ISSN 2011-799X
Artículo recibido: 24/01/2020
Artículo aceptado: 18/05/2020
doi: 10.17533/udea.mut.v13n2a03El rol, la praxis y las redes de las traductoras
en la recepción de la obra de Simone
de Beauvoir al Sur de América entre los años
1940 y 1980 1
Mariana Smaldone
mariansmaldone@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7950-2868
Universidad Nacional de Luján, Argentina
Resumen
A partir de un enfoque feminista y de género, este artículo aborda el rol, la praxis y las redes que esta-
blecieron las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir en Argentina y la región del
Río de La Plata, entre los años 1940 y 1980. A lo largo de estas décadas, el trabajo inicial de traducción
y edición en castellano de los escritos de Beauvoir pone de manifiesto la ampliación de su público lec-
tor y, a la vez, la conformación del horizonte de su recepción latinoamericana. Notablemente, varias
de las traductoras son escritoras de renombre, como María Rosa Oliver, Silvina Bullrich e Ida Vitale.
De allí que no solo me interesa visibilizar a estas traductoras, sino también reflexionar acerca del
sentido de sus resignificaciones, así como de sus diferencias, y respecto de las constelaciones y redes
intelectual-afectivo-políticas que ellas integraron. De este modo, serán centrales los intercambios y
la praxis que asumieron las traductoras, especialmente las lectoras y escritoras, en el despliegue del
horizonte de la recepción de la obra y la filosofía beauvoirianas, en diferentes contextos culturales y
políticos al Sur de América.
Palabras clave: lectoras, traductoras, escritoras, Simone de Beauvoir, María Rosa Oliver, Silvina Bull-
rich, Ida Vitale.
The Role, Praxis and Networks of Translators in the Reader-Response of Simone
de Beauvoir’s Work in South America (1940-1980)
Abstract
Based on a feminist and gender approach, this article addresses the role, praxis and networks that
translators established in the reception of Simone de Beauvoir’s work in Argentina as well as the region
of Río de la Plata between the years 1940 and 1980. Throughout these decades, the initial work of trans-
lation and editing in Spanish of Beauvoir’s writings shows the expansion of its reading public and, at
the same time, the horizon conformation of her Latin American reception. Notably, several translators
are writers of renown, such as María Rosa Oliver, Silvina Bullrich and Ida Vitale. Precisely, thence, I
1 El presente artículo se desprende de las investigaciones de mi tesis doctoral en curso acerca de los devenires filo-
sóficos, políticos y literarios de la recepción argentina de la obra de Simone de Beauvoir, entre los años 1940 y 1980
(Área de Estudios de Género, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires).
Mariana Smaldone256Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
am not only interested in making these translators visible, but also in reflecting on the meaning of
their resignifications, as well as their differences, and on the constellations and the intellectual-affec-
tive-political networks that they integrate. Thus, this article focuses on the exchanges and praxis the
readers, translators and writers assumed, especially in the display of the horizon of the reception of
Beauvoirian work and philosophy in different cultural and political contexts in South America.
Keywords: women readers, women translators, women writers, Simone de Beauvoir, María Rosa
Oliver, Silvina Bullrich, Ida Vitale.
Le rôle, la praxis et les réseaux des traductrices dans la réception de l’œuvre
de Simone de Beauvoir en Amérique du Sud (1940-1980)
Résumé
Sur la base d’une approche féministe et de genre, cet article aborde le rôle, la praxis et les réseaux
établis par les traductrices dans la réception de l’œuvre de Simone de Beauvoir, en Argentine et
dans la région du Río de la Plata, entre 1940 et 1980. Tout au long de ces décennies, le travail initial
de traduction et d’édition de l’œuvre de Beauvoir montre l’élargissement de son public lecteur et,
simultanément, la conformation de l’horizon de sa réception latino-américaine. Notablement, plu-
sieurs traductrices sont des écrivaines renommées, comme María Rosa Oliver, Silvina Bullrich et Ida
Vitale. C’est pourquoi je ne m’intéresse pas seulement à rendre ces traductrices visibles, mais aussi
à réfléchir sur le sens de leurs resignifications, ainsi que sur leurs divergences et les constellations et
réseaux intellectuels, affectifs et politiques qu’elles ont intégrés. En conséquence, cet article se centre
sur les échanges et praxis que les traductrices, particulièrement les écrivaines et lectrices, ont assumés
dans le déploiement de l’horizon de la réception de l’œuvre et la philosophie beauvoiriennes dans des
contextes culturels et politiques différents en Amérique du Sud.
Mots clés : lectrices, traductrices, écrivaines, Simone de Beauvoir, María Rosa Oliver, Silvina Bull-
rich, Ida Vitale.
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980257Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
1. Introducción
Las trayectorias de la obra literaria y filosófi-
ca de Simone de Beauvoir (París, 1908-1986)
configuran caminos clave para los feminismos
al Sur de América.2 La recepción de su obra,
junto a la tarea de traducción, en particular aque-
lla realizada en Argentina y el Río de La Plata
—con sus ciudades referentes: Buenos Aires y
Montevideo—, ha generado, desde la segunda
mitad del siglo xx, debates intensos en el ámbi-
to de la filosofía y el feminismo. Asimismo, ha
sido material fundamental para la constitución
de redes afectivas (grupos intelectuales, cultu-
rales, editores, traductores y militantes). Pero,
sobre todo, como se sabe, las ideas de Beau-
voir fueron cruciales para el cuestionamiento
de los mismos modos del afecto: las jerarquías
entre varones y mujeres, la heteronormativi-
dad o la monogamia, así como las distinciones
de clase, ideológicas y raciales.
En 2019, se cumplieron 70 años de la publica-
ción de Le deuxième sexe —traducido y editado
al castellano por primera vez en Argentina en
1954, con el título El segundo sexo—.3 Este gran
ensayo ha generado un impacto en diferentes
contextos culturales y geopolíticos, sobre todo
al ser traducido —también cercenado o tergi-
versado— en diferentes idiomas (Bellucci, 2019;
Borges Vieira, 2013; Chaperon, 1999; Nari,
2002; Rodríguez Agüero, 2010; Smaldone, 2013,
2015; Tarducci, 1999). Muchos otros escritos
de Beauvoir —entre ellos artículos— también
han circulado en un principio en francés y
rápidamente han despertado el interés de ser
2 Desde una mirada decolonial —y aunque gramatical-
mente no sea la mejor opción—, elijo la expresión “al Sur”
para resaltar el carácter provisorio y precario de esas coor-
denadas geopolíticas donde nos han situado, producto de
la división jerárquica y racista, con la finalidad de domina-
ción y explotación colonialista, capitalista y patriarcal.
3 En adelante hago mención del título en castellano.
traducidos y difundidos, por ejemplo, para un
amplio público hispanoamericano.
En efecto, a partir de mediados de los años
cuarenta y hasta 1980 —período que coinci-
de con la proliferación de las publicaciones en
vida de la filósofa francesa—, Argentina y la
región del Río de La Plata se convirtieron en es-
cenarios para las lecturas, las traducciones, las
ediciones y la difusión de la obra beauvoiriana.
Esta tarea inicial de traducción —además de la
selección y la edición para diferentes medios
gráficos— estuvo a cargo de varias mujeres, en-
tre las cuales están, en su orden, María Rosa
Oliver, Silvina Bullrich, María Elena Santi-
llán, Dolores Sierra, Aurora Bernárdez e Ida
Vitale, algunas de ellas escritoras de renom-
bre; de allí que estas traductoras igualmente
puedan ser consideradas como “letradas” o
escritoras (Willson, 2004, 2007).
En este artículo, me interesa dar cuenta de las
posibles vinculaciones e influencias, en algu-
nas de estas traductoras, especialmente por su
rol de lectoras y escritoras —particularmente
en sus miradas, sus pensamientos y sus propias
producciones—, en relación con el ingreso al
Sur de América de la obra literario-filosófica
beauvoiriana. En este sentido, cabe preguntar:
¿en qué medida se puede hacer referencia a un
público lector beauvoiriano? ¿Hay un vínculo
entre el ingreso, en la región del Río de La Pla-
ta, de la obra beauvoiriana y la del existencia-
lismo en general? Y, más específicamente: ¿se
pueden registrar determinados rasgos comunes
entre algunas de las lectoras-traductoras-es-
critoras de la obra de Beauvoir, sobre todo al
tener como punto de partida sus lecturas, tra-
ducciones, intercambios o resignificaciones en
torno a la obra de la pensadora francesa en di-
cho contexto regional y de épocas?
En todo caso, se trata de reconstruir las redes de
intercambios intelectuales y político-afectivos,
Mariana Smaldone258Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
de saberes, pensamientos, miradas y, también,
las diferencias o tensiones, como formas posi-
bles de influencias o permeabilidades locales,
históricas, epocales. Esto es, siguiendo a Michel
Foucault (1976) y sus investigaciones genealó-
gicas, resulta necesario considerar, en primer
lugar, los “saberes sometidos” (“savoir assujet-
ti”), que designan los “contenidos históricos”
que han estado sepultados, enmascarados en el
interior de coherencias funcionales o en sistema-
tizaciones formales. En segundo lugar, el filósofo
francés se refiere a toda una serie de saberes ca-
lificados por ciertas jerarquías científicas como
“incompetentes” o “insuficientemente elabo-
rados y registrados”, por ejemplo, como los
“saberes ingenuos” (“savoirs naïfs”) (Foucault,
1976, texto 193; Foucault, 1979, pp. 128-129).
Sobre esta base y desde un enfoque feminista
y de género acerca de la traducción y la re-
cepción (Castro Vázquez, 2008; Chamberlain,
1988; Simon, 1996; von Flotow, 2007), ade-
más de visibilizar a dichas traductoras (Pagni,
2014; Venuti, 1995),4 me propongo reflexionar
sobre el sentido de las resignificaciones y, a la
vez, respecto de las “constelaciones” (Will-
son, 2007) o las “redes intelectual-afectivo-po-
líticas” (Arnés, 2016, 2017) que ellas integran.
En este marco, en la segunda sección de este
artículo presento la llegada de los escritos
4 Inicialmente, Lawrence Venuti (1995) señala el proble-
ma de la invisibilidad (invisibility) de la actividad de los
traductores y las traductoras a partir de sus estudios en-
focados en la cultura angloamericana contemporánea.
Dicha advertencia no será ajena al desarrollo de los estu-
dios histórico-culturales sobre la traducción y las y los
traductoras/es latinoamericanas/os (Pagni, 2014; Pagni
et al., 2011; Silva-Reis y Silva, 2018; Willson, 2004). Aun-
que, claramente, la finalidad de dichos estudios no reside
en buscar la “entronización del traductor” (Foz, 2012),
por ejemplo, al realizar solo una selección basada en cri-
terios de visibilidad de las y los traductoras/es (Pagni,
2014).
de Beauvoir a Argentina y al Río de La Plata,
al enfocarme en las traducciones, como también
en su difusión —distinguiendo, a la vez, a las
revistas, las editoriales y, sobre todo, a sus edi-
toras/es y traductoras/es comprometidas/os—.
En la tercera sección me centro en el rol y la pra-
xis de tres de las “traductoras-escritoras”: María
Rosa Oliver, Silvina Bullrich e Ida Vitale, a partir
de un corpus acotado de textos, entre los que
menciono: Mundo, mi casa de Oliver (1965); Mis
memorias (1980), Historia de un silencio (1949),
Bodas de cristal (1951), Los burgueses (1964) y La
aventura interior (1969, 1977) de Bullrich; y Pala-
bra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Oidor
andante (1972) y Jardín de sílice (1980) de Vita-
le. Como puede verse en los anexos, quedan
cartografiados algunos de los escritos de estas
primeras traductoras y escritoras, puesto que se
inscriben en una época de recepción beauvoi-
riana, y porque ponen de manifiesto, por ejem-
plo, la situación de opresión y el malestar de
las mujeres.
Me interesa analizar aquí las posibles resigni-
ficaciones —pero asimismo sus diferencias y
tensiones— en la conformación de las constela-
ciones y las redes intelectual-afectivo-políticas,
regionales y transfronterizas,5 en el despliegue
del horizonte de la recepción y de la traduc-
ción (Silva-Reis y Silva, 2018),6 de la obra y la
filosofía beauvoirianas en diferentes contextos
culturales y políticos al Sur de América.
5 Es decir, concerniente a las redes y los cruces entre
regiones, países y hemisferios que difieren en su historia
e, incluso, en los lugares de dominación, en la historia del
colonialismo y el capitalismo.
6 Una primera mención de la noción horizonte del traduc-
tor se halla en los estudios de Antoine Berman (1995).
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980259Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
2. De Francia al Río de La Plata:
Lecturas, traducciones y difusión
de la obra beauvoiriana7
Sin lugar a duda, la obra literaria y filosófica
de Simone de Beauvoir ha trascendido, desde
un principio, las fronteras francesas y, a la vez,
ha desafiado el poder hegemónico —ya sea el de
determinado gobierno o el de una religión y
su Iglesia—. Como señala la estudiosa Sylvie
Chaperon (1999), desde la publicación de El
segundo sexo en Francia —incluso cuando en
1948 salieron a la luz algunos de sus capítulos
en la revista Les Temps Modernes—, Beauvoir
tuvo que enfrentar diferentes momentos de cen-
sura, por ejemplo, cuando el Vaticano lo incluyó
en el Index librorum prohibitorum (Índice de los li-
bros prohibidos), en 1956.
Con su difusión por diferentes países y continen-
tes y, simultáneamente, con la puesta en marcha
de las ediciones en diversos idiomas, también
operaron distintos mecanismos de censura, por
ejemplo, mediante una serie de modificaciones
a partir de las traducciones (Chaperon, 1999,
pp. 6, 62-63). Es el caso de países como Esta-
dos Unidos y Japón, donde las traducciones y
ediciones de El segundo sexo presentaron tergiver-
saciones y recortes importantes, signo de que el
pensamiento beauvoiriano despertó polémicas
y adversarios. Además, como indica Chaperon,
hay que tener en cuenta el contexto de la Guerra
Fría, que fue poco favorable para la llegada del
ensayo tanto a países comunistas, a la España
franquista o a Estados Unidos, donde las críticas
durante la “era macartista” fueron severas.8
7 Esta sección presenta una ampliación y actualización
de algunos datos ya difundidos en mi artículo “Las tra-
ducciones rioplatenses de Le deuxième sexe de Simone de
Beauvoir: marcas de época en torno a la enunciación de
identidades generizadas” (2015).
8 De hecho, hace notar Chaperon, parece que el libro era
más aceptado cuando la amenaza feminista parecía aleja-
da, como en el caso de Suiza, que para esa época acababa
Así y todo, una vez publicado, el libro El se-
gundo sexo se agotó desde la primera semana y,
rápidamente, traspasó las fronteras de Francia.
Y como señalé, este gran ensayo apareció publi-
cado en castellano en el año 1954 en Argentina.
Dicha traducción no fue una excepción, puesto
que, a partir de mediados de los años cuarenta
y hasta principio de los ochenta, gran parte de
los escritos beauvoirianos fueron traducidos y
editados en Argentina, casi en simultaneidad
con las publicaciones francesas.
El primer escrito de Beauvoir que se regis-
tra traducido y publicado en Argentina es de
1947. Se trata del artículo “Literatura y me-
tafísica”, que tradujo la escritora María Rosa
Oliver, y se publicó en la revista Sur a solo un
año de salir a la luz en la revista francesa Les
Temps Modernes. En 1948, este artículo, entre
otros, formó parte del libro L’existentialisme et
la sagesse des nations, y se tradujo y editó en Ar-
gentina hacia los años sesenta.
A partir de los años cincuenta, las editoriales
Ariadna, Compañía General Fabril Editora,
Emecé, Schapire, Siglo Veinte —que ofició ade-
más de distribuidora para Psique y Leviatán—9 y
Sudamericana llevaron adelante estrategias que
favorecieron la difusión, en lengua castellana,
de negar nuevamente el derecho al voto de las muje-
res (1999, p. 63). En este sentido, la autora hace hincapié
en la posición crítica de Beauvoir frente a un feminismo
anclado en el reclamo de derechos, en tanto también lo
considera un factor clave que impacta a lo largo de su
recepción (Chaperon, 1999, pp. 58-59). No obstante,
este factor no tuvo las mismas consecuencias para los
países latinoamericanos, sobre todo para las lectoras y di-
fusoras beauvoirianas activas en la lucha por el sufragio
“femenino”, entre otros derechos, como lo veremos en
el apartado 3.
9 La editorial Siglo Veinte contó, a la vez, con distintas
colecciones y también funcionó como distribuidora para
otras, como: La Rosa de los Vientos, Dédalo, La Pléya-
de, Central, Cronos, y los sellos mencionados: Psique y
Leviatán.
Mariana Smaldone260Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
de la obra de Beauvoir. Aunque, algunas de
estas editoriales —también Ibero-Americana,
Losada y Sur— ya habían difundido, a princi-
pio de los años cuarenta, la obra existencialista
en general y de Jean-Paul Sartre en particular
(Correas, 1994, 2007; Loedel, 2018; Savigna-
no, 2016; Smaldone, 2015).10
En cuanto a las revistas difusoras de las obras
existencialistas, vale destacar, en primer lugar
la revista Sur, medio local donde se publicó el
artículo de Beauvoir y otras producciones de
escritoras/es y filósofas/os existencialistas,
en particular de Albert Camus y Sartre. 11
Sur fue fundada por Victoria Ocampo (direc-
tora) y María Rosa Oliver —ambas editoras,
traductoras y escritoras— y su primer núme-
ro salió al público en el año 1931. A partir de
entonces, la revista contó con un importan-
te equipo de redacción y colaboración, en su
mayoría figuras destacadas de la literatura y el
pensamiento contemporáneo, entre quienes se
encontraban, además de Oliver, la poeta Ga-
briela Mistral, la escritora María Luisa Bombal,
Silvina Ocampo, hermana de Victoria y tam-
bién escritora, así como las escritoras, y en al-
10 Estos datos pueden apreciarse en los Anexos 1 y 2,
respectivamente.
11 Respecto de la obra traducida de Sartre, cabe destacar
que, entre marzo y abril de 1939 —apenas dos meses
después de su aparición en Francia—, la revista Sur se
encargó de la traducción y la edición en castellano de un
relato suyo, “El aposento”, particularmente por iniciativa
del escritor y traductor José Bianco. Luego, este mismo
medio publicó, en 1947, “El existencialismo es un huma-
nismo” y su traducción estuvo a cargo de Victoria Prati
de Fernández. Varias publicaciones sartreanas siguieron
apareciendo en Sur a lo largo de los años cuarenta. A
fines de estos años y a partir de la década de los cincuen-
ta, otras editoriales, principalmente Losada, continuaron
con la iniciativa de traducir y publicar la obra sartreana.
Estos datos, junto con el relevamiento de algunas otras
traducciones y ediciones clave de la obra de Sartre, pue-
den apreciarse a modo de ejemplo en el Anexo 2.
gunos casos militantes feministas, Alejandra
Pizarnik, Alicia Jurado, Alicia Moreau, María
Luisa Bastos, María Zambrano, Pelegrina Pas-
torino y Rosa Chacel.
Vale señalar que muchas/os de las/os colabo-
radoras/es de Sur residieron en Argentina en
condición de exiliadas/os de diferentes terri-
torios europeos, sobre todo españolas/es, al
estallar la Guerra Civil y con el ascenso del
franquismo en su país (fue el caso de Chacel).
Asimismo, fue muy frecuente el trabajo con-
junto con intelectuales de nacionalidad uru-
guaya (como Bastos y Juan Carlos Onetti),
propiciado por la comunicación, los viajes asi-
duos y los intercambios culturales regionales.
Notablemente, con los años, Sur se convir-
tió en una revista emblemática de Argentina
y también para el público hispanohablante
en general, constituyendo un puente cultural
entre el ámbito intelectual argentino y del ex-
terior (Altamirano y Myers, 2008; Willson,
2004). En esta revista, por si no fuera poco,
la escritura mujeril (o feminizada) y las ideas
feministas no pasaron desapercibidas. Y aun-
que las publicaciones anarquistas y socialistas
ya sostenían hacía más de medio siglo dichas
cuestiones (fuertemente la “cuestión de la mu-
jer trabajadora”), Sur abrió caminos y tendió
puentes para muchas escritoras y filósofas, a
pesar de un ambiente de preponderancias del
canon literario con rasgos masculinos.
En este sentido, destaco la publicación, en la
revista Sur, de artículos pertenecientes a es-
critoras y filósofas nacionales y extranjeras.
Además del mencionado artículo de Beauvoir,
salieron a la luz los ensayos de figuras aún no
conocidas para la época, como la filósofa argen-
tina Lucía Piossek Prebisch, quien por entonces
reflexionó y discrepó sobre la posición beauvoi-
riana acerca de la maternidad (Piossek, 1970-
1971; Smaldone, 2013). Paralelamente, hay
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980261Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
que tener en cuenta la publicación de una serie
de reseñas y comentarios críticos de la obra de
Beauvoir. Me refiero, por ejemplo, a la reseña
(traducida) de Emilie Noulet, titulada “El se-
gundo sexo” (1950), el artículo de Rosa Chacel
titulado “Comentario tardío sobre Simone de
Beauvoir” (1956), como también el artículo
de Alicia Jurado, “El camino que falta reco-
rrer”, y el de Marta Elena Samatán, “Enfoques
sobre la educación de la mujer”, ambos con
menciones a la obra y la filosofía beauvoiriana,
y publicados conjuntamente con el ensayo de
Piossek en el marco de la edición de los números
especiales sobre “La mujer”, correspondiente a
los meses de septiembre de 1970 y junio de 1971.
Tras la fundación de la revista Sur, surgió
la editorial que llevó el mismo nombre. Esta casa
editorial, creada también por Victoria Ocampo,
se encargó de dar a conocer obras nacionales
e internacionales, entre las que se encontraba,
por ejemplo, la obra de escritoras como Virginia
Woolf. Dicho proyecto editorial complementó
la función difusora de la revista, con un matiz
ampliamente intelectual y cultural. En particu-
lar, estos medios de difusión, por iniciativa de
Victoria Ocampo, significaron proyectos clave
para comprender los cambios respecto al con-
texto cultural e intelectual nacional (Willson,
2004, p. 85).
Además de la revista Sur, otros medios gráficos
fueron un soporte fundamental en la difusión
tanto de la obra beauvoiriana como de la obra
existencialista en general, ya sea por la publi-
cación de artículos traducidos, como por las
reseñas o los comentarios críticos que aportaron
a dar visibilidad e importancia a sus lecturas.
De allí la función substancial de intercambios
entre sus agentes (editoras/es, traductoras/es y
comentaristas), desempeñándose en diferentes
revistas argentinas y uruguayas: Centro, Ciu-
dad, Contorno, Crisis, Cuadernos de Filosofía (de la
Universidad de Buenos Aires), Marcha, Persona,
Qué!, Realidad, Señales y Vea y Lea. Asimismo,
se destaca la importancia de los periódicos y
los diarios de alcance local o nacional, como
La Nación, La Gaceta (de Tucumán), Prensa,
entre otros.
Respecto de las publicaciones argentinas en
formato de libro y sus respectivas traducciones,
el primer registro corresponde a la novela Todos
los hombres son mortales, editada por Emecé en
el año 1951. Correlativamente, en la década
de los sesenta se publicaron La plenitud de la
vida, La fuerza de las cosas, Norteamérica al desnu-
do, Una muerte muy dulce, entre varias otras edi-
ciones.12 Vale señalar que, a lo largo de esta déca-
da, se reeditaron varios de los libros de Beauvoir
y, en algunos casos, con cambios de sello edito-
rial; por ejemplo, a cargo de Compañía Gene-
ral Fabril, Siglo Veinte y Sudamericana.
Entre las décadas de los cincuenta y de los se-
senta aumentó progresivamente la difusión de
la obra beauvoiriana, como también la consoli-
dación de la recepción latinoamericana.
Hay ciertos hechos de impacto mundial que
no pueden pasarse por alto al momento de
pensar, sobre todo, el fenómeno de la transmi-
gración de las ideas durante el siglo xx. Algunos
de estos hechos son: la Guerra Civil española
(desde 1936 hasta 1939) y la Segunda Guerra
Mundial (entre 1939 y 1945); es en el marco,
además, de la Guerra Fría, que se inició entre
los años de la posguerra (1945 y 1947) y, por
supuesto, los regímenes dictatoriales, como el
nazismo y el franquismo —el primero situado
inicialmente en Alemania entre los años 1933
y 1945, y el segundo ubicado en España, se-
guidamente a la Guerra Civil, con el ascenso
del dictador Francisco Franco y que se exten-
dió hasta su muerte, en 1975—.
12 Véanse sus respectivas editoriales y años de publica-
ción en el Anexo 1.
Mariana Smaldone262Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
En efecto, hacia fines de los años treinta y du-
rante la década de los cuarenta, el impacto de
la Guerra Civil española y la Segunda Guerra
Mundial modificó las condiciones del sector
industrial argentino, por ejemplo, en lo que
respecta al desarrollo de la industria editorial
que, hasta entonces, había liderado España
(Belini y Badoza, 2019; Diego, 2014; Loedel,
2018). En particular, la guerra en España gene-
ró, como consecuencia, por un lado, la caída de
su mercado editorial de competitividad externa
y, por otro, sus exiliadas/os, mayormente repu-
blicanas/os, se radicaron en Argentina, donde
se dedicaron a la industria editorial.
Producto de esta situación, algunas editoriales,
como Emecé, Losada y Sudamericana, fueron
fundadas por las/os exiliadas/os españolas/es o,
incluso, dejaron de ser sucursales españolas y
pasaron a constituirse como sociedades anóni-
mas.13 En el caso de Sudamericana (fundada en
1939), tuvo como impulsoras/es a españolas/es
y, también, a intelectuales argentinas/os como
Victoria Ocampo y el poeta Oliverio Girondo.
Asimismo, al modificarse el sector industrial
argentino, sobre todo como consecuencia de la
situación que atravesó Europa tras el estallido de
la Segunda Guerra Mundial, se conformaron al-
gunas editoriales, como Compañía General Fa-
bril que, a partir de 1958, comenzó a organizar la
venta de libros y revistas al Sur de América y
España (Belini y Badoza, 2019, p. 8).
13 Estas editoriales se desprendieron de Espasa-Calpe,
con casa matriz en España, particularmente por iniciati-
va de sus integrantes, Gonzalo Losada y Nicolás Urgoiti,
quienes defendieron determinadas decisiones editoria-
les, por ejemplo, publicar las obras de algunos autores
prohibidos en España (como Antonio Machado, García
Lorca, o Rafael Alberti). Así, en 1938, se produjeron las
separaciones y, luego, Losada fundó su propia editorial
y, por otro lado, Nicolás Urgoiti pasó a conformar la
dirección de Sudamericana (Loedel, 2018, p. 109).
Otra editorial argentina que creció fue Siglo
Veinte, funcionando, además, como distribui-
dora de las ya mencionadas Psique y Levia-
tán. Estas mismas editoriales, que protagoni-
zaron la difusión de la obra beauvoiriana y
de la sartreana, aparecen mencionadas en los
Anexos 1 y 2. Allí se registran parcialmente al-
gunas de las primeras ediciones y traducciones
de la obra de Sartre, con el fin de mostrar la
simultaneidad de dichas publicaciones y el rol
de las traductoras y los traductores en relación
con el ingreso de la obra de Beauvoir.
Junto a dicho impulso para la conformación de
algunas editoriales argentinas, las exiliadas y
los exiliados provenientes de España llevaron
a cabo las tareas de difusión de colecciones y de
traducción (tales fueron los casos, por ejemplo,
de la escritora Rosa Chacel, antes mencionada,
y de Manuel Lamana, quien se encargó de tra-
ducir la obra de Sartre).
Así, las situaciones de guerras y exilios forza-
dos a partir de los regímenes nazi y franquista
impactaron en los modos de circulación cul-
tural, local y regional, en este caso de las
obras existencialistas. Y si bien, inicialmente,
dichas obras circularon y se leyeron en francés,
fueron traducidas al castellano casi de inmedia-
to (Smaldone, 2013, 2020). En dicho contexto,
Argentina inició la tarea de traducción y edi-
ción de la obra beauvoiriana antes que otros
países latinoamericanos e incluso que España,
donde el régimen totalitario franquista había
proscripto a las/os filósofas/os existencialistas,
incluidos Beauvoir y Sartre (Behiels, 2006;
Corbí Sáez, 2010; Godayol, 2017).14
14 Por entonces se registran, aunque escasas, algunas
reediciones españolas, por ejemplo: Todos los hombres son
mortales (misma versión argentina, con traducción de
Silvina Bullrich), que publicó Edhasa en 1956; y el do-
sier sobre Djamila Boupacha, que publicó Seix Barral
en 1963. Asimismo, la editorial Aguilar editó, en 1972,
las Obras completas de Simone de Beauvoir. Al considerar
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980263Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
En relación con el contexto latinoamericano en
general, la Revolución cubana (1959) igual-
mente marcó nuevos caminos en la cultura
intelectual rioplatense, en especial para la mi-
litancia y el compromiso político. En este con-
texto, Casa de las Américas —fundada por la
revolucionaria Haydée Santamaría Cuadrado,
también en 1959— fue clave para la integración
y la difusión de la literatura de Latinoamérica y
del Caribe.
Pero para distintos países, el panorama fue
cambiando hacia fines de los años sesenta y du-
rante los años setenta. Entre varios hechos se
destaca que España tomó otros rumbos políti-
cos y económicos, sobre todo a partir de 1975, y
en diferentes países latinoamericanos se fueron
sucediendo los golpes de Estado cívico-mili-
tares, como en Uruguay y Argentina. Estos
acontecimientos impactaron directamente en la
cultura y en las condiciones productivas. En Ar-
gentina, la dictadura de 1966 —que se inició
con el dictador Juan Carlos Onganía y, tras los
pases de mando, se extendió hasta 1973—, dio
el primer golpe a la industria editorial, con-
juntamente a las detenciones, los asesinatos,
la persecución política y el exilio forzado.
No obstante, puede observarse que, hasta
principio de los años setenta, se registran algu-
nas publicaciones argentinas de los escritos de
Beauvoir, en consonancia con las novedades
francesas. Asimismo, en esta época, la editorial
Sudamericana pasó a tener mayor protagonis-
mo, por ejemplo, con la edición de La vejez (1970)
y Final de cuentas (1972).
estos datos, cabe pensar no solo en los efectos de las
censuras del régimen franquista, sino también en el peso
que tuvo la inclusión, quizás parcial, de dicha obra en el
Índice de libros prohibidos por decisión de la Iglesia católica.
Vale señalar, además, que otras investigaciones actuales
acerca de la circulación de El segundo sexo en España
indican que existió, paralelamente a la edición argentina,
una traducción catalana (Godayol, 2017; Morant, 2018).
En los años siguientes, las dictaduras casi si-
multáneas en Uruguay y Argentina golpearon
de nuevo a la industria editorial y, en particu-
lar, a la intelectualidad y la militancia política.
En junio de 1973, Uruguay sufrió un golpe
cívico-militar que se extendió hasta 1985. Y
el 24 de marzo de 1976, los militares dieron
un nuevo golpe en Argentina, que se perpetuó
hasta diciembre de 1983. Como se sabe, estas
dictaduras cívico-militares se caracterizaron
por el terrorismo de Estado y por instaurar
el horror en la vida cultural, ligado a la sis-
temática violación de los derechos humanos.
Este contexto arrasador, junto a medidas que
tendieron a instaurar paulatinamente el modelo
económico neoliberal, bastó para el desmem-
bramiento de la cultura intelectual en general,
y la red de editoriales y librerías en particular.
Pese a este contexto, en 1980, Sudamericana
reeditó algunos de los libros y sacó a la luz
Cuando predomina lo espiritual, a solo un año de
su difusión en Francia. En 1983 —al finalizar
la última dictadura militar en Argentina—, esta
misma editorial publicó La ceremonia del adiós.
Subrayo que las etapas de golpes cívicos-milita-
res, como también de exilio, impactaron con-
siderablemente en la cultura de Argentina y
Uruguay, al igual que en otros países latinoa-
mericanos bajo regímenes dictatoriales —en
los casos de Brasil (1964-1985) y Chile (1973-
1990)— en lo que aquí respecta a la circulación y
las estrategias de lectura, recepción y resignifi-
cación de la obra literario-filosófica de Simone
de Beauvoir y de otras autoras clave para los
feminismos al Sur de América.15
15 Ya en los años noventa se conoció una serie de pu-
blicaciones póstumas (como diarios y cartas) que, en su
mayoría, se tradujeron y editaron en España. Algunas
de estas publicaciones son: Diario de guerra: septiembre
1939-enero 1941 —a cargo de Sudamericana, en Ar-
gentina, y Edhasa, en España, ambas publicaciones en
1990—; Cartas a Sartre (Lumen, España, 1990); Cartas
Mariana Smaldone264Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
En estos escenarios que recorren diferentes épo-
cas del contexto nacional y rioplatense en gene-
ral, sitúo el interés de las editoriales que lleva-
ron adelante la publicación y la difusión de los
escritos de Beauvoir, como también la tarea y la
praxis de sus traductoras y traductores. Por una
parte, en cuanto al trabajo y en materia de
políticas editoriales —y, en específico, respecto
de la toma de decisiones acerca de la selección de
determinados textos—, resalto el rol de las edi-
toras Victoria Ocampo y María Rosa Oliver, an-
tes aludidas, sobre todo vinculadas al proyecto
cultural y político Sur (revista y casa editorial).
Asimismo, no quiero dejar de mencionar que
otros editores, como Gregorio Schvartz, librero
y responsable de la editorial Siglo Veinte, tuvie-
ron un rol fundamental en la tarea de difusión
en castellano de la obra de Beauvoir (Bellucci,
2019).
Por otra parte, junto a la tarea de estas editoriales,
destaco el trabajo y la praxis de las traductoras
y los traductores, en tanto ponen en evidencia
la ampliación de la recepción beauvoiriana,
sobre todo al tener en cuenta a aquellas “lecto-
ras-traductoras-escritoras”. Vale observar que
muchas de las lectoras beauvoirianas leían en
francés y, algunas de ellas, fueron quienes tu-
vieron la iniciativa de seleccionar los escritos y
traducirlos. Así, resulta importante evidenciar
el rol de las lectoras tempranas (en francés),
antes de difundirse dichos escritos en castella-
no en la región del Río de La Plata.16
a Nelson Algren: un amor transatlántico (Lumen, España,
1998).
16 A propósito de las lecturas en francés, por un lado,
traigo a colación las declaraciones de la filósofa argen-
tina Piossek Prebisch, quien señala que muchos de los
escritos existencialistas se leían en esta lengua previa-
mente a sus traducciones castellanas (Smaldone, 2013,
p. 131). Por otro lado, la investigadora Rodríguez Agüe-
ro da cuenta, en su tesis doctoral (2010), de la efecti-
va circulación de algunos de los libros de Beauvoir en
francés, sobre todo a partir de una entrevista a María
En cuanto a sus traductoras oficiales —y si bien
María Rosa Oliver fue la primera traductora
del artículo publicado en Sur—, la escritora ar-
gentina Silvina Bullrich fue, a partir de la década
de los cincuenta, una de las más requeridas
por las editoriales y prolífica en su tarea, en
especial en la traducción de la obra beauvoi-
riana. Entre sus traducciones de los escritos ya
aludidos, alrededor de los años cincuenta y se-
senta, se hallan: Todos los hombres son mortales,
La invitada, Los mandarines y Memorias de una
joven formal. En los años sesenta tradujo La ple-
nitud de la vida; hizo una revisión de El marqués
de Sade (ya traducido por J. E. de la Sota en
1956) y, seguidamente, diferentes editoriales
reeditaron la obra beauvoiriana traducida por
la escritora argentina.
Luego, además de Oliver y Bullrich, se encuen-
tran los nombres de Ida Vitale, traductora de
Final de cuentas (1972); Aurora Bernárdez,17
traductora de La vejez (1970); María Elena
Santillán, traductora de Una muerte muy dul-
ce (1965); y Dolores Sierra, quien, junto a Nés-
tor Sánchez, tradujo La mujer rota (1968). Me
detendré especialmente en las actividades de
algunas de estas “traductoras-escritoras”, al
entrelazarse en las redes de intercambios y re-
laciones (intelectuales, afectuosas y políticas)
en diferentes momentos y contextos históri-
cos, principalmente de Argentina y del Río de
La Plata.
Ester Gilio —militante, feminista y periodista uruguaya
que trabajó en las revistas Marcha, Crisis y Brecha en los
años setenta— (Rodríguez Agüero, 2010, pp. 220-222).
17 Como traductora (del francés, el inglés y del italia-
no), Bernárdez tradujo al castellano obras de diversos
autores y autoras. Me interesa poner en relieve princi-
palmente que, además de traducir el ensayo de Beau-
voir, fue la traductora de los escritos de otros autores
existencialistas, como de Camus y Sartre (de este último
puede verse con más detalle el Anexo 2).
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980265Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
Pero antes quiero completar la lista que integran
los demás traductores: uno de los más recono-
cidos, junto a las traductoras y escritoras men-
cionadas, es Juan José Sebreli, quien tradujo
Norteamérica al desnudo, Para qué la acción y El
existencialismo y la sabiduría de los pueblos. Otro
de los traductores y escritores reconocidos fue
José Bianco, quien tradujo Hermosas imágenes
y Cuando predomina lo espiritual. Además, en-
tre estos primeros traductores de los textos de
Beauvoir —y también de otros/as autores/
as existencialistas, sobre todo de Sartre y Ca-
mus—, figuran: Aníbal Carlos Leal, Ezequiel
de Olaso, Floreal Mazia, Francisco Jorge Sole-
ro, Hellén Ferro, J. E. de la Sota, Jesús Sanjosé
Carbajosa, Osiris Troiani, y Pablo Tischkovsky
Blant —conocido como Pablo Palant—.18
En términos generales, estas traductoras y es-
tos traductores fueron, además, filósofos (Olaso
y Sebreli), escritoras/es y críticas/os literarias/
os (Bullrich, Bernárdez, Bianco, Mazia, Oliver,
Sánchez, Sebreli, Solero, Vitale); y, algunas/os
de ellas/os, igualmente, abogados (Palant),
periodistas y críticas/os de cine y teatro (Bu-
llrich, Ferro, Sánchez, Troiani y Vitale). Asi-
mismo, muchas/os tuvieron un marcado com-
promiso político, por ejemplo, por su militancia
marxista, al vincularse o afiliarse al Partido
Comunista (como Mazia, Oliver, Palant y Vi-
tale), o al sentar las bases para la organización
de mujeres (Oliver) y del Frente de Liberación
Homosexual (Sebreli y, en alguna medida tam-
bién, Bianco). Incluso, en varios casos aparecie-
ron sus nombres en “catálogos” o “listas negras”
que, como el Index del Vaticano, sirvieron a
los grupos de derecha y “anticomunistas” —
como la Federación Argentina de Entidades
Democráticas Anticomunistas— para perseguir
18 En el Anexo 1 pueden apreciarse las traducciones
que cada uno de ellos realizó de la obra de Beauvoir y, en
el caso de Bianco, puede verse, además, en el Anexo 2,
algunas de sus traducciones de la obra de Sartre.
el trabajo de intelectuales y artistas, como fue
la situación que vivió María Rosa Oliver (Cle-
menti, 1992, p. 156). Por el contrario, algunas/os
tuvieron una posición liberal o “reaccionaria”, y
hasta se mostraron afines con determinados go-
biernos dictatoriales, como fue el caso de Silvina
Bullrich (Mucci, 2003). Algunos de estos as-
pectos los retomo en el apartado 3, al centrarme
específicamente en las actividades y las produc-
ciones de algunas de las “traductoras-escritoras”.
Ahora bien, ante lo desarrollado hasta aquí, me
interesa ahora recuperar algunas de las pregun-
tas planteadas en la “Introducción”: ¿en qué
medida se puede hacer referencia a un público
lector beauvoiriano? ¿Hay un vínculo entre el
ingreso de la obra beauvoiriana y la del existen-
cialismo en general? Si bien no busco aquí dar
respuestas concluyentes, me parece importante
hacer algunas consideraciones al respecto: por
una parte, destaco que la difusión inicial en
las revistas, como en los periódicos y los diarios
antes mencionados, principalmente a partir
del rol de sus agentes (editoras/es, traductoras/
es y comentaristas), pone en evidencia que el
ingreso de la obra de Beauvoir en lengua cas-
tellana estuvo por completo emparentada a la
difusión de la obra existencialista en general.
Por otra parte, lejos de afirmar que, en la recep-
ción de las obras y la filosofía existencialistas
y, en particular, de la obra literario-filosófica de
Simone de Beauvoir, estas son reductibles a
lecturas de moda o a cuestiones de esnobismos
intelectuales, pienso que dicha recepción pone
de manifiesto la potencialidad de un público
lector diverso por sus pensamientos, ideales
y, también, por sus compromisos culturales,
sociales y políticos. Así como la recepción del
pensamiento sartreano desde sus inicios estuvo
marcada por el interés de las temáticas especu-
lativas —propias de la ontología y la ética— y
por la crítica literaria del compromiso (Savigna-
no, 2016), la recepción de la obra y la filosofía
Mariana Smaldone266Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
beauvoirianas se dio en simultáneo a las cre-
cientes luchas por el reconocimiento, el ejercicio
de la libertad y la búsqueda de emancipación
(colectiva) de las mujeres, como también de las
disidencias sexo-generizadas. Y hacia los años
sesenta y setenta, dichas lecturas se vincula-
ron, todavía más, a las militancias mujeriles y
feministas.
3. Las lectoras, traductoras y escritoras:
praxis, resignificaciones y constelaciones
al Sur
La extensa producción narrativo-ensayística —en
especial a partir de El segundo sexo— de Simone
de Beauvoir se focaliza en poner en evidencia el
lugar de otredad y la situación de opresión que
viven las mujeres, al tiempo que desnaturaliza
determinadas representaciones “femeninas”.
Simultáneamente, la filósofa francesa revisa
algunos conceptos clave del pensamiento exis-
tencialista, como otro, libertad y situación.
En particular, y en cuanto a su recepción inme-
diata, no es menor el estilo narrativo beauvoi-
riano que va desde un “yo (mujer)” ficcional,
hasta un “yo” conjetural, al poner en evidencia
las condiciones y las situaciones que viven las
mujeres —como esposas y madres, obreras o
burguesas, lesbianas y prostitutas, entre otras—.
Esto es, ya sea en la narrativa o en los relatos
testimoniales que son base para el análisis fi-
losófico, la enunciación “yo (mujer)” reúne
ficcionalmente las voces de diferentes mujeres,
como también contiene muchas veces, a modo
de indicio, la voz de la autora (Beauvoir) y sus
propias experiencias.
Acorde con esto, a partir de mediados del si-
glo xx, tanto el estilo narrativo como la filosofía
de Beauvoir se multiplicaron en las produccio-
nes de quienes la leyeron, así como de quienes
la editaron, la tradujeron y difundieron. Pero
igualmente surgieron divergencias de parte
de quienes tuvieron un rol imprescindible en el
horizonte de su traducción y recepción en caste-
llano. De algún modo, esto se pone de manifiesto
al considerar la praxis de las lectoras, traductoras
y escritoras, como María Rosa Oliver, Silvina
Bullrich e Ida Vitale, quienes a su vez confor-
maron redes intelectuales, afectivas y políticas
en dichos horizontes.19
Sin lugar a duda, se destaca la figura de Ma-
ría Rosa Oliver (Buenos Aires, 1898-1977),
ya sea por su condición de traductora (la pri-
mera en castellano), por su tarea de editora (en
el proyecto cultural Sur) y, además, por su rol
como lectora y escritora, puesto que recibió y re-
significó la filosofía de Beauvoir en su propia
obra.
Como ya lo mencioné, Oliver fue la traductora
del artículo “Literatura y metafísica” (1947),
publicado en la revista Sur. A partir de los años
treinta, la creación y dirección de esta revista
vinculó a Oliver con Victoria Ocampo. En 1936,
además, ambas intelectuales se unieron en la
fundación de la Unión Argentina de Mujeres.
Dos años después, Oliver pasó a ser la presi-
denta de dicho movimiento feminista. Este
movimiento, que unió aún más a ambas inte-
lectuales y activistas feministas, tuvo como fina-
lidad principal promover el voto “femenino”.20
19 En el Anexo 3 se enlistan las producciones de las
traductoras-escritoras.
20 Vale recordar que, en Argentina, la ley del sufragio
“femenino” fue sancionada el 9 de septiembre de 1947 y
promulgada el 23 del mismo mes, en el marco del gobier-
no de Juan Domingo Perón, y de allí se conoció también
como “Ley Evita” —en reconocimiento de la acción
de Eva Duarte de Perón al promover dicha ley—. Fi-
nalmente, el voto de las mujeres argentinas se efectivizó
por primera vez en las elecciones presidenciales de 1951.
Sin embargo, la lucha por garantizar este derecho tiene
una larga historia, particularmente como emergente de
las luchas feministas en Argentina y en América Latina.
En este marco, la Unión Argentina de Mujeres tuvo efec-
tos importantes, por ejemplo, a partir de sus actividades
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980267Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
Después de los años cuarenta, Oliver y Ocam-
po conocieron y se vincularon con Beauvoir,
pese a que, como trascendió, fue la primera
quien entabló mayor relación con la filósofa
francesa y la segunda tuvo una posición más
de “encontronazo” con la filósofa existencialis-
ta y marxista (Amícola, 2019; Clementi, 1992;
Sarlo, 1998; Uzín, 1999).
En el caso de Oliver y su obra, se hace hincapié
en el itinerario militante y viajero, sobre todo
por su participación en “el mundo comunista
de posguerra” (Becerra, 2013; Clementi, 1992;
Petra, 2017; Valobra y Yusta, 2017), aunque,
en esta etapa, donde Oliver abrazó las ideas
comunistas, se produjo un distanciamiento con
Ocampo, de ideas liberales.
Además de la relación entre ambas escritoras
argentinas, hay que tener en cuenta la presen-
cia de Josefa Pepa Freire junto a Oliver, quien
tenía el rol de “asistente” o “ayudante” de la
escritora y conferencista (Clementi, 1992).
Ambas recorrieron varios países y participaron
de diferentes movimientos internacionales. Y
cabe suponer que, en sus viajes a Francia, Oli-
ver y Freire se encuentran y se relacionan con
Beauvoir.
A propósito de la militancia y el compromiso
internacional de Oliver, en 1942 viajó a Estados
Unidos y, como partidaria de la causa aliada,
participó de la lucha contra del nazismo. Años
después, junto a Freire, participó reiteradamen-
te del Consejo Mundial de la Paz (entre los
años 1948 y 1962). Vale señalar que, en algu-
nos de los primeros congresos de dicho Con-
iniciales en torno a la defensa de los derechos civiles de
las mujeres en el contexto de la presentación en el Con-
greso del proyecto de reforma integral del Código Civil,
conocido como Proyecto de 1936, puesto que este mismo
proyecto exhibía un contenido regresivo respecto de la
legislación vigente en cuestión (Giordano, 2005).
sejo, estuvo presente también Sartre, entre
otros filósofos y activistas (Clementi, 1992,
pp. 143-144).
En el contexto de la Guerra Civil española,
Oliver se solidarizó y brindó su ayuda a las/os
exiliadas/os. Asimismo, viajó a Cuba, después
de su Revolución, donde conoció a Ernesto Che
Guevara. Por entonces, Beauvoir y Sartre tam-
bién se reunieron con el Che y lo entrevistaron
durante su viaje al país caribeño. Igualmente,
Oliver se comprometió con la iniciativa cultu-
ral de Casa de las Américas.
Respecto de otras traducciones que Oliver rea-
lizó, sobre todo para Sur, se encuentra la obra
de Waldo Frank (del inglés): City Block [1922
(1937)]. Con este escritor estadounidense,
Oliver, junto a Victoria Ocampo, entabló un
importante vínculo de amistad. Por otra par-
te, además de su trabajo como integrante del
Consejo de redacción de Sur —y consultora
editorial de Victoria—, colaboró para otros
medios, como la revista Propósito (Clementi,
1992, pp. 89, 168).
Y en cuanto a las huellas de la recepción beau-
voiriana en los escritos de Oliver —por ejemplo,
en Mundo, mi casa (1965)—, destaco las concep-
ciones acerca de las representaciones “femeni-
nas” y los modos de vivir la corporalidad y
la maternidad, sobre todo al tomar distancia
de un “destino biológico” —en términos de El
segundo sexo—. Asimismo, considero que, en
la producción literario-ensayística de Oliver
—especialmente de memorias—, influirán otros
escritos beauvoirianos de época, como Memo-
rias de una joven formal.
Otra grande traductora beauvoiriana fue Sil-
vina Bullrich (Buenos Aires, 1915-Ginebra,
1990), quien contrariamente a María Rosa
Oliver, presentó una compleja relación con las
ideas y la posición política de la filósofa fran-
Mariana Smaldone268Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
cesa, aunque la tuvo de “modelo”. En cuanto
a su profesión, fue traductora luego de estudiar
en la Alianza Francesa, título que le valió para
ejercer la docencia en la asignatura de litera-
tura francesa en la Universidad Nacional de
La Plata. Fue escritora (de novelas, relatos y
guiones para el cine argentino) muy leída en
su época e integró la “Generación del sesen-
ta y setenta”, entre las cuales se encontraron
también las escritoras Marta Lynch y Beatriz
Guido (Mucci, 2003).
Si bien se registra un trabajo profuso de tra-
ducción de la obra de Beauvoir, fue además
la traductora de El tercer hombre de Henry Gra-
ham Greene, Bola de sebo de René A. Guy de
Maupassant, y de escritos de otros autores,
como Roger Peyrefitte.
En relación con su actividad periodística, ella
misma la destaca como parte de su trayec-
toria profesional. En efecto, en el “Prólogo” al
libro Historia de un silencio (en una nueva ver-
sión que reunió algunos de sus cuentos y nou-
velles), la autora señala que
[…] el cuento es para mí un intermedio entre
novela y novela, incrustado más o menos en
medio de mi labor periodística en general como
crítica de libros o narradora de viajes pues he
recorrido el mundo entero impulsada no sólo
por mi deseo sino por las circunstancias [...] por
eso que en definitiva se llama destino (Bullrich,
1976, pp. 11-12).
Su labor se centró en la crítica de teatro —ini-
cialmente para programas radiales— y la crítica
literaria en general para revistas como Claudia y
suplementos de diarios como La Nación.
Además de sus viajes y el encanto por Francia,
en la producción literaria de Bullrich también
se da —como en el caso de Oliver— una resig-
nificación de la filosofía de Beauvoir, pero sin
estar exenta de importantes contradicciones
y divergencias con la propia autora francesa.
Así y todo, existen evidencias a partir del aná-
lisis de una serie de elementos (reseñas, decla-
raciones y sus mismas “memorias”) que me
disponen a comprender que Beauvoir fue una
escritora “referente” para la argentina.21
En efecto, resulta notable que, en Mis memorias
(1980), Bullrich utiliza el término “nosotras”,
que de algún modo incluye su propia voz y la de
otras mujeres protagonistas de la historia. De
esa forma, en una búsqueda estilístico-cons-
tructiva, da cuenta del malestar de las mujeres,
sobre todo en la condición de “esposa-madre”
—también en escritos como: Historia de un si-
lencio (1949), Bodas de cristal (1951) y Los bur-
gueses (1964)—. Asimismo, en sus memorias,
la autora refiere a su no identificación con los
estereotipos femeninos: “Nunca me gustaron
las muñecas [...]. De haber nacido cincuenta
años después me hubieran llevado a un psicoa-
nalista y hubieran creído que tenía tendencias
lesbianas” (Bullrich, 1980, pp. 22-23).
En estas memorias, Bullrich hace explícita la
presencia de la filósofa francesa, cuando escribe:
Nací estrangulada por el cordón umbilical, nau-
fragué a los trece años, estuve tuberculosa y
pasé las mil y una como se verá a lo largo de
esta confesión. Sin embargo estoy viva [...]. He
sentido protecciones ultraterrenas, sutiles, inasi-
bles, pero alguien desde el más allá me ha ten-
dido la mano en los momentos en que todo se
21 Por ejemplo, hacia los años setenta, Bullrich publicó,
para diferentes sellos editoriales (por ejemplo, Merlín y
Santiago Rueda), una serie de estudios bajo el título La
aventura interior, donde se explayó sobre Albert Camus,
Jean-Paul Sartre, George Sand, Pablo Picasso, Simone de
Beauvoir,Tennessee Williams, entre otros/as autores/as.
Unos años más tarde, Emecé reeditó dicho trabajo. En
1978, en plena dictadura militar, Bullrich habló de Beau-
voir en un reportaje de La Nación. Y en 1980, al hacer
alusión a su escrito Mis memorias en la revista Somos, Bu-
llrich se comparó con la filósofa francesa (Mucci, 2003).
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980269Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
derrumbaba. Y oigo a Simone de Beauvoir que
me dice:
—¿Cómo quiere que crea en Dios, yo que he
presenciado los horrores de los campos de
concentración?
Simone Weil22 también los vio y cree en Dios
[…] (Bullrich, 1980, pp. 74-75).
Por una parte, puede notarse una presencia de las
ideas beauvoirianas en el texto, aunque no por
eso exenta de contradicción con la filosofía de
Beauvoir, representante del existencialismo ateo.
Por otra, resulta importante resaltar aquí que di-
chas reflexiones se inscriben en el contexto de la
dictadura militar en Argentina, momento en el
cual se perpetraron desapariciones y asesina-
tos, y en el que existían los centros clandestinos
de detención, como los campos de concentra-
ción del nazismo a los que alude Bullrich.
Pero si se trata de poner en evidencia las
tensiones en torno a la figura de Beauvoir,
resulta significativa la visión de la escrito-
ra uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923).
Como mencioné, Vitale tuvo un rol clave a
inicios de los años setenta, al traducir el ensa-
yo autobiográfico beauvoiriano: Tout compte
fait (1972). Sin embargo, la autora ha decla-
rado su poca simpatía que sintió por aquel
entonces hacia la filósofa francesa (Smaldo-
ne, 2020).
Sin pasar por alto la visión de Vitale, considero
que tanto su rol de traductora como, en gene-
ral, su vasto trabajo intelectual, que inició a
mediados del siglo xx —donde se entrecruzan
la producción literaria, la praxis de la traducción
y también la actividad periodística—, no pueden
desvincularse del contexto de propagación del
pensamiento existencialista francés por la región
del Río de La Plata —que incluye, además,
22 Simone Weil (1909-1943) fue otra filósofa france-
sa, no solo coetánea, sino también amiga de Beauvoir
(nota de la autora).
el intercambio constante, cultural y social, entre
las ciudades de Montevideo y Buenos Aires—.
Cabe destacar que entre los años 1955 y 1956,
Vitale contó, además, con una beca para perfec-
cionarse en la lengua y la cultura francesa en La
Sorbona, Francia.
En la trayectoria de Vitale se despliega una
extensa lista de escritos traducidos de diferen-
tes autores y autoras. Por ejemplo, del francés,
además del ensayo de Beauvoir, tradujo algu-
nos escritos de: Benjamin Péret, Emil Cioran,
Gaston Bachelard, Guillaume Apollinaire,
Jacques Lafaye, Jean Dubois, Jean Genet,
Jean Lacouture, Jules Supervielle, Max Jacob
y Molière. Del italiano tradujo obras de: Eu-
genio Montale, Luigi Pirandello, Mario Praz,
Massimo Bontempelli, Pier Paolo Pasolini y
Salvatore Quasimodo. Vitale también tradujo
algunos textos del inglés, correspondientes a
Djuna Barnes, John Millington Synge y John
Osborne.
De esta escritora, destaco su práctica de traduc-
tora, en este caso de un ensayo de Beauvoir,
en tanto se conjuga con su propia obra litera-
ria, especialmente la poética. En ese sentido,
hago hincapié en determinados aspectos: el
valor de la memoria a partir de las experien-
cias vividas; las apreciaciones acerca de la li-
bertad, sobre todo ligada a la experiencia de la
soledad; y, simultáneamente, la enunciación
“yo-mujer” (“yo-sola”, “ti misma”) como una
forma, aunque moderada, de habilitar las ex-
periencias y las voces de las mujeres. Estos
elementos expresan, en la forma de permea-
bilidades, determinadas resignificaciones li-
terario-filosóficas (como las vinculadas a las
lecturas beauvoirianas) y, además, los diver-
sos “saberes” que se sitúan en diferentes con-
textos de épocas.
En este punto retomo las investigaciones ge-
nealógicas de Foucault. En términos del autor:
Mariana Smaldone270Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
Por saberes sometidos entiendo dos cosas: por
una parte, quiero designar los contenidos his-
tóricos que han estado sepultados, enmascara-
dos en el interior de coherencias funcionales
o en sistematizaciones formales. […]. En se-
gundo lugar, por saberes sometidos, pienso que
debe entenderse también otra cosa y, en cierto
sentido, una cosa diferente: toda una serie de
saberes calificados como incompetentes, o, in-
suficientemente elaborados: saberes ingenuos,
inferiores jerárquicamente al nivel del conoci-
miento o de la cientificidad exigida (Foucault,
1979, pp. 128-129).23
Siguiendo de algún modo dichas investigacio-
nes foucaultianas, resultan importantes deter-
minados géneros y producciones (por ejemplo:
la poesía, las memorias, los diarios íntimos), a
veces catalogados como “femeninos”, y que en
función de las jerarquías patriarcales han sido
considerados “saberes sometidos” o “saberes
ingenuos”. Estos ponen de manifiesto algunas
voces disidentes o disonantes que, de algún
modo, implican “saberes” locales y de época.
Así, en primer lugar, traigo a colación el
poema “Sobrevida”, correspondiente al libro
Palabra dada que Vitale publicó en 1953:
Dame noche
las convenidas esperanzas,
dame no ya tu paz,
23 Respecto de este pasaje, pueden constatarse los térmi-
nos empleados por Foucault en su idioma original: “Par «
savoir assujetti », j›entends deux choses. D’une part, je veux
désigner des contenus historiques qui ont été ensevelis,
masqués dans des cohérences fonctionnelles ou dans des
systématisations formelles. […] Deuxièmement, par « sa-
voir assujetti », je crois qu›il faut entendre autre chose et, en
un sens, tout autre chose. Par « savoirs assujettis », j›entends
également toute une série de savoirs qui se trouvaient
être disqualifiés comme savoirs non conceptuels, comme
savoirs insuffisamment élaborés, savoirs naïfs, savoirs
hiérarchiquement inférieurs, savoirs au-dessous du niveau
de la connaissance ou de la scientificité requise” (Foucault,
1976, texto 193).
dame milagro,
dame al fin tu parcela,
porción del paraíso
[...]
dame, noche, verdad
para mí sola
tiempo para mí sola,
sobrevida (2017, p. 456).
Puede notarse aquí la vinculación entre la ex-
periencia de la soledad —como parte de la
condición humana— y la proyección de liber-
tad. Y, en simultaneidad, sobresale una voz (en
femenino).
Para cuando Vitale edita este libro, había
ya comenzado su trabajo como periodista
—como cronista, reportera y, en algunos casos,
como fundadora y codirectora de múltiples re-
vistas, periódicos y diarios latinoamericanos—.
Por entonces, y en adelante, Vitale desempe-
ñó su trabajo de traductora —del francés, el
italiano, el inglés y, además, del portugués—
para distintas editoriales y para varias revis-
tas uruguayas, latinoamericanas y europeas,
como: Plural (dirigida por el escritor Octavio
Paz, desde 1971 hasta 1976); La Revista de la
Universidad de México (fundada en 1930); Dio-
rama (creada en 1949 como suplemento cultu-
ral del periódico mexicano Excelsior) y Vuelta
(fundada en 1976 también por Octavio Paz).
En varias de estas publicaciones mexicanas,
Vitale se incorporó al encontrarse en condi-
ción de exiliada política (Vitale, 2019).
En este contexto rioplatense de mediados del
siglo xx, la autora uruguaya entabló diversas
relaciones intelectuales, políticas y, por su-
puesto, afectivas. Al respecto, Vitale recuerda
su amistad con Oliver, al considerarla, ade-
más, “una escritora que sabía con quiénes y
dónde tenía que vincularse y cómo enterar-
se de lo que sucedía” (Smaldone, 2020). Y
al tener presente la militancia de Oliver en el
Partido Comunista, Vitale comentó que si bien
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980271Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
estuvo relacionada con escritores y escritoras
pertenecientes a dicho partido, nunca aceptó
integrarlo (Smaldone, 2020).
En 1960, la poeta publicó Cada uno en su
noche. En el poema “Obligaciones diarias”,
aparece el lugar de la memoria (el acordarse, el
recordar, el no olvidar) que se enlaza, además, a
la temática de la proyección de libertad, aunque
condicionada por la situación de lo “domésti-
co”. A la vez, se pone de manifiesto el “cuerpo”
en la cotidianeidad de las faenas: “Atenida a
la sal, a la miel, / a la harina, al vino inútil, /
pisa sin más la inclinación ociosa, / la ardiente
gruta de tu cuerpo”. Así, las obligaciones do-
mésticas se (nos) oponen al ejercicio de pensar;
toda una cuestión de época donde la domestici-
dad —ligada a la representación de ser madre
y esposa, como también al lugar de “la otra” del
sujeto-varón— se presenta como “destino” para
las mujeres, tema de análisis de El segundo sexo
de Beauvoir.
Este poema, y el siguiente que he seleccionado,
coinciden con los primeros pasos de aquellos
grandes movimientos decisivos para la lucha
feminista a nivel internacional: el Women´s Li-
beration Movement —en Estados Unidos— y
el Mouvement de libération des femmes —este úl-
timo en Francia y hacia 1970—. Y, como se
sabe, El segundo sexo de Beauvoir fue uno de los
escritos que más impactó en el desarrollo de es-
tos movimientos feministas.
En cuanto a sus actividades, entre los años 1962
y 1964, Vitale participó de diferentes revistas,
entre ellas la revista literaria Asir (de Uruguay),
Crisis (de Argentina), Eco (de Colombia) y El
pez y la serpiente (de Nicaragua). Además, entre
los años 1964 y 1967, Vitale integró el jurado
para Casa de las Américas, cuando aún su di-
rectora era Haydée Santamaría Cuadrado.
De los años setenta me interesa destacar el
poema “Mujer con perro” —correspondiente
al libro Oidor andante (1972)—. Aquí distingo
un modo de encarnar la experiencia misma de
la soledad —dicha condición humana, pero
también una posibilidad de rehuir al “desti-
no” de “ser mujer”—. Y de nuevo prevalece
la enunciación (en femenino): “a ti misma”. A
continuación transcribo algunos versos que
dan cuenta de esto:
Puedes andar lentísima, detenerte inexacta,
correr de nada a nada,
mirar lo absurdo, lo perdido, lo inútil,
coser a cada noche su frío,
introducir sílabas de estar viva,
de empecinada renaciente,
parecerte a ti misma.
Tu perro es tu testigo y tu constante huérfano.
Por él la soledad te privilegia [...] (2017, p. 415).
En el mismo año que Vitale publicó Oidor an-
dante, tradujo el ensayo Tout compte fait que
la editorial argentina Sudamericana publicó
bajo el título Final de cuentas (1972). Como re-
cordó la autora, dicha traducción la hizo por
encargo de la editorial; le dieron un plazo de
alrededor de dos meses y, luego, ella misma
viajó a Buenos Aires y entregó el trabajo de tra-
ducción finalizado. Dicha elaboración no le
significó mayor esfuerzo, ya que, como expli-
cita Vitale, “[Beauvoir] escribía correctamente.
Para una traductora era perfecto porque las pági-
nas salían traducidas muy rápido” (Smaldone,
2020).
Este ensayo, producto de la vida ya madura de
la escritora y filósofa francesa, pasó a confor-
mar el vasto corpus de sus traducciones en
lengua castellana. En las primeras líneas del
“Prólogo” de dicha edición, puede leerse:
Cuando apareció mi ensayo La vejez, algunos crí-
ticos y algunos lectores me reprocharon no haber
hablado más de mi vejez. Esta curiosidad me pa-
reció que a menudo provenía de una especie de
canibalismo más que de un verdadero interés.
Sin embargo me ha animado a completar mi
Mariana Smaldone272Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe
autobiografía. Cuando más me acerco al térmi-
no de mi existencia, más fácil me parece abarcar
en su conjunto ese extraño objeto que es una
vida: intentaré hacerlo al comienzo de este li-
bro (Beauvoir, 1972, p. 9).
Por entonces, Vitale continuó su trabajo en di-
ferentes medios, como el periódico uruguayo
Acción. Pero, en 1974, sus actividades en su
país natal se interrumpieron con el golpe cívi-
co-militar. En este contexto, Vitale, junto a su
familia, se vio obligada al exilio. Ya en Méxi-
co, reanudó su actividad intelectual, también
marcada por el compromiso político, e integró
el comité asesor de la revista Vuelta, ya men-
cionada, por iniciativa de Octavio Paz. A partir
de 1977 participó en la fundación y trabajó en
otro periódico mexicano: Unomásuno, funda-
do por Manuel Becerra Acosta.
Posteriormente, Vitale publicó el poemario Jar-
dín de sílice (1980). De aquí traigo a colación
el poema que lleva el mismo título. Mediante
un epígrafe, Vitale recuerda a la poeta chilena
Gabriela Mistral, influyente desde los inicios de
su escritura. Y, a continuación, pone de mani-
fiesto el lugar de la memoria. Se trata de “un
pasado que pulveriza las raíces, / que alisa el
luto / y nos despide” (2017, p. 373). La me-
moria de este pasado aparece en conjunción
con la cuestión de la libertad —“apenas me-
moriales donde hubo un aire libre” (2017,
p. 373)—. No obstante, esa “mujer” parece vivir
un ocaso y, simultáneamente, la experiencia de
soledad y desesperanza contrasta con las ex-
periencias y el proyecto de libertad del poema
“Sobrevida”.
En efecto, desde el primer poema selecciona-
do hasta el último hay casi treinta años de dis-
tancia y eso se expresa en matices estéticos,
filosóficos y políticos. Además, en dicho re-
corrido, acorde con determinados momentos
de la producción vitaleana, pueden hallarse al-
gunos elementos y rasgos más próximos a las
recepciones de época de las temáticas e ideas
beauvoirianas y feministas.
Más allá de la mayor o menor intensidad re-
ceptiva que se pueda poner en consideración
—tanto en el caso de la literatura de Vitale
como de otras traductoras y escritoras—, subra-
yo que existen permeabilidades epocales que
expresan, además, las valoraciones sociales en
torno al cruce entre la práctica de la traducción,
determinadas lecturas y resignificaciones lite-
rario-filosóficas. Y es que estos roles y estas
praxis de las lectoras-traductoras-escritoras se
han encontrado muchas veces con/en los már-
genes (lo feminizado) y, desde allí, también en
tensión o pugna por lograr reconocimiento e
inclusión, a pesar de los enmascaramientos, de
los silencios y los silenciamientos.
4. Conclusiones
A partir de esta aproximación histórico-cultu-
ral acerca de la llegada de la obra beauvoiriana
al Sur de América, remarco que existe una fu-
sión entre la configuración del horizonte de
recepción y el horizonte de traducción de la
obra extranjera. En dicha fusión se reconoce
el rol y la praxis de las traductoras-escritoras
(en algunos casos, además, periodistas, docen-
tes, críticas literarias y militantes), que incluye
la confluencia de sus lecturas, el trabajo espe-
cífico de traducción, las políticas editoriales y
de difusión, y sus múltiples recepciones —pero
también las contradicciones y tensiones— en
relación con la obra y la filosofía de Simone
de Beauvoir.
En un aspecto, dicha confluencia resultó par-
ticularmente productiva en nuestros escenarios
culturales y políticos latinoamericanos de am-
pliación de la participación de las mujeres,
como también tuvo una paulatina visibilidad,
en el espacio público, de las disidencias sexo-ge-
nerizadas. Y es que los textos beauvoirianos
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980273Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
fueron cruciales en dicho contexto de recepción
porque, fundamentalmente, se focalizaron en la
situación de opresión que viven históricamente
las mujeres, pivotearon en la desnaturalización
de determinadas representaciones de lo “fe-
menino” y abrieron un posible camino para el
proyecto de emancipación.
Por otra parte, resulta importante comprender
que los intereses en torno a las lecturas y las
recepciones argentina y rioplatense de la obra
beauvoiriana fueron de lo más diversos y dispa-
res. Así, tengo en cuenta las tensiones políticas y
culturales entre sus lectoras (entre ellas, traduc-
toras, editoras y escritoras), especialmente por
razones de pertenencia de clase o ideológica
(por ejemplo, la filiación comunista de María
Rosa Oliver, y, en contraposición, la posición
liberal de Victoria Ocampo). Además, dichos
posicionamientos respecto de la pertenencia de
clase o ideológica fueron decisivos en los mo-
dos de leer, resignificar o hasta para vincular-
se con Beauvoir y su filosofía. Subrayo que el
interés y las posibilidades de recepción, sobre
todo entre las traductoras-escritoras dejaron
de manifiesto importantes contradicciones
(por ejemplo, en las memorias de Silvina Bu-
llrich) o, en determinados casos, existió muy
poca empatía en relación con la figura y el
pensamiento de Simone de Beauvoir, particular-
mente al considerar las declaraciones recientes
de Ida Vitale (Smaldone, 2020).
En este sentido, retomo la pregunta inicial que
quedó pendiente: ¿se pueden registrar deter-
minados rasgos comunes entre algunas de las
lectoras-traductoras-escritoras (Oliver, Bullrich
y Vitale), sobre todo al tener como punto de
partida sus lecturas, traducciones, intercam-
bios o resignificaciones en torno a la obra de la
pensadora francesa en dicho contexto regional
y de épocas? Considero que, por un lado, la
recepción de estas autoras no estuvo exenta de
las exclusiones, los silencios/silenciamientos,
la heterogeneidad y también las contradic-
ciones/tensiones entendidas epocalmente. Así
y todo, por otro lado, insisto que el estilo, las
temáticas y las ideas beauvoirianas fueron
influyentes (en mayor o menor medida) para
una parte importante de las producciones de sus
traductoras-escritoras, pero en concreto, toma-
ron la forma de permeabilidades epocales en
sus saberes y manifestaciones múltiples. De
este modo, el rol y la praxis de las lectoras-tra-
ductoras-escritoras —conjuntamente con sus
saberes— constituyen una pieza preciada para
comprender la conformación del horizonte de la
recepción-traducción de la obra de Simone de
Beauvoir al Sur de América.
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Publicaciones originales del francés Traducciones y ediciones en castellano (Argentina y España)
Año Obra Año Obra Traducción
1946 Littérature et métaphysique.
Les Temps Modernes, 7,
1153-1163
1947 Literatura y metafísica. Sur, 147-
149, 287-301
María Rosa Oliver
Tous les hommes sont mortels.
Paris: Gallimard
1951 Todos los hombres son
mortales. Buenos Aires: Emecé
Silvina Bullrich
1956 Todos los hombres son
mortales. España: Edhasa
1962 Todos los hombres son
mortales. Buenos Aires:
Compañía General Fabril
1943 L’Invitée. Paris: Gallimard 1953 La invitada. Buenos Aires:
Emecé
1964 La invitada. Buenos Aires:
Sudamericana
1945 Le Sang des autres. Paris:
Gallimard
1955 La sangre de los otros. Buenos
Aires: Schapire
Hellén Ferro
1964 La sangre de los otros. Buenos
Aires: Siglo Veinte
1949 Le deuxième sexe. (Vol. 1).
Paris: Gallimard
1954 El segundo sexo. (Vol. 1).
Buenos Aires: Psique
Pablo Palant
Le deuxième sexe. (Vol. 2).
Paris: Gallimard
El segundo sexo. (Vol. 2).
Buenos Aires: Psique
1954 La pensée de droite,
Aujord’hui. Les Temps
Modernes, 112-113, avril-mai,
1539-1575 et 114-115, juin-juillet,
2219-2276
1956 El pensamiento político
de derecha. Buenos Aires:
Ediciones Siglo Veinte/Leviatán
Osiris Troiani
1947 Pour une morale de l´
ambiguïté. Paris: Gallimard
Para una moral de la
ambigüedad. Buenos Aires:
Schapire
Francisco Jorge
Solero
1955 Fait-il brûler Sade? Paris:
Gallimard
El marqués de Sade. Buenos
Aires: Leviatán
J. E. de la Sota
1964 El marqués de Sade. Buenos
Aires: Siglo xx
Silvina Bullrich
1945 Les bouches inutiles. Paris:
Gallimard
1957 Las bocas inútiles. Buenos Aires:
Ariadna
Floreal Mazia
Anexos
Anexo 1. La obra de Simone de Beauvoir: las ediciones francesas y sus traducciones al castellano
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980277Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279Publicaciones originales del francés Traducciones y ediciones en castellano (Argentina y España)
1954 Les Mandarins, Paris: Gallimard 1958 Los mandarines. Buenos Aires:
Sudamericana
Silvina Bullrich
1958 Memoires d’une jeune fille
rangée. Paris: Gallimard
1959 Memorias de una joven formal.
Buenos Aires: Sudamericana
1960 La Force de l’âge. Paris:
Gallimard
1961 La plenitud de la vida. Buenos
Aires: Sudamericana
1962 Simone de Beauvoir y Gisèle
Halimi. Djamila Boupacha.
Paris: Gallimard
1963 Simone de Beauvoir y Gisèle
Halimi. Djamila Boupacha.
España: Seix Barral
Nuria Petit
1963 La Force des choses. Paris,
Gallimard
1964 La fuerza de las cosas. Buenos
Aires: Sudamericana
Ezequiel de Olaso
1948 L’Amérique au jour le jour. Paris:
Gallimard
Norteamérica al desnudo.
Buenos Aires: Ediciones Siglo
Veinte
Juan José Sebreli
1964 Une mort très douce. Paris:
Gallimard
1965 Una muerte muy dulce. Buenos
Aires: Sudamericana
María Elena Santillán
1944 Pyrrhus et Cinéas. Paris:
Gallimard
Para qué la acción. Buenos
Aires: Ediciones Siglo Veinte
Juan José Sebreli
1948 L’Existentialisme et la sagesse
des nations. Paris: Nagel
El existencialismo y la sabiduría
de los pueblos. Buenos Aires:
Siglo Veinte
1966 Les belles images. Paris:
Gallimard
1967 Hermosas imágenes. Buenos
Aires: Sudamericana
José Bianco
1967 La Femme rompue. Paris:
Gallimard
1968 La mujer rota. Buenos Aires:
Sudamericana
Dolores Sierra y Néstor
Sánchez
1955 Merleau-Ponty et le pseudo-
sartrisme. Les Temps Modernes,
114-115, 2072-2122
1969 Jean-Paul Sartre versus
Merleau-Ponty. Buenos Aires:
Siglo Veinte
Aníbal Leal
1970 La Vieillesse. Paris: Gallimard 1970 La vejez. Buenos Aires:
Sudamericana
Aurora Bernárdez
1972 Tout compte fait. Paris:
Gallimard
1972 Final de cuentas. Buenos Aires:
Sudamericana
Ida Vitale
Obras completas de Simone
de Beauvoir. Madrid: Aguilar
Juan García Puente,
Luis Hernández, Boris
Bureba y Juan Gómez
Casas
1979 Quand prime le spiritual. Paris:
Gallimard
1980 Cuando predomina lo
espiritual. Buenos Aires:
Sudamericana
José Bianco
1981 La cérémonie des adieux suivi
d’Entretiens avec Jean-Paul
Sartre (Août - septembre 1974).
Paris: Gallimard
1983 La ceremonia del adiós,
seguido de Conversaciones
con Jean-Paul Sartre, agosto-
septiembre de 1974. Buenos
Aires: Sudamericana
Jesús Sanjosé
Carbajosa
Anexo 1 (continuación)
Mariana Smaldone278Mujeres y traducción en América Latina y el Caribe Publicaciones originales del francés Traducciones y ediciones en castellano (Argentina)
Año Obra Año Obra Traducción
1939 Le Mur. Paris, Gallimard 1939 El aposento (i). Sur,
ix(54), 20-34
José Bianco
El aposento (ii). Sur,
ix(55), 38-51
1946 L’existentialisme est
un humanisme. Paris:
Nagel. Conférence, 29
octobre, 1945
1947 El existencialismo es
un humanismo. Sur,
(147-149), 287-301
Victoria Prati de
Fernández
1938 La Nausée. Paris:
Gallimard
1947 La náusea. Buenos
Aires: Losada
Aurora Bernárdez
1943 Les Mouches. Paris:
Gallimard
1948 Teatro. Las moscas.
A puerta cerrada.
Muertos sin sepultura.
La mujerzuela
respetuosa. Las
manos sucias.
Buenos Aires: Losada
Aurora Bernárdez
1944 Huis clos. Paris: Gallimard
1946 Morts sans sépulture.
Paris: Gallimard
La Putain respectueuse.
Paris: Gallimard
1948 Les Mains sales. Les
Temps Modernes, s. d.
1943 L’Être et le néant
« essai d›ontologie
phénoménologique ».
Paris: Gallimard
1949 El ser y la nada:
ensayo de ontología
fenomenológica.
Buenos Aires: Ibero-
Americana. Trad. de.
Miguel Ángel
Virasoro
1947 Qu’est-ce que la
littérature ? Les Temps
Modernes, s. d.
1950 ¿Qué es la literatura?
Buenos Aires: Losada
Aurora Bernárdez
1948 Qu’est-ce que la
littérature ? Situations II.
Paris: Gallimard
1960 Critique de la raison
dialectique i : Théorie
des ensembles
pratiques. Précédé de
Questions de méthode.
Paris: Gallimard
1963 Crítica de la
razón dialéctica.
Precedida de
Cuestiones de
método. Tomo
I: Teoría de los
conjuntos prácticos.
Buenos Aires: Losada
Manuel Lamana
Anexo 2. La obra de Jean-Paul Sartre: algunas de las primeras traducciones al castellano y
sus ediciones francesas
El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de la obra de Simone de Beauvoir
al Sur de América entre los años 1940 y 1980279Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción
Vol. 13, N.° 2, 2020, julio-diciembre, pp. 255-279
Anexo 3. Producciones de las traductoras-escritoras
Escritora-traductora Obra ensayístico-literaria Traducción de la obra de Simone de
Beauvoir
Año Obra Año Obra
María Rosa Oliver 1965 Mundo, mi casa. Buenos
Aires: Falbo Librero Editor
1947 Literatura y
metafísica
Silvina Bullrich 1949 Historia de un silencio.
Buenos Aires: Medina del
Río
1951 Todos los hombres
son mortales
1951 Bodas de cristal. Buenos
Aires: Sudamericana
1953 La invitada
1964 Los burgueses. Buenos Aires:
Sudamericana
1958 Los mandarines
1969, 1977 La aventura interior. Buenos
Aires: Emecé
1959 Memorias de una
joven formal
1980 Mis memorias. Buenos Aires:
Emecé
1961 La plenitud de la
vida
1964 El marqués de
Sade. (Revisión)
Ida Vitale 1953 Palabra dada. Montevideo:
La Galatea
1972 Final de cuentas
1960 Cada uno en su noche.
Montevideo: Alfa
1972 Oidor andante.
Montevideo: Arca
1980 Jardín de sílice. Caracas:
Monte Ávila
Cómo citar este artículo: Smaldone, M. (2020). El rol, la praxis y las redes de las traductoras en la recepción de
la obra de Simone de Beauvoir al Sur de América entre los años 1940 y 1980. Mutatis Mutandis.
Revista
Latinoameri-
cana de
Traducción, 13(2), 255-279. https://doi.org/10.17533/udea.mut.v13n2a03
Publicaciones originales del francés Traducciones y ediciones en castellano (Argentina)
1960 Critique de la
raison dialectique
ii : L’intelligibilité de
l’histoire. Paris: Gallimard
1963 Crítica de la
razón dialéctica.
Precedida de
Cuestiones de
método. Tomo II: Del
grupo a la historia.
Buenos Aires: Losada
Manuel Lamana
Anexo 2 (Continuación)