Objeción de Conciencia en la terminación voluntaria del embarazo (IVE)
Resumen
Hasta el 10 de mayo del año 2006, Colombia pertenecía a una minoría de países que tenía penalizado el aborto en todas las circunstancias. Esta situación llevó al florecimiento de una industria clandestina de aborto inseguro, que a pesar de la promulgación de la sentencia C355 de 2010 persiste hasta la fecha, aunque en menor proporción, gracias al esfuerzo de defensores de los derechos de la mujer, instituciones educativas y entes gubernamentales(1,2).
Hoy, Colombia tiene la tasa de aborto inseguro más alta de Latinoamérica con 32 abortos por 1.000 mujeres en edad fértil. Para el año 2008, el índice de embarazo no planeado fue de 67%, el cual se constituye en el mayor insumo para el aborto inseguro en nuestro país. El costo del aborto seguro en el país es muy alto, en ello influye fuertemente la persistencia de métodos obsoletos para terminar las gestaciones de forma voluntaria como: el uso de la dilatación y el curetaje, la anestesia general, las internaciones innecesarias y las altas tasas de complicaciones derivadas del uso de la legra cortante, en lugar de métodos modernos como son los medicamentos y la aspiración manual endouterina (AMEU) para las gestaciones inferiores o iguales a 12 semanas(1,2).