ISSN 2011-799X
Artículo recibido: 07/02/2020
Artículo aceptado: 11/05/2020
doi: 10.17533/udea.mut.v13n2a08La traducción de términos peyorativos dirigidos
hacia las mujeres en Orange Is the New
Black (2013) desde una perspectiva feminista1
María Julia Francés
mariajuliafrances@yahoo.com.ar
https://orcid.org/0000-0001-7599-3316
Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Resumen
En este artículo presentamos una investigación en la que nos aproximamos a diversas maneras en
las que una traducción puede reflejar o subvertir ciertas visiones de la mujer, propias tanto de la
cultura fuente como de la cultura meta. Nos centramos en textos audiovisuales, específicamente en
los subtítulos de series, donde las particularidades técnicas y la participación de un amplio número
de profesionales hacen que surjan nuevos y cambiantes equilibrios en este sentido. En particular, nos
interesa un tipo puntual de fragmentos discursivos: los términos peyorativos dirigidos a las mujeres,
ya que estos responden, en gran medida, a construcciones culturales diferentes entre los públicos de
partida y de llegada. Como indica De Marco (2009), entre las maneras de manifestar rechazo hacia
otra persona o comunidad, se pueden reproducir estereotipos y estructuras estáticas que llegan a ser
marcadamente sexistas. Por eso, hacemos un análisis de los subtítulos en español latinoamericano
para este tipo de enunciados, usados en la primera temporada de la serie Orange is the new black (Ko-
han, 2013), emitida en Netflix. Además. estudiamos si reflejan tendencias de la traducción en la
cultura meta, usan “equivalencias” fosilizadas o presentan opciones innovadoras.
Palabras clave: Feminismos, traducción audiovisual, lenguaje peyorativo, Orange is the new black (serie).
Orange Is the New Black (2013) in Translation: A Feminist Analysis
of the Use of Offensive Language Against Women
Abstract
This article studies various ways in which translation can reflect or subvert certain ideas about women,
stemming both from the source and the target cultures. In order to do that, we focus on audiovisual
translations, specifically on subtitles for TV series, which pose specific technical challenges and demand
the involvement of a large number of professionals, thus bringing about new and shifting balances. Here
we study one specific type of speech that is part of the avt world: offensive terms targeted at women.
These are especially interesting because they are culturally dependant and are usually very different
in the source and target languages. As De Marco (2009) points out, the ways in which we express our
1 Artículo derivado de la investigación “Los insultos en la traducción audiovisual: discusiones teóricas y casos prác-
ticos”, para la cátedra de Teoría y Metodología de la Traducción, apoyada por la Universidad Nacional de Rosario,
Argentina.
María Julia Francés358Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
rejection against a person or community may reproduce harmful stereotypes and stagnant elements in
language that may be significantly sexist. Thus, the aim of this paper is to analyze examples of insults
in Latina American Spanish subtitles during the first season of Orange Is The New Black (Kohan, 2013)
on Netflix in order to ascertain if they reflect their target language translation tendencies, if they use
stagnant or traditional terms seen as equivalent to the source, or if they are innovative.
Keywords: Feminisms, avt, gender stereotypes, offensive language, Orange Is The New Black (series).
Une analyse féministe de la traduction des termes péjoratifs adressés
aux femmes dans Orange Is the New Black (2013)
Résumé
Cet article présente une recherche qui aborde les différentes manières dont la traduction peut réflé-
chir sur ou subvertir certaines idées sur la femme, provenant à la fois de la culture source et la culture
cible. La recherche se concentre sur les textes audiovisuels, spécifiquement les sous-titres des séries té-
lévisées, où les particularités techniques et la participation de nombreux professionnels occasionnent le
surgissement de nouveaux et changeants équilibres à cet égard. Nous nous intéressons particulièrement
à un type spécifique de fragments discursifs : les termes péjoratifs adressés aux femmes. Ceux-ci dé-
pendent dans une large mesure des constructions culturelles différentes du public source et du public
cible. Comme De Marco (2009) signale, les manières de manifester le rejet envers une autre personne
ou communauté peuvent reproduire des stéréotypes et des structures statiques qui peuvent être remar-
quablement sexistes. Nous analysons, donc, ces termes dans la première saison de Orange Is the New Black
(Kohan, 2013) sur Netflix, afin d’établir s’ils reflètent les tendances de traduction de la culture cible,
s’ils utilisent des stratégies fossilisées ou s’ils proposent des options innovatrices.
Mots clés : féminismes, tav, langage péjoratif, Orange Is the New Black (série).
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista359Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
1. Introducción
Como indicamos en el título, la investigación
que aquí se presenta se ocupa de un tipo de
discurso que reviste especial interés sociocul-
turalmente, es decir, el lenguaje peyorativo.
Este consiste en unidades con rasgos muy
específicos para cada cultura, que pueden no
coincidir entre idioma fuente y lengua meta.
Además, son particularmente interesantes
para el feminismo, por el universo de signifi-
cados que van creando y su respaldo (o no) de
concepciones patriarcales sobre los géneros.
Con esto en mente, realizamos un estudio
cuantitativo y un análisis cualitativo sobre un
corpus de subtítulos. Nos preguntamos, desde
una perspectiva de género, acerca de las carac-
terísticas del trabajo presentado por un equipo
profesional.2 Para ello, estudiamos el caso de
la serie Orange is the new black (Kohan, 2013),
emitida en Netflix, a partir de la cual anali-
zamos si al traducir agravios dirigidos hacia
mujeres existe, en su obra, una visión rebelde
y feminista, se siguen tendencias traductoriles
de la cultura meta o se cumple con “equiva-
lencias” fosilizadas por costumbre en esta
disciplina.
Al centrarnos en el producto que llega al pú-
blico reconocemos, con autores como Toury
(1995), que las traducciones son, en parte, fru-
to de determinada cultura y que las decisiones
que se toman al efectuarlas pueden responder
a ciertos patrones y regularidades de compor-
tamiento que superan explicaciones a nivel in-
dividual. Al respecto, Martínez Sierra (2011,
p. 162) plantea que, en el caso de la traducción
audiovisual, son de particular relevancia las
normas que moldean el proceso, así como las
2 En el artículo se hace referencia al equipo de traduc-
ción audiovisual mediante el término genérico “la tra-
ductora”, sin que por ello se entienda que es una sola
persona la que realiza todo el proceso.
limitaciones técnicas que delimitan el abanico
de posibilidades en esta especialidad.
Para cumplir el objetivo del trabajo, conforma-
mos un corpus a partir de datos obtenidos de los
subtítulos en español latinoamericano de la
primera temporada de la serie Orange is the new
black (Kohan, 2013). Se trata de una ficción se-
riada del género comedia dramática, basada
en un libro autobiográfico sobre la vida de una
mujer en un centro penitenciario. Fue creada
por Jenji Kohan y producida por Tilted Pro-
ductions, en colaboración con Lionsgate Tele-
vision. Comenzó en el año 2013 y tiene, hasta
el momento, siete temporadas. Luego de su
lanzamiento, esta producción de Netflix obtuvo
críticas mayoritariamente positivas y un gran
éxito con el público (Chavez, 2015, p. 1). Al-
gunas comentaristas la calificaron como una
innovadora visión sobre problemáticas de gé-
nero, etnia y clase social. Así, se la alabó por
poner en pantalla el entrecruzamiento entre las
diversas identidades que conforman la realidad
de Estados Unidos (Martínez Pleguezuelos y
González-Iglesias, 2017, pp. 175-179), aunque
algunas autoras ponen en duda estas afirma-
ciones, como la misma Chavez, a lo largo de
toda su tesis (2015).
La serie cuenta con un elenco de amplia ma-
yoría femenina y personajes complejos, lo que
rompe con la omnipresencia de los sujetos
considerados normativos y hegemónicos. Al
respecto, Martínez García y Aguado-Peláez
afirman que la serie “quiebra mucho de los ta-
búes y silencios que el patriarcado impone so-
bre los cuerpos y las sexualidades de las muje-
res” (2017, p. 403), al darles visibilidad y hasta
tratar los temas con humor irreverente. Las
autoras destacan la variedad de problemáticas
que atraviesan a los personajes femeninos de
esta ficción y cómo esta refleja diversas tensio-
nes ideológicas y de poder que viven distintos
grupos sociales. Y concluyen que muchas de
María Julia Francés360Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
sus escenas promueven “un gran avance en la
narrativa audiovisual desde una perspectiva fe-
minista” (p. 407).
Para cumplir los objetivos propuestos, en la
sección 2 repasamos los conceptos centrales en
relación con la traducción con perspectiva de
género, la especificidad del medio audiovisual
y las particularidades del tipo de enunciados
seleccionados para este trabajo: los términos
peyorativos. Luego, mencionamos otros estu-
dios realizados sobre sexismo y subtitulado,
así como análisis acerca de la traducción de
lenguaje tabú y la serie Orange is the new black.
En la sección 3 explicamos el método utiliza-
do para conformar el corpus, así como la cla-
sificación de términos creada para facilitar su
estudio. En la sección 4, plasmamos los resul-
tados cuantitativos y cualitativos de la observa-
ción del corpus (ordenados por tipo de térmi-
no peyorativo) y discutimos ejemplos de cada
una de las categorías trabajadas. En el último
apartado planteamos las conclusiones del pre-
sente estudio.
2. La traducción audiovisual
2.1 Marco conceptual y estado de la cuestión
En el caso de los estudios de traducción au-
diovisual, es importante reconocer los aportes
de la teoría fílmica, de la comunicación y los
estudios sobre paratextualidad (Castro, 2018)
para su conformación como una disciplina
definida (Díaz Cintas, 2007). Pero, como indi-
can Von Flotow y Josephy-Hernández (2018,
p. 296), los aportes feministas son más tardíos
que en el caso de la literatura. Los autores ha-
cen un repaso de algunos trabajos que vincu-
lan aportes de estudios de género, feminismo
y traducción audiovisual.
Sin embargo, von Flotow y Josephy-Her-
nández (2018, p. 301) nos recuerdan que la
traducción audiovisual en general, no solo la
feminista, continúa siendo un tema que des-
pierta un interés menor en el ámbito académi-
co. Ello resulta particularmente sorprendente,
porque constituye un ámbito de gran visibili-
dad de dicha práctica y ofrece un corpus fá-
cilmente accesible y manipulable (Martínez
Sierra, 2011, p. 164). Además, cuenta con una
variedad de temáticas, tensiones y complejida-
des propias de su especificidad técnica.
La subtitulación, por ejemplo, es una práctica
que permite que coincidan, en forma tempo-
ral, el discurso de partida y el de llegada, pero
por distintos canales. Estos múltiples códigos
complementarios (Fethke, 2017, p. 28) arriban
al público de manera simultánea y conforman
un todo polisemiótico, con características
diversas, incluso a las del doblaje. Martínez
Sierra indica una de ellas, que es clave para
nuestro estudio. Citando a Ivarsson, el autor
señala que “los espectadores son criaturas de
hábitos” y que el impacto de la masividad de
los medios de comunicación y su relación con
las audiencias pueden generar normas (en el
sentido de Toury) de amplia y evidente difu-
sión en el ámbito de la traducción (Martínez
Sierra, 2011, p. 154).
Profundizando en lo anterior, Fethke (2017,
p. 40) plantea la existencia de tendencias en el
proceso de traducción audiovisual, un concep-
to que ubica como paso intermedio entre los
conceptos de estrategia y normas. Estas ten-
dencias se pueden evidenciar, según la autora,
en las regularidades y el carácter recurrente de
cierta forma de traducir un producto, y pueden
surgir del análisis comparativo y descriptivo de
corpus de textos fuente y meta.
Por otra parte, antes de concentrarnos en el
estudio de un caso de subtítulos en español
latinoamericano, haremos algunas aclaracio-
nes previas al respecto. Por un lado, el texto
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista361Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
de llegada tiene la particularidad de que debe
ajustarse a un sistema cultural y una comuni-
dad lingüística que difícilmente puedan consi-
derarse únicos y uniformes (Fayen, 1995), que
abarca grandes complejidades y tensiones. El
denominado “español latinoamericano” es el
idioma meta al que debe apuntar la traducto-
ra, lo cual implica buscar unidades léxicas y
estructuras gramaticales que sean compren-
didas por una amplitud de variedades lingüís-
ticas y realidades socioculturales. Además,
suele ser un requisito el estricto cumplimiento
de las normas de la Real Academia Española
y, en caso de necesitar aclaraciones, la Fun-
dación del Español Urgente (Netflix Partner
Help Center, 2020).
Por otro lado, Bruti (2009, p. 230) identifica
una serie de restricciones a la labor creativa en
esta subdisciplina, como, por ejemplo, el tiem-
po en pantalla (viewing time) de cada subtítulo,
la legibilidad, la sincronización entre el texto
escrito y el oral, así como las características
del público promedio, como su ritmo de lec-
tura en relación con su nivel socioeducativo.
Todo esto conforma un universo de alternati-
vas limitadas para la traductora, que debe ocu-
parse de buscar un equilibrio entre longitud y
carga informativa.
En relación con las demandas del público, De
Marco (2009) hace un estudio comparativo
entre subtítulos y doblaje, y encuentra que,
más allá de las restricciones técnicas de cada
proceso, los subtítulos tienden a ser significa-
tivamente más literales que las nuevas voces.
Esta tendencia (que podría constituirse even-
tualmente en norma) lleva a que se intenten
usar cognados, dentro de lo posible, y a soste-
ner algunas estructuras gramaticales un tanto
forzadas. Esto podría deberse a que, al darse el
texto fuente y el texto meta en simultáneo, la
aparente similitud entre las palabras puede dar
mayor confianza en la traducción.
Por su parte, Kutálová (2014, pp. 18-20) iden-
tifica otras restricciones para esta práctica: al
ser solo una parte subordinada del conjunto de
la producción audiovisual, el subtítulo no pue-
de chocar con otros sistemas simbólicos en la
pantalla y debe significar de manera armónica
con ellos. Señala la autora que esto es particu-
larmente significativo, porque se trata de una
industria que suele repetir estereotipos con un
efecto reconfortante en el público y, por lo tan-
to, pueden producir beneficios económicos (ge-
nerar más ventas, mayor éxito, etc.).
Dadas todas estas limitaciones a las posibles
traducciones que se presenten al público meta,
podría pensarse que la traducción tiene un
campo reducido para la reivindicación femi-
nista, a diferencia de la literatura. Sin embar-
go, estas restricciones pueden justificar que se
refuerce o disminuya la transmisión de ideo-
logías sexistas dominantes. Así, pueden servir
para la reproducción de ideas patriarcales o
ser parte de un cambio cultural. En esta mis-
ma línea, Kutálová (2014, p. 20) señala que
la mayor cantidad de diferencias entre el texto
audiovisual de partida y el de llegada pueden
clasificarse como ideológicas y culturales, más
que forzadas por restricciones técnicas.
En este marco, nos resulta interesante ana-
lizar la traducción de términos peyorativos
dirigidos a mujeres, por tratarse de patrones
lingüísticos muy específicos de cada cultura,
cada país y cada comunidad (Fuentes-Luque,
2015, p. 3).
Respecto a este último punto, como asegura
Fuentes-Luque (2015, pp. 4-5), debemos seña-
lar que existen pocos estudios sobre los disfemis-
mos en las traducciones audiovisuales. Es sor-
prendente, según el autor, ya que se trata de un
elemento clave en muchas series y películas,
un componente fundamental de la oralidad.
Algo similar apunta Babou (2014, pp. 97-100)
María Julia Francés362Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
respecto a los insultos en general, incluso
aquellos que no son soeces.
Empecemos por definir nuestro objeto de es-
tudio. El lenguaje peyorativo se compone de
términos cuyo objetivo más frecuente suele ser
atribuirle una cualidad valorada como negati-
va a una persona o grupo de personas, con la
intención de ofenderla, criticarla o humillarla.
Designaremos a este tipo de palabras como
“peyorativas”, incluso en los contextos parti-
culares en los que la intención no sea ofender.
Para los efectos de este trabajo, consideramos
que el lenguaje peyorativo es un tipo de len-
guaje tabú, que se refiere a temas socialmen-
te calificados como censurables. Este último
incluye otros tipos, como los expletivos, tanto
positivos como negativos; referencias a actos
sexuales o escatológicos, etc. Cabe destacar
que ni el lenguaje peyorativo en particular ni
el tabú en general son necesariamente soeces.
Cuando un término peyorativo está dirigido
hacia una persona en particular con la inten-
ción de denostarla, lo llamaremos también “in-
sulto” y “agravio”.
Aquí nos interesan particularmente los térmi-
nos peyorativos que se dirigen a las mujeres,
ya que, como indica Babou (2014, p. 100),
suelen ser diferentes a los que se utilizan con-
tra los hombres. En tal sentido, Kleinman et
al. (2009, pp. 49-52) indican que aquellas pa-
labras que cambian de significado según se
atribuyan a hombres o a mujeres refuerzan
exigencias patriarcales sobre lo femenino que,
en el lenguaje coloquial, se internalizan, na-
turalizan y, sin embargo, cumplen un papel
disciplinador. Para los autores, este es el ras-
go clave de los términos despectivos dirigidos
hacia la mujer, incluso en casos en los que se
utilice con intención reivindicativa, familiar o
amistosa. Por ello, en el corpus de este trabajo
se incluyeron también los usos con intención
positiva.
Cabe aclarar que existe una tesis de maestría
realizada por Kristen Fethke (2017) sobre el
lenguaje tabú en los subtítulos al español ibé-
rico de la serie Orange is the new black. Dicho
estudio es descriptivista, no está enmarcado
dentro del feminismo y busca dilucidar las es-
trategias utilizadas a la hora de traducir diver-
sos tipos de disfemismos. Define el lenguaje
tabú como “unidades semánticas que produz-
can rechazo social u ofensa” (p. 16) e incluye
expletivos, imperativos ofensivos, expresiones
referidas a temas tabú (como partes del cuerpo
y funciones fisiológicas). En esto se diferen-
cia fundamentalmente del corpus conforma-
do para el presente trabajo, en el que solo se
incluyen términos peyorativos dirigidos hacia
las mujeres. Asimismo, focaliza su atención
en tres capítulos correspondientes a distintas
temporadas, mientras que aquí se trabaja con
el total de los primeros trece episodios. Otra
divergencia clave es que busca reconstruir el
proceso traductor, al querer clasificar las estra-
tegias utilizadas, más que analizar el producto
presentado al público.
A partir del marco interpretativo que utiliza,
dicha tesis concluye que prácticamente no
existe lenguaje tabú sexista en ese material es-
tudiado, con excepción de aquellos referidos
a la homosexualidad (p. 127). Además, tam-
poco incluye esta categoría en la taxonomía
que construye para su análisis. Es por ello por
lo que creemos que el presente estudio puede
aportar una mirada diferente sobre los valo-
res patriarcales plasmados en los subtítulos y
permite visibilizar algunos valores patriarcales
pasados por alto o “normalizados” en muchos
estudios realizados hasta el momento sobre
traducción audiovisual.
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista363Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
2.2 La traductora audiovisual
En este texto nos referimos, con el término “la
traductora”, de manera genérica, al conjunto
de personas que ejercen dicha profesión para
producir un subtitulado específico. Como ya
lo anotamos, para el análisis de Orange is the
new black no utilizamos el término para aludir
a una persona concreta, sino en sentido co-
lectivo, para denominar a profesionales de la
lengua que aportaron al producto observado.
Como indica Martínez Sierra (2011, pp. 166-
170), sería útil analizar grandes corpus de va-
riados productos de una misma productora o
plataforma, para entender mejor cuáles son
las normas que se imponen según el cliente
y el ámbito en el que se trabaja. El presente
estudio se ocupa de una serie original de Net-
flix, pero no estimamos pertinente, para nues-
tro objetivo, llegar a generalizaciones sobre
la plataforma en sí misma. A pesar de ello, sí
existen algunas guías de estilo publicadas por
la compañía y de acceso público, donde se
pueden ver algunas de sus exigencias (Netflix
Partner Help Center, 2020).
En la industria de la traducción audiovisual,
suele haber agencias de traducción o interme-
diarias, con su personal de gestión, sus nor-
mas y sus propios procedimientos. Además,
existen siempre varias fases. En general, se
contratan distintas personas para efectuar la
transcripción, la traducción, la temporización
y la edición final de los subtítulos. Sumado a
ello, puede realizarse un control de calidad
tanto lingüístico como técnico después de pu-
blicado el producto, del cual está encargado
un nuevo equipo completo (testing, coordina-
ción, gestión de proyecto, etc.). Todas estas
etapas influyen de manera significativa en la
configuración final de los subtítulos (Díaz
Cintas, 2007). Así, quien traduce no es una
sola persona, sino un equipo complejo.
Por último, hay que señalar que los textos se
ven encorsetados por exigencias económi-
co-comerciales. Como explican Díaz Cintas
(2007) y Kutálová (2014, p. 21), existen in-
tereses comerciales y fuerzas propias de los
medios masivos de comunicación que ejercen
una influencia central a la hora de moldear el
producto final. Para ello, las compañías suelen
contar con grupos especializados en estudios
de mercado, mercadotecnia y comercializa-
ción, que pueden ejercer influencia en las tra-
ducciones de términos y, sobre todo, los títulos
del material audiovisual.
Así, tenemos siempre una gran cantidad de
personas involucradas directa o indirectamente
en el proceso lingüístico, con diversos niveles
de poder de acción sobre él. Por ello, recono-
cemos que el trabajo que vemos reflejado en el
producto final no puede atribuirse a un solo in-
dividuo. Nuestra elección de utilizar el término
“la traductora”, sin embargo, responde a que
hablar de “equipo” puede dar a entender que
existen acuerdos entre sus miembros (lo cual
no es siempre así). Es por eso por lo que aquel
significará no un individuo, sino un abanico de
subjetividades invisibilizadas que toman deci-
siones traductoriles para tener como resultado
el material analizado. Por ello, también se de-
cidió no incluir el nombre de quienes aparecen
como responsables de las traducciones aquí
analizadas.
3. Método
En el presente artículo presentamos un estudio
de caso sobre la traducción de la serie Orange is
the new black (Kohan, 2013). Sobre la produc-
ción seleccionada, es importante hacer algunas
aclaraciones: se trata de una serie que conjuga
presuntas características feministas, con una
amplia aceptación del público, en un escenario
de ficción que ofrece, por su misma naturaleza,
numerosas posibilidades de refutar discursos
María Julia Francés364Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
hegemónicos. Por ello, se estima de particular
interés para estudiar el producto traducido y
su ruptura o reproducción de valores patriar-
cales de la cultura meta.
Esta investigación se centra en el estudio em-
pírico de un corpus exhaustivo, creado a partir
del visionado y la transcripción de las instan-
cias de uso de términos peyorativos dirigidos
hacia mujeres en los subtítulos, en español
latinoamericano, de la serie Orange is the new
black, en los trece capítulos de su primera tem-
porada (Kohan, 2013). Adicionalmente, y en
un listado separado, recogimos el uso de tér-
minos peyorativos en español en el texto fuen-
te, que no requirieron de traducción. Asimis-
mo, registramos el cotexto de todos ellos en la
lengua meta y la versión en la lengua fuente, y
anotamos hacia quién estaban dirigidos y si su
uso era hiriente o no.
A partir de la información recopilada, elabo-
ramos un listado de instancias de este tipo y
las clasificamos de acuerdo con categorías
creadas de manera inductiva para este estudio
en particular. Contabilizamos el total de entra-
das del corpus y estudiamos cuantitativamen-
te qué tipo de disfemismos predominaba en la
lengua meta. Luego, realizamos un análisis
detallado de los ejemplos seleccionados, por
considerarlos representativos o cuantitativa-
mente notables.
No tomamos en cuenta instancias de lenguaje
tabú que no le atribuyeran una cualidad de-
terminada a una mujer o grupo de mujeres.
Es decir, no consideramos expletivos soeces
y maldiciones sin destinatario específico. Sin
embargo, sí incluimos palabras no soeces que
pudieran considerarse peyorativas.
En total, hicimos un registro de 219 entradas
en español latinoamericano escrito de uso pe-
yorativo a lo largo de la primera temporada de
la serie Orange is the new black (Kohan, 2013).
Adicionalmente, recopilamos 12 términos
peyorativos en español oral que no son tra-
ducciones, sino que son parte del diálogo de
partida.
En su análisis sobre el doblaje y el subtitulado
de ofensas hacia las mujeres en películas de
humor, De Marco (2009) encuentra que exis-
ten diversas formas de reforzar estereotipos de
género en el lenguaje. La autora nota que hay
una predominancia de insultos referidos a las
conductas de las mujeres, consideradas repro-
chables para la cultura patriarcal. Estas hacen
hincapié especialmente en su sexualidad, pero
también en otros patrones de comportamien-
to vistos como propios de otro género. Al res-
pecto, dicho análisis remarca la construcción
cultural de los géneros como dos extremos
opuestos, donde la norma es el masculino y
lo derivado es lo femenino. Ante tales diferen-
cias fundamentales, quienes tengan actitudes
que no encajen en estas caracterizaciones re-
sultarán censurables. Luego, en su estudio, De
Marco (2009, pp. 179, 183, 185) detecta críti-
cas relacionadas con aspectos supuestamente
propios de las mujeres, pero molestos para los
varones, lo cual enfatiza las diferencias y las
debilidades “naturales” de lo femenino frente
a lo viril. Por último, la autora analiza expre-
siones que no son sexistas en sí mismas, pero
pueden resultarlo en contexto.
A partir de dicha lectura, decidimos crear una
clasificación de las ofensas registradas en el
corpus, según los valores patriarcales que re-
flejan, para facilitar su análisis. Descartamos,
sin embargo, otras taxonomías igualmente vá-
lidas, referidas a la intersección de cuestiones
étnicas, socioeconómicas y de género. Tampo-
co efectuamos una categorización por niveles
de “carga tabú” (Fethke, 2017, p. 63), aunque
cuando lo estimamos pertinente, lo indica-
mos como comentario. Optamos también por
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista365Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
crear una división similar a la esbozada por
De Marco (2009), por considerarla apropiada
para realizar un estudio general sobre el sexis-
mo en el texto meta y no sus configuraciones
particulares para los entrecruzamientos de
distintas identidades.
Con base en lo planteado, creamos tres gran-
des categorías, según el tipo de estereotipos se-
xistas que sostienen los términos peyorativos.
En primer lugar está la de los casos relacio-
nados con la aceptación o no de los patrones
de conducta considerados propios del género
femenino (conductas reprochables): por un
lado, los que se refieren a la sexualidad feme-
nina; por otro, los que critican el “parecerse”
a un género que no le es propio (“machona”,
por ejemplo), la homosexualidad y el no cum-
plimiento con las exigencias de sumisión. A
esta última subcategoría se le pueden añadir
los términos vinculados con el cuerpo de la
mujer y la frivolidad.
En segundo lugar tenemos la categoría de las
ofensas por inestabilidad emocional y proble-
mas psíquicos (términos peyorativos relacio-
nados con el desequilibrio). Estas, si bien sue-
len poder utilizarse sin distinción de género,
en el caso de las mujeres implican connotacio-
nes sexistas históricas, por cuanto se les atri-
buyen como “debilidades” propias de ellas.
En tercer lugar está la categoría de las ofen-
sas usadas indistintamente para hombres y
mujeres (insultos para todos los géneros), que
incluye la atribución de maldad a la destinata-
ria, la no conformidad con reglas sociales re-
lativamente comunes a los géneros —como la
higiene, la sobriedad o la humildad—, y los que
insultan su aspecto físico o su capacidad inte-
lectual. Este último subgrupo puede resultar
más ofensivo en el caso de las mujeres, ya que
históricamente se las ha considerado inferiores
en este sentido. De todas maneras, se incluyen
en la última categoría.
En cada uno de los siguientes apartados se
exponen los datos cuantitativos obtenidos del
corpus por categoría de término peyorativo y,
luego, se analizan críticamente algunos ejem-
plos seleccionados de cada tipo, para extraer
conclusiones parciales.
4. Resultados
4.1. Conductas reprochables
4.1.1 Términos peyorativos sobre la sexualidad
Dentro de la categoría de términos peyorati-
vos que censuran las actitudes femeninas que
se juzgan inapropiadas para el género, desta-
camos una palabra por su amplia frecuencia.
De los 219 ítems escritos registrados, 71 co-
rresponden a usos de la palabra “perra”, es
decir, casi un 33 %. Es el término peyorativo
más utilizado a lo largo de la temporada. Cabe
aclarar que esta cifra incluye usos sin inten-
ción de insulto, si bien son minoritarios. Del
total, 58 instancias se utilizan como traduc-
ción de bitch. Analizado a la inversa, bitch se
tradujo un 85 % de las veces como “perra”.
A “perra” se le suman otros términos utili-
zados en la serie, vinculados a la sexualidad,
como “puta”,3 “prostituta barata”, “chupapi-
tos”, “ramera” “zorra”, “obscena”. Estos tér-
minos aparecen 22 veces en total, de manera
que el subgrupo de términos referidos a la se-
xualidad femenina explica más del 42 % de los
términos peyorativos escritos en los subtítulos
3 Este término se usa mucho más que whore o hoe en
el diálogo en inglés, debido a que aparece como tra-
ducción incluso de expletivos del texto fuente (como
fucking), aun cuando estos no tuvieran la intención de
insultar a una mujer.
María Julia Francés366Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
de la serie. Además, cabe aclarar que el 72 % de
los registrados en el diálogo oral en el español
fuente corresponden a este subgrupo.
Sin concentrarnos en los insultos dirigidos ha-
cia los hombres, es interesante destacar que las
“perversiones” o las ofensas vinculadas a lo se-
xual en el hombre en inglés tienden a desapa-
recer en la traducción. El ejemplo más repetido
es el del apodo Pornstache, referido a uno de los
guardias y su aspecto de actor porno (por su bi-
gote y su exacerbado apetito sexual). La traduc-
ción para ello es simplemente “Bigotes”. Quizá
se trate de una necesidad de resumir caracteres
y una dificultad para crear un apodo similar
en español. Sin embargo, el ejemplo sirve de
contraste respecto a otro apodo (esta vez para
una mujer) que veremos más adelante y a la
insistente traducción de la amplia mayoría de
las ofensas hacia las mujeres, incluso en casos
en los que no es esencial para la comprensión
del diálogo.
En secciones anteriores planteamos que, aun-
que no de manera uniforme, esta serie suele
considerarse rupturista y feminista en la cul-
tura fuente. Como señalamos, en ella se bus-
ca la reapropiación del cuerpo por parte de la
mujer, la redefinición de su sexualidad y su
derecho al placer. En este marco, es notable
encontrar que más de un tercio de los térmi-
nos peyorativos hacia las mujeres se refiera a
su sexualidad. Esto lleva a preguntarnos por
una de las palabras que más fue traducida con
este sentido, es decir, bitch.
Si bien no buscamos cuestionar la equivalen-
cia entre ambos términos, sí resulta interesante
debatir su significado y el impacto que puede
tener en cuanto a valores patriarcales sobre el
público anglosajón. Nos permitimos estudiar
este caso cuantitativamente tan significativo
en mayor profundidad que el resto para com-
prender las complejidades que reviste.
Como apunta el trabajo de Palomino Forero
(2013), el término “perra” en zonas que ana-
liza de Colombia tiene una fuerte implicación
sexual. Castellano Ascencio (2008) llega a
una conclusión similar respecto a su uso en
otras áreas colombianas (como Medellín). En
el mismo sentido, las autoras Elizalde y Fe-
litti (2015) estudian la manera en que el tér-
mino intenta ser reapropiado en Argentina.
Al respecto señalan, como característica so-
bresaliente en su significado, la cuestión de
la presunta promiscuidad reprochable en una
mujer. Está claro que estos tres estudios sobre
dos países latinoamericanos no son suficientes
para concluir que en la totalidad de la región
tiene este significado. Pero contamos con el
aporte del Diccionario de la lengua española
de la Real Academia Española (n. d.), que in-
cluye la acepción “prostituta” dentro de su de-
finición, sin distinguir territorios de uso. Este
es, además, un ejemplo de insulto que cambia
de significado según el género. Un hombre he-
terosexual “perro”4 no es un hombre “fácil” en
sentido sexual.
Respecto a la etimología y la historia de la pa-
labra bitch, el Journal of Man publicó, en 1984,
un artículo de Charles Collins donde se expli-
ca la relación entre el femenino de un animal
(literalmente, perra) y la metáfora original de
la mujer promiscua, que luego amplía sus sig-
nificados para abarcar una serie de situaciones
que generan disconformidad (como verbo, in-
dica quejas tanto de hombres y mujeres; como
calificativo, marca la dificultad de una situa-
ción). Más allá de la variedad de significados
recopilados, la metáfora original parece haber
sido la referida a la sexualidad femenina.
4 El mencionado diccionario de la Real Academia Es-
pañola incluye también la acepción de “persona despre-
ciable” para ambos géneros gramaticales, mientras que
el significado sexual es solo para el femenino.
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista367Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
Sin embargo, como indica Fuentes-Luque
(2015, p. 4), el significado del lenguaje tabú y,
podríamos decir, de los términos peyorativos
en general es muy variable, tanto geográfica
como temporalmente. Kleinman et al. (2009)
realizan un estudio sobre actitudes que buscan
reapropiarse del término y quitarle su conno-
tación sexista. Pero al hacerlo, lo asemejan a
términos no marcados por el género, como
jerk, referidos a la maldad de la persona. No
deja de considerarse sexista, porque cambia su
significado según el género al que se aplique,
pero no parece aludir tan claramente al ejer-
cicio la sexualidad femenina. En este mismo
sentido encontramos las definiciones del dic-
cionario en línea Webster’s (Merriam-Webs-
ter, n. d.), que lo define, en su sentido “in-
formal ofensivo”, como una mujer maligna,
mezquina, rencorosa o vengativa. Asimismo,
el diccionario en línea de Cambridge (Cam-
bridge Dictionary, n. d.) indica que se refiere
a una “unkind or unpleasant woman”. Por últi-
mo, consultamos las primeras entradas sobre
el término en el popular diccionario en línea
conformado por usuarios, Urban Dictionary,5
que, por su misma naturaleza, suele registrar
los usos más actuales del habla informal. De
estas cincuenta entradas, muchas de las cuales
incluyen en su interior más de tres acepciones,
solo cuatro mencionan como una posibilidad
la referencia a la sexualidad de una mujer.
Todo lo anterior nos lleva a concluir que si bien
bitch es un término peyorativo que claramente
censura a la mujer por conductas “no confor-
mistas”, en la actualidad correspondería más
al subgrupo de los disfemismos críticos del no
5 Se trata de las cincuenta entradas encontradas en Ur-
banDictionary.com, un diccionario de jerga actual en
inglés con entradas creadas y calificadas por los usua-
rios y editado por voluntarios. Las definiciones de un
mismo término (en este caso, bitch) se ordenan según la
cantidad de valoraciones positivas y negativas que tiene
cada una. Véase Urban Dictionary (n. d.).
cumplimiento del mandato de sumisión, aunque
es indudable su herencia como ofensa vinculada
a la sexualidad.
Si bien la proliferación de agravios sexistas cho-
ca con la idea de una obra feminista que busca
empoderar a la mujer, entendemos que no es
lo mismo hacer una referencia constante a su
sexualidad (en los subtítulos) que hacerlo a su
actitud petulante o desafiante (como en inglés).
Así, los datos cuantitativos señalarían que exis-
te un constante rechazo a la idea de mujer pro-
miscua, vinculada a la sexualidad femenina, a
lo largo de la temporada en español. Esto no
solo choca contra algunos de los intentos de rei-
vindicaciones feministas de la serie en inglés,
sino que podría reforzar, en la cultura de llega-
da, el aspecto disciplinador del lenguaje. Suma-
do a ello, como indica Kutálová (2014, p. 15),
la presencia de elementos sexistas en una tra-
ducción puede crear la impresión, en la cultura
meta, de que dichos valores son predominantes
en culturas que podrían ser vistas como jerár-
quicamente superiores. En el caso de una serie
mundialmente alabada por su vanguardismo,
puede generar la impresión de que aun en ese
contexto la promiscuidad es vergonzante.
La repetición de esta traducción nos puede
llevar a preguntarnos si “perra” es un término
peyorativo natural o frecuente en Latinoamé-
rica. Martínez Sierra (2011, p. 160) plantea un
continuum que tendría como polos opuestos
la extranjerización y los procesos de familia-
rización para generar aceptabilidad. Al res-
pecto, específicamente en la traducción audio-
visual, suelen manifestarse las audiencias por
medio de redes sociales y blogs especializados,
como es el caso de En la luna de Babel (En la
luna de Babel, 2012). Así, la extranjerización o
el uso de términos poco comunes en el público
meta suele ser objeto de burlas o quejas, lo que
María Julia Francés368Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
podría explicar una preferencia por la natura-
lidad del texto meta.
Para detectar la frecuencia de uso del término,
seleccionamos aleatoriamente cinco de los tre-
ce capítulos de la primera temporada de la se-
rie española Vis a Vis (Colmenar, 2015) y diez
de los setenta capítulos de la tercera tempo-
rada de la telenovela mexicana Rosario Tijeras
(Blanco, 2019). Estas ficciones fueron elegidas
por contar con características similares a Or-
ange is the new black (Kohan, 2013). En ambas,
se relatan experiencias en cárceles de mujeres;
las dos incluyen hablantes de diversas varieda-
des de español latinoamericano, y en ambas,
las protagonistas son mujeres que no encajan
en arquetipos femeninos patriarcales.
Si bien no es una muestra representativa de la
totalidad de la televisión en español y el diálo-
go guionado no necesariamente representa la
realidad del uso cotidiano, el hecho de tratar-
se de productos hasta cierto punto similares
a la serie de Netflix puede echar luz sobre los
rasgos principales de este tipo de obras en el
sistema cultural de llegada.
El análisis arrojó que no es nulo el uso de la
palabra “perra”, pero sí es mínimo6 en com-
paración con otros términos, como “cabrona”
(todas las variedades representadas), “guarra”
(variedad ibérica), “pendeja” (principalmente
para la variedad mexicana). Las ofensas más
graves suelen ser esta última, “puta”, y su
variante, “hija de puta”. Como término des-
pectivo de menor intensidad, en la variedad
mexicana predomina “vieja”, y en todas las
variedades se utiliza “mamita” o “querida”,
con tono burlón despectivo.
Retomando los estudios de Castellano Ascen-
cio (2008) y Elizalde y Felitti (2015), sumados
6 Dos en el primer caso, cuatro en el segundo.
a estos resultados, concluimos que el término
“perra” no es de uso frecuente como peyo-
rativo de intensidad media en los países lati-
noamericanos analizados. Esto significa que
podría ser esperable cierto efecto de extrañeza
en el público meta ante la repetición del térmi-
no en la traducción. Entonces, vemos que no
se trata de una búsqueda de traducción fiel al
original, ni de una adaptación a los usos de la
cultura meta.
Un factor interesante a tener en cuenta respec-
to de esta preeminencia es que, como indica
el mismo Martínez Sierra (2011, p. 166), en la
traducción en general y en particular en el ám-
bito audiovisual, suelen instalarse costumbres
que se convierten en regularidades específicas
para el área y que pueden perdurar y pasar a
ser tendencias, e incluso llegar a constituirse
en normas. Como se apunta en el blog cita-
do anteriormente (En la luna de Babel, 2012),
vemos que algunas palabras y frases en inglés
suelen tener siempre la misma traducción al
español (tanto europeo como americano), en
una práctica que a veces parece hasta irreflexi-
va y automatizada.
Como se indicó al inicio del apartado, el 85 %
de las veces en que se usó bitch, la traductora
seleccionó “perra”.7 Este nivel de uniformi-
dad a lo largo de diversos capítulos indica una
tendencia con alto nivel de acatamiento a esta
costumbre. Pero las connotaciones diversas que
presentan el término en inglés y su traducción
pueden generar impresiones significativamente
7 Del 15% de los casos donde no se usó “perra”, un
38% de las veces se empleó un término más ofensivo y
claramente vinculado a la sexualidad femenina (“puta”);
en el 23% de los casos, se omitió todo tipo de ofen-
sa o palabra peyorativa para traducirlo, y en otro 23%,
cuando formaba parte de una frase que incluía otros
insultos, solo se tradujeron los demás términos. El resto
de las veces se tradujo como “zorra” (que enfatiza nue-
vamente el contenido sexual) y “cabrona”.
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista369Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
disímiles en la cultura fuente y la de llegada.
Como rastreamos a lo largo del apartado, la
repetición del término peyorativo en español
parece añadirse a otros disfemismos vincula-
dos con la sexualidad femenina para apoyar
el mandato de castidad. Para el público lati-
noamericano, esto podría llegar a interpretarse
como un valor compartido por la cultura fuente
y el producto en inglés, aunque en el diálogo
original lo que se refrende sea un rechazo a la
actitud insolente o malvada de la mujer.
4.1.2 Otros términos peyorativos sexistas
Dentro de la categoría de lenguaje peyorativo
sexista mencionamos antes otros subgrupos,
además del relacionado con el mandato de cas-
tidad femenina. Se trata de los términos diri-
gidos a las lesbianas, hacia quienes mostrarían
algunas de sus características reprochables y
hacia las mujeres desautorizadas por exponer
rasgos atribuidos socialmente a lo masculino.8
En este caso, incluimos “marimacho”, “hom-
bre-mujer”, “maricona”, “sedienta [de coño]”
“comecoños”, “embistecoños”. Estos, en to-
tal, explican menos del 5 % de los términos
registrados en los subtítulos, a pesar de que la
serie presente numerosas relaciones sexuales
entre mujeres, una protagonista trans y varias
protagonistas bisexuales u homosexuales.
Es interesante que en este grupo veamos tér-
minos poco o casi nunca usados en la cultura
meta, en especial los que surgen de combina-
ciones creadas a partir de la traducción literal
de los morfemas que conforman términos pe-
yorativos en inglés. El caso más evidente es el
de “embistecoños” para traducir pussy rammer.
A estas traducciones literales se les contrapo-
ne la traducción del término dyke del inglés,
que suele ser insultante, pero que aparece sub-
titulado simplemente como “lesbiana”.
8 Incluimos las ofensas proferidas a mujeres trans y el
cuestionamiento respecto a si son “mujeres reales”.
Por otro lado, tenemos ofensas referidas al
cuerpo, no siempre con connotaciones se-
xuales. Aquí incluimos “pechugona”, “fea”,
“chochita”, “trasero gigante”, “pequeñas te-
tas” y “tetas brillantes” (en forma de apodos),
que son poco más del 2 % de los casos.
Otro 6 % corresponde a términos que aluden
a la debilidad y la frivolidad femenina, presun-
tas características negativas del género (como
hablar mucho) y el no respeto al lugar subordi-
nado en la sociedad. Incluimos aquí ejemplos
como “princesita”, “malcriada”, “despiada-
da”, “superficial”, “creída”, “que habla dema-
siado”,9 y términos que infantilizan a su desti-
nataria, como “niña rica” (cuando se trata de
una mujer) y “niña indefensa”. Cabe destacar
que la infantilización no se repite en los tér-
minos peyorativos usados en inglés, sino que
parece ser un componente añadido para darle
mayor énfasis al insulto.10
En los casos estudiados en este apartado, ve-
mos reflejados diversos tipos de valores. Al
igual que en el apartado anterior, concluimos
que no hay una preocupación intransigen-
te por la naturalidad del texto meta, aunque
tampoco se hacen siempre de traducciones li-
terales. Con estos ejemplos, vemos que los diá-
logos en español transmiten una visión muy
poco homofóbica con sus expresiones peyora-
tivas (incluso menos que en inglés), pero a la
vez refuerzan la infantilización de la mujer.
4.2 Insultos por desequilibrios
La categoría de inestabilidad emocional y
psíquica explica solo el 6 % de los términos
peyorativos de la traducción, pero reviste in-
terés por diversos motivos. Primero, “loca”
9 Frase usada para traducir mouthy (bocona), es decir,
que dice cosas que no debe, que no guarda secretos.
10 En los ejemplos propuestos, el diálogo en inglés uti-
lizó yuppie ass y helpless thing.
María Julia Francés370Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
fue utilizado para dar cuenta de una variedad
de ofensas hacia los personajes de la serie en
inglés. Segundo, es un término clave para dos
de los episodios de la temporada (10 y 11),
donde se trata la cuestión de la salud mental.
En dichos capítulos, vemos cómo los precon-
ceptos relacionados a ella pueden afectar a las
personas y cómo la sociedad tiende a aislar,
marginar y ocultar todo lo que valora fuera de
lo normal en este campo. Un caso clave es el
del personaje llamado Crazy Eyes (en inglés),
traducido como Ojos Locos.11 Sin tomar en
cuenta el caso de este apodo, el uso de este
tipo de ofensas es marcadamente menor que el
de otras categorías como la sexualidad. Con-
sideramos que es coherente con la intención
de la serie de cuestionar la sanción social para
este tipo de enfermedades, así como a la idea
sexista de que las mujeres tienen una mayor
tendencia a sufrirlas o a mostrar inestabilidad
emocional. A pesar de ello, es importante des-
tacar que la distribución de estos elementos es
desigual a lo largo del producto analizado, y
en los dos capítulos indicados, donde el tema
es central, se repiten mucho más que en otros.
Para esta categoría, la traducción de los disfe-
mismos no es marcadamente literal. Si bien el
58 % de las veces que aparece “loca” respon-
de a algún uso de la palabra crazy del inglés,
también se utiliza en situaciones muy dife-
rentes. Cuando las protagonistas no se insul-
tan, sino que se sienten vulnerables psíquica
o emocionalmente, profiera este término, ya
sea porque algo las está “enloqueciendo” o
porque se sienten rodeadas de amenazas. Es
el caso de momentos en los que se usan térmi-
nos como I’m losing it. Tenemos también los
casos de she’s fucked up, tweak head12 y off the
11 No se contabilizaron las veces en que aparece este
apodo dentro del total de términos peyorativos.
12 Si bien puede implicar volatilidad, suele relacionarse
al efecto de las metanfetaminas.
rails, que no necesariamente implican locura.
Además, en varios casos, en inglés se trata de
una sensación o un estado temporal (losing it,
going crazy), mientras que en español el verbo
“estar” implica un estado al que ya se ha arri-
bado y no un proceso. Algo similar ocurre con
el término “histérica” (etimológica e históri-
camente vinculado a la mujer), que aparece
como traducción de freaked out.
En varios de estos casos, vemos expresiones
simplificadas y acortadas (“me estoy volvien-
do loca” es más largo que “estoy loca”), pero
en ningún caso se omite el epíteto, ni siquiera
cuando en inglés aparece combinado con otros
insultos. Además, en un ejemplo particular, el
término en español se usa en femenino, cuando
el inglés podría incluir a personajes masculi-
nos. Se trata de un momento en que la prota-
gonista muestra su temor por las situaciones
que vive en la cárcel (no solo generadas por
mujeres, sino también por los hombres de su
entorno).13 En la versión en español asegura:
“Estoy rodeada de locas” (22 caracteres) y no
“me rodea la locura” (18 caracteres), para in-
dicar que el problema está solo en las mujeres.
A partir de lo anterior, podemos concluir que
la traducción no logra independizarse de al-
gunos sesgos sexistas y discriminatorios del
diálogo en inglés con este grupo de términos
peyorativos. Las cuestiones técnicas, como el
número de caracteres o las frases de más fácil
lectura, generan una simplificación de mati-
ces de significados y una marcada repetición
del mismo término de ofensa. A pesar de ser
un tipo de agravio poco significativo a nivel
cuantitativo, hay una acumulación de la pala-
bra “loca” en ciertos episodios, por la desigual
distribución de crazy en inglés y la traducción
de diversas expresiones por “loca”.
13 En inglés asegura: “I’m surrounded by crazy”.
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista371Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
4.3 Lenguaje peyorativo para todos los
géneros
Los términos “idiota”, “estúpida”, “tonta”,
“retardada” e “imbécil” aparecen en total 23
veces (casi un 11 %) a lo largo de la prime-
ra temporada. En los dos primeros casos, sus
cognados en inglés (idiot y stupid) se encuen-
tran casi siempre traducidos de esta manera
y cuando son parte de una cadena de insul-
tos, se los prioriza por sobre otros a la hora de
resumir caracteres. Por ejemplo, fucking idiot
suele traducirse simplemente como “idiota”,
a pesar de que ello implique una pérdida de
énfasis, vulgaridad y ofensa. Es decir que casi
nunca se omiten.
Además, traducen palabras despectivas poli-
valentes del inglés que no tienen equivalentes
de uso uniforme en toda Latinoamérica, in-
cluso aunque sean más vulgares u ofensivas,
como es el caso de asshole (vinculada a alguien
despreciable, irritante o que hace algo malva-
do o también estúpido). Esto significa que aun
cuando los personajes en su versión en inglés
no insulten la inteligencia de la mujer, en algu-
nos casos sí lo harán en la versión en español
latinoamericano.
Como indicábamos en la descripción de las
categorías de resultados, los términos peyora-
tivos referidos a la inteligencia de las personas
suelen ser los mismos para mujeres y hom-
bres. Esto no implica que carezcan de mati-
ces sexistas, ya que, como lo señalábamos, la
mujer es históricamente considerada inferior
intelectualmente que el hombre. Por lo tanto,
un agravio referente a su intelecto puede re-
forzar estereotipos de género. A estos térmi-
nos analizados se les suman “inútil” y “poco
sensata”, que podrían haber sido agrupados
en otras categorías, por la frecuencia con que
suelen usarse para atacar a mujeres. Con todo,
nos preguntamos si una serie que se precie de
ser feminista puede insultar con esta frecuen-
cia las capacidades mentales de las mujeres, en
detrimento de ofensas más variadas y menos
sexistas.
Por otro lado, un 21 % de los términos regis-
trados son de uso indistinto según el género,14
como algunas comparaciones con anima-
les (“mono”), las críticas al higiene personal
(“mugrosa”, “asquerosa”), las palabras vin-
culadas a la maldad (“mala”, “maldita”, “sa-
tán”, “diablo”), a personas que importunan
(“odiosa”, “molesta”, “desagradable”), el len-
guaje tabú aplicable a otros géneros (“cabrona”,
“pendeja”), los términos relacionados con las
adicciones (“drogadicta”) y los que implican un
rechazo a la hegemonía blanca y de clase alta
(“ricachona”, “típica blanca”, “anglosajona”),
palabras referidas a la pobreza o roles históri-
camente oprimidos en la sociedad (“esclava”)
y a quien se encuentra fuera de lo considerado
normal (“rara”), así como la discriminación
por edad (“vieja”, “anciana”). Cabe destacar
que, como se mencionó más arriba, en el caso
de “puta”, “cabrona” y “pendeja”, se utiliza-
ron en un par de instancias en las que el inglés
usaba expletivos soeces y no insultos directos
a la persona. Los restantes insultos (7 %) son,
en su mayoría, específicos del contexto en el
que se utilizan.
5. Conclusiones
A partir de los resultados indicados y la revi-
sión teórica previa, podemos llegar a algunas
conclusiones. Como indicamos en las primeras
secciones, diversos estudios sobre los términos
peyorativos en la traducción audiovisual reco-
nocen la naturaleza cultural y específica de este
14 “Indistinto”, en el sentido de que ofenden de ma-
nera semejante, que no cambian significativamente sus
connotaciones según el género de la persona a la que
se dirigen.
María Julia Francés372Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
tipo de lenguaje, pero no identifican las instan-
cias de sexismo que estos pueden reflejar. Sin
embargo, vimos también que tomar algunas con-
clusiones de trabajos con perspectiva de género,
como De Marco (2009, pp. 192, 193), es útil
para observar corpus variados poniendo el foco
en los principios patriarcales. A partir de todo
ello, pudimos crear una clasificación de len-
guaje peyorativo que nos ayudó a analizar cuali-
tativamente las instancias registradas y examinar
su vinculación con una imagen reduccionista
de la mujer. Esto, a su vez, nos permitió iden-
tificar el tipo de ofensas más común en este
corpus conformado a partir de la serie Orange
is the new black (Kohan, 2013), para hacer es-
pecial hincapié sobre él y discutir algunas pre-
suntas equivalencias.
Por otro lado, señalamos que las limitaciones
técnicas pueden dar pocas opciones a la hora
de redactar el texto en español, pero estos re-
quisitos también ayudan a configurar un nue-
vo discurso, donde se priorizan unos valores
sobre otros. Esto nos permitió una primera
aproximación al corpus en sí. De esta manera,
al comparar los términos peyorativos dirigidos
hacia los hombres y aquellos orientados a las
mujeres, vimos brevemente que las ofensas en
inglés son más respetadas cuando se dirige a
estas últimas. Asimismo, encontramos que
cuando en la lengua fuente aparecía una se-
rie de insultos concatenados, fue más proba-
ble que en la traducción se usaran cognados y
la palabra “perra”, que otros tipos de ofensas
menos sexistas.
En segundo lugar, el nivel de vulgaridad de los
diálogos de partida fue similar, pero no igual
al de los diálogos de llegada. Si bien, en gene-
ral, se emparejó el nivel de ofensa con el del
inglés, hubo instancias en las que el término
peyorativo se agravó. En esta misma línea, en
el subtitulado, algunos personajes expresaron
su displicencia con palabras insultantes para las
mujeres, aun cuando en inglés se emplearan
expletivos como fuck, sin una connotación
abiertamente negativa hacia la interlocutora
femenina.
En tercer lugar, se sostuvo, a lo largo de toda
la temporada de la serie analizada, el uso de
“perra” como traducción de bitch, posible-
mente por su aparente similitud denotativa.
Fue una palabra que explicó gran parte de las
instancias ofensivas en los subtítulos y se repi-
tió a lo largo de los capítulos estudiados. De
esta manera, se descartó toda posibilidad de
utilizar términos informales ofensivos no se-
xistas (como “maldita”). Así, en los subtítulos
se reforzó el insulto vinculado a la sexualidad,
a través de este y otros términos, como “puta”
o “zorra”. A esto se le suma el diálogo oral en
español de los personajes latinos de la serie,
que robusteció este sistema de valores, al utili-
zar también peyorativos de este tipo.
En cuarto lugar, encontramos que se produjo,
en la traducción, una repetición de disfemis-
mos relacionados con la salud mental (espe-
cíficamente de “loca”) y a la inteligencia (par-
ticularmente “idiota” y “estúpida”) en ciertos
capítulos. En este caso, no hubo uniformidad
en la manera de traducir los términos peyo-
rativos y vemos una repetición de las mismas
formas para palabras de partida distintas, de
modo que en español se van acumulando en
un mismo episodio, aunque en inglés no lo ha-
gan. El refuerzo de estas ofensas en el diálogo
subtitulado pareció incluso contradecir otros
mensajes transmitidos por la serie en su ver-
sión de partida.
Todo ello nos lleva a concluir que los subtí-
tulos de estos capítulos no siempre reflejaron
los mismos valores que el diálogo en inglés, a
pesar del amplio uso de cognados y términos
de aparente traducción literal. Además, sos-
tuvo sesgos sexistas de la serie en su idioma
La traducción de términos peyorativos dirigidos hacia las mujeres
en Orange is The New Black (2013) desde una perspectiva feminista373Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 13, N.°2, 2020, julio-diciembre,pp.357-374
original, no logró “mejorarla” para que cum-
pla su presunto objetivo de empoderamiento y
transformación social, con excepción del caso
de los términos homofóbicos. De hecho, llegó
a contradecir dicha meta, con su constante re-
ferencia al deber de castidad de la mujer y el
desdén por el supuesto desequilibrio psíquico.
Así, al acervo de visiones peyorativas sobre la
mujer reflejadas en el producto presentado a
la cultura fuente, se añadieron más aspectos
patriarcales sutiles.
Referencias
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Cómo citar este artículo: Francés, M. J. (2020). La traducción de términos peyorativos dirigi-
dos hacia las mujeres en Orange is the new black (2013) desde una perspectiva feminista. Mutatis
Mutandis, Revista Latinoamericana de Traducción, 13(2), 357-374. http://doi.org/10.17533/udea.
mut.v13n2a08