ISSN 2011-799X
Artículo recibido: 15/07/2020
Artículo aceptado: 28/09/2020
doi: 10.17533/udea.mut.v14n1a03La traducción como práctica política: Les 21
jours d’un neurasthénique de Octave Mirbeau
en el periódico anarquista Nuevo Rumbo1
Lucía Campanella
luciacampanella@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2132-8884
Universidad de la República, Uruguay
Resumen
El diario Nuevo Rumbo (Montevideo, 1904), de tendencia anarquista, tuvo una breve vida. Durante
los veintiséis números aparecidos previamente a su clausura, fueron publicadas, en forma de folletín,
casi dos terceras partes de la novela de Octave Mirbeau, Les 21 jours d’un neurasthénique, traducidas al
español. La importancia del autor francés en el contexto de la llamada “gran prensa” francesa y las
republicaciones de las que eran objeto sus textos en la prensa anarquista han sido estudiados, pero no
así su recepción y su traducción en la prensa anarquista rioplatense, que lo tuvo, sin embargo, como
un referente desde 1895 hasta bien entrado el siglo xx. En este artículo nos proponemos revisitar esta
traducción olvidada, teniendo en cuenta su carácter pionero. El análisis adopta el marco teórico de
los estudios sobre los movimientos políticos transnacionales (Saunier, Bantman) y se pregunta en qué
medida el concepto de traducción, en tanto que acumulación de capital literario (Casanova), se adecua
a un contexto de publicación altamente ideologizado, internacionalista, que intentaba prescindir de
la diferenciación entre centro y periferia.
Palabras clave: anarquismo transnacional; Nuevo Rumbo (Uruguay); Octave Mirbeau; prensa anar-
quista; traducción literaria.
Translation as a Political Practice: Octave Mirbeau’s Les 21 jours d’un
neurasthénique in Anarchist Periodical Nuevo Rumbo
Anarchist newspaper Nuevo Rumbo (Montevideo, 1904) was shortlived, but throughout its twenty-six
installments, it succeeded to deliver nearly two thirds of Octave Mirbeau’s novel Les 21 jours d’un neu-
rasthénique as a feuilleton translated to Spanish. The French writer’s relevance in the French “big press”
and the reprints of his works have been widely studied, as opposed to the reception and translation
of his works in the anarchist press in Rio de la Plata. Nonetheless, Mirbeau was prominent in Rio
1 La investigación que llevamos adelante desde 2017, “Literatura en traducción en la prensa anarquista del Río de la
Plata”, se ha beneficiado de una financiación parcial, otorgada a través del programamia de la Comisión Sectorial de
Investigación Científica (csic) de la Universidad de la República, para la realización de una estadía de investigación
en la Université Rennes 2, laboratoire erimit, durante los meses de noviembre y diciembre de 2019, bajo la invitación
del profesor Joël Delhom. Se enmarca en la línea de estudios de traducción que lleva a cabo el Centro de Lenguas
Extranjeras de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Universidad de la República), en el contexto
del proyecto financiado por csic de “Fortalecimiento del área de estudios de lengua”, dirigido por Laura Masello.
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo69Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
de La Plata anarchist periodicals from 1895 until well into the 19th century. In this article we aim to
revisit this forgotten translation, recognizing its pioneer nature. The analysis is situated within the
framework of studies on transnational political movements (Saunier, Bantman) and asks the question
to what extent the notion of translation, understood as the accumulation of literary capital (Casano-
va), fits into a highly ideologized, internationalist publishing context, that aimed at getting rid of the
difference between core and periphery.
Keywords: transnational anarchism; Nuevo Rumbo (Uruguay); Octave Mirbeau; anarchist press; lit-
erary translation.
La traduction comme pratique politique : Les 21 jours d’un neurasthénique
d’Octave Mirbeau dans le journal anarchiste Nuevo Rumbo
Résumé
Le journal à tendance anarchiste Nuevo Rumbo (Montevideo, 1904) eut une brève vie. Lors de ses 26
numéros parus avant sa fermeture, près des deux tiers du roman d’Octave Mirbeau publié en 1901,
Les 21 jours d’une neurasthénique, ont été traduits et publiés comme roman-feuilleton. L’importance
de l’auteur français dans le cadre de la « grande presse » française et les rééditions de ses textes dans
la presse anarchiste ont été étudiées, mais pas leur réception ni leur traduction dans la presse anar-
chiste du Rio de la Plata, qui, cependant, avait fait de lui une référence incontournable depuis 1895
jusqu’à la première décennie du xxe siècle. Dans cet article, nous nous proposons de revisiter cette
traduction oubliée, en tenant compte de son caractère pionnier. L’analyse adopte le cadre théorique
des études sur les mouvements politiques transnationaux (Saunier, Bantman), et s’interroge sur la
convenance d’utiliser le concept de traduction comme accumulation de capital littéraire (Casanova)
dans un contexte de publication hautement idéologique, internationaliste et qui cherchait à effacer la
différenciation centre-périphérie.
Mots-clés : Octave Mirbeau ; presse anarchiste ; anarchisme transnational ; traduction littéraire.
Lucía Campanella70Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
1. Introducción
El presente artículo analiza un caso de traduc-
ción literaria en la prensa periódica montevidea-
na de comienzos del siglo xx. En mayo de 1904,
el diario Nuevo Rumbo, de tendencia anarquista,
publicó, a lo largo de sus veintiséis números,
una parte sustancial de la novela de Octave Mir-
beau, Les 21 jours d’un neurasthénique, publicada
en 1901, en traducción de Armando Andés. La
singularidad de esta traducción, por largo tiem-
po olvidada, amerita el interés del investigador,
así como el contexto que la hizo posible.
El enfoque teórico adoptado considera a las
traducciones como acontecimientos culturales
situados, que necesitan, para su análisis, del es-
tudio de una serie de factores materiales que las
generan y las afectan. En efecto, las traduccio-
nes no se producen en el vacío, sino en un con-
tinuum entre ellas y su contexto de producción,
y sobre el traductor pesan limitaciones de orden
textual y extratextual (Bassnett, 1998, p. 123). A
este cultural turn en el estudio de las traduccio-
nes, sumamos los conceptos provenientes del
llamado transnational turn en la historiografía
(Saunier, 2013), en particular en lo que refiere a
la historia del anarquismo (Bantman y Altena,
2017), que permitirá una mirada amplia al tra-
yecto transatlántico de este texto y a los agentes
culturales, entre los que se cuenta el traductor,
que posibilitaron tales desplazamientos.
Las limitaciones actuales de acceso a la pu-
blicación original nos han permitido centrar
nuestro análisis solamente en los primeros ca-
pítulos de la novela.2 Creemos, sin embargo,
2 A partir del 13 de marzo de 2020, en razón de
la urgencia sanitaria declarada por la covid-19,
la Biblioteca Nacional del Uruguay suspendió
sus actividades con público, lo que ocasionó la
imposibilidad de acceder al periódico Nuevo
Rumbo. La intención inicial de hacer un análisis
completo de la traducción debió restringirse a los
primeros capítulos, de los que contábamos con
un registro fotográfico propio, no siempre de la
mejor calidad, ya que por su gran formato esta
publicación no ha podido aún ser digitalizada.
haber logrado, en lo que sigue, un estudio que
toma en cuenta los principales aspectos de
esta traducción que, junto con la característica
de tratarse de una obra literaria publicada en
prensa, se enmarca, además, en un contexto
altamente politizado, por lo que a las impli-
cancias propias de la traducción como práctica
cultural, artística y comunicacional, se suman
las de la traducción como práctica política.
Procedemos entonces en tres pasos: primero
presentamos la novela Les 21 jours d’un neu-
rasthénique y a su autor, Octave Mirbeau, ocu-
pándonos especialmente de su relación con la
prensa como lugar de publicación de sus textos
literarios, así como con la prensa anarquista
francesa en particular. En un segundo momen-
to exponemos el contexto de publicación de la
traducción en cuestión en Uruguay, detenién-
donos en el papel que cumplió el diario Nuevo
Rumbo en la época, en la recepción del autor
francés en sus páginas, y en su relación con el
extranjero, en particular con Francia, y esta-
blecemos qué redes transnacionales pueden re-
construirse por medio de las traducciones publi-
cadas en él. Para terminar, analizamos una serie
de fragmentos escogidos de la novela traducida,
para mostrar hasta qué punto esta traducción y
la publicación responden a una voluntad a prio-
ri contraintuitiva, que debe comprenderse en el
contexto de un debate estético político que dio
el anarquismo transnacional desde fines del si-
glo xix. A modo de coda, realizamos una valo-
ración de la pertinencia de algunas herramientas
teóricas provenientes de los estudios de traduc-
ción para el análisis de este tipo de textos.
2. Contexto de publicación en la lengua
y cultura fuentes: Octave Mirbeau y Les
21 jours d’un neurasthénique
Les 21 jours d’un neurasthénique es la séptima no-
vela 3 del escritor, periodista y polemista fran-
cés Octave Mirbeau (1848-1927). Este autor
3 Teniendo en cuenta aquellas publicadas bajo el
nombre del autor, ya que, en su juventud, Mir-
beau hubo de “prostituir su pluma” (Michel,
2004), escribiendo novelas por cuenta ajena.
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo71Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
fue una figura central del fin de siglo francés,
cuya obra amerita el redescubrimiento que
parece estar teniendo lugar en la actualidad.
Parte de ese movimiento es, sin duda, la nueva
versión cinematográfica de su Journal d’une fe-
mme de chambre (1900), estrenada en 2015,4 del
cineasta francés Benoît Jacquot.
En su extensa biografía de Mirbeau, Pierre
Michel y Jean-François Nivet (1990) muestran
hasta qué punto su obra y su vida ganan al ser
analizadas bajo el signo del conflicto, tenien-
do en cuenta el punto de vista crítico que el
autor ejerció con vehemencia y a veces con en-
sañamiento sobre la sociedad de su época. De
sus colaboraciones con la grande presse francesa
(de la que llegó a ser una de las plumas mejor
pagas durante un largo período), resaltan la
cantidad y la variedad de sus artículos, que se
cuentan al menos en dos millares.
Pierre Michel (2003, p. 4) divide esa extensa
obra periodística en tres partes: las crónicas,
las críticas artísticas y los cuentos. Gran parte
de esta producción ha sido recuperada y edi-
tada por el mismo Pierre Michel bajo el elo-
cuente título de “Combates”: los políticos, los
estéticos, los literarios. Los cuentos fueron,
por el contrario, agrupados en un volumen
bajo el título no menos elocuente de “Cuentos
crueles”.
En el marco de la obra literaria de Mirbeau,
que se compone de obras teatrales, cuentos,
novelas y crónicas, Les 21 jours d’un neurasthé-
nique ocupa un lugar clave como ejemplo de
lo que Pierre Michel ha llamado “la vía de la
deconstrucción e incluso de dar muerte a la no-
vela llamada ʻrealistaʼ, en la huella de Balzac
y Zola”5 (2003, p. 6). En efecto, se trata de una
“novela collage”, publicada por Fasquelle en
4 Se trata de la cuarta versión en orden cronológico,
puesto que la primera fue dirigida por Mijail Mar-
tov en Rusia, en 1916, mientras que las otras dos,
más conocidas, fueron dirigidas por Jean Renoir y
por Luis Buñuel en 1946 y 1964, respectivamente.
5 Salvo indicación contraria, todas las traducciones
incluidas en el cuerpo del artículo son nuestras.
1901, en la que, despreciando las normas de la
narración concatenada y motivada, a través de
veintitrés capítulos se retoman más de sesen-
ta textos publicados por Mirbeau en la prensa
en los años anteriores, sin ser reescritos para
la ocasión, sino apenas acomodados para que
puedan ligarse los unos a los otros mediante
frases introductorias. El hilo argumental poco
sólido que reúne los episodios narrados está
sostenido en la figura del narrador, el neuras-
ténico Georges Vasseur, “burgués adinerado,
obediente y respetuoso de los usos mundanos”
(Mirbeau, 2003, p. 34), que pasa, a su pesar,
una estancia médica en una ciudad balnearia,
reputada por sus aguas termales, cerca de los
Pirineos.
El paso de los textos publicados en prensa a la
novela presenta varios puntos de interés. Aun
cuando los artículos de prensa fueran retoma-
dos sin cambiarles una coma, la lectura que se
hace de ellos en el contexto de un periódico y
de una novela no es idéntica; incluso cuando
en el periódico son presentados como ficción
y no como parte del dispositivo puramente
informativo. Además de la interacción gene-
rada por los textos de Mirbeau con los otros
con los que comparte el marco del dispositivo
semiótico del periódico (o de los periódicos,
como vamos a ver), el conjunto de estas pu-
blicaciones permite una “construcción diacró-
nica de sentido”, que hace que la aparición
consecutiva de artículos del mismo autor en un
mismo soporte se constituya en “un todo signi-
ficante” (Melmoux-Montaubin, 2014, p. 225).
Esta mutación también comporta un tránsito
de textos por definición efímeros al espacio pe-
renne de la novela, perdiendo por el camino
un contexto de inteligibilidad. La pérdida de
peso, en términos de actualidad política, pue-
de, sin embargo, no ser tal: el texto transferido
puede ganar, en la novela, otro valor, al que
quizás no pretendía en un primer momento
(Melmoux-Montaubin, 2014, p. 226). Esto úl-
timo es especialmente cierto cuando un texto
creado en el contexto de la prensa se vuelve
novela y retorna luego a la prensa a través de
Lucía Campanella72Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
una traducción en un contexto cultural muy
diferente del que lo vio nacer. De ahí nuestro
interés por responder, mediante el análisis de
la traducción, la interrogante acerca del modo
en el que el periódico anarquista montevidea-
no gestionó este desfase entre los diversos con-
textos de edición que conforman la historia de
este texto.
Gracias a la reconstrucción minuciosa de
Pierre Michel,6 sabemos que los textos “zurci-
dos” para formar la tela de Les 21 jours… pro-
vienen casi en su totalidad de Le Journal, entre
1887 y 1901. Este diario, de tendencia inicial-
mente republicana, llegó a tener una tirada de
450 000 ejemplares sobre el fin del siglo y tuvo
entre sus colaboradores a Émile Zola, Mauri-
ce Barrès, Léon Daudet, entre otros. Octave
Mirbeau fue colaborador asiduo entre 1892 y
1902, por lo que recibía una remuneración in-
usualmente alta: casi 1350 euros (en 2020) por
un artículo semanal (Michel, 2003, p. 3).
A esto se suma que varios de esos textos fueron
republicados, a veces bajo un título diferente,
en el suplemento literario de Les Temps Nou-
veaux, semanario anarquista dirigido por Jean
Grave, como él mismo lo menciona al hacer la
reseña de la novela:
Los personajes de Les vingt et un jour d’un
neurasthénique son antiguos conocidos de los
lectores de nuestros suplementos. Varios capí-
tulos de este volumen fueron artículos que nos
apresuramos a reproducir cuando fueron pu-
blicados por primera vez (Grave, 1901, s. d.).
Puesto que entramos aquí a la dimensión po-
lítica declarada de estos textos, a través de su
filiación con el semanario de Grave (lo que va
a ser determinante, como se verá en el aparta-
do 3.1, para su traducción en la prensa mon-
tevideana), se impone un breve inciso sobre la
6. Cfr. la “Liste des textes de Mirbeau publiés
dans la grande presse parisienne (1887-1901)
et reproduits dans Les 21 jours d’un neu-
rasthénique (Michel, 2003, pp. 24-26).
relación de Mirbeau con el anarquismo y con
Jean Grave en particular.
2.1. Jean Grave y Octave Mirbeau:
anarquismo, literatura y redes de publicación
Octave Mirbeau se acerca de manera explícita
a las ideas anarquistas a partir de 1890 y su
compromiso político estará en profunda rela-
ción con Grave y con la prensa anarquista.7 En
1888, Jean Grave publica, en el suplemento li-
terario de La Révolte, un artículo de Mirbeau,
“La Grève des électeurs”; al año siguiente, con-
vertido en folleto, el panfleto antielectoral será
distribuido en 100 000 ejemplares (Moisan,
2011). De 1891 data la primera carta conocida
intercambiada entre ambos, donde Jean Grave
solicita la ayuda de Mirbeau en el contexto
del “affaire de la Société des Gens de Lettres”, que
enfrentó a ambos con Zola, en aquel momento
secretario de la asociación de literatos y que
pretendía que la publicación de Grave pagase
derechos de autor por sus republicaciones.8
En 1893, Mirbeau firma el prefacio al libro de
Jean Grave, La société mourante et l’anarchie, lo
que contribuirá a su difusión mundial, incluso
en el Río de la Plata, donde una traducción
que incluye el prefacio fue publicada en 1895
(Campanella, 2018).
Bautizado por Constance Bantman como
“el internacionalista inmóvil”, Jean Grave
fue “el nudo central de una de las mayores y
más influyentes redes globales anarquistas”
(Bantman, 2017, p. 181), gracias a las
publicaciones a las que dio forma y vida a
lo largo de décadas. Le Revolté (1883-1886),
La Révolte (1887-1895) y Les Temps Nouveaux
(1895-1914) eran enviados al mundo entero;
7 Para un estudio en profundidad de estos temas, cfr.
“Octave Mirbeau et la presse anarchiste” de René
Bianco (1992) y “L’Anarchisme d’Octave Mirbeau
dans son œuvre littéraire” de Reg Carr (1992).
8 Se trata de la carta 906 “À Jean Grave [Les
Damps 6 août 1891]” (Mirbeau, 2005). Sobre el
affaire de la Société des Gens de Lettres” remitimos
al artículo muy completo de Moisan (2001).
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo73Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
hay evidencia de su recepción en el continente
americano, Japón y Australia (Bantman,
2017, p. 182). A partir de 1887, La Révolte será
acompañada de un suplemento literario que
rápidamente se hizo popular en Francia y en
el exterior, en el que Grave publicaba tanto
fragmentos escogidos de textos del pasado
(Diderot, Rabelais, Montaigne, Voltaire, Hugo,
Balzac, Swift, entre otros), como a autores
contemporáneos de todas las “escuelas”
(simbolistas, naturalistas). A esto se le sumaba
el ejercicio sistemático de la crítica literaria, lo
que configuró un verdadero sistema literario
propio.
A pesar de su declarada intención didáctica
y del deseo de instrucción de los lectores que
animaba al suplemento, el eclecticismo de los
autores y los textos elegidos permiten pensar
que el suplemento literario de La Révolte y
luego de Les Temps Nouveaux proveyeron de
una verdadera educación estética, en absoluto
adoctrinadora, a varias generaciones de
lectores en Francia y no solamente allí. Este
microcosmos literario, en su origen propio
a Jean Grave, se irá volviendo global, en la
medida en que el suplemento llegue a los
anarquistas en otras partes del mundo. Uno de
esos lugares de recepción será Montevideo.
3. Contexto de recepción y traducción:
el periódico montevideano Nuevo Rumbo
La recepción de la obra de Mirbeau a fines
del siglo xix y principios del xx en el Río de
la Plata (el conjunto sociocultural que tiene
como eje las capitales Montevideo y Buenos
Aires) fue especialmente importante en el
ámbito anarquista (Suriano, 2001, p. 168), lo
que se enmarca en una tradición de difusión
y circulación del pensamiento crítico y
revolucionario expresado en lengua francesa
que estaba en funcionamiento ya desde fines
del siglo xviii en la región (Abramson, 2014).
Al mismo tiempo, el florecimiento de la prensa
como medio de comunicación en toda la región
rioplatense estará marcado por el desarrollo del
movimiento obrero, “nítidamente anarquista”
en el período 1885-1928, en el período 1885-
1928 (Álvarez Ferretjans, 2008, p. 411).
El diario Nuevo Rumbo, de tendencia anarquista,
fue publicado en Montevideo durante menos
de un mes, del 3 al 26 de mayo de 1904. Se
presentaba a sí mismo como
Antipolítico, noticioso, crítico, con servi-
cio telegráfico completo y corresponsales
científicos, literarios y artísticos. [...] Los
propósitos, ya harto explicados, con los que
surge este diario de renovación y adelanto
nacional, hacen de él, la publicación úni-
ca de la República (“Nuevo Rumbo. Dia-
rio de las 10 de la mañana”, 1904, p. 3).
Su breve vida se dio en medio de una crisis
institucional de importantes dimensiones, que
llevó eventualmente a la clausura del periódico
por el Poder Ejecutivo, acusado de haber in-
fringido las leyes de prensa, que prohibían a
los medios de comunicación de la época repro-
ducir información de carácter militar (Scaro-
ne, 1940, p. 140). En 1904, apenas comenzaba
el período llamado “batllista”, marcado por
las dos presidencias de José Batlle y Ordóñez
(1903-1907 y 1911-1915), que habrían de mo-
dernizar al país y dar forma al Uruguay del si-
glo xx . En ese año tuvo lugar el último levanta-
miento de la facción opositora, liderada por el
caudillo Aparicio Saravia, sobre el cual Nuevo
Rumbo informó oportunamente, describiendo
enfrentamientos entre el bando gubernamental
y el de los sublevados. El periódico se manifes-
tó en sus editoriales repetidamente por la paz,
en una clara posición antimilitarista.
La clausura del periódico por parte del Go-
bierno puede también entenderse como una
respuesta del propio presidente Batlle y Ordó-
ñez (quien había sido periodista y había tenido
una cierta cercanía con los círculos socialistas)
a los ataques que recibía de manera constante
desde las páginas del diario. Finalmente, en un
contexto político de censura y guerra civil, en
el que al mismo tiempo se estaban sentando las
bases de la institucionalidad de la nación, la
elección por el antimilitarismo y la “antipolíti-
Lucía Campanella74Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
ca”, entendida como la oposición a la política
electoralista y parlamentarista, era percibida
como un peligro para el régimen.
Para 1904, el anarquismo como movimien-
to político en el Río de la Plata llevaba unas
buenas tres décadas de existencia. Grupos
anarquistas estaban implantados en la región
desde la década de los setenta del siglo xix,
cuando aparecen círculos de la Internacio-
nal en Montevideo y en Buenos Aires (Oved,
1981, p. 20; Rama, 1969, p. 25). La llegada
de miles de inmigrantes europeos en las últi-
mas dos décadas de ese siglo, principalmente
españoles e italianos, pero también franceses,
alemanes, suizos y judíos de diversas nacio-
nalidades, convirtió a la región en un crisol de
culturas y lenguas, que era asimismo un caldo
de cultivo para la revolución social. Prueba
de la influencia creciente y generadora de
inquietudes de la sinergia entre inmigrantes
recientemente llegados e ideologías antiesta-
tales y revolucionarias, es la aprobación, en
Argentina, de la llamada “Ley Cané”, ley de
extranjería promulgada en 1902, a raíz de las
huelgas que habían tenido lugar desde 1900
(Suriano, 2001, p. 15). Es en virtud de esta
ley que Félix Basterra, de origen español, di-
rector responsable de Nuevo Rumbo, recaló en
Montevideo cuando fue expulsado de Buenos
Aires.
En este contexto, los anarquistas privilegiaron
las publicaciones periódicas y hojas sueltas que
les permitieran difundir “la idea” (Anapios,
2011), a partir de 1879, cuando aparece en
Buenos Aires el primer periódico anarquista,
El descamisado (Oved, 1981, p. 19). Reflejando
la diversidad del lectorado, las publicaciones
anarquistas eran a veces editadas en varias len-
guas a la vez, como es el caso del bonaerense
El perseguido, cuya primera tapa presentaba el
mismo texto programático en español, italiano
y francés (“¿Qué somos y qué haremos?; ¿Chi
siamo e cosa faremo?; Qui sommes-nous? et que
ferons-nous?”, 1890, p. 1).
Para comienzos del siglo xx, ya la mayor parte
de los inmigrantes se había integrado a la cultura
y la lengua rioplatense, y las publicaciones
anarquistas comenzaron a privilegiar el español
como lengua vehicular y, por ende, a realizar
una actividad de traducción extraordinaria,
que no ha sido estudiada aún en conjunto,
pero que amerita el interés del investigador por
la concurrencia de varios factores: el hecho
de que en las filas anarquistas se contaba con
militantes políglotas, pero no necesariamente
formados en sistemas de educación instituidos,
sino autodidactas; el respeto de los anarquistas
hacia la palabra escrita y su creencia en
la capacidad de la misma de despertar las
conciencias y llevar a la revolución; el acceso
limitado a los textos fuente, variable en función
de la circulación transnacional de libros,
folletos y periódicos; la voluntad de selección,
no obstante la limitación antes mencionada, de
textos no solo argumentativos o informativos,
propios del discurso político, sino también de
textos literarios.
Es en este marco que ubicamos la publicación,
a lo largo de los veintiséis números editados
de Nuevo Rumbo, de dos terceras partes (14
capítulos de un total de 23) de la novela
de Octave Mirbeau de 1901, Les 21 jours
d’un neurasthénique, en forma de folletín.
Esta traducción se distingue por algunas
particularidades que influyen en nuestro
análisis: en primer lugar, en el contexto de
las traducciones de Mirbeau al español, que
fueron muy abundantes en la época e incluso
en la actualidad,9 se trata de una traducción
pionera. En efecto, la traducción al español de
la novela completa no apareció hasta el año
2017, en Madrid, realizada por Javier Serrano
(Los 21 días de neurasténico. Libros de Itaca).
En segundo lugar, se trata de una rareza en
el contexto de las traducciones de Mirbeau
aparecidas en la prensa montevideana del
9 Cfr., sobre este tema, el muy completo artículo
de Aja y Rodríguez (2016) sobre las traducciones (ibé-
ricas) al español de Le Journal d’une femme de chambre,
entre 1901 y 1993.
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo75Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
novecientos, que solían decantarse por sus textos
breves. Finalmente, no parece haber habido,
en ninguna lengua ni en ningún contexto —
según el especialista Pierre Michel, quien
amablemente accedió a revisar sus archivos
y su memoria para nuestra investigación—,
ninguna aparición de esta novela bajo la forma
de novela por entregas. Sinuoso camino,
entonces, el de unos textos que, aparecidos
en la prensa francesa, en dos contextos muy
diferentes, saltan al libro y vuelven a la prensa
traducidos, del otro lado del mundo, en forma
de entregas de roman-feuilleton.
A esto se agrega que la traducción aparece en
un dispositivo textual especialmente propicio
e impregnado de la presencia del escritor.
En la primera página del primer número de
Nuevo Rumbo, una nota, ilustrada con una
efigie del autor francés, titulada “Nuestro
folletín”, presenta al autor y a su obra de
forma extremadamente elogiosa, sobre la
que volveremos. Una página más adelante,10
en ese mismo número, en la rúbrica “Teatros
y artistas”, se hace la crónica de la puesta
en escena, por un cuadro filodramático (sin
duda, de tendencia anarquista), de su obra Los
malos pastores,11 que había tenido lugar en el
10 Nuevo Rumbo constaba de 4 páginas, in folio mayor,
dos de las cuales, la tercera y la cuarta, eran dedica-
das a los anuncios clasificados y la propaganda.
11 Mirbeau fue uno de los autores teatrales (junto
con el noruego Henrik Ibsen y el alemán Ger-
hart Hauptmann) más traducidos, publicados y
llevados a escena por los anarquistas en España
(Litvak, 1990, pp. 320-325), en Argentina (Suria-
no, 2001, p. 161) y en el mundo entero (Bantman
y Altena, 2017, p. 18). En el Río de la Plata, una
traducción parcial de Les mauvais bergers al italiano,
bajo el título I cattivi pastori. Scena di sciopero, reali-
zada por el propagandista e ideólogo anarquista
Luigi Fabbri, fue publicada por el periódico argen-
tino El alba del siglo xx, el 31 de diciembre de 1900.
Esta traducción de una escena del acto iv (y no
del iii, como está indicado en el periódico) no está
firmada, pero es idéntica a la publicada en Milán
diez años después, exceptuando el hecho de que
en la traducción parcial los personajes mantienen
Teatro San Felipe y Santiago el 1º de mayo de
1904. En los números siguientes se anunciará
insistentemente y se reseñará una segunda
puesta en escena que tuvo lugar ese mismo
mes.
En esa segunda página, en rez de chaussée,
como ya lo hacía el legendario La Presse, donde
Émile de Girardin le dio forma definitiva
al folletín en 1836, aparece la novela por
entregas. Las mismas siguen un sistema de
fraccionado que no se corresponde con los
veintitrés capítulos de la novela, sino con el
espacio disponible. Llamamos la atención
sobre esta no coincidencia, que obligaba al
lector a ir al número siguiente para poder
terminar el capítulo. Las ocho columnas
destinadas al folletín cubren aproximadamente
unas tres cuartas partes de un capítulo, en
el caso del primero de ellos. No es menor,
entonces, que el retorno de estos textos breves
a la prensa se haga bajo forma de novela por
entregas, y no mediante una operación que
desharía el “zurcido” realizado por el autor,
para restablecer, aunque fuese de modo
aproximativo, los textos originales.
La traducción llevada a cabo “expresamente
para Nuevo Rumbo” está firmada, cosa
poco común en este contexto, por “Armando
Andés”. No hemos encontrado rastros de
este traductor en los archivos uruguayos.
Sin embargo, un “Armando Andes” figura
como autor de una reseña de “Los regicidios
en 1905. Consideraciones médico-legales”,
monografía de Román Pacheco, en la revista
Archivos de psiquiatría y criminología aplicadas a
las ciencias afines, publicada en Buenos Aires en
1905 (Albornoz, 2016). Esta breve reseña está
compuesta casi en su totalidad por citas al texto
sus nombres franceses y en la completa han sido
italianizados, así como el del autor, Ottavio (Mir-
beau, 1911). Cabe señalar que Luigi Fabbri (quien
pasó por varios países en sus múltiples exilios y se
instaló en Montevideo en 1931, unos años antes
de su muerte) tradujo asimismo al italiano el libro
de Jean Grave que ya hemos mencionado, acom-
pañado del prefacio de Mirbeau (Grave, 1907).
Lucía Campanella76Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
de Pacheco, pero surgen de ella dos elementos
que podrían sugerir simpatías anarquistas de
su autor: la mención que hace del regicidio
como “asunto de eterna actualidad” y una
alusión al desconocimiento que tendría Pacheco
de los periódicos anarquistas bonaerenses
contemporáneos.12
Igualmente, ese mismo año, Armando Andés
(esta vez con acento) firma un breve texto en
defensa del director de la revista, el socialista
José Ingenieros, criticado por otro especialista,
el Dr. Guarnieri, durante el v Congreso
Internacional de Psicología, que tuvo lugar
en Roma, en 1905, y al que Ingenieros había
asistido en calidad de representante de
Argentina (Andés, 1905, p. 508).
Por curiosa que pueda resultar esta asociación
entre anarquistas y criminalistas, lo cierto es
que el antecedente de esta revista, pionera
y de gran importancia a nivel continental,
fue la revista Criminología moderna, fundada
por el anarquista italiano Pietro Gori, en
Buenos Aires, en 1898 (Miceli, 2006, p.
145). De hecho, Pietro Gori, José Ingenieros
y hasta el eminente criminalista italiano
Cesare Lombroso aparecen citados como
colaboradores internacionales de Nuevo Rumbo
(ver nota 18).
Cabe suponer, entonces, que Armando Andes
y Armando Andés sean la misma persona,
seguramente un argentino o residente en
Argentina, lo que se explicaría perfectamente
por los lazos que se establecieron entre
anarquistas de los dos países tempranamente y
por los vínculos que el director Félix Basterra
continuaba teniendo con el país. Armando
Andés fue posiblemente un letrado, de simpatías
anarquistas o socialistas (por su encendida
defensa de Ingenieros), que no pertenecería, sin
embargo, al ámbito médico-criminalístico, o si lo
hacía, era de manera marginal, ya que no aparece
listado entre los colaboradores “científicos” de
12 Agradecemos al investigador argentino Martín Al-
bornoz que nos comunicó la reseña en cuestión.
la revista, ni firma otras colaboraciones en los
años siguientes.
3.1. Nuevo Rumbo en las redes transnacionales
En la misma página de la primera entrega de
la novela aparece otro texto literario traducido
del francés: “Día de salida”, del escritor
francés Lucien Descaves (1861-1949). Siendo
más joven y no teniendo con Mirbeau una
relación especialmente amistosa, Descaves
compartió con él varios ámbitos, como la
Académie Goncourt (de la que Mirbeau fue
fundador) y la lucha en defensa de Alfred
Dreyfuss. Más adelante, según el especialista
en su obra Maxime Jourdan,13 Lucien
Descaves mantendría una crónica semanal
en el periódico argentino La Prensa, entre
1924 y 1940. Por el momento, en 1904, Nuevo
Rumbo privilegió sus textos publicándolos
en varias ocasiones durante su mes de vida,
ya que, además del folletín, cada número se
acompañaba de la traducción (esta vez no
firmada) de un texto literario breve, donde los
autores franceses eran claramente favoritos:
Jean Reibrach, Victor y Paul Margueritte, Jean
Richepin, Anatole France, aparecen en más de
una ocasión.
A esto se suma que los días lunes,14 una
sección llamada “Los lunes de Nuevo
Rumbo” daba un lugar aún mayor a los textos
literarios, muchos de ellos también franceses,
aunque no especialmente novedosos, como
las Letanías de Satán de Baudelaire (Les Fleurs
du mal, 1857), que aparecen traducidas por
“A.V.”, seguramente el poeta Álvaro Armando
Vasseur, autor de numerosas traducciones en
el ámbito anarquista, como aquella pionera de
13 Comunicación electrónica con Maxime Jourdan,
9 de noviembre de 2019, a quien agradecemos su
disponibilidad y gentileza.
14 Solamente en tres números, correspondientes a los
días 9, 16 y 23 de mayo, ya que el lunes 30 de mayo
de 1904, Nuevo Rumbo no obtuvo permiso para ser
publicado.
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo77Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
Walt Whitman en 1912, en la revista argentina
Ideas y Figuras (Baudelaire, 1904, p. 2).
Si le dedicamos nuestra atención a estos
textos secundarios respecto de nuestro centro
de interés es porque no solo enmarcan la
lectura del texto de Mirbeau en el dispositivo
polisémico del diario, sino que, además,
orientan nuestra búsqueda de los circuitos que
puede haber transitado la novela de Mirbeau
para llegar a las páginas de Nuevo Rumbo.
Precisamente, hemos podido encontrar la
fuente de la que fueron tomados cuatro textos
literarios franceses publicados por Nuevo
Rumbo, en el suplemento literario de Les Temps
Nouveaux.15 Aunque siguiendo el camino que ya
hemos visto, estos textos hicieron una primera
aparición en formato libro o en la prensa
parisina; lo que los une y los pone al alcance
de los editores y traductores de Nuevo Rumbo es
su presencia en el suplemento literario dirigido
por Jean Grave. Es esperable que una nueva
búsqueda en los archivos permita identificar,
en el suplemento francés, la fuente de otros
textos aparecidos en el diario uruguayo.16
A esto se agrega que la impresionante lista
de corresponsales internacionales de Nuevo
15 Se trata de “Malas madres”, de Lucien Desca-
ves (parte de su novela La colonne, publicada en
1901), pasaje publicado en febrero de 1904 en el
suplemento literario de Les Temps Nouveaux; “Un
corazón de oro”, también de Descaves, publica-
do en un primer momento en L’Echo de Paris en
1897 y retomado en el suplemento literario en
1902; “Fructidor”, de Jean Reibrach, publicado
inicialmente en L’Echo de Paris y retomado en
el suplemento en 1901, y “Primavera”, de Jean
Julien, inicialmente publicado en Le Journal en
1897 y republicado en el suplemento en 1901.
16 Nuestro trabajo de revisión de archivos de
las copias papel del suplemento literario de
Les Temps Nouveaux en el Centre d’études,
de documentation, d’information et d’ac-
tion sociales, en París, en diciembre de 2019,
se vio limitado por la huelga de transpor-
tes que afectó todo el país durante ese mes.
Rumbo contaba con lo más granado del
anarquismo internacional, muchos de ellos
colaboradores directos de Les Temps Nouveaux
y cercanos a Jean Grave, como Elisée Reclus,
Augustin Hamon y Charles Malato.17 El
director responsable Félix Basterra, “una
de las plumas más activas del anarquismo
argentino entre 1899 y 1902” (Tarcus, 2007,
p. 51), tenía, además, vínculos explícitos con
Jean Grave y su diario. De hecho, en 1900
dirigió, en Buenos Aires, un diario cuyo título,
Los Tiempos Nuevos, era un calco del de Grave
(Minguzzi, 2001, p. 441). En 1901, Basterra
forma parte de los anarquistas que sostienen la
necesidad de la violencia política, posición a
la que Mirbeau parece suscribir, aunque con
reservas, en el prefacio a La Société Mourante
et l’Anarchie de Jean Grave, cuya traducción al
español circulaba desde 1895 en Argentina.
Es a raíz de estas posiciones, públicamente
expresadas en Los Tiempos Nuevos, y de su
actividad como agitador en las huelgas que
Basterra es expulsado de Argentina en 1902.
Según el periodista y anarquista (en la época)
Julio Camba, Basterra se habría escapado
del barco que lo conducía a España, durante
una breve escala en el puerto de Montevideo
(Camba, 2016, pp. 54-55). Una vez instalado
en la capital, prosiguió su actividad como
propagandista, publicando, en 1903, El
crepúsculo de los gauchos. Estado actual de la
17 La lista completa es: “En España: Miguel de
Unamuno, Rafael Altamira, Francisco Grand-
montagne y Pedro Dorado Montero; en Fran-
cia: Agustín Hamon, Julio Supervielle y Carlos
Malato; en Bélgica: Eliseo Reclus; en Inglaterra:
Fernando Tarrida de Mármol; en Italia, César
Lombroso, Luis Molinari y Pedro Gori; en el
Brasil: Benjamin Motta y Elyseo de Carval-
ho; y en la Argentina: José Ingenieros, Floren-
cio Sánchez, Mariano Cortés (Altair) y Angel
Menchaca” (“Corresponsales”, 1904, p. 1). Es
prácticamente imposible tener certeza sobre el
grado de compromiso de estos corresponsales,
quienes, posiblemente, prestaron sus nombres
prestigiosos para apoyar el proyecto editorial de
Basterra, sin jugar en él ningún rol específico.
Lucía Campanella78Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
República Argentina, análisis de la actualidad
política, social y económica del país donde
había residido en los últimos dieciséis años.
Este texto aparece publicado doblemente, en
Montevideo y en París, y los datos de edición
lo ligan específicamente a Les Temps Nouveaux
y a Jean Grave, quien aparece mencionado
en la portada (Basterra, 1903). En las últimas
páginas se prevén traducciones al francés y
al italiano, de las que se menciona incluso
el precio. De momento, no tenemos certeza
de la existencia de estas publicaciones. 18 En
la última página se menciona la colección
a la que el pequeño libro pertenece, la
“Biblioteca Ciencia y Libertad”, donde ya
aparecieron “Psicología del militar de
profesión” de Augustin Hamon (Psychologie
du militaire professionnel, publicado en 1894) y
“Cuestiones sociales” de Jean Grave, del que
no hemos podido identificar el texto fuente.
Todo esto nos permite concluir sobre la
activa participación de Basterra y su diario en
redes transnacionales claramente definidas,
por más que nuestra reconstrucción deje
siempre incógnitas y espacios vacíos. Estas
redes anarquistas se caracterizan por evitar
las nociones de centro y periferia, por poner
en pie de igualdad a los militantes
autores latinoamericanos o que actúan en
Latinoamérica con los europeos— y por
establecer caminos de traducción de ida y de
vuelta entre las lenguas centrales y aquellas
consideradas “secundarias”. Las relaciones
entre lo local y lo internacional están, en este
caso, marcadas por los lugares de origen y
de asilo o destino de los militantes, además
de por el fructífero intercambio de cartas y
publicaciones, del que aquí vemos una huella
clara.
Las trayectorias de los migrantes, exiliados o
expulsados, dibujan mapas múltiples, ya que
18 La traducción al francés no figura en el “Catalo-
gue général des éditions et collections anarchistes
francophones” (Cgécaf, s. f.), que consultamos en
diciembre de 2019.
al mantener el interés y, a veces, la injerencia
en la actividad política en un territorio que
acababan de abandonar, aquellos hacían
esfuerzos por integrarse al entorno anarquista
al que llegaban. Como lo recuerda Benedict
Anderson, una de las tres “ventajas iniciales”
que ha generado el éxito de la ideología
anarquista es su internacionalismo, tanto
en la teoría como en la práctica (Anderson,
2010, p. xv). Por su parte, Steven Hirsch y
Lucien van der Walt señalan el hecho de que
el anarquismo no es una doctrina europea
completa y finita, que habría sido exportada
a la periferia, sino que, por el contrario, nació
simultáneamente y transnacionalmente (2010,
p. liv). En este sentido, los movimientos
anarquistas latinoamericanos deberían
beneficiarse de un estudio que abandone la
perspectiva centro-periferia, en favor de otros
que puedan transmitir mejor la imagen de unos
intercambios a priori considerados igualitarios.
Todo lo cual aplica, naturalmente, al estudio de
la circulación de textos y de sus traducciones.
4. De Les 21 jours... a Los 21 días...
La circulación que tuvo Nuevo Rumbo es difícil
de establecer, más aún teniendo en cuenta su
corto período de publicación. En tapa se explica
el costo de las suscripciones en Montevideo y
en el interior del país y desde Argentina, pero
se preveía también la posibilidad de abonarse
desde “Brasil, Perú, Chile, Venezuela y
Paraguay” y “Europa, Norteamérica y demás
países de la Unión Postal” (“Suscripción
adelantada”, 1904, p. 1). El diario de Basterra
se posiciona, entonces, como un medio que
haría llegar textos a los hispanohablantes
latinoamericanos y también a los asentados
en Europa. Y las traducciones son para esto
una herramienta fundamental: justo debajo de
la lista de precios se lee: “Todos los trabajos
que publica ʻNuevo Rumboʼ son inéditos o de
traducción”.
Si es prácticamente imposible decir cuál era el
público real de Nuevo Rumbo, sí es posible saber
a quiénes se dirigía localmente: en las páginas
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo79Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
dedicadas a los avisos clasificados se anuncia
un descuento del 50 %, sobre el precio estable-
cido, “a los jornaleros, empleados de comer-
cio, personas de servicio doméstico” (“En esta
sección”, 1904, p. 3) que quisieran publicar un
anuncio allí. Las rúbricas “Movimiento obre-
ro” y “Sociedades” (es decir, asociaciones de
trabajadores) tratan con detalle la actualidad
sindical y asociativa de los trabajadores monte-
videanos. Un lector ideal, cultivado o buscando
cultivarse en el campo de la literatura y las artes,
interesado por la actualidad política mundial y
local, comprometido con las luchas de los tra-
bajadores y trabajador él mismo, parece dibu-
jarse. Además, una sección “Notas femeninas”,
instauraba, por medio de un lenguaje cómplice
y algo afectado, una corriente de simpatía con
un lectorado potencialmente femenino.
Eva Golluscio, estudiando los folletines en la
prensa anarquista argentina de principios de
siglo xx, concluye que, siguiendo el ejemplo
europeo, los folletines de la prensa libertaria
“se dirigían sobre todo a un lector femenino;
en ellos se trataban temas de interés para las
jóvenes y las mujeres y, de paso, se les ʻfil-
trabaʼ una propaganda” (1995, p. 86). Sin
embargo, los folletines que estudia Golluscio
fueron creados especialmente para ese con-
texto de publicación y siguen al pie de la letra
las normas de la narrativa folletinesca deci-
monónica, algo que no sucede en este caso.
El folletín aparece, en el primer número, pre-
cedido por un artículo de presentación que
encuadra y recomienda su lectura, poniendo
énfasis en la calidad de la obra de Mirbeau,
de la que se destacan “el espíritu cáustico,
vigoroso, demoledor”, la prosa “corrosiva”,
“sembrada con agudas ironías”; él mismo es
“el ironista [...] que muerde y causa remor-
dimientos”. Mirbeau es ubicado en una lí-
nea de filiación con otros autores franceses:
“el super-Moliere [sic] de la ironía aguda”; “el
Zola del naturalismo que queda, después de la
desaparición del maestro de Medan [sic]”. El
articulista hace un recorrido por la obra del
francés, mostrando un amplio conocimiento
de la misma, quizás compartido con los
lectores:
Quien lea aquel prefacio puesto á Les Jardins
[sic] des Suplices [sic], o presencie el drama Les
Mauvais Bergers, ó acompañe en su vida de azar á
aquella pobre camarera de Le Journal d’une fem-
me de chambre, se sentirá [ilegible], como si fue-
ra culpable de algo incomprensible, quizás del
mal del siglo (“Nuestro folletín”, 1904, p.1).
Según lo plantea Kathryn Batchelor, quien re-
toma los análisis de Gérard Genette, el texto
en traducción puede ser asumido no solamente
como paratexto, sino también como texto in-
dependiente con sus propios paratextos (2018,
p. 20). En este caso, el paratexto de presentación
no hace una referencia específica a la traducción
en tanto que tal, su novedad o su calidad.19 Sin
embargo, el articulista titula el paratexto “Nues-
tro folletín”, apropiándose del texto literario en
traducción, de la misma manera en que caste-
llaniza el nombre de pila del escritor (“Octavio
Mirbeau”, así como era llamado “Ottavio” en
la traducción italiana que hemos evocado en la
nota 11), mientras mantiene el francés original
(con alguna errata, ya que el título correcto es
Le Jardin des Supplices) en el título de las novelas
y la obra de teatro citadas, como si quien habla
las hubiese leído en esa lengua. De este modo, el
paratexto de presentación genera un continuum
en el que texto original y la traducción se siguen
uno a otra, naturalmente, sin que eso implique
necesariamente la “invisibilidad” del traductor
(Venuti, 1986), que es mencionado con nombre
y apellido en cada número, ni de la traducción,
que es anunciada y distinguida como marca de
calidad de la publicación, también, en cada nú-
mero de Nuevo Rumbo.
4.1. Un bourgeois pas comme les autres
En la presentación se sostenía que la novela de
Mirbeau “tiene la virtud de tomar al lector y
sorprenderle con agrado, desde las primeras
19 Hasta ahora hemos encontrado un solo artícu-
lo, en el diario anarquista bonaerense La Protesta
Humana, en 1901, donde sí se hace una referencia
explícita a las traducciones de la obra de Mirbeau
(Campanella, 2020).
Lucía Campanella80Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
líneas” (“Nuestro folletín”, 1904, p. 1). Nuestro
análisis de la traducción tomará como punto
de partida, entonces, estas “primeras líneas”
donde se presenta al narrador, para hacer una
lectura abarcativa del primer capítulo, donde
se ubica el marco de la acción y se explica la
trama, basada en el encuentro del narrador
con personajes variopintos. Este capítulo es
uno de los “añadidos”, creados especialmente
para la novela, donde se ponen las bases de su
funcionamiento ficcional, y es representativo
del tratamiento de los códigos narrativos que
Mirbeau lleva adelante en esta obra. Veamos
cómo funciona este incipit en la traducción de
Armando Andés:
El verano, la moda ó el cuidado de su salud,
que también es una moda, quiere que se viaje.
Cuando se es un señor bien forrado, decen-
te, respetuoso de las costumbres mundanas,
es preciso, en una dada época del año, dejar
sus negocios, sus placeres, sus humanas pere-
zas, sus queridas intimidades, para ir, casi sin
saber por qué, á sumergirse en el gran todo.
Según el discreto lenguaje de los diarios, y de
las personas distinguidas que los leen, á eso
se le llama un cambio de residencia, término
menos poético que viaje, pero cuánto más jus-
to!... Por cierto que el corazón no está siempre
para cambiar de lugar, hasta podría decirse
que casi jamás lo está, pero, es preciso sacrifi-
carse á sus amigos, á sus enemigos, a sus pro-
veedores, á sus criados, ante quiénes se trata
de mantener un rango prestigioso, porque el
viaje supone dinero, y el dinero todas las su-
perioridades sociales (Mirbeau, 1904, p. 2).
Como en toda traducción literaria, las parti-
cularidades de la prosa del autor, su “fuerza
creativa, el vigor literario, el ritmo” (“Nuestro
folletín”, 1904, p. 1) representan sin duda un
desafío al traductor; pero, en este caso, no lo es
menos el punto de vista peculiar adoptado por
un narrador que, desde el título, está designado
por la enfermedad nerviosa, la neurastenia.20
La presentación recién citada lo señala como
20 En lo que concierne a la definición de la neuras-
tenia en el contexto de esta obra, cfr. Bablon-Du-
breuil (1994, pp. 28-38).
quien, aun siguiendo los dictados de la clase
a la que pertenece, se separa del resto: una
ambigüedad que, como veremos, el traductor
no ha retransmitido del todo en su versión.
En efecto, el traductor vierte “un bourgeois
cossu, bien obéissant” del texto fuente por “un
señor bien forrado, decente”, lo que le resta
fuerza a la caracterización: quita del medio
la palabra políticamente cargada en francés
como en español: “bourgeois”, que pasa a ser,
más ambiguamente, “señor”, y debilita la
condición de “gran obediencia” (necesaria
para que este se someta al ritual social del viaje)
por “decencia”. Si bien es cierto que el adjetivo
“decente” puede tener un uso peyorativo en el
Río de la Plata para referirse a las clases altas
(como en la locución “la gente decente”),
recubre otros sentidos, además del principal de
la obediencia a los dictados sociales.
La desaparición de “bourgeois” se reedita más
adelante en el mismo capítulo, bajo la forma
adjetiva, cuando, al describir los niños que
pueblan la ciudad termal donde se desarrolla la
acción, el narrador dice: “Les enfants eux-mêmes
ont des airs de petits vieillards. Spectacle désolant,
car on se rend compte que partout les classes21
bourgeoises sont en décrépitude” (Mirbeau, 2003,
p. 36), lo que aparece así en el texto meta:
“Los mismos niños tienen el aire de pequeños
ancianos. Espectáculo desolador, porque se da
uno cuenta de que, por todas partes las clases
dirigentes se hallan en decrepitud” (Mirbeau,
1904, p. 2). No hay otras ocurrencias de
bourgeois” o “bourgeoisie” en el resto de la
novela, sino hasta el capítulo xvii , que no
forma parte de la traducción publicada, por lo
que no es posible realizar el cotejo.
El burgués es calificado como el “personaje
preferido” en la novela de costumbres o realista,
a partir de la mitad del siglo xix; es su catadura
moral lo que más preocupa a los novelistas,
21 Hemos corregido “classes”, ya que en el original se
lee “clauses”, lo que es, sin dudas, una errata (Nota
de la autora).
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo81Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
ya porque es considerada una fachada, como
en Zola, ya porque puede representar una
alternativa a la moral aristocrática (Hamon
y Viboud, 2013, p. 131). El uso que hace
Mirbeau del personaje recoge esta historia
en la que el burgués ha sido sucesivamente
héroe y antihéroe. Su burgués es un personaje
perspicaz, desencantado, que no rechaza los
privilegios de su clase, aunque los viva como
mandatos insoportables, y que observa el
mundo de la clase burguesa con una distancia
irónica, por más que su misma capacidad
de observación dependa exclusivamente de
su familiaridad con ese medio. Algo similar
ocurría en su novela de 1900, Le Journal d’une
femme de chambre, que aprovechaba el punto
de vista de la sirvienta sobre las clases altas,
a través de las opiniones y reflexiones que
Célestine vierte en su diario.
Se impone, entonces, entender cuáles son
los sentidos asociados a este polisémico
“burgués”, como sustantivo y como adjetivo
en la cultura de llegada.
Un recorrido por el Corpus diacrónico del español
(corde), de la Real Academia Española,
nos informa sobre el uso abundante de
“burgués” con carga negativa en el lenguaje
de los periódicos libertarios en la península,
donde surgen varios ejemplos, tomados del
año 1910 del anarcosindicalista Solidaridad
Obrera, publicado en Barcelona. Asimismo, en
Tribuna Libertaria de Montevideo (periódico
que publicó varios textos cortos de Mirbeau en
traducción), en 1900 se podía leer un artículo
titulado “La nulidad del arte burgués”, donde el
neologismo “burguesismo” es sinónimo de “la
síntesis de lo mediocre”, y los representantes
de esa clase, “charlatanes, panzudos, y falsos
buenos hombres burgueses” (Veidaux, 1900,
p. 2). Se trata de un artículo de André Veidaux,
cuya traducción está firmada por “L.E.”.22 No
22 Sin duda se trata de Lucrecio Espíndola, seudó-
nimo del traductor y dramaturgo Edmundo
Bianchi, quien muy probablemente tradujo el
texto breve de Mirbeau “Âmes de guerre” para
hemos podido ubicar la fuente francesa de
este texto, ya que Veidaux contribuyó, entre
1890 y 1894, con varios periódicos en Francia,
artísticos como La Plume o políticos como el
Libertaire (Enckell, 2014).
Unos años más tarde, en 1910, un joven
filósofo que había compartido ámbitos con
los anarquistas, Carlos Vaz Ferreira, utiliza el
término “burgués” para identificar a un tipo de
lector poco sutil que se escandaliza fácilmente
frente a las obras “modernas”:
Aparece un libro de poesías “decadentes” de
cierta especie (de los no muy originales). Lo
lee un “burgués”, y se pone furioso [...] Publica
Zola “La terre”. El burgués la lee, y se enfurece
[...] (Vaz Ferreira, 1910/1963, pp. 212-213).
Es, sin duda, esta fuerte carga negativa que
tiene “burgués” en el ambiente libertario his-
panófono y especialmente en el montevidea-
no del novecientos (en el que libremente in-
cluimos a Carlos Vaz Ferreira, quien además
marca la expresión mediante el entrecomillado
en la primera ocurrencia) lo que disuade al tra-
ductor para definir como “burgués” a un na-
rrador que en definitiva, y a pesar de la clase a
la que pertenece, deberá suscitar la simpatía o
al menos la confianza del lector. Y esto porque
su lugar, al menos en la lectura propuesta por
el paratexto de presentación, es el de brújula
moral de lo expuesto: “el juez, lo llamaremos
así, [que] sirve de protagonista” (“Nuestro fo-
lletín”, 1904, p. 1). Esta hipótesis, sin embargo,
no explicaría el pasaje de “classes bourgeoises” a
“clases dirigentes”, que se funda quizás en el
deseo del traductor de mantener el plural del
francés, ya que en español “clases burguesas”
es infrecuente.
El traductor debe enfrentarse a continuación a
un caso de reflexión metalingüística alrededor
del par voyage / déplacement, reflexión que
pone además en cuestión el mismo medio
del que el novelista se ha servido y al que,
la revista anarquista montevideana Futuro, que
él mismo dirigía, en 1905 (Campanella, 2020).
Lucía Campanella82Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
sin saberlo seguramente,23 ha retornado con
este texto: los periódicos. La ironía sobre la
lengua poco poética de los diarios y sus poco
distinguidos lectores, que es mantenida por el
traductor (discret —discreto tiene, en ambas
lenguas, el sentido de sensatez, prudencia,
buen juicio—), toma así una nueva dimensión
en este contexto. Lo mismo sucede con
las paradojas que continúa encadenando
el narrador: el déplacement (y no el voyage)
como imperativo de la vida de los que a priori
no tienen obligaciones, para demostrar la
primacía del único bien que está por encima de
toda opinión: el dinero. Si tomamos en cuenta
que en la acepción peyorativa de “burgués” se
incluye la visión mercantilista y monetarizada
del mundo, resulta más comprensible la
aparente contradicción entre el enunciador y
lo enunciado, por lo que, una vez borroneada
la condición de burgués del protagonista, el
foco político de la argumentación de Mirbeau
aparece menos ambiguamente en la traducción
que en el original.
Si admitimos con Marie-Françoise Melmoux-
Montaubin que “Mirbeau rechaza la ʻlecciónʼ
política, sea cual fuere: lo irresoluble in
extremis declarado como una poética, [...]
que domina el conjunto de la obra de ficción
impone al lector un trayecto hermenéutico”,
entenderemos que la traducción no conserva,
en este punto al menos, ese reto al lector
que, siempre según Melmoux-Montaubin,
genera más que una novela política, un lector
político (2014, p. 234). Sin embargo, la opción
del traductor podría comprenderse por la
necesidad de retener al lector, de no perderlo
en la primera línea de la novela, sin que ello
comporte una normalización sistemática
23 Todo indica que no hubo, de parte de los edi-
tores de Nuevo Rumbo, ningún acuerdo específi-
co con el autor que autorizase esta traducción.
Sin embargo, si se tiene en cuenta el papel que
desempeñó Mirbeau en el “affaire de la Société
des Gens de Lettres” ya mencionado, una especie
de acuerdo “tácito” para sus republicaciones
en la prensa anarquista podía ser asumido.
de los procedimientos literarios del autor.
Veremos entonces cómo Armando Andés
resuelve su traducción en otros pasajes de este
mismo primer capítulo, cuando nuevamente
lo “irresoluble” como técnica literaria se haga
presente.
4.2. La montaña, la ciudad y la canaille
Como lo ha notado Arnaud Vareille, el lugar
donde se desarrolla la acción, cuyo nombre
no es evocado directamente sino bajo una
misteriosa “X” (vertida sin duda por inadver-
tencia como “Z” en la primera ocurrencia en
la traducción, corregida en las sucesivas), es
presentado desde el inicio como un “simula-
cro de ciudad, un decorado” (Vareille, 2017,
p. 9). Sabemos, sin embargo, que se trata de
una “ville d’eaux” en los Pirineos, que aparece
en la traducción como “ciudad marítima”, lo
que sin duda complica la comprensión del lec-
tor rioplatense mucho más que si se hubiese
traducido “ciudad / villa / balneario termal”.
Armando Andés mantiene, no obstante, esta
atmósfera de “decorado”, sin suavizar las con-
tradicciones del original, que incluyen los pa-
radojales sentimientos del narrador, como en:
“lo que yo más reprocho a los Pirineos, es que
sean montañas” (Mirbeau, 1904, p. 2):
La particularidad de esta ciudad en la que
me encuentro [...] consiste en esto: que no
es una ciudad. Generalmente, una ciudad
se compone de calles, las calles de casas, las
casas de habitantes. Ahora bien, en Z…. no
hay calles, ni casas, ni habitantes indígenas,
solo hoteles... setenta y cinco hoteles, gran-
des construcciones, semejantes a cuarteles
y a asilos de alienados, que se prolongan
los unos en seguida de los otros indefinida-
mente, sobre una sola línea, al fondo una
garganta brumosa y negra, donde tose y es-
cupe sin cesar, como un viejo bronquitoso
un pequeño torrente. [...] Después, algunas
villas desparramadas sobre las pendientes…
y en el fondo de una abertura, el estableci-
miento termal que data del tiempo de los ro-
manos… ah! sí… de los romanos!… Y nada
más. Ante uno, la montaña alta y sombría;
detrás, la montaña sombría y alta… A la de-
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo83Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
recha, la montaña, al pie de la que duerme
un lago; a la izquierda, la montaña siempre,
y otro lago aún… ¡Y nada de cielo!... ¡Ja-
más cielo sobre uno! (Mirbeau, 1904, p. 2).
El traductor mantiene en todo punto la con-
tradicción (“La particularité de cette ville [...]
tient en ceci, qu’elle n’est pas une ville”), la doble
enumeración que funciona como una lente de
acercamiento y de alejamiento (“une ville se
compose de rues, les rues de maisons, les maisons
d’habitants. Or, à X…, il n’y a ni rues, ni maisons,
ni habitants indigènes”), la analogía (“énormes
constructions, semblables à des casernes et
à des asiles d’aliénés”), la hipálage que atri-
buye plasticidad a las construcciones (“qui
s’allongent les uns les autres, indéfiniment, sur une
seule ligne”),24 la personificación del riachue-
lo a través de la comparación (“où toussote et
crachote sans cesse, ainsi qu’un petit vieillard bron-
chiteux, un petit torrent”), las exclamaciones e
interjecciones (“ah ! oui… des Romains !…”) y
los juegos de desplazamiento del locutor y de
los adjetivos (“En face de soi, la montagne haute et
sombre ; derrière soi, la montagne sombre et haute…
À droite, la montagne, au pied de laquelle un lac
dort ; à gauche, la montagne toujours, et un autre
lac encore…”).
Otros elementos que constituyen el universo en
el que se ubica la acción, aparecen marcados
por la cursiva o el entrecomillado, o incluso la
mayúscula inicial. Estos elementos podrían ser
considerados como “culturemas”, como son
definidos por Molina:
[…] un elemento verbal o paraverbal que
posee una carga cultural específica en una
cultura y que al entrar en contacto con
otra cultura a través de la traducción pue-
de provocar un problema de índole cultural
entre los textos origen y meta (apud Ola-
lla Soler y Hurtado Albir, 2014, p. 12).
24 Sin embargo, “s’allonger” denota más claramente
un movimiento en el espacio, que “prolongarse”
en español.
En cada caso, la resolución pasa por mantener
de alguna manera la lengua fuente, a través de di-
ferentes técnicas de traducción. En los casos de
“proveedurías de alpenstocks25 (por “assortiments
d’alpenstocks”) y de “Su toilette matinal” (por
Toilette matinale”) se trata de préstamos “puros”;
mientras que, en “La música de los Tzingaros”
(por “La musique des Tsiganes”), el préstamo se ve
“naturalizado” por la transliteración (Olalla
Soler y Hurtado Albir, 2014). La opción del
traductor, de mantener aunque sea en parte
la lengua fuente y marcar, a su vez, la palabra
en cuestión, señalan a estas expresiones como
parte de una suerte de léxico internacional,
que un lector cosmopolita podría o debería
conocer, pero que no se integran sin más a la
lengua de llegada.
En el caso de los nombres propios, se mantie-
nen ocasionalmente con modificaciones, sin
dar más datos que pudieran permitir al lector
hispanohablante ubicarse en el contexto que
esos nombres evocan, ya se trate del nombre
de “amigos” que el narrador encuentra, de pin-
tores o políticos franceses, o de prostitutas. Es
el caso de: “[los lagos] parecen pintados - ¡oh
naturaleza!- por M. Guillermo Dubufe, en uno
de esos momentos en que este artista, amado
por M. Leygues, se eleva hasta las vastas com-
posiciones simbólicas y religiosas […]” y de
“hay treinta mil como Roberto Hagueman”,
donde Robert y Guillaume se castellanizan, pero
se mantiene la abreviatura “M.”, por monsieur.
En el caso de las personalidades, son presen-
tadas sin más preámbulos; así aparecen el
diputado Paul Deschanel, el botanista Ber-
nard de Jussieu, la actriz Sarah Bernhardt,
simplemente nombrados. En el último caso,
los lectores podrían conocer sin duda a la
célebre actriz, que había además sido la ar-
tífice de la puesta en escena de Les Mauvais
bergers de Mirbeau en el Théâtre de la Re-
naissance, en París, en 1897. Aquí, sin em-
bargo, se la menciona de manera lateral, a
25 Bastón largo utilizado en los desplazamientos en
la montaña.
Lucía Campanella84Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
través de un paso de montaña, especialmente
peligroso, que tomó el nombre de la actriz del
hecho de que ella vacacionaba en sus cerca-
nías (“quien habla, un año, en el gran Sarah
Bernhardt, salvó a tres ingleses perdidos en la
nieve”), dato que muy improbablemente for-
mase parte del conocimiento del lector hispa-
nohablante, seguramente poco familiarizado
con el “Gotha de la Troisième République” (Mi-
chel, 2003, p. 8). Otro tipo de conocimiento,
clásico, es requerido para entender la presen-
cia de prostitutas detrás de “una Lais de Tou-
louse, ó una Friné de Bordeaux”.
La trama novelesca estará marcada por los
encuentros del narrador con otros persona-
jes, presentados también mediante un meca-
nismo paradojal, que esta vez el traductor no
normaliza, sino que acentúa por medio de la
traducción de “drôles” por “extravagantes”,
lo que, además, atenúa el carácter cómico de
los personajes mencionados:
Luego, ¿qué puedo hacer de mejor que presen-
taros algunos de mis amigos, algunas de las
personas que aquí codeo durante el día? Estos
son seres, los unos grotescos, los otros repug-
nantes; en general, perfectos canallas, gentes
cuya lectura no me atrevería a recomendar á
las jóvenes. Comprendo perfectamente que
vosotros diréis de mí: “he aquí un señor que
tiene extravagantes amistades”. Pero yo po-
seo otras que no son del todo extravagantes, y
de las que no hablo jamás, porque las estimo
infinitamente. Os ruego, pues, queridos lecto-
res y a vosotras también, lectoras púdicas que
[“no” —faltante—] me apliquéis el célebre
proverbio: “dime con quien andas…” Por-
que á estas almas de las que os mostraré sus
fisonomías, á menudo horribles, de las que
os narraré las más edificantes historias y sus
conversaciones casi siempre escandalosas, yo
no acostumbro á frecuentarlas en el sentido
del proverbio… Yo las encuentro, lo que es
una cosa completamente diferente y que no
implica de mi parte aprobación alguna, y
anoto este encuentro, para vuestra alegría y la
mía, sobre el papel… (Mirbeau, 1904, p. 2).
Es importante notar cómo se establece aquí, va-
rios párrafos más adelante de la presentación del
burgués-narrador a la que el lector de la traduc-
ción no tuvo un acceso completo, la complicidad
entre narrador y lector, a través de este discurso,
que justifica, mediante la intención didáctica,
todo lo que vendrá y que, por medio de la men-
ción de los otros amigos, los sagrados, de los
que no se habla, devela todo un sistema ético,
que hasta el momento parecía ajeno al narrador.
Varios de estos personajes son, además, acto-
res más o menos prominentes de la Belle époque,
ocultos bajo nombres cómicos, ofensivos y re-
veladores, para el lector contemporáneo, de su
verdadera identidad. Alfred Jarry señala la con-
fluencia de escenario y personajes en su reseña
de la novela para la Revue Blanche: la ciudad ex-
pande sus proporciones
[…] para contener a sus formidables y bur-
lescos invitados y lo hace tan bien que es
la sociedad toda la que se cristaliza en la
veintena de sinvergüenzas admirables a
base de ignominia —y de verdad— agru-
pados en el bar (Jarry, 1901/1969, p. 78).
El articulista de Nuevo Rumbo también señala
cómo en la obra de Mirbeau “destilan” “tipos
animados por sangre humana, enfermos, sanos
á medias casi muertos para la existencia ideal”
(“Nuestro folletín”, 1904, p. 1). Los apellidos,
a menudo elocuentes de estos personajes, se
presentan sin traducir, como en Clara Fistule
(“fístula”), Dr. Triceps (“tríceps”), o aún Dr.
Fardeau-Fardat (“carga-maquillada”, en una
traducción literal aproximada); la carga satírica
se transparenta en algunos casos, pero no en
todos.
Hemos visto, entonces, de qué manera el
traductor ha transmitido las diferentes figuras
retóricas, entre las que destacan la ironía, las
paradojas, las repeticiones y las analogías,
para dar cuenta de la atmósfera creada por
el autor, sin pasar por una adaptación que
traslade una serie de referencias culturales bien
precisas, quizás intraducibles. Podría pensarse
que este descuido del universo referencial del
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo85Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
lector responde a un desconocimiento del
funcionamiento de la lectura como actividad
inferencial o bien a una incapacidad del
traductor de verter estos elementos en
castellano sin recurrir a notas al pie de página,
o incluso de una incompetencia, como la
que vemos en la traducción de “sacrée saison
como “sagrada estación”, en lugar de “maldita
temporada”.
No obstante, teniendo en cuenta el contexto
internacionalista de publicación, es posible
plantear que esta traducción opta por no
normalizar ni acercar al lector al texto
mediante el traslado de referencias culturales
a su realidad inmediata o a su lengua. De
hecho, el único caso que hemos encontrado,
en este primer capítulo, de uso de la variedad
rioplatense del español (“rezongaba al mozo”,
por “camarero”) se integra naturalmente,
para el lector rioplatense, en el contexto
francés y europeo del relato. Como sostiene
Mariana di Stefano, en un análisis que puede
ser extrapolado al conjunto del anarquismo
rioplatense, la comunidad plurilingüe del
anarquismo argentino se dotó a misma
de unas políticas lingüísticas de hecho,
sin asociar cada lengua con una identidad
nacional, ni adoptar el poliglotismo propio
del cosmopolitismo de las élites, sino todo lo
contrario: “en el plurilingüismo ácrata, ese
conjunto de lenguas en uso simultáneo se
relaciona con el internacionalismo proletario”
(Di Stefano, 2009, p. 292). Un movimiento
similar al del director del diario, Félix Basterra,
que preveía publicar su libro sobre la situación
de Argentina, en Montevideo, en Roma y en
París, y en español, francés e italiano.
5. Conclusiones
Hemos rastreado el camino que unos textos
breves, escritos sobre el final del siglo xix en
Francia y publicados en un diario republicano,
han hecho hasta otro diario, anarquista,
de comienzos del siglo xx, en un país que
empezaba su vida como nación moderna.
En ese trayecto, pasaron por el suplemento
literario más leído por los anarquistas a nivel
mundial, y se transformaron en una novela,
editada por la editorial francesa Fasquelle.
Como vimos, en el marco de los procesos
comparables que el anarquismo como
movimiento fue realizando en diferentes
regiones no europeas, la publicación y la puesta
en escena de Mirbeau no fue una singularidad,
sino más bien un rasgo compartido. Es
posible, sin embargo, plantearse una cierta
particularidad que dibuja el pasaje de
Mirbeau por el anarquismo uruguayo (o que
se desarrolló en el territorio uruguayo), a
través de las numerosas traducciones que aún
esperan ser estudiadas. Montevideo, que
funcionó como refugio para los expulsados
de diversos países ya desde antes de la ley de
extranjería argentina de 1902, proveyó de un
medio cosmopolita, pero, a la vez, concentrado
y relativamente pequeño, donde era posible
tener proyectos editoriales que alcanzasen
lectores hispanohablantes en otras regiones de
América y de Europa.
Estas publicaciones a menudo optaron, como
lo hizo Nuevo Rumbo, por la divulgación de
obras literarias que desafían el utilitarismo que
se le suele atribuir a la prensa anarquista en su
trato con el arte, entendido como “propaganda
educadora” (Golluscio, 1986, p. 57). De
hecho, tan poco tradicional es la narración
elegida en este caso, que el traductor debe
suavizar, al menos en un primer momento, la
paradojal condición de burgués del narrador.
Les 21 jours d’un neurasthénique, calificada
como “monstruosidad” y “patchwork” en la
actualidad (Michel, 2003, pp. 6, 9), ya había
sido considerada como “agua que queda del
baño” y “fondo del cajón de un periodista” en
la época (Vareille, 2017, p. 3). Incluso, cuando
el artículo de presentación enmarcaba y
condicionaba la lectura del folletín, al mostrar a
Mirbeau como el sucesor de la narrativa de Zola,
a nadie que hubiera leído al “maestro de
Médan” se le escaparía la abismal diferencia y
la condición anómala de este texto, “manifiesto
estético y respuesta a la esclerosis del género
Lucía Campanella86Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
novelesco” (Vareille, 2017, p. 5). Más aún,
dos de los otros autores franceses publicados
en traducción por Nuevo Rumbo, Lucien
Descaves y Paul Margueritte, habían firmado,
ya en 1887, el Manifeste des Cinq, en el que
rechazaban la poética de Zola, especialmente
a partir de la publicación de La Terre.
Si descartamos como motivación principal del
traductor y del editor para elegir este texto una
suerte de frustrado “deseo cosmopolita” (Sis-
kind, 2017) que marcó fuertemente a los escri-
tores de la llamada “generación del 900” uru-
guaya y nos centramos en sus motivaciones
políticas, es necesario admitir que en la obra
del mismo Mirbeau se podían encontrar mu-
chos otros textos, capaces de encender la lla-
ma de la rebelión, concienciar sobre las duras
condiciones de vida de los miserables, mostrar
la posibilidad de la revolución, de manera más
inteligible y redundante. En cambio, la elec-
ción de Les 21 jours..., y la opción por una tra-
ducción que no aplana su alteridad y que pre-
senta el texto como objeto externo al lector,
hacen de él, por partida doble, un lector políti-
co, como lo planteaba Melmoux-Montaubin.
En un artículo sobre la transfiguración de lo
político a través de la ficción, Alice Béja pro-
pone que
Algunos autores, a través de sus obras, aspi-
ran a restablecer ese espacio sin limitaciones
que permite ejercer plenamente la capacidad
de juzgar. Estimando que esta última ha
abandonado el mundo político (las institu-
ciones, los principios en cuyo nombre son
dirigidas), ellos crean un universo donde
la relación política será nuevamente posi-
ble, lo que no puede hacerse sino en el es-
pacio libre de la ficción (Béja, 2008, s. d.).
Este análisis, centrado en los procedimientos
literarios de “montaje” de John Dos Passos,
puede muy bien aplicarse a la estructura des-
membrada de Les 21 jours… y a su técnica
narrativa, que buscaba acabar con la novela
decimonónica. Intención declarada en el ca-
pítulo tercero de la novela, donde el narrador
encuentra, en un manicomio, al personaje bal-
zaciano Lucien de Rubempré, quien, pertur-
bado, sin nombre y sin pensamiento, le pide
ayuda para recuperar su identidad. El capítu-
lo es retomado en la traducción de Armando
Andés sin elementos que suavicen esa extraor-
dinaria transgresión.
Este movimiento de integración de literatura
y política puede rastrearse en una suerte de
tradición de la publicación de literatura fran-
cesa en la edición montevideana de periódi-
cos políticos. Estudiando la forma en la que
el folletín, especialmente de origen francés,
fue adaptado y publicado en América del Sur,
Hernán Pas plantea como ejemplo la publica-
ción de Claude Gueux (1834), de Victor Hugo,
en El Corsario, periódico montevideano de
1840. La interrelación entre la intencionali-
dad política del texto y del soporte, un texto
romántico y de denuncia en un diario liberal,
queda manifiesta:
[…] determinado tipo de literatura encuentra
su canal preferente de circulación en determi-
nado tipo de prensa; así, podrían repensarse las
conexiones entre ideologías políticas y estéti-
cas atendiendo a los modos de circulación de
los impresos, esto es, las distintas modalidades
de comunicación letrada (Pas, 2015, p. 55).
La pregunta sobre la combinación de la ins-
tancia ideológica del texto con la circunstan-
cia material de su publicación (Pas, 2015,
p. 54) debería entonces reformularse, para
incluir la pregunta por la traducción como
procedimiento político por antonomasia.
Asimismo, la cuestión de la traducción debe-
ría ser integrada en los análisis de la produc-
ción cultural anarquista, entendida como una
contracultura (Golluscio, 1986, p. 58), en la
medida en que la misma tomaba canales dis-
tintos de los oficiales y se declaraba en contra
de la ideología estatal y gubernamental. Si
sumamos la traducción al movimiento contra-
cultural que se evidencia “en todas las instan-
cias de producción”: la gestión de la demanda,
la creación autoral, la ejecución, la edición, el
La traducción como práctica política: Les 21 jours d’un neurasthénique
de Octave Mirbeau en el periódico anarquista Nuevo Rumbo87Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 14, N.°1, 2021, enero-junio,pp.68-91
financiamiento, la crítica y la evaluación de
la recepción (Golluscio, 1986, p. 58), es evi-
dente que Nuevo Rumbo, en tanto que disposi-
tivo semiótico específico, realizó, en su poco
menos de un mes de vida, la mayoría de estas
operaciones.
En este sentido, Félix Basterra se comporta
como un “contrabandista”, en el sentido que le
dan a este término Roig y Meylaerts (2018), ha-
ciendo una distinción entre los agentes media-
dores “oficiales” (llamados por ellas “agentes
aduaneros”), transmisores de una cultura que
se vuelve igualmente oficial, integrada al ca-
non nacional, y los agentes mediadores que se
movieron en circuitos extraoficiales y
que, como en este caso, incluso se enfrentaron
al poder instituido, con las consecuencias que
conocemos para nuestro periódico. La traduc-
ción de un texto de Mirbeau en Nuevo Rumbo
se resignifica, entonces, en este marco y dibuja
una suerte de círculo de confluencia de ideas
anarquistas y antiestatales, que se retroalimen-
ta entre Jean Grave, Octave Mirbeau y Félix
Basterra, sin olvidar al traductor Armando
Andés.
En las últimas décadas, los estudios de traduc-
ción han señalado cómo el arte de traducir debe
ser analizado en el marco de las relaciones de
fuerza entre los países y sus lenguas. En ese
marco, la traducción en lenguas “centrales”
consagra a un autor de una lengua “menor”,
modificando su posición en su campo literario
de origen, mientras que, a la inversa, la traduc-
ción de obras producidas en lenguas centrales
a lenguas menores constituye una forma de
“acumulación de capital literario para literatu-
ras nacionales en vías de construcción” (Heil-
bron y Sapiro, 2002, p. 5). Siguiendo este aná-
lisis, Pascale Casanova ha propuesto que esta
jerarquía internacional hace de la traducción
un “intercambio desigual”, en definitiva, una
forma de la dominación. El uso del español
como lengua de expresión literaria representa
así una desventaja en el campo de la literatu-
ra mundial, por ejemplo, a los ojos del autor
modernista guatemalteco Enrique Gómez
Carrillo (Casanova, 2002). Si siguiéramos este
análisis, la traducción de Mirbeau, como de
otros autores franceses en la prensa anarquista
montevideana, debería entenderse como una
operación de acumulación de capital literario.
La recepción de la literatura francesa por par-
te de la generación del 900 uruguaya (con la
que los anarquistas montevideanos tuvieron
no pocos vínculos) responde sin lugar a dudas
a este esquema.
Sin embargo, estaríamos dejando de lado el
potencial de la traducción como práctica po-
lítica, al olvidar que el pensamiento interna-
cionalista anarquista se proponía (y a veces
lograba) hacer saltar por los aires la “jerarquía
internacional” de lenguas y naciones. A este
orden, del que, por supuesto, los anarquistas
no estaban exentos, pero sí muy conscientes,
el movimiento opuso otro, hecho de (para
parafrasear a Casanova) “intercambios igua-
litarios”. Así, un opúsculo escrito en español
sobre la situación de Argentina podía esperar
verse publicado en traducción en Roma y Pa-
rís; así, la prensa anarquista es a veces plurilin-
güe; así, los periódicos anarquistas encumbra-
ron y tradujeron no solo a escritores franceses,
sino también a autores de lenguas “menores”,
como el holandés Eduard Douwes Dekker,
más conocido como Multatuli, el noruego
Henrik Ibsen, el ruso Máximo Gorki o el
alemán Gerhart Hauptmann, a otras lenguas
también “menores”, como el español, el por-
tugués o el yiddish.
La práctica de la traducción literaria anarquis-
ta en este período, que espera aún ser estudia-
da en su conjunto, superpone al campo litera-
rio internacional jerarquizado otros modos del
intercambio de textos e ideas, porque su obje-
tivo no se comparece con las dos lógicas que
suelen regir la traducción literaria en el aná-
lisis de Heilbron y Sapiro (2002), es decir, la
lógica económica del lucro y la lógica cultural
de la constitución de un “fondo”. No se rige,
tampoco —al menos no exclusivamente—,
como esperamos haber mostrado más arriba,
por un simple afán de encender conciencias a
Lucía Campanella88Traducción y prensa en América Latina y el Caribe: pasado, presente y futuro
través del panfleto o de la literatura de tesis.
Se constituye, de este modo, en una práctica
específica, para la que es necesario desarrollar
herramientas teóricas igualmente específicas.
Si, como lo señala André Lefevere, la traduc-
ción tiene que ver con la autoridad y la legi-
timidad y, en última instancia, con el poder,
la manera en la que esta traducción actúa (o
pretende actuar) en la cultura de llegada no
es inocentemente, como “ventana abierta” ha-
cia la cultura fuente, sino como una forma de
influir en los procesos políticos de la cultura
local, para subvertirlos (Lefevere, 1992, p. 2).
Porque, como lo recuerda el autor, la cultura
de llegada no es una entidad monolítica, sino
que está plagada de tensiones entre los grupos
que quieren influenciar el rumbo que esa
sociedad toma, en la manera en la que ellos
estiman mejor (Lefevere, 1992, p. 8). Esta
postura parece más pertinente, en el caso de la
traducción literaria que nos ocupa, que la de
considerar exclusivamente a las traducciones
en el marco de un estado de cosas (lenguas
minoritarias y mayoritarias en un universo
altamente jerarquizado) que no es susceptible
de cambiar. La constitución de la traducción
literaria como objeto sociológico (Heilbron
y Sapiro, 2002) concibe las hegemonías
culturales creadas a través de la circulación
de los impresos y de la traducción como
industrias, motivadas por un afán de ganancia
económica o cultural, lo que implícitamente
excluye la traducción como una operación
que puede poner en cuestión esas hegemonías.
Esperamos haber mostrado, en este artículo,
cuánto más fructífero resulta, en este caso,
reponer y repensar el contexto material
de circulación de impresos, las redes
transnacionales que lo hicieron posible, las
intenciones expresas de agentes y traductores
(o agentes-traductores) en el contexto de
un ideario político anarquista, antiestatal e
internacionalista, y una inesperada confianza
en el lector, para que construya él mismo el
significado.
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Cómo citar este artículo: Campanella, L. (2021). La traducción como práctica política: Les 21 jours
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