La gestación subrogada, una mirada Bioética y biojurídica a los dilemas que la acompañan
Resumen
La gestación subrogada hoy en día es un fenómeno que traspasa fronteras y que además ha generado un tipo de “turismo especial trasnacional” en búsqueda de condiciones legales favorables para la realización de contratos que permitan la ejecución de este. En Colombia los vacíos legales han permitido que esta práctica vaya en incremento, y a su vez las preocupaciones que emergen con relación a la probable vulneración de principios bioéticos que podrían comprometer la dignidad, la equidad, la justicia y otros principios no negociables de la condición humana no solo en la mujer portadora del embarazo sino del ser en gestación.
A finales de la década de los 70 nace la primera bebé producto de técnicas de fertilización in vitro, su nacimiento marcó un hito histórico en la medicina reproductiva, desde entonces las innovaciones técnicas en el campo de la reproducción humana no han hecho más que avanzar a un ritmo vertiginoso, lamentablemente no ocurre lo mismo con la implementación y modernización de las leyes que permitan regular y establecer aplicaciones a este tipo de desarrollos tecnocientíficos ajustadas a los principios bioéticos universales.
La promoción por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de los derechos sexuales y reproductivos (Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo, El Cairo en 1994, y en la IV Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing en 1995) impulsados inicialmente para favorecer la autonomía de las parejas en la elección libre de sus embarazos y evitar la agresión a su libertad, trataba también de reducir la intromisión de los poderes públicos en las decisiones relativas a la procreación, paradójicamente también ha servido y ha sido utilizada para impulsar una idea algo diferente, la del “derecho a procrear”, lo cual nos lleva a la pregunta ¿existe un derecho a tener hijos?
La terminología utilizada para designar de diferente manera el embarazo subrogado busca una intención de neutralidad sin imprimir una valoración evidente, que intenta una aceptación sin cuestionamientos. Se encuentran frecuentemente frases ligadas a la donación o colaboración desinteresadas hacia personas con algún obstáculo para procrear. Hay una intención de cubrir con un manto de abnegación el imaginario que comprende estos acuerdos ignorando el resto de los factores en juego.
Seguramente puede haber casos en los que la única motivación sea ayudar desinteresadamente a otras personas; sin embargo, es muy factible que sea una pequeña porción, ya que se estima que cerca del 98 % de las veces existen acuerdos pecuniarios.
Buscamos con esta revisión abordar los retos bioéticos y biojurídicos que conlleva la práctica de la gestación subrogada en nuestro medio, para contrastarla con lo publicado al respecto en otros países; no intentamos dar una respuesta totalitaria sobre lo correcto o incorrecto de la práctica, sino enriquecer el debate con puntos de vista de diferentes autores y sociedades científicas que aporten argumentos a la discusión.