para los diferentes números de la revista a lo largo del tiempo.
Grafo 4. Editoriales revista Estudios Políticos, 1992–2024. Red bipartita.

Fuente: elaboración propia.
En relación con los tipos de nodos, se tiene que 50,63% del total de los puntos de la red se relacionan con los temas y problemas diagnosticados en los editoriales de los diferentes números de la revista —nodos azules—; seguidamente, que 43,72% de la información de la red —nodos naranjas— se compone de las propuestas derivadas de los diagnósticos e interpretaciones sugeridas por las temáticas discutidas en las presentaciones de la revista; finalmente, el lugar de la universidad, el IEP y la revista en estas temáticas analizadas representa 5,65% de la información de la red —nodos verdes—. Así que estos tres tipos de nodos representan 100% de la información contenida en la red, reiteramos, sin tener en consideración a las temáticas que se condensan en las presentaciones de los diferentes números de la revista —nodos amarillos en la red—.
¿Qué análisis adicional es posible derivar del grafo 4? El primer registro que llama la atención en la red es su tonalidad azul, lo que representa, en nuestro caso, un marcado acento en el diagnóstico de un conjunto variado de circunstancias litigiosas que han ocupado a la Universidad de Antioquia, al IEP y a la revista durante estos años. Como se ha indicado ya, desde los editoriales de la revista se configura un diagnóstico que describe una profunda crisis política y social en Colombia, marcada por la violencia persistente y el conflicto armado, la deslegitimación y el escepticismo institucional que, aunado con una concepción negativa de la política en su ejercicio, asociada con dinámicas de sectarismo y el favorecimiento de intereses particulares y lógicas clientelares, complejizan tanto el vaciamiento de significado de los conceptos políticos como la exclusión y brechas sociales, asuntos que no «han podido ser domesticados del todo por el orden político institucional y menos aún por las dinámicas mercantiles que han venido exacerbando unos ya elevados niveles de exclusión social» (Valencia y Cuartas, 2023, p. 6).
El segundo radica también en la tonalidad naranja de la red y en la relevancia de los cuatro nodos verdes en el centro de la red que, de un lado, condensan propuestas en relación con las temáticas litigiosas diagnosticadas, en donde el lugar de enunciación de las instituciones a través de sus lógicas de intervención desde las políticas públicas, para las comunidades locales, es socialmente incidente. Pero también es notable el lugar de enunciación de la academia y de la revista en toda esta urdimbre de conceptos y palabras como puentes para dar cuenta de un momento histórico, en sus vicisitudes y posibilidades, para una comunidad humana concreta como la colombiana. Dotar de algunas coordenadas de intelección a esta realidad social y, en no pocas ocasiones, dolorosa desde el lugar de enunciación de la academia para permitir, desde unos paisajes del pensamiento, hacer «cosas con palabras» (Austin, 1982), en el entendido de que las perspectivas interdisciplinarias y plurales del estudio de lo sociopolítico pueden ser incidentes para la comprensión y acción reflexiva en un mundo político y social abigarrado y complejo.
Desde sus comienzos hasta hoy –y probablemente a lo largo de los años venideros– la revista seguirá apostando por la construcción de lecturas teóricas plurales que contribuyan en la construcción de mejores niveles de comprensión de la comunidad política regional y nacional en sus variadas expresiones, tanto institucionales como de sumatoria de intereses y de acción colectiva. Aportes a partir de los cuales sea posible una mejor sociedad, que pueda vivir productiva e inteligentemente en los conflictos, sin que en esta se recurra a la supresión de la diferencia a partir de la aniquilación física, intelectual o moral de quienes la constituyen (Giraldo, 1992, p. 5 citado por Valencia y Cuartas, 2023, pp. 10–11).
Consideraciones finales
En este texto se ha mostrado el papel cada vez más importante que vienen consiguiendo los editoriales en el mundo de las revistas científicas. Se están convirtiendo en una suerte de memoria metodológica del trasegar reflexivo y del esfuerzo que representa la labor editorial en una revista académica, sobre todo, en un contexto como el colombiano, signado, como se ha indicado, por variadas expresiones de conflictividades, pero también de las dinámicas de acción colectiva y de movimientos sociales que, desde sus lugares de enunciación y de acción política, contribuyen a la reconstrucción del tejido social en el posacuerdo (Valencia y Cuartas, 2024).
Así que más allá de los aspectos formales y procedimentales que se imbrican en la construcción de los editoriales, los cuales son importantes en tanto expresan un saber hacer en relación con la recepción y difusión de los variados registros del conocimiento académico, y su apropiación social, hay también una suerte de artesanía intelectual (Harto de Vera, 2006) que se condensa en el equipo humano que hace posible el funcionamiento de la revista como una empresa social y humana, en procura de la construcción de una comunidad académica y de reflexión política interdisciplinaria para dar cuenta, con sus denodadas labores y oficios, de un contexto sociopolítico e institucional, abigarrado y litigioso como el colombiano.
Finalmente, reiterar que desde la comunidad académica que se construye con el esfuerzo editorial que la revista representa en sus más de tres décadas de labores continuas, junto con el Instituto de Estudios Políticos y la Universidad de Antioquia, desde la comunidad de discurso y de deliberación que se van tejiendo con la escritura, como una extensión de la memoria y en contra de la peste del olvido, se van preservando, compartiendo y ojalá ampliando los bienes de la cultura como un aporte necesario para la construcción de la humanidad (Vargas, 2010).
Notas
1 Open Journal System https://revistas.udea.edu.co/index.php/estudiospoliticos
2 En lugar de 71 editoriales se tienen 70 debido a que los números 7 y 8, correspondientes a 1995, salieron de manera simultánea en una misma publicación.
3 La información completa sobre las ediciones de la revista y sus respectivos contenidos digitales a lo largo de los años se encuentra disponible en https://revistas.udea.edu.co/index.php/estudiospoliticos/issue/archive
4 En general, es posible indicar que una red social puede definirse como un conjunto finito de actores y de las relaciones que los vinculan entre sí. También las redes sociales pueden considerarse como espacios en donde interactúan a través de procesos de comunicación y transacción diversas estructuras y sujetos. Aunque hay algunos antecedentes de este tipo de análisis en corrientes del pensamiento —teoría de grafos del siglo XVIII, sociometría de comienzos del siglo XX o en los análisis de interacciones sociales en autores como Marx y Simmel, entre otros—, el ARS, dentro de las ciencias sociales, se ha venido posicionando en las últimas tres décadas gracias a una comunidad académica internacional cada vez más interesada en servirse de este tipo de analíticas (Aguirre, 2011).
5 Para la tabla completa véase anexo 1. Para el archivo Gephi véase anexo 2.
6 Gephi es una herramienta para analistas de datos y científicos interesados en explorar y comprender patrones en conjuntos de datos a los cuales se les puede representar gráficamente y obtener algunas estadísticas en el marco del ARS para su lectura y mejor comprensión (Gephi, s. f.).
7 Es un tipo de distribución que ordena todos los nodos creando una circunferencia, es funcional para tener una visualización de cada uno de los nodos que conforma la red (Humberstone y Álvarez, 2019, p. 74).
8 Si una red está compuesta por múltiples nodos y aristas, el grado en una red, en general, muestra la cantidad de líneas o conexiones que pasan por un determinado nodo o «punto». En este sentido, en tanto más aristas o líneas pasen o tengan como vértice a un determinado nodo, este tendrá un mayor grado y, por lo tanto, un mayor tamaño en relación con otros nodos con menos aristas o líneas de conexión.
9 En el ARS, una forma de determinar el nivel de recurrencia y, por tanto, de importancia de la información se relaciona con la medida de intermediación. Con ella se alude a la capacidad del nodo o punto de la red de «concentrar» información y, por lo tanto, relevancia. En este caso, al estar normalizada dicha medida, los nodos toman valores entre 0 y 1. En tanto más cerca de 1 esté la medida de intermediación mayor información posee el nodo; en nuestro caso, las temáticas más recurrentes de análisis de las que se han ocupado los editoriales de la revista son estas diez que se condensan en la gráfica 2.
10 Lo que se busca con esta red bipartita es presentar un grafo en donde, sin tener en consideración las temáticas abordadas por los editoriales —nodos amarillos—, se condense un conjunto de nodos en el que sea posible derivar unos diagnósticos, propuestas y lugares de enunciación de la revista y de la universidad como bienes de la cultura —nodos azules = temas y problemas diagnosticados; nodos naranjas = propuestas derivadas de los diagnósticos e interpretaciones sugeridas para las temáticas discutidas en las presentaciones de la revista; nodos verdes = lugar de la universidad, el IEP y la revista en las temáticas analizadas desde los editoriales—; en sus posibilidades de gestión de la insociable sociabilidad en una sociedad como la colombiana.
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