Es ineludible decidir: ¿cambio de mentalidad o inerte sin final?

Abstract

El letargo estudiantil de los últimos años constituye una problemática nacional y una gran preocupación para algunos integrantes de la sociedad, razón por la cual diferentes actores –pertenecientes o no de esta comunidad- han pretendido animarlos y resaltar su influencia nacional, sin olvidar el propósito que deben tener como miembros civiles de la colectividad. La marcada ausencia crítica, reflexiva y participativa de este sector lo ha alejado del rol que desempeñaba en la década del sesenta y setenta y ha coadyuvado con su apatía a la formación de una estructura educativa que poco le ha aportado al crecimiento y desarrollo de las personas y que más bien ha creado gentes dependientes que desempeñen funciones especificas en un mercado que además de inestable limita su actuar, pues la educación hoy día se ha limitado a preparan un producto que satisfaga las exigencias especificas del capital y se dedique a reproducirlo. El sistema educativo actual especializa, tecnifica y des-humaniza la educación por lo que es mínimo el aporte que este le hace al hombre para desarrollar iniciáticas y fundamentar su esencia -como profesional y como persona-; es necesario una reflexión seria sobre la situación y el desempeño que los estudiantes en el transcurrir de su formación han tenido, la cual conlleve a la toma de conciencia y a un cambio de actitud que permita retomar el activismo estudiantil que otrora gozaba gran preponderancia en el país.