Presentación


En enero de 2013 vio a la luz el número 1 de Trashumante. Revista Americana de Historia Social. Esta primera edición llevaba detrás un trabajo de más de un año de preparación. Diez años después, los integrantes del equipo binacional editor de la revista hemos logrado sostener este propósito de editar semestralmente una publicación académica con un perfil de historia social. Gracias a este trabajo constante hemos logrado ser incluidos en reconocidas bases de datos e índices como Scimago (Scopus) y Publindex, entre otras. Incluso, Scimago nos clasificó en el nivel Q1 en la última evaluación realizada.

Durante estos diez años, hemos convocado a investigadoras e investigadores americanistas a escribir en esta publicación y hemos visto con satisfacción el gradual aumento de personas interesadas en difundir sus trabajos en Trashumante. Uno de los principales retos ha sido mantener el perfil de la revista, así como su identidad editorial. No es sólo un asunto administrativo, conlleva una reflexión constante sobre la historia social hoy, sus temas, sus diálogos, sus posibilidades. Las páginas de la revista han sido el espacio para discutir nuevas perspectivas de problemas recurrentes de esta área de estudio desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Los asuntos y problemas tradicionales (trabajo, desigualdades socioeconómicas y acción colectiva) han aparecido tanto como otras perspectivas en donde emergen las relaciones de clase, etnia, género o generación, así como las preocupaciones por la espacialidad de los fenómenos sociales. Son trabajos que dialogan con la historia transnacional, la historia cultural, el análisis del discurso o las teorías decoloniales, así como con disciplinas como la sociología, antropología, geografía y economía. Es una historia que acude a padrones de población, documentos judiciales o administrativos en los que emergen otras voces; a las imágenes, la cartografía, los impresos en prensa, folletería o panfletos, entre otro tipo de fuentes.

Con estas coordenadas, autoras y autores de los 169 artículos, 62 reseñas de libros y 11 textos adicionales (ensayos y entrevistas) publicados en nuestras 20 ediciones de Trashumante enriquecen este campo de estudios, demuestran la vitalidad que puede tener esta forma de hacer historia a lo largo de las primeras décadas del siglo XXI en nuestro continente. Coincidimos en que, parafraseando a Claudio Batalha en su texto publicado en esta edición, la historia social sigue siendo el campo que proporciona los análisis más interesantes sobre sociedades construidas y cimentadas en las diferencias y las desigualdades. El mundo en el que vivimos nos brinda a diario ejemplos de estas relaciones sociales desiguales que estudiamos en este campo académico. Y, sin duda, como también apunta José Antonio Piqueras en su ensayo escrito para este número, lo social se manifiesta o se oculta detrás de las apariencias. Y la historia académica tiene la obligación de ir más allá de la descripción y mantener el énfasis crítico.

Nos propusimos celebrar esta primera década de trabajo con una sección especial de nuestra revista titulada “La historia social desde el presente. En conmemoración de los 10 años de Trashumante”. Contiene siete textos escritos por reconocidos especialistas en el campo de la historia social del continente. Agradecemos -en orden alfabético- a Mauricio Archila Neira, Claudio Batalha, Carlos Illades, Clara E. Lida, Mirta Lobato, José Antonio Piqueras y Marcus Rediker por aceptar nuestra invitación a reflexionar sobre la historia social de acuerdo con sus experiencias profesionales e intereses académicos. Sin duda, estas contribuciones alimentan las discusiones actuales sobre los alcances y perspectivas de la historia social, sus posibilidades y sus retos, sus sujetos, temas y problemas de interés.

Por una parte, estos textos reflexionan sobre las perspectivas y la pertinencia de la historia social en el contexto actual, sobre su relevancia como posibilidad de reflexión social desde el presente, así como sobre los cambios en sus sentidos políticos. Sustentan por qué es necesario seguir pensando en las relaciones sociales: en la clase, en el género, en el trabajo, en los movimientos sociales. También abordan las formas de hacer historia de abajo hacia arriba, dedican su atención a las investigaciones que incluyen diferentes sujetos y toman en cuenta la complejidad misma del mundo social más allá de las simplificaciones y dicotomías. Analizan, por ejemplo, la necesidad de complejizar categorías sociales asociadas al mundo del trabajo en el siglo XIX o de qué forma se han modificado los sentidos del anarquismo como movimiento social desde finales de dicha centuria hasta la actualidad. También reflexionan sobre los retos que ha generado el feminismo y la historia social con perspectiva de género, tanto en la ampliación del campo de estudios como en el cuestionamiento de ciertos énfasis temáticos, categorías y conceptualizaciones.

Estos textos son un aporte a una discusión que sigue abierta y serán, sin duda, de gran interés para nuestras lectoras y lectores. Permiten observar cuáles son las temáticas y los problemas que continúan en la mira de quienes investigan en este campo. Invitan a investigadores activos y en formación a dar continuidad a esta actitud de apertura, de cuestionamiento a categorías centrales como la clase, el género, el trabajo; a enfrentar las críticas que se hacen desde hace varias décadas a la historia social por su politización. Cuestionan cómo han cambiado los énfasis y cómo se ha ampliado la perspectiva del análisis de clase al estudio de las relaciones y desigualdades sociales. Asimismo, estos artículos reflexionan sobre fuentes de información, diálogos interdisciplinarios y con perspectivas académicas del llamado giro cultural y los estudios posmodernos.

Esperamos que disfruten estos siete ensayos de colegas reconocidos en la investigación en torno a la historia social, así como los doce artículos de investigación y tres reseñas que fueron seleccionados en el proceso editorial, luego de la necesaria evaluación por pares académicos que ha caracterizado nuestro trabajo.

Diez años de existencia de la revista han sido posibles gracias al trabajo permanente de un grupo de personas comprometidas, entre los cuales se encuentran, en primer lugar, quienes han integrado el equipo editorial binacional de la UAM Cuajimalpa y la Universidad de Antioquia: asistentes editoriales cuya labor ha sido vital para el seguimiento de cada uno de los trabajos presentados a evaluación. También ha requerido el apoyo de estas dos instituciones de educación superior, así como la participación activa de las y los colegas de los comités Científico y Editorial. Y, sobre todo, queremos agradecer a quienes han publicado en la revista, a quienes han participado como evaluadores o “pares ciegos” y a quienes se interesan por leer nuestras ediciones.

Seguiremos aportando a este campo de estudios con la convicción de que, en un mundo de profundas desigualdades, es necesario proseguir con la difusión de reflexiones históricas sobre sujetos, experiencias, interrelaciones, diferencias, jerarquías y movilizaciones sociales. Esperamos seguir consolidando nuestra labor editorial y compartiendo con todo nuestro público este proyecto académico. Muchas gracias a todas y todos.