ISSN 2011-799X
Artículo recibido: 17/02/2023
Artículo aceptado: 10/04/2023
doi: 10.17533/udea.mut.v16n2a04Traducir para el censor: una exploración
de los archivos de la represión cultural
en Argentina (1976-1983)
Alejandrina Falcón
alejafal@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2721-0799
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”.
uba/Conicet, Buenos Aires, Argentina
Resumen
El objetivo general del artículo es contribuir al conocimiento de la historia de la traducción en contex-
tos discursivos controlados. Su objetivo específico es analizar las prácticas de traducción involucradas
en la censura cultural durante la última dictadura cívico-militar en Argentina. De carácter explora-
torio, este trabajo halla su base material en dos fondos de los llamados “archivos de la represión”: el
fondo del Ministerio del Interior, conocido como archivo banade, y el fondo de la Dirección de Inteli-
gencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires ( dippba ). A partir del análisis de correspondencia
burocrática, traducciones encargadas con fines de inteligencia, organigrama de estructura ministerial,
planillas de dotación de empleados e informes de censura, se reconstruye el circuito de circulación
de una traducción en el entramado institucional de la censura y se interroga la identidad social de los
traductores, así como sus competencias, funciones y responsabilidades. Esta exploración pretende no
solo discutir problemas específicos de la traducción en contextos de represivos desde la perspectiva de
los censores, sino también explorar una problemática que trasciende los estudios de traducción: el rol
de los expertos, intelectuales, técnicos y profesionales en el aparato de control cultural.
Palabras clave: archivos de la represión, censura de publicaciones, dictadura cívico-militar en Argenti-
na, traducción, traductores censores
Translating for the Censor: An Exploration of the Archives of Cultural Repression
in Argentina (1976–1983)
Abstract
The general objective of this article is to contribute to the knowledge of the history of translation in
controlled discursive contexts. Its specific objective is to analyse the translation practices involved
in cultural censorship during the last civil-military dictatorship in Argentina. This exploratory work
finds its material basis in two collections of the so-called “repression archives”: the collection of
the Ministry of the Interior, known as banade archive, and the archive of the Dirección de Inteli-
gencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires ( dippba ). Based on the analysis of bureaucratic
Alejandrina Falcón316Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
correspondence, translations commissioned for intelligence purposes, the organizational chart of the
ministerial structure, staffing sheets and censorship reports, we reconstruct the circulation circuit of a
translation in the institutional framework of censorship and question the social identity of the trans-
lators, as well as their competencies, functions and responsibilities. This exploration not only aims to
discuss specific problems of translation in repressive contexts from the censors’ perspective, but also
to explore a problem that transcends translation studies: the role of experts, intellectuals, technicians
and professionals in the apparatus of cultural control.
Keywords: censorship of publications, archives of repression, civilian-military dictatorship in Argen-
tina, translation, translators as censors
Traduire pour la censure : une exploration des archives de la répression
culturelle en Argentine (1976-1983)
Résumé
L’objectif général de cet article est de contribuer à la connaissance de l’histoire de la traduction dans
des contextes discursifs contrôlés. Son objectif spécifique est d’analyser les pratiques de traduction
impliquées dans la censure culturelle pendant la dernière dictature civico-militaire en Argentine. La
base matérielle de ce travail exploratoire se trouve dans deux collections de ce que l’on appelle les « ar-
chives de la répression » : la collection du ministère de l’Intérieur, connue sous le nom d’archive
banade, et les archives de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires
( dippba ). À partir de l’analyse de la correspondance bureaucratique, des traductions commandées à
des fins de renseignement, de l’organigramme de la structure ministérielle, des listes de personnel
et des rapports de censure, nous reconstituons le circuit de circulation d’une traduction dans le cadre
institutionnel de la censure et nous interrogeons l’identité sociale des traducteurs, ainsi que leurs com-
pétences, fonctions et responsabilités. Cette exploration vise non seulement à discuter des problèmes
spécifiques de la traduction dans des contextes répressifs du point de vue des censeurs, mais aussi à
explorer une problématique qui transcende les études de traduction : le rôle des experts, des intellec-
tuels, des techniciens et des professionnels dans l’appareil de contrôle culturel.
Mots clés : censure des publications, archives de la répression, dictature civile-militaire en Argentine,
traduction, traducteurs-censeurs
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)317Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
Introducción
Durante la década de los setenta del siglo xx,
Argentina atraviesa un proceso político y social
signado por la radicalización ideológica, la lucha
armada como modo de intervención política y
sucesivas crisis económicas y sociales, que acti-
van mecanismos de represión desde el aparato
estatal y paraestatal. En torno a 1974, durante
el Gobierno de Isabel Perón, la organización
paraestatal Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina), que representaba el ala derecha del
movimiento peronista, persiguió y asesinó a mi-
litantes y líderes políticos, activistas sindicales y
estudiantiles, profesores universitarios, profesio-
nales, artistas y periodistas. En marzo de 1976,
las Fuerzas Armadas desplazan del poder al jus-
ticialismo, partido mayoritario y elegido demo-
cráticamente en 1973 con el 49,5 % de los votos.
El autodenominado Proceso de Reorganización
Nacional impuso su primer presidente, el gene-
ral Jorge Rafael Videla, con acuerdo de partidos,
asociaciones empresariales, la cúpula de la Igle-
sia católica, la Sociedad Rural Argentina (sra)
y el respaldo de los medios de comunicación,
entre otros actores sociales.
El gobierno de facto diseñó una política repre-
siva de magnitud inédita en la historia de los
golpes militares y cívico-militares en la Argen-
tina: en esos años, para cumplir con el objetivo
de “restitución de los valores esenciales del Es-
tado” y “erradicación de la subversión”, desde
el Estado se perpetraron decenas de miles de
asesinatos, torturas sistemáticas, secuestros
de bebés y niños, desapariciones forzadas, exilio.
Destinada a eliminar de manera sistemática toda
manifestación de disenso y toda acción tendien-
te al ejercicio de la crítica y la movilización so-
cial, la represión fue condición necesaria para
impulsar sin oposición un plan económico de
achicamiento del Estado y la destrucción de su
tradición intervencionista, en favor de la espe-
culación financiera y el beneficio de los gran-
des capitales internacionales.1 Estos objetivos
1 Para una más amplia introducción al período, véase
Águila (2023), Franco (2012) y Quiroga (2005).
requerían una transformación cultural am-
plia, por lo que desde el Estado, y con la acti-
va, y por momentos entusiasta, colaboración
de medios de comunicación social —canales
de televisión, diarios nacionales, semanarios
de actualidad, editoriales y otros sectores de
la industria cultural—, se planificó un sistema
de control cultural destinado ante todo a disci-
plinar a la población, a naturalizar formas de
autocensura, pero también a eliminar la oferta
cultural nacional o extranjera considerada lesi-
va para los intereses de la nación.2
Con motivo del trigésimo sexto aniversario del
golpe de Estado de 1976, la Comisión Provin-
cial de la Memoria de la ciudad de Córdoba y el
Archivo Provincial de la Memoria editaron un
catálogo de publicaciones prohibidas durante
la última dictadura cívico-militar. El catálogo
reúne títulos de obras en castellano, numero-
sas traducciones y algunos textos en lenguas
extranjeras, principalmente escritos en alemán,
francés, inglés, italiano y ruso. La presentación,
a cargo de los editores, describe los mecanismos
de la represión cultural y sus efectos sobre el
circuito de producción y recepción de las obras
—autores, editores, libreros, bibliotecas y prác-
ticas de lectura—; promueve la exploración de
los decretos de prohibición e informes de inte-
ligencia, y propone una nueva mirada sobre los
agentes de la censura:
Al contrario de lo que se puede suponer, los
censores eran gente con formación y califi-
cada para la lectura de determinadas obras,
lo cual fortalece la hipótesis de que muchos
profesionales civiles participaron en la apli-
cación de los mecanismos de censura y re-
presión cultural (Comisión Provincial de la
Memoria y Archivo Provincial de la Memo-
ria, 2012, p. 10).
2 Clausura de editoriales, quema de libros, perse-
cución de autores, editores y trabajadores de la
edición, los efectos de la represión cultural en
el mundo del libro han sido analizados en pro-
fundidad por Gociol e Invernizzi (2002). Véase
también De Diego (2006), Pesclevi (2014) y, más
recientemente, Walker (2020).
Alejandrina Falcón318Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
Una lectura atenta de los títulos reunidos en
el catálogo invita, en efecto, a indagar qué cla-
se de competencias, formación o experticia
requería la tarea de leer, informar y censurar
publicaciones muy diversas. La presencia de tí-
tulos en idiomas extranjeros habilita asimismo
a plantear la hipótesis de que esas competen-
cias entrañaban no solo la capacidad de lectura
y análisis de textos complejos, sino también el
dominio de lenguas extranjeras y la práctica de
la traducción.
Este trabajo, de carácter exploratorio, apunta a
mostrar una de las líneas de investigación dis-
ponibles para una historia de la traducción en
contextos discursivos controlados: el estudio
de las prácticas de traducción y los traductores
al servicio de la censura. Si bien la censura de
publicaciones suele abordarse desde la pers-
pectiva de los textos prohibidos, de los autores,
editores y traductores perseguidos, o aun de los
fenómenos de “resistencia” a la represión cul-
tural, ciertas investigaciones han comenzado a
interesarse por los agentes de la censura, cuyas
prácticas, creencias y trayectorias permiten ilu-
minar funciones literarias de la censura y estu-
diar a los censores como activos colaboradores
de los autores en los procesos de producción
textual, como muestra Robert Darnton (2014).
Sin embargo, siguiendo la crítica reciente de
Roger Chartier, es posible mantener esta nueva
perspectiva sin olvidar la función biblioclasta y
represiva de la censura, la de prohibir textos
y castigar a sus productores (2022, pp. 51-58).
En Argentina, esta perspectiva recibe su impul-
so del proceso de desclasificación de archivos
reservados o secretos, gracias al cual infinidad
de documentos sobre la represión cultural se
hicieron públicos. Entre estos “archivos de la
represión”,3 dos fondos destacan como fuentes
3 Gabriela Águila define “archivos de la represión”
como aquellos “depósitos que contienen do-
cumentos de diversa índole provenientes de las
fuerzas de seguridad vinculados con la vigilancia,
control y/o persecución de personas a lo largo
de las últimas décadas o, más en general, que
incluyen datos sobre la actuación de las fuerzas
para una historia de la censura de publicacio-
nes: el archivo del Ministerio del Interior, co-
nocido como archivo banade, y los informes
de inteligencia de la “Asesoría Literaria” del
Departamento de Coordinación de Antece-
dentes de la Dirección de Inteligencia de la Po-
licía de la provincia de Buenos Aires (dippba ).4
Tales acervos documentales constituyen la
base material de este trabajo y de ellos pro-
ceden las fuentes que analizo: un expediente
de correspondencia burocrática, traducciones
encargadas con fines de inteligencia, organi-
gramas de estructura ministerial, planillas de
dotación de empleados e informes de censu-
ra. Guían el análisis las siguientes preguntas:
¿cómo se procedía para censurar una produc-
ción extranjera que no estaba ya traducida?
¿Cuál era el circuito de circulación de esos
textos en el entramado institucional de la cen-
sura? ¿Qué función tenían las traducciones
de los censores? ¿Quiénes encargaban las
traducciones para los informes de censura?
¿Quiénes traducían para la censura? ¿Cómo
traducían los censores? ¿Qué lugar ocupaban
los traductores en la estructura administrativa
del aparato censor? Con estas preguntas se
pretende no solo discutir problemas específicos
de la traducción en contextos de censura,
sino también explorar una problemática
que trasciende los estudios de traducción: el
rol de los expertos, intelectuales, técnicos y
profesionales en el aparato de control cultural.
El trabajo está ordenado en cuatro apartados. El pri-
mero, de carácter general, presenta la problemática
represivas o sobre violaciones a los derechos hu-
manos cometidas en aquellos años” (2017, p. 58).
Una de las hipótesis de Águila (2017) sostiene
que el rol de los archivos de la represión reciente-
mente “descubiertos” o puestos a disposición del
público fue clave en la renovación del paradigma
teórico-metodológico de la investigación acadé-
mica sobre el pasado reciente en la Argentina.
4 Para una reconstrucción histórica y temática de
cada fondo, véanse Funes (2008 y 2010), Gociol
e Invernizzi (2002), Invernizzi (2005 y 2006), Ka-
han (2007), entre otros.
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)319Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
de la censura en la Argentina del siglo xx a par-
tir de una selección de investigaciones dispo-
nibles (Avellaneda, 1986 y 2006; Funes, 2008
y 2010; Gociol e Invernizzi, 2002; Invernizzi,
2005 y 2007; Ramírez Llorens, 2020). Los de-
más apartados están centrados en torno a tres
tipos de fuentes. En el segundo, el análisis de la
correspondencia burocrática permite restituir,
en un nivel macro, el circuito de una traducción
desde su encargo hasta el cumplimiento de
su función, a saber, obtener información para
censurar un artículo (y vigilar a sus producto-
res) publicado en julio de 1978 en una revista
estadounidense con motivo de la organización
de la visita a la Argentina de la Comisión In-
teramericana de Derechos Humanos, prevista
para 1979 e impulsada por la administración
de Jimmy Carter. En el tercer apartado, en
un nivel meso de análisis, interpreto un orga-
nigrama de la Secretaría General de Publica-
ciones, dependiente del Ministerio del Interior,
para reconstruir la posición del traductor en su
estructura administrativa y comprender su rol
en el complejo entramado de “funciones” y
“misiones”. En la cuarta sección, en un nivel
micro de análisis, revelo estrategias textuales
y prácticas concretas de traducción en un in-
forme de lectura realizado por la “Asesoría Li-
teraria” del Departamento de Coordinación de
Antecedentes de la Secretaría de Inteligencia
del Estado (side), fondo alojado en el archivo
de la dippba.
1. La censura cultural en Argentina:
entre moral doméstica y seguridad
nacional
Los estudios sobre control cultural durante la
dictadura cívico-militar de 1976 coinciden en que
la estructura de la censura estaba ya perfilada
cuando se produjo el golpe de Estado,5 pues
5 Sobre el caso de la Municipalidad de Buenos Ai-
res, por ejemplo, sostienen Gociol e Invernizzi:
“Los criterios de la censura durante la dictadura
fueron prácticamente los mismos que se aplica-
ron en la Municipalidad durante el gobierno de
María Estela de Perón. Las comisiones de cali-
ficación no sufrieron cambios y las decisiones
el proceso de constitución del discurso y la
infraestructura de control se organizó en el
curso del siglo xx, por etapas de acumulación
y sistematización de la normativa (Avellaneda,
1986 y 2006).6 Así pues, ni la legislación ni
la trayectoria de censores e instituciones de
control cultural fueron patrimonio de gobiernos
de facto, por lo que la oposición conceptual
entre democracia y dictadura no permitiría
explicar la ocurrencia de fenómenos de censura,
la red de actores e instituciones, la trama de
fundamentos, estrategias y blancos de la
represión cultural en Argentina.
Por lo demás, la censura cultural no fue un
fenómeno autónomo que pueda escindirse de
otras formas de represión, control y violencia
política, entre otros métodos ilegítimos del
terrorismo de Estado: propaganda oficial y oficiosa,
acción psicológica,7 amenazas y listas negras,
que se adoptaron durante las últimas semanas del
gobierno constitucional se promulgaron sin mo-
dificaciones durante los inicios del régimen dicta-
torial” (2002, p. 86).
6 La hipótesis de Andrés Avellaneda, pionero en el
estudio de la censura en Argentina, sostiene que
ese discurso censor se consolidó por etapas de
acumulación y sistematización a partir del año
1960, punto inicial de su análisis: “La documen-
tación muestra además dos fases con bastante
claridad: a) una etapa en que el discurso acumu-
la sus significados básicos, con un primer ajuste
en el período 1962-1963 (gobierno provisorio
de José M. Guido), y con un segundo ajuste más
completo en el período 1966-1973; y b) una etapa
en que el discurso se organiza sistemáticamente,
desde mediados de 1974 (sobre todo durante la
presidencia de María Estela Martínez de Perón) y
durante el período 1976-1983, espacio donde se
anudan firmemente los cabos sueltos de las dos
décadas anteriores. El período de examen, pues,
puede ser delimitado entre 1960 y 1983, con una
etapa mayor de formación y acumulación hasta
aproximadamente 1974 y otra de culminación y
sistematización desde entonces hasta 1983” (Ave-
llaneda, 2006, p. 31).
7 Sobre la acción psicológica, véase la investigación
de Julia Risler (2018). La distinción entre pro-
paganda oficial y oficiosa se da entre la produ-
cida por el régimen militar y la que proviene de
Alejandrina Falcón320Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
asesinatos, tortura, secuestros, cárcel y exilio.
Lejos de ello, la destrucción de los cuerpos y la
de los bienes culturales, así como la violencia
física y simbólica, constituyeron elementos
complementarios en un plan sistemático de control
de la población mediante el terror.8 La dictadura
tuvo clara comprensión de la centralidad de la
educación y de los medios de comunicación
social en la circulación de ideas e hizo de
ello un frente de batalla ideológico-cultural.9
En este sentido, el apoyo de numerosos
medios de comunicación y la participación
civil desempeñaron un papel importante en el
aparato de control cultural.
Si bien aún no se ha escrito la historia integral
de la censura en la Argentina, sí se registran
estudios sobre su funcionamiento en el si-
glo xx. Ramírez Llorens (2020), por ejemplo,
recientemente analizó los fundamentos, actores
y organismos de control sobre los medios de
comunicación para comprender los objetivos
de los censores, su relación con el Estado, la
sectores privados y entidades de bien público, es
decir, asociaciones civiles e instituciones sin fines
de lucro (Risler, 2018, p. 184).
8 En palabras de Patricia Funes: “La desaparición
forzada de personas y la desaparición física y sim-
bólica de las ideas de transformación social fue
una metodología sistemática que pretendía borrar
la memoria de los colectivos sociales y la historia
de sus luchas” (2010, p. 2).
9 Tal como explican Gociol e Invernizzi: “[E]l pro-
yecto de reconversión del modelo económico del
país requería un proyecto complementario y ne-
cesario en el terreno de la cultura y la educación;
el plan de exterminio sistemático de las organiza-
ciones armadas y sus organizaciones periféricas
requería un proyecto complementario de repre-
sión cultural; el proyecto de desarticular la red de
organizaciones populares de base requería de un
plan de desarticulación en el terreno ideológico; si
se proponía destruir un estado de conciencia colec-
tivo, entonces también se debía destruir una estado
de cultura y educación. En síntesis, el proyecto
era global, se diría fundacional (de ahí prn [Pro-
ceso de Reorganización Nacional]), y en el mis-
mo lo cultural ocupaba un lugar central y básico”
(2002, p. 31).
justificación de su actuación y las estrategias
desplegadas en cada medio de comunicación.
Aunque centrado en medios audiovisuales
—radio, cine y televisión—, el recorrido per-
mite aprehender dos grandes tendencias de la
censura en la Argentina del siglo xx: por un
lado, aquella centrada en el control moral en
el ámbito doméstico; y, por otro, tras la adop-
ción de la Doctrina de la Seguridad Nacional,
aquella centrada en el control del enemigo in-
terno y la defensa interior.10 Si bien, como se-
ñalan Gociol e Invernizzi, la “problemática de
la ‘sexualidad/pornografía/etc.’ de ninguna
manera es ajena a la problemática de lo ‘polí-
tico-ideológico’” (2002, p. 82), se ha detectado
que durante la dictadura de 1976 incluso hubo
una división del trabajo censor en virtud de
la cual la Municipalidad porteña se ocupaba
principalmente del control sobre la “moral” y
dejaba en manos del Ministerio del Interior la
dimensión política (Gociol e Invernizzi, 2002, p. 82).
Si bien la Constitución Nacional de 1853 ga-
rantizaba la libertad de prensa sin censura pre-
via, la censura moderna en Argentina habría
surgido, según Ramírez Llorens (2020), con las
normativas municipales que otorgaron poder de
policía a los municipios para intervenir en ca-
sos de contravención o delito contra la “moral
pública y buenas costumbres”. Desde entonces,
el proceso de incorporación de los organismos
de control cultural al ámbito estatal —nacio-
nal, provincial o municipal— se mantuvo
constante. Al ritmo del desarrollo de la prensa
masiva, el mercado editorial, la radiodifusión y
la televisión, se elaboraron normativas que die-
ron sustento legal al control de los medios. Por
cierto, la censura hallaba a menudo su impulso
en actores de la sociedad civil, a través de pu-
blicaciones y asociaciones católicas —como la
Acción Católica Argentina—, ligas de familia,
entre otros.11 Abogados, militantes católicos,
10 Sobre el “enemigo cultural” configurado por el
régimen militar, véase Gociol e Invernizzi (2002,
pp. 49-52): se trata de un ubicuo enemigo marxis-
ta, subversivo y antiargentino.
11 En cuanto a los actores no estatales de la cen-
sura, en 1951 la Acción Católica creó su propia
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)321Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
políticos, militares, diplomáticos, fiscales, no
pocos censores tuvieron extensas trayectorias y
continuidad en dependencias estatales, áreas mi-
nisteriales y en el ámbito privado, atravesando
incólumes períodos democráticos y dictaduras,
exhibiendo su estabilidad aun en los períodos de
mayor inestabilidad política del siglo xx.
La segunda tendencia, ligada al control ideoló-
gico-político del “enemigo interno” en el marco
de un conflicto imaginado como global, interesa
porque coincide con la creación de los organis-
mos de inteligencia estatales que dieron estruc-
tura administrativa y burocrática a la censura de
publicaciones entre los años 1976 y 1983, que
analizamos aquí. El contexto internacional de
la Guerra Fría implicó la implementación lo-
cal de las doctrinas de la guerra revolucionaria
y de la seguridad nacional;12 en ese marco, a la
par de una censura moral-doméstica, se instala
la censura política sistemática sobre un tras-
fondo de guerra fría internacional.13 Así pues,
para comprender los mecanismos de censu-
ra de publicaciones, la normativa que la encua-
draba y los grados de responsabilidad de los
diversos agentes de la censura —entre los que
se cuentan traductores—, es preciso detenerse
someramente en la creación de organismos de
control, leyes y decretos que dieron sustento al
andamiaje burocrático-legal de la censura en-
tre 1956 y 1983.
En sus investigaciones sobre los informes de
censura hallados en el archivo dippba, Patri-
cia Funes (2008, 2010) reconstruye parte de
dirección general de cine y teatro, en cabeza del
abogado Ramiro Lafuente, que suma su acción
a la de Francisco Fassano, otro abogado, que in-
tegraba desde los años cuarenta la Junta de Ca-
lificación Cinematográfica y llegó a presidir la
Comisión Municipal de Calificación de Publica-
ciones (Ramírez Llorens, 2020).
12 Sobre este tema, véase Pontoriero (2022).
13 Preocupada también por vencer al enemigo in-
terno, portador de ideologías foráneas, y evitar la
infiltración de formaciones ideológicas identifica-
das como “comunismo internacional”, “terroris-
mo internacional” o “subversión apátrida”.
la complejísima trama de órganos del Estado
con funciones de inteligencia creados después
de 1955. Tras el golpe de Estado conocido como
“Revolución Libertadora”, se crea un con-
junto de agencias fundacionales en la estruc-
turación del aparato de inteligencia estatal,
orientadas todas por una “mentalidad mac-
cartista”: en enero de 1956, el Poder Ejecutivo
de la Nación promulga el Decreto 776/56 para
la creación de la Secretaría de Informaciones
de Estado (side) (Muzzopapa, 2018),14 cuya
misión era “proporcionar al Gobierno Nacio-
nal las informaciones necesarias para la mejor
conducción del Estado”; en abril de ese mismo
año, se crea la Dirección de Informaciones An-
tidemocráticas, con el objeto de “reunir y coor-
dinar los distintos organismos de seguridad del
Estado” (Funes, 2010, p. 5); y en agosto se crea
la dippba, la Central de Inteligencia de la Poli-
cía de la Provincia de Buenos Aires.
Durante la década de los sesenta, se afianza la
censura cultural orientada a la defensa de la se-
guridad interna y en nombre de los principios
de la Constitución argentina; el conjunto de
los medios de comunicación queda subsumido
en el esquema de la seguridad nacional y en
ciertos casos sometidos al control militar. En
esta etapa, la censura se manifiesta tanto en
gobiernos democráticos como de facto: duran-
te la presidencia de Arturo Frondizi, por ejem-
plo, se clausura Radio Rivadavia por motivos
políticos, y tras la implementación del plan co-
nintes (Conmoción Interna del Estado) se im-
ponen severas penas de clausura a editoriales
de supuesta tendencia comunista.
En este sentido, Funes destaca la sanción de
una serie de decretos y leyes de corte antico-
munista, que darán sustento legal a la censura
durante la dictadura de 1976:
A partir de mayo de 1963 las fuerzas de se-
guridad tuvieron un instrumento legal de la
mayor importancia, probablemente la ley
14 El nombre de esta Secretaría de Informaciones del
Estado cambió más adelante a Secretaría de Inteligen-
cia del Estado (Gambier y Zubiaur, 1993, p. 534).
Alejandrina Falcón322Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
anticomunista más terminante hasta enton-
ces: el decreto/ley nacional 4214/1963. Este
decreto, a diferencia de los anteriores, pena-
lizaba la acción comunista. Se creaba, enton-
ces, la Comisión Asesora para la Calificación
Ideológica Extremista (cacie ) dependiente de
la side, encargada de la calificación de publi-
caciones y personas conforme a la ley 4214.
La Comisión Asesora para la Calificación
Ideológica. Extremista ( cacie ) dependiente
de la side, se encargó de la calificación de
publicaciones y personas conforme a la ley
4214, profundizada por las leyes 17401 y
18234. Durante el Proceso de Reorganiza-
ción Nacional esta estructura probablemente
fue reemplazada por la Comisión Asesora de
Antecedentes (Funes, 2010, p. 6).
Tras el golpe de Estado del 28 de junio de 1966,
la dictadura de Juan Carlos Onganía suspende
las garantías constitucionales para la radiotele-
visión y se inician las persecuciones más pro-
fundas al mundo editorial. Funes sostiene que
la diferencia cualitativa de este golpe en la his-
toria de las intervenciones militares en Argen-
tina desde 1930 radica en que fue el primero
realizado por las Fuerzas Armadas inspirado
en la Doctrina de la Seguridad Nacional:
Las leyes 16.970 de Defensa Nacional y
17401 de Represión y Prevención del comu-
nismo, fueron reforzadas por la ley 18 234
del 30 de mayo de 1969 (el endurecimiento
responde directamente al Cordobazo). Por
otra parte, los instrumentos legales de espía y
relevamiento de información contaron con
permisos legales que erosionaban las libertades
políticas e individuales. Es el caso de la ley
16984 de octubre de 1966, modificatoria de la
Ley de Correos (Funes, 2008, p. 4).
A comienzo de la década de los setenta, con
el último presidente de facto de la llamada
“Revolución Argentina”, Alejandro Lanusse,
se crea una comisión para calificar los mate-
riales que pasaban por el correo. Y en marzo
de 1973 se aprueba finalmente una nueva ley
de Correos, la Ley 20216/73, que permitía in-
terceptar tanto el curso de los envíos posta-
les solicitados por jueces como los envíos de
circulación prohibida. Esta ley, que procuraba
evitar la vía postal para atentar contra la moral
y las instituciones republicanas, fue argumento
principal de infinidad de pedidos de informa-
ción y control sobre publicaciones que llega-
ban del exterior vía comercio o aduana, como
veremos en el último apartado al analizar los
informes de censura que involucran obras es-
critas en lenguas extranjeras.
En los tumultuosos años previos al golpe de
1976, tras la renuncia de Héctor Cámpora en
julio de 1973, Raúl Lastiri aprobó el Decreto
1774/73, que prohibió un conjunto importante
de publicaciones, y la Ley 20840 o “Ley Anti-
subversiva” de septiembre de 1974 (Argentina,
Congreso de la República, 1974), sustento de gran
cantidad de prohibiciones después de 1976. Así,
sobre este andamiaje institucional y legal, se
monta la estructura de inteligencia y control cul-
tural del Estado durante la dictadura de 1976.
Por cierto, si bien en 1977 se crean nuevas secre-
tarías y otras tantas son reformadas, el cuerpo
normativo y burocrático estaba listo para que la
censura operara.
La investigación de Gociol e Invernizzi (2002)
permite establecer que el control cultural duran-
te la última dictadura cívico-militar instaurada
en 1976 constituyó “una importante infraes-
tructura estatal y privada que funcionaba con
el criterio típico de máxima centralización
ideológico-política […] y amplia descentraliza-
ción operativa” (2002, p. 56). El Ministerio del
Interior, encabezado por Albano Harguinde-
guy, centralizó el poder de policía y la elabora-
ción de los decretos nacionales de censura a la
cultura. La dependencia especializada en con-
trol cultural dentro del Ministerio del Interior
fue la Dirección General de Publicaciones, ins-
tancia de centralización a escala nacional en lo
relativo al control de los impresos. Esta sección
contaba con la asesoría de diversas dependen-
cias del Ministerio del Interior: la Dirección
General de Asuntos Jurídicos y la Subsecreta-
ría de Interior, de la que a su vez dependían
la Dirección General de Seguridad Interior, el
Departamento de Inteligencia de esa dirección
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)323Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
y la Dirección General de Asuntos Policiales
e Informaciones.15 Todas ellas proporcionaban
informes de antecedentes y asesoramientos va-
rios. Asimismo, cuando la censura tenía por
objeto libros importados o autores extranjeros,
se acudía a la consulta con el Ministerio de Re-
laciones Exteriores.
En cuanto a los vínculos con las tres armas, Go-
ciol e Invernizzi señalan que los intercambios
más frecuentes eran con el Ejército y en menor
medida con la Armada y la Aeronáutica:
A través del Ministerio del Interior, la Direc-
ción de Publicaciones mantenía intercambios
permanentes con el Estado Mayor del Ejérci-
to, especialmente con la Secretaría General
del Ejército o con alguna de sus jefaturas,
como las de Operaciones e Inteligencia. Si-
métricamente, cuando el Ejército tomaba
alguna iniciativa acerca de la actividad cultu-
ral, el Ministerio del Interior automáticamen-
te las derivaba a Publicaciones (2002, p. 55).
A continuación analizamos este circuito me-
diante el seguimiento del recorrido de una tra-
ducción por las redes internas y externas del
Ministerio del Interior a través de su Dirección
de Publicaciones.
2. La traducción en su laberinto:
un análisis de la correspondencia
burocrática
Este apartado analiza la circulación de una tra-
ducción cuyo encargo procede directamente de
la Secretaría General del Ejército. El propósito
es reconstruir el proceso de producción, circu-
lación y recepción de la traducción de un artí-
culo publicado en una revista estadounidense.
A partir del análisis de la correspondencia bu-
rocrática, propongo reconstruir el circuito del
artículo desde el encargo de traducción hasta
el cumplimiento de su doble función: obtener
información sobre el autor y la revista que di-
funde el artículo, y realizar un análisis de la
15 Para una descripción detallada de las funciones de
estos órganos, véase Risler (2018, pp. 121-136).
publicación con fines de calificación. Para ello
recurro a las fuentes disponibles en el archivo
banade.
La “Carpeta 1” del Archivo contiene un con-
junto de documentos sobre el artículo “The
General and the Children”, del periodista
Mark Dowie, publicado en julio de 1978 por
Mother Jones, una revista de izquierda, creada en
California en febrero de 1976 (véase Figura 1).
El artículo interpelaba a la administración
Carter con motivo de la visita a la Argentina
de la Comisión Interamericana de los Dere-
chos Humanos. Dowie reconstruye la historia
política argentina de las décadas de los sesenta
y setenta a partir de la vida de la familia San-
tucho, uno de cuyos hijos fue Mario Roberto
Santucho, uno de los fundadores del Partido
Revolucionario de los Trabajadores y líder del
Ejército Revolucionario del Pueblo, una de
las principales organizaciones revolucionarias
surgidas en los años setenta.
Figura 1. Portada de la revista Mother Jones
del número de julio de 1978.
Fuente: Mother Jones (1978)
Alejandrina Falcón324Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
El expediente “Artículo El general y los ni-
ños” reúne sin orden cronológico estricto una
serie de documentos entre los que figura abun-
dante correspondencia administrativa —me-
mos, notas, solicitudes de información—,
una fotocopia del artículo original y el texto
mecanografiado de la traducción, ambos con
marcas de subrayados. Reordenar la cronología
de la correspondencia me permitió reconstruir
el recorrido del artículo, que comienza con un
encargo de traducción por parte de la Secreta-
ría General del Ejército, en nombre de su co-
mandante en jefe. El circuito de esa traducción
enlaza diversas dependencias estatales y por
momentos cursa sendas paralelas: el análisis
del artículo por parte de la Secretaría de Publi-
caciones del Ministerio del Interior y el pedido
de información sobre la revista Mother Jones a la
side. La trama burocrática impacta tanto por su
complejidad, barroca a primera vista, como por
las múltiples velocidades del proceso: trans-
currió un año y un mes entre el encargo de
traducción el 21 de noviembre de 1978 —fecha
de inicio de la correspondencia disponible— y
la última respuesta enviada por la side el 2 de
enero de 1980. El circuito que la traducción
recorre también pone en escena nombres de al-
tos mandos, militares de alto rango, ministros
y secretarios, jefes y subjefes de dependencias de
Estado, responsables de la actividad de control e
inteligencia. Ese rosario de firmas y altos ran-
gos contrasta con el absoluto anonimato de los
mediadores, informantes, redactores de infor-
me y, por supuesto, traductores.
El primer documento disponible es un Memo-
rándum del 21 de noviembre de 1978, dirigido
por la Secretaría General del Ejército (departa-
mento vii) al Segundo Jefe del Estado Mayor
General (Jefatura iii de Operaciones), en el que
Figura 2. Texto fuente, julio de 1978. Autor: Mark
Dowie. Publica: Mother Jones.
Fuente: Mother Jones (1978)
Figura 3. Traducción, marzo de 1979. División
de Traductores del Dpto. Doc. Jef. iii-Op, emge
Fuente: Carpeta 1. Expediente “El General y Los
Niños”, fotocopia del original “The General and The
Children”.
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)325Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
se solicita “ordenar” la traducción del artículo
“The General and The Children” por disposición
de “s.e. el señor Comandante en Jefe del Ejér-
cito”. Tres meses más tarde, el 22 de marzo de
1979, el coronel Oscar Enrique Guerrero, subje-
fe A de la Jefatura iii de Operaciones, responde
al pedido haciendo entrega de una traducción
mecanografiada, de 19 fojas, titulada “El general
y los niños”. La última hoja del texto adjunto
lleva la leyenda: “Es traducción de su original,
en idioma inglés, realizada en la División de Tra-
ductores, del Dpto. Doc., Jef. iii-Op, emge”, certi-
ficado con fecha, sello y firma del coronel Carlos
Jorge María Martínez, jefe del Departamento
de Doctrina de la Jefatura iii de Operaciones del
Comando J del Ejército. Se trata de una traduc-
ción de tipo documental, que reproduce también
los paratextos, entre ellos solicitadas de solida-
ridad y denuncia de las violaciones de derechos
humanos en Argentina y Chile.
Un nuevo ciclo de correspondencia burocrá-
tica en torno a la traducción ya concluida se
produce entre el 21 y el 28 de mayo de 1979,
cuando el secretario de Información Pública de
la Presidencia de la Nación, el general briga-
dier Antonio Llamas, le envía una “fotocopia
traducida del artículo” al ministro del Interior,
el general de división Albano Harguindeguy,
que según el sellado es recibida el 28 de mayo.
Cumpliendo con el circuito de rigor, el Minis-
terio del Interior deriva la traducción a su de-
partamento de publicaciones. Al día siguiente,
el 29 de mayo, el teniente coronel (R) Jorge
Eduardo Méndez, director general de la Secre-
taría de Publicaciones, firma una nota interna
con asunto “Análisis del Artículo el General
y los Niños”: “pase al Señor Jefe de Grupo de
Trabajo de Análisis a sus efectos”. El docu-
mento del informe de análisis figura en el ex-
pediente del caso.
El análisis de la Secretaría de Publicaciones es
mucho más breve y menos sistemático que los
informes de lectura de la “Asesoría Literaria”
del Departamento de Coordinación de Antece-
dentes de la side, que estudiamos en el último
apartado, y no recurre al sistema de categorías
F1-F4 ni aporta ejemplos textuales.16 Es ta-
xativo y directamente propositivo: trasladar a
Inteligencia, hacer un seguimiento del autor,
implementar acciones contra la publicación y
el medio —ya en curso, como veremos más
adelante—. La sección de Análisis encuentra
que el artículo tiene intención “tendenciosa”
con objetivo de “inducción manifiesta (adoc-
trinamiento)” y está fundamentalmente basa-
do en apreciaciones subjetivas; en síntesis: se
lo consideraba un panfleto propio de la “ac-
ción de apoyo” solicitada para la “campaña de
desprestigio en el exterior”. Si bien el informe
de análisis no lo explicita, más adelante sabre-
mos que el artículo había sido calificado como
“inmerso dentro de las causas que agravan la
declaración del Estado de Sitio”, por lo que
se le aplicaba el artículo 23 de la Constitución
Nacional.17
Cuando aún se estaba elaborando el dic-
tamen de censura, se inicia un nuevo ciclo
de correspondencia. El director general de
16 La calificación F1-F4 se simplifica después de 1979
a F1-F3. Las fórmulas utilizadas para la calificación
ideológica se definen del siguiente modo: “formu-
la 1: Carece de referencias ideológicas contrarias a
los principios sustentados por nuestra Constitución
Nacional. formula 2: Contiene referencias ideoló-
gicas que atentan contra los principios sustentados
por nuestra Constitución Nacional. formula 3: Pro-
picia la difusión de ideologías, doctrinas o sistemas
políticos, económicos o sociales tendientes a derogar
los principios sustentados por nuestra Constitución
Nacional” (Gociol e Invernizzi, 2002, p. 69).
17 Véase Artículo 23 de la Constitución de la Nación
Argentina: “En caso de conmoción interior o de
ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio
de esta Constitución y de las autoridades creadas
por ella, se declarará en estado de sitio la provincia
o territorio en donde exista la perturbación del or-
den, quedando suspensas allí las garantías consti-
tucionales. Pero durante esta suspensión no podrá
el presidente de la República condenar por sí ni
aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso res-
pecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de
un punto a otro de la Nación, si ellas no prefirie-
sen salir fuera del territorio argentino” (Argentina,
Congreso de la Nación, 1853, cap. 1, art. 23).
Alejandrina Falcón326Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
Publicaciones, Jorge Méndez, enviará consecu-
tivos pedidos de información a dos secretarías
distintas: la Secretaría de Seguridad Interior y
a la Secretaría de Información Pública. Así, en
la Nota “R” 112, el 4 de junio de 1979, Mén-
dez se dirige al director general de Seguridad
Interior, el coronel Vicente San Román, para
cursar un pedido de información sobre la pu-
blicación que difunde el artículo “El general y
los niños”, la revista Mother Jones. Los datos
solicitados responden a una fórmula fija que
revela los niveles de responsabilidad editorial
que la censura reconocía en una publicación:
“Nombre de la publicación en donde se en-
cuentra contenido dicho artículo/Nombre y
domicilio de la Editorial/Lugar de circula-
ción/Si ha ingresado al país desde el extranje-
ro. En ese caso: datos completos del impresor
y/o distribuidor”. Se adjunta asimismo la tra-
ducción a efectos de “una mayor ilustración”.
En la Nota “R” 113, con fecha del 5 de junio
1979, el director general de Publicaciones escri-
be al secretario de Información Pública, el gene-
ral de Brigada Antonio Llamas:
Habiéndose realizado el análisis del citado
artículo, esta Dirección General ha considera-
do que el mismo se encuentra inmerso dentro
de las causas que agravan la declaración del
Estado de Sitio, lo que motiva, como conse-
cuencia, la aplicación del Artículo 23 de la
Constitución Nacional. Sin perjuicio de ello,
prima facie, también daría lugar al ejercicio
de las acciones penales que correspondan.
Además, si dicho material proviniese del ex-
tranjero, se aplicaría la normativa de Aduana
y Encotel, con lo cual se prohibiría su entrada
al país (Carpeta 1. Expediente “Artículo El ge-
neral y los niños”).
Para poder adoptar tales medidas, requiere la
misma información solicitada a la Secretaría de
Seguridad Interior. En síntesis, un año después de
la traducción y circulación del artículo “The
General and The Children”, aún nadie podía
afirmar si el número de junio de 1978 de Mo-
ther Jones había ingresado o no al país.
El 22 de agosto 1979, Llamas se dirige al mi-
nistro Harguindeguy con relación a la nota del
5 de junio de 1979: “Al respecto se adjuntan los
antecedentes obtenidos por esa secretaría”.
Ningún adjunto figura en el expediente del ar-
chivo banade.
El 3 de septiembre 1979, una vez más, el direc-
tor general de Publicaciones se comunica con
el secretario de Estado de Comunicaciones,
Eduardo Corrado, para anunciarle
[…] la posible introducción en el país de la
publicación Mother Jones, la que tendría
contenidos lesivos para el mismo; causa por
la cual este Ministerio le propone que en el
ámbito de su competencia, se arbitren los me-
canismos necesarios de control y detección
respecto de dicha publicación.18
Con fecha del mismo día, Méndez se dirige
a Juan Carlos Martínez, director de la Admi-
nistración General de Aduanas, para ponerlo en
conocimiento de la “posible introducción en el
país” de Mother Jones, solicitando los mecanis-
mos de control y detección conforme al Decreto
1774/73, es decir, el decreto promulgado durante
la presidencia interina de Lastiri para prohi-
bir la importación de libros y películas porta-
doras de ideologías “contrarias a los principios
y garantías consagrados por la Constitución
Nacional”.
El 2 de enero de 1980, Méndez obtiene res-
puesta de la side a una nota suya enviada el 4
de junio a la Dirección General de Seguridad In-
terior. La nota, firmada por el coronel Carlos
Emilio Lacal, anuncia: “la Secretaría de Inteli-
gencia de Estado informa que de las investiga-
ciones llevadas a cabo, no ha sido posible obtener
ningún tipo de antecedentes sobre el artículo de-
nominado ‘The general and the children’ (El ge-
neral y los niños)”. Así, tras errar de despacho
18 Se ampara en la Ley 20216 (Ley de Correo) y en el
Decreto Ley S 20195/73 confirmado por nota side
núm. 5639/73, dirigida al Departamento de Defen-
sa Nacional de esa Secretaría de Comunicaciones.
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)327Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
en despacho, a más de un año de su encargo y
producción, la traducción cerraba su ciclo al
servicio de la censura sin haber podido cum-
plir su función represiva: obtener información
para prohibir la publicación, y vigilar y casti-
gar a sus responsables.
3. Profesionales y traductores
en la estructura de la Secretaría
de Publicaciones
Tras el acopio de información, antes de ser
calificada, censurada o prohibida, la produc-
ción cultural debía ser adecuadamente inter-
pretada: ese trabajo hermenéutico involucró
a intelectuales, profesionales y expertos. Di-
versas profesiones estuvieron involucradas en
esa división del trabajo intelectual: abogados,
sociólogos, psicólogos, cientistas políticos, es-
pecialistas en ciencias de la información y en
estudios literarios. En tanto hermeneutas por
antonomasia, los traductores tampoco faltaron
a la cita.
En efecto, esos profesionales que aportaron sus
saberes a la comprensión y el análisis escrito de
las obras interesan aquí porque también ellos,
como veremos, oficiaron como traductores de la
censura. Sin embargo, algunos documentos in-
dican que, en ciertas dependencias, los traduc-
tores constituían una categoría aparte, distinta de
los profesionales contratados o de planta que
redactaron informes, y que sus responsabilidades
en las funciones y misiones de inteligencia y
control eran limitadas. Poco se sabe aún de esos
traductores, excepto que eran identificados
como tales en la estructura burocrática de los
servicios de inteligencia, como se desprende de
la traducción de “The General and The Chil-
dren” realizada por la División de Traductores
del Departamento de Documentación de la
Jefatura iii de Operaciones del Estado Mayor
General del Ejército. Por cierto, un documento
disponible en el archivo banade confirma que
no fue esa la única dependencia estatal que dis-
ponía de traductores al servicio de la censura.
A continuación, analizo el lugar y la función
del traductor en la estructura administrativa de
la Dirección General de Publicaciones a partir
de 1981.
Como hemos dicho al analizar la “Carpeta 1”,
el archivo banade aloja documentos diversos,
fragmentarios, incompletos. El paquete 58 con-
tiene la Resolución 1039 del Ministerio del In-
terior de la Nación Argentina, sin fecha, pero
presumiblemente de 1981, en la que se define
la reorganización de tres direcciones generales
integradas a la estructura orgánico-funcional
del Ministerio del Interior. Un “Anexo” in-
cluye una descripción gráfica de la Dirección
General de Publicaciones, dependiente del sub-
secretario del Interior. La Dirección General de
Publicaciones albergaba dos departamentos: el
Departamento de Análisis —que produjo el in-
forme sobre “El general y los niños”— y el De-
partamento de Enlace y Coordinación —nodo
de la red de secretarías, subsecretarías y otras
dependencias que enviaban, recibían y anali-
zaban información—. Cada uno de ellos tenía
su propia “misión” y seis o siete “funciones”.
La misión del Departamento de Análisis era
“entender en la determinación de requerimien-
tos de información en materia de publicacio-
nes y espectáculos públicos, en el análisis de la
información obtenida y en la formulación de
propuestas”. El director general velaba por la
misión de toda la Dirección, y el jefe del De-
partamento de Análisis —su reemplazante
natural— velaba por la misión de su departa-
mento. La misión del Departamento de Enlace
y Coordinación era “asistir en la determina-
ción, formulación y gestión externa de los re-
querimientos de información, y establecer los
enlaces y coordinación necesarios con otros
organismos del Estado”. La Dirección General
de Publicaciones contaba con once empleados
administrativos (entre la Dirección General, el
Departamento de Análisis y el de Enlace) y tres
empleados del agrupamiento profesional (con
sistema de categorías propio y condiciones de
contratación no precisadas) exclusivamente ac-
tivos en el Departamento de Análisis.
A los fines de comprender el lugar de los tra-
ductores en esta estructura administrativa
Alejandrina Falcón328Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
involucrada en las prácticas de control y cen-
sura, analizamos la estructura organizativa
del Departamento de Análisis de la dgp, pues
permite situar la posición relativa del traductor
y compararla con la posición de los demás em-
pleados, administrativos y profesionales.
públicos para uso de la Dirección. 2) Realizar
los estudios preliminares de naturaleza polí-
tica, económica, social y jurídica destinados
a evaluar la información recibida. 3) Evaluar
y elaborar propuestas y anteproyectos de me-
didas a adoptar; 4) asesorar sobre los objeti-
vos y sujetos de las actividades incluidas en
la misión de la dirección (archivo banade,
Paquete 58. Organigrama).
Estaban eximidos de los demás objetivos de
la misión, a saber, relacionar la información
con el régimen legal vigente, coordinar con
otros organismos y ejecutar medidas. Pese a
la responsabilidad primaria que se les adjudi-
caba, los tres cargos de profesionales (un abo-
gado o licenciado en Economía; un licenciado
en Sociología o en Ciencias de la Información)
revistaban en categorías relativamente bajas o,
quizá, en un escalafón propio.
Ahora bien, esta división del trabajo entre tra-
ductor trilingüe que se limita a traducir y profesio-
nales con competencias para analizar e informar
publicaciones no se verifica en otros organismos
encargados de la censura, por ejemplo, la side, cu-
yos informes, producidos por la “Asesoría Lite-
raria” del Departamento de Coordinación de
Antecedentes de la side, han sido conservados
en el archivo. Invernizzi advierte en los expe-
dientes del archivo dippba la presencia de publi-
caciones impresas en otros idiomas:
[…] inglés, alemán, francés, ruso, polaco, etc.
En el típico apartado de los ejemplos textua-
les aparecen citas traducidas desde todos es-
tos idiomas, de donde queda planteado que la
side, además, contaba con un cuerpo de tra-
ductores que colaboraba con el proceso de
control cultural (2007, p. 21).
Gracias a la conservación de estas valiosísi-
mas fuentes, es posible tener acceso a cente-
nares de informes de censura que contienen
traducciones, probablemente producidas por
los profesionales y expertos a cargo del análisis
de publicaciones. A continuación analizamos
las huellas de estos traductores a través de sus
traducciones.
Figura 4. Imagen interior en Los guantes de oro.
Traducción: “Es generosa, rica y fuerte mi patria
soviética”.
Fuente: Fondo dippba . Expediente 17753TI. Informe
sobre Los guantes de oro
En la estructura organizativa del Departa-
mento de Análisis, el puesto de “Traductor
Trilingüe” tenía por objetivo la “Traducción
de Textos”. Era personal administrativo con
categoría 16 —el escalafón de personal admi-
nistrativo en el empleo público iba de la cate-
goría 13 a la 24—, por lo que el traductor (o
la traductora) revistaba una categoría apenas
superior a la del administrativo más raso, a sa-
ber, el “Analista Ayudante” (categoría 13), en-
cargado de la “supervisión del despacho”. Ni
el analista ayudante ni el traductor trilingüe te-
nían responsabilidad en la misión o en las fun-
ciones del Departamento de Análisis. Quienes
sí eran responsables del cumplimiento de las
funciones eran los profesionales del equipo de
trabajo, pues tenían una “responsabilidad pri-
maria en los temas de su profesión” y debían
velar por el cumplimiento de las funciones 1 a
4, es decir:
1) Establecer los elementos de juicio necesarios
para integrar los requerimientos de información
en materia de publicaciones y espectáculos
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)329Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
4. Traducir para censurar: los informes
de la “Asesoría Literaria” de la side
Los informes de censura disponibles en el
archivo de la dippba revelan el método de los
meticulosos censores de la side, en particular
de la sección de “Asesoría Literaria” del De-
partamento de Coordinación de Antecedentes.
Constituyen sin duda fuentes adecuadas para
recuperar textos traducidos y analizar compe-
tencias traductoras.
El fondo alberga, entre otras piezas, diversos
expedientes con carpetas numeradas que, a
su vez, contienen listados de libros, revistas
y casetes, cuya calificación debía definirse en
reuniones prefijadas (“Temarios de Publicacio-
nes”), informes de evaluación de las obras so-
metidas a control (“Apreciación de contenido de
publicaciones realizada por la asesoría literaria
del Departamento de Coordinación de Antece-
dentes”) y listados de publicaciones prohibidas.
Numerosos informes dan cuenta de la impor-
tancia cuantitativa y cualitativa de la actividad
traductora requerida por las publicaciones en
lenguas extranjeras. Una característica clave a
tener en cuenta es la inusual “conciencia” de
la traducción y la mención casi sistemática
del nombre del traductor en la ficha técnica de
los informes de censura. En otra parte, hemos
estudiado los juicios entablados a traductores
de obras censuradas en Argentina, fenómenos
que revelan la responsabilidad penal presente
en el reconocimiento de toda autoría (Falcón,
2019).
Pese a la enorme riqueza del fondo dippba ,
dado el carácter exploratorio de este artícu-
lo, solo me detengo en un expediente y en un
informe de lectura, seleccionado por su inte-
rés en el plano de las normas de traducción
microtextuales.
En el caso del expediente 17753TI (tomo 1),
el primer “temario” corresponde a la reunión
del 19 de mayo de 1977 y contiene unas die-
cisiete publicaciones, un número superior al
promedio (Invernizzi, 2007, p. 7). Esa canti-
dad constituye aquí una riqueza, pues permite
no solo mostrar la variedad de publicaciones,
géneros y temáticas consideradas censurables,
sino también remontar los diversos “oríge-
nes” de los pedidos de información a la side.
Veamos, pues, qué títulos integran el temario
de mayo de 1977: Economía (Gospodarstvo), una
revista en esloveno publicada en Trieste por el
Consorcio de Economía; el ensayo “El comu-
nismo”, del chileno Andrés Ruszkowski, edita-
do por Herder; las historietas El metro de Moscú
y Dudú visita Moscú, publicadas por la Agencia
de Prensa Novosti; diez números de Vicisitudes
de la lucha, editados en México por Tierra y Li-
bertad; la novela Mascaró el cazador de América
[sic], del poeta Haroldo Conti, publicada por
Casa de las Américas de Cuba; Violencia y enaje-
nación, de Eduardo Galeano, editada por Nues-
tro Tiempo; la novela Los soldados no se ponen
de rodillas, de Vladimir Il’ich Liubovtsev, tra-
ducida por la soviética Editorial Progreso, que
exportaba traducciones al castellano realizadas
a menudo por exiliados republicanos españoles
en la urss;19 Contra la burocracia/Diario de las se-
cretarias de Lenin, en la colección Cuadernos de
Pasado y Presente; la revista Hoy en el trabajo so-
cial; el número 21 de la revista Nueva Sociedad y
un disco de Silvio Rodríguez y Amaury Pérez.
Algunas de estas publicaciones y editoriales
eran blancos frecuentes de la censura, en particu-
lar Casa de las Américas, Editorial Progreso,
Pasado y Presente o Nueva Sociedad. Destacan,
por tratarse de un género editorial duramente
perseguido, las tres publicaciones infantiles: los
dos libros de historieta mencionados, que na-
rran el viaje de un niño africano a la urss, de la
Agencia de Prensa de Novosti; y Los guantes de
oro, un libro ilustrado, de poemas para peque-
ños niños soviéticos.
La censura de literatura infantil y juvenil
es un fenómeno clave para comprender la
19 Sobre este tema, véase el trabajo de Marcos Rodrí-
guez Espinosa titulado “Acerca de los traductores
españoles del exilio republicano en la urss: el Gru-
po de Moscú y la difusión de la literatura rusa en
España en la segunda mitad del siglo xx” (2007).
Alejandrina Falcón330Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
importancia que la dictadura adjudicaba al con-
trol de la cultura, la educación y a las lecturas
de las nuevas generaciones.20 Por ello, redacta-
do en ruso y publicado en 1975 por la editorial
soviética Los Libros de Baja Volga —según
traducción del censor—,21 el poemario Los
guantes de oro constituye un caso testigo, pues el
informe ofrece la traducción de varios poemas
o fragmentos de poema probablemente realiza-
das por el mismo redactor de análisis del texto
literario en el dictamen de censura.
Los informes suelen tener una estructura fija
que revela un estricto método de análisis de
textos. Sin embargo, su decodificación requie-
re ciertas claves de lectura. En su trabajo sobre
el archivo dippba, Invernizzi (2007) brinda esas
claves: la parte superior contiene información
sobre la procedencia administrativa del encar-
go (superior izquierda) y la normativa en que
se ampara y el número de legajo (superior de-
recha); sigue una ficha técnica de la obra; la
calificación (F1-F4); y apartados más o menos
fijos de evaluación del contenido, transcrip-
ción de fragmentos y conclusiones. En el caso
de la ficha de Los guantes de oro, la información
consignada arriba a la izquierda indica que la
dependencia que produce el informe es la side,
con el trámite interno 9338/77. Como se dijo,
los datos a la derecha identifican la normati-
va (decreto, ley o resolución) que comprende
la publicación y el número de legajo 2520L
(en el que la L podría significar “Literatura”).
En este caso, la normativa que fundamenta
el pedido de información es el ya menciona-
do Decreto Ley 20216/73, que facultaba a la
20 Sobre este tema, véanse Gociol e Invernizzi
(2002); Morán (2009) y Pesclevi (2014).
21 Editorial Mizhni Volzhskoie Knizhnoie Izdatiles-
tvo, Editorial de Volgogrado 1975 (urss ), fundada
en 1934 como Editorial de libros de Stalingrado.
Desde 1943 estuvo subordinada al Departamen-
to de Industria Poligráfica y Publicaciones del
Comité Ejecutivo de los Soviets Regionales de
Obreros, Soldados y Campesinos de Stalingra-
do. En 1961 pasó a llamarse Editorial del Libro
de Volgogrado, y en 1963, Editorial del Libro de
Nizhne-Volzhskoe.
Administración de Correos a “interceptar el
curso de los envíos postales solicitados por los
jueces e interceptar los envíos de circulación
prohibida”. Si bien el artículo 6 del Decreto
Ley reconocía la “garantía constitucional so-
bre la inviolabilidad de la correspondencia y
los papeles privados”, el artículo 7 limita esa
garantía “para evitar que se utilice la vía postal
para atentar contra la moral y las instituciones
republicanas”.
¿Qué motivaba el pedido de informe de un poe-
mario para niños? El informe dedicado a Los
guantes de oro permite inferir que el ejemplar ha-
bría sido requisado en el correo por sospecha de
incurrir en el artículo 24 de la Ley de Correos:
Está prohibida la expedición y circulación
por las oficinas de correos de todo tipo de co-
rrespondencia, objetos y/o literatura impre-
sa, manuscrita o grabada, cuya finalidad sea
la difusión de ideologías, doctrinas o sistemas
políticos, económicos o sociales, tendientes a
derogar la forma republicana y representativa
de gobierno. La prohibición alcanzará tam-
bién a esos mismos envíos, cuando atenten
contra la seguridad pública o privada, o los
intereses del estado, las modalidades de vida
democrática previstas en la Constitución Na-
cional, los principios morales y el respeto a la
persona humana.
La calificación F4 propuesta en el informe pa-
rece confirmar las sospechas: “Propicia la difu-
sión de ideologías, doctrina o sistemas políticos,
económicos o sociales marxista tendientes a
derogar los principios sustentados por nuestra
Constitución Nacional” (Fondo dippba . Expe-
diente 17753TI. Informe sobre Los guantes de
oro).
El informe sobre el libro Los guantes de oro no
presenta exactamente la estructura fija más
usual: tras la ficha técnica con datos de la pu-
blicación, el censor-traductor consigna la
“Apreciación”, un “Análisis de contenido” y
las “Conclusiones”. El usual apartado “Ejem-
plos textuales” es así sustituido por el “Aná-
lisis de contenido”, un ejemplar caso de close
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)331Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
reading que entrelaza traducciones de poemas
y comentarios:
Esta es una selección de poesías para niños de
corta edad. La temática de las mismas es muy
variada, pero, principalmente, gira en torno de
los fenómenos y encantos de la naturaleza, la
vida de los animales domésticos y silvestres,
la familia y la escuela, los amigos y los jue-
gos infantiles, los incidentes de la vida diaria,
etc. Muchos de estos poemas contienen un
elemento fantástico e imaginativo como, entre
otros, el poema “Guantes de oro”, cuyo título
encabeza la selección. Lo citamos a continua-
ción, a título de ejemplo (Fondo dippba . Expe-
diente 17753TI. Informe sobre Los guantes de
oro).
Figura 5. Informe sobre Los guantes de oro, página 1.
Fuente: Fondo dippba . Expediente 17753TI.
Alejandrina Falcón332Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
Sigue una traducción en verso libre del poema,
posiblemente a cargo del redactor del informe:
Hoy el pajarito se aflije [sic] ya que perdió
sus guantes. Tsviñ, tsviñ se queja. Las patitas
tiene rojas de frío.// No te aflijas, no llorés,
pajarito. Entre las nubes centellean las agujas
de tejer. El sol teje para el pajarito los guantes
de oro (Fondo dippba . Expediente 17753TI.
Informe sobre Los guantes de oro).
La traducción de este poema presenta una
serie de rasgos de interés: el censor-traductor
traduce a la variedad de lengua de uso local,
recurre al voseo desinencial (“no llorés”), usa
diminutivos propios del español de América
Figura 6. Informe sobre Los guantes de oro, página 2.
Fuente: Fondo dippba . Expediente 17753TI.
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)333Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
(“pajarito”, “patitas”), pero no tiene dominio
pleno de la ortografía (escribe “aflije” en lu-
gar de “aflige”) y, curiosamente, no traduce
la onomatopeya para el piar (“pío, pío”), sino
que translitera la onomatopeya rusa “Пио,
Пио”(“Tsviñ, tsviñ se queja”). Se trata de una
práctica de traducción que oscila entre la acli-
matación y la exotización, pues mantiene la
extranjería y el color local, al tiempo que acli-
mata a través de los rasgos morfosintácticos
rioplatenses. Estos rasgos no nos permiten de-
ducir cuál era la lengua materna del traductor,
pero sí suponer que manejaba el castellano
del Río de La Plata con naturalidad y que a
esa variedad de lengua “natural” traducía aun
cuando no fuera su lengua materna.
Las conclusiones advierten sobre el poder
adoctrinador del poemario y se detiene en par-
ticular en una característica de los libros infan-
tiles, las imágenes, pobladas de simbologías y
colores prohibidos:
Del análisis de contenido de la presente selec-
ción de poesías para niños resulta que, el
mayor ejemplo de propaganda a favor de la
ideología marxista es el poema en homenaje
a los dos soldados torturados y fusilados por
ser revolucionarios leninistas.
Cabe destacar también, que el poema citado
está reforzado en su contenido ideológico
por las correspondientes ilustraciones, ten-
dientes a aumentar el efecto propagandístico
del texto. Son éstas: los pioneros con las cor-
batas rojas, que marchan en fila ostentando
una bandera roja y el monumento fúnebre en
cuestión todo pintado de rojo.
Si bien en los demás casos, relativos a los ho-
menajes a los soldados caídos, se exalta su
sacrificio al luchar por la patria, no es posible
dejar de advertir el mensaje ideológico que
contiene y su propaganda en pro de la urss,
capital del “socialismo comunista”.
Acorde a lo referido arriba, se propone la
apreciación del libro indicada en A, ya que
atenta contra los principios constitucionales
y se encuadra en la Ley 20840 (Fondo dipp-
ba. Expediente 17753TI. Informe sobre Los
guantes de oro; cursivas añadidas).
En sus conclusiones, el informe revela una
discrepancia entre el Decreto Ley que sus-
tenta el ingreso del Legajo —la Ley de Correos
20216/73— y la normativa que fundamenta
la calificación F4 y autoriza su prohibición: la
Ley 20840 o “Ley Antisubversiva”. Sancio-
nada y promulgada en septiembre de 1974,
Figura 7. Informe sobre Los guantes de oro, página 3.
Fuente: Fondo dippba . Expediente 17753TI.
Alejandrina Falcón334Traducción (auto)censurada en los mundos hispánicos
esta ley establecía penas de prisión, clausura y
multas a quien poseyera, distribuyera, editara,
imprimiera, propagara “postulados ideológi-
cos” pasibles de “alterar o suprimir el orden
institucional y la paz social” de la nación (Ar-
gentina, Congreso de la República, 1974).
En síntesis, al explorar los informes de cen-
sura, hallamos informes de textos en lenguas
extranjeras. En el caso de las lenguas no difun-
didas por institutos de enseñanza de idiomas
o colegios públicos y privados (como el ruso,
polaco, armenio, etc.), no es improbable que
los fragmentos citados fueran traducciones
de los mismos profesionales que realizaban
la evaluación de la publicación especializada,
literaria o ensayística. En todo caso, como
mínimo dos posibilidades parecen factibles:
1) que el informe de textos en lenguas con
escasos hablantes bilingües con habilidades
escriturarias fuera redactado por un censor bi-
lingüe o 2) que el censor se basara en una tra-
ducción ad hoc del texto o de partes del texto
llevada a cabo por traductores de plantilla o
informantes externos, probablemente hablan-
tes nativos de esas lenguas. Sin embargo, en el
caso de Los guantes de oro, dada la predominan-
cia de fragmentos traducidos en el informe, es
factible que se tratara de un traductor-censor.
Conclusiones
Con la reelaboración de la temática “traduc-
ción y censura (o autocensura)” desde una
perspectiva centrada ya no en la censura de
textos importados, sino en la producción de tra-
ducciones y la labor de traductores al servicio
del control cultural, los estudios de traducción
pueden ofrecer respuestas propias a la problemá-
tica de la participación civil de intelectuales y
expertos en los mecanismos de represión cul-
tural. Pese a la heterofobia22 usualmente atri-
buida al régimen militar instaurado en 1976,
lo cierto es que los censores paradójicamente
22 En el sentido que le da Oscar Terán cuando define
la discursividad oficial como “nacionalista (referi-
da a la esencialidad del ‘ser nacional’), autoritaria,
antiliberal [y] heterofóbica” (2008, p. 297).
también se beneficiaron, y usaron a su favor,
la inherente función democratizante de la ac-
tividad traductora, aquella que da acceso a un
texto inescrutable en su extranjeridad. Tradu-
cir para que el censor pueda censurar, colaborar
con conocimientos de idiomas en la “inteli-
gencia traductora”, también fue posible. El rol
de lectores de lenguas extranjeras, traductores
y equipos de traductores en la producción de
informes destinados a calificar publicaciones
en el marco de los organismos de inteligencia
de la dictadura militar argentina sigue siendo
materia abierta para una investigación ex-
haustiva. Sin embargo, es posible concluir, si
consideramos la mención casi sistemática del
nombre del traductor en las fichas técnicas
de los libros a censurar, que el rol asignado
al traductor trilingüe en el organigrama de la
Dirección General de Publicaciones, su exclu-
sión de las funciones y misiones, produce una
suerte de paradoja: la visibilidad del traductor,
motivada por la conciencia de su responsabi-
lidad autoral a la hora de censurar traduccio-
nes, devenía irresponsabilidad y anonimato
estructural a la hora de producir traducciones
para la censura. En la cadena de responsabili-
dades autorales, el traductor podía ser respon-
sable por una publicación, pero no lo era por
su censura.
Agradecimientos
Agradezco la atenta lectura y los valiosos co-
mentarios de lxs pares evaluadores anónimxs
y de lxs integrantes del Núcleo de Historia
Reciente, de la Escuela Interdisciplinaria de
Altos Estudios Sociales de la Universidad Na-
cional de San Martín. Agradezco asimismo a
Valeria Korzeniewski por su ayuda con la tra-
ducción del ruso.
Obras consultadas
Archivos
Archivo banade. Paquete 58. Ministerio del Inte-
rior Resolución 1039. Organigrama reforma
1981 Secretaría de Publicaciones.
Traducir para el censor:
una exploración de los archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983)335Mutatis Mutandis. Revista Latinoamericana de Traducción Vol. 16, N.°2, 2023, julio-diciembre,pp.315-336
Carpeta 1. Expediente “El General y Los Niños”,
correspondencia burocrática (1978-1980).
Carpeta 1. Expediente “El General y Los Niños”,
Traducción mecanografiada
Carpeta 1. Expediente “El General y Los Niños”,
fotocopia del original “The General and The
Children”.
Archivo dippba. Informe de Asesoría Literaria. Le-
gajo 2520 L.
Archivo dippba. Expediente 17753 Tomo 1. Tema-
rio mayo 1977.
Fondo dippba. Expediente 17753TI. Informe sobre
Los guantes de oro.
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Cómo citar este artículo: Falcón, A. (2023). Traducir para el censor: una exploración de los
archivos de la represión cultural en Argentina (1976-1983). Mutatis Mutandis, Revista Latinoameri-
cana de Traducción, 16(2), 315-336. https://doi.org/10.17533/udea.mut.v16n2a04