226RESEÑASOUR SUGAR
Juan Esteban Ibarra Atehortúa
Universidad de Antioquia (Colombia)
esteban.ibarra@udea.edu.co
Recibida: 05/12/2023
Aprobada: 31/01/2023
Publicada: 07/02/2024
DOI: 10.17533/udea.lyl.
n85a19
Editores:
Ji Son Jang
Selnich Vivas Hurtado
Juan Esteban Ibarra
Atehortúa
LINGÜÍSTICA
Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
E-ISSN 2422 3174
227LINGÜÍSTICA Y LITERATURA, ISSN 0120-5587 E-ISSN 2422 3174Sour SugarMás allá de la estrecha amistad que une a Moshe Fisher con Arrienne Christie
desde su infancia, la novela, ganadora del Hurston/Wright Legacy Award for Fiction
en 2020 y reeditada en tres años consecutivos en diferentes formatos, se ambienta
en la Jamaica de los años 50, pasando por la época de independencia del imperio
británico en 1962 y extendiéndose hasta los tiempos actuales. Durante este periodo,
miles de jamaiquinos emigran a la metrópoli, incluyendo Moshe, quien parte hacia
Inglaterra con el propósito de estudiar pintura y con la ilusión de encontrar a su
verdadero padre. Pero esta temporalidad trasciende hasta la época colonial, en la cual
la caña de azúcar, el leitmotiv de la novela, se convierte no solamente en la única fuente
de sustento de los esclavos africanos traídos forzosamente por los colonizadores
británicos a ser explotados en las plantaciones —hecho por el que el gobierno británico
no se ha disculpado—, sino también el origen de todos sus males, pues se piensa que los
particulares rasgos físicos de Moshe, considerados por sus vecinos como una «perverse
alchemy that had taken place in the deep earth» (p. 25) [«alquimia perversa que se ha
dado en los abismos»]1 y la maldición que sufre Arrienne son producto del consumo
excesivo de azúcar de sus antepasados. Estas circunstancias desafortunadas podrían
llevarnos a pensar en que la obra también podría llamarse A Sour History of Sugar.
A lo largo de 33 capítulos, divididos en cinco partes y varios intervalos con
comentarios de la narradora, vale la pena resaltar, por un lado, los momentos en los
que los Moshe y Arrienne, aunque viven en dos distritos alejados de Kingston, se unen
en la escuela donde asisten para luchar contra la opresión del poder colonial a través
de los abusos de un sistema educativo inflexible y homogeneizador, con un evidente
desdén hacia la lengua y cultura jamaiquinas, lo cual genera en ellos un resentimiento
y un descontento que perviven hasta su adultez. Mientras que Moshe es señalado por
sus compañeros por lo variopinto de su pelo, Arrienne aprecia la particularidad de
Moshe y lo defiende de los abusos. Ante esto, la narradora comenta que, en su vida
adulta, Arrienne cae en cuenta de cómo una institución con un marcado carácter
colonial puede ser el escenario de «strange and petty revolutions» (p. 118) [«extrañas y
pequeñas revoluciones»], de las que se pregunta: «Who could have thought a coup could
be all about hair?» (p. 118) [«¿Quién pudo haber pensado que todo un golpe podría darse
por el pelo?»].
Pero no solamente Moshe y Arrienne comparten el dolor del acoso escolar. Los
protagonistas también coinciden en sus altas dotes intelectuales, reflejadas en la facilidad
que ambos tienen para la lectura de textos, razón por la cual Moshe es promovido al
grado que cursa Arrienne y, con el tiempo, florece en ellos una amistad que, aunque
es truncada por el destino, logra mantenerse a lo largo de la novela. Es de particular
interés la forma cómo Arrienne inicia su relación con los libros, impulsada por su
padre George, quien desde temprana edad la deja ingresar a su biblioteca personal.
Allí, Arrienne encuentra The Book of Things, libro donde encuentra una fuente rica en
1 Todas traducciones de las citas textuales al español en esta reseña fueron realizadas libremente por
el reseñista.
228LINGÜÍSTICA Y LITERATURA, ISSN 0120-5587 E-ISSN 2422 3174N° 85, Enero - Julio 2024conocimientos y que hacen florecer en ella no solo su gran inteligencia, sino también
un gran potencial como escritora.
Por otro lado, se destacan los conflictos de identidad generados en los protagonistas
que, por desgracia, tienen como un desafortunado legado, reflejado en sus complejos de
inferioridad ante la cultura anglosajona y occidental. Una muestra de ello es la estancia
de Moshe en Londres, en donde, al llegar como polizón, se encuentra no solo con un
ambiente distinto al de Tumela Gut, el barrio de su infancia en Kingston, sino también
en un momento de tensiones y discriminaciones raciales, de las cuales es víctima en su
admisión a la academia de arte donde desea estudiar pintura. A pesar de ello, Moshe
logra mantener latente su singular capacidad creativa y explorar nuevas posibilidades
conceptuales en su trabajo artístico. En el caso de Arrienne, la suerte no la favorece del
mismo modo que a su amigo, pues por su condición de mujer negra cae en la exclusión
social al ver frustradas sus intenciones de salir adelante en sus estudios, por lo que
debe conformarse con una vida de sometimiento.
Estos son, en esencia, los momentos en los cuales la autora nos muestra una
elaboración discursiva digna de ser valorada, donde plasma toda la riqueza cultural
y, a la vez, la amargura de los jamaicanos ante la opresión encarnada en los dos
protagonistas de su última novela.
Pero lo que más sobresale de esta obra es el manejo de la diversidad lingüística, en
donde no solamente se usa el inglés de Jamaica como el idioma en el que se relata la
historia, sino también la aparición de las voces de los personajes en patuá. Al respecto, la
narradora manifiesta su preocupación ante las sugerencias de corrección automáticas
a la novela en uno de los intervalos: «Oh Lord, what is the one correct and singular
language to carry this freight, this translation of griefs?» (p. 243) [«Oh, Señor, ¿cuál es
la única lengua correcta y singular para llevar esta carga, esta traducción de pesares?»].
Estas palabras son una manera de expresar la necesidad de subvertir la linealidad
discursiva propia de la literatura anglosajona con el uso de la lengua creole jamaiquina
como un vehículo válido de expresión literaria. Al respecto, la misma autora reflexiona
en su faceta académica sobre el modo como los hablantes logran reinventar el lenguaje
en sus vidas cotidianas, sin las restricciones impuestas por la normatividad lingüística
y las estructuras gramaticales impuestas por la educación tradicional: «in the end, it is
educational content and process and the practices of individuals in everyday relations
that will decide what words come to mean, and why they come to mean what they
mean» (Forbes, 2005, p. 229) [«a la larga, es el contenido educativo y el proceso y las
prácticas de los individuos en las relaciones cotidianas lo que decidirá cuáles palabras
llegarán a significar y por qué llegarán a significar lo que significan»]. En esta reflexión, es
importante redefinir lo que significa realmente la educación en las Indias Occidentales,
de manera que facilite realmente la comprensión del pasado y presente de las mentes
colonizadas y sea un punto de partida para un futuro en el cual la autodeterminación
de los colonizados sea la prioridad:
229LINGÜÍSTICA Y LITERATURA, ISSN 0120-5587 E-ISSN 2422 3174Sour SugarThe education the West Indies offers to such children cannot be served up as a static
across-the-board package: the introduction to new vocabularies of self and gender has
to merge an understanding of history, of the present, dynamic West Indies, and of the
locations to which they will return (Forbes, 2005, p. 249).
[«La educación que las Indias Occidentales ofrece a tales niños no se puede servir como
un paquete estático sobre el tablero: la inmersión a nuevos vocabularios del ser y del
género tienen que converger en un entendimiento de la historia y del presente de unas
Indias Occidentales dinámicas, y de las ubicaciones a las que retornarán»].
En línea con la inquietud planteada por la autora en la novela, la necesidad de una
lengua minorizada por recobrar su valor como el creole jamaiquino simboliza el anhelo
de libertad que albergan los jamaiquinos en sus corazones y la necesidad de encontrar
su propia identidad cultural. Ante este sentimiento, cabe añadir que la búsqueda de la
expresión propia de la nación caribeña es la que motiva su intención de oficializar el
patuá y, de paso, convertirse en república en 2024 a través de un referéndum. Frente
al panorama expuesto, debemos tener presente la relación existente entre el uso de las
lenguas minorizadas por los poderes colonizadores y sus efectos inmediatos en la vida
pública, en donde se plantea el dilema de encontrar a líderes que hablen en nombre de
los oprimidos o de conferir el poder político a cada individuo a través del uso de la voz
propia. Sobre este asunto, la escritora, en su trabajo como intelectual afrodescendiente,
plantea:
«Larger political implications» includes the issue of whether I speak for myself or have
the right to speak for other Caribbean persons or the Caribbean collective, and whether
the terms I use violate, preserve or expand the terms of their sovereignty of self (Forbes,
2005, p. 255).
Las grandes implicaciones políticas incluyen el asunto de si hablo por mí misma o si tengo
el derecho a hablar por otros caribeños o por el colectivo caribeño, y si los términos que
uso violan, preservan o expanden los términos de su soberanía del ser
Este es un paso más hacia la configuración de un nuevo orden mundial, en el que
se busca crear las condiciones para una multipolaridad, donde haya un mundo sin
los sometimientos de las castas gobernantes colonizadoras y se logre preservar la
diversidad cultural. Todo esto, en definitiva, hace que el trasfondo de A Tall History of
Sugar, envuelta en el velo del esoterismo, del sincretismo religioso y de la ancestralidad
africana, sea una manifestación evidente de la poscolonialidad, una realidad que no
solamente atiene a las naciones que aún mantienen lazos coloniales con las potencias
europeas, sino también a las actitudes históricas de servilismo que aún perviven en
países como el nuestro, incluso considerando el hecho de que aún no se ha traducido
al español o a otro idioma y de lo poco conocida que es su autora en el medio literario
hispanoamericano.
230LINGÜÍSTICA Y LITERATURA, ISSN 0120-5587 E-ISSN 2422 3174N° 85, Enero - Julio 2024REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Forbes, C. (2019). A Tall History of Sugar. Akashic Books.
Forbes, C. (2005). From Nation to Diaspora. Samuel Selvon, George Lamming, and
the Cultural Performance of Gender. The University of the West Indies Press.
https://es.singlelogin.re/book/682063/1f2536/from-nation-to-diaspora-samuel-
selvon-george-lamming-and-the-cultural-performance-of-gender.html