Mitos, realidades y secuestro de la medicina basada en la evidencia
Resumen
Sin duda la traducción e interpretación de la palabra evidence es el primer aspecto que se debe tener claro para empezar a entender la propuesta de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Desde allí se genera el mito más grande para quienes no lo comprenden y, es a la vez, el origen de un número importante de las críticas que elaboran sus detractores.
En español, según la Real Academia de la Lengua, evidencia es certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar o, en el contexto jurídico, es la prueba determinante en un proceso. En inglés, que no cuenta con una real academia, los diccionarios señalan una connotación bien diferente a la palabra evidence: “lo que tiende a probar o refutar algo”, “indicación o señal”, “la evidencia es cualquier cosa que usted ve, experimenta, lee o se le dice que le hace creer que
algo es verdad o que realmente ha sucedido”, “motivos de creencia o incredulidad”, “datos en los que basar la prueba
o establecer la verdad o la falsedad”, “base para creer”, ground for belief or disbelief: “motivo de creencia o incredulidad”, “prueba” (una prueba cualquiera, no “La prueba”). Es bien diferente pensar en una Medicina Basada en la certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar a pensar en una Medicina Basada en pruebas o motivos de creencia (o incredulidad).