La lectura, un placer sensual

Autores/as

  • Aura López

DOI:

https://doi.org/10.17533/udea.rib.329772

Resumen

A partir del momento en que se inicia el proceso de lectura, aflora para el niño o para el adulto analfabeta, la maravillosa posibilidad de estar en el centro del mundo; pero esa experiencia no puede detenerse ahí, es necesario cultivarla como una actividad cotidiana y gratificante.

La lectura es ante todo un placer erótico, donde convergen para el disfrute todos los sentidos. Su ejercicio es la forma por excelencia de la riqueza intelectual y constituye parte sustancial de nuestra vida. Requiere para su plenitud la persistencia y en gran medida el contacto desde la niñez, pero serla un error descartarla porque no se dio más temprano en la vida. No puede haber Umite de edad cuando se trata de propiciar encuentros que han de transformar nuestra mirada, nuestro mundo individual.

Es allí entonces donde se sitúa la emoción como instrumento imprescindible para la aproximación al libro: a la novela, a la poesía, pero también a la filosofía, a la política, a la biología, a lo científico.

En el centro de éste afán, surge la biblioteca como único medio, para muchos, de establecer entre libro y lector una relación estrecha y emocionante, de ahí que resulte impensable un bibliotecario que no sienta para sí la necesidad de la lectura y la comunique desde su condición de lector apasionado, para formar otro lector apasionado.

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Publicado

2017-11-22

Cómo citar

López, A. (2017). La lectura, un placer sensual. Revista Interamericana De Bibliotecología, 15(2), 57–64. https://doi.org/10.17533/udea.rib.329772

Número

Sección

Investigaciones