DEBATES
El método cartográfico: creación y verdad en la producción de conocimiento
The cartographic method: creation and truth in knowledge production
O método cartográfica: criação e verdade na produção de conhecimento
Tadeu de Paula Souza. 1; Yeferson Castaño–Pineda.2
1 Doctor en salud colectiva, Universidad Estatal de Campinas, Magíster en psicología, Universidad Federal Fluminense, Psicólogo, Universidad Federal Fluminense. Ministerio de Salud y Universidad Estatal de Campinas, Brasil. Correo electrónico:tadeudepaula@gmail.com
2 Estudiante de maestría en Salud Pública, Administrador en salud, gestión sanitaria y ambiental. Grupo de Investigación Salud y Sociedad. Profesional del Centro de Investigación, Universidad de Antioquia, Facultad Nacional de Salud Pública “Héctor Abad Gómez”. Correo electrónico:jhefferaesgsa@hotmail.es
Recibido: 3 de marzo de 2015. Aprobado: 20 de junio de 2015. Publicado: 20 de octubre de 2015
Souza TP, Castaño–Pineda Y. El método cartográfico: creación y verdad en la producción de conocimiento. Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2015; 33(supl 1): S84–S86. DOI: 10.17533/udea.rfnsp.v33s1a14
Propósito
Debatir sobre la dimensión estética de la investigación cualitativa cuando el énfasis en la producción de conocimiento se centra en la dimensión creativa, en lugar del descubrimiento de verdades universales.
Preguntas para orientar la discusión
El debate fue propuesto en torno a tres preguntas:.
1) ¿Cuál es la función social de la producción del conocimiento singular y local
2) ¿Qué estamos entendiendo por dimensión cualitativa de la realidad a investigar
3) ¿Cómo acceder a esa dimensión cualitativa de la realidad
Participación
Aproximadamente 20 personas: una de México, nueve de Brasil y diez del país anfitrión.
Desarrollo de la sesión
Inicialmente, el profesor Souza se refiere a su experiencia en investigación y gestión de programas de atención en el campo de la salud colectiva brasileña utilizando la metodología cualitativa de cartografía social, particularmente en la evaluación y planificación de políticas públicas en salud mental dirigidas a moradores de calle con problemas de adicción al consumo de sustancias psicoactivas.
Desde su perspectiva, la cartografía social es una propuesta metodológica que busca crear alternativas de apertura a nuevas formas de explorar y producir conocimientos, tratando de reconciliar dos cisiones que han provocado efectos adversos en el mundo occidental: entre conocimiento y mundo de la sensibilidad y entre conocimiento y cuidado.
Con la primera cisura, entre conocimiento y mundo de la sensibilidad, se planteó que solo sería posible conocer en la medida en que el sujeto se apartara del mundo sensible para aprehender la regularidad de los fenómenos, con lo cual se instaura la sospecha hacia la diversidad como asunto caótico, lo que conlleva a que la experiencia singular sea descartada como objeto de conocimiento y, por ende, se vacíen de interés científico las múltiples formas como la gente experimenta la realidad.
La otra división, entre conocimiento y cuidado, se caracteriza por la ruptura en la relación habida entre conocimiento y formación del sujeto pensante y actor político, con lo cual se instituye una perspectiva neutral en el actor que investiga, lo que reduce su condición al rol de generador de conocimiento y, al mismo tiempo, lo exime del compromiso ético y político del proceso investigativo. Por tanto, la preocupación principal de quien investiga será la calidad del conocimiento que logre, pero sus consecuencias, —su destinación, uso o efectos sociales— no representan asuntos de su interés. Ambas separaciones, al fijarse como base del pensamiento científico moderno, ejercieron funciones trascendentales para la organización de la economía, el Estado y la sociedad, especialmente por el valor de uso del conocimiento en el mercado.
Ahora bien, desde la visión que presenta el profesor Souza, la cartografía repiensa esas relaciones y trata de reconciliar la experiencia singular y el cuidado como objeto de conocimiento. Es decir, una propuesta metodológica que pretende indagar tanto las diferencias como las regularidades sociales, diferir para afirmar la producción de ideas sobre la experiencia vivida y movilizar la producción de la subjetividad.
En ese orden de ideas, cartografiar implica establecer fuertes relaciones con los espacios en que acontece el proceso salud–enfermedad; es habitar los territorios existenciales en sus planos geográficos, sociales y subjetivos, analizando las implicaciones que el movimiento de esas dimensiones tiene en los grupos e individuos allí establecidos. Al mismo tiempo, permite identificar las formas singulares de expresión sociocultural de los procesos de salud enfermedad en función del territorio. En ese sentido, requiere mapear tanto su regularidad espacial como los actores y sus interacciones en constante reconfiguración, exigiendo del científico una plasticidad especial para la construcción de preguntas y estrategias de investigación en función de lo que va aconteciendo con el objeto.
Esta propuesta se orienta hacia la praxis y demanda una circularidad entre investigación e intervención. Por ello, requiere que se aborden mínimamente las vivencias de los moradores frente al escenario indagado a través de preguntas que problematicen la realidad y conlleven a los actores a reflexionar sobre la situación social o problema de salud de que son objeto y además controvirtiéndolos, lo que posibilita encontrar líneas de fuga. Así, considera que la realidad siempre tiene características y cualidades que están instituidas e instituyéndose.
Síntesis del debate
• Se formulan cuestionamientos a la dificultad existente en la perspectiva expuesta para precisar las reglas para operativizar el método. Ante esta crítica, investigadores de Brasil plantean que la cartografía social, antes de ser un conjunto de pasos para desarrollar un estudio, configura un ethos, una actitud o modo de ser que acompaña la actuación del investigador en la producción de conocimiento y que debe ser problematizada colectivamente. Si bien puede ser realizada como método, es una disposición reflexiva, ética y estética, un trabajo de producción de consciencia previo a toda investigación.Se formulan cuestionamientos a la dificultad existente en la perspectiva expuesta para precisar las reglas para operativizar el método. Ante esta crítica, investigadores de Brasil plantean que la cartografía social, antes de ser un conjunto de pasos para desarrollar un estudio, configura un ethos, una actitud o modo de ser que acompaña la actuación del investigador en la producción de conocimiento y que debe ser problematizada colectivamente. Si bien puede ser realizada como método, es una disposición reflexiva, ética y estética, un trabajo de producción de consciencia previo a toda investigación.
• Algunos asistentes provenientes de Brasil cuestionan el alto grado de implicación que conlleva la propuesta de cartografía social como metodología que integra métodos de investigación y estrategias de intervención individual y colectiva. Ante esto, se expresa que esta metodología es una vía en la producción de conocimiento que difiere de la investigación representacional tradicional, en la que el investigador se supone indiferente y neutral frente al objeto. Por el contrario, es el interés del investigador en cambiar su vida y crear condiciones para que los actores sociales conozcan, discutan y transformen la realidad en que están inmersos lo que lo lleva a considerar esta opción metodológica. Esto se logra a través del ejercicio de problematización mediante la formulación de preguntas que permitan al otro, en tanto sujeto pensante, decir acerca del problema indagado porque lo afecta.
• En relación con el problema de la implicación excesiva en la investigación, se manifiesta que tanto actitudes de excesiva neutralidad e indiferencia como aquellos estados de extrema visceralidad — de toma de partido o de sobreimplicación— suelen ser lesivas con los grupos sociales y la actividad científica. Sin embargo, no se puede ignorar que en investigación cualitativa la dimensión emotiva desempeña un papel fundamental en la formulación de preguntas. Por ende, en todo ejercicio científico es fundamental el análisis de implicación en el que se reflexione sobre la configuración del sujeto que investiga y, sobre todo, sobre cómo las condiciones del objeto afectan al investigador e inciden en el acto mismo de investigación.
• Algunos asistentes de Colombia consideran que el solo hecho de que un problema objeto de investigación haya despertado efectos emotivos en la configuración vital de un investigador no implica necesariamente que la metodología empleada sea cartografía social, puesto que esa misma cuestión puede abordarse con una metodología diferente. Al mismo tiempo, consideran que en esta propuesta metodológica hay un acento fuerte en la dimensión mental de la salud y en el arte terapéutico psicológico, que puede no ser tan fácil de abordar por investigadores con formación profesional distinta.
• Los investigadores de Brasil plantean que aunque la cartografía social tiene como foco de análisis las experiencias singulares y las condiciones diferenciales y emergentes que se presentan a título individual o en espacios locales, también resulta fundamental que el análisis se articule con las dinámicas de escala más general, como las regionales y globales. Hay experiencias en Brasil con proyectos de investigación desarrollados con comunidades locales, colectivos y organizaciones sociales e indígenas a las cuales se ha aplicado esta metodología en la investigación y evaluación de estrategias, programas o proyectos; así se han obtenido insumos para estructurar propuestas de políticas sustentables en el ámbito regional. La cartografía de los movimientos de territorialización y reterritorialización puede trabajarse tanto en el plano individual como en el colectivo mediante relatos de experiencias comunitarias y sociales.
• Los investigadores que han acumulado experiencia desarrollando cartografía social en salud reconocen que para dicha estrategia metodológica los problemas sanitarios están socialmente determinados. Por ello, aunque su objeto de estudio se centra en la singularidad individual y en situaciones de salud locales, la cartografía reconoce que los acontecimientos del nivel singular nunca están escindidos de horizontes particulares y generales, ya que entre estos planos de la sociedad se desarrollan procesos interconectados que se condicionan mutuamente. Entonces, en el escenario local está presente tanto la micro– como macropolítica, ya que entre ellas hay una relación conectiva más que disyuntiva. Cuando se accede a los efectos de la política pública en un determinado territorio, se indagan también los dispositivos usados por el Estado para producir y reproducir determinados objetivos y proyectos de sociedad. Del mismo modo, cuando se interviene lo local se producen efectos en lo general.
• Los participantes de Brasil discuten que, aunque la cartografía social ha sido bastante útil en la gestión de directrices públicas, ello no le impide cuestionar el efecto de normalización y formulación de patrones que ejercen las políticas públicas nacionales sobre las localidades, especialmente cuando se imparten como modelos acabados que deben seguirse obligatoriamente. Por el contrario, se considera que dichos dispositivos son realidades abiertas, obras inacabadas que deben ser cuestionadas y ajustadas según las condiciones singulares y diferenciales que ofrece cada territorio.
• Al referirse a experiencias concretas, investigadores de la universidad de São Paulo relatan que en el estudio de problemáticas que amenazan la sustentabilidad ambiental en zonas rurales, el uso de cartografía social ha facilitado la identificación de elementos empíricos que muestran que la tenencia y posibilidad de uso libre y efectivo del territorio en comunidades tradicionales e indígenas está íntimamente relacionado con sus posibilidades de realización, sus nociones de salud y de bienestar.
• Finalmente, los participantes consideran que examinar las alternativas que se gestan en lo local para responder de manera singular a problemas de salud específicos —ya sea mediante cartografía social u otra estrategia de investigación cualitativa— incluye fuertes potencialidades para ejemplificar el diseño de políticas públicas y acciones colectivas cotidianas que facilitan la construcción de otros mundos posibles. Un gran número de directrices nacionales desarrolladas en el Sistema único de Salud del Brasil (sus) se construyeron con base en experiencias exitosas originadas en la esfera local que fueron capaces de producir un efecto de contagio en otros territorios y que consiguieron activar procesos creativos en los actores políticos de otros contextos específicos.