Discurso pronunciado por el Rector de la Universidad de Antioquia -Bernardo Trujillo Calle- en la inauguración del primer curso de Salud Ocupacional para trabajadores y dirigentes Sindicales. Medellín, Escuela Nacional de Salud Pública, mayo 3 de 1976.

Resumo

Me complace presentar un cordial saludo de bienvenida a los nuevos estudiantes, obreros y líderes sindicales, que hoy inician el curso de salud ocupacional en nuestra Escuela, bajo los auspicios del Instituto Colombiano de los Seguros Sociales, el Servicio Nacional de Aprendizaje y el apoyo de la Comisión Coordinadora de Salud Ocupacional que reune amplios y muy representativos sectores de las centrales obreras, empresariales, instituciones docentes y organismos oficiales vinculados, ex-oficio, a los problemas de la salud y del trabajo.
Culmina así la primera etapa de una idea de profundas proyecciones sociales, gestada en beneficio individual del trabajador, de la producción, de la economía nacional y de la propia Universidad, para abrirle paso a las realizaciones positivas. Esa idea que hoy tiene aquí su concreción más afirmativa acusa, a través del informe rendido en las Primeras Jornadas Antioqueñas de Medicina del Trabajo del año pasado, el estilo y las características de intensa preocupación humanística del grupo médico, que antes y después de la fundación de esta Escuela en el año de 1963, venía trabajando y sigue haciéndolo con indesmayable mística que nadie pone en tela de juicio, por crear en Antioquia los medios y las condiciones apropiadas para la creación de un plantel de nivel superior que se dedicara a la investigación de los problemas de la salud, el adiestramiento de personal profesional y subprofesional en este campo, y la prestación de servicios a entidades, universidades y grandes núcleos humanos.