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INVESTIGACIÓN ORIGINAL
Motivaciones y limitaciones de los médicos
especialistas para hacer investigación clínica
en un hospital de alta complejidad en Colombia
Lilliana María Montoya-Ochoa1 , Juan Pablo Villegas-Molina2 ,
Ximena Alejandra Pérez-Ricci3 , Carlos Enrique Yepes-Delgado4
1 Coordinadora de investigación, Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia.
2 Médico, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
3 Médico, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
4 Profesor, Facultad de Medicina Universidad de Antioquia. Epidemiólogo, Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín,
Colombia.
INFORMACIÓN ARTÍCULO
Palabras clave
Apoyo a la Investigación como Asunto;
Investigación;
Investigación Biomédica;
Investigadores;
Médicos
Recibido: junio 16 de 2022
Aceptado: noviembre 15 de 2022
Correspondencia:
Carlos Enrique Yepes Delgado;
carlos.yepes@udea.edu.co
Cómo citar: Montoya-Ochoa LM, Villegas-
Molina JP, Pérez-Ricci XA, Yepes-Delgado CE.
Motivaciones y limitaciones de los médicos
especialistas para hacer investigación clínica
en un hospital de alta complejidad en Colom-
bia. Iatreia [Internet]. 2024 Ene-Mar;37(1):5-13.
https://doi.org/10.17533/udea.iatreia.215
Copyright: © 2023
Universidad de Antioquia.
RESUMEN
Introducción: los médicos clínicos investigadores son necesarios para el de-
sarrollo de la literatura médica sobre la cual se soporta el ejercicio clínico, y así
contribuyen a la calidad del acto médico y del sistema de salud. Se requiere
mayor investigación de sus motivaciones y barreras para hacerlo.
Objetivo: describir las motivaciones y limitaciones que los médicos especialis-
tas enfrentan para convertirse en investigadores en un hospital privado de alta
complejidad en Colombia.
Métodos: se realizó un estudio hermenéutico con técnicas de la teoría funda-
mentada, con 30 entrevistas semiestructuradas realizadas a 20 médicos espe-
cialistas del Hospital Pablo Tobón Uribe. El análisis utilizó codificación abierta y
se agruparon los códigos en categorías descriptivas, al identificar propiedades y
dimensiones de la teoría fundamentada. La codificación axial permitió describir
las tensiones entre motivaciones y limitaciones para investigar.
Resultados: se identificaron como motivaciones el reconocimiento y prestigio
profesional e institucional gracias al respaldo del Hospital, además de la remu-
neración económica adicional, tanto por estudios de la industria farmacéutica
como propios. Como barrera se destacó la precaria formación en investigación,
sumada al ambiente competitivo entre colegas y a las tareas administrativas y
protocolizadas de los estudios, lo cual genera desinterés.
Conclusiones: a pesar de facilitar y respaldar el desarrollo de la investigación
en esta institución, en el contexto del país aún no hay una fuerte cultura inves-
tigativa que promueva e incentive a los profesionales de la salud a desarrollar
investigación de manera independiente o institucional, pues con frecuencia las
limitaciones sobrepasan las motivaciones para hacerlo.
IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
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ORIGINAL RESEARCH
Motivations and Limitations of Specialist
Physicians in Conducting Clinical Research in a
High-Complexity Hospital in Colombia
Lilliana María Montoya-Ochoa1 , Juan Pablo Villegas-Molina2 ,
Ximena Alejandra Pérez-Ricci3 , Carlos Enrique Yepes-Delgado4
1 Research coordinator, Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia.
2 Physician, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
3 Physician, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
4 Professor, Faculty of Medicine, Universidad de Antioquia. Epidemiologist, Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia.
ARTICLE INFORMATION
Keywords
Biomedical Research;
Physicians;
Research;
Research Personnel;
Research Support as Topic
Received: June 16, 2022
Accepted: November 15, 2022
Correspondence:
Carlos Enrique Yepes Delgado;
carlos.yepes@udea.edu.co
How to cite: Montoya-Ochoa LM, Villegas-
Molina JP, Pérez-Ricci XA, Yepes-Delgado CE.
Motivations and Limitations of Specialist Phy-
sicians in Conducting Clinical Research in a
High-Complexity Hospital in Colombia. Iatreia
[Internet]. 2024 Jan-Mar;37(1):5-13.
https://doi.org/10.17533/udea.iatreia.215
Copyright: © 2023
Universidad de Antioquia.
ABSTRACT
Introduction: Clinical researcher physicians play a pivotal role in the evolu-
tion of medical literature, forming the backbone upon which clinical practice
rests. Their contributions enhance the quality of medical services and the over-
all healthcare system. However, there’s a dearth of understanding about their
motivations and barriers to conducting research.
Objective: To elucidate the motivations and limitations specialist physicians
encounter when striving to undertake research roles in a high-complexity pri-
vate hospital in Colombia.
Methods: A hermeneutic study was conducted utilizing grounded theory
techniques. Thirty semi-structured interviews were administered to 20 spe-
cialist physicians from the Pablo Tobón Uribe Hospital. Open coding was em-
ployed, grouping codes into descriptive categories, identifying properties and
dimensions of grounded theory. Axial coding was instrumental in depicting
tensions between the motivations and limitations of research.
Results: Identified motivations for engaging in research included institutional
and professional recognition and prestige, particularly supported by the Hos-
pital, and additional financial incentives from both pharmaceutical industry
studies and personal endeavors. Barriers emphasized included a lack of foun-
dational training in research, combined with a competitive atmosphere among
peers, and the bureaucratic and protocol-driven nature of studies, leading to
disinterest.
Conclusions: Despite the institutional support for fostering research at this
establishment, the national context reveals an absence of a robust research
culture that actively encourages healthcare professionals to spearhead either
independent or institutional research. Often, the barriers outweigh the motiva-
tions to engage in such endeavors.
IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
Montoya et al.7IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
INTRODUCCIÓN
La investigación en medicina cada vez adquiere más relevancia y protagonismo, pues la generación
de conocimiento es uno de los grandes pilares de los sistemas de salud en el mundo (1). Progresi-
vamente se ha ido incrementando la cantidad de médicos clínicos que deciden dedicar sus esfuer-
zos a la investigación, impulsados por múltiples razones, que van desde motivaciones económicas
hasta una genuina iniciativa por dedicarse exclusivamente a esta labor. No obstante, en muchas
ocasiones la motivación y el deseo de investigar no son suficientes, puesto que existen barreras y
limitaciones desde la formación profesional, lo cual se suma a ambientes académicos y laborales
altamente competitivos y conflictos de interés a nivel local y global. Esto, además, pone en eviden-
cia cómo los artículos científicos son usados como estrategia de mercado por parte de empresas
biotecnológicas, farmacéuticas y agroindustriales (2).
Cerca de las dos terceras partes de los profesionales de la salud no se dedican exclusivamente
a la investigación. Algunas barreras son la falta de tiempo, el insuficiente conocimiento tanto de la
metodología de la investigación como de las herramientas disponibles, y la ausencia de una ansiada
cultura institucional que posicione a la investigación como una práctica rutinaria (3).
Otra barrera relevante es el idioma en el que se escribe, pues aquellos trabajos que son publica-
dos en inglés tienden a tener mayor visibilidad en la comunidad científica. Al respecto, es frecuente
encontrar un bajo dominio de un segundo idioma como el inglés en la comunidad médica en
Colombia, lo que dificulta aún más su participación en la investigación, la publicación y posterior
difusión de sus resultados.
Es importante que el profesional cuente con bases metodológicas suficientes para desarrollar
procesos investigativos, las cuales se esperaría que fueran obtenidas durante el paso por las insti-
tuciones de educación superior, pero de las que con frecuencia carecen y adquieren casi de forma
empírica (4-5).
En esta investigación se pretendió identificar las motivaciones de los médicos clínicos de un
hospital de alta complejidad para dedicarse a la investigación. Además, se analizaron las barreras y
limitaciones que reconocen dentro de su práctica investigativa. Identificar estos aspectos localmen-
te podría ayudar a mejorar la percepción de los trabajadores de la salud y a sensibilizarlos sobre la
importancia de la investigación como mecanismo potenciador del desarrollo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio hermenéutico que se valió de técnicas de la teoría fundamentada (TF) para la
recolección y análisis de los datos (6). El interaccionismo simbólico es el soporte teórico de la TF. Este
permite entender que el comportamiento de los seres humanos depende del significado que para
ellos tienen los fenómenos experimentados (7). El sitio donde se desarrolló la investigación fue el
Hospital Pablo Tobón Uribe, institución de alto nivel de complejidad con certificación internacional
que da cuenta de sus rigurosos estándares de calidad y que en su plataforma estratégica le apuesta
a la generación de conocimiento.
La población elegida fueron los médicos clínicos de diferentes especialidades que hubieran de-
sarrollado investigación clínica propia o con la industria farmacéutica en los últimos dos años en el
Hospital Pablo Tobón Uribe, en calidad de investigadores principales o secundarios, y que aceptaran
participar en el estudio (Tabla 1). Se realizó un total de 30 entrevistas en profundidad a 20 médicos
investigadores entre 2015 y 2016. Inicialmente, se hicieron 20 entrevistas, y tras su análisis se ajustó
el guion, con el fin de buscar variaciones y profundidad en los conceptos que surgieron, tal como lo
sugiere el muestreo teórico (8); se volvieron a entrevistar diez de esos médicos.
8Montoya et al.
IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
Tabla 1. Características de los médicos investigadores entrevistados del Hospital Pablo Tobón Uribe
Especialidad Género Edad
Tiempo de
experiencia
en clínica
Tiempo de
experiencia en
investigación
clínica
Tiempo
dedicado a
la semana
para clínica
Tiempo dedicado
a la semana para
investigación
1 Epidemiología clínica F 37 9 años 8 años 3 horas 48 horas
2 Hematólogo
oncólogo M 38 15 años 6 años 25 horas 23 horas
3 Internista
reumatólogo M 53 30 años 7años 40 horas 15 horas
4 Pediatra infectólogo F 51 20 años 16 años 40 horas 10 horas
5 Internista
reumatólogo M 43 20 años 14 años 30 horas 10 horas
6 Internista
reumatólogo M 33 10 años 1 año 48 horas 3 horas
7 Pediatra infectólogo F 41 17 años 12 años 30 horas 5 horas
8 Internista M 30 4 años 1 año 40 horas 5 horas
9 Pediatra infectólogo M 51 29 años 5 años 40 horas 1 hora
10 Internista
reumatólogo M 40 16 años 13 años 40 horas 10 horas
11 Internista oncóloga F 32 4 años 2 años 48 horas 4 horas
12 Internista intensivista M 50 19 años 17 años 48 horas 1 hora
13 Hematólogo M 41 16 años 16 años 20 horas 4 horas
14 Infectóloga F 56 32 años 32 años 30 horas 4 horas
15 Internista oncólogo M 45 20 años 8 años 48 horas 1 hora
16 Hematólogo M 37 14 años 2 años 48 horas 1 hora
17 Urólogo oncólogo M 43 21 años 21 años 56 horas 1 hora
18 Internista M 40 17 años 20 años 48 horas 14 horas
19 Uróloga oncóloga F 41 17 años 6 años 54 horas 2 horas
20 Internista hepatólogo M 53 29 años 10 años 45 horas 15 horas
Fuente: elaboración propia
Las entrevistas tuvieron, en promedio, una hora de duración y se llevaron a cabo en el sitio
concertado. Se dio a conocer los objetivos y todos los entrevistados aceptaron firmar un consenti-
miento informado. El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética e Investigaciones del Hospital.
El guion de la entrevista preguntó por la motivación para ser médico, su experiencia, limitaciones o
barreras en su ejercicio profesional, satisfacciones, logros, su formación y práctica en investigación,
su autonomía, la compatibilidad entre la clínica y la investigación, el tiempo de dedicación, los
factores externos que facilitan u obstaculizan su labor de investigar, así como los beneficios y reco-
nocimientos de ello. Se verificó que los audios fueron transcritos fielmente.
El análisis contempló la codificación y categorización de la TF al ser iterativo, interactivo y siste-
mático entre los relatos de los informantes, los códigos, las categorías, las referencias revisadas y la
mirada de los investigadores (9). Inicialmente se realizó una codificación abierta o conceptualiza-
ción línea por línea de las transcripciones. Esos códigos se agruparon formando categorías descrip-
tivas y en estas, a su vez, se encontraron subgrupos de información conocidos como dimensiones,
a partir de las cuales, con un ejercicio analítico inductivo, se formularon propiedades o ideas más
abstractas. Las propiedades y dimensiones se reorganizaron con la codificación axial de la TF (6) que
se expresa en los resultados. A partir de la reflexividad, los investigadores expresaron sus posturas
desde el inicio y reconocieron las restricciones propias para el análisis en forma transparente (10).
Montoya et al.9IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
RESULTADOS
Si bien se reconoce la investigación como un factor de desarrollo social (específicamente en medi-
cina su fomento posibilitaría mejores alternativas diagnósticas y terapéuticas), según los entrevista-
dos, en Colombia no hay una cultura investigativa sólida que promueva e incentive a los profesiona-
les de la salud a desarrollar investigación, tanto de manera independiente como institucionalizada.
Esto ocurre, en parte, por las limitaciones de tiempo y de recursos que invierten muchos centros
educativos y los prestadores de servicios de salud.
La medicina no es estática, sino un proceso dinámico, cada paciente y cada día trae su afán, tratamos
de identificar siempre la mejor alternativa, no solo diagnóstica, sino también terapéutica, que nos
permita redundar en mejores resultados para nuestros pacientes». Internista de 30 años de edad.
Esa dificultad existe porque en Colombia no hay cultura de investigación. Puedo hablar con
propiedad porque lo viví en países como México y Estados Unidos». Internista reumatólogo de
43 años de edad.
Entre las principales motivaciones para orientarse hacia la investigación, los entrevistados iden-
tificaron el reconocimiento y prestigio propios, entre colegas y al interior de la institución, el cual
es medido según la cantidad de publicaciones y el número de personas que citen los trabajos.
Reconocen el fomento del hospital a la investigación y destacan la mejoría en la relación con los
pacientes debido al seguimiento más estrecho que hacen en el marco de un estudio.
«Es innegable que participar en investigación confiere cierto estatus en la hoja de vida y en for-
mación académica que, con miras a estudios posteriores, puede llegar a obtener gran impacto».
Internista de 30 años de edad.
«Es una experiencia propia y la mayoría de las veces genera muy buena aceptación por parte
de los otros especialistas que son colegas y también en la institución». Internista reumatólogo
de 33 años de edad.
Como barreras para investigar, los médicos entrevistados identificaron la precaria formación en
investigación que adquieren desde las instituciones de educación media y universitaria. En las facul-
tades de medicina persisten falencias y un insuficiente fomento a la producción científica, además
de una escasa formación en epidemiología por parte de muchos docentes y de pares motivados
por la investigación, lo que provoca una inercia que limita su interés.
«Pudo haber sido mucho mejor, si bien en el pregrado en medicina hubo una docente mara-
villosa y algún acercamiento, no teníamos los suficientes incentivos en la universidad para la
investigación, nos tocaba trabajar con las uñas y solo con el interés que tuviésemos. Mi escuela
de posgrado es nueva y si bien teníamos idea para investigar no teníamos la infraestructura para
ello». Internista de 30 años de edad.
En la práctica de la medicina hay aspectos que resultan negativos para el clínico investigador,
como el ambiente competitivo y las labores administrativas y protocolizadas de los estudios, aun-
que estas últimas no afecten la autonomía del profesional. Además, el entorno laboral es determi-
nante, ya que puede facilitar o dificultar la labor del médico en este campo. Intereses particulares,
como la interferencia deliberada de colegas que buscan beneficios individuales, y la dificultad para
trabajar con los deseos de los pacientes y las instituciones, limitan la práctica del investigador. Por
otro lado, es de notar que se obtienen mejores resultados en investigación cuando se ha tenido ex-
periencia previa, ya que, al tratarse de una labor colectiva, el no tener apoyo de un grupo de trabajo
condiciona considerablemente esta práctica.
10Montoya et al.
IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
«Uno puede encontrar en el camino personas que no tienen escrúpulos para pasar por encima
de uno o de quien sea, solo por el ánimo de figurar. Me he visto envuelto en algún par de even-
tos en ese sentido que quizás me llevan a decir que las cosas no se están haciendo lo suficien-
temente bien». Internista de 30 años de edad.
«Los colegas dentro del mismo hospital y por fuera no colaboran, así uno les diga que tiene estu-
dios de investigación en tal cosa, no colaboran remitiendo los pacientes. Es muy rara la vez que
otro colega le manda a uno un paciente de investigación, casi siempre es uno mismo el que los
captura, sabiendo los otros que están corriendo estudios». Hematooncólogo de 38 años de edad.
En Colombia existen otras dificultades administrativas asociadas a la práctica médica que res-
tringen la investigación de forma indirecta, como la aprobación tardía de estudios por parte de los
entes de control y vigilancia, las trabas administrativas y normativas de nuestro contexto, la limitada
capacidad adquisitiva del paciente, la inoportuna autorización de insumos y la discontinuidad en la
atención y tratamientos por parte las aseguradoras, todo lo cual impide un seguimiento adecuado.
«El obstáculo más importante es el sistema de salud colombiano; desafortunadamente es una
lucha constante de los pacientes por conseguir las cosas y a veces no resulta tan fácil… se nos
mueren pacientes o recaen esperando una autorización de un trasplante. Los pacientes no tie-
nen continuidad, usted ve un paciente hoy y mañana se va para otro hospital y no los vuelve a
ver». Hematooncólogo de 38 años de edad.
En investigación, los médicos se desempeñan bajo órdenes e intereses que en ocasiones no son
propios, e incluso son susceptibles de manipulación. La investigación fomentada por la industria
farmacéutica, según los entrevistados, acarrea algunas dificultades adicionales, como los excesivos
trámites administrativos, los monitoreos —que, paradójicamente, generan retrasos y dificultades en
el proceso—, además de la predisposición negativa que se tiene de la asociación a dichas institu-
ciones y sus verdaderos objetivos. Aunque los protocolos en investigación son importantes, prima
la seguridad y la voluntad de los pacientes para participar de los estudios, lo que va a significar otra
dificultad para captar la muestra suficiente que los estudios requieren.
«Hay una cosa negativa, esa relación con los patrocinadores y que a veces uno siente que son
los intereses de otro». Epidemióloga clínica de 37 años de edad.
«El conflicto pues está en que una parte científica ahí ni estas poniendo, ni desarrollando nada,
sino que es algo que ya está hecho y uno se tiene que ceñir al protocolo esté o no esté de
acuerdo con algunas cosas del protocolo. Cuando son cosas que estamos definitivamente en
desacuerdo, mejor no participamos. Pero hay cosas que uno dice pues están poniendo el com-
parador en desventaja, que eso no se debe hacer y eso en muchos estudios lo hacen así». Pedia-
tra infectólogo de 41 años de edad.
Los entrevistados perciben que, desde que exista cualquier remuneración económica, siempre
va a haber un conflicto de interés en la investigación clínica. Para los médicos investigadores la
remuneración económica por su trabajo es fundamental, y es una razón a favor o en contra para
continuar haciéndolo.
«El tiempo que sacrificamos de nuestro horario a veces no tiene ninguna remuneración, sino la
satisfacción de hacer un estudio». Internista reumatólogo de 43 años de edad.
«Es más ganancia otras cosas siendo importante porque tampoco vamos a trabajar gratis como
se dice». Internista reumatólogo de 33 años de edad.
Montoya et al.11IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
DISCUSIÓN
La ciencia médica ha cambiado ostensiblemente en las últimas décadas (11) al poner al servicio de la
atención en salud la integración y síntesis de datos de una amplia gama de investigaciones de dife-
rentes disciplinas científicas. Se espera que la práctica clínica actual se fundamente cada vez más en la
investigación, ante la necesidad de optimizar métodos diagnósticos y tratamientos para innumerables
enfermedades emergentes. Asimismo, la formación médica actualmente enfatiza en la medicina basada
en la evidencia como eje articulador del pensamiento clínico, por la necesidad y la convicción de que
todo médico involucre resultados de investigación (12-13) en cada reto clínico al que se enfrente, y la im-
portancia de desarrollar literatura científica propia. Según Gourevitch et al., los médicos clínicos investiga-
dores son necesarios, pues su conocimiento contribuye no solo al avance del saber médico, sino incluso
al mejoramiento de los sistemas de salud por su aporte a la racionalidad y sostenibilidad de estos (14).
En consonancia con lo expresado por los entrevistados en el presente estudio respecto a sus mo-
tivaciones al momento de investigar, una mayor incursión de los clínicos en investigación podría ser
explicada por la incesante búsqueda intelectual y carreras académicas en donde la participación en
estudios clínicos puede determinar la credibilidad del galeno, tanto al ejercer como al educar (15-16).
Igualmente, hay una búsqueda de posiciones de liderazgo, incentivos económicos (17) y validación de
los pares, donde el reconocimiento se convierte en un gran estímulo para ser investigador. No ser reco-
nocido por tener un bajo número de publicaciones y, por lo tanto, no ser considerado como un referen-
te en la comunidad médica o carecer de la validación de los colegas, puede tener un impacto negativo
en la progresión de su carrera, de ahí que investigar y publicar sea un indicador de éxito, y no hacerlo
represente detrimento profesional (11). La oportunidad de ofrecer a sus pacientes terapias innovadoras
y la satisfacción personal que esto implica son predominantes en la decisión de hacerse investigador.
Existe evidencia previa que corrobora los hallazgos de este estudio en cuanto a la forma como
la insuficiente formación en las universidades, tanto en el pregrado como en el posgrado, limita el
desarrollo investigativo al recibir insuficiente o ninguna instrucción formal en este sentido (5). Las
habilidades que desarrollan los profesionales suelen ser el resultado de prueba y error y de sus men-
tores académicos, lo que resulta incluso en una producción científica de poca relevancia y rigurosi-
dad metodológica (5). Cuando la capacitación y experiencia no son suficientes, es difícil garantizar
la rigurosidad en términos de métodos, análisis, reporte e interpretación de resultados, así como el
aprovechamiento de la información que se obtiene (5).
Una precaria formación en investigación deriva en falencias que evidencian la falta de fomento a
la cultura de la producción científica. El insuficiente tiempo de dedicación es un hallazgo reiterativo al
que se hace referencia en la literatura (12,18). Para algunos médicos clínicos es difícil encontrar tiempo
para investigar, asunto destacado por los profesionales que participaron en este estudio (19).
Por otro lado, es evidente el vínculo entre la industria farmacéutica y la investigación, al cual
hacen referencia los entrevistados al referirse a los factores limitantes. Dicho vínculo lleva a los inves-
tigadores a sentirse bajo la presión de un interés que se sobrepone al propio. Sin embargo, también
destacan la posibilidad que ofrecen estos estudios de hacer un seguimiento más estrecho a los pa-
cientes y el exponerlos a medicamentos innovadores. De ahí la importancia que tiene la medicina
académica al jugar un rol activo en la determinación de la precisión, pertinencia, aplicabilidad y cos-
to efectividad de los nuevos medicamentos desarrollados de la mano de la industria farmacéutica,
siempre y cuando haya neutralidad y se garantice la ausencia de sesgos (20).
A pesar de que este estudio no involucró estudiantes de pregrado ni médicos generales, algunas re-
ferencias mencionan la importancia de publicar artículos científicos desde etapas tempranas del proceso
de formación, pues esto favorece la continuidad y la calidad de la producción científica (21-23). Se destaca,
además, las grandes limitaciones que tiene un estudiante de medicina para lograr algún progreso en inves-
tigación, que van desde la ausencia de formación académica en este ámbito, similar a lo discutido previa-
mente, hasta la falta de recursos, que no solo se ve en la ausencia de respaldo monetario, sino también en
la ausencia de un laboratorio, del aval para el trabajo con pacientes y de un equipo de trabajo capacitado.
12Montoya et al.
IATREIA. Vol. 37 Núm. 1. (2024). DOI 10.17533/udea.iatreia.215
Si bien este tipo de estudios hermenéuticos no pretende hacer inferencia a un universo a partir
de un muestreo probabilístico, es posible que alguien en otro contexto se sienta representado en su
experiencia. Este estudio involucró más hombres que mujeres y fue realizado en un único hospital de
alta complejidad, lo que podría limitar una juiciosa comparación de estos fenómenos según el género
de los participantes. En la literatura se ha afirmado que las mujeres, por ejemplo, reciben menos com-
pensación económica y financiación por parte de las instituciones gubernamentales (24-25).
CONCLUSIONES
A pesar de que los médicos entrevistados reconocen que el Hospital Pablo Tobón Uribe promueve
y respalda el desarrollo de la investigación, no dejan de destacar que en el contexto del país es
incipiente una cultura investigativa que promueva e incentive a los profesionales de la salud a de-
sarrollar investigación de manera independiente o en forma institucional, pues con frecuencia las
limitaciones sobrepasan las motivaciones para hacerlo.
Este estudio permite sugerir que la educación médica actual podría estar orientándose hacia
una práctica que privilegia a la investigación, motivada principalmente por el deseo de reconoci-
miento y estímulo económico (26-27). Este artículo desea sumarse, desde una perspectiva herme-
néutica, a la evidencia que hay acerca de los múltiples intereses que mueven la participación de
los médicos en investigación, del mismo modo que pretende sensibilizar sobre la necesidad de
generar una cultura investigativa más sólida.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecemos el honesto testimonio de los médicos entrevistados y al Hospital Pablo
Tobón Uribe.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaramos no poseer ningún conflicto de interés. El estudio surgió del interés de una
de las autoras que, siendo fisioterapeuta, se desempeñó durante varios años como coordinadora de
investigación en la institución y fue testigo de la forma en la cual muchos médicos clínicos se fueron
vinculando con esta actividad. Otro de los autores labora actualmente en la institución.
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