Editorial

Amaya Querejazu Escobari

Profesora adscrita a la Universidad de Antioquia, Colombia. Correo electrónico: amaya.querejazu@udea.edu.co ORCID: 0000-0001-9565-9083

DOI: 10.17533/udea.esde.v74n164a01

Estamos en una era de exceso de información. La globalización ha condicionado, no solo la forma como accedemos a dicha información y al conocimiento, sino también cómo los producimos y cómo hacemos investigación. Al respecto es posible identificar por lo menos dos escenarios: por un lado, tal exceso hace imposible cubrir todos los avances o estar totalmente al día con las discusiones, autores y producción en temas específicos. Los procesos investigativos más serios y exhaustivos deben ceder ante la realidad de que es imposible cubrir todo lo que se ha dicho y escrito acerca de un fenómeno y temática específica. Esto propicia otra realidad que tiene que ver con que la producción del conocimiento se torna cada vez más especializada, enfocada y puntual, de manera que se pueda “cubrir” por lo menos metodológicamente, intereses más puntuales de fenómenos, problemáticas y debates que están en gran medida globalizados. Esto incide en el fraccionamiento, compartimentación y la especialización y localización del conocimiento. Si a todo esto añadimos los giros críticos en las ciencias sociales que reivindican los conocimientos situados y la imposibilidad de producir “verdades”, metateorías o conocimientos universales o universalizables, entendemos que la labor académica de aportar al debate y la crítica también se complejiza (ver Luker, 2008). Estas dos realidades evidencian la interrelación entre lo local y lo global: inquietudes que al parecer son muy concretas y específicas por el tema que tratan o el objeto de estudio, se pueden insertar perfectamente en contextos causados o condicionados por la globalización y ésta, a su vez, condiciona las inquietudes que nos hacen indagar sobre repercusiones concretas de determinados fenómenos.

Todos los artículos de este número de la revista forman parte de esa conversación entre lo local/específico y lo global. Si bien algunos se concentran en el ordenamiento o contexto colombiano, forman parte de discusiones que tienen eco u origen en otras latitudes. En ese sentido, los autores acuden a fuentes como la doctrina y legislación internacional para complementarla y/o contrastarla con lo nacional y al hacerlo socializan su trabajo en contextos mucho más amplios, es decir, la introducen en una conversación que trasciende los límites de lo nacional. En el primer artículo, Muñoz aborda la tensión jurídica y política entre dos poderes del estado –legislativo (Congreso de la República) y judicial (Corte Constitucional)-, y la manera como se ha tratado dicha tensión en la práctica en los estados constitucionales de derecho y en especial en Colombia. El artículo se enfoca en analizar cómo las omisiones del legislador pueden afectar derechos constitucionalmente protegidos (omisión legislativa inconstitucional). El artículo de Galíndez aborda la discusión del pluralismo jurídico y resalta la necesidad de reflexionar y concebir espacios para entablar diálogos con la diferencia, no solo en términos culturales sino ontológicos, a partir de la coexistencia de diferentes cuerpos normativos y cuyo reconocimiento es clave en contextos de descolonización más amplios -regionales y globales- de la política y del derecho. A partir de un análisis comparativo entre Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, Castro pregunta si nos debería preocupar el reemplazo constitucional que existe cuando “muere” una constitución para dar paso a otra y cuáles son las implicaciones de estos cambios. El análisis está determinado por la incidencia que tiene la variable del bicameralismo en dichos países. Estos ciclos muestran el dinamismo sociopolítico y del derecho que no se da en forma aislada en cada país, sino que responde a situaciones tanto internas, como también provocadas o influenciadas por contextos de trasformación regionales y globales. Por su parte, Durango, Marín y Valencia presentan un análisis de los cambios en la línea jurisprudencial respecto a la concepción de la democracia deliberativa, desarrollada por la Corte Constitucional desde 1991 a la fecha. Los autores identifican un cambio que va desde la ausencia de la fundamentación, donde se asociaba la deliberación con la discusión y el debate, e identifican un giro en 1997, cuando la Corte introdujo principios deliberativos como: publicidad, identidad, consecutividad, derechos de las minorías, participación democrática, entre otros. Dentro de esos procesos de mutua constitución entre lo global y lo local, Dussán analiza, a través del estudio de la política de seguridad de los gobiernos de Santos y Uribe, el papel de los medios de comunicación, no solo como mediadores pasivos de la información, sino como formadores de opinión y cómo los gobiernos han venido incrementando este recurso en materia de política exterior y diplomacia pública. Uribe y Gómez ofrecen una necesaria reflexión sobre los conceptos de “matrimonio”, “familia” y “sexualidad” desde el análisis del discurso doctrinario y del derecho de familia en Colombia. Desde una aproximación crítica a las pretensiones naturalistas o biologistas, los autores ofrecen una concepción alternativa que le apuesta a una ‘tesis institucional’, según la cual, las uniones sexuales y maritales en ningún caso pueden ser valoradas como un acto contranatural por el derecho. Esta discusión y preocupación jurídica, política, económica, religiosa y social no solo tiene lugar en el país sino en otras partes del mundo.

El caso de la figura del testimonio en el Juicio por la Verdad en Mar del Plata (2001) es a primera vista un estudio específico y también local, sin embargo, el análisis de Di Meglio sobre el uso del derecho a la palabra como modalidad de juicios en diferentes ciudades argentinas sirve de vitrina para grandes aprendizajes en un contexto de postconflicto, donde uno de los objetivos y propósitos más amplios es el de la reconstrucción de la verdad. La autora sostiene que esta es una forma alternativa de reparación que ofrecen el derecho y la justicia porque les reconoce un lugar a los testigos-víctimas. Este artículo tiene eco en el de Arrieta, quien analiza las dificultades y ventajas de aproximarse a la verdad en procesos judiciales. Dentro de las últimas menciona el derecho a ser informada del estado del proceso, a hacer una contribución activa en el mismo e, incluso, a conocer qué ha sucedido, aspecto que se encuentra ligado con el respeto a la dignidad.

El texto de Zapata et. al. aborda críticamente el estudio y análisis del contrato de seguro de vida grupo deudores. El aporte del documento no solo tiene que ver con que el uso de esos contratos se ha generalizado, sino que es un texto guía de lectura obligatoria tanto para estudiantes de derecho, litigantes o académicos como para cualquier persona que suscriba dichos contratos en general, más ahora que vivimos en sociedades de riesgo (Beck, 1998). Por último, el artículo de G. Zapata se ocupa de analizar puntos de encuentro entre convivencia y ciudadanía, donde el enfoque de la Justicia Restaurativa -clave como alternativa a la estructura de verticalidad del marco de lo punitivo imperante en instituciones educativas-, se relaciona con la necesidad imperiosa de contar con una pedagogía coherente con visiones integradoras y reflexivas, es decir, una pedagogía crítica.

No puedo terminar esta editorial sin hacer referencia especial a las fotografías de la carátula y portadas de Ricardo Castro Cano, estudiante de derecho de la Facultad. La revista está comprometida con la publicación y divulgación de textos de alta calidad, sin embargo, como parte del espíritu crítico de la Facultad, apoya otras formas de conocer y de transmitir conocimiento. A través de sus fotografías, Ricardo nos transporta a la dura realidad cotidiana de los habitantes de Altavista. Como él mismo expresa:

Al tomar estas fotografías sentí decepción de mí; no entendía cómo era posible que llevando 20 años en Medellín, apenas hace unos meses conociera una realidad tan compleja y tan cercana. Solo me queda invitarlos a salir a conocer el entorno que los rodea; entender que sucede al otro lado de tu ciudad, al otro lado de tu país y, de esta forma, permitir que nazca en ustedes la empatía. El valor que muchas veces es explicado con “ponerse en los zapatos del otro” para no juzgarlo, por diferente que sea, y todo porque conviví con él y comprendo lo que ha vivido. Termino diciendo que el día en que conozcamos la realidad del otro e interactuemos con los coterráneos, ese día tendremos identidad y el tan nocivo mal de la indiferencia podrá desaparecer.

Cada fotografía cuenta una historia y todas forman un tejido de relatos cuyo orden y selección obedecen a la intención del fotógrafo de trasmitirnos conocimientos, emociones y mensajes importantes que no solo se circunscriben a Altavista, sino que forman parte de problemáticas que a todos, como humanos, nos afectan y conciernen.

Referencias

Beck, U. (1998). La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Paidós

Luker, K. (2008). Salsa Dancing into the Social Sciences. Research in an Age of Info-glut. London: Harvard University Press

Editorial (English)

Amaya Querejazu Escobari

We are in an era of info-glut. Globalization has conditioned not only the way we access such information and knowledge, but also how we produce them and how we carry out research. In this regard, it is possible to identify at least two scenarios: on the one hand, such excess makes it impossible to cover all the advances or be totally up to date with the discussions, authors and production of specific topics. The most serious and exhaustive investigative processes must yield to the reality that it is impossible to cover everything that has been said and written about a specific phenomenon and theme. This leads to another reality that has to do with the production of knowledge which becomes increasingly specialized, focused and timely, so that you can “cover” at least methodologically, more specific interests of phenomena, problems and debates that are greatly globalized. This affects the fractioning, compartmentalisation and specialization as well as location of knowledge. If to all this we add the critical turns in the social sciences that claim situated knowledge and the impossibility of producing “truths”, meta-theories or universal or universalizable knowledge we understand that the academic work of contributing to debate and criticism is also complex (see Luker, 2008). These two realities show the interrelation between both the local and the global: concerns that seem to be very specific and specific for the subject they are dealing with or the object of study; they can be perfectly inserted in contexts caused by globalization and, at the same time, globalization conditions the concerns that make us inquire about concrete repercussions of certain phenomena.

All the articles in this issue of the journal are part of that conversation between the local/specific and the global. Although some focus on the Colombian order or context, they are part of discussions that have an echo or origin in other latitudes. In this sense, the authors go to sources such as international doctrine and legislation to complement and/or contrast it with the national and in doing so they socialize their work in much broader contexts, that is, they introduce it into a conversation that transcends the limits of the national. In the first article Muñoz addresses both the legal and political tension between two State powers –legislative (Congress of the Republic) and judicial (Constitutional Court)-, and the way in which such tension has been treated in practice in the constitutional States of law and especially in Colombia. The article focuses on analyzing how the omissions of the legislator can affect constitutionally protected rights (unconstitutional legislative omission). Galindez’s article tackles the discussion of legal pluralism and highlights the need to reflect and conceive space to engage in dialogue with difference, not only in cultural terms but ontological, from the coexistence of different normative bodies and whose recognition is key in contexts of wider decolonization -regional and global- of politics and law. Based on a comparative analysis between Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú and Venezuela, Castro asks if we should be concerned about the constitutional replacement that exists when a constitution “dies” to make way for another and what are the implications of these changes. The analysis is determined by the incidence of the bicameralism variable in those countries. These cycles show the socio-political and legal dynamism that does not occur in isolation in each country, but responds to situations both internal as well as provoked or influenced by contexts of regional and global transformations. On the other hand, Durango, Marin and Valencia present an analysis of the changes in the jurisprudential line regarding the conception of deliberative democracy, developed by the Constitutional Court from 1991 to date. The authors identify a change that goes from the absence of the foundation, where the deliberation was associated with the discussion and debate and identify a turn in 1997, when the Court introduced deliberative principles such as: advertising, identity, consecutiveness, rights of minorities, democratic participation, among others. Within these processes of mutual constitution between the local and the global Dussán analyzes, through the study of the security policy of   the governments of Santos and Uribe, the role of the media, not only as passive mediators of information, but as opinion makers and as governments have been increasing this resource in foreign policy and public diplomacy. Uribe and Gómez offer a necessary reflection on the concepts of “marriage”, “family” and “sexuality” from the analysis of doctrinal discourse and family law in Colombia. From a critical approach to naturalist or biologist pretensions, the authors offer an alternative conception that bets on an ‘institutional thesis’, according to which, in no case can sexual, and marital unions be valued as an unnatural act by law. This discussion and legal, political, economic, religious and social concern not only takes place in the country but in other parts of the world.

The case of the testimony figure in the Trial for Truth in Mar del Plata (2001) is at first glance a specific and local study; however, Di Meglio’s analysis regarding the use of the right to the word as a modality of trials in different Argentine cities serves as a showcase for general learning in a post-conflict context, where one of the broader aims and purposes is the reconstruction of the truth. The author maintains that this is an alternative form of preparation offered by law and justice because it recognizes a place for victim-witnesses. This article finds an echo in Arrieta, who analyzes the difficulties and advantages of approaching the truth in judicial processes. Among the latter mentioned the right to be informed of the status of the process, to make an active contribution to it, and even to know what has happened, an aspect that is linked to respect for dignity.

The text by Zapata et. al. addresses critically the study and analysis of the group debtors life insurance contract. The contribution of the document not only has to do with the fact that the use of these contracts has become widespread, but it is a mandatory reading text for law students, litigators or academics as well as for any person who signs such contracts in general, more even now that we live in risk societies (Beck, 1998). Finally, the article by G. Zapata deals with points of contact between coexistence and citizenship, where the focus on Restorative Justice –key as an alternative to the vertical structure of the punitive framework prevailing in educational institutions-, is related to the imperative need to have a coherent pedagogy with integrating and reflective visions, that is, a critical pedagogy.

I cannot finish this editorial without making special reference to the photographs on the cover and back cover of Ricardo Castro Cano, a law student of the Faculty. The journal is committed to the publication and dissemination of high quality texts; nonetheless, as part of the critical spirit of the Faculty, it supports other ways of knowing and transmitting knowledge. Through his photographs, Ricardo transports us to the harsh daily reality of the inhabitants of Altavista neighborhood. As he himself puts it:

“When taking these photographs I felt disappointment of myself; I did not understand how it was possible that after having lived 20 years in Medellín, just a few months ago I knew a reality so complex and so close. I only can invite them to go out and get to know the environment that surrounds them; understand what happens on the other side of your city, on the other side of your country and, in this way, allow empathy to be born on you. The value that is often explained with “putting yourself in the shoes of the other”, so as not to judge him, however different, and all because I lived with him and understand what he has gone through. I end by saying that the day we know each other’s reality and interact with our fellow citizen, that day we will have an identity and the noxious evil of indifference will disappear.”

Each photograph tells a story and they all form a fabric of stories whose order and selection obey the photographer’s intention to convey knowledge, emotions and meaningful messages that are not only limited to Altavista neighborhood, but are part of problems by which all, as humans, are affected and concerned about.

References:

Beck, U. (1998). La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Paidós

Luker, K. (2008). Salsa Dancing into the Social Sciences. Research in an Age of Info-glut. London: Harvard University Press

Editorial (Portugues)

Amaya Querejazu Escobari

Vivemos agora em uma era de excesso de informação. A globalização condicionou não só a forma como acessamos a essa informação e ao conhecimento, mas também a forma como eles são produzidos e como pesquisamos. A este respeito é possível identificar pelo menos dois cenários: por um lado, tal excesso torna impossível cobrir todos os avanços ou estar totalmente a par com as discussões, autores e produção em temas específicos. Os processos investigativos mais sérios e exaustivos precisam ceder diante da realidade de que é impossível cobrir tudo o que tem sido dito ou escrito sobre um fenômeno e temática específica. Isto propicia outra realidade que tem a ver com que a produção do conhecimento se torna cada vez mais especializada, focada e pontual, de modo a poder “cobrir” pelo menos metodologicamente, interesses mais pontuais de fenômenos, problemáticas e debates que estão em grande parte globalizados. Isto incide no fraccionamento, compartimentação e a especialização e localização do conhecimento. Se a isto acrescentarmos as reviravoltas críticas nas ciências sociais que reivindicam os conhecimentos situados e a impossibilidade de produzir “verdades”, metateorias ou conhecimentos universais ou universalizáveis entenderemos que o trabalho acadêmico de contribuir para o debate e a crítica também se torna complexo (ver Luker, 2008). Estas duas realidades evidenciam a inter-relação entre o local e o global: questões que aparentemente são muito concretas e específicas pelo assunto que tratam ou o seu objeto de estudo, podem se inserir perfeitamente em contextos causados ou condicionados pela globalização e, por sua vez, a globalização condiciona os questionamentos que nos fazem indagar sobre repercussões concretas de determinados fenômenos.

Todos os artigos deste número da revista formam parte dessa conversa entre o local/específico e o global. Embora alguns deles estejam focados no ordenamento ou contexto colombiano, formam parte de discussões que têm eco ou origem em outras latitudes. Nesse sentido, os autores recorrem a fontes como a doutrina e legislação internacional para complementar e/ou contrastar com o contexto nacional e ao fazê-lo, socializam o seu trabalho em contextos muito mais amplos, isto é, a introduzem em uma conversa que transcende os limites do nacional. No primeiro artigo, Muñoz aborda a tensão jurídica e política entre dois poderes do estado -legislativo (Congresso da República) e judicial (Corte Constitucional)-, e a maneira como tem se tratado essa tensão na prática nos estados constitucionais de direito e particularmente na Colômbia. O artigo foca-se em analisar como as omissões do legislador podem afetar direitos constitucionalmente protegidos (omissão legislativa inconstitucional). O artigo de Galindez aborda a discussão do pluralismo jurídico e salienta a necessidade de refletir e criar espaços para iniciar diálogos com a diferença, não só em termos culturais, mas ontológicos, a partir da coexistência de diferentes corpos normativos e cujo reconhecimento é essencial em contextos de descolonização mais amplos -regionais e globais- da política e do direito. A partir de uma análise comparativa entre a Bolívia, a Colômbia, o Equador, o Peru e a Venezuela, Castro pergunta se deveríamos ficar preocupados com a substituição constitucional que existe quando “morre” uma constituição para dar lugar a outra e quais são as implicações destas mudanças. A análise está determinada pela incidência que tem a variável do bicameralismo em tais países. Estes ciclos mostram o dinamismo sociopolítico e do direito que não acontece de maneira isolada em cada país, mas que responde a situações tanto internas como também provocadas ou influenciadas por contextos de transformação regionais e globais. Por sua vez, Durango, Marin e Valencia apresentam uma análise das mudanças na linha jurisprudencial a respeito da concepção da democracia deliberativa, desenvolvida pela Corte Constitucional desde 1991 até agora. Os autores identificam uma mudança que vai desde a ausência da fundamentação, onde se associava a deliberação com a discussão e debate e identificam uma reviravolta em 1997, quando a Corte introduziu princípios deliberativos como: publicidade, identidade, consecutividade, direitos das minorias, participação democrática, entre outros. Dentro desses processos de mútua constituição entre o global e o local Dussán analisa, através do estudo da política de segurança dos governos de Santos e Uribe, o papel da mídia, não só como mediadora passiva da informação, mas como formadora de opinião e de que maneira os governos têm aumentado este recurso em matéria de política exterior e diplomacia pública. Uribe e Gómez oferecem uma necessária reflexão sobre os conceitos de “casamento”, “família” e “sexualidade” desde a análise do discurso doutrinário e do direito de família na Colômbia. Desde uma aproximação crítica das pretensões naturalistas ou biologistas, os autores oferecem uma concepção alternativa que aposta em uma “tese institucional”, segundo a qual, as uniões sexuais e conjugais em nenhum caso podem ser consideradas como um ato contranatural pelo direito. Esta discussão e preocupação jurídica, política, econômica, religiosa e social não só tem lugar neste país, mas também em outros lugares do mundo.

O caso da figura do depoimento no Julgamento pela Verdade em Mar del Plata (2001) é à primeira vista um estudo específico e também local, no entanto a análise de Di Meglio sobre o uso do direito à palavra como modalidade de julgamentos em diferentes cidades argentinas serve de vitrine para grandes aprendizados em um contexto de pós-conflito, onde um dos objetivos e propósitos mais amplos é o da reconstrução da verdade. A autora sustenta que esta é uma forma alternativa de reparação oferecida pelo direito e a justiça porque reconhece um lugar aos testemunhas-vítima. Este artigo tem eco no de Arrieta, quem analisa as dificuldades e vantagens de aproximar-se da verdade em processos judiciais. Dentro das últimas menciona o direito a ser informado do estado do processo, a fazer uma contribuição ativa nele e, inclusive, a conhecer o que tem acontecido, aspecto que está ligado ao respeito à dignidade.

O texto de Zapata et. al. aborda de maneira crítica o estudo e a análise do contrato de seguro de vida grupo clientes. A contribuição do documento não só tem a ver com que o uso desses contratos tem se generalizado, mas também que ele é um texto-guia de leitura obrigatória tanto para estudantes de direito, litigantes ou acadêmicos, quanto para qualquer pessoa que celebre tais contratos em geral, ainda mais agora que vivemos em sociedades de risco (Beck, 1998). Finalmente, o artigo de G. Zapata ocupa-se em analisar pontos de encontro entre convivência e cidadania, onde o enfoque da Justiça Restaurativa -essencial como alternativa à estrutura de verticalidade do quadro do punitivo imperante em instituições educativas-, relaciona-se com a necessidade imperiosa de contar com uma pedagogia coerente com visões integradoras e reflexivas, ou seja, uma pedagogia crítica.

Não posso terminar este editorial sem fazer referência especial às fotografias das capas de Ricardo Castro Cano, estudante de direito da Faculdade. A revista está comprometida com a publicação e divulgação de textos de alta qualidade, porém, como parte do espírito crítico da Faculdade, apoia outras formas de conhecer e de transmitir conhecimento. Por meio das suas fotografias, Ricardo nos transporta à dura realidade cotidiana dos habitantes de Altavista. Como ele mesmo expressa:

“Ao tirar estas fotografias senti decepção de mim mesmo; não compreendia como era possível que, depois de morar 20 anos em Medellín, apenas faz uns meses conhecesse uma realidade tão complexa e tão próxima. Só me resta convidá-los a conhecer o entorno que os rodeia; a compreender o que acontece ao outro lado da sua cidade, ao outro lado do seu país e, dessa forma, permitir que nasça em vocês a empatia. O valor que muitas vezes é explicado com a expressão: “calçar o sapato alheio” para não o julgar, por mais diferente que ele seja, e tudo porque convivi com ele e compreendo o que tem vivido. Finalizo dizendo que o dia em que conhecermos a realidade do outro e interagirmos com os conterrâneos, esse dia teremos identidade e o tão daninho mal da indiferença poderá desaparecer.”

Cada fotografia conta uma história e todas formam um tecido de histórias cuja ordem e seleção obedecem à intenção do fotógrafo de transmitir-nos conhecimentos, emoções e mensagens importantes que não só se limitam a Altavista, mas que formam parte de problemáticas que a todos, como humanos, nos afetam e nos dizem respeito.

Referências:

Beck, U. (1998). La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Paidós

Luker, K. (2008). Salsa Dancing into the Social Sciences. Research in an Age of Info-glut. London: Harvard University Press