Gloria Amparo Rodríguez1
DOI: 10.17533/udea.esde.v75n165a01
1Magistrada de la JEP, miembro del Comité Científico de la revista Estudios de Derecho. Profesora Titular Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Colombia. Correo electrónico: gloria.rodriguez@urosario.edu.co ORCID: 0000-0002-4194-1259.
Aunque el conflicto armado parece acompañar al ser humano a través de la historia, la búsqueda de su resolución ha sido igualmente evidente en el trasegar de los siglos. Las Conferencias de Paz de La Haya de los siglos XIX y XX son un ejemplo de este esfuerzo que, si bien fallido en cuanto a su objetivo principal, deja enseñanzas y plantea aportes importantes en el camino de la construcción de la paz. El paso de la responsabilidad exclusiva del Estado al establecimiento de la responsabilidad del individuo y, finalmente, a un cambio de perspectiva que ubica a la víctima como eje central de un proceso que se encamina no solo a la búsqueda de justicia y a la determinación de responsabilidades sino también a la reparación de los daños ocasionados y al establecimiento de la verdad, permiten pensar en el perdón y la reconciliación, aspectos necesarios para lograr la transición a la paz.
Este enfoque se hace más evidente en los conflictos armados de carácter no internacional, en los que dentro de la misma sociedad se presentan confrontaciones que desgarran a sus integrantes y generan dinámicas que destruyen las formas de convivencia pacífica. Así ha ocurrido en Colombia por varias décadas, donde en toda familia existen por lo menos tres generaciones que han convivido con el conflicto armado y, al menos, una que no ha conocido un país sin conflicto.
En medio de la transición actual de la que somos testigos, no podemos ser simples espectadores, tenemos el deber, con el país, con la presente generación y con las generaciones futuras, de ser participantes activos en la construcción común de la de paz que no termina en el primer paso, es decir, con la firma de los acuerdos.
Los mecanismos judiciales y extrajudiciales creados para la consecución de la paz y la garantía de los derechos de las víctimas son tan solo un segundo paso con el que se busca avanzar hacia ese sueño anhelado y esquivo de la paz en Colombia. Lograrlo, claramente, no va a ser tarea fácil ni rápida: nadie lo espera y nadie podría demandarlo.
La construcción de la paz después de tantos años de conflicto armado requiere tiempo, compromiso y colaboración. Tiempo para sanar, compromiso para no darse por vencido y colaboración para aunar esfuerzos hacia la consecución de un fin común: un país donde reine la armonía.
Ese trabajo mancomunado debe provenir desde diferentes sectores de la sociedad, ser interdisciplinario y representar distintas formas de aproximación a la paz. Así, la respuesta jurídica debe entenderse como una aproximación necesaria pero nunca suficiente para llegar al objetivo perseguido. Aspectos como la educación, la cultura y la investigación académica coadyuvan a las propuestas de reconciliación como mecanismo para la construcción de la paz.
En este sentido, los aportes que desde la academia puedan presentarse son una propuesta valiosa si se tiene en cuenta que debe confluir un proceso serio de investigación, un resultado producto del análisis juicioso de la información recopilada y una aplicación acertada encaminada a la resolución de la cuestión planteada. Así, la investigación constituye un espacio de generación de ideas y pensamientos que aportan a la identificación de causas y problemas, a la evaluación de situaciones y soluciones propuestas, así como a la generación de nuevos escenarios de solución encaminados al logro de la paz.
De esta manera, consideramos que es un deber y que es válido afirmar que es posible trabajar por la paz desde la academia, espacio que permite realizar contribuciones como las que en este número especial temático sobre Guerra y Paz de la revista Estudios de Derecho se presentan. Generar esta construcción dialéctica y propositiva es incidir en ese fin común que debe promoverse, felicitarse y replicarse.
De esta forma, las propuestas que permiten la evaluación de la violencia, la construcción de paz y los procesos reconciliatorios desde la educación primaria, universitaria y de valores, o desde la deconstrucción de las aproximaciones tradicionales del Estado como respuesta a la violencia, al concepto de víctima, de minorías o del derecho al voto, e incluso el análisis de las soluciones aportadas desde el derecho internacional, desde las experiencias transicionales comparadas y desde el Estado colombiano -a partir del reciente acuerdo de paz- son un ejemplo del ámbito y alcance de la importante contribución realizada en este texto.
Todos estos temas se abordan en este documento como resultado de la investigación que mediante doce artículos realizan sus autores. Todos los asuntos analizados son de gran interés y aplicación práctica para el momento que atraviesa nuestro país y denotan el compromiso de la academia para contribuir de manera responsable a la consecución de la reconciliación, a la garantía de los derechos de las víctimas y a la construcción de una paz estable y duradera.
Gloria Amparo Rodríguez2
2Magistrate of JEP, member of the Scientific Committee of the journal Estudios de Derecho. Full Professor at the Jurisprudence Faculty, Universidad del Rosario, Colombia. Correo electrónico: gloria.rodriguez@urosario.edu.co ORCID: 0000-0002-4194-1259
Although the armed conflict seems to accompany the human being through history, the search of its resolution has been equally evident in the passing of the centuries. The Hague Peace Conferences of the XIX and XX centuries are an example of this effort that, even though failed in its main objective, leaves teachings and raises important contributions on the path of peace building. The shift from the exclusive responsibility of the State to the establishment of the responsibility of the individual and finally, to a change of perspective that places the victim as the central axis of a process that is directed not only to the pursuit of justice and the determination of responsibilities but also to the repair of the damages caused and the establishment of truth, allow us to think about forgiveness and reconciliation, aspects necessary to attain the transition to peace.
This approach is more evident in armed conflicts of a non-international nature, in which within the same society there are confrontations that tear their members apart and generate dynamics that destroy peaceful forms of coexistence. This has happened in Colombia for several decades, where in every family there are at least three generations that have lived with the armed conflict and, at least, one that has not known a country without conflict.
In the midst of the current transition of which we are witnesses, we cannot be mere spectators, we have a duty, with the country, with the present generation and with the future generation as well, to be active participants in the common construction of peace that does not end in the first step, that is, with the signing of the agreements.
The judicial and extrajudicial mechanisms created for the achievement of peace and the guarantee of the rights of the victims, are only a second step with which we seek to advance towards that longed-for and elusive dream of peace in Colombia. Accomplishing it clearly is not going to be an easy or quick task: nobody expects it and nobody could demand it.
The construction of peace of so many years of armed conflict requires time, commitment and collaboration. Time to heal, commitment not to give up and collaboration to join efforts towards the achievement of a common goal: a country where harmony reigns.
This join work must come from different sectors of society, be interdisciplinary and represent different ways of approaching peace. Thus, the legal response must be understood as a necessary but never as sufficient approximation to reach the objective pursued. Aspects such as education, culture, and academic research con- tribute to reconciliation proposals as a mechanism for the construction of peace.
In this sense, the contributions that can be presented from the academy are a valuable proposal if one takes into account that a serious research process must converge, a result of the judicious analysis of the information collected and an accurate application aimed at the resolution of the question raised. Thus, research constitutes a space for generating ideas and thoughts that contribute to the identification of causes and problems, to the evaluation of situations and proposed solutions, as well as to the generation of new solution scenarios aimed at reaching peace.
In this way, we consider that it is a duty and it is valid to affirm that it is possible to work for peace from the academy, a space that allows for contributions such as those in this special issue on War and Peace of the Law Studies journal. Generating this dialectical and proactive construction, is to influence that common goal that should be promoted, congratulated and replicated as well.
In this way, the proposals that allow the evaluation of violence, the construction of peace and reconciliation processes from primary education, university and values, or from the deconstruction of traditional approaches of the State as a response to violence, to the concept of victims, minorities or the right to vote, and even the analysis of the solutions provided by international law, from the comparative transitional experiences and from the Colombian State, from the recent peace agreement, are an example of the extend and scope of the important contribution made in this text.
All these matters are addressed in this document as a result of the research carried out by twelve articles by their authors. All the issues analyzed are of great interest and also practical in their application for the moment that our country is facing and denote the commitment of the academy to contribute in a responsible manner to the achievement of reconciliation, the guarantee of the rights of the victims and the construction of a stable and lasting peace.
Gloria Amparo Rodríguez3
3Magistrada da JEP, membro do Comitê Científico da revista Estudios de Derecho. Professora Titular Faculdade de Jurisprudência. Universidad del Rosario, Colombia. Correo electrónico: gloria.rodriguez@urosario.edu.co ORCID: 0000-0002-4194-1259
Embora o conflito armado pareça acompanhar o ser humano através da história, a busca por sua resolução foi igualmente evidente no passar dos séculos. As Conferências de Paz de Haia dos séculos XIX e XX são um exemplo desse esforço que, embora tenha fracassado em seu objetivo principal, deixa ensinamentos e levanta importantes contribuições no caminho da construção da paz. A mudança da responsabilidade exclusiva do Estado para o estabelecimento da responsabili- dade do indivíduo e, finalmente, para uma mudança de perspectiva que coloca a vítima como o eixo central de um processo que é dirigido não apenas à busca da justiça e à determinação de responsabilidades, mas também para a reparação dos danos causados e o estabelecimento da verdade, eles nos permitem pensar sobre perdão e reconciliação, aspectos necessários para alcançar a transição para a paz.
Essa abordagem é mais evidente em conflitos armados de natureza não internacional, nos quais, dentro da mesma sociedade, há confrontos que destroem seus membros e geram dinâmicas que destroem formas pacíficas de convivência. Isso aconteceu na Colômbia por várias décadas, onde em toda família há pelo menos três gerações que viveram com o conflito armado e, pelo menos, uma que não conheceu um país sem conflito.
No meio da atual transição da qual somos testemunhas, não podemos ser meros espectadores, temos o dever, com o país, com a geração atual e com as gerações futuras, de sermos participantes ativos na construção comum da paz que não termina no primeiro passo, isto é, com a assinatura de acordos.
Os mecanismos judiciais e extrajudiciais criados para a conquista da paz e a garantia dos direitos das vítimas são apenas um segundo passo com o qual buscamos avançar rumo àquele sonho longevo e evasivo de paz na Colômbia. Conseguir isso, claramente, não será uma tarefa fácil ou rápida: ninguém o espera e ninguém pode processá-lo.
A construção da paz depois de tantos anos de conflito armado requer tempo, compromisso e colaboração. Tempo para curar, compromisso de não desistir e colaboração para unir esforços para a realização de um objetivo comum: um país onde reine a harmonia.
Este trabalho conjunto deve vir de diferentes setores da sociedade, ser interdisciplinar e representar diferentes formas de abordar a paz. Assim, a resposta jurídica deve ser entendida como uma aproximação necessária, mas nunca suficiente, para atingir o objetivo perseguido. Aspectos como educação, cultura e pesquisa acadêmica contribuem para as propostas de reconciliação como um mecanismo para a construção da paz.
Nesse sentido, as contribuições que podem ser apresentadas a partir da academia são uma proposta valiosa se levarmos em conta que um processo de pesquisa sério deve convergir, resultado da análise criteriosa das informações coletadas e de uma aplicação precisa voltada à resolução da questão levantada. Assim, a pesquisa constitui um espaço para a geração de ideias e pensamentos que contribuem para a identificação de causas e problemas, para a avaliação de situações e soluções propostas, bem como para a geração de novos cenários de solução visando a paz.
Desta maneira, consideramos que é um dever e que é válido afirmar que é possível trabalhar pela paz desde a academia, espaço que permite realizar contri- buições como as que se apresentam neste número especial temático sobre Guerra e Paz da revista Estudos de Direito. Gerar esta construção dialética e propositiva é incidir nesse fim comum que deve se promover, felicitar e replicar.
Desta forma, as propostas que permitem a avaliação da violência, a construção dos processos de paz e reconciliação desde o ensino primário, universitário e valores, ou a desconstrução das abordagens tradicionais do Estado como resposta à violência, até o conceito de vítimas, minorias ou o direito de voto, e mesmo a análise das soluções oferecidas pelo direito internacional, das experiências comparativas de transição e do Estado colombiano, do recente acordo de paz, são um exemplo do âmbito e alcance da importante contribuição realizada neste texto.
Todas estas questões são abordadas neste documento como resultado da pesquisa realizada por doze artigos de seus autores. Todas as questões analisadas são de grande interesse e aplicação prática para o momento que atravessa o nosso país e denota o compromisso da academia de contribuir de forma responsável para a conquista da reconciliação, a garantia dos direitos das vítimas e a construção de uma paz estável e duradoura.