Prevención y tratamiento no quirúrgico de prolapsos de órganos pélvicos

Resumen

El prolapso de órganos pélvicos (POP) se refiere a la herniación, descenso, procidencia o caída de los órganos
pélvicos tales como vejiga, recto, útero, o cúpula (en mujeres histerectomizadas) o intestino hacia o más allá de
las paredes vaginales. Es una condición común. Muchas mujeres con prolapso experimentan síntomas que afectan la
función sexual, miccional o defecatoria y el ejercicio, lo cual afecta su calidad de vida (1). El tratamiento del POP requiere
importantes recursos económicos; el costo anual de la atención ambulatoria de los trastornos del suelo pélvico en los Estados Unidos entre 2005 y 2006 fue de casi 300 millones de dólares (2), y la reparación quirúrgica del prolapso fue el procedimiento hospitalario más común realizado en mujeres mayores de 70 años entre 1979 y 2006 (3). Es probable que el impacto del prolapso en la atención de la salud crezca según las estimaciones de una prevalencia cada vez en aumento de la población de mujeres adultas mayores (4)